CONSENSOS 381
mientos sugeridos para el paciente con sospecha de diferentes apremios farmacológicos. Los más utiliza-
cardiopatía. dos son la perfusión con dipiridamol y el eco-estrés
con dobutamina o dipiridamol. El primero es discre-
A. Enfermedad coronaria: como regla general, los tamente más sensible y el segundo es más específico.
pacientes con enfermedad coronaria se deben tratar Tienen valores predictivos positivos similares (4%-20%
según los estándares preestablecidos en consensos para perfusión y 7%-23% para eco-estrés) y negativos
cardiológicos anteriores y que hoy forman parte de la (96%-100% para perfusión y 93%-100% para eco-
práctica cotidiana; o sea, que el evento quirúrgico no estrés), por lo que el método por emplear dependerá
condiciona las conductas terapéuticas, salvo en las ci- fundamentalmente de su disponibilidad, de la expe-
rugías de urgencia y/o emergencia. riencia del centro, de las preferencias del médico y de
En un paciente con angina inestable, angina cróni- las características del paciente. (11-13)
ca estable en clase funcional avanzada o infarto agu- En caso de bloqueo de rama izquierda, los estudios
do/reciente (menos de 30 días) se recomienda suspen- de perfusión con ejercicio muestran una sensibilidad
der la cirugía y proceder a los estudios diagnósticos y y una especificidad del 78% y del 33%, respectivamen-
al tratamiento apropiado. te, para el diagnóstico de isquemia. En contraste, los
La presencia de diabetes es otro predictor de ries- estudios que utilizan fármacos vasodilatadores coro-
go. La enfermedad coronaria conocida en diabéticos narios (dipiridamol, adenosina) tienen una sensibili-
constituye el predictor más potente de eventos coro- dad y una especificidad del 98% y del 84%. Por tal
narios perioperatorios. motivo, el estrés farmacológico con dipiridamol es pre-
Otro grupo de pacientes está constituido por los ferible al ejercicio y a la dobutamina en presencia de
enfermos con vasculopatía periférica: se estima que bloqueo de rama izquierda.
las dos terceras partes tienen enfermedad coronaria En perfusión, el número de segmentos isquémicos
obstructiva en la angiografía. Un estudio con coro- se relaciona con el riesgo de eventos posoperatorios
nariografía de rutina preoperatoria mostró que sólo graves. En el eco-estrés, el riesgo aumenta con el nú-
el 8% de 1.000 pacientes derivados para cirugía mero de segmentos isquémicos (score de motilidad
vascular periférica tuvieron coronarias normales. La parietal en el esfuerzo) y con estudios positivos a una
prevalencia de enfermedad de uno, dos y tres vasos o frecuencia cardíaca baja (< 60% de la máxima). Los
de tronco fue del 23%, el 20% y el 22%, respectiva- estudios de apremio son más útiles en pacientes con
mente (con el 27% de los pacientes con lesiones angio- riesgo clínico intermedio (en quienes permite rees-
gráficamente no significativas). Son entonces estos tratificarlos en subgrupos de riesgo bajo o alto) y en
subgrupos los de mayor riesgo en cirugía no cardíaca. pacientes de riesgo bajo sometidos a cirugías de riesgo
(9, 10) alto, en particular si tienen mala capacidad funcional.
En coronarios estables debe considerarse la eva- (11, 12, 14)
luación de la función ventricular y la presencia de Si bien el Holter puede identificar episodios de
isquemia. Si se hubiere realizado recientemente (me- isquemia silente, en la práctica no se utiliza para
nos de 1 año) y con resultados favorables, se puede estratificar riesgo isquémico preoperatorio. Su utili-
autorizar la cirugía sin otros estudios. Si los estudios dad para la valoración respecto de las arritmias y de
no fuesen recientes o si, por el contrario, fuesen des- los trastornos de conducción se desarrollan en el apar-
favorables, deberá procederse a efectuarlos en el pri- tado correspondiente.
mer caso y a aplicar la terapéutica apropiada en el se- Los pacientes con estudios de riesgo alto son can-
gundo. didatos para coronariografía y revascularización.
