iconoclasmo
A.Machado
Doctor en Comunicación
Coordinador del Doctorado en Comunicación y Semiótica
de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo (Brasil)
Profesor del Departamento de Cine, Radio y Televisión de la
Universidad de San Pablo (Brasil).
E-mail:arlimach@uol.com.br
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en la tierra, o debajo de la tie- las manos, no podría agacharse
Arlindo Machado
rra, en las aguas. No te postra- para levantarlo, pues eso podría
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los cuales se supone que la es- un simulacro (eidolon, de donde civil, que terminó recién en 843,
tructura de la imagen es compa- deriva nuestra palabra ídolo), o con la restauración del culto a
tible con el lenguaje del Corán sea, una representación falsa, los íconos en la catedral de San-
(Wess, 1989: 67-107). representación de lo que no exis- ta Sofia, en Constantinopla (ac-
te o de lo que no es verdad, en- tual Estambul). Una nueva em-
En la antigua Grecia las imáge- gaño, imagen (eikon) despojada bestida contra las imágenes –el
nes no fueron prohibidas, pero de realidad, como las visiones tercer ciclo de la iconoclasia–
la iconoclasia se corporizó en el del sueño y del delirio, las som- volvería a suceder en el siglo
plano intelectual, sobre todo en bras que se proyectan sobre el XVI, por lo tanto ya en la Edad
la filosofía. Fue ciertamente suelo o los reflejos en el agua. Moderna, con la Reforma protes-
Platón el pensador que dio a la En ese sentido, la actividad del tante, nuevamente con la des-
iconoclasia tal expresión y furor, pintor es charlatanería pura y el trucción de los íconos y la per-
que todavía hoy el peso de su culto de los simulacros (eidolon secución de sus aceptos. Como
doctrina repercute en nuestros latreia, de donde deriva idola- León III, también Calvino y
debates intelectuales. El artista tría) es la forma no religiosa de Lutero predicaron una insurrec-
plástico es, para el autor de La la idolatría. Quedaría por pre- ción contra las imágenes y un
República y de El Sofista, una es- guntar a Platón, si él estuviese retorno a las Sagradas Escritu-
A.Machado
pecie de impostor: él imita las vivo, por qué ese ataque es des- ras, corrompidas por la expan-
apariencias de las cosas, sin co- cargado solamente contra las sión de la idolatría. La Reforma
nocer la verdad de esas cosas y imágenes. También la palabra fue luego absorbida por los im-
sin tener la ciencia que las ex- «flauta», utilizada por el filósofo, perativos de la modernidad y del
plica. El artesano que confeccio- no es capaz de producir música progreso tecno-industrial, pero
na una flauta, por ejemplo, debe y su referencia al instrumento de ella quedó en pie la descon-
someter obligatoriamente su real se da por mera convención fianza en relación a las imágenes,
creación a una prueba de reali- social establecida por la lengua. la crítica a su banalidad, la de-
dad, que es la utilización de esa ¿Por qué no sería también el fi- nuncia de su falta de propiedad
flauta en una ejecución musical: lósofo un charlatán? para bucear en las profundida-
la flauta debe sonar y sonar bien. des del pensamiento y de la ex-
Por cierto la flauta representada La antigua interdicción de la ima- periencia humana. Las iglesias
en el cuadro de un pintor no pasa gen (en las culturas judeocris- protestantes, todavía hoy, no
por esa prueba, pues no es ca- tiana, islámica y en la tradición admiten ninguna imagen en el
paz de sonar. El pintor no está filosófica griega) constituye el interior de sus templos o en las
obligado, por lo tanto, a tener primer ciclo del iconoclasmo. El casas de sus fieles. Acusan a los
cualquier conocimiento real de segundo ciclo tiene lugar duran- católicos y a los ortodoxos de
aquello que él imita, no necesita te el Imperio Bizantino, más pre- ser idólatras, porque ellos rin-
saber lo que hace a una flauta cisamente en los siglos VIII y IX, den culto a las imágenes y a las
sonar. El artesano en cambio cuando la producción, difusión esculturas.
