Anda di halaman 1dari 62

LA MASONERÍA

SEGÚN SUS PROPIOS


DOCUMENTOS
Fray F. de Guadalupe O. P. D. G.

www.statveritas.com.ar
CAUSA Y PROPOSITOS DE ESTE LIBRO

La mayoría ignora la realidad sobre la Masonería, y gran parte hasta su existencia, mas todos o casi han
oído hablar de ella.
De aquí provienen tantas y dispares ideas sobre dicha entidad, que pueden concretarse en las siguientes
preguntas:

— ¿Existe la Masonería o es una leyenda?;


— Si verdaderamente existió, ¿es cosa del pasado o perdura aún?;
— ¿Se trata de agrupaciones que se desenvuelven en algunos países o es una asociación internacional?;
— ¿Es realmente secreta o solamente se trata de grupos que no trascienden?;
— ¿Es una sociedad de socorros mutuos y ayuda espiritual o interviene en política?;
— ¿Es religiosa, atea, anticristiana, liberal o indiferente?;
— ¿Qué organización y poder posee?;
— ¿No se trata, acaso, de una asociación de pobres individuos como los espiritistas, que para nada influyen en
la sociedad?;
— ¿Realmente es una fuerza tenebrosa y antinacional?

Todas estas preguntas y otras que, con mayor o menor interés, se hacen, pueden contestarse según las
experiencias y conocimientos que se posean, y podrían dilucidarse por medio de una serie de volúmenes que
autorizadas personalidades han publicado. Sin embargo, no todos pueden dedicarse a estos estudios y además,
muchos de esos libros, elaborados sobre una seria investigación de documentos, no publican los documentos.
Esta obrita se concreta a revelar una serie de documentos y a extraer de ellos las más evidentes e irreba-
tibles comprobaciones. Es decir, a aclarar lo que ellos mismos señalan.
Su fin es enriquecer la bibliografía correspondiente y hacer conocer al pueblo en general y a los mismos
masones, en particular, qué es la Masonería.
¿Cómo así? ¿Acaso los masones no saben de qué se trata la entidad a que pertenecen?
Aunque parezca absurdo y paradójico, así es nomás. El cincuenta por ciento de los masones desconoce a
la Masonería; pero no queremos adelantarnos, no deseamos aventurar juicios propios. Insistimos en que el
lector vea qué dice de sí misma la Masonería y forme su propio juicio.
Réstanos advertir que:

a) Nuestro fin no es atacar ni denigrar a los masones, así en forma global; por el contrario, deseamos
que muchos de ellos adviertan debidamente de qué se trata. Por esta causa hemos procedido con gran cautela y
mucha caridad, de tal modo que reproducimos documentos y firmas que no puedan comprometer a individuos
de existencia actual, a menos que se trate de personas públicamente conocidas como masones;

b) Ante escribano público se ha testimoniado la autenticidad de las fotografías al confrontarlas con los
documentos originales, con firmas autógrafas y algunos hasta con pie de imprenta;

c) Con los debidos recaudos, los documentos reproducidos y aquellos que no hemos querido publicar y
que abarcan la época inmediata y actual, se hallan dispuestos para afrontar cualquier manifestación de ―false-
dad‖.

De cómo y cuándo han podido llegar a nuestro poder tan reservados documentos, lo explicaremos luego
en capítulo aparte, como así la causa por la cual muchos que han escrito sobre la Masonería, en base a docu-
mentos examinados, no los hayan podido reproducir.

Fray E. de Guadalupe, O. P. D. G.

2
3
CAPITULO I

PRIMERAS REVELACIONES
Vemos que la ―plancha‖ (impresos oficiales de la Masonería) reproducida enfrente, es de fecha 27 de ju-
lio de 1911, cursada por el consejero del Interior del Gobierno Central de la Masonería en la Argentina, cuya
sede era Cangallo 1242 (Capital Federal), y que lleva, nada menos, el número 11.595.
— Dice: ―Masonería universal‖.
Tenemos aquí dos comprobaciones: que existe una entidad llamada Masonería, o, por lo menos, que existía en
nuestro país en 1911; y que es una asociación universal, es decir, de carácter internacional, cuya jefatura y sede
universal no se conocen, o, por lo menos, no aparecen en el documento.
— Más abajo: ―Familia argentina‖.
Indica esto que en diversas naciones o pueblos existen filiales de la Masonería, cada una de las cuales forma
como ―una familia‖. El término, en su verdadera acepción, demuestra que todos los asociados están ligados por
un vínculo solidísimo, extendido en forma universal. Lo cual en sí mismo no es malo, pero tengámoslo presen-
te al llegar a otras comprobaciones posteriores.
— Al costado figura la sede de la secretaría: ―Cangallo 1242‖.
Ello podría indicar que ―no hay secreto‖ en el desenvolvimiento de la entidad. No obstante, a pesar del carácter
que dice investir la institución, no se permite la entrada a quien no sea afiliado, y los mismos afiliados no pue-
den concurrir cuando lo desean.
— El lema: ―Ciencia - Justicia – Trabajo‖ parece manifestar que la asociación se dedica a especulaciones
científicas, a estudios de derecho (no es posible suponer que sea un tribunal de justicia, pues no cabe que en
ningún Estado soberano una asociación cualquiera se erija en depositaría y administradora de ella, lo cual im-
plicaría delito gravísimo y penado por las leyes) y a algunas tareas que caben dentro de la denominación de
trabajo, que pueden ser manuales o especulativos. Lo cierto es que el lema nada dice en concreto. Es, como
muchas cosas de la Masonería, ambiguo. Tampoco podemos suponer que se lo ha puesto así como así, como el
lechero que pinta una leyenda en su carrito o el club de barrio que elige una frase que muchas veces nada signi-
fica. Esto no puede ser. Como no podemos entrar a lo crítico o polémico, sino que queremos dilucidar lo que se
documenta, dejaremos que más adelante otras frases nos aclaren ésta.
— Viene en seguida: ―Gran Oriente‖ y ―Poder Ejecutivo de la Orden‖. Todo ello con abreviaturas segui-
das de tres puntos en triángulo.
Surge que:
Usan un lenguaje especial por medio de símbolos, uno de los cuales es el triángulo formado por tres
puntos;
La máxima autoridad parece ser una persona que se llama Gran Oriente y que es a la vez Poder Ejecuti-
vo, o bien que la autoridad suprema está integrada por dos entes que actúan solidariamente: un Gran Oriente y
un Poder Ejecutivo. No se puede deducir con claridad si hay subordinación de una hacia otra o si tienen ambos
igual poder, o si todo el poder está dividido en los dos entes. Quizá otros documentos nos aclaren algo;
La entidad es una Orden, es decir, una especie de hermandad al estilo de las religiosas de la Edad Me-
dia, las cuales siempre tienen una jerarquía tipo militar;
Se trata de cosa ridícula propia de individuos alucinados o bien de algo muy serio y poderoso. Pero no
caben términos medios. Si una entidad habla de Poder Ejecutivo, y además tiene Ministro del Interior (en este
dice Consejero del Interior, pero veremos en otros como figuran varios "ministros") es indudable que o son
unos delirantes que quieren dar la impresión de poseer un poderoso aparato o realmente tienen una poderosa
fuerza organizada como un Estado, dentro de los demás Estados...
— Luego tenemos: "Oriente de Buenos Aires, julio 27 de 1911 Era vulgar" (esto último con las iniciales E.
V. y los tres puntos).
Indica que:
Una palabra: Oriente, tiene un sentido simbólico, es decir, esotérico, oculto para los no iniciados. Por
tanto, para pertenecer a la Masonería hay que ser iniciado, en cosas ocultas;
Ellos no aceptan la Era Cristiana. Y taxativamente agregan que la fecha corresponde a la Era que el vul-
go acepta. Esto es mucho más importante de lo que supone a primera vista. Por de pronto, no cabe duda que es
una entidad anticristiana. ¿Cuál es el tiempo, su almanaque, su era? El documento no lo dice, pero nosotros
podríamos indicar que se guían por el calendario judío; mas, como no quieren advertir de esto a los recién ini-
ciados, comienzan solamente por señalar Era Vulgar. Lo de que se guían por el calendario judío tómese como
simple acotación nuestra y no como testimonio, ya que los documentos aun no lo prueban.
4
— Después: ―Al Ilustre Hermano Venerable de la Augusta y Respetable Logia‖, todo lo anterior impreso,
y con letra cursiva y tinta común: ―Hijos de Hiram‖.
Indica que:
Las filiales de la Masonería, distribuidas en pueblos y ciudades del país o países, desígnanse como Lo-
gias, y que cada una lleva un nombre específico;
Las comunicaciones no van dirigidas a los masones todos, sino solamente al jefe de cada Logia, es decir,
el Venerable. De aquí la manera de conservar el secreto, ya que, fuera del Venerable, solamente el secretario
conoce cada plancha. Si el primitivo poseedor de estos documentos no hubiese llegado al grado de venerable o
secretario, jamás las habríamos conocido. Podría replicarse que muchas comunicaciones entre entidades se
dirigen a los presidentes o secretarios de las mismas, pero no se olvide que siempre contienen la fórmula: ―para
que por vuestro intermedio hagáis conocer a los asociados‖, etcétera, y que tales notas están a disposición de
todos...;
Llamarse Hijos de Hiram (Hiram no es nombre cristiano) es, según se ve, timbre de honor para los ma-
sones. Hasta aquí el hecho documental. Nosotros agregamos, a simple título informativo, que, según la fábula o
mitología masónica, Hiram es descendiente directo de Caín, el cual a su vez fué engendrado en Eva por Sa-
tanás... por lo cual, todo masón es hijo espiritual del Demonio. Por cierto que esta fábula no la conocen todos
los masones, sino solamente los que llegan al grado 18 (rosacruz) y tampoco en todas las ramas de la Masoner-
ía, como, por ejemplo, la del Rito de Mizraim, exclusiva para judíos o judaizados.
— Luego: ―Salud, Fraternidad, Unión‖ (S, tres puntos; F, ídem; U, ídem).
Todo muy agradable. En especial esa palabra, lema de la Revolución Francesa, Fraternidad, que la ve-
remos repetida hasta el cansancio.
— Y antes de pasar al texto, sin mayor importancia, comparado con otros, vayamos al pie: Un sello que
tiene un símbolo: un compás cruzado por una escuadra y una leyenda que dice: ―Departamento del Interior‖.
Confirma lo ya expresado. Luego debajo de: ―El Consejero del Interior‖, un sello con la firma autógrafa del titu-
lar del departamento.
— Veamos ahora el texto, que el lector puede leer perfectamente en la reproducción fotográfica y extrai-
gamos las evidencias patentes e irrebatibles:

1ª La Masonería ordena a todos sus afiliados, argentinos y extranjeros, se inscriban para partici-
par en las elecciones, para que puedan votar los candidatos que ordene la institución, y, por ende, es
una entidad que actúa directamente en política y como no lo hace como partido, no representa al pue-
blo ni actúa públicamente;

2ª Que por este procedimiento los candidatos que el pueblo cree elegir no responden en muchos
casos a las autoridades de su partidora su plataforma y directivas, sino a la orden de las Logias...

Crítica de lo anterior

Como el valor de este libro es principalmente el documental, nosotros mismos nos adelantaremos a las
críticas u objeciones que espíritus excesivamente suspicaces o los mismos masones le opondrán para invalidar-
lo.
Como lo que surge del documento no tiene posibilidad de discusión en contrario, podrá tacharse de fal-
so al mismo. En efecto, a tanto ha llegado la perfidia y la astucia del hombre que se han efectuado trucos fo-
tográficos de tal modo que con trozos de diversos documentos se ha dado la impresión de uno que jamás exis-
tió, e incluso se han efectuado falsificaciones que durante un tiempo han podido engañar. Mas, simultánea-
mente, la verdad y la honestidad cuentan con recursos científicos para abrirse camino y, por medio de análisis
químicos y espectroscópicos de tintas y papeles, pericias caligráficas y pericias comparativas, se llega al esclare-
cimiento: la afirmación de la autenticidad o de la falsificación. En este primer documento (que la fotografía es
auténtica, y no un truco, lo prueba el testimonio ante escribano público y testigos) podría rebatirse que ha sido
impreso en la actualidad usando todos los símbolos y estilos masónicos, ya que el sello de goma puede hacerse
también actualmente y, desgraciadamente, la firma no es de puño y letra, sino también un sello hecho sobre
firma autógrafa. Pero, por fortuna, hay dos detalles valiosísimos:

1° El papel. Hoy no se consigue exactamente el mismo. Es casi una prueba, pero podría haberse
impreso en papel viejo, lo cual en análisis pericial sería revelado;
5
2° Hijos de Hiram está escrito de puño y letra, y la pericia caligráfica comprueba que la trazó un
hombre, fallecido, cuya firma aparece no sólo en documentos masónicos, sino en papeles públicos de
hace 39 años. Y no es posible que en el año 1951 se llame a escribir a un hombre ya desaparecido... Nota.
Al dorso de la plancha fotografiada, aparece la reproducción del articulado de la ley electoral, lo cual no
tiene importancia.

