Anda di halaman 1dari 13

Arlindo Machado El cuarto

iconoclasmo

A.Machado
Doctor en Comunicación
Coordinador del Doctorado en Comunicación y Semiótica
de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo (Brasil)
Profesor del Departamento de Cine, Radio y Televisión de la
Universidad de San Pablo (Brasil).
E-mail:arlimach@uol.com.br

51

diálogos
de la comunicación

50 51
en la tierra, o debajo de la tie- las manos, no podría agacharse

Arlindo Machado
rra, en las aguas. No te postra- para levantarlo, pues eso podría

El cuarto iconoclasmo rás ante ellas, ni les rendirás cul-


to». Así reza en el texto del Exo-
do (20, 4-5), dejando claro que no
sólo la imagen divina está pro-
ser confundido con un gesto de
adoración a la imagen.

El islamismo también abolió las


hibida, sino también cualquier imágenes en casi todos los mo-
imagen de cualquier cosa exis- mentos de su historia, a pesar de
tente en la faz de la tierra. En el que, a diferencia de la Torá, las
Levítico (26,1), vuelve a aparecer prohibiciones en el Corán son
la misma prohibición: «No haréis menos explícitas. El versículo 5/
para vosotros ídolos ni escultu- 40 del Corán prohibe las «piedras
ra, ni os levantaréis estatua, ni recubiertas», nombre que se
pondréis en vuestra tierra piedra daba, en la Arabia pre-islámica, a
pintada para inclinaros ante las piedras esculpidas y adorna-
ella». Después en el Deutero- das con figuras, generalmente
nomio (4, 15-18): «Guardad, pues, utilizadas para fines de culto re-
mucho vuestras almas, (...) para ligioso. Ya en el versículo 59/24
que no os corrompáis y hagáis aclara que sólo Dios puede ser
para vosotros escultura, imagen adorado y ese texto es interpre-
de figura alguna, efigie de hom- tado habitualmente por los
bre o de mujer; o a semejanza de exégetas musulmanes como una
cualquier animal que hay sobre prohibición de las imágenes, por
la tierra, o de cualquier ave que lo tanto como una advertencia a
vuela por el cielo, figura de al- los iconófilos. En verdad, la pro-
gún reptil que se arrastre sobre pia noción metafísica del Dios
la tierra, figura de algún pez que mahometano torna impracticable
haya en el agua debajo de la tie- cualquier figuración. Si Dios está
rra». Y nuevamente en el Deute- en todas las cosas, si todas las
De tiempo en tiempo en la histo- ronomio (27,15): «Maldito el cosas son manifestaciones de
ria de la cultura humana retorna hombre que haga una escultura Dios, se puede concluir que, al
cíclicamente un brote de o una imagen de fundición, cosa final, todas las cosas son Dios; de
iconoclasia (del griego eikon, abominable para Jehová, obra ahí la imposibilidad, por un lado,
imagen, y klasmos, acción de de manos de artífice, y la ponga de representar a Dios, y, por el
romper), que se manifiesta bajo en lugar oculto». otro, el «peligro» de que cualquier
la forma de un horror a las imá- representación se pueda conver-
genes, de la denuncia de su ac- La prohibición bíblica de las imá- tir facilmente en una forma de
ción en perjuicio de los hombres genes es todavía hoy respetada idolatría. Todavía hoy, los
y de la destrucción pública de por las corrientes más orto- cineastas de los países musulma-
todas sus manifestaciones mate- doxas del judaísmo, que recha- nes trabajan bajo un fuerte régi-
riales. En la mitología bíblica, zan el contacto con cualquier men de restricción en cuanto a
Moisés destruye las tablas de la representación visual, incluso lo que se puede y lo que no se
ley, en un acceso de ira, cuando los motivos puramente orna- puede mostrar en imágenes. De
ve a su pueblo adorando la ima- mentales o sin ninguna referen- ahí que historicamente el arte
gen de un becerro en el desierto cia figurativa, temiendo que la árabe, sobre todo a medida que
de Sinaí. La prohibición de las proximidad de cualquier objeto se aproxima a la región del
imágenes, como se sabe, es uno iconográfico pueda ser confun- Magreb, se concentra mucho más
de los dogmas fundamentales de dida con las prácticas pecamino- en el geometrismo que en la figu-
la tradición judeo-cristiana, tal sas de la iconofilia o de la idola- ración. La iconografía islámica,
como se encuentra registrado en tría. La interdicción es observa- no lo olvidemos, consiste básica-
los textos del Antiguo Testamen- da tan rigurosamente que si un mente en una variación infinita de
to. «No te harás ninguna escul- seguidor de la Torá pasara delan- algunos «módulos fundamenta-
tura y ninguna imagen de lo que te de una escultura o de un car- les» – la circunferencia/esfera y
hay arriba, en el cielo, o abajo, tel y se le cayera un objeto de el cuadrado/cubo – a través de

diálogos
de la comunicación
67
los cuales se supone que la es- un simulacro (eidolon, de donde civil, que terminó recién en 843,
tructura de la imagen es compa- deriva nuestra palabra ídolo), o con la restauración del culto a
tible con el lenguaje del Corán sea, una representación falsa, los íconos en la catedral de San-
(Wess, 1989: 67-107). representación de lo que no exis- ta Sofia, en Constantinopla (ac-
te o de lo que no es verdad, en- tual Estambul). Una nueva em-
En la antigua Grecia las imáge- gaño, imagen (eikon) despojada bestida contra las imágenes –el
nes no fueron prohibidas, pero de realidad, como las visiones tercer ciclo de la iconoclasia–
la iconoclasia se corporizó en el del sueño y del delirio, las som- volvería a suceder en el siglo
plano intelectual, sobre todo en bras que se proyectan sobre el XVI, por lo tanto ya en la Edad
la filosofía. Fue ciertamente suelo o los reflejos en el agua. Moderna, con la Reforma protes-
Platón el pensador que dio a la En ese sentido, la actividad del tante, nuevamente con la des-
iconoclasia tal expresión y furor, pintor es charlatanería pura y el trucción de los íconos y la per-
que todavía hoy el peso de su culto de los simulacros (eidolon secución de sus aceptos. Como
doctrina repercute en nuestros latreia, de donde deriva idola- León III, también Calvino y
debates intelectuales. El artista tría) es la forma no religiosa de Lutero predicaron una insurrec-
plástico es, para el autor de La la idolatría. Quedaría por pre- ción contra las imágenes y un
República y de El Sofista, una es- guntar a Platón, si él estuviese retorno a las Sagradas Escritu-