El antecedente de una cirugía de revascularización Los pacientes coronarios que no son de riesgo alto
miocárdica en los últimos 5 años es una circunstancia se beneficiarán con el uso de betabloqueantes preo-
de menor riesgo que el coronario no revascularizado, peratorios. Existen pequeños estudios aleatorizados y
ya que en estos casos la prevalencia de complicaciones estudios observacionales que demuestran beneficios
es similar a la de pacientes sin cardiopatía. (12) en cuanto a la reducción de la isquemia perioperatoria,
Las pruebas de apremio son las mismas que las infarto y muerte en el seguimiento. Está en curso la
utilizadas fuera del contexto perioperatorio. La ergo- realización de un estudio controlado que compara la
metría es un método útil, pero más del 40% no podrán utilización de betabloqueantes versus la búsqueda sis-
realizarla por tener electrocardiograma basal no temática de isquemia y eventual revascularización en
interpretable o incapacidad para realizar ejercicio. De pacientes de alto riesgo coronario. Hasta que exista
los que pueden realizarla, cerca del 30% no alcanza- más evidencia, se recomienda la utilización sistemáti-
rán el 85% de la frecuencia cardíaca máxima previs- ca de betabloqueantes en pacientes coronarios o de
ta. Las pruebas de imagen con apremio farmacológico riesgo cardiovascular alto, salvo en enfermos con con-
tienen entonces, en esta población, particular impor- traindicaciones. Debe evitarse su suspensión en pa-
tancia. (11) cientes que lo reciben crónicamente, por el riesgo de
De las pruebas de imagen se dispone de perfusión efecto rebote que puede desencadenar complicaciones
miocárdica (medicina nuclear), ventriculograma radio- isquémicas serias. Un estudio retrospectivo sugiere
isotópico y ecocardiografía de estrés, con ejercicio o que la mortalidad por un infarto perioperatorio es
384 REVISTA ARGENTINA DE CARDIOLOGÍA / VOL 73 Nº 5 / SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2005
menor en aquellos que recibieron betabloqueantes en cular y generar impulsos a alta frecuencia al ventrículo
el preoperatorio (OR 0,19, IC 95% 0,04-0,87). (15-18) (en marcapasos bicamerales). En caso de un desfi-
Si se planea una revascularización por vía brilador implantable, podrían generarse descargas al
percutánea, deberá posponerse la cirugía programada interpretarse como arritmia ventricular sostenida. La
al menos 6 semanas: éste es el tiempo necesario para colocación de un imán en la piel que recubre el
la endotelización del stent (4 semanas), durante el cual marcapasos suele resolver el problema. Luego de la
el paciente deberá recibir clopidogrel y aspirina, y dos cirugía se reprogramará el dispositivo a los parámetros
semanas más para desaparición completa del efecto habituales. (9) La fibrilación auricular tiene un ries-
antiagregante del clopidogrel. Un estudio demostró go embólico anual del 5% promedio, pero se ha obser-
que la suspensión de estas drogas previo a las cuatro vado una incidencia mayor de eventos al suspender la
semanas se asocia con una incidencia perioperatoria anticoagulación en el período perioperatorio, posible-
alta de eventos isquémicos por trombosis del stent. Por mente por el estado de hipercoagulabilidad que se pre-
el contrario, operar con aspirina y clopidogrel se aso- senta en este contexto. En pacientes de riesgo embólico
cia con una tasa alta de hemorragias. (11, 19) alto se recomienda suspender la anticoagulación oral
48 horas antes y determinar la RIN antes de la ciru-
Recomendación para la utilización gía o emplear Vit K y plasma fresco si es de urgencia y
de betabloqueantes administrar heparina cuando el cirujano lo autorice,
hasta retomar la anticoagulación oral.
Clase I
- Continuidad del tratamiento en pacientes con uti- C. Insuficiencia cardíaca: la presencia de insufi-
lización previa de betabloqueantes. ciencia cardíaca se asocia con incremento del riesgo
Clase II perioperatorio en cirugía no cardíaca. Los predictores
- Inicio del tratamiento en pacientes con enferme- más importantes de insuficiencia perioperatoria son
dad coronaria establecida o riesgo alto de presen- la historia de insuficiencia cardíaca, arritmias, miocar-
tarla. diopatías y diabetes. El principal factor pronóstico en
- Inicio del tratamiento en pacientes con hiperten- pacientes con insuficiencia cardíaca es el grado de es-
sión arterial no controlada. tabilización o compensación preoperatorio. En aque-
Clase III llos con el antecedente de insuficiencia cardíaca, pero
- Inicio del tratamiento en pacientes con contrain- que actualmente se encuentran estables, se observa
dicación para betabloqueantes. una incidencia baja de complicaciones cardiovas-
- Suspensión del tratamiento en el período periope- culares, del orden del 5% al 7%, mientras que los pa-
ratorio, en pacientes tratados crónicamente con cientes descompensados presentan un número de even-
betabloqueantes. tos cardiovasculares cuatro veces superior. Goldman
y colaboradores (Tabla 2) le otorgan el puntaje máxi-
B. Arritmias cardíacas: la presencia de arritmias mo a esta condición (11 puntos), que incluye la detec-
en general no contraindica la cirugía a menos que ción de tercer ruido o ingurgitación yugular. En estos
descompensen al paciente, pero la presencia de deter- casos, la mortalidad de causa cardíaca fue del 20%,
minadas arritmias debe orientar a la búsqueda de car- con un 14% de complicaciones cardíacas significativas.