Conclusiones

De lo vista y examinado se puede afirmar:

a) La Masonería existe; b) Es internacional;

c) En nuestro país actúa y posee filiales (Logias);

d) Usa fórmulas esotéricas, secretas;

e) No es fácil deducir quién posee la autoridad suprema;

f) Es una orden con disciplina jerárquica;

g) O es una asociación de fatuos o es un terrible poder organizado como un Estado, que actúa como
elemento extraño dentro de los Estados;

h) Para pertenecer a la misma hay que ser iniciado;

i) No es entidad Cristiana, antes bien contraria;

j) Que las filiales se llaman Logias y Taller;

k) Que no todos los masones conocen la forma y el texto de las órdenes o sugerencias que reciben;

l) Que, entre otras designaciones (Hermanos), usan el de Hijo de Hiram;

ll) Que interviene en política, pero no en forma visible.

6
7
CAPITULO II

PLANCHA CON FIRMA DE PUÑO Y LETRA


La fotografía pertenece a la circular N° 1.310 del Poder Ejecutivo de la Masonería Argentina, cursada el
26 de marzo de 1908 y con firma autógrafa del Consejero del Interior de la institución. No haremos el análisis
de pruebas ya consideradas en el documento anterior, pero debemos destacar un detalle importantísimo que
surge del cotejo de aquélla con esta plancha.
Adviértase que esta circular es anterior en tres años (1908) a la otra (1911).
Pues bien, en esta no dice: ―Masonería Universal‖, sino ―Masonería Argentina‖.
¿A qué obedece este cambio fundamental? Pues al hecho de que la entidad nunca presenta de inmediato
sus fines últimos, para captar más fácilmente a los individuos.
Gran cantidad de personas de patriotismo innato, y en especial militares y marinos, se resistirían a in-
gresar a una asociación de carácter internacional y entonces (cuando el terreno aun no está bien preparado o
no se cuenta con gran cantidad de adherentes y es necesario agrupar a muchos más) se la presenta como una
asociación argentina y, cuando más, se les dice a los masones que en otros países existen asociaciones similares
con las cuales se mantienen relaciones de hermandad.
Quiere decir que en 1911 ya poseía tal poder y suficiente cantidad de hermanos que pudo manifestar que
no es nacional, sino universal.

Nos prueba lo anterior

1° — Que la Masonería varía de un año a otro (y, como veremos después, de uno a otro país y hasta de
pueblo a pueblo) en su conducta, en sus normas, en sus ritos, etcétera.
Parecería, pues, que no posee principios firmes ni fines determinados. Aquí está una de sus terribles
trampas. Tiene principios inmutables y fines estrictamente determinados, pero gran flexibilidad y astucia para
cambiar las formas, lo accidental. Es así que de pronto ordena votar a determinados candidatos socialistas y de
pronto a un candidato de un partido católico.
¿Es que en un momento fué atea y socialista y de pronto varía hacia el cristianismo? No tal. En un mo-
mento los socialistas servirían sus fines y en el otro le convenía que un católico (por supuesto que masonizado
y dócil a las sugerencias) presentase determinado proyecto que, por provenir de un cristiano, no alertaría a la
sociedad.
En España ocurrió un suceso aleccionador entre el 35 y el 38. Nada menos que un presidente de Acción
Católica apoyaba en forma harto sospechosa a los republicanos y muchos de buen olfato lo sindicaron como a
masonizado. Pero fué defendido sosteniéndose que políticamente podía estar quizá equivocado, pero que era
un buen cristiano. Estalló la guerra civil y este señor se plegó a los rojos, y durante un avance nacionalista se
capturó el archivo de una logia del lugar donde residía el ex presidente de Acción Católica. Los documentos
dijeron que el tal era un iniciado...
2° — Que la Masonería oculta a los adeptos la mayor parte de su estructura, fines y acción, y poco a po-
co, según el individuo y la oportunidad, le indican que aquello no era así, sino de este otro modo.
Con estos datos no debe asombrar un hecho inaudito: la inmensa mayoría de los masones ignora dónde
reside el Gobierno Central y sólo unos pocos, quizá no sean más de doscientos, saben que está en Suiza, casi
seguramente en Ginebra1. Y menos aún —no pasarán de diez, a lo sumo quince personas— quienes conocen o
creer conocer al o a los jefes supremos que integran tal gobierno, el más poderoso de la tierra, pues sin flotas ni
ejércitos dispone con sus órganos de los ejércitos, flotas, policías, parlamentos, etcétera, de casi todo el mun-
do...

Pero volvamos a la circular, encabezada con la sigla: ―A L G D G A D U‖, con los consabidos tres punti-
tos.
Su significado es: ―A la gloria del Gran Arquitecto del Universo‖.

1Según eruditos, Ginebra fué durante las últimas décadas la sede del Gran Oriente Universal, más por recientes estudios y
actos se ha arribado a la certeza de que el supremo comando de la Masonería ha sido radicado, no hace mucho, en Estados
Unidos de Norteamérica. Con igual seguridad no puede afirmarse si su sede es New York o Chicago, si bien todos se incli-
nan a lo primero, en especial por el estricto control masónico sobre la U. N.
8
Y aquí tenemos paño para cortar, pues mucho dice, a saber:

1° — La Masonería es una religión. En efecto, luchar por la gloria del Supremo Hacedor y su reino, es
religiosidad; es subordinar el pensamiento, los sentimientos y la acción a las normas de ese Ser Supremo. Sen-
tirse obrero o hijo de Dios es saberse individuo de singular y superior jerarquía.

De aquí provienen dos efectos evidentes y palpables:

a) El tremendo y casi imbatible poder de la Masonería.


A pesar de las ya caídas teorías del materialismo histórico y de que el factor económico mueve a los
hombres y pueblos, que durante un tiempo engañaron a muchos, hoy se refirma por la historia, la filosofía y los
hechos, que la religión mueve a los hombres, los pueblos, provoca las luchas y las guerras, modifica las cos-
tumbres, etcétera.
Según la religiosidad y grado de la misma que posee el individuo, resulta su conducta. Y así los pueblos.
Los grandes pueblos se movieron a impulsos de una mística y cayeron cuando perdieron fe en su creencia. Los
mismos imperialismos de conquista o de apetitos económicos fueron y son impulsados por su postura religiosa:
quieren imponer a los otros sus normas y las normas provienen de una religión o antireligión.
El católico sincero sabe que la usura es robo y no prestará a alto interés, por lo cual no se enriquecerá
desmedidamente a costa del capital, o bien invertirá éste en forma noble; en cambio el judío practicante debe
cumplir el mandato del Talmud que le impide prestar a interés a los otros judíos y lo obliga a practicar la usura
con los que ellos llaman gentiles (cristianos, mahometanos, etcétera).
Un espíritu primario o poco advertido dirá: ―factores económicos‖; o bien: ―éste es hábil para los nego-
cios y por eso prospera, en cambio aquél no sirve para ello‖. Pero la realidad es: factor religioso.
Generalmente se odia al judío porque es usurero. Los efectos son perniciosos sin duda, pero el móvil del
judío en sí, no es la maldad. Él tiene que cumplir con su religión (y en este aspecto no le pide sacrificios, claro
es...) porque según su religión tienen que dominar a todos los pueblos y uno de los medios de debilitarlos es
empobrecerlos por la usura. Factor económico, sí, pero como medio. El motor y el fin es lo religioso.
Considerado todo esto y agregado el secreto de la Masonería, se comprenderá el origen de su potencia.

b) Siendo la entidad una iglesia, los masones son religiosos; pero, ¿cómo es que, en general, se dicen no
sujetos a prácticas religiosas y muchos son indiferentes o casi ateos?
Porque, por una parte, no pueden practicar ninguna religión que el mundo conoce, ya que la de ellos es
contraria, y, por otra, tenemos que la Masonería posee varias Ramas y Grados, de modo que caben ateos y
aparentes cristianos, pero todos cumplen los ritos masónicos y todos, a sabiendas o no, promueven la Religión
Masónica.
De esto y un detalle que veremos en seguida aparece una conducta típicamente masónica que sirve de
guía al ojo avizor y espíritu advertido: los verdaderos masones, conscientes de su religión, que es secreta y que
la inmensa mayoría de la humanidad, los profanos, no tiene luces para entender, se conducen como seres su-
periores entre pobrecitos individuos que para ellos son entes inferiores, casi animales e ignorantes, algunos
pasibles de ser iluminados si entran al Templo masónico...
Es una superioridad recatada, que tratan de disimular, pero que emana de sus gestos, de sus palabras,
de su circunspección o del ataque irónico, despectivo, según el caso o la personita con que tratan.
Esta conducta prueba que están poseídos de una mística, pues, variando los grados, es típica de todo
hombre de fe. El judío, convencido de que sólo él es hijo de Dios y posee la verdad, trata al goin (gentiles) como
a incapaz e inferior —en su fuero íntimo— y está convencido que le debe subordinación y obediencia. El ma-
hometano, combativo y menos prudente, desprecia y ataca abiertamente, si puede, al que no sigue el Corán.
Podríamos continuar con la lista, destacando la excepción del católico (muchos protestantes caen en la
postura judía, mahometana o masónica) por la caridad que es el signo distintivo en el que insistía Cristo y que
tanto recomendaba San Pablo. El católico sabe que cualquier criatura, sea cual sea su condición, estado o reli-
gión, es tan digna como él por naturaleza y trata o debe tratar a todos y cualesquiera como a un igual.
Cuando se halla frente a otro que no tiene su fe, no se envanece ni considera superior, pues conoce dos
cosas:
Que la fe es gracia de Dios y no mérito propio;
Que puede perder la fe en cualquier instante, y especialmente si procede con soberbia.

9
2° — El Ser Supremo o al que ellos tributan acatamiento y gloria no es Dios, o por lo menos no le dan tal
nombre, sino el de Gran Arquitecto del Universo.
¿Cuál es la causa? Hay dos, una evidente y la otra oculta.
Tomaremos solamente la primera, dado el carácter documental de esta obra. La segunda la dilucidare-
mos, si Dios quiere, junto con varias y distintas cuestiones en un próximo libro.
Adorando al Gran Arquitecto, los individuos de cierto carácter religioso (no muy firme, por cierto) y de
diversas creencias pueden afiliarse con tranquilidad de conciencia, ya que la Masonería adora a Dios, pues la
cuestión nombre no le hace... y así son captados cristianos y judíos, mahometanos y budistas, paganos e idóla-
tras.
En esta forma no se hace cuestión de dogma y se va a esa pretendida Unión universal de todas las reli-
giones.
De aquí que no mientan algunos masones de buena fe cuando se les enrostra la irreligiosidad de la sec-
ta:
—Nosotros somos creyentes, obedecemos a un Ser Supremo y somos más religiosos que muchos de us-
tedes.
Cierto en parte, pero convendría saber algo más de esa esotérica religión.
La segunda causa no puede ser examinada a fondo por falta de prueba completa, pero téngase en cuenta
lo siguiente, y sáquense conclusiones.

1° No siguen la Era Cristiana; por tanto, su Arquitecto no es el Dios cristiano ni Cristo es Dios
para ellos;
2° Se llaman Hijos de Hiram, éste desciende de Caín y éste —según ellos—de Satanás;
3° Los judíos no se afilian en ningún país a las Logias de los ritos comunes, sino que poseen una
rama especial (Mizraim), con rito distinto y no invocan al S. Arquitecto, sino a Jehová.

* * *

Dice más abajo la circular: ―Gobierno Simbólico‖.


Símbolo es aquello que no es lo que parece ser, sino su representación, su figura.
La bandera es un símbolo. No es la Patria; la representa y por ello se la venera como a aquélla.
Significa entonces que lo que parece ser el gobierno de la Masonería, no lo es, sino que representa a
otro poder. Exacto: al de Ginebra...2
Luego: ―Poder Ejecutivo‖, es decir, el que ordena según aquello que dispone el Gobierno Simbólico (aun
en esa fecha no estaba constituido el Gran Oriente), que a su vez recibe mandatos de otro más oculto y lejano
aún.
Como puede apreciarse, es una cadena infranqueable para el mundo profano, para los iniciados, y hasta
para grados más elevados de la Masonería.

* * *

El texto de la circular confirma la preocupación de la Masonería por dirigir la política del país.
Conviene destacar lo siguiente:

1° Dice que algunos hermanos han ―Solicitado consejo‖;


2° La Orden ―Ha resuelto‖, ―Deben‖, ―Se constituirán‖, todo en tono imperativo;
3° ―La Masonería no es un partido político ni lo será nunca‖.

Adviértase la habilidad y doblez con que se procede —como en lo religioso— pues ordena tal y cual cosa
en lo político, pero por una parte aparece como respondiendo solamente a un consejo que se le ha pedido y por
otra insiste que no es entidad política.
Al captar a un individuo para las Logias, se le asegura que la Masonería nada tiene que ver con la políti-
ca y que está prohibido hablar de ella. Lo mismo reiteran siempre todos los masones. Y ya vemos cómo es en
verdad. Los afiliados no pueden hablar ni discutir de política, pero las autoridades simbólicas y secretas les
ordenan qué es lo que deben hacer políticamente.

2 O, casi seguro, de Nueva York.


10
No es un partido político. Pero posee el mayor poder al manejar a todos.
Dada la habilidad con que se procede, infinidad de masones no perciben el juego y cuando, al alcanzar
grados elevados o por otras causas, se percatan de la realidad, algunos se retiran, otros están tan masonizados
que les parece bien, y el resto se calla y se queda, pues puede perder posiciones, cargos, etcétera.
Por último, la firma. Reiteramos que es autógrafa y pertenece a un individuo fallecido, cuyo nombre,
Tomás J. Izurzu, aparece con cien más subscribiendo una nota pro candidatura de Juan B. Justo y Alfredo L.
Palacios, como ya veremos.