conoce profundamente su obje- y culto de las imágenes fueron
to, el modo como el instrumen- prohibidos, al mismo tiempo Pero incluso los católicos y los
to produce la escala musical, los que los adeptos de la iconofilia ortodoxos admiten con mucha
secretos que determinan su per- y de la iconolatría pasaron a ser desconfianza la introducción de
fección o imperfección. El pintor, perseguidos y ejecutados, y las imágenes en sus vidas. Los ca-
a su vez, pinta una flauta fantas- imágenes destruidas o quema- tólicos rechazan las imágenes
mal, sin conocer nada respecto das en plaza pública. La durante un período del año (la
de ella, excepto su apariencia iconoclasia fue proclamada doc- Cuaresma, desde el miércoles de
externa. La imagen –concluye trina oficial por el emperador Ceniza al domingo de Pascua),
Platón– puede parecerse a la León III, en el 730, y fue luego cuando los cuadros y las esta-
cosa representada, pero no tie- aplicada con firmeza por sus tuas en las iglesias son cubier-
ne su realidad. Es una imitación sucesores: Constantino V, tos con un paño negro para no
superficial, una mera ilusión óp- Constantino VI y León V. La doc- ser vistos. Todos ellos observan
tica, que fascina sólo a los niños trina desgarró toda la parte con profundo temor la creciente
y a los imbéciles, a los que no oriental del antiguo Império Ro- presencia de las imágenes en la
tienen uso de razón. Lo que pro- mano durante más de un siglo y vida cotidiana de sus fieles, a tra- 53
duce el pintor es, de este modo, provocó una sangrienta guerra vés de los medios de comunica-
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ción como el cine y la televisión. laciones esenciales del monu- «verbo», es «palabra», de donde
Hasta fines de la primera mitad mento. (...) La palabra, o princi- resulta el corolario inevitable de
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con la tradición del ícono, duran- de escritura. Toma sus temas de una función pedagógica (aedifi-
te toda la Edad Media. Ítem por la Biblia, de los apócrifos, de la catio, instructio) para todos
ítem, todo lo que podía y lo que liturgia, de la hagiografía, de los aquellos iletrados que no pue-
no podía ser representado esta- sermones. Se somete, por lo tan- den tener acceso a las Escritu-
ba rigurosamente previsto por la to, a los géneros literarios. A ras. Un milenio después, Calvino
legislación. En ese sentido, el pro- medida que nos alejamos de la critica severamente al papa
ceso de producción de las imá- Edad Media y nos aproximamos Gregorio I y su idea de que las
genes terminaba por confundir- a los tiempos modernos, la en- imágenes son los libros de los
se con una especie de escritura, señanza teológica comienza a idiotas o de los ignorantes. No
en el sentido de que, siendo regi- pasar a primer plano. En este se enseña a Dios a través de si-
do por la ley, estaba enteramen- caso, el topos teológico –y no ya mulacros –advierte el líder de la
te previsto en los códigos. El íco- la presencia hipostática del pro- Reforma–, sino únicamente a tra-
no, en verdad, representaba la totipo– se convierte en el propio vés de su propia Palabra. Es la
Ley (la Escritura) más que lo real. objeto de la representación. El iconoclasia que regresa con toda
Todo ícono tenía una inscripción ícono, ahora, ya no representa su fuerza.
verbal, que daba al cuadro su más a las figuras de los santos,
nombre. Era ese nombre el que sino que ilustra los tratados. A
A.Machado
hacía de esa imagen un ícono, partir del siglo XVI, sobre todo UNA NUEVA TEOLOGÍA DE
pues la vinculaba con su prototi- en Rusia, se multiplican los íco- LAS IMÁGENES
po inmemorial. «No se dice, en nos dogmáticos, cuyos títulos
realidad, pintar un ícono, sino indican su carácter especulativo No deja de ser sintomático que
escribir un ícono: la escritura no y escritural: «Verbo, Hijo Único», el rechazo de las imágenes este
remite solamente a la inscripción «Padre Nuestro, En Ti Se Regoci- regresando con todo su furor e
del nombre, sino a toda la ense- ja Toda Criatura» y así en adelan- intolerancia en nuestro tiempo.
ñanza del ícono, colocado en el te (Besançon, 1994: 186). Denominaré a esta nueva embes-
lado aquel de la Escritura» tida como el cuarto iconoclasmo.
(Besançon, 1994: 184). Durante los intervalos entre las Felizmente, por lo menos por el
crisis iconoclastas, el Occiden- momento, esto se da, así como
De hecho, la creación de un íco- te vive una paz aparente. Alrede- en la antigua sociedad griega,
no es siempre hecha a partir de dor del año 600, Serenus, arzo- sólo en el plano del pensamien-
modelos (en ruso: podlinnik, bispo de Marsella, ordenó des- to filosófico, en ese terreno que
«original») y está impregnada de truir todas las imágenes existen- podríamos definir genéricamen-
una tradición inmemorial. El íco- tes en la ciudad episcopal. Fue te como del neoplatonismo. Ac-
no imita no las imágenes del severamente reprendido por el tualmente, la visión de las ma-
mundo visible, sino los prototi- papa Gregorio I. En la carta de sas populares reunidas alrede-
pos. Algunos trazos específicos reprobación que le envió, el Papa dor del aparato de televisión es
identifican a la figura de San Pa- decía lo siguiente: «aquello que encarada por una parte bastan-
blo, otros a la figura de San Pe- lo escrito provee a las personas te significativa de nuestros inte-
dro. Estos trazos vienen de las que leen, la pintura lo da a los lectuales de la misma forma que
interpretaciones teológicas que analfabetos (idiotis) que la con- Moisés enfrentó al pueblo judío
los especialistas hacen de aque- templan, ya que aquellos igno- reunido alrededor del Becerro de
llos apóstoles y que se pueden rantes pueden ver aquello que Oro: como una insoportable
encontrar en los libros litúr- deben imitar; las pinturas son manifestación de la iconofilia y
gicos. En la tradición del ícono, una lectura para quienes no co- de la idolatría, como un culto al
poco importa, por lo tanto, el nocen las letras, por lo tanto Demonio, que se debe combatir
carácter individual de la figura ocupan el papel de la lectura, a cualquier precio. Oigamos a
representada, toda vez que este sobre todo para los paganos» uno de estos intelectuales:
carácter ha sido absorbido por (Besançon, 1994: 205). Vease en-
la esencia teológica que expresa tonces que las imágenes, ahora «El mundo moderno es la caver-
su existencia. En este sentido, el toleradas de mal grado, conti- na al aire libre donde todo se
ícono permanece imbuído del núan siendo ubicadas en el pla- muestra y se expone. Rinde culto
espíritu platónico: se trata de no más bajo de la jerarquía a las apariencias, cultiva ilusio-
una imagen-ley, una imagen-dog- litúrgica. Ellas son destinadas a nes a través de la imitación-falsi- 55
ma, por lo tanto de una especie los idiotis, ellas tienen apenas ficación múltiple y variada de
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objetos y situaciones, creando si- anunciada. Ya que si bien es ver- so oral y que las imágenes no sir-
mulacros –dimensión propia de dad que hoy se producen mu- ven allí más que como un mero
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la que necesita de recursos tec- monopolio de la apariencia» más publica imágenes, ¿también
nológicos más sofisticados (in- (p.17), «el mundo real transfor- quedará fuera de la sociedad del
cluso para su difusión), y tam- mado en simples imágenes» espectáculo? ¿Por qué, de no ser
bién la que más requiere un (p.18) y así continua. «El espec- por arquetípicas ramificaciones
know how específico. De ahí por táculo es el capital en tal grado de la Torá, del Corán o de La Re-
qué no me parece muy lógico de acumulación que se torna pública, la imagen (y solamente
gritar a los cuatro vientos una imagen» (p.25). Parece que toda ella) es siempre el problema?
supuesta supremacía de las imá- la tragedia del mundo contempo-
genes, sobre todo cuando se tie- ráneo, en el argumento de Pero el papa y líder espiritual de
ne malas intenciones y se inten- Debord, residiera en el hecho de la nueva embestida iconoclasta
ta atribuir a esa supuesta hege- que las cosas se tornaran imá- es, sin dudas, Jean Baudrillard,
monía la culpa de todos los ma- genes, lo que me parece una for- el furioso crítico de los simula-
les del mundo. ma de escamotear el verdadero cros, que hizo y continua hacien-
origen de los problemas y de do una legión de seguidores ávi-
Quienes no hablan de una civili- transformar dificultades reales dos de la destrucción de íconos
zación de las imágenes, hablan, en parloteo seudofilosófico. e ídolos. Si creyéramos en el es-
entre tanto, de sociedad del es- piritismo, Baudrillard podría ser
A.Machado
pectáculo. La palabra espectácu- Hay dos problemas principales considerado como una reencar-
lo, escogida especialmente para en ese modo de colocar las co- nación «posmoderna» de Platón:
designar al Mal contemporáneo, sas. Primero, Debord no hace simulacro, para él, es el mismo
centraliza con exclusividad en la ninguna discriminación entre las eidolon platónico, sólo que en
imagen y en la mirada el blanco imágenes, no ve diferencias de este caso, derivado de la super-
de las críticas: espectáculo deri- calidad entre ellas, no conside- inflación de imágenes mediáticas
va del verbo latino spectare (mi- ra unas más problemáticas que (obsérvese que nuevamente aquí,
rar) y del nominativo spec- otras. Resta, por lo tanto, al lec- siguiendo la miopía general, los
taculum (aquello que se ofrece a tor la conclusión de que todas las medios solamente tienen imagen;
la visión). El término entró en imágenes son, como premisa fi- no tienen palabra, ni voz, ni mú-
circulación a partir del famoso losófica, igualmente peligrosas, sica). Según Baudrillard, la actual
libro de Guy Debord (1997), pu- sea una intervención de Godard hegemonía de los medios (la ci-
blicado por primera vez en 1967, o de Glauber Rocha en televi- vilización de las imágenes, la
en vísperas de la insurrección sión, sea un comercial de jabón. sociedad del espectáculo) esta-
estudiantil de Mayo de 1968. En segundo lugar, cuando ría ofreciendo las condiciones
Debord hace una lectura bastan- Debord especifica cuáles son, a ideales para la constitución de
te apresurada de Marx, sustitu- su manera de entender, las for- un mundo a parte, un mundo que
yendo el concepto marxista de mas concretas de espectáculo se ofrece al público espectador
«mercancía» por el dudoso equi- («información o propaganda, como un ersatz del mundo real.
valente de «espectáculo». O sea: publicidad o consumo directo de En otras palabras, los actuales
si el capitalismo de los tiempos divertimento», p. 15), él no se da medios electrónicos y digitales
de Marx producía y acumulaba cuenta de que esas formas estarían produciendo una «des-
mercancías, el actual produce y significantes son, en verdad, realización fatal» del mundo hu-
acumula espectáculos. Sin em- híbridas, es decir, ellas están mano y su sustitución por una
bargo el espectáculo, tal como lo constituidas tanto de imágenes «hiperrealidad», una ficción de
entiende Debord, tiene más afi- como de palabras escritas y realidad alucinatoria y alienante
nidades con el simulacro plató- oralizadas, incluso también de (Baudrillard, 1985; 1995). Como
nico que con la mercancía mar- música. No obstante, Debord sucede con gran parte del pen-
xista, resultando por lo tanto un cuando se refiere a ellas habla samiento retórico francés, en
concepto precapitalista. Espec- genéricamente de imágenes, este caso tampoco hay compro-
táculo es «un pseudomundo como si las palabras implicadas bación alguna de aquello que se
aparte, objeto de una mera con- no fuesen tan problemáticas afirma: el lector debe creer en la
templación» (p. 13), «imagen au- como las imágenes. ¿Acaso la voz del oráculo a través de un
tónoma» (p. 13), «relación social radio no forma parte de la socie- acto de fe o desecharla suma-
entre personas mediada por las dad del espectáculo? ¡Y por cier- riamente por falta de pruebas.
imágenes» (p. 14), «la realidad to no tiene imágenes! El sesudo De cualquier modo, todo ese 57
escindida en imagen» (p. 15), «el diario francés Le Monde, que ja- delirio interpretativo ya fue
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exhaustivamente cuestionado y ción a su cruzada moralizante, líneas secuenciales (nacía así el
superado por cierta ala del pen- despoja a la discusión sobre las proceso de linealización de la
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gía de los cuerpos vivos para poco, usa un lenguaje extrema- tos otros ejemplos, Elementos de
pintar mejor el mar y la figura damente condensado, pero se Geometria de Euclides, Almagest
humana, o cuando Braque des- expresa con una elocuencia ex- de Ptolomeo, Herbarium de
compone el violín y reconstruye traordinaria a través de los Apuleius Barbarus, De Materia
sus partes en ángulos divergen- diagramas estructurales. Medica de Dioscorides– Dagognet
tes, lo que ellos están buscando prefiere concentrar su estudio de
es comprender y expresar la es- A contramano del dogma filosó- la iconografía científica en la
tructura interna de las cosas y fico dominante, el pensador fran- Edad Moderna (a partir del siglo
de los fenómenos, en lugar de cés François Dagognet, en libros XV), poniendo énfasis en el pe-
captar simplemente su aparien- como Philosophie de l’image ríodo de expansión de las cien-
cia exterior. Por lo tanto, contra- (1986) y Écriture et iconographie cias experimentales, desde me-
riamente a lo que decía Platón, (1973), entre otros, se opone ra- diados del siglo XVIII. Según
todo artista digno de ese nom- dicalmente a cualquier tipo de Dagognet, las ciencias de la na-
bre siempre busca comprender separación entre imagen y razón, turaleza prontamente se dieron
su objeto para poder represen- o entre arte (visual) y ciencia. Su cuenta de las limitaciones del
tarlo con mayor veracidad. Y tan obra puede entenderse como lenguaje llamado «natural» para
cierto como que los filósofos y una teoría anti-subjetiva de la describir relaciones exactas y
A.Machado
los filólogos (incluyendo a los pintura y de la imagen en gene- complejas. Por un lado, intenta-
exégetas de los textos religiosos) ral, que él considera pro- ron superar las imprecisiones y
prohibieron la producción y el pedéutica a la empresa científi- los excesos retóricos del discur-
consumo de imágenes durante ca, y será, hasta ahora por lo so verbal a través del desarrollo
buena parte de la historia de la menos, el más amplio abordaje de escrituras alternativas, como
humanidad, siempre en nombre de la imagen como fundamento las proposiciones lógicas, las
de una pretendida superioridad del pensamiento riguroso y com- ecuaciones matemáticas y las
del discurso verbal, también es plejo. En vez de lanzar su mira- fórmulas químicas. Esas formas
verdad que, en la dirección da sobre los supuestos aspectos rigurosas de escritura no siguen
opuesta, el pensamiento cientí- miméticos o especulares de las el modelo discursivo de las lí-
fico, de Kepler a Einstein, de imágenes, Dagognet prefiere vol- neas del texto, sino que se ex-
Newton a Mandelbrot, estuvo es- carse sobre el diseño quinta- tienden en todas las direcciones
trechamente vinculado a la no- esencial, numérico o geométri- en el espacio, ya que pretenden
tación iconográfica y a la imagi- co, el ícono paradigmático, de describir fenómenos y pensa-
nación diagramática. Si alguien naturaleza abstracto-concreta, mientos estructurales y no linea-
lo duda, basta con extraer la que representa la estructura o el les. Por otro lado, las ciencias
prueba de libros como The proceso interno de los seres y de naturales descubren también el
Scientific Image: From Cave to los fenómenos, y que él encon- inmenso potencial simbólico del
Computer (Robin, 1992), trará de manera plenamente diagrama, la imagen que organi-
Envisioning Information (Tufte, constituída en el trabajo icono- za y explica, la imagen lógica, la
1990), Naked to the Bone Kevles, gráfico de los científicos «semió- imagen-concepto, la imagen-ri-
1998) y La Fabrique du Regard ticos», para quienes el registro gor, «una imagen ordenada y
(Sicard, 1998), en los cuales se gráfico desempeña un papel esencial, una neogramática»
desarrolla la tésis (hartamente heurístico y metodológico (Dagognet, 1973: 168), de la que
documentada mediante icono- (cuando no lo es inclusive hasta se puede encontrar un antece-
grafías) de que la imagen es una ontológico) en la investigación dente ya en el siglo XVIII, con los
forma de construcción del pen- científica. La imagen, tantas ve- once volúmenes de láminas
samiento tan sofisticada que, sin ces acusada de banal, superfi- iconográficas de la Encyclopédie
ella, probablemente no hubiera cial, imprecisa, atrapada en la de Diderot y D’Alembert. En el
sido posible el desarrollo de singularidad de las cosas, cuan- siglo XIX, el descubrimiento de
ciencias como la biología, la geo- do no lo es de engañadora, ilu- la eficacia heurística, teórica y
grafía, la geometría, la astrono- sionista y diabólica, finalmente metodológica de la estilización
mía, la medicina, entre otras tan- tiene su desagravio. diagramática, posibilitará a la
tas. No es por azar que el cientí- ciencia la construcción de un
fico, tanto como el artista plás- Aunque el uso de imágenes en la nuevo lenguaje, tan universal y
tico, siempre fue una especie de investigación científica remita a axiomático como la matemática: 59
afásico: habla poco, escribe la antigüedad clásica –entre tan- la representación iconográfica.
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«Asistiremos, con la naciente los torbellinos del aire, la agita- desarrollar una metodología de
ciencia experimental, a la apari- ción de las aguas, el juego de las diseño que permitiera represen-
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benceno, que hasta entonces era dad de las posiciones y transfor- sentido entre imágenes). En las
un enigma en química orgánica: maciones de sus partículas. lenguas occidentales las pala-
linealmente, seis átomos de car- bras designan directamente a los
bono (cuya valencia es 4) jamás Antes de que se me acuse de conceptos abstractos, mientras
podrían combinarse con seis positivista, por creer más en los que en el chino se puede llegar
átomos de hidrógeno (cuya científicos que en los filósofos e al concepto por una vía entera-
valencia es 1), pero espacial- intelectuales humanistas, recor- mente distinta: operando combi-
mente, estructurados bajo la fi- daría aquí la importante discu- naciones de señales pictográ-
gura del hexágono, los átomos sión ocurrida en el interior del ficas, de tal manera que se esta-
de carbono e hidrógeno se com- pensamiento marxista, más blezca una relación entre ellas.
binan sin problemas. La visión exactamente en la Rusia soviéti- Por ejemplo: para expresar el
de Kekulé posibilitó un sinnúme- ca de los años 20, cuando algu- concepto «amistad», la lengua
ro de innovaciones en la quími- nos cineastas comprometidos en china combina los pictogramas
ca y en la bioquímica, porque la construcción del socialismo de «perro» (símbolo de fidelidad)
demostró que las uniones atómi- vislumbraron en el cine mudo la y de «mano derecha» (con la cual
cas deben ser pensadas estruc- posibilidad de promover un sal- se saluda al amigo). Cada una de
turalmente, bajo la forma de to hacia otra modalidad discur- esas señales aisladas se refiere
A.Machado
diagramas bidimensionales o siva, fundada ya no en la pala- sólo a una «amistad» particular;
tridimensionales. En Écriture et bra sino en una sintáxis de imá- la combinación de las dos hace
iconographie, Dagognet sigue el genes, en ese proceso de asocia- que el signo resultante designe
desarrollo posterior de la ciones mentales que recibe, en a «amistad» en general (Ivanov,
estereoquímica, la parte de la quí- los medios audiovisuales, el 1985: 221-235; Granet, 1968: 43).
mica que estudia el orden nombre de montaje. El más elo-
tridimensional de los átomos, cuente de aquellos cineastas, Ese es justamente el punto de
haciendo una historia del naci- Serguei Eisenstein, formuló al fi- partida del montaje intelectual
miento de su particular simbo- nal de los años 20 su teoría del de Serguei Eisenstein: un monta-
lismo y de las múltiples tentati- cine conceptual, cuyos principios je que, partiendo del «primitivo»
vas de representación de las mo- fue a buscar él en la escritura de pensamiento por imágenes, con-
léculas orgánicas complejas. A lo las lenguas orientales. La lengua siga articular conceptos basados
largo de su evolución, la quími- china, por ejemplo, trabaja bá- en el puro juego poético de las
ca va pasando de una ciencia ex- sicamente con ideogramas, que metáforas y de las metonímias.
perimental a una ciencia de es- son los restos estilizados de una Se juntan dos imágenes para su-
critura, a una topografía, o más antigua escritura pictórica, una gerir una nueva relación no pre-
exactamente aún, a una topolo- escritura que articula imágenes sente en los elementos aislados;
gía estructural compleja. Una para producir sentidos. Esta len- y así, mediante procesos de aso-
sustancia, sea ella natural o arti- gua representaba un desafío ciación, se llega a la idea abstrac-
ficial, pasa a ser vista como «una para Eisenstein: no tenía ningún ta e «invisible». Inspirado en los
cierta ocupación del espacio, un rigor, carecía de flexión gramati- ideogramas, Eisenstein creía en
orden particular, o aún cierto cal y, por estar escrita en forma la posibilidad de construir con-
modo de distribución, en una semi-pictórica, no tenía signos ceptos utilizando sólo recursos
palabra: un paisaje microscópi- para representar conceptos abs- cinematográficos, sin pasar ne-
co abstracto» (Dagognet, 1973: tractos. ¿Cómo pudieron enton- cesariamente por la narración, y
113). En tanto ciencia icónico- ces los chinos, fundándose en llegó incluso a realizar algunas
escritural, la química se transfor- una escritura «de imágenes», experiencias en ese sentido, en
ma entonces en una teoría gene- construir una civilización tan films como Oktiabr (Octubre,
ral de la representación, basada prodigiosa? La respuesta reside 1928) y Staroie i Novoie (Lo vie-
en la matemática de los grafos y en el mismo proceso empleado jo y lo nuevo, 1929). El cineasta
en los cálculos matriciales; ella por todos los pueblos antiguos dejó además un cuaderno de
pasa de una representación rea- para construir su pensamiento, anotaciones para un proyecto
lista del mundo físico a una cons- o sea, en el uso de las metáforas (malogrado) de llevar al cine El
trucción visual más abstracta (y, (imágenes materiales articula- Capital de Karl Marx. Pero si bien
en consecuencia, más concreta) das de manera que sugieran aso- Eisenstein formuló las bases de
del funcionamiento de las cosas ciaciones no materiales) y de las ese cine, quien de hecho lo rea- 61
en el transcurso de la multiplici- metonimias (transferencia de lizó en la Rusia revolucionaria
60 61
fue su colega Dziga Vertov. Según Algunos de los más bellos ejem- ficada en la tradición milenaria
Annette Michelson (1984: XXII), plos de montaje intelectual se de la iconoclasia, también una
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Ivanov, Viatcheslav (1985).
«Eisenstein’s Montage of Hiero-
glyphic Signs». In: M. Blonsky (ed.)
On Signs. Baltimore: Johns Hopkins
University Press.
CITADAS
A.Machado
Burch, Noël (1979). «Film’s Brasiliense.
Institutional Mode of Representation __________ (1997). Pré-cinemas &
and the Soviet Response». October, Pós-cinemas. Campinas: Papirus.
n°11, winter issue.
Mattos, Olgária Chaim Feres (1999).
Canclini, Néstor García (1998). Cul- «Um Mundo ao Revés». Folha de São
turas Híbridas. São Paulo: Edusp. Paulo, 07.11.99, Caderno Mais.
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