diopatía de base. Su evaluación y su tratamiento son En una consideración posterior, Detsky y colabo-
similares a los del contexto no quirúrgico, por lo que radores (Tabla 3), identifican a la presencia de edema
remitimos a los respectivos consensos en la materia. pulmonar, ya sea como antecedente remoto, o de pre-
Los trastornos de conducción, si no son de gra- sentación en el mes previo a la cirugía, como un
do avanzado y/o sintomáticos, no suelen representar predictor independiente de riesgo para eventos car-
mayor riesgo. La recomendación de colocación de mar- díacos perioperatorios en cirugía general. (21) Lee y
capasos preoperatorio sigue las mismas recomenda- colaboradores (Tabla 4) también establecen a la insu-
ciones que en el contexto general no quirúrgico, a cuyo ficiencia cardíaca como un factor significativamente
consenso remitimos. (20) El marcapasos transitorio asociado con peor pronóstico perioperatorio. (22). El
está indicado en pacientes que deben recibir un mar- riesgo de incrementar el deterioro de la función con-
capasos definitivo y que por la urgencia de la cirugía tráctil, vinculado a diversas drogas anestésicas, ade-
no pueden ser sometidos previamente a su colocación. más de una reserva miocárdica reducida ante el trau-
Si el paciente es portador de un marcapasos defi- ma anestésico y quirúrgico y las dificultades que pue-
nitivo o un desfibrilador, se recomienda reprogra- den representar el manejo adecuado de grandes volú-
marlos a un modo de frecuencia fija y anular la fun- menes de líquido resultan la base de la compren-
ción “desfibrilador”. Cuando se utiliza electrobisturí, sión del incremento del riesgo que se vincula a esta
el electrodo de éste debe colocarse lejos del generador condición.
del marcapasos y debe evitarse su uso frecuente y sos- En presencia de insuficiencia cardíaca descompen-
tenido durante la cirugía, así como evitar aplicarlo sada en la evaluación preoperatoria, debe suspenderse
cercano al dispositivo o los catéteres, ya que puede toda cirugía electiva para proceder al tratamiento y la
inhibir el dispositivo o ser detectado como ritmo auri- estabilización del paciente, que Detsky y colaborado-
CONSENSO DE EVALUACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR EN CIRUGÍA NO CARDÍACA 385
TABLA 2 TABLA 4
Índice de riesgo cardíaco (Goldman) (40) Índice de riesgo cardíaco revisado (Lee) (22)
da adecuación preoperatoria de las condiciones de car- La hipertensión sistólica aislada (con presión
ga y la función ventricular (optimización preopera- sistólica superior a 160 mm Hg, pero con valores de
toria). (24) diastólica normales) se reconoce como un factor aso-
Fleisher y Eagle, en una consideración sobre es- ciado con incremento de complicaciones cardiovas-
trategias para reducción del riesgo perioperatorio en culares y stroke en la población general. En el ámbito
cirugía no cardíaca, recomiendan el empleo de agen- perioperatorio, un único estudio multicéntrico de pa-
tes betabloqueantes, en diversas poblaciones, entre las cientes sometidos a revascularización coronaria detectó
que incluyen a aquellos con insuficiencia cardíaca. (25) un incremento del 30% en las complicaciones car-
En pacientes seleccionados que deben ser someti- diovasculares, en comparación con pacientes normo-
dos a intervenciones de emergencia se ha propuesto el tensos. Si dicha conclusión puede extenderse a la ci-
empleo de balón de contrapulsación. Dichas series, en rugía no cardíaca, requiere su comprobación en estu-
general de un número limitado de pacientes, refieren dios futuros. (31)
la ausencia o el descenso en el número de eventos Respecto del tratamiento antihipertensivo, los be-
cardiovasculares mientras el dispositivo se encuentra tabloqueantes resultan una opción particularmente
implantado, con incremento de las complicaciones tras interesante en pacientes hipertensos, dada la existen-
su retiro, por lo que no se recomienda su utilización cia de evidencias respecto de la regulación efectiva de
preventiva. (26) las cifras tensionales y de la reducción de los episodios
En pacientes portadores de miocardiopatía isquémicos y de los eventos cardiovasculares en los pe-
hipertrófica puede procederse a la intervención con ríodos intraoperatorio y posoperatorio de cirugía no
riesgo bajo, con la precaución de evitar en el perio- cardíaca. El empleo preoperatorio de este grupo de dro-
peratorio maniobras o intervenciones farmacológicas gas ha demostrado reducción de la fibrilación auricular
que impliquen una reducción del retorno venoso o del y, específicamente en pacientes con enfermedad
volumen intraventricular, lo cual podría incrementar coronaria conocida o probable, reducción de la morbi-
la obstrucción dinámica. Un incremento de la contrac- mortalidad perioperatoria fundamentalmente por re-
tilidad actuaría en el mismo sentido, por lo que debe ducción de eventos cardiovasculares. (1, 12, 15-17)
evitarse el empleo de drogas inotrópicas. Se recomien- La tensión arterial intraquirúrgica y posquirúrgica
da la profilaxis de endocarditis infecciosa. (27) debería ser cercana al 20% de las cifras preoperatorias,
para evitar la hipoperfusión de órganos en pacientes
D. Hipertensión arterial: el antecedente de hipertensos, en quienes la autorregulación se encuentra
hipertensión arterial aumenta el riesgo de hiperten- desplazada hacia niveles tensionales mayores. (8, 32)
sión e hipotensión en el perioperatorio y es predictor
de morbimortalidad en algunos estudios retrospecti- E. Valvulopatías: la detección de un soplo en la eva-
vos, pero no en estudios prospectivos. (28, 29) Los luación prequirúrgica debe alertar sobre la presencia
predictores más potentes de hipertensión periope- de una valvulopatía. Su evaluación, así como la de la
ratoria son la presión arterial diastólica > 110 mm Hg función ventricular basal, justifica la realización de
preoperatoria y el tipo de cirugía (vascular, carotídea, un ecocardiograma Doppler, en especial en cirugías de
intratorácica, intraabdominal). Si bien no se ha demos- riesgo mediano y alto.
trado que la hipertensión preoperatoria no controlada La estenosis aórtica grave limita la reserva fun-
aumente el riesgo respecto de los hipertensos controla- cional para aumentar el gasto cardíaco, predispone a
dos, se recomienda la estabilización de las cifras de ten- isquemia miocárdica (aun con coronarias normales) e
sión arterial en el preoperatorio, en particular en pa- insuficiencia cardíaca por falla diastólica. Ante la pre-
cientes con cifras superiores a 180 mm Hg de sistólica sencia de una estenosis aórtica severa y sintomática,
y de 110 mm Hg de diastólica. una cirugía electiva debería posponerse o cancelarse
La detección de formas leves o moderadas de hasta la realización del reemplazo valvular aórtico. En
hipertensión arterial sin lesión de órgano blanco plan- pacientes en quienes el riesgo de este procedimiento
tea proceder con la intervención quirúrgica planifica- resulta muy elevado, o superior al de la cirugía no car-
da; diversos estudios demuestran similitud entre este díaca, o el paciente rechaza este procedimiento, o no
grupo de pacientes, con poblaciones no hipertensas, resulta posible retrasar la intervención no cardíaca
respecto de eventos cardiovasculares en el poso- hasta después de la cirugía valvular, las opciones que
peratorio. Se recomienda seguir con las medidas tera- se plantean son dos: realizar una valvuloplastia percu-
péuticas, en especial la medicación durante el período tánea y proceder a la cirugía no cardíaca dentro de los
perioperatorio. En este punto se debe ser particular- tres meses del procedimiento, o realizar la cirugía no
mente cauto con evitar la suspensión de drogas que cardíaca a pesar de la estenosis aórtica severa, aceptan-
puedan desarrollar efecto rebote, como betablo- do el riesgo del incremento de la mortalidad quirúrgica
queantes y clonidina, mientras que existe controver- (en este último caso se recomienda utilizar un catéter de
sia respecto del mantenimiento o no de inhibidores de Swan-Ganz para monitorización hemodinámica
la enzima convertidora, basada en casos de hipotensión perioperatoria). Si bien existen controversias respecto
posoperatoria e insuficiencia renal con este grupo de del valor exacto de este procedimiento, su empleo se aso-
drogas. (12, 30) ció con resultados favorables. (12, 33)
CONSENSO DE EVALUACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR EN CIRUGÍA NO CARDÍACA 387
Los pacientes asintomáticos con estenosis severa se acorta con el aumento de la frecuencia, por lo que
plantean un problema sobre el que existe divergencia debe aumentar la presión auricular o caer la presión
de opiniones, si bien la mayoría recomienda la resolu- de fin de diástole ventricular para preservar dicho flujo.
ción prequirúrgica de la valvulopatía sobre la base del El comienzo súbito de una fibrilación auricular, en un
riesgo de muerte súbita, insuficiencia cardíaca o ede- paciente con estenosis mitral, puede llevar a un incre-
ma agudo de pulmón asociado con la anestesia general mento rápido en la presión auricular, con compromiso
o la propia intervención en este grupo poblacional. Debe del llenado ventricular y reducción del volumen mi-
considerarse que un número de pacientes están nuto cardíaco.
“seudoasintomáticos” por autolimitación; por lo que, Cambios en la presión arterial o las resistencias
si fuera posible, se recomienda realizar una ergometría periféricas habitualmente se toleran mejor en la este-
para valorar la reserva funcional y los síntomas. (7, 33) nosis mitral, ya que, en general, estos pacientes pre-
El manejo anestésico y hemodinámico intraopera- sentan función ventricular izquierda normal. La
torio de pacientes con estenosis aórtica severa presenta precarga del ventrículo izquierdo, por su parte, de-
características particulares: la hipertrofia ventricular pende del grado de estenosis de la válvula mitral y en
se asocia con reducción de la distensibilidad diastólica, una extensión menor, de manipulaciones farmacoló-
que requiere un adecuado volumen de llenado (pre- gicas. El efecto de diversas drogas o condiciones clíni-
carga) con jerarquización de la importancia de la con- cas como acidosis o hipoxia pueden incrementar las
tracción auricular para el llenado ventricular. En el resistencias pulmonares y llevar a falla del ventrículo
perioperatorio se recomienda: derecho, lo cual exige su control cuidadoso.