A.Machado
pecie de impostor: él imita las vivo, por qué ese ataque es des- ras, corrompidas por la expan-
apariencias de las cosas, sin co- cargado solamente contra las sión de la idolatría. La Reforma
nocer la verdad de esas cosas y imágenes. También la palabra fue luego absorbida por los im-
sin tener la ciencia que las ex- «flauta», utilizada por el filósofo, perativos de la modernidad y del
plica. El artesano que confeccio- no es capaz de producir música progreso tecno-industrial, pero
na una flauta, por ejemplo, debe y su referencia al instrumento de ella quedó en pie la descon-
someter obligatoriamente su real se da por mera convención fianza en relación a las imágenes,
creación a una prueba de reali- social establecida por la lengua. la crítica a su banalidad, la de-
dad, que es la utilización de esa ¿Por qué no sería también el fi- nuncia de su falta de propiedad
flauta en una ejecución musical: lósofo un charlatán? para bucear en las profundida-
la flauta debe sonar y sonar bien. des del pensamiento y de la ex-
Por cierto la flauta representada La antigua interdicción de la ima- periencia humana. Las iglesias
en el cuadro de un pintor no pasa gen (en las culturas judeocris- protestantes, todavía hoy, no
por esa prueba, pues no es ca- tiana, islámica y en la tradición admiten ninguna imagen en el
paz de sonar. El pintor no está filosófica griega) constituye el interior de sus templos o en las
obligado, por lo tanto, a tener primer ciclo del iconoclasmo. El casas de sus fieles. Acusan a los
cualquier conocimiento real de segundo ciclo tiene lugar duran- católicos y a los ortodoxos de
aquello que él imita, no necesita te el Imperio Bizantino, más pre- ser idólatras, porque ellos rin-
saber lo que hace a una flauta cisamente en los siglos VIII y IX, den culto a las imágenes y a las
sonar. El artesano en cambio cuando la producción, difusión esculturas.
conoce profundamente su obje- y culto de las imágenes fueron
to, el modo como el instrumen- prohibidos, al mismo tiempo Pero incluso los católicos y los
to produce la escala musical, los que los adeptos de la iconofilia ortodoxos admiten con mucha
secretos que determinan su per- y de la iconolatría pasaron a ser desconfianza la introducción de
fección o imperfección. El pintor, perseguidos y ejecutados, y las imágenes en sus vidas. Los ca-
a su vez, pinta una flauta fantas- imágenes destruidas o quema- tólicos rechazan las imágenes
mal, sin conocer nada respecto das en plaza pública. La durante un período del año (la
de ella, excepto su apariencia iconoclasia fue proclamada doc- Cuaresma, desde el miércoles de
externa. La imagen –concluye trina oficial por el emperador Ceniza al domingo de Pascua),
Platón– puede parecerse a la León III, en el 730, y fue luego cuando los cuadros y las esta-
cosa representada, pero no tie- aplicada con firmeza por sus tuas en las iglesias son cubier-
ne su realidad. Es una imitación sucesores: Constantino V, tos con un paño negro para no
superficial, una mera ilusión óp- Constantino VI y León V. La doc- ser vistos. Todos ellos observan
tica, que fascina sólo a los niños trina desgarró toda la parte con profundo temor la creciente
y a los imbéciles, a los que no oriental del antiguo Império Ro- presencia de las imágenes en la
tienen uso de razón. Lo que pro- mano durante más de un siglo y vida cotidiana de sus fieles, a tra- 53
duce el pintor es, de este modo, provocó una sangrienta guerra vés de los medios de comunica-

52 53
ción como el cine y la televisión. laciones esenciales del monu- «verbo», es «palabra», de donde
Hasta fines de la primera mitad mento. (...) La palabra, o princi- resulta el corolario inevitable de

El cuarto iconoclasmo de este siglo, católicos, orto-


doxos y protestantes –para ocu-
parnos solamente de las religio-
nes hegemónicas en el Occiden-
palmente la escritura, se proyec-
ta en el espacio arquitectónico
(lo que los judíos jamás consi-
guieron hacer con la Torá) y el
que la razón sólo puede ser ver-
bal, o, aún peor, que razón y pa-
labra son una sola y misma cosa.
El mundo de las imágenes y de
te cristiano– no admitían la pre- espacio se transforma en un íco- los espectadores de imágenes
sencia de sus fieles en las salas no sin rostro, autorizado por los sería entonces, por el contrario,
de cine o frente a los televisores, escalones que lo separan de lo el territorio de los «sin palabra»
excepto en casos muy especia- divino y de su belleza, más allá y por lo tanto de los «sin razón»
les, autorizados por el papa o del concepto» (Besançon, 1994: (Matos, 1999:9).
por el patriarca. Hoy todos ellos 113/114).
no sólo admiten que se pueda No por azar, la historia de las
ver televisión, sino también que Además, la iconoclasia se basa imágenes estuvo casi siempre
se utilice la televisión para la di- también en un replanteo de la asociada (excepto en sus breves
vulgación de la fe, pero sólo ha- crítica platónica de los simula- interregnos de liberación) a las
cen esto bajo condiciones de cros. «Qué cosa vana la pintura actividades marginales o clan-
severa disciplina y vigilancia, –decía el jansenista Pascal, un destinas (muchas veces prohibi-
apoyados en una legislación ex- siglo después de Lutero, en el das), al contexto underground, a
tremadamente restrictiva, que número 134 de sus Pensées– que la práctica del ilusionismo y de
determina el estrecho margen de desplaza la admiración hacia la la brujería, al divertimento po-
actuación admisible a un creyen- apariencia de las cosas, al pun- pular precinematográfico, como
te en medios vistos como co- to de impedirnos admirar los la proyección de sombras chi-
rruptores por naturaleza. originales». También en el plano nas, la linterna mágica, el pano-
filosófico, la crítica a las imáge- rama, todos esos dispositivos
Estos tres ciclos iconoclastas se nes se apoya en una creencia cie- ilusionistas que exigían una sala
anclan fuertemente en una ga en la palabra escrita como oscura y que, consecuentemen-
creencia inamovible en el poder, fuente única de la verdad. Depen- te, evocaban la caverna de
en la superioridad, incluso en la diendo del sistema filosófico in- Platón. Las imágenes conocieron
trascendencia de la palabra, so- vocado, la palabra puede ser la un asombroso florecimiento
bre todo de la palabra escrita y, propia sustancia del pensamien- clandestino bajo el sello de la
en ese sentido, no estaría ente- to (se piensa con palabras y sólo alquimia, donde llegaron inclu-
ramente fuera de lugar caracte- con palabras), o entonces, aun- sive a constituir la materia prin-
rizar a la iconoclasia como una que no sea así, solamente la pa- cipal del pensamiento alquími-
especie de «literolatría»: el culto labra permite al pensador ele- co: véase el elocuente ejemplo
del libro y de la letra. Para el ico- varse más allá de la pura impre- del Mutus Liber (El Libro Mudo),
noclasta la verdad está en los sión física de las cosas brutas, editado en 1677 (Car valho,
Escritos; Dios no puede ser re- alcanzar los niveles más elabo- 1995), un tratado completo de al-
presentado, excepto a través de rados de abstracción y síntesis, quimia que consta solamente de
Su Palabra; Dios es Verbo («En el hasta ser capaz de formular con- imágenes, sin siquiera una pala-
principio era el Verbo, el Verbo ceptos suficientemente univer- bra, salvo el título del libro.
estaba con Dios y el Verbo era sales como para dar cuenta de
Dios»: Juan 1, 1). También en el todos los sucesos particulares. En el terreno, digámoslo así, más
Corán, Dios no puede ser cono- La imagen (¡pobre de ella!), por institucional, las imágenes sólo
cido sino por su Palabra y por el contrario, estaría condenada fueron históricamente toleradas
sus Noventa y Nueve Nombres. a la epidermis de las cosas, se- con severas restricciones y pro-
La arquitectura de la mezquita, ría siempre una representación hibiciones en cuanto a su prácti-
cumbre del arte islámico, es de las particularidades y nunca ca y únicamente después de que
aviesa a toda figuración. En ella podría alcanzar los niveles de una legislación específica estable-
lo que se inscribe en las paredes abstracción y generalización de ciera los criterios y circunstan-
es la escritura coránica: «La pa- la palabra escrita. Recordemos cias de su producción y circula-
labra revelada, caligrafiada o que los filósofos identifican la ción. Tal fue lo que aconteció,
pintada, esculpida en la piedra razón con la palabra griega logos, nuevamente para quedarnos en
o en el estuco, resalta las articu- pero logos, en griego clásico, es el plano de la cultura occidental,

diálogos
de la comunicación

69
con la tradición del ícono, duran- de escritura. Toma sus temas de una función pedagógica (aedifi-
te toda la Edad Media. Ítem por la Biblia, de los apócrifos, de la catio, instructio) para todos
ítem, todo lo que podía y lo que liturgia, de la hagiografía, de los aquellos iletrados que no pue-
no podía ser representado esta- sermones. Se somete, por lo tan- den tener acceso a las Escritu-
ba rigurosamente previsto por la to, a los géneros literarios. A ras. Un milenio después, Calvino
legislación. En ese sentido, el pro- medida que nos alejamos de la critica severamente al papa
ceso de producción de las imá- Edad Media y nos aproximamos Gregorio I y su idea de que las
genes terminaba por confundir- a los tiempos modernos, la en- imágenes son los libros de los
se con una especie de escritura, señanza teológica comienza a idiotas o de los ignorantes. No
en el sentido de que, siendo regi- pasar a primer plano. En este se enseña a Dios a través de si-
do por la ley, estaba enteramen- caso, el topos teológico –y no ya mulacros –advierte el líder de la
te previsto en los códigos. El íco- la presencia hipostática del pro- Reforma–, sino únicamente a tra-
no, en verdad, representaba la totipo– se convierte en el propio vés de su propia Palabra. Es la
Ley (la Escritura) más que lo real. objeto de la representación. El iconoclasia que regresa con toda
Todo ícono tenía una inscripción ícono, ahora, ya no representa su fuerza.
verbal, que daba al cuadro su más a las figuras de los santos,
nombre. Era ese nombre el que sino que ilustra los tratados. A

A.Machado
hacía de esa imagen un ícono, partir del siglo XVI, sobre todo UNA NUEVA TEOLOGÍA DE
pues la vinculaba con su prototi- en Rusia, se multiplican los íco- LAS IMÁGENES
po inmemorial. «No se dice, en nos dogmáticos, cuyos títulos
realidad, pintar un ícono, sino indican su carácter especulativo No deja de ser sintomático que
escribir un ícono: la escritura no y escritural: «Verbo, Hijo Único», el rechazo de las imágenes este
remite solamente a la inscripción «Padre Nuestro, En Ti Se Regoci- regresando con todo su furor e
del nombre, sino a toda la ense- ja Toda Criatura» y así en adelan- intolerancia en nuestro tiempo.
ñanza del ícono, colocado en el te (Besançon, 1994: 186). Denominaré a esta nueva embes-
lado aquel de la Escritura» tida como el cuarto iconoclasmo.
(Besançon, 1994: 184). Durante los intervalos entre las Felizmente, por lo menos por el
crisis iconoclastas, el Occiden- momento, esto se da, así como
De hecho, la creación de un íco- te vive una paz aparente. Alrede- en la antigua sociedad griega,
no es siempre hecha a partir de dor del año 600, Serenus, arzo- sólo en el plano del pensamien-
modelos (en ruso: podlinnik, bispo de Marsella, ordenó des- to filosófico, en ese terreno que
«original») y está impregnada de truir todas las imágenes existen- podríamos definir genéricamen-
una tradición inmemorial. El íco- tes en la ciudad episcopal. Fue te como del neoplatonismo. Ac-
no imita no las imágenes del severamente reprendido por el tualmente, la visión de las ma-
mundo visible, sino los prototi- papa Gregorio I. En la carta de sas populares reunidas alrede-
pos. Algunos trazos específicos reprobación que le envió, el Papa dor del aparato de televisión es
identifican a la figura de San Pa- decía lo siguiente: «aquello que encarada por una parte bastan-
blo, otros a la figura de San Pe- lo escrito provee a las personas te significativa de nuestros inte-
dro. Estos trazos vienen de las que leen, la pintura lo da a los lectuales de la misma forma que
interpretaciones teológicas que analfabetos (idiotis) que la con- Moisés enfrentó al pueblo judío
los especialistas hacen de aque- templan, ya que aquellos igno- reunido alrededor del Becerro de
llos apóstoles y que se pueden rantes pueden ver aquello que Oro: como una insoportable
encontrar en los libros litúr- deben imitar; las pinturas son manifestación de la iconofilia y
gicos. En la tradición del ícono, una lectura para quienes no co- de la idolatría, como un culto al
poco importa, por lo tanto, el nocen las letras, por lo tanto Demonio, que se debe combatir
carácter individual de la figura ocupan el papel de la lectura, a cualquier precio. Oigamos a
representada, toda vez que este sobre todo para los paganos» uno de estos intelectuales:
carácter ha sido absorbido por (Besançon, 1994: 205). Vease en-
la esencia teológica que expresa tonces que las imágenes, ahora «El mundo moderno es la caver-
su existencia. En este sentido, el toleradas de mal grado, conti- na al aire libre donde todo se
ícono permanece imbuído del núan siendo ubicadas en el pla- muestra y se expone. Rinde culto
espíritu platónico: se trata de no más bajo de la jerarquía a las apariencias, cultiva ilusio-
una imagen-ley, una imagen-dog- litúrgica. Ellas son destinadas a nes a través de la imitación-falsi- 55
ma, por lo tanto de una especie los idiotis, ellas tienen apenas ficación múltiple y variada de

54 55
objetos y situaciones, creando si- anunciada. Ya que si bien es ver- so oral y que las imágenes no sir-
mulacros –dimensión propia de dad que hoy se producen mu- ven allí más que como un mero

El cuarto iconoclasmo las experiencias fantasmáticas,


así como es también fantasmagó-
rico el mundo fetichista de las
mercancías. Platón y Marx, por
chas más imágenes que antes,
también es verdad que se impri-
men muchos más textos escritos
y como nunca antes se difunden
soporte visual del cuerpo que
habla. Esto es tan cierto, que una
gran mayoría de las personas
deja la televisión funcionando
diferentes razones, revelan un sonidos a través de la radio y de mientras ejecuta otras tareas,
modo de autonomía de las imá- las grabaciones, con un fuerte resultando suficiente, en térmi-
genes con respecto a la realidad énfasis en la palabra oralizada. nos significantes, sólo lo que se
que pretenden sustituir– y eso, en Las tiradas de los principales dice en el plano sonoro. Al con-
un sentido extremo, es la expe- diarios del mundo rondan el mi- trario de la divulgada civiliza-
riencia alucinatoria.» (Matos, llón de ejemplares y el volumen ción de las imágenes, vivimos to-
1999:9). de texto contenido en un único davía en una civilización fuerte-
ejemplar dominical de un diario mente marcada por la hegemo-
La nueva iconoclasia se basa en de gran circulación puede coin- nía de la palabra (sea escrita u
una serie de presupuestos que cidir con la masa verbal de una oral) y creo que van a ser nece-
sería interesante discutir. El pri- enciclopedia Larousse. Por otra sarias muchas décadas de desa-
mero de ellos es la tan difundi- parte, las revistas semanales y rrollo de los medios audiovi-
da civilización de las imágenes, mensuales contribuyen a elevar suales para que el discurso de
título además de un libro de a la enésima potencia la imper- las imágenes pueda imponerse
Fulchignoni (1972) que tuvo gran turbable expansión de esta po- como una forma de comunica-
influencia en esa discusión. El lución de escritos. Paradójica- ción y pensamiento tan podero-
mismo presupuesto aparece mente, las propias teorías que samente diseminada como lo es
también en varios momentos de condenan a la «inflación de las aún hoy el discurso verbal.
la obra de Frederic Jameson, imágenes» no hacen sino incre-
bajo la forma de una supuesta mentar, en contrapartida, las ta- Tampoco es necesario mucho
«superabundancia de imágenes» sas de verborragia y de logorrea esfuerzo para comprobar el ac-
o de «una vasta colección de imá- (cháchara). Aunque no existan tual predominio de la palabra
genes, un enorme simulacro fo- estadísticas confiables, es muy sobre la imagen. Basta pensar en
tográfico» (1997: 45) que carac- poco probable que se produz- términos estrictamente econó-
terizaría el momento llamado can, en nuestro tiempo, más imá- micos. Las formas de expresión
por él «posmoderno», en el que genes que textos escritos u significante más baratas, más
la imagen se habría transforma- oralizados (para no hablar de accesibles a todos (por exigir un
do en el vehículo principal para música, que es otra historia). La mínimo de mediación instru-
la difusión de mensajes. Resu- computadora, principalmente, mental) y más fáciles de difun-
miendo, los nuevos iconoclastas incrementó de tal modo el hábi- dir son la oralidad y el texto es-
pregonan que las imágenes, a to de leer y de escribir, que se crito. Por esa razón, continuan
partir de mediados del siglo XX, puede decir, sin miedo a equi- siendo las formas básicas de co-
comenzaron a multiplicarse en vocarse, que nunca la palabra es- municación de la humanidad.
progresión geométrica: ellas es- crita estuvo tan presente en nues- Naturalmente, donde todavía
tán presentes en todos los luga- tras vidas como lo está ahora. predomina el analfabetismo la
res, invaden nuestra vida cotidia- hegemonía de la escritura es
na, inclusive nuestra vida más Pero eso todavía no es todo. menor, pero esos lugares suelen
íntima, influyen en nuestra Siempre que se habla de «civili- ser tan pobres que el acceso a
praxis con su pregnancia ideoló- zación de las imágenes», se pien- las otras formas de comunica-
gica, apartan a la civilización de sa evidentemente en la actual ción es aún más prohibitivo, que-
la escritura, erradican el gusto hegemonía de la televisión. Sin dando como única alternativa la
por la literatura, anunciando un embargo, la televisión, en ver- oralidad primaria (sin aparatos
nuevo analfabetismo y la muer- dad, es un medio más bien poco de difusión). La grabación exclu-
te de la palabra. Toda esta voci- visual. No es preciso esforzarse sivamente sonora viene en segui-
feración apocalíptica, entre tan- mucho para percibir que la da en la escala de costos y de ac-
to, nunca fue sostenida con la aplastante mayoría de los pro- cesibilidad. La producción de
presentación de datos objetivos gramas de televisión se basan imágenes es la forma más cara,
que confirmaran la tendencia predominantemente en el discur- que exige más trabajo y tiempo,

diálogos
de la comunicación
71
la que necesita de recursos tec- monopolio de la apariencia» más publica imágenes, ¿también
nológicos más sofisticados (in- (p.17), «el mundo real transfor- quedará fuera de la sociedad del
cluso para su difusión), y tam- mado en simples imágenes» espectáculo? ¿Por qué, de no ser
bién la que más requiere un (p.18) y así continua. «El espec- por arquetípicas ramificaciones
know how específico. De ahí por táculo es el capital en tal grado de la Torá, del Corán o de La Re-
qué no me parece muy lógico de acumulación que se torna pública, la imagen (y solamente
gritar a los cuatro vientos una imagen» (p.25). Parece que toda ella) es siempre el problema?
supuesta supremacía de las imá- la tragedia del mundo contempo-
genes, sobre todo cuando se tie- ráneo, en el argumento de Pero el papa y líder espiritual de
ne malas intenciones y se inten- Debord, residiera en el hecho de la nueva embestida iconoclasta
ta atribuir a esa supuesta hege- que las cosas se tornaran imá- es, sin dudas, Jean Baudrillard,
monía la culpa de todos los ma- genes, lo que me parece una for- el furioso crítico de los simula-
les del mundo. ma de escamotear el verdadero cros, que hizo y continua hacien-
origen de los problemas y de do una legión de seguidores ávi-
Quienes no hablan de una civili- transformar dificultades reales dos de la destrucción de íconos
zación de las imágenes, hablan, en parloteo seudofilosófico. e ídolos. Si creyéramos en el es-
entre tanto, de sociedad del es- piritismo, Baudrillard podría ser

A.Machado
pectáculo. La palabra espectácu- Hay dos problemas principales considerado como una reencar-
lo, escogida especialmente para en ese modo de colocar las co- nación «posmoderna» de Platón:
designar al Mal contemporáneo, sas. Primero, Debord no hace simulacro, para él, es el mismo
centraliza con exclusividad en la ninguna discriminación entre las eidolon platónico, sólo que en
imagen y en la mirada el blanco imágenes, no ve diferencias de este caso, derivado de la super-
de las críticas: espectáculo deri- calidad entre ellas, no conside- inflación de imágenes mediáticas
va del verbo latino spectare (mi- ra unas más problemáticas que (obsérvese que nuevamente aquí,
rar) y del nominativo spec- otras. Resta, por lo tanto, al lec- siguiendo la miopía general, los
taculum (aquello que se ofrece a tor la conclusión de que todas las medios solamente tienen imagen;
la visión). El término entró en imágenes son, como premisa fi- no tienen palabra, ni voz, ni mú-
circulación a partir del famoso losófica, igualmente peligrosas, sica). Según Baudrillard, la actual
libro de Guy Debord (1997), pu- sea una intervención de Godard hegemonía de los medios (la ci-
blicado por primera vez en 1967, o de Glauber Rocha en televi- vilización de las imágenes, la
en vísperas de la insurrección sión, sea un comercial de jabón. sociedad del espectáculo) esta-
estudiantil de Mayo de 1968. En segundo lugar, cuando ría ofreciendo las condiciones
Debord hace una lectura bastan- Debord especifica cuáles son, a ideales para la constitución de
te apresurada de Marx, sustitu- su manera de entender, las for- un mundo a parte, un mundo que
yendo el concepto marxista de mas concretas de espectáculo se ofrece al público espectador
«mercancía» por el dudoso equi- («información o propaganda, como un ersatz del mundo real.
valente de «espectáculo». O sea: publicidad o consumo directo de En otras palabras, los actuales
si el capitalismo de los tiempos divertimento», p. 15), él no se da medios electrónicos y digitales
de Marx producía y acumulaba cuenta de que esas formas estarían produciendo una «des-
mercancías, el actual produce y significantes son, en verdad, realización fatal» del mundo hu-
acumula espectáculos. Sin em- híbridas, es decir, ellas están mano y su sustitución por una
bargo el espectáculo, tal como lo constituidas tanto de imágenes «hiperrealidad», una ficción de
entiende Debord, tiene más afi- como de palabras escritas y realidad alucinatoria y alienante
nidades con el simulacro plató- oralizadas, incluso también de (Baudrillard, 1985; 1995). Como
nico que con la mercancía mar- música. No obstante, Debord sucede con gran parte del pen-
xista, resultando por lo tanto un cuando se refiere a ellas habla samiento retórico francés, en
concepto precapitalista. Espec- genéricamente de imágenes, este caso tampoco hay compro-
táculo es «un pseudomundo como si las palabras implicadas bación alguna de aquello que se
aparte, objeto de una mera con- no fuesen tan problemáticas afirma: el lector debe creer en la
templación» (p. 13), «imagen au- como las imágenes. ¿Acaso la voz del oráculo a través de un
tónoma» (p. 13), «relación social radio no forma parte de la socie- acto de fe o desecharla suma-
entre personas mediada por las dad del espectáculo? ¡Y por cier- riamente por falta de pruebas.
imágenes» (p. 14), «la realidad to no tiene imágenes! El sesudo De cualquier modo, todo ese 57
escindida en imagen» (p. 15), «el diario francés Le Monde, que ja- delirio interpretativo ya fue

56 57
exhaustivamente cuestionado y ción a su cruzada moralizante, líneas secuenciales (nacía así el
superado por cierta ala del pen- despoja a la discusión sobre las proceso de linealización de la

El cuarto iconoclasmo samiento latinoamericano – Mar-


tín Barbero (1993), Gómez (1991:
27-39), García Canclini (1998)
etc. –para la cual el papel efecti-
imágenes de cualquier connota-
ción política y la desvía claramen-
te en el sentido de la exégesis re-
ligiosa. En este libro llega a ha-
escritura), mientras que el des-
membramiento de sus partes
posibilitaba la comprensión de
cada elemento de la imagen
vo jugado por los medios en las blar de «crimen original» (el simu- (pictograma) como un concepto.
sociedades contemporáneas no lacro ya no es más consecuencia De este modo, la boca de un
es algo dado a priori, a través de de una economía o de una políti- hombre, separada de su contex-
alguna fatalidad histórica inelu- ca en particular, es una ilusión to concreto, designaba cualquier
dible. Por el contrario, este pa- desde el principio, es un mal ori- otra boca, sea de hombre o de
pel es resultado de un intrinca- ginario, así como el pecado ori- cualquier otro animal, y de esta
do proceso de negociación de ginal que, según los católicos, forma se transformaba en un
sentido entre los signos (mensa- todos cargamos desde el naci- concepto tan universal como la
jes culturales producidos por miento) y también de «ilusión fi- palabra (hasta entonces oral)
esos medios), la(s) realidad(es) nal» (el mundo podría un día vol- «boca». En otros términos, era
de las cuales ellos tratan o que verse un simulacro perfecto, posible así «escribir» (registrar)
ellos crean, y quienes interpre- como aquellos que Hollywood, el concepto «boca». Con la evo-
tan entre esos signos y esas rea- inspirándose en Baudrillard, lución y la velocidad de la escri-
lidades (las instancias sociales puso en escena en películas como tura, esa «boca» pasó a ser repre-
que les dan sentido). De esta Matrix y The Truman Show). «Es sentada de manera cada vez más
manera, mientras que exactamente eso [la sustitución estilizada, hasta el punto de vol-
Baudrillard y sus discípulos sólo de la idea pura e inteligible de verse apenas un cuadrilátero
consiguen ver en los medios Dios por la maquinaria visible de vacío, como todavía hoy se hace
masivos un apocalipsis semejan- los íconos] lo que temían los ico- en la escritura kanji oriental (el
te al escenificado por Hollywood noclastas y esa disputa milenaria ideograma chino kou). La prime-
en films de fantasía como Blade todavía permanece la nuestra en ra forma de escritura que se co-
Runner y Matrix, otros pueden estos tiempos» (Baudrillard, noce es, por lo tanto, la icono-
entender los mensajes en circu- 1985: 14). gráfica, que deriva directamen-
lación en esos medios como for- te de una técnica de recorte de
mas de escritura con las cuales imágenes. Ella nace de un impul-
es posible dialogar. LA IMAGEN CONCEPTUAL so conceptual, de una voluntad
de enunciar proposiciones que
Además de eso, si puede resul- Pero esa disputa milenaria se se da en el interior de las pro-
tar incómodo encuadrar a pensa- funda en dicotomías falsas. La pias prácticas iconográficas.
dores de formación marxista, escritura, por ejemplo, no pue-
como Fulchignoni, Jameson y de oponerse a las imágenes por- Si es verdad que la imagen está
Debord, en una tradición teoló- que nace en el seno de las pro- en el origen de toda escritura (y,
gica de combate a las imágenes, pias artes visuales, como un de- en ese sentido, la escritura ver-
no se puede decir lo mismo de sarrollo intelectual de la icono- bal no es sino una forma alta-
Baudrillard, para quien la guerra grafía. En algún momento, dos mente especializada de icono-
contra las imágenes asume, de mil años antes de Cristo, alguna grafía), también es cierto que la
manera cada vez más clara, el civilización tuvo la idea de «ras- imagen nunca dejó de ser una
carácter de un combate teológi- gar» las imágenes (con el propó- cierta modalidad de escritura, es
co. El actual papa de la icono- sito de abrir la visión de los pro- decir, un discurso construído a
clasia no tiene empacho, por cesos invisibles que ocurren en partir de un proceso de codifi-
ejemplo, en calificar a las imáge- su interior), como así también cación de conceptos plásticos o
nes mediáticas como «diabóli- desmembrar cada una de sus gráficos. El arte, tantas veces
cas», «profanas», «inmorales», partes en unidades distintas, simplificado por sus detractores
«perversas» y «pornográficas». para reutilizarlas como signos en y acusado equivocadamente de
Ellas son la propia encarnación otros contextos y en un sentido imitar lo real, en verdad siempre
del Mal. En uno de sus últimos más general (Flusser, 1985: 15). fue una forma de «escribir» el
libros, Le Crime Parfait (1995), El desgarramiento de las imáge- mundo. Cuando Da Vinci estudia
Baudrillard da una nueva direc- nes permitió descomponerlas en el origen de las olas o la fisiolo-

diálogos
de la comunicación
gía de los cuerpos vivos para poco, usa un lenguaje extrema- tos otros ejemplos, Elementos de
pintar mejor el mar y la figura damente condensado, pero se Geometria de Euclides, Almagest
humana, o cuando Braque des- expresa con una elocuencia ex- de Ptolomeo, Herbarium de
compone el violín y reconstruye traordinaria a través de los Apuleius Barbarus, De Materia
sus partes en ángulos divergen- diagramas estructurales. Medica de Dioscorides– Dagognet
tes, lo que ellos están buscando prefiere concentrar su estudio de
es comprender y expresar la es- A contramano del dogma filosó- la iconografía científica en la
tructura interna de las cosas y fico dominante, el pensador fran- Edad Moderna (a partir del siglo
de los fenómenos, en lugar de cés François Dagognet, en libros XV), poniendo énfasis en el pe-
captar simplemente su aparien- como Philosophie de l’image ríodo de expansión de las cien-
cia exterior. Por lo tanto, contra- (1986) y Écriture et iconographie cias experimentales, desde me-
riamente a lo que decía Platón, (1973), entre otros, se opone ra- diados del siglo XVIII. Según
todo artista digno de ese nom- dicalmente a cualquier tipo de Dagognet, las ciencias de la na-
bre siempre busca comprender separación entre imagen y razón, turaleza prontamente se dieron
su objeto para poder represen- o entre arte (visual) y ciencia. Su cuenta de las limitaciones del
tarlo con mayor veracidad. Y tan obra puede entenderse como lenguaje llamado «natural» para
cierto como que los filósofos y una teoría anti-subjetiva de la describir relaciones exactas y

A.Machado
los filólogos (incluyendo a los pintura y de la imagen en gene- complejas. Por un lado, intenta-
exégetas de los textos religiosos) ral, que él considera pro- ron superar las imprecisiones y
prohibieron la producción y el pedéutica a la empresa científi- los excesos retóricos del discur-
consumo de imágenes durante ca, y será, hasta ahora por lo so verbal a través del desarrollo
buena parte de la historia de la menos, el más amplio abordaje de escrituras alternativas, como
humanidad, siempre en nombre de la imagen como fundamento las proposiciones lógicas, las
de una pretendida superioridad del pensamiento riguroso y com- ecuaciones matemáticas y las
del discurso verbal, también es plejo. En vez de lanzar su mira- fórmulas químicas. Esas formas
verdad que, en la dirección da sobre los supuestos aspectos rigurosas de escritura no siguen
opuesta, el pensamiento cientí- miméticos o especulares de las el modelo discursivo de las lí-
fico, de Kepler a Einstein, de imágenes, Dagognet prefiere vol- neas del texto, sino que se ex-
Newton a Mandelbrot, estuvo es- carse sobre el diseño quinta- tienden en todas las direcciones
trechamente vinculado a la no- esencial, numérico o geométri- en el espacio, ya que pretenden
tación iconográfica y a la imagi- co, el ícono paradigmático, de describir fenómenos y pensa-
nación diagramática. Si alguien naturaleza abstracto-concreta, mientos estructurales y no linea-
lo duda, basta con extraer la que representa la estructura o el les. Por otro lado, las ciencias
prueba de libros como The proceso interno de los seres y de naturales descubren también el
Scientific Image: From Cave to los fenómenos, y que él encon- inmenso potencial simbólico del
Computer (Robin, 1992), trará de manera plenamente diagrama, la imagen que organi-
Envisioning Information (Tufte, constituída en el trabajo icono- za y explica, la imagen lógica, la
1990), Naked to the Bone Kevles, gráfico de los científicos «semió- imagen-concepto, la imagen-ri-
1998) y La Fabrique du Regard ticos», para quienes el registro gor, «una imagen ordenada y
(Sicard, 1998), en los cuales se gráfico desempeña un papel esencial, una neogramática»
desarrolla la tésis (hartamente heurístico y metodológico (Dagognet, 1973: 168), de la que
documentada mediante icono- (cuando no lo es inclusive hasta se puede encontrar un antece-
grafías) de que la imagen es una ontológico) en la investigación dente ya en el siglo XVIII, con los
forma de construcción del pen- científica. La imagen, tantas ve- once volúmenes de láminas
samiento tan sofisticada que, sin ces acusada de banal, superfi- iconográficas de la Encyclopédie
ella, probablemente no hubiera cial, imprecisa, atrapada en la de Diderot y D’Alembert. En el
sido posible el desarrollo de singularidad de las cosas, cuan- siglo XIX, el descubrimiento de
ciencias como la biología, la geo- do no lo es de engañadora, ilu- la eficacia heurística, teórica y
grafía, la geometría, la astrono- sionista y diabólica, finalmente metodológica de la estilización
mía, la medicina, entre otras tan- tiene su desagravio. diagramática, posibilitará a la
tas. No es por azar que el cientí- ciencia la construcción de un
fico, tanto como el artista plás- Aunque el uso de imágenes en la nuevo lenguaje, tan universal y
tico, siempre fue una especie de investigación científica remita a axiomático como la matemática: 59
afásico: habla poco, escribe la antigüedad clásica –entre tan- la representación iconográfica.

58 59
«Asistiremos, con la naciente los torbellinos del aire, la agita- desarrollar una metodología de
ciencia experimental, a la apari- ción de las aguas, el juego de las diseño que permitiera represen-

El cuarto iconoclasmo ción del diagrama y sus proezas.


No hay ninguna disciplina que no
se beneficie con la iconicidad:
desde la física y de la cinemática
ondas, etc. Dagognet le dedicó
exclusivamente a la obra de
Marey un libro (Dagognet, 1987),
ya que le pareció la más estraté-
tar visualmente una especie de
categoría-pino, un pino abarca-
dor de todas las características
genéticas esenciales de ese gé-
hasta la geología, la tecnología o gica de todas, en lo que se refie- nero y ninguna de las caracterís-
incluso la fisiología. En todas se re a la fusión de arte y ciencia y ticas accidentales que tienen los
imponen los diseños, las trayec- también al descubrimiento de un pinos singulares. Claro que la
torias, las curvas de nivel, los número impresionante de méto- manera como las ramas se rami-
mapas, en una palabra, las figu- dos gráfico-pictóricos de inves- fican cambia de pino en pino in-
ras estructurales y geométricas. tigación científica, utilizados dividualmente, pero el conjunto
Sería un error mayúsculo tomar- hasta hoy en el ámbito infor- de todas las posibilidades de va-
las por meros auxiliares didác- mático. Haüy, a su vez, fue el fun- riación puede ser previsto y re-
ticos o simples ilustraciones, dador de la cristalografía, la cien- presentado a través de lo que
pues, muy por el contrario, ellas cia que estudia las estructuras hoy llamaríamos una expresión
constituyen un instrumento geométricas del mundo natural. fractal. Por más diferente que
heurístico privilegiado: ni un em- Para construir su sistema de le- sea la disposición de las ramas
bellecimiento, ni una simplifica- yes que rigen las relaciones físi- de los pinos individuales, lo cier-
ción o aún un recurso pedagógi- cas y matemáticas entre las par- to es que las ramas de un pino
co de facil difusión, sino una ver- tes y el todo, Haüy tuvo que re- jamás estarán dispuestas como
dadera reescritura, capaz, ella currir a una iconología rigurosa- las ramas de una palmera. Con
sola, de transformar el universo y mente numerica, un verdadero Candolle, la botánica se vuelve
reinventarlo» (Dagognet, 1973: 86). «alfabeto» de formas geomé- un ejercicio riguroso de ciencia
tricas primarias y su respectiva exegética y de criptología, pues
En su obra, Dagognet toma nota gramática de combinaciones. se trata de sustituir la prolijidad
de algunos momentos fundantes Fue ese sistema de notación el formal de las plantas por su res-
de esa elocuencia del método que le permitió formular «imáge- pectivo diagrama-modelo, estili-
iconográfico en la ciencia del si- nes enteramente teóricas» (ex- zado y geometrizado. De este
glo XIX: el nacimimento de la ico- presión del propio Haüy, cfe. modo, frente a la abundante va-
nografía médica en la obra del Dagognet, 1973: 141) del mundo riabilidad de las plantas, el bo-
fisiólogo Étienne-Jules Marey, la natural, imágenes fuertemente tánico busca aislar «grafemas» y
formulación de una teoría gene- matematizadas e informadas por con ellos elaborar un lenguaje
ral de la forma por el crista- el concepto. iconográfico que permita no sim-
lógrafo René Just Haüy, los plemente describir el mundo ve-
inventarios diagramáticos del Ya el botánico Augustin de getal, sino, por encima de todo,
mundo vegetal realizados por el Candolle tuvo que enfrentar la escribirlo.
botánico Augustin de Candolle, siguiente cuestión epistemológi-
la introducción de la represen- ca: cuando se representa cientí- Desplazándonos ahora al terre-
tación en química orgánica por ficamente una planta ¿qué debe no de la química, sabemos que,
Émile Fischer y B. Tollens, y así ser considerado y qué descarta- en 1865, Friedrich Kekulé propu-
continúa. Todas las investigacio- do en el diseño final? Muchas so una forma visual para descri-
nes de Marey apuntaban a la pro- cosas que se ven en el mundo bir la estructura molecular del
ducción de gráficos rigurosa- vegetal son resultado de un ac- benceno. En lugar de anotar la
mente controlados desde el pun- cidente fortuito o de un desarro- fórmula del benceno en forma li-
to de vista métrico, permitiendo llo irregular por razones coyun- neal, como el modelo de la es-
el análisis de fenómenos dinámi- turales. Pero, siendo así, ¿cómo critura verbal nos obliga a hacer,
cos, tales como el ritmo cardía- puede el dibujo de una planta re- Kekulé imaginó un hexágono
co, los reflejos musculares, la presentar una clase de plantas y compuesto por los seis átomos
ventilación pulmonar, la locomo- no una desviación particular? del carbono, cuyos vértices es-
ción animal (el vuelo de los pá- Asi como la palabra «pino» de- tarían conectados con los seis
jaros, el trote de los caballos, el signa a todos los árboles perte- átomos de hidrógeno. Esto per-
recorrido sinuoso de los insec- necientes al género Pinus, la ta- mitió resolver el problema de la
tos), la cinética de los fluidos, rea que Candolle se propuso fue valencia de las moléculas de

diálogos
de la comunicación
benceno, que hasta entonces era dad de las posiciones y transfor- sentido entre imágenes). En las
un enigma en química orgánica: maciones de sus partículas. lenguas occidentales las pala-
linealmente, seis átomos de car- bras designan directamente a los
bono (cuya valencia es 4) jamás Antes de que se me acuse de conceptos abstractos, mientras
podrían combinarse con seis positivista, por creer más en los que en el chino se puede llegar
átomos de hidrógeno (cuya científicos que en los filósofos e al concepto por una vía entera-
valencia es 1), pero espacial- intelectuales humanistas, recor- mente distinta: operando combi-
mente, estructurados bajo la fi- daría aquí la importante discu- naciones de señales pictográ-
gura del hexágono, los átomos sión ocurrida en el interior del ficas, de tal manera que se esta-
de carbono e hidrógeno se com- pensamiento marxista, más blezca una relación entre ellas.
binan sin problemas. La visión exactamente en la Rusia soviéti- Por ejemplo: para expresar el
de Kekulé posibilitó un sinnúme- ca de los años 20, cuando algu- concepto «amistad», la lengua
ro de innovaciones en la quími- nos cineastas comprometidos en china combina los pictogramas
ca y en la bioquímica, porque la construcción del socialismo de «perro» (símbolo de fidelidad)
demostró que las uniones atómi- vislumbraron en el cine mudo la y de «mano derecha» (con la cual
cas deben ser pensadas estruc- posibilidad de promover un sal- se saluda al amigo). Cada una de
turalmente, bajo la forma de to hacia otra modalidad discur- esas señales aisladas se refiere

A.Machado
diagramas bidimensionales o siva, fundada ya no en la pala- sólo a una «amistad» particular;
tridimensionales. En Écriture et bra sino en una sintáxis de imá- la combinación de las dos hace
iconographie, Dagognet sigue el genes, en ese proceso de asocia- que el signo resultante designe
desarrollo posterior de la ciones mentales que recibe, en a «amistad» en general (Ivanov,
estereoquímica, la parte de la quí- los medios audiovisuales, el 1985: 221-235; Granet, 1968: 43).
mica que estudia el orden nombre de montaje. El más elo-
tridimensional de los átomos, cuente de aquellos cineastas, Ese es justamente el punto de
haciendo una historia del naci- Serguei Eisenstein, formuló al fi- partida del montaje intelectual
miento de su particular simbo- nal de los años 20 su teoría del de Serguei Eisenstein: un monta-
lismo y de las múltiples tentati- cine conceptual, cuyos principios je que, partiendo del «primitivo»
vas de representación de las mo- fue a buscar él en la escritura de pensamiento por imágenes, con-
léculas orgánicas complejas. A lo las lenguas orientales. La lengua siga articular conceptos basados
largo de su evolución, la quími- china, por ejemplo, trabaja bá- en el puro juego poético de las
ca va pasando de una ciencia ex- sicamente con ideogramas, que metáforas y de las metonímias.
perimental a una ciencia de es- son los restos estilizados de una Se juntan dos imágenes para su-
critura, a una topografía, o más antigua escritura pictórica, una gerir una nueva relación no pre-
exactamente aún, a una topolo- escritura que articula imágenes sente en los elementos aislados;
gía estructural compleja. Una para producir sentidos. Esta len- y así, mediante procesos de aso-
sustancia, sea ella natural o arti- gua representaba un desafío ciación, se llega a la idea abstrac-
ficial, pasa a ser vista como «una para Eisenstein: no tenía ningún ta e «invisible». Inspirado en los
cierta ocupación del espacio, un rigor, carecía de flexión gramati- ideogramas, Eisenstein creía en
orden particular, o aún cierto cal y, por estar escrita en forma la posibilidad de construir con-
modo de distribución, en una semi-pictórica, no tenía signos ceptos utilizando sólo recursos
palabra: un paisaje microscópi- para representar conceptos abs- cinematográficos, sin pasar ne-
co abstracto» (Dagognet, 1973: tractos. ¿Cómo pudieron enton- cesariamente por la narración, y
113). En tanto ciencia icónico- ces los chinos, fundándose en llegó incluso a realizar algunas
escritural, la química se transfor- una escritura «de imágenes», experiencias en ese sentido, en
ma entonces en una teoría gene- construir una civilización tan films como Oktiabr (Octubre,
ral de la representación, basada prodigiosa? La respuesta reside 1928) y Staroie i Novoie (Lo vie-
en la matemática de los grafos y en el mismo proceso empleado jo y lo nuevo, 1929). El cineasta
en los cálculos matriciales; ella por todos los pueblos antiguos dejó además un cuaderno de
pasa de una representación rea- para construir su pensamiento, anotaciones para un proyecto
lista del mundo físico a una cons- o sea, en el uso de las metáforas (malogrado) de llevar al cine El
trucción visual más abstracta (y, (imágenes materiales articula- Capital de Karl Marx. Pero si bien
en consecuencia, más concreta) das de manera que sugieran aso- Eisenstein formuló las bases de
del funcionamiento de las cosas ciaciones no materiales) y de las ese cine, quien de hecho lo rea- 61
en el transcurso de la multiplici- metonimias (transferencia de lizó en la Rusia revolucionaria

60 61
fue su colega Dziga Vertov. Según Algunos de los más bellos ejem- ficada en la tradición milenaria
Annette Michelson (1984: XXII), plos de montaje intelectual se de la iconoclasia, también una

El cuarto iconoclasmo Eisenstein nunca pudo asumir


hasta las últimas consecuencias
su proyecto de cine conceptual,
ya que solamente le permitieron
pueden encontrar también en el
cine más reciente, como por
ejemplo en 2001: a Space Odissey
(2001: Odisea en el Espacio,
parte considerable del mundo
artístico, científico y militante,
por otro lado, viene descubrien-
do que la cultura, la ciencia y
realizar films narrativos de fic- 1968) de Stanley Kubrick, y en el toda la civilización de los siglos
ción dramática. Vertov, en cam- cortometraje Powers of Ten XIX y XX por lo menos son im-
bio, nunca tuvo ese tipo de limi- (1977) de Charles y Ray Eames. pensables sin el papel estructu-
tación y, por esa razón, consi- El primero es un film casi ente- ral y constitutivo jugado por las
guió asumir con mayor radica- ramente conceptual del comien- imágenes (de la iconografía cien-
lidad la propuesta de un cine zo al fin, pero el momento privi- tífica, de la fotografía, del cine,
enteramente fundado en asocia- legiado está en aquel corte ex- de la televisión y de los nuevos
ciones «intelectuales» sin nece- traordinariamente preciso, que medios digitales). Esa segunda
sidad de apoyarse en una fábu- hace saltar de un hueso lanzado parte de la humanidad aprendió
la. Esas asociaciones ya apare- al aire por un primate a una no sólo a convivir con las imá-
cen en varios momentos de su sofisticada nave espacial del fu- genes sino también a pensar con
Kino-Glaz: Jizn Vrasplokh (Cine- turo, sintetizando (de manera las imágenes y a construir con
Ojo: la Vida de Improviso, 1924), visiblemente crítica) algunas de- ellas una civilización compleja e
sobre todo en la magnífica se- cenas de milenios de evolución incitante. A decir verdad, sola-
cuencia de la mujer que va a ha- tecnológica del hombre. Ese mente ahora estamos realmente
cer compras en la cooperativa. ejemplo elocuente muestra en condiciones de apreciar la
En esta secuencia, Vertov utiliza cómo una idea nace a partir de extensión y la profundidad de
el movimiento retroactivo de la la pura materialidad de los todo el acervo iconográfico
cámara y el montaje invertido carácteres brutos particulares: construído y acumulado por la
para alterar el proceso de pro- el diálogo de dos representacio- humanidad (a pesar de todas las
ducción económica (la carne, nes singulares produce una ima- prohibiciones), ya que recién
que estaba expuesta en el mer- gen generalizadora que supera ahora estamos en condiciones
cado, vuelve nuevamente al ma- las particularidades individuales de comprender la naturaleza
tadero y luego al cuerpo del ani- de sus constituyentes (Macha- más profunda del discurso ico-
mal muerto, haciendolo «resuci- do, 1982: 61-64; 1997: 195-196). Ya nográfico, eso que podríamos
tar»), repitiendo, de esa forma, el film de los Eames es una sín- llamar un lenguaje de las imáge-
el método de inversión analítica tesis magistral, en apenas nue- nes, capaz de permitirnos expre-
del proceso real, utilizado por ve minutos y medio de proyec- sar otras realidades, histórica-
Karl Marx en El Capital (el libro ción, de todo el conocimiento mente impedidas por la opresión
comienza con el análisis de la acumulado en el campo de las de la iconoclasia. Aprender a
mercancía y de esta vuelve al ciencias naturales. La idea increí- pensar con las imágenes (pero
modo de producción). Pero es en blemente simple consiste en ha- también con las palabras y los
Tchelovek s Kinoapparatom (El cer un zoom-out a partir de la sonidos, ya que el discurso de las
hombre de la Cámara, 1929) que imagen de un turista acostado en imágenes no es exclusivista; es
el proceso de asociaciones inte- la orilla del Lago Michigan hasta integrador y multimediático) tal
lectuales alcanza su más alto gra- los límites (conocidos) del uni- vez sea la condición sine qua non
do de elaboración, dando como verso y después un zoom-in a para el surgimiento de una ver-
resultado uno de los films más partir del mismo personaje en dadera y legítima civilización de
profundos de todos los tiempos, dirección del interior de su cuer- las imágenes y del espectáculo.
que incluye, al mismo tiempo, «el po, de sus células y moléculas,
ciclo de un día de trabajo, el ci- hasta el núcleo de los átomos
clo de la vida y de la muerte, la que lo constituyen y los límites
reflexión sobre la nueva socie- del conocimiento del mundo mi-
dad, sobre la situación cambian- croscópico.
te de la mujer, sobre la perma-
nencia de valores burgueses y de Si bien es cierto que una parte
pobreza bajo el socialismo y de considerable del mundo intelec-
ahí en más» (Burch, 1979: 94). tual se encuentra todavía petri-

diálogos
de la comunicación
Ivanov, Viatcheslav (1985).
«Eisenstein’s Montage of Hiero-
glyphic Signs». In: M. Blonsky (ed.)
On Signs. Baltimore: Johns Hopkins
University Press.
CITADAS

Baudrillard, Jean (1985). Jameson, Frederic (1997). Pós-moder-


Simulacres et simulation. nismo: A Lógica Cultural do Capitalis-
OBRAS

Paris: Galilée. mo Tardio. São Paulo: Ática.


__________ (1995). O
Crime Perfeito. Lisboa: Kevles, Bettyann (1998). Naked to the
Relógio d’Água. Bone. Medical Imaging in the
Twentieth Centur y. New York:
Besançon, Alain (1994). L’Image Addison-Wesley.
interdite: une histoire intellectuelle de
l’iconoclasme. Paris: Fayard. Machado, Arlindo (1982). Eisenstein:
Geometria do Êxtase. São Paulo:

A.Machado
Burch, Noël (1979). «Film’s Brasiliense.
Institutional Mode of Representation __________ (1997). Pré-cinemas &
and the Soviet Response». October, Pós-cinemas. Campinas: Papirus.
n°11, winter issue.
Mattos, Olgária Chaim Feres (1999).
Canclini, Néstor García (1998). Cul- «Um Mundo ao Revés». Folha de São
turas Híbridas. São Paulo: Edusp. Paulo, 07.11.99, Caderno Mais.

Car valho, José Jorge de (org.) Martin-Barbero, Jesús (1993). De los


(1995). Mutus Liber. São Paulo: Attar. Medios a las Mediaciones. Barcelona:
G.Gili.
Dagognet, François (1973). Écriture et
iconographie. Paris: J. Vrin. Michelson, Annette (org.) (1984).
__________ (1986). Philosophie de Kino-Eye. The Writings of Dziga
l’image. Paris: J. Vrin. Vertov. Berkeley: University of
__________ (1987). Étienne-Jules California Press.
Marey: la passion de la trace. Paris:
Hazan. Robin, Harry (1992). The Scientific
Image: From Cave to Computer. New
Debord, Guy (1997). A Sociedade do York: Harry N. Abrams.
Espetáculo. Rio de Janeiro:
Contraponto. Sicard, Monique (1998). La Fabrique
du regard. Paris: Odile Jacob.
Flusser, Vilém (1985). Filosofia da
Caixa Preta. São Paulo: Hucitec. Tufte, Edward (1990). Envisioning
Information. Cheshire: Graphic Press.
Fulchignoni, Enrico (1972) La
Civilisation de l’image. Paris: Payot. Wess, Alá (1989). «Structures
d’images en Islam». In: Maurice
Gómez, Guillermo Orozco (1991). Mourier (dir.). Comment vivre avec
«Del Acto al proceso de Ver Televi- l’image. Paris: Presses Univ. de
sión: Una Aproximación Epistemo- France.
lógica». Cuadernos de Comunicación
y Prácticas Sociales, nro. 2

Granet, Marcel (1968). La Pensée 63


chinoise. Paris: Aubin Michel.

62 63

Anda mungkin juga menyukai