Conclusiones

De lo examinado se desprende que:

a) La Masonería varía en conducta y normas;

b) Oculta a sus adeptos su estructura verdadera, fines y acción;

c) Es una religión;

d) Posee el poder que dimana de una mística;

e) Los masones sirven a esa mística, aunque se supongan ateos o de otras religiones;

f) El masón místico se supone un ser superior al común y a los demás los considera como seres inferio-
res;

g) Su Ser Supremo no es Dios; Cristo no es Dios para la secta;

h) Tiene un gobierno simbólico;

i) Ordena la acción política de sus afiliados;

j) Procede con doblez y astucia.

11
12
CAPITULO III

LIBERALISMO, DICTADURA Y TODO UN PODER DE ESTADO


En la plancha del 27 de julio de 1906, cuya fotografía aparece enfrente, examinaremos nuevas eviden-
cias, pasando por alto detalles conocidos por las anteriores.
Tenemos que:

El ―Poder Ejecutivo decreta‖ y cuál es ese Poder en su organización aparece claro: el Gran Maestre con
sus ministros, en esa fecha tres: de Gobierno, de Relaciones Exteriores y de Hacienda;
Propugna el liberalismo;
En ciertas oportunidades realiza conferencias públicas, mas, según el contexto, se desarrollan de acuer-
do con especialísimos controles, a saber:

a) Cada Logia está obligada a auspiciar una determinada conferencia, pero:


b) El orador es designado por el Poder Ejecutivo;
c) Los invitados serán masones y portarán tarjetas debidamente selladas;
d) Podrán asistir profanos, invitados por un masón que se hace responsable;

La Masonería lleva, como una Nación, un presupuesto; ídem, libro de acuerdos.

Conclusiones

1ª — Aparece ya, con mayor evidencia, como Poder organizado como un Estado y no parece ser fatuidad
o cosa de niños, sino algo realmente poderoso.

2ª — Su ideología es liberal, por lo cual está contra el catolicismo y toda otra ideología.

3ª — Su poder supremo es Él Gran Maestre (P. E.), especie de soberano.

4ª — No obstante el liberalismo que propugna en lo ideológico, actúa como un Estado dictatorial en que
impone normas y recaudos a los poderes subordinados (Logias), pero sin que los masones en general se perca-
ten de ello.

5ª — Lo que la Masonería considera público, es algo estrechamente cerrado, controlado y vigilado, lo


cual prueba que actúa en secreto.

13
14
CAPITULO IV

POLÍTICA, LIBERALISMO, DIVORCIO, SECRETO


La plancha 13.183, del 18 de marzo de 1912, revela:

1° — La Masonería conocía los proyectos que en próximo período iba a tratar la Legislatura argentina.
2° — Propugna el divorcio.
3° — Ordena auspiciar y (por ende) votar candidatos liberales.
4° — (―Pero en forma profana‖), los ciudadanos jamás deben percibir que reciben inspiraciones de la
Masonería, prueba de doblez y secretismo.
5° — El que antes era Ministro de Gobierno, ahora, en 1912, es Ministro del Interior, lo cual indica:

a) Que existen variaciones en designaciones (ya vimos antes otro aspecto);


b) Que en 1912 la Masonería en la Argentina era tan poderosa que dejó de ser Provincia masónica (ten-
ía antes Ministro de Gobierno) para ser considerada Potencia masónica (tiene ya Ministro del Interior). Con-
viene advertir, no como prueba pero sí como necesario antecedente, que cuando la Masonería tiene poco poder
en algunos países, depende de otra potencia masónica y cuando su potencial es muy grande alcanza el grado de
Nación. Actualmente, Estados Unidos de Norteamérica posee dos potencias masónicas, una de las cuales con
provincia en Alaska.

Conclusiones

1ª — La Masonería conoce a veces por anticipado lo que resolverán o tratarán los gobiernos.

2ª — Es inmoral, por lo menos en sociedades cristianas.

3ª — Determina a quiénes deben votar sus afiliados.

4ª — El masón es, debe serlo aun sin saberlo y sin quererlo, individuo desleal para su partido político,
pues no vota los candidatos del mismo, sino aquellos que le ordena la Logia.

5ª — Procede con doblez y secretísimo.

6ª — Varía la terminología, según grados y jerarquías.

15
16
CAPITULO V

LO INAUDITO: UN PODER SECRETO LLEVA EL CENSO IDEOLÓGICO


DE LOS FUNCIONARIOS
La plancha 99, del 22 de agosto de 1907, es prueba terminante que se trata de un poder perfectamente
organizado como un Estado dentro de los Estados y que no es juego de ilusos.
En efecto; con toda seriedad ordena levantar un Censo ideológico (secreto, por supuesto) y de religio-
nes.
Medite el lector la causa de este último y deduzca por sí mismo.
En cuanto al ideológico de toda clase de funcionarios, prueba que llevan un control que ningún país rea-
liza.
Las consecuencias de este fichero secreto son obvias: determinados funcionarios son movidos sin moti-
vos y otros, sin méritos, ascienden a puestos claves. Basta que un masón llegue a ministro para que de inmedia-
to sepa, sin muchas consultas, a quiénes debe sacar y a cuáles ascender.
Además, otra serie de maniobras derivan de estos censos.
Aunque deseamos ser breves al máximo, en parte para no diluirnos en comentarios que restarían fuerza
a todo lo que surge patente de los documentos, cabe hacerse una pregunta, y es ésta:
—¿ Qué se diría de un gobierno que exigiese el censo ideológico de sus habitantes, sobre todo en los paí-
ses liberales?

17
18
19
CAPITULO VI

DIARIOS MASÓNICOS
Muchos conocen y es evidente, por los documentos examinados, que la Masonería influye y orienta di-
versas actividades, tanto políticas como sociales, religiosas, o mejor dicho antirreligiosas, económicas, etcétera,
y que difunde sus ideales u orientaciones por intermedio de publicaciones cuyos directores, o empresa o redac-
tores le obedecen, todo ello sin que los ciudadanos en general, es decir, el pueblo, conozcan el motivo u origen
de las sugerencias que reciben.
No obstante, sobre el particular existen dos cuestiones que deben señalarse:
1° No le basta a la Masonería influir sobre diarios, periódicos y revistas, sino que necesita poseer órga-
nos absolutamente masones para el vulgo, además de sus publicaciones especiales y secretas para los hermanos
de la secta; 2° Faltaba una prueba documental e irrebatible. Pues bien, el documento que reproducimos de-
muestra cabalmente lo anterior. Los comentarios huelgan y otro documento del Partido Liberal del año 1906
cita al diario La Reforma como órgano oficial del mismo, lo cual indica, además de la conexión entre aquel par-
tido y la masonería, que lo propuesto en 1905 fué un hecho en 1906.

Conclusiones

1ª — Existen diarios creados, sostenidos y dirigidos por la Masonería, pero de tal forma que el pueblo y
el lector lo ignoran.

2ª — Estos órganos difunden el liberalismo.

20
21
CAPITULO VII

PARTIDOS MASÓNICOS
El documento reproducido no pertenece a la Masonería, sino a un partido liberal de la Capital Federal,
pero tiene íntima relación con la secta, y ayuda a ciertas comprobaciones o las refirma como en lo referente a
que la Masonería actúa en política.
Veamos las relaciones evidentes:

1° Por decreto se ordena auspiciar candidatos liberales (plancha 13.183, del año 1912, ya repro-
ducida en la página 30) y aquí se trata de un partido liberal;

2° El diario que informará oficialmente será La Reforma,


y ya hemos apreciado de qué se trata;

3° El presidente, Garrigós, y el secretario, Verri, son ambos masones, según lo prueban otros do-
cumentos;

4° Por diversos proyectos y resoluciones que señalan planchas y notas que veremos, la Masoner-
ía sintió necesidad de poseer —además de diarios propios— partidos políticos de uso particular.
Es evidente que uno de ellos fué el llamado Liberal, y que abrió el camino al Partido Socialista.

Conclusiones

1ª — La Masonería crea partidos políticos de uso particular.

2ª — Aunque, por lo general, los altos jefes de la Masonería no figuren ostensiblemente en política, en
ciertas circunstancias algunos de ellos lo hacen, lo cual indica que reciben mandato para ello.

Comentario

La política nacional, desde la Revolución de Mayo, se catalizó en dos grupos: el tradicionalista, poste-
riormente designado Federal, y el liberal, luego llamado Unitario. Después del 53 y pasado el vendaval que se-
gregó a Buenos Aires del país, las distintas agrupaciones volvieron a integrarse en dos grandes partidos: el
Conservador, que, por rara ironía, era el continuador del unitario, del liberal, y la Unión Cívica (luego Radical),
que recogía la bandera federal y tradicionalista.
En ambos partidos había infiltraciones masónicas y ambos cumplían directivas de la secta para alejar-
nos de la tradición, la religión y la soberanía. Pero, partidos populares y en parte obedientes al deseo del pue-
blo, no podían desarrollar el liberalismo extremo que es la meta inmediata de la Masonería.
De allí proviene el crear pequeños partidos (jamás pueden ser numerosos, pues el pueblo no los sigue)
que abren la marcha e introducen en los municipios, las legislaturas y gobiernos medidas tan inmorales, que el
país las rechaza. A la Masonería no le importa eso: el partidito ha cumplido su misión y el pueblo no puede im-
portarle nada a los grandes partidos que, no obstante, han apoyado lo solicitado por el minúsculo. Tras el Par-
tido Liberal vino otro intento, como lo prueba el próximo documento.

22
23
CAPITULO VIII

EL PARTIDO SOCIALISTA
La fotografía reproduce una nota de neto carácter político y masónico, aunque no oficial de la Masoner-
ía, circunstancia ésta muy sugerente.

Pruebas

1ª — Que es político lo revela con claridad el texto que solicita propaganda y voto por dos determinados
candidatos.
2ª — Que no es un documento oficial de la Masonería se prueba porque no lleva las fórmulas de las
planchas de los poderes centrales, ni de Logia alguna, ni firma en carácter de funcionario de la secta.
3a — Que es masónico se demuestra por:

a) El encabezamiento: ―Valle‖, ―Era Vulgar‖, ―Ilustre hermano‖, y los tres puntos;


b) Por el texto;
c) Porque va dirigida únicamente a determinados masones, quienes harán la propaganda entre
otros masones y entre liberales, es decir, que se usó el mismo expediente que para el curso de
notas oficiales y secretas;
d) Los que subscriben son masones, pero de alto grado, de jerarquía y, por ende, acatados. Nóte-
se, por ejemplo: Serp era ministro de Hacienda del gobierno masónico en 1906 (plancha repro-
ducida) ; Agustín Alvarez es quien recibe el pedido, y lo contesta autorizando, de la empresa del
diario La Reforma; Constante Verri era el secretario del Partido Liberal; Tomás Izurzu fué luego
ministro del Interior del gobierno de la Masonería (1912); Barrenechea había sido nada menos
que Gran Oriente en 1902; Santiago R. Gallegos ya ocupaba alto grado en 1903; Martínez era
Venerable de la Logia Regeneración en 1906; José Falsetti, en el mismo año, Venerable de la Lo-
gia Roma; Genaro García era (1906) Venerable de la Logia Unión Argentina, y los demás no
eran tampoco masones comunes, pues ocuparon, antes o después, cargos elevados.

Consideraciones

La primera es que recién luego de conocer documentos de esta clase se comprende el misterio que en la
política argentina significaba el Partido Socialista. En efecto, de postura y contenido exótico, de plataforma
inadmisible para nosotros, sin contar con apoyo popular, el Partido Socialista lograba bancas en el Parlamento
y en una u otra forma los diarios, las instituciones y hasta los gobiernos lo trataban un poco como a la niña bo-
nita y otro poco como al niño travieso.
Así, entre bromas y veras, se le hacía el ambiente donde no lo tenía y se le admitían a sus legisladores
desmanes contra la religión, la tradición y hasta la violación flagrante de preceptos constitucionales3.
Ese precioso documento aclara todo. La Masonería y los masones movían al Partido Socialista.
Simultáneamente, se explica otro contrasentido de ese partido adventicio que jamás poseyó caudal pro-
pio: en efecto, se proclamó partido de los proletarios y jamás contó con las masas trabajadoras y en cambio sus
filas se nutrían de abogados, periodistas, profesores, banqueros, grandes comerciantes, médicos, altos funcio-
narios, etcétera.
Conociendo que la Masonería no cuenta con afiliados entre el pueblo común, ni obrero ni campesino, ni
clase proletaria y, en cambio, su caudal proviene de los profesionales ricos, los comerciantes y banqueros, los
funcionarios destacados, y viendo la íntima conexión entre Masonería y socialismo, todo se aclara de inmedia-
to.
Réstanos advertir sobre lo que llamamos circunstancia sugerente, al referirnos al hecho de que no sien-
do documento oficial de la Masonería era, no obstante, masónico.
Nos extenderemos sobre el particular, pues ello servirá para señalar las cambiantes fases de la Masoner-
ía, que des-orientan al profano que desea investigar sus misterios y que sirve a la secta para engañar adeptos.

3 Violando la Constitución, se permitió la incorporación de legisladores que no cumplían el juramento establecido...


24
Afirman, la Masonería y los masones, que la secta no se inmiscuye ni actúa en política y que deja a cada
afiliado en libertad de acción sobre el particular, exigiendo únicamente que ninguno provoque cuestiones polí-
ticas en las Logias.
Esto creen sinceramente los recién iniciados (grados 1 y 3), y quizá hasta los del grado 9, pero según nos
han probado los documentos, la Masonería actúa en política, ordena propaganda y voto para determinados
partidos y hombres, e impone la política liberal. Claro que el mecanismo es hábil. El Gran Oriente ordena por
decreto a los Venerables y éstos no proceden transmitiendo el mandato como tal en la Logia, sino que comen-
tan la conveniencia de..., etcétera. A su vez, los logistas van convenciendo a los iniciados. Se presenta todo co-
mo cuestión de doctrina, de conveniencia o de hermandad y los adeptos no pueden protestar, primero porque
no se admiten cuestiones políticas, y luego porque, convencidos de buena fe, no alcanzan a conocer la manio-
bra.
En el caso documentado, el juego queda a la vista. La Masonería vuelca su poderío a favor de Juan B.
Justo y Alfredo L. Palacios, pero si lo hiciera en forma oficial, muchos hermanos de grados inferiores y la ma-
yoría de los iniciados se retirarían, protestarían y hasta divulgarían la causa. Es entonces cuando se procede
con una nota como la que hemos visto. Los masones bien enterados (desde el grado Rosacruz o 18 en adelante)
trabajan con ahinco sobre sus hermanos menores y sobre los liberales, y la campaña está hecha.
Si alguno protesta, se le advierte que los masones tienen libertad política y que los hermanos que han
propugnado tales candidaturas lo han hecho usando de esa libertad...
Y estas mismas cuestiones le sirven a la Masonería para pulsar el estado del pueblo masónico y percibir
hasta qué grado admite imposiciones. Por otra parte, quedan marcados los díscolos, que jamás alcanzarán el
grado 18, a menos que, por azares de la política o de la fortuna, llegue a un ministerio. Entonces de golpe as-
cenderá a grado 21 y hasta 33, pero como no ha pasado por otros grados, los verdaderos jefes saben cómo hay
que tratarlo.
Bien; nos desviamos de lo exclusivamente documental, y es necesario volver a ello.

Conclusiones

1ª — La Masonería actúa en y políticamente.


2ª — Usa de gran astucia y procede con doblez.
3ª — Sostiene especialmente al Partido Socialista.
4ª — En nuestro país, dos legisladores, Juan B. Justo y Alfredo L. Palacios, obtuvieron bancas por man-
dato, propaganda y voto de una secta secreta internacional llamada Masonería4.

Interrogante

Un hombre que ha sido llevado a ocupar una banca por imposición de una secta internacional secreta,
¿responderá en su mandato a los intereses del país, a los deseos del pueblo, a lo enunciado en la plataforma de
su partido y lo prometido en sus discursos preelectorales o a las disposiciones de la secta?

4Cabe advertir que lo propició y sostuvo en aquella época como vehículo de ―penetración‖ en el mundo ―profano‖, pero
cuando el socialismo trató de actuar como partido realmente independiente, Alfredo Palacios y otros se fueron...
25
26
27
CAPITULO IX

PEQUEÑECES
Comparando con lo ya examinado y otros documentos que veremos, los tres que reproducimos tienen
pequeña importancia, no obstante lo cual señalan detalles para reforzar anteriores conclusiones y otras que ya
se apreciarán.
El primero es de una revista liberal que solicita apoyo de las logias. Notemos que señala a los masones
como vanguardia de la lucha por la ―Libertad, Igualdad, Fraternidad‖, lema de la más espantosa de las revolu-
ciones: la francesa. Comentarios huelgan.
El segundo es la manifestación clara del motivo de un movimiento contra la pena de' muerte en general
y un caso determinado en particular. La Masonería siempre lucha porque sea abolida la pena de muerte, pero
ella tiene un tribunal, la Cámara del grado Kadosch (los hermanos Kadosch tienen el grado 30), que la impone
a quienes, abandonando la secta, hablan de ella... y a los que, sabiendo demasiado, osan desenmascararla.
¿Cómo se explica este contrasentido de que la Masonería use e imponga la pena de muerte y, sin embargo, trata
que sea abolida de toda legislación? Muy sencillo: la Masonería es un Estado secreto y contrario a los Estados
constituidos y visibles en tanto no les respondan en absoluto. De aquí que siempre exista el peligro de que un
masón, descubierto en crimen, sea ajusticiado por los poderes legales, civiles o militares, y eso es lo que desean
evitar.
El tercero se refiere a un acuerdo previo que deben realizar Venerables y algunos masones de confianza,
para cumplir
―LOS PROPÓSITOS DEL SUPREMO CONSEJO DEL GRADO 33‖, es decir, una nueva evidencia de
cómo, desde una autoridad suprema, internacional y oculta, se van dando órdenes por grados. Lo más valioso
es que señala los nombres de algunos Venerables de Logias que hemos visto en la nota pro candidaturas Justo y
Palacios.

Conclusiones

1ª — El lema Libertad, Igualdad, Fraternidad es masónico.


2ª — Luchan contra la pena de muerte en la legislación y tratan que ésta no se cumpla cuando autorida-
des legales la imponen.
3ª— Las órdenes no son generales para todos los masones, sino que se transmiten secretamente por
grados.

28
29
30
31
CAPITULO X

SIN DESPERDICIO

“Rígidas mallas que ciñen, inmovilizan y matan”

DOBLEZ Y ESCUELA PÚBLICA

Léase detenidamente la plancha que las autoridades de la Logia Regeneración 5ª enviaron en 1912 a los
Venerables de las distintas Logias, pues no tiene desperdicio. Con los antecedentes que poseemos, derivados de
los estudios anteriores, nos será fácil captar todo su significado.
Según el texto, el Poder Ejecutivo de la Masonería en la Argentina organizó un plebiscito masónico para
determinar la futura acción política. Como conocemos ya el procedimiento que usa la Masonería, es evidente
que en ese plebiscito no participó el pueblo masónico, sino los Venerables de Logias y los Hermanos especial-
mente invitados, como así que los oradores fueron designados por los Venerables de acuerdo con indicaciones
previas del Gran Oriente.
Insistimos en lo anterior, pues sólo así se comprende que es todo un teatro con los actores preparados
para dar la sensación de que son los masones los que democráticamente deciden, cuando en verdad todos
habrán de cumplir lo que resuelva el Gran Oriente de acuerdo con las órdenes que reciba del gobierno central
de la Masonería Universal, una vez que el Soberano Gran Inspector informe sobre el estado del pueblo masóni-
co del Valle Argentino.
Por otra parte aparece la ingenuidad del hermano A. N. Ruiz quien, a pesar de su evidente masonismo y
compenetración de muchos móviles de la secta, cree a pie juntillas lo del espíritu democrático de la misma e
ignora completamente el mecanismo de inspiraciones y mandatos en el cual se mueven como títeres hasta los
más altos grados. Es evidente que el H. Ruiz está compenetrado de tal manera de su papel que ignora que es
simple actor.
Que todo el discurso y proyecto está inspirado por el P. E. lo prueba el hecho de que a posteriori la Logia
Regeneración envía copia a todas las restantes, cosa que no ocurriría si el Venerable no hubiese recibido man-
dato superior en tal sentido.
¿Significa entonces que luego la Masonería actuó de acuerdo con tal proyecto?
No podemos afirmarlo sin poseer documentos. Pero pueden haber ocurrido dos cosas:

1ª Que haya sido puesto en práctica en parte y haya fracasado como resultó con el Partido Liberal;

2ª Que sólo haya sido un ardid de las supremas autoridades para impulsar a todos los masones a la ac-
ción política y luego cambiar de rumbo, pues jamás, en ningún país, la Masonería se ató a partido alguno, sino
que, por el contrario, sujetó a uno o varios partidos a sus designios.

Evidencias

Hechas estas necesarias consideraciones, vayamos al examen de evidencias:

1ª — A la Masonería le corresponde —según sus autoridades— la dirección de los destinos del país.

2ª — Existía en 1912 un malestar interno en el seno de la Masonería, incluso luchas intestinas y hasta
iniciativas aisladas. De dónde provenían ese malestar, esas luchas y esas llamadas iniciativas aisladas que
jamás existen en la Masonería, nos es fácil adivinarlo: de la acción directa en pro del Partido Socialista, lo cual
apareció como cosa aislada, pero que indudablemente molestó y alejó a muchos hombres de buena fe que ad-
virtieron cosas raras y que se les decía una cosa y se hacía otra.

3ª— La cautela con que se obra para que los incautos no perciban la astuta doblez con que se actúa. En
efecto, se refirma la declamación de que: ―Es verdad de que la Masonería NO PUEDE OSTENSIBLEMENTE
ENTRAR A TERCIAR EN LUCHAS POLÍTICAS, PERO ES NECESARIO‖, etc., etc. Esto no lo dice el Gran

32
Oriente, sino que será expresión del pueblo masónico en el plebiscito, y se aclara que la Masonería no se com-
prometerá...

4ª — Se trae el ejemplo del Partido Socialista, lo cual es de peso, pues los masones saben que fué una
creación artificial, sin apoyo popular y que, sin embargo, pudo obtener bancas y realizar obra gracias a la Ma-
sonería, pese a que no todos los masones secundaron el mandato no oficial. Siendo así, ¿cómo no ha de obtener
mayor éxito un partido directamente masón?

5ª — El H. Ruiz se excede al decir una verdad tremenda:


―RÍGIDAS MALLAS QUE CIÑEN, INMOVILIZAN Y MATAN‖. Esto es la telaraña de la Masonería que
el Hermano Ruiz cree obra de falta de visión de los anteriores gobiernos de la secta. No puede comprender que
esa libertad qué parece le dan ahora es sólo una cuerda que se afloja mientras tiran de otras...
Pero los masones tendrán siempre esa esclavitud desde el momento que abdicando de su personalidad
se entregaron a mandatos secretos.

6ª — El proyecto tiene todo el aspecto de un calco de la organización masónica. Es decir, autoridades


que simulan responder al partido, a los afiliados, pero que en verdad obedecen a las autoridades de la Masoner-
ía. Lo mismo sucede con los masones. Suponen que ellos determinan en las Logias y que éstas imponen sus
pensamientos al Gran Oriente y S. C. del Grado 33. He aquí el retrato de la organización masónica y de toda
entidad que ella crea y maneja. Así son, por ejemplo, los Rotarys Clubs, entidades masónicas pero profanas, en
que las autoridades son designadas desde la central de Chicago...

7ª — Puede leerse claramente: ―por su funcionamiento secreto‖, etc. Aquí tenemos otra prueba de la te-
nebrosidad de la secta.

8ª— ―Poner al partido a cubierto de posibles asechanzas y golpes de Estado por caudillejos‖. He aquí el
quid de la cuestión, la eterna espina clavada en el costado de la secta y que ella, a la larga, resuelve a su favor
pero que la obliga a mil maniobras.
Ocurre —y esto es histórico y documentalmente probado— que la Masonería apoya a determinados in-
dividuos no masones o que parecen simpatizar con ella y luego, cuando el hombre se hace caudillo y poderoso,
se conduce por su cuenta sin seguir las imposiciones de la secta, se le producen serios problemas. En estos ca-
sos el cambio de frente le demanda años y pérdida de posiciones. Tales los casos probados de Napoleón y Mus-
solini.
Mientras Napoleón salvaba a la Revolución Francesa, toda la Masonería lo apoyó, países enteros le abr-
ían sus puertas y regimientos enemigos se le entregaban sin combatir, pero el Corso tenía sus planes y cuando
se sintió fuerte comenzó a restaurar. Desde ese momento la secta le volvió la espalda y su estrella declinó.
Mussolini contó no sólo con dineros y directo apoyo de la Masonería italiana, sino con la propaganda de la Ma-
sonería universal, especialmente la inglesa, pero entre las primeras medidas que adoptó al subir al gobierno
figuró el cerrar todas las Logias. La propaganda varió hasta convertirlo en todo el mundo en un tirano...
Lo mismo que con los hombres le ocurre con los partidos. Apoya a un partido y por allí un hombre se
siente caudillo y lucha por el bien común, por el pueblo, sin importársele de la secta. Ésta tiene que crear otro
partido...
Recordad el castigo que le impuso al Partido Socialista creando en la Capital al Partido Socialista Inde-
pendiente, fuerza ficticia, surgida como por arte de magia y que desapareció sin rastros o, mejor dicho, con el
pasaje al conservadurismo ...
El proyecto que le mandaron auspiciar al Hermano Ruiz tiende a evitar costosas y dilatadas maniobras.

9ª — La Presidencia fué facultada para nombrar una comisión que propondrá... es decir que nada pue-
den aprobar, ni siquiera los altos títeres. El Gran Oriente ya ha cumplido, el Gran Inspector verá los resultados
de la maniobra e informará a Ginebra. Luego, desde Ginebra vendrá la orden definitiva5.

5 Ahora Nueva York.


33
La educación

10ª — De propósito dejamos para el final el parágrafo 6° del discurso proyecto del locutor de la Logia
Regeneración, pues hay una afirmación rotunda y que se las trae y sobre lo cual se insistirá siempre poco ante
quienes tienen el deber de salvar a la Patria y a su pueblo.
Solamente los entendidos que se han pasado años estudiando los ocultos manejos de la Masonería o
espíritus muy avisados saben que la Masonería prefiere perder todos sus reductos antes que su influencia sobre
la educación de los niños y jóvenes. Sabe la secta por experiencia de siglos que aun dominando el gobierno, que
teniendo en sus manos las finanzas, la policía y minadas las fuerzas armadas; que manejando partidos políti-
cos, Cámaras y diarios, su poder no es seguro. En efecto, la natural religiosidad del hombre, la fuerza de las
tradiciones, el patriotismo que arde en todo pecho no corrompido, la ley natural que hasta a los pueblos paga-
nos les impone normas éticas, son fuerzas que hacen que el pueblo y el hombre en particular rechace las doc-
trinas masónicas.
Pero allí donde ha podido hacerse dueña de la instrucción, allí al cabo de un tiempo ha podido cosechar
frutos óptimos (para ella) aunque la sociedad haya visto con espanto el extenderse la corrupción, la repetición
de crímenes inauditos y, en especial, la criminalidad de los adolescentes. El dominio total del país por la Maso-
nería es consecuencia lógica y la más grave, sin casi posibilidad de reacción.
Muchos masones, ¡pobres masones!, están pagando en sí mismos, en sus hogares, en sus hijas e hijos,
sus errores. Ellos sembraron el germen del ateísmo, de la instrucción sensualista; ellos llevaron a los ministe-
rios de educación, a las escuelas normales, a todos los colegios del país, el germen de la disolución y hoy se es-
pantan y no saben —verdaderamente no saben— no se explican el motivo de tantos criminales jóvenes, de tanta
irrespetuosidad, de la general irresponsabilidad, de la corrupción total.
Bien, el Hermano Ruiz lo decía claramente en 1912, cuando ya la Masonería había conseguido mucho
(la ley de instrucción laica), los maestros formados en el espíritu de las escuelas masónicas (normales) el co-
mando de ministerios de instrucción:
―Puede darnos diputaciones, por estas conquistas la Escuela pública y el día, etc.... entre a llenar su mi-
sión racionalista... la Masonería habrá afianzado definitivamente SU INFLUENCIA...‖.
Es doloroso confesarlo, pero lo que repetía el Hermano Ruiz se ha cumplido matemáticamente.
Y como dice Nuestro Señor Jesucristo: Por los frutos conocerás el árbol, los amargos frutos de la actua-
lidad prueban, más crudamente que los documentos examinados, lo amargo del árbol de la Masonería.
Habrá notado el lector que decimos: lo que repetía Ruiz, precisamente porque desde hace años, copar la
instrucción pública es el objetivo primordial de la secta y lo vamos a demostrar, no con copia fotográfica, sino
con transcripción de conocidos documentos.
El primer paso fué la secularización y monopolio de la instrucción por parte del Estado. (Es decir atacar
la libertad de enseñanza, pese a que su lema es libertad, etc.). De este modo, centralizado todo, bastaba tomar
el ministerio.
En 1763 presentó al Parlamento de Bretaña (Francia) el mismísimo procurador del Rey, Le Chalotais
(masón), el Ensayo de educación nacional, preparado por los masones Voltaire y d’ Alembert, en cuyos fun-
damentóse se lee: Vivimos en la servidumbre del pedantismo... La enseñanza de la moral pertenece al Estado,
no depende de la revelación. ..
Agregaba: Los Hermanos de la Doctrina Cristiana han sobrevenido para acabar de rematarlo todo.
Enseñan a leer y escribir a gente que no debería pasar del dibujo y el manejo del cepillo y la lima...
Esto prueba por qué se extendió el analfabetismo en Francia, España y todo país donde se abolió la li-
bertad de enseñanza, monopolizándola el Estado. Y esto probaría, si ya no se supiera, que La Chalotais era
masón, pues los masones son gnósticos, los cuales creen, entre otras cosas, que hay hombres e infrahombres. Y
los infrahombres, los que no han nacido para ser masones, deben ser esclavos y no es necesario que sepan leer
y escribir...
D’ Alembert pudo decir luego, satisfecho: La revolución de 1789 fué hecha principalmente por los fran-
ceses nacidos desde 1750, ilustrados por la filosofía de la época (sin la revelación) y privados desde 1762 de la
educación de la Com-pañía de Jesús.
El Gran Maestre de los Iluminados (Masonería alemana), Weishaupt, ordenaba: Se ha de comenzar por
sanar a los hombres de sus preocupaciones y sentar los principios derivados de la naturaleza (paganismo pu-
ro). Para esto hemos de apoderarnos de la educación... En su educación conviene diestramente y con las for-
mas más seductoras introducir al descuido el germen de nuestros dogmas.... Usadas con discreción y particu-
larmente empleadas con los corazones juveniles más débiles para discernir nuestra verdadera y última in-
tención, conseguiremos que nos ayuden, etcétera.
34
Dantón decía, ya triunfante la Revolución: Los hijos pertenecen a la República; y Ferry, otro masón:
Existe un padre de familia que los comprende a todos, el Estado. En cuanto a Rousseau, masón, alega de con-
tinuo que los padres deben alegrarse si el Estado les alivia de la obligación de educar al hijo.
Logrado el primer paso, se obtenía que el Ministro fuese masón, y que las leyes impusiesen el laicismo,
el naturalismo, el normalismo; se elimina el latín, viene la educación promiscua, y por último, el colmo: obliga-
toriedad de recibir la instrucción pública, violando hasta los derechos naturales de la familia, que ni las anti-
guas civilizaciones paganas jamás hollaron.
En 1866 el masón Macé decía: Quien tiene por suya la Escuela, lo tiene todo.
En 1880 en la Logia La Verdadera Reunión, el Hermano Edmundo Gardien, dice en un discurso: El
porvenir pertenece a la Masonería y este porvenir es la instrucción.
En la Masonería belga, desde 1842, todo el que ingresaba se comprometía ante la Logia a copar la ins-
trucción.
En España comienza la lucha contra la educación con Carlos III y es sabido que sus ministros eran ma-
sones.
Podríamos seguir dando detalles infinitos de Prusia con d'Alskentein, Suiza con Schenk, etc., todos da-
tos extraídos de archivos por los estudiosos Serra y Caussa, el P. Lefranc en Velo alzado para los curiosos,
Hillaire, Deschamps, Janet, Gyr-Honrubia, Neot, Benoit, el ilustre Ketteler, el protestante Eckert, Mackey, Wi-
llaume, etcétera.

Fuegos cruzados

Tal es el empeño de la Masonería por dominar a la niñez que hasta instituciones aparentemente sin co-
nexión con la educación, cruzan sus fuerzas sobre ella.
Instituciones de "Ahorro" en diversos países tienen como fin principal introducir principios masónicos
en las escuelas; institutos aparentemente médicos y que operan con técnicas de nombres altisonantes, ídem; lo
mismo algunos cuerpos llamados de Boy-Scouts, los Rotary Clubs e infinidad de Clubes aparentemente inno-
cuos. No hablaremos de editoriales para textos, de revistas para maestros y escolares, de ciertas propagandas
con cine gratis, etcétera.
Poder documentar todo esto —por desgracia sólo poseemos algunos elementos aislados— causaría
asombro y pavor y dejaría al descubierto la causa de la extensión de la criminalidad infantil.

35
36
CAPITULO XI

SE PULSA LA SENSIBILIDAD DEL “PUEBLO MASÓNICO”


La fotografía reproduce un cuestionario remitido por el Hermano masón Carlos Malagarriga, auspicia-
do oficialmente por la Logia Libertad y dirigido a todas las Logias de la Obediencia.
Su envío debe haber ocurrido entre fines de 1898 y principios de 1899 y su fin evidente es pulsar la sen-
sibilidad del pueblo masónico para lanzarlo a una neta acción de política partidaria.
Con los antecedentes que poseemos de los documentos examinados en anteriores capítulos nos es fácil
captar el significado del cuestionario. Por ello efectuaremos pocas

Consideraciones

1ª — La Masonería trata únicamente en forma oficial, con las Logias de la Obediencia, lo cual revela el
régimen cerrado, absolutista y de severo control con que actúa la secta. Si dos o más masones forman una Lo-
gia o Taller, ésta no recibe comunicaciones ni posee validez hasta tanto las autoridades supremas no la autori-
cen y sea considerada de la Obediencia; si una Logia cualquiera revela disconformidad con algún mandato,
queda fuera de la Obediencia y aislada. Esto confirma que no se trata de asociaciones de ayuda mutua y estu-
dios (como ellos dicen) y que es internacional y forma una red con centros en todas partes, centros que actúan
de acuerdo con mandato y en caso contrario son aniquilados.

2ª — Aparece con claridad cuan astuto es el procedimiento de la secta para movilizar a todos los maso-
nes en determinado sentido, cuando éste es contrario al que en general se proclama y que la mayoría de los
masones creen o aceptan de buena fe.
En efecto, dice la Masonería y se le advierte a los que va a iniciar, que no es entidad política, que no se
inmiscuye en política, y que cada masón es libre de pertenecer a cualquier partido, con la única condición de no
llevar cuestiones políticas al seno de las Logias y respetar la ideología de los demás Hermanos tres puntos.
Pues bien, si cuando se recibe la orden de Ginebra de actuar decididamente en política partidaria, el
Gran Oriente ordenase a todos los masones que realicen propaganda y voten por tal partido o candidato, es
evidente que la mayoría de los masones advertirían el engaño y se retirarían.
Para evitar todo esto, y dejar siempre a salvo la conducta de los Supremos Poderes, se procede así: (El
procedimiento surge de lo visto en otras planchas y queda confirmado por este cuestionario.)

a) El Gran Oriente cursa una orden a los Venerables de Logias para que éstos insinúen en el seno de las
mismas, la conveniencia de apoyar tal candidato, o partido, o participar con un movimiento propio en política,
pues si bien la Masonería NO ES POLÍTICA (siempre se reitera esto), conviene que influya, etcétera;
b) Los Hermanos cambian opiniones y resuelven efectuar estudios para proyectar;
c) El Gran Oriente se informa cuál o cuáles Logias responden al pensamiento, se llama a los Venerables,
se les aplaude su iniciativa y se les da libertad para que promuevan un movimiento cuyo resultado será aca-
tado por el Gran Oriente;
d) Desde ese momento el Gran Oriente se lava las manos, aunque seguirá moviendo hilos orientadores,
mientras las Logias van realizando el trabajo;
e) Las Logias presentan proyectos al Gran Oriente;
f) El Gran Oriente efectúa un plebiscito;
g) El pueblo masónico ha resuelto y todos, radicales, socialistas, conservadores, católicos, protestantes,
etcétera, hacen propaganda y votan por quien quería, Ginebra. Si algunos masones o hasta una Logia re-
accionan, se los separa de la Obediencia y punto concluido.

3a — Léase detenidamente el punto c) y se verá que el aparato que estaba en marcha en 1899, da gran
elasticidad a la manera de actuar en política partidista y por los documentos anteriormente estudiados pode-
mos significar que los tres procedimientos (crear un partido, dando apoyo a uno existente, influyendo en todos)
fueron usados según la circunstancia y preparación de los equipos masónicos.

Recuérdese:

37
1906. Creó partido propio: el Liberal;
1908 (marzo). Resuelve que deben votar por liberales;
1908. Apoyo al Partido Socialista;
1911. Ordena todos se inscriban para votar;
1912. Ordena auspiciar candidatos liberales;
1912. Existía malestar interno por tantas maniobras políticas y entonces se vuelve al procedimiento de
1899: plebiscito.
No poseemos documentos como para asegurar que luego de 1912 la secta llegó al desideratum: influir en
todos los partidos. No obstante, si el lector medita y hace memoria de nombres comprenderá que así ocurre.
Aunque el pueblo en general no llega a saber estas cosas, son muchos los que por causas fortuitas, pese
al secretismo de la secta, conocen que el doctor Max Perengano, el almirante Fulano, el coronel Zutano, el abo-
gado Tal y el banquero Cual son masones. Pues bien: en el partido X es secretario general e inspirador un cono-
cido masón; en el partido Z es jefe del Consejo Superior un masón grado 33, en el partido Y, tres miembros de
la Junta Ejecutiva son reconocidos masones, y hasta en un partido de inspiración católica que lleva la designa-
ción de cristiano, está el masón en cargo superior.
Pero lo inaudito es que una fracción nacionalista de nuestro país, de carácter antiliberal, tenía masones
en su plana superior... Cosa curiosa, pero no ilógica, gran cantidad de hombres de esa fracción han ocupado o
detentan puestos importantes sosteniendo medidas liberales, con lo cual prueban que no eran de forja naciona-
lista.
Quien desee tomarse el trabajo, recurra a los diarios de sesiones de la Honorable Cámara de Diputados
de la Nación y verá allí estampada la defensa de la Masonería efectuada por un legislador que siempre se ha
proclamado nacionalista. Y esto es también un documento...

Conclusiones

1ª — La secta considera masón solamente a aquello (Subditos, Logias o Ritos) que está dentro de la
Obediencia.

2ª — Procede con astucia engañando con sus procedimientos a los propios masones.

3ª — Lleva a los masones a actuar en forma que no lo sospecharon al ingresar en la secta.

4ª — Interviene en política.

5ª — Para intervenir en política partidaria usa, según el caso, los siguientes procedimientos:

a) Crea una fuerza o partido político;

b) Apoya a un partido determinado;

c) Se infiltra y maneja a los existentes.

38
39
CAPITULO XII

UNA MISMA SEDE


Poca importancia posee la nota reproducida, de una Logia a los Venerables de las restantes. La invita-
ción para tenidas blancas (reuniones a las cuales se admiten —con recaudos especiales— a individuos candida-
tos a ser masonizados) hace saber que se difundirán principios liberales.
La sede de esta Logia (y de otras) es la misma que la del Gobierno Central: Cangallo 1242 y se llama
―TEMPLO‖.

Conclusiones

1ª — Hace propaganda ideológica: liberal.

2ª — Un mismo local sirve para punto de reunión del Gobierno Central y distintas Logias, cuestión muy
interesante por cierto.

3ª — Si donde se reúnen se llama Templo, se trata de una Religión.

40
41
CAPITULO XIII

ANTICLERICALES SI, PERO CON CAUTELA.


EL GRAN ORIENTE NO RESPONDE
La Logia Regeneración se dirige al Venerable de la Logia Lautaro. El motivo puede apreciarse en la no-
ta, pero lo interesante es lo siguiente:
La Logia Lautaro pidió al Gran Oriente que la Masonería se movilizase, pero el Poder Supremo (para la
Argentina) no respondió, quizá porque no comprendía...
No obstante, las demás Logias felicitan ruidosamente (triple batería). ¿Cómo se entiende esto?
Así, de primera intención, las deducciones llevarían a engaño, como son de continuo engañados infini-
dad de masones.
Más nosotros —con vosotros, lectores— hemos tenido la suerte de examinar una serie de documentos
que nos han revelado el proceso de las maniobras y por analogía deducimos ésta.
Los diarios masones, los liberales, etc., habrán promovido un escándalo alrededor de un incidente que
ha de haber surgido por el desconocimiento de algún funcionario que habrá pretendido lo que no corresponde
con respecto a la bandera. Y claro, la Masonería no se pierde la más leve oportunidad para lanzar todos sus
muñecos contra la Iglesia. No obstante, el movimiento que comenzó en una Logia (y ya sabemos que todo es
inspirado desde el Supremo Poder), trascendió a todas y sin embargo el Gran Oriente no lo tomó en cuenta y
paró la campaña. Es que la patraña había sido tan burda que de inmediato perdió consistencia y resultó mejor
callar. Pero la insidia recorrió todas las líneas masónicas y sirvió para avivar el fuego contra la Iglesia, los sa-
cerdotes, y todo lo referente a la Religión verdadera.

Conclusiones

1a — Anticatolicismo activo de la secta.

2ª — Las Logias, aunque sean todas y en asunto que responda a la ideología y conducta masónica, no
pueden actuar por sí mismas; dependen en absoluto de los Supremos Poderes.

3ª — En diversas cuestiones los Supremos Poderes se lavan las manos de tal manera que en caso de re-
acción de algunos masones, el equívoco se atribuye a una determinada Logia.

42
CAPITULO XIV

¿COMO LLEGARON A NUESTRO PODER


ESTOS SECRETÍSIMOS DOCUMENTOS?
Los lectores, los masones, y especialmente los Grandes Orientes, se preguntarán: ¿Cómo es posible que,
no siendo el autor un masón de gran rango, haya obtenido estos documentos que ni siquiera la mayoría de los
masones conoce?
La Providencia, señores, nada más que la Providencia y disponiendo los sucesos del modo que se verá,
pero antes es menester advertir lo siguiente: Cuando un masón de alto grado abandona la Masonería sabe que
necesariamente debe guardar silencio y devolver cuanto papel comprometedor posea, puesto que en ello le va,
no sólo la vida, sino la seguridad de la propia familia. En el caso que este masón abjure o se convierta al catoli-
cismo, está obligado a entregar cuanto documento posea sobre el particular, a la autoridad eclesiástica, pero la
autoridad eclesiástica, que remite los documentos a un grupo especial (en caso que el converso lo autorice) pa-
ra su estudio, no puede bajo ningún concepto —por múltiples motivos— darlos a conocer ni reproducirlos. Pe-
ro, generalmente —no mediando la debida autorización del converso— los documentos se queman.
Cuando en algún país, por causas accidentales, llegan a manos de las autoridades tales documentos,
tampoco pueden publicarse por una serie de gravísimas razones: influencias que se mueven, personalidades
comprometidas, reacción popular que debe evitarse y hasta complicaciones internacionales.
Vamos al caso concreto. Hace muchísimos años, un argentino honesto, en plena euforia masónica del
país, al punto de que en muchos diarios se anunciaba: ―Mañana a las 9 p. m. se efectuará una reunión masónica
de la Logia Regeneración en el local del Gran Oriente, a la cual concurrirán distinguidos caballeros de los círcu-
los representativos‖, se hizo masón, es decir lo iniciaron.
Este señor, quizá por inadvertencia, quizá por menguadas luces, no reparó en la realidad de la Masoner-
ía y fué ascendiendo de grados hasta ocupar un importantísimo cargo clave en una muy importante Logia,
razón por la cual llegan a su poder secretísimas planchas (documentos con órdenes, guías y resoluciones).
Cientos de iniciados como él, honestos, se retiraron al advertir cosas que les repugnaban, de aquí que jamás
supiesen toda la verdad ni que viesen documentos como los reproducidos.
El tal señor se dedicaba, además de su profesión, a bibliografía histórica y poco a poco va percibiendo la
realidad de la Masonería a lo largo de numerosos estudios. Unido a ello lo que él sabe y ha visto, se le hace la
luz y comprende...
Mas, ¿cómo reaccionar?; por una parte desea retirarse de inmediato, pero por otra advierte el importan-
te servicio que puede prestar al país dando a conocer la documentación que posee. Sabe que sería suicida
hacerlo y entonces, con paciencia franciscana, además de apartarse de la Masonería por razones de salud y su
trabajo (sin quebrar directamente), va acumulando documentos y ordenándolos de tal modo, que de su con-
frontación salgan a la luz evidencias concretas. Pero él no quiere ni comprometer a su familia, ni perjudicar a
tantos amigos (masones) siendo un hombre honesto como es. Y dispone que a su muerte una parte de su bi-
blioteca vaya a tal entidad, otra parte a otra, documentos sin importancia a una tercera. Fallece y se cumple su
voluntad y la familia devuelve a la Masonería (según está establecido) todo aquello que siendo masónico con-
servaba. Esto parecía, la realidad era que un gran paquete de documentos de las Logias estaba incluido entre
otros que van a determinada institución.
El autor de este trabajo, dedicado desde hace años a investigaciones sobre la Masonería, a pesar de
haber conocido documentos, jamás pudo disponer con libertad de ellos y menos conservarlos o fotografiarlos.
No obstante, hace unos meses, unos jóvenes amigos que conocen nuestra especialización y que se dedican a
investigación en archivos, tropezaron de pronto con algo ―raro‖ y que nada tenía que ver con la materia de di-
cho archivo. Leyeron y comprendieron que eran documentos masónicos. Tardaron más en indicarnos la nove-
dad que en ocurrir nosotros al examen de esos papeles. Ciertas notas de puño y letra del extinto, ciertas averi-
guaciones, nos hicieron comprender cuál era la voluntad de aquel señor y que esos documentos no pertenecían
por derecho a la institución y al archivo donde se hallaban, sino a aquél que, providencialmente, quisiese y pu-
diese dar término a la labor de hormiga que realizó en años y años aquel patriota que habiendo sido masón
trabajó para la verdad. Dios lo tenga en la Gloria.
Dueños de dichos papeles, obtuvimos con la recomendación de la prudencia y caridad que el caso exi-
gen, la debida licencia para su reproducción.

43
44
CAPITULO XV

BOLETÍN OFICIAL DE LA MASONERÍA Y ALGUNAS PRUEBAS SOBRE:


RIVADAVIA, MITRE Y SARMIENTO
Refírmase que es una religión

Los documentos, algunos secretísimos, vistos ya por el lector, pertenecen a un período comprendido en-
tre cincuenta y cuarenta años anteriores a nuestros días. A fin que nadie pueda llamarse a engaño y caiga en
una de las tantas trampas de la secta, según la cual los masones dicen: Sí, la Masonería existió, pero es cosa del
pasado. Hasta hace unos años quedaban masones, mas ahora ya ni deben actuar..., ofrecemos un documento
de época reciente: diciembre de 1936.
De qué se trata lo puede percibir el lector. Sólo debemos advertir que —como todo lo masónico— es pu-
blicación secreta para los profanos. Estos boletines llegan a manos de casi la totalidad de los masones, salvo los
recién iniciados y los separados de la Obediencia. Por tal causa su texto, cuidadosamente elaborado y revisado
por una comisión especial, no ofrece pruebas tan comprometedoras y graves como las antes examinadas. Sien-
do así y por caridad puesto que gran cantidad de los nombres citados pertenecen a seres aún vivos, no ofrece-
remos fotografías de sus 34 páginas y nos concretaremos a ciertas citas y explicaciones.
El lenguaje masónico siempre es esotérico, y únicamente es claro y hasta rotundo, en las planchas ofi-
ciales que sólo reciben los altos grados. Es así que una misma frase tiene distintos significados para los maso-
nes de diferente grado. Cristianos, por ejemplo, para el Grado 3, significa lo que corresponde; para el Grado 18
representa individuos incapaces de recibir la Luz —masónica—' y opositores (pasivos) al progreso; para el Gra-
do 30: los hijos del Dios del Mal a los cuales hay que reducir a la impotencia y para el Grado 33 puede tener dos
significados: o imbéciles destinados a sirvientes de los masones o el que poseen los del Grado 30.
—¿Cómo así?—. Por una de las tantas dualidades operativas de la secta que sirve al fin de engañar a los
mismos masones y extravía por completo a quienes estudian la Masonería y tropiezan con cuestiones inexpli-
cables para la lógica.
La cuestión es la siguiente:
Se puede arribar al Grado 83, que parecería —y así lo supone el 99 por ciento de los masones— fuese el
de mayor jerarquía en la secta, sin haber pasado antes por los grados 18 y 30. Pues bien, el grado 30 (Caballero
Kadoch, administrador de justicia, integrante del Soberano Aeropago, es decir sus Cortes Supremas) es el que
realmente dota de Poder Masónico y la estima y confianza de los jefes internacionales de toda la Masonería.
Es así que un grado 33, que ha pasado por el 30, es realmente jefe masónico y posee una ―interpreta-
ción‖ de los ritos, palabras y símbolos distinta de otro 33 que ―parece‖ gobernar a la secta y que fué ascendido a
dicho grado por causas especiales: Reyes, Presidentes, Jefes de fuerzas armadas, etc. de pronto —a veces sin
haber llegado al grado 15— son designados 33. En la historia argentina ha ocurrido muchas veces, tal el caso del
General Urquiza.
El Boletín dice en su primera página:
“Se recuerda especialmente que este Boletín Oficial debe ser leído por el Hermano Orador titular o ad-
junto de cada cuerpo subordinado de la Obediencia, en la primera tenida que éste celebre después de recibi-
do”.
¿Cuál es el motivo de la lectura del Boletín en reunión de Logia o Taller?
Fácil es deducirlo, pero antes recapacitemos en que tal actitud prueba de que no todos los afiliados y
adeptos lo reciben, a pesar de tratarse del órgano oficial de la entidad a la cual pertenecen.
Como los masones de grados inferiores no merecen confianza al punto de permitirles la obtención del
Boletín, y a la vez se les quiere dar la impresión de igualdad y fraternidad de todos los Hermanos tres puntos,
se recurre al expediente de su lectura. Los recién iniciados creen que se obra así para todos. Los Hermanos
mayores lo soportan como rutina necesaria... Además, el Boletín es comentado por el Hermano Orador, según
órdenes previamente recibidas y de acuerdo con las necesidades del momento político que se vive.

* * *

Más abajo, siempre en la primera página, aparece en caracteres destacados:


“La institución Francmasónica no está ni puede estar afiliada a ningún credo religioso ni a partido
político alguno”.
45
Esta mentira enorme —hemos visto que es una religión y una entidad política— tiene toda la astuta per-
fidia de Satanás: En efecto, aparece como verdad y como tal la usan los soberanos .·. para manejar al pueblo
masónico.
Ningún afiliado puede interceder u opinar a favor de una tendencia política cualquiera, de alguna cues-
tión religiosa. Se le recuerda en seguida lo mencionado. Pero a los masones se los va llevando, grado tras grado,
hacia determinada religión y cuando así lo resuelven los Jefes Supremos, se los hace votar por tal o cual parti-
do, etcétera.
En las páginas 29, 30, 31 y 32 aparece el texto íntegro del en parte conocido discurso de Bartolomé Mi-
tre (G. 33), en el banquete “dado por el Supremo Consejo en honor de los Presidentes Mitre y Sarmiento, al
sucederse en el mando supremo de la República”. (10 de octubre de 1868.)
Como en parte ha sido publicado no lo transcribimos, mas deseamos que el lector examine con deten-
ción el siguiente párrafo:

―Y sin embargo, Rivadavia dejaba en pos de sí la agitación de los espíritus, la guerra de los pueblos, la
disolución de la sociedad.
―Pero es que el trabajo de descomposición que se hacía era la fermentación de la tierra destinada a
hacer fructificar las grandes semillas del bien que él dejó sembradas.
―Hoy que el juicio de la historia está formado sobre esa presidencia, los pueblos han hecho la apoteosis
de Rivadavia.
―Nosotros recogemos los bienes, que no recogieron sus contemporáneos.
―La presidencia de Rivadavia fué como la primera copa que se derramaba en los festines antiguos. Na-
die la bebía y se hacía con ella una libación a los dioses desconocidos. Nuestros dioses desconocidos han reco-
gido esa libación y la han derramado sobre nuestras cabezas como un agua de bendición‖.

Dice Mitre, en esotérico lenguaje que sus dioses, los de los masones, desconocidos para los profanos,
han recogido la ofrenda de los hijos que primero quisieron imponerlos en nuestro país. Y quisieron imponerse
los ritos masónicos durante la presidencia de Rivadavia... pero como el dominio de una religión se efectúa des-
truyendo toda norma que impone otra, durante esa presidencia se efectuó el trabajo de descomposición. ¿De
qué?, de un pueblo, de una sociedad cristiana...
He aquí una revelación trascendental, digna de valoración por nuestros historiadores, que aclara mu-
chas permanentes incógnitas.
¿Por qué Rivadavia, católico, persiguió y destruyó instituciones católicas? O era católico en apariencia y
masón de verdad o bien lo manejaba un equipo masón. Mitre asegura que trabajó masónicamente.
¿Por qué Rivadavia, figura repudiada, fué elevada al procerato durante la égida de los HH. 33 Mitre y
Sarmiento?
Porque Rivadavia o su equipo prepararon el dominio de la religión de Luzbel en la Argentina, que se
concretó con Mitre y Sarmiento y siguió con Roca, etcétera.

46
47
CAPITULO XVI

LA MASONERÍA INCUBA, PROMUEVE Y SOSTIENE AL COMUNISMO


Tres documentos de la secta en España

Por lo visto antes, no debe caber duda alguna que la Masonería es una secta internacional, sin embargo
estimamos conveniente reproducir tres documentos de la entidad en España, los cuales son modernos y nos
servirán para dilucidar tres aspectos. Estas planchas han sido reproducidas por E. Ferrari Billoch en su libro
¡Masones!, del cual las extraemos.
La primera, inserta al frente de esta página, es de una de las Logias Regionales de España, dependientes
de la Federación.
Por medio de claves —como los servicios especiales de las cancillerías y fuerzas armadas— se hace saber
a los jefes de Logias el santo y seña, que ellos llaman la palabra semestral. Sin conocer el santo y seña no se
puede penetrar a una Logia ni establecer contacto real con otro Hermano de la Obediencia. Se asegura así el
hermetismo y se evita que un ex-masón aparezca como tal ante los restantes. Si un señor que era masón, resi-
dente en Buenos Aires, quiere entablar contacto con masones en Mendoza, no puede hacerlo pues ignora la
palabra semestral y allá, aunque diga y rediga que es tres puntos, no lo dejarán entrar. Si va de un país a otro,
antes de partir, en caso de que siga siendo de la Obediencia, el Ministro Plenipotenciario de la Masonería del
país a que se traslada, le dirá el santo y seña.

48
49
La segunda plancha, es una comunicación de una Logia de Melilla a otra de Palma de Mallorca, advir-
tiendo que debe hacerse el vacío y combatir a un individuo que ha cometido el delito de abandonar la secta.
Como se ve, los tentáculos se extienden por todo el universo y aunque un individuo se traslade a otros lugares,
siempre será perseguido cuando así lo decreta el Areopago (Cámara Kadosch).
Esta persecución constante, es la que obliga a silencio a gran cantidad de personas honestas que ingre-
saron engañadas a la secta y una vez advertidas de la tenebrosidad y dobleces, se alejaron. Se los deja en paz en
tanto no hablen o actúen contra la Masonería.
Esto explica el porqué muchos no masones, que saben lo infernal de la entidad, jamás apoyen a quien la
combate. El terror los inhibe y, por lo menos, quedan reducidos a ele-elementos pasivos.

* * *

Pasemos a la tercera plancha, de gran interés por muchísimos aspectos.


Es una ficha de antecedentes. No el que quiere entra en esta secta gnóstica que es para ―elegidos‖. Los
candidatos son seleccionados de entre los profanos por los mismos masones, de acuerdo con sus tendencias,
temperamentos, condición económica, política y social, etc. Una vez preparado el candidato el H. .·. que efec-
tuó el trabajo informa a la Logia y comienzan las averiguaciones. Luego, y si éstas responden al objetivo, un
Hermano de mayor jerarquía —responsable ante los Poderes Supremos— prepara la ficha que será estudiada.
Resuelta la admisión del candidato, la Logia ordena al Hermano .·. que lo había preparado que lo invite a una
tenida blanca y de acuerdo con sus reacciones será después iniciado o no en la secta.

50
51
Esta ficha, de una Logia española, firmada por el pseudónimo Lenín, presenta como ―MAGNÍFICO
ELEMENTO PARA NUESTRA Orden‖ (la Masonería) a un comunista, ateo por supuesto, militante.
He aquí una prueba de como la Masonería ha sido propulsora del comunismo. Y hablamos en pasado
pues debe advertirse que hoy día, no sabemos si circunstancial o definitivamente, se ha volcado contra el So-
viet, lo cual le ha provocado algunas serias escisiones, como en Chile.
Para comprender la causa por la cual la Masonería ha difundido principios marxistas y sostenido siem-
pre al comunismo, sería menester tratar el génesis de las ideas políticas y religiosas desde el protestantismo y
liberalismo, pasando por el despotismo ilustrado, cesarismo, democracias liberales, capitalismo y socialismo,
hasta llegar al marxismo.
Otro es nuestro objetivo; no obstante, conviene estar advertido sobre los siguientes puntos:

— La Religión masónica, demoníaca, lleva políticamente el impulso de destruir a sociedades y pueblos


cristianos;
— Como era imposible atacar directamente las formas y normas sociales, morales y políticas de los pue-
blos católicos, la Masonería aunó e impulsó todas las herejías y nació así el liberalismo y el protestantismo;
— Tras la primera etapa se fué hacia el racionalismo y ateísmo y políticamente al socialismo;
— Preparado el terreno, racionalismo y ateísmo, la consecuencia lógica era el comunismo, de ciencia
satánica y madre e hijo anduvieron del brazo,

ínterin la humanidad sufre estos procesos, se producen dos campos de apariencia antagónica y una
misma doctrina filosófica, a saber:
Uno, los Estados masónicos, han ido a la plutocracia (dominio de minorías adineradas que son los ma-
sones), pero todos sus hombres, en su mayoría, no tienen fe, han quedado en ateos, amorales, o en un protes-
tantismo farisaico, sin confianza en la providencia. Para ellos existe lo que les enseñó la Masonería: el dinero, el
dominio de la tierra, los placeres. Todo está bien en el mundo, nada debe cambiar. Si apoyaban al comunismo,
por orden superior, era sobre la base de creer que el comunismo era una avanzada progresista, contra la Reli-
gión y ciertas formas morales que a ellos también les molestaban...
Otros, los Estados comunistas, van directamente al Estado satánico. No sólo destruyen las sociedades
cristianas y siembran el ateísmo, sino que instauran y propagan la religión de Satanás. Es, al parecer, la última
instancia de la Masonería, aunque personalmente no lo creemos.
Lo cierto es que en los Estados comunistas se procede masónicamente sin resguardo alguno. Los Elegi-
dos, un grupo de autócratas, dominan a millones de seres inferiores reducidos a infamante esclavitud.
Ahora bien, el Estado comunista, Estado masónico sin nombre de tal y donde ya no es necesario manio-
brar, no necesita de esos miles de individuos que en otros países —masones— sirven, sin querer y sin saber, al
fin último. De aquí, que Stalin haya liquidado a la Masonería, sus Logias, y a los masones, bichos molestos que
se quedaban a mitad camino y peligrosos por su costumbre de complotar en las tinieblas. El Gran Oriente es el
mismo Stalin y su Consejo el Supremo Consejo 33.
Pero he aquí que Rusia se dispone a devorar al orbe para instaurar el reinado Universal de la Masoner-
ía, y los masones de las plutocracias se resisten...
Los poderes ocultos de la Masonería Universal son hábiles y juegan a largos plazos. Se les ha presentado
un problema, quizá inesperado, por la sencilla razón que “El Hombre propone y Dios dispone”, como es cierto
que el Demonio y sus secuaces irán hasta donde la Providencia Jo permita.
La realidad es que en casi todos los Estados no soviéticos la Masonería se va volviendo contra Rusia y el
comunismo. Los Poderes Ocultos no pueden contrarrestar la reacción, sin embargo, medítese en lo siguiente:
Los masones, aun anticomunistas hoy, siguen preparando el caldo de cultivo comunista, por medio de propa-
ganda y actos antirreligiosos, inmorales, desquiciadores;
Los Estados anticomunistas, manejados por la Masonería, siguen enviando materiales estratégicos a
Rusia... protestan, pero entregan un pueblo tras otro a Rusia.. .
El juego demoníaco hace que las naciones que no quieran desfallecer bajo la esclavitud satánica del
Kremlin, se plieguen y abran sus puertas a la plutocracia masónica que es no ser freído hoy para caer mañana
en las brasas.
Estados Unidos de Norte América, Estado masónico, ha estado traicionando a la cristiandad y al mundo
más o menos moral desde el fin de la guerra pasada, sirviendo a Rusia, permitiéndole el dominio de pueblos
mártires y dejando que el Soviet se expanda de tal manera que cuando se quiera reaccionar todo sea inútil. La
China nacionalista, que combatió al lado de las democracias, ha sido vilmente entregada a Rusia, mientras para
engañar a los tontos y acallar la creciente reacción interna de EE.UU. se hace la payasada de Corea.
52
Y todo esto ocurre porque los comandos del Estado en EE. UU., como en tantas partes, están en manos
de masones y judíos, lo cual es muy sugestivo. El pueblo norteamericano hace años que está reaccionando reli-
giosamente, las fuerzas armadas y muy importantes sectores exigen desde hace rato que se afronte a Rusia,
pero todo es inútil y se llegará tarde, cuando China íntegra y otros Estados caigan bajo la órbita demoníaca.
Este es el juego evidente, que se desprende del examen de la política internacional y de la política inter-
no de varios países, a través, no de lo que el mundo en general supone, sino de la acción de la Masonería.

EL JUDAÍSMO

Sin embargo, cabe otra suposición, en virtud de dos razones:

1ª — Tratadistas eminentes, que han estudiado a fondo la Masonería, afirman que la misma es obra de
los judíos, los cuales aspiran al dominio universal, y por tanto crearon ese ejército de cristianos y gentiles para
destruir el mundo cristiano.

2ª — Los doctrinarios del marxismo fueron judíos y los judíos han propagado y sostenido al comunis-
mo. Curioso es que los judíos, dueños de empresas y fabulosamente ricos, sostengan con sus dineros a los co-
munistas...
Si tenemos en cuenta esto, se confirma una premisa anterior y varía otra:
Se confirma la causa del juego masónico a favor de Rusia y del comunismo;
Y varía aquélla según la cual el último fin de la Masonería es instaurar el Estado satánico: el comunis-
mo. Vendríamos a esta conclusión: La Masonería fué instrumento del judaísmo internacional (ya no hace falta
en los Estados soviéticos pues el fin se ha logrado) y ahora su acción debe ser paralizar a los Estados anticomu-
nistas y lanzarlos a la lucha cuando todo sea inútil.
Producida la guerra (los judíos estarán a buen resguardo) los pueblos cristianos serán aniquilados y al
terminar, el mundo enloquecido, enervado, será manejado por Judá.
Otra tercera posibilidad existe: Si tanto el comunismo (satanismo) como el masonismo (satanismo) son
la anteúltima etapa previa al dominio universal de los judíos, éstos, que manejan a los dos, los mueven (una vez
equilibradas las fuerzas) a la guerra en que todo (menos ellos) quedará aniquilado, pero, ínterin Stalin se ha
quedado en la idea comunista y se resiste a la judaización. Y no es de despreciar esta posibilidad pues —parece
ser— que desde el Kremlin ha comenzado esa acción antijudía.

¿CÓMO SALVARNOS?

Cualquiera sea la real línea secreta en que se está jugando el destino de la humanidad, todo indica que el
satanismo o el judaísmo tienen la partida ganada y muy pronto el orbe arderá por los cuatro puntos y resulta-
remos aniquilados o estandardizados, cristianos, masones, mahometanos, etc. Estaríamos a las puertas del
Apocalipsis.
Si no es así, recordemos la promesa de Jesucristo: “Las puertas del infierno no prevalecerán”. La prue-
ba, de una u otra manera, será tan cruenta como lo merecen los infinitos pecados de todos, y saldrá con bien
aquél que se haya preparado con Fe.

HUÍR Y PENITENCIA

Supuesto el caso —aunque al lector le fastidie debemos examinar toda posibilidad dado que no siendo
profetas no podemos asegurar— que no estemos a las puertas del Apocalipsis, de la terribilísima prueba saldrán
vencidas las fuerzas del mal (Masonería, comunismo, judaísmo). Y alcanzarán galardón, o perdón, y triunfo, los
hombres y pueblos que hayan huido y hagan penitencia.
Huir de las ciudades y sus seducciones porque todas serán derruidas o arderán como estopa o quedarán
bajo las aguas, huir de los bienes perecederos no necesarios porque de igual manera serán aniquilados, huir de
los pecados porque ellos nos cerrarán el rumbo cierto; huir de las honras porque los más en lo alto caerán aba-
tidos a lo hondo; huir de cualquier compromiso inmoral y, si es posible, ir al campo y allí, hacer penitencia de
lo pasado.
53
Muchos saben que éste es el remedio, mas, ¡ay!, tienen ojos y no ven, oídos y no oyen. Perecerán como
aquellos sitiados en Jerusalén que no creyeron la profecía de Jesucristo.
En cuanto a las naciones, se salvarán aquéllas que comiencen por limpiarse adentro de comunismo, ju-
dería y masonería y hagan pública profesión de fe en el Salvador y comiencen colectiva penitencia.
Caso contrario, hombres, pueblos y naciones harán igual la penitencia, bajo el fuego, el horror y las an-
gustias. Y lo desgraciado es que purgarán sin mayores frutos.

54
CAPITULO XVII

LA MASONERÍA SUBSISTE
Acción pública en Estados Unidos de Norte América.
Harry Truman en el “Consejo Imperial” de la Masonería.
De cómo el Judaísmo maneja a la Masonería.

Quizá pueda parecer exagerado lo afirmado, en el anterior capítulo, sobre Estados Unidos de Norte
América. Más, como operamos sobre pruebas ciertas e irrebatibles, presentamos en seguida una información
que certifica lo dicho. Asimismo nos permite llegar a las postrimerías de esta obra con una seria advertencia:
Hoy por hoy la Masonería SUBSISTE y actúa; en ciertos países con tal poder y seguridad que llega a realizar
actos públicos.
Los documentos ofrecidos al lector llegan hasta una fecha anterior en dos décadas a los días actuales y
ello podría servir al eterno argumento de los masones, cuando no pueden ocultar pasadas evidencias: ―Es cosa
antigua, ahora ya no actúa‖. Veamos, pues, cómo no es así.
Entre el 20 y 22 de junio de 1949, diarios norteamericanos, de otros países y del nuestro, dieron la noti-
cia de una gran concentración masónica, pública, realizada en Chicago, y en la cual habló Harry Truman.
Nosotros transcribiremos el telegrama publicado por el diario ―Noticias Gráficas‖, en su edición del 22
de junio de 1949. Dice así:
“Washington, 22. — Unos 50.000 norteamericanos se reunieron en Soldier Field, en Chicago, para oír
al presidente Truman, quien relató cómo Estados Unidos ha buscado la paz, y predijo con absoluta confianza
la, victoria final —sin guerra— de los principios democráticos, sobre la base de una opinión pública perfec-
tamente informada, contra los esfuerzos de los Estados totalitarios que intentan dominar al mundo.
El acto se realizó conmemorando el jubileo del Consejo Imperial del Templo de Norte
América, una de las importantes órdenes masónicas. Pero las palabras del presidente fueron dirigi-
das a toda la nación y a todos los pueblos del mundo que aman la libertad.
El señor Truman habló filosóficamente, pero sin medias tintas. Su índice apuntó con entera claridad
hacia el Kremlin y sus satélites, al declarar que los sistemas tiránicos contienen en sí mismos las semillas de
su propia destrucción. Recalcó, en contraste, que la política exterior norteamericana es el producto del juicio
colectivo del pueblo, no de un pequeño grupo dictatorial”.

* * *

Ya hemos visto antes el hermético secretismo de la secta, cómo engaña a sus mismos afiliados y el hecho
que sus actos ―públicos‖ (tenidas blancas) no son realmente muy públicos. Pero el acto del cual informa el tele-
grama fue casi público, pues se trascribió el discurso de Truman y se realizó con 50.000 personas. Sin duda
masones, rotarianos —que es casi lo mismo— e ―invitados‖ especiales. Indica ello el tremendo poderío de la
secta en EE. UU. de Norte América. Sabíase que Truman es masón, al igual que todos los presidentes yanquis,
pues no pueden ser electos sin tal condición impuesta por la dictadura secreta que maneja al Estado nor-
teamericano, desde que terminó la guerra de secesión.
Si alguno lo ignoraba o no lo creía, el telegrama lo advierte. Sin embargo lo más importante, e ignorado
hasta la fecha, es que existe nada menos que un Consejo Imperial de la Masonería Universal. Claro que el tele-
grama dice: ―del Templo de Norte América‖, pero para ser ―Imperial‖ debe tener jurisdicción sobre un conjunto
de pueblos (adheridos, vasallos, coloniales, etc.) de lo cual se sigue —y confirma lo sabido— que el Gran Oriente
Universal, o Supremo Poder de la secta (llámase también, ahora, Consejo Imperial) reside en U. S. A. Y parece
ser que su sede no es Nueva York, como se cree, sino Chicago.
Interesante también es recordar que los masones, cuando hablan en público, lo hacen en forma ―simbó-
lica‖ o, según le dicen ellos, ―filosófica‖. Esto es porque sus discursos tienen dos sentidos: uno aparente para los
profanos y otro real para los Hermanos tres puntos. El telegrama aclara que Truman habló ―filosóficamente,
pero sin medias tintas‖... ¡eso cree el periodista! Habrá dicho claro ciertas cosas, pero 5.000 de los 50.000
habrán entendido lo esotérico.
Y llegamos a la comprobación final. Si EE. UU. de Norte América está manejado —según lo visto— por
la Masonería, y a la vez los presidentes yanquis son figuras que ejecutan las órdenes del Suprema Dictador Se-
creto (Baruch) claro es que tanto U. S. A. como la Masonería son dominio del JUDAÍSMO UNIVERSAL.

55
En efecto, el Emperador Baruch, judío, y uno de los ―Príncipes del Destierro‖, no es más, pese a su po-
der universal, que un ejecutor de los planes del Gran Sanhedrín.
Sobre el Emperador verdadero de EE. UU. de Norte América, el judío Bernard Baruch, se intentó una
reacción que provocó una investigación del Congreso. Tan seguro estaba de su poder, que ocurrió a la Comisión
investigadora, declaró que ―tuvo más poderes que ningún político‖, se rió de los legisladores e hizo ordenar al
Presidente del país, que ―se archivase‖ todo...

56
CAPITULO XVIII

ABOLICIÓN DE LA PENA DE MUERTE


El divorcio y el odio a la cristiandad

Hemos comprobado cómo la secta masónica es una institución religiosa y política. En cuanto a esto
último, actúa de diversas maneras, creando a veces pequeños partidos, como el Liberal en nuestro país. Tales
agrupaciones, formadas por masones y dirigidas secretamente por la secta, fracasan en países cristianos como
el nuestro, pero logran sembrar ideas extraviadas y abrir el campo al socialismo y comunismo.
Examinaremos en seguida un documento del Partido Liberal, de 1906, el cual nos aclara la posición de
la secta. Recordemos que —según pruebas ofrecidas— dicho partido era masónico y el nuevo documento, fir-
mado entre otros por. F. J. Garrigós, lo refirma.
Su lectura advierte con toda claridad del odio a la Iglesia Católica y valdría la pena señalar el desparpajo
con que se miente y cómo por aquellos años se permitía la acción y prédica de partidos que violaban preceptos
constitucionales. No lo hacemos para no abultar en exceso el libro, pero podemos recordar que durante años la
Iglesia, congregaciones y sus institutos, hospitales y cementerios (como el de los Recoletos) dieron al pueblo
toda clase de asistencia, sin solicitar un solo centavo al Estado. Los católicos, con diezmos, limosnas, legados,
etcétera, y los frailes y sacerdotes con sus trabajos, forjaron todo ese capital que sostenía el culto y devolvía
rentas al pueblo en forma de bibliotecas, escuelas, hospitales, etcétera.

57
58
59
Pero en 1822, por una serie de decretos del ministro Ber-nardino Rivadavia, el Estado despojó a la Igle-
sia y congregaciones de todos los bienes. La historia mendaz, que circula como cierta, llama a tal despojo Re-
forma eclesiástica. Hospitales, colegios, escuelas, bibliotecas, imprentas, cementerios, edificios, terrenos, todo
fué devorado y, en cambio, el Estado se obligó a contribuir al sostenimiento del culto y liberar de impuestos los
edificios de las iglesias...

* * *

Pasemos por alto eso de la ―expresión grandiosa‖ de la bandera roja, lo cual refirma que la Masonería
es avanzada del comunismo; lo del divorcio, y vayamos a la pena de muerte.
Algo señalamos sobre el particular en el capítulo IX (ver páginas 51 y 52), mas conviene insistir pues es
cuestión de trascendencia.
No es verdad que la pena (cualquiera sea ella) tenga el solo objeto de producir la reforma del condena-
do para que se arrepienta. Eso es sólo uno de los fines que busca la pena. Su causa tiene otros dos objetos prin-
cipales:

1° Inhibir a un individuo que de otro modo lesiona a todos o gran parte de los componentes de la socie-
dad;
2° Mantener la majestad y debido respeto a la ley, demostrando, a quien no la acata por grado, que la
fuerza la sostiene.

El castigo cierto e inflexible —cuyo valor de redención sólo comprende el cristiano— es el único freno
que impide, a ciertos individuos, trasgredir la ley, cometer delitos y ofender a los inocentes.
La pena capital máxima, es decir de muerte, está dispuesta por aquellos motivos y en proporción a la
enormidad del delito, de la peligrosidad del delincuente y como valla para quienes sólo ante el temor de perder
la vida se detienen.
Casi todos los países que abolieron la pena de muerte han vuelto a ella después de dos tristes compro-
baciones:

1° Abolida la pena de muerte, de inmediato y en forma progresiva recrudece, no sólo la criminalidad, si-
no toda la gama de los delitos;
2° Por cada vida de criminal no quitada, de diez a quince inocentes han perdido la suya...

Lo curioso es anotar el siguiente detalle histórico: la Masonería aboga de continuo por la supresión de la
pena de muerte en todo país que no domina en absoluto y en especial en los católicos, pero en cuanto toma las
riendas la restablece o la aplica a destajo. La Revolución Francesa (masónica) hizo tristemente célebre a la gui-
llotina, Inglaterra mantiene la pena de muerte, y Estados Unidos de Norteamérica, reino de la Masonería,
ídem...
Conviene ir más adelante para comprender la perfidia de la secta y la astucia con que miente para, pro-
moviendo la sensiblería, imponer sus falsías.
Tanto defiende la Iglesia la vida del hombre, que no admite jamás, bajo ningún aspecto, ni concepto, ni
excusa, que el hombre suprima la vida del hombre, ni aun la propia (suicidio).
Sólo la sociedad, en propia defensa, y por medio de la autoridad, como que representa a Dios, puede
determinarla. Nadie más, aunque sea sector numeroso y obre en propia defensa, puede suprimir la vida, por-
que carece del poder: autoridad. De aquí que el concepto cristiano de la guerra repose en estos dos principios:

1° Es defensa de toda una sociedad;


2° El soldado no va a matar, sino a salvar vidas (la de los propios) y su fin es poner fuera de combate al
agresor.

Bien claro resulta entonces que todo grupo o asociación que propugne la muerte de semejantes, es cri-
minal.
Ahora bien: la Masonería, que por medio de propaganda y acción, hurta a la sociedad un medio de de-
fensa, podría sostener una equivocada doctrina y ser repudiada como fuente de extravío,
Pero

60
he aquí que el mandil (delantal), vestidura sacerdotal para quienes celebran el rito satánico y esotérico,
señala la función de ciertos grados masónicos. Cada grado lleva mandil con distintos símbolos.
La función es ejecutar a individuos sentenciados a muerte por la Cámara Kadosch (tribunal de justicia
integrado por masones de grado 30 y a veces 30 y 18).
Quiere decir que un grupo pequeño de la sociedad, por sí y sin ley ni autoridad, determina la muerte de
conciudadanos. Y en forma secreta. Esto es, lisa y llanamente, criminal. En cuanto a su felonía surge del hecho
de que propugna la supresión de la pena de muerte...

* * *

Podría decirse que el solo mandil no prueba que la Masonería ordene asesinatos, pues podría ser símbo-
lo de prácticas abandonadas. No obstante, crímenes ordenados por la secta6, ejecutados en diversos países y
épocas señalan que no es cuestión de un pasado remoto y de un solo sector masónico.
He aquí algunos detalles:
En 1829, la Logia dictó (Agüero-Del Carril) pena de muerte contra Dorrego y Rosas. La primera pudie-
ron cumplirla por medio de Lavalle;
El general Heredia fué condenado a muerte por la Masonería, y el encargado de hacerla cumplir fué el
doctor Marcos Avellaneda, quien, aunque con habilidad trató de borrar toda huella, dejó la prueba que los cri-
minales fueron incitados por él;
Si salimos de nuestro país, tenemos el bárbaro asesinato de García Moreno en Ecuador; el casi reciente
suicidio de Busch en Bolivia; el de Morgan en Estados Unidos de Norteamérica; el del duque de Berry, del
prebístero Villars y de Lescure en Francia; del arzobispo de Quito, monseñor Checa; el de Emiliani y las matan-
zas de 1835 en España, y sería cosa de no acabar citando solo lo conocido y documentado, muchas veces por los
mismos masones, como en lo dicho de España, que consta por documento de puño y letra del ministro Martí-
nez de la Rosa. O el de Dorrego, por una serie de cartas de Salvador María del Carril, en las cuales rogaba que
fuesen quemadas. Lavalle no las quemó y quedó el testimonio.

6Por lo general, la secta se vale de medios terceros para ejecutar crímenes. Tal el caso del asesinato del doctor Maza en
nuestro país, en 18S9, pues poseía las pruebas de cómo su hijo Ramón había sido seducido y manejado por la Logia inte-
grada por Lafuente, Albarracín, Jacinto Rodríguez Peña, R. Corvalán y Carlos Tejedor.
61
Crímenes que parecen pasionales, suicidios rarísimos, envenenamientos con crotalus horridus y com-
plots de apariencia política, han sido dispuestos por las ―Cámaras Kadoch‖ y muchas persecuciones económi-
cas, por intrigas y difamaciones salen de las logias, sin que siquiera lo sospechen los masones de grados inferio-
res ni los mismísimos grados 33 honorarios. