Introducción.
No creo que sea una manifestación de algo meramente natural porque estas
crisis económicas son algo muy específico de una economía capitalista. Por
supuesto, desde los albores de la historia humana habido crisis económicas,
pero siempre han tenido que ver con desastres naturales, desastres en las
cosechas, faltas de carácter ético, ausencia de gente para trabajar duro y ser
productivos. Lo que es completamente diferente y peculiar de las crisis del
capitalismo es que tienden a ser crisis de especulación, crisis causadas no por
factores físicos concretos, ni únicamente por factores humanos, sino
precisamente fallos de los mecanismos abstractos del propio sistema. No es
necesario que uno sea anticapitalista para reconocer este fenómeno. Un buen
número de economistas completamente pro-capitalistas lo reconocen así. Así
pues, incluso desde los albores de la era capitalista hemos tenido este tipo de
crisis, piénsese en la burbuja del mar del sur en el siglo XVIII. Por tanto, estas
crisis son recurrentes. También es importante caer en la cuenta que el
capitalismo es algo inherentemente inestable, tiende a reorganizar la vida de
los pueblos para bien y para mal de forma muy dramática.
Hay algo cualitativamente nuevo sobre el tipo de crisis que estamos viendo hoy
y se debe a que la globalización ha acelerado el ritmo de los mercados libres
capitalistas, el capitalismo estuvo siempre en continua globalización pero
sabemos como a veces un proceso llega tan lejos que llega a percibirse como
algo cuantitativamente diferente, y creo que a esto es a lo que se refiere la
gente cuando habla de globalización, porque lo que vemos es que empresas
internacionales, movimientos internacionales de finanzas tan poderosos que
frecuentemente sobrepasan la capacidad de los gobiernos para reaccionar a
estos fenómenos, y esto tiende a colocar la propia vida política en crisis. En el
caso de la reciente crisis financiera, esto ciertamente tuvo algo que ver con la
velocidad de los flujos de capital internacionales y la forma en que el capital en
exceso de otras partes del mundo fluye hacia nuestro sistema occidental y lo
desestabiliza todo. Ahora pues, ¿qué lecciones, qué lecciones específicas,
podemos aprender, no sólo sobre nuestra economía capitalista como tal, desde
el inicio de la reciente crisis, sino también sobre la globalización?. Creo que hay
tres cosas sobre la reciente crisis en la banca que han afectado a todo el
mundo y son esas tres cosas en las que quiero centrarme. Todos nosotros
hemos registrado estas tres cosas de una forma bastante incipiente.
Y la tercera cosa que creo que nos golpea es cuál es ¿qué tipo de antropología
es la que está inserta en todo esto, que consideración del ser humano es la
que funciona aquí?. Seguimos utilizando la palabra codicia, egoísmo,
percibimos que estos son cada vez más dominantes en nuestra sociedad como
un todo, pero el problema no es que yo crea que el negocio tradicional ha sido
interrumpido por un espasmo de avaricia, el problema es mucho más que todo
el sistema en que vivimos en función de la primacía del propio interés y la del
egoísmo material. Esta es la forma en que opera y que periódicamente se nos
pone de manifiesto en glorioso technicolor y nos sentimos horrorizados. Así
pues, estas tres cosas - la cuestión de la abstracción, la naturaleza de la
empresa y la cuestión de la antropología (la cuestión de un modelo de la
naturaleza humana) - son el foco de mi charla de hoy.
La economía abstracta
Así que no creo que los números lo estén diciendo todo, y los números se
pueden utilizar de forma muy selectiva. Creo que esta abstracción lleva en gran
medida a la globalización, porque la globalización permite al capital financiero
moverse más y más rápido alrededor del mundo, permite que todo sea más y
más desagregado. Y en ese sentido la globalización fomenta esta acumulación
de riqueza completamente abstracta y una situación en la que nadie en las
finanzas sabe ya muy bien de que está hablando, y al final del día si no se
puede relacionar el capital abstracto de nuevo con algo material que, en última
instancia lo asegura, esto es precisamente parte de lo que tiende a dirigir al
sistema en los precios.
La necesidad de la empresa
Pero el problema en decir que el mercado sabe es que en este caso ninguna
persona en ningún momento sabe lo suficiente para cualquier situación de
seguridad. Una vez más, este es el problema del tiempo. Aunque al final el
mercado nos dirá dónde la oferta está satisfaciendo la demanda, esa
información va a llegar demasiado tarde para el especulador individual. Y aquí
es dónde, según yo lo veo, la mayoría de los economistas piensan que el papel
de la empresa entra en juego. La gente tiene que reunirse y cooperar
precisamente porque mediante la formación de una empresa puede crear
información económica relativamente estable, se puede crear por sí mismo un
nicho de mercado que se vuelve relativamente predecible, esta es la razón de
la empresa, esta es la razón por la que ahora la economía es principalmente la
economía institucional y no la economía pura de mercado. ¿Por qué entonces
se habla tanto, desde Margaret Thatcher, de economía libre mercado, del
retorno del modelo neoclásico?
Este es un pequeño misterio. Pero creo que la respuesta es más bien como la
respuesta de por qué tenemos un Sr. Dawkins cuando desde la década de los
70 ese tipo de cientificismo se ha hecho filosóficamente imposible. Desde la
década de los 70 sabemos que la ciencia es muy restringida en sus
conclusiones, sólo nos puede hablar acerca de ciertos tipos de cosas, incluso
esas cosas son realmente bastante inciertas y sujetas a todo tipo de revisiones
revolucionarias. ¿Por qué entonces es el modo completamente victoriano del
cientificismo de Dawkins puede tener tal impacto en la era post-moderna? La
respuesta es, creo, que éste es un fenómeno post-moderno en si mismo, es
una especie de kitsch post-moderno, es un reciclaje kitsch del modernismo. Y
lo que quiero decir con esto es que ya no hay ningún fundamento filosófico
para la posición de Dawkins, por lo que se convierte en una especie de “farol”,
se vuelve precisamente una especie de moda. Creo que exactamente lo mismo
es cierto sobre el neoliberalismo. Ningún economista de mercado, ni siquiera
de derechas, realmente cree de forma precisa en el neo-liberalismo. Pero es un
tipo de ideología fácil de entender y presentar, que comenzó con Reagan y
Thatcher, pero que no se refiere a lo que realmente está pasando.
Lo que realmente está pasando es el problema de la institución, el problema de
la empresa capitalista. Del mismo modo la cuestión de las instituciones de
gobierno - es el mismo problema. Y esta es la clave para el proyecto Blair, esta
es la clave del nuevo laborismo. Porque podríamos decir, bueno, si vemos la
importancia de la empresa, entonces vemos la importancia de la colaboración
humana después de todo, pero no un pedazo de ella, el problema es que todo
nuestro modelo económico heredado se basa en el individualismo y el
utilitarismo atómicos , no hay duda sobre esto, toda la disciplina de la
economía, el modo en que conforma políticas de gobierno, se basa en la idea
de que en el fondo todos somos personas egoístas principalmente
preocupadas por nuestro bienestar material tratando de maximizar nuestra
utilidad. Así que el conmutador de la economía para mirar a la empresa ha
tratado de leer la empresa aún en términos individualistas y utilitaristas. Esto
significa entonces que las empresas no pueden confiar en sus empleados,
tienen que tratar de manipularlos porque en realidad actuar colectivamente les
beneficiará de forma individual, pero ellos no necesariamente lo verán, por lo
que tenemos esta cultura de incentivos, bonos, evaluación de las personas,
empleando sin fin a personas que revisan a los demás empleados, esto va de
suyo en toda economía capitalista, pero también pasa en instituciones
gubernamentales, es absolutamente clave para la forma en que el nuevo
laborismo ha funcionado. Se asume, utilizando la teoría de la elección pública,
que, básicamente, las personas siempre se pondrán a si mismos en primer
lugar y pretenderán explotar la empresa en la que están. Mi visión es que esto
ha fastidiado totalmente el funcionamiento de la sociedad civil y ha fastidiado
bastante el funcionamiento de la economía y que finalmente ha conducido a la
total ruptura de cualquier elemento de una cultura de confianza dentro de la
ciudad de Londres.
Así que no hay nada natural en el tipo de economía de mercado que tenemos
en este momento. Incluso los economistas admiten que el mercado es artificial,
algo que tiene que ser creado por el Estado, por las leyes. Incluso los que
creen que es el tipo de mercado correcto, piensan eso. Yo no creo que sea el
tipo de mercado apropiado. Creo que está basado en lo que Marx llamó
acumulación primitiva: una expropiación inicial de los recursos y una
monopolización inicial de los recursos según lo registrado por James Stewart,
que era mucho más honesto sobre el proceso de la economía política escocesa
de lo que fue Adam Smith. Y cuando los escoceses pusieron rápidamente
estos nuevos principios en acción, una de las primeras cosas que hicieron fue
expropiar a todos los propietarios de algodón en el sur de Estados Unidos,
quebrantar todas las reglas de su caballerosidad y asegurarse de que todos los
beneficios volvían a Glasgow. Para mayor crédito de Adam Smith, Smith
comenzó a darse cuenta de que un nuevo tipo de proceso de monopolización
estaba creciendo, y trató de encontrar maneras de resistir a esa situación. Pero
lo principal es que el mercado se crea por una serie de leyes que consagran los
derechos de propiedad absoluta, que hacen el intercambio contractual
absolutamente irreemplazable por ninguna otra cosa, que tienden a inhibir las
formaciones de gremios y corporaciones, y que ponen restricciones sobre el
comercio . Es el propio gobierno y el egoísmo de la nación-estado lo que ha
creado para nosotros un tipo particular de mercado.
Gracias