1) Mantener una precarga óptima, ya que el corazón Las valvulopatías crónicas por sobrecarga de volu-
se encuentra eyectando contra una resistencia fija men (insuficiencias mitral y aórtica) suelen tolerarse
apelando al mecanismo de Frank-Starling para de- bien, en particular en pacientes con función contrác-
sarrollar mayor fuerza de contracción. til conservada. La insuficiencia aórtica se benefi-
2) Evitar la caída de la resistencia periférica, ya que cia con el uso de vasodilatadores. Los descensos de la
el volumen minuto presenta un límite dado por la frecuencia cardíaca, con el incremento del tiempo
estenosis fija, con ocurrencia ante una eventual diastólico tienden a incrementar la regurgitación y los
caída de las resistencias (efecto farmacológico de diámetros ventriculares, mientras que la taquicardia
drogas anestésicas o analgésicas) de hipotensión, proporcionalmente se tolera mejor.
que puede comprometer en forma crítica la perfu- En la insuficiencia mitral se recomienda esta-
sión de diversos órganos y hacer necesaria la rápi- blecer la etiología, ya que el riesgo es mayor en pa-
da utilización de drogas vasopresoras con efecto cientes con insuficiencia mitral isquémico-necrótica.
alfaadrenérgico (fenilefrina, metaraminol). El control de la frecuencia cardíaca no resulta tan crí-
3) Mantener una contractilidad adecuada. tico como en la estenosis mitral. La prevención y/o el
4) Evitar variaciones extremas de la frecuencia car- manejo adecuado de la hipertensión intraoperatoria y
díaca. La taquicardia incrementará el consumo de posoperatoria resultan un punto clave del manejo
oxígeno miocárdico; acortará la diástole con com- perioperatorio de esta población, con requerimiento
promiso del llenado de un ventrículo hipertrófico del empleo de vasodilatadores sistémicos.
y reducirá la perfusión coronaria. Por su parte, una Experiencias con el manejo de pacientes embara-
bradicardia significativa puede comprometer la zadas en trabajo de parto portadoras de insuficiencias
perfusión sistémica, considerando que el volumen aórtica o mitral severas han permitido determinar la
sistólico está fijado por el grado de obstrucción respuesta clínica favorable de dicha situación hemo-
valvular y el volumen minuto depende de una fre- dinámica y han planteado la posibilidad de proceder
cuencia cardíaca adecuada para hacer frente a va- bajo manejo médico apropiado a la cirugía no cardía-
riaciones de la demanda metabólica. ca, aun en presencia de reflujo severo. Nuevamente
5) Preservar el ritmo sinusal, ya que por el desarro- puede recomendarse la realización de monitorización
llo frecuente de hipertrofia ventricular, la contri- hemodinámica con catéteres arteriales y de Swan-Ganz
bución de la contracción auricular resulta de ma- en caso de situaciones de riesgo alto. (33)
yor importancia que en otras poblaciones. La estenosis tricuspídea rara vez ocurre en for-
ma aislada; es de observación más frecuente en pa-
La estenosis mitral no grave suele tolerarse bien. cientes con antecedentes de fiebre reumática y asocia-
La estenosis mitral grave justifica una valvuloplastia da con otras valvulopatías, como estenosis mitral. En
o una cirugía previas en pacientes que enfrentarán los portadores de esta última se impone un control
cirugías de riesgo alto o mediano. (33) La posibilidad estricto de la frecuencia cardíaca. Estos pacientes re-
de un procedimiento percutáneo (valvuloplastia) apa- quieren una precarga elevada para mantener su volu-
rece recomendable, siempre que el score para ella re- men minuto. La insuficiencia tricuspídea general-
sulte apropiado. mente responde a condiciones de incremento de las
El control de la frecuencia cardíaca es particular- resistencias pulmonares y en consecuencia su trata-
mente crítico en estos pacientes, ya que el flujo miento debe estar dirigido a ellas. Se impone el mane-
transmitral es enteramente diastólico, período éste que jo médico preoperatorio basado en la reducción de la
388 REVISTA ARGENTINA DE CARDIOLOGÍA / VOL 73 Nº 5 / SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2005
poscarga del ventrículo derecho con vasodilatadores tras 3 o 4 días de suspensión de la anticoagulación
pulmonares. oral. Por lo tanto, éste debería ser el lapso de suspen-
Respecto del paciente con prótesis valvulares, sión preoperatoria de dicumarínicos o warfarina y un
los que tienen prótesis normofuncionantes no debe- poco mayor en pacientes añosos (1 semana).
rían plantear problemas preoperatorios, excepto los Pasada la cirugía, la anticoagulación oral o la hepa-
vinculados a la profilaxis de la endocarditis y el con- rina deben reanudarse según el riesgo tromboembólico
trol de la anticoagulación. Respecto de este último del paciente. Los pacientes con riesgo alto deberían
punto, deben considerarse dos tipos de pacientes dife- mantenerse con heparina endovenosa o subcutánea
renciados en función de una serie de características hasta 6 a 12 horas antes del procedimiento y reanu-
que los asocian con un riesgo tromboembólico elevado darla en el posoperatorio temprano.
o reducido. Entre los factores asociados con un riesgo Todo paciente portador de una valvulopatía debe
mayor se deben considerar: recibir la correspondiente profilaxis antibiótica fren-
1) Factores asociados con el tipo de prótesis; las vál- te a procedimientos quirúrgicos con bacteriemia po-
vulas con jaula (tipo Starr-Edwards) o ciertos ti- tencial, según recomendaciones de consensos previos.
pos antiguos de válvulas de disco (tipo Bjork-Shiley) (27, 33)
presentan una probabilidad tromboembólica ma- Sobre la base de las consideraciones analizadas en
yor respecto de los tipos más modernos de prótesis lo que respecta al riesgo clínico, los pacientes se han
(tipo St Jude). clasificado en riesgo bajo, mediano y alto (Tabla 5).
2) La ubicación de la válvula; el riesgo es mayor para
las prótesis colocadas en posición mitral respecto
ESTRATIFICACIÓN DEL RIESGO DEL PROCEDIMIENTO
de las que se encuentran en posición aórtica.
QUIRÚRGICO
3) Factores clínicos del paciente: riesgo incrementado
en aquellos con fibrilación auricular o el antece- Diversos scores han intentado estratificar a los pa-
dente de eventos embólicos previos. cientes en subgrupos de riesgo. Cada uno de ellos tie-
Si bien existen evidencias que indican que proce- nen ventajas y desventajas y en general el poder dis-
dimientos menores (intervenciones dentales o cirugía criminador es limitado (véanse Tablas 3, 4 y 5). (11)
de catarata) podrían efectuarse sin suspender la La aproximación al paciente individual puede estar
anticoagulación, el riesgo asociado de sangrado plan- subestimada o sobrestimada por dichos scores. Una
tea su suspensión temporaria en la mayoría de las in- visión conjunta del riesgo del paciente y de la ciru-
tervenciones. La RIN, que regla el manejo de la gía por realizar es una estrategia más adecuada,
anticoagulación, disminuye exponencialmente tras las como se expone en el diagrama de flujo (Figura 1).
24 a 36 horas desde la última dosis anticoagulante, Cada tipo de cirugía representa un grado diferente
con un descenso menor en pacientes añosos. Si bien la de agresión para el aparato cardiovascular, que debe
RIN óptima asociada con menor riesgo hemorrágico considerarse para estratificar el riesgo individual de
no se ha determinado, éste variará con el tipo de in- cada paciente. Los distintos scores de riesgo han te-
tervención, si ésta involucra un espacio cerrado, como nido poca consideración sobre este aspecto y éste
médula espinal, o cráneo, y el riesgo anticipado de san- puede ser uno de los motivos por el que se han co-
grado. Considerando que una RIN menor de 1,5 pre- municado complicaciones cardiovasculares en mu-
senta un riesgo perioperatorio aceptable, aquellos pa- chos pacientes clasificados de riesgo bajo por estos
cientes con una RIN de 2 a 3 llegarán a dicho valor puntajes. (12)
TABLA 5
Estratificación de riesgo clínico (ACC/AHA Task Force [12])
*7-30 días
CONSENSO DE EVALUACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR EN CIRUGÍA NO CARDÍACA 389
Sí No
el criterio por seguir en cuanto a la elección de la téc-
¿Resultado nica quirúrgica y el manejo perioperatorio pueden ser
Sí
favorable?
determinantes, no sólo del riesgo operatorio, sino tam-
Sí bién de los resultados alejados.
Sí
El riesgo vinculado a la operación está ligado a:
No ¿Isquemia 1) La condición y la estabilidad con que el paciente
QUIRÓFANO recurrente?
llega al quirófano (cirugía de urgencia o electiva).
2) La prevalencia de cardiopatía asociada con la con-
Predictores clínicos
dición por la que el paciente es sometido a cirugía
de riesgo alto (cirugía vascular).
3) La magnitud del procedimiento.
Suspender
cirugía 4) El manejo perioperatorio.
tuación.
CCG
Cuando el riesgo de la enfermedad supera el de la
cirugía, la indicación puede considerarse “semielec-
QUIRÓFANO tiva” y lo aconsejable será la intervención, aun sin
una evaluación completa del paciente. Es el caso que
Predictores clínicos se presenta, por ejemplo, en revascularizaciones arte-
de riesgo bajo riales por la necesidad de salvar un miembro. Una
situación particular la presentan los pacientes por-
Cirugía de Cirugía de riesgo Cirugía tadores de neoplasias malignas, especialmente cuan-
riesgo bajo/intermedio alto no vascular vascular de riesgo alto
do para definir si la curación es posible se debe espe-
Indicación
clase II
rar a la exploración quirúrgica. A menudo puede plan-
Cap. Func. Cap. Func.
tearse el retraso de la cirugía por el afán de estabili-
> 4 METS < 4 METS Prueba evocadora
zar completamente al enfermo, realizar evaluaciones
y cumplir tratamientos, que pueden incluir proce-
Riesgo Riesgo
dimientos de revascularización. Debe considerarse
bajo alto
que el avance del proceso tumoral puede compro-
meter el pronóstico del paciente más que el riesgo
CCG de la cirugía. (12)
QUIRÓFANO
Cirugía vascular
Existen factores específicos del paciente, como la inci-
Fig. 1. Diagrama de flujo. Recomendaciones generales para eva- dencia elevada de coronariopatía asociada con esta
luación del riesgo cardiovascular condición, que determinan una tasa alta de complica-
390 REVISTA ARGENTINA DE CARDIOLOGÍA / VOL 73 Nº 5 / SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2005
cuenta. Su asociación con narcóticos permite usar do- sanguíneo y de la presión parcial de oxígeno con au-
sis menores y pareciera que es lo más adecuado para mento de la presión parcial de CO2 (5-10 mm Hg). Esta
el manejo de pacientes con cardiopatía. De todas for- última sería consecuencia de la difusión del CO2 utili-
mas, no se ha demostrado que el tipo de anestesia sea zado para el neumoperitoneo, a través de la membra-
un predictor independiente de mortalidad, por lo que na peritoneal.
se sugiere dejar su elección en manos del médico Al disminuir el retorno venoso por aumento de la
anestesiólogo. presión intraabdominal, y en especial en Trendelen-
burg invertido, existe mayor estasis venosa en las ex-
Cirugía laparoscópica tremidades inferiores, caída del flujo venoso ante-
La cirugía laparoscópica tiene la ventaja de ser un pro- rógrado y, por lo tanto, mayor posibilidad de trombo-
cedimiento menos cruento, con un posoperatorio más sis venosa. Sin embargo, el riesgo se contrarresta por
confortable, en general con menos dolor y deam- el hecho de que son cirugías con deambulación más
bulación más temprana. Sin embargo, existen algu- precoz y trauma tisular menor.
nas consideraciones para tener en cuenta en lo que A nivel renal se ha observado caída del volumen
respecta a las alteraciones hemodinámicas, respirato- minuto urinario, del flujo cortical renal y del filtrado
rias y de otros sistemas asociadas con el neumope- glomerular. Existe una caída transitoria de la depura-
ritoneo, realizado en general con dióxido de carbono ción (clearance) en dos tercios de los pacientes.
(CO2). Pese a lo expuesto, las complicaciones en este tipo
Desde el punto de vista hemodinámico, el neumo- de cirugías son infrecuentes. Se ha comunicado una
peritoneo genera presión positiva intraabdominal. Esto incidencia de bradicardia severa del 0,5% y de paro
causa una disminución de la precarga por caída del cardíaco del 0,05%. Otras complicaciones infrecuentes
retorno venoso, con la consiguiente activación simpá- son hipercapnia severa, acidosis respiratoria, enfise-
tica, aumento de vasopresina y de factor natriurético ma subcutáneo, neumotórax, neumomediastino, neu-
auricular. En general existe una caída del gasto car- mopericardio, arritmias, hipotensión, embolia gaseo-
díaco del 16% al 60% en promedio (aunque en algunos sa y edema pulmonar. La incidencia de isquemia y de
aumenta por taquicardia compensadora), aumento de infarto perioperatorio no ha sido mayor que en ciru-
la presión arterial media (33-49%), de la presión venosa gías convencionales. (36)
central (55-200%), de la presión capilar pulmonar (30- En pacientes con cardiopatías severas, la caída del
40%), de las resistencias sistémicas (48-65%) y de la gasto cardíaco puede ser crítica y mal tolerada. En estos
frecuencia cardíaca (7-12%). Los estudios realizados casos debe suspenderse el neumoperitoneo y conver-
con eco transesofágico muestran que la contractilidad tir a cirugía convencional. En este subgrupo de pa-
ventricular no está afectada. Pero el aumento de las cientes se recomienda la monitorización perioperatoria
presiones de llenado intracardíacas, registrado con el con Swan-Ganz para optimizar la precarga previo a la
catéter de Swan-Ganz, responde al aumento de la pre- cirugía y monitorizar el volumen minuto durante ella.
sión intratorácica provocado por el neumoperitoneo y
no representa el estado real de la precarga, la cual Estratificación del riesgo según el tipo de
suele estar disminuida, como se explicitó anteriormen- procedimiento
te. La medición del volumen minuto, sin embargo, si- La enfermedad coronaria es el principal, aunque no el
gue siendo un parámetro confiable en estos casos. (34) único, factor de riesgo de morbimortalidad perio-
Determinadas cirugías requieren, además del peratoria. Teniendo en cuenta esto, en las guías
neumoperitoneo, cambios en la posición del paciente. consensuadas del American College of Cardiology y la
Los cambios posturales suelen profundizar las altera- American Heart Association (ACC/AHA) se han
ciones hemodinámicas descriptas, en especial la posi- estratificado los procedimientos. (12) De acuerdo con
ción de Trendelenburg invertido (habitual en cirugías la estimación de la incidencia combinada de muerte de
abdominales altas) que provoca una caída mayor de la causa cardíaca e infarto de miocardio no fatal, las ciru-
precarga, del volumen minuto y mayor activación sim- gías no cardíacas se consideraron de riesgo alto (> 5%),
pática como consecuencia. A todos estos cambios hay intermedio (< 5%) o bajo (< 1%). En la Tabla 6 se pre-
que sumarles los efectos depresores de la anestesia senta la estratificación del riesgo según el tipo de ciru-
general. gía recomendado por este Consenso, basada en las guías
La técnica de tracción mecánica de la pared, al no mencionadas, con algunas modificaciones.
utilizar neumoperitoneo, evita en gran parte las alte-
raciones descriptas. Sin embargo, las principales des-
COMPLICACIONES CARDIOVASCULARES
ventajas se encuentran en que dificulta la técnica qui-
PERIOPERATORIAS
rúrgica y se asocia con mayor dolor posoperatorio.
Puede ser de utilidad en pacientes con cardiopatías Eventos isquémicos
severas al producir un compromiso hemodinámico Según se detalló, la situación perioperatoria favorece
menor. (35) los eventos isquémicos, al ser una situación asociada
Respecto del sistema respiratorio, se han observa- con un aumento de la demanda miocárdica de oxíge-
do disminución de la distensibilidad torácica, del pH no, reducción de la oferta, un estado protrombótico y
392 REVISTA ARGENTINA DE CARDIOLOGÍA / VOL 73 Nº 5 / SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2005
TABLA 6
Estratificación de riesgo de procedimientos quirúrgicos no cardíacos (modificado de ACC/AHA Task Force [12])
con frecuencia una respuesta inflamatoria sistémica. ción exhaustiva y un tratamiento agresivo inmediato
Los eventos isquémicos pueden desencadenarse por y alejado. (38)
desequilibrio de oferta/demanda en pacientes con obs- En todo paciente coronario de alto riesgo se reco-
trucciones coronarias fijas o por un nuevo accidente mienda la realización de un electrocardiograma dia-
de placa sobre lesiones previas significativas o no. rio al menos los primeros 3 días y la determinación de
El riesgo de eventos isquémicos perioperatorios marcadores enzimáticos en caso de sospecha de
depende de la población estudiada y de la cirugía a la isquemia perioperatoria. (26)
que será sometida. Los pacientes de mayor riesgo son El tratamiento del infarto perioperatorio es simi-
aquellos con antecedentes de infarto, angina de pecho lar al del producido en un contexto no quirúrgico, con
(en especial en clase funcional avanzada), isquemia la excepción de las estrategias de revascularización
extensa en estudios preoperatorios o pacientes some- que, de estar indicadas, en general serán invasivas, ya
tidos a cirugía vascular. Uno de los mayores predictores que los trombolíticos están contraindicados.
de eventos es la isquemia perioperatoria, cuya inci-
dencia informada en las diferentes series es del 18% Hipertensión e hipotensión arterial
al 74%. Su presencia aumenta 2,8 veces el riesgo de Los cuadros de hipertensión o hipotensión ocurren en
eventos cardíacos totales y 9,2 veces el de eventos el 25% de los pacientes con antecedentes de hiperten-
isquémicos (infarto, muerte, angina inestable, arrit- sión arterial y son mucho más frecuentes que en la
mia ventricular grave), pero éstos son datos de estu- población de pacientes no hipertensos. El riesgo de
dios observacionales experimentales. La monitori- hipertensión perioperatoria se asocia con los niveles
zación perioperatoria electrocardiográfica para detec- de presión arterial preoperatorios, particularmente
ción de isquemia silente es impracticable en la prácti- diastólica, y con el tipo de cirugía.
ca diaria. Además, muchos pacientes pueden tener La hipertensión perioperatoria suele presentarse en
depresión del ST que no significa isquemia asociada. cuatro situaciones: en la inducción anestésica e
Tampoco se ha demostrado que el tratamiento agresi- intubación (por descarga adrenérgica), intraoperatoria
vo de la isquemia detectada por ST reduzca la inci- (por analgesia inadecuada y dolor, que causa descarga
dencia de complicaciones cardiovasculares. La moni- simpática), posoperatorio inmediato (por dolor, hipo-
torización restringida exclusivamente al quirófano es termia, sobrehidratación, hipoxia) y a las 24-48 horas
útil para detectar eventos graves, fundamentalmente de terminada la cirugía (por reabsorción de líquidos del
arrítmicos, y poco sensible para detectar isquemia tercer espacio, sobrehidratación y efecto rebote en caso
intraoperatoria. (37) de suspensión de medicación). El tratamiento está orien-
En general, los infartos perioperatorios son más tado a la causa e incluye analgesia, vasodilatadores
frecuentes en los primeros 3 días, pero pueden ocu- parenterales (nitroprusiato, nitroglicerina, enalaprilato)
rrir hasta una semana después de la cirugía, suelen y betabloqueantes. Puede utilizarse la vía oral cuando
ser tipo no Q, silentes o con síntomas atípicos, con el paciente no tenga contraindicaciones para esta for-
una mortalidad (35-70%) mucho mayor que en los ma de administración y la situación no constituya una
infartos no relacionados con actos quirúrgicos. El ries- emergencia hipertensiva. Debe evitarse la suspensión
go de eventos recurrentes graves (reinfarto, muerte) de medicación preoperatoria. No se recomienda un des-
en el seguimiento también es muy alto entre los so- censo mayor del 25% de las cifras tensionales.
brevivientes de un infarto perioperatorio. En un estu- Las causas de hipotensión son múltiples e inclu-
dio de cohorte, los pacientes que sufrieron un infarto yen hipovolemia, depresión miocárdica (agentes
posoperatorio tuvieron 28 veces más riesgo de even- anestésicos, infarto, sepsis), vasodilatación (analgesia
tos a los 6 meses, 15 veces al año y 14 veces a los 2 espinal, sepsis) y tromboembolia pulmonar. El trata-
años. En estos pacientes se recomienda una evalua- miento está orientado a la causa.
CONSENSO DE EVALUACIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR EN CIRUGÍA NO CARDÍACA 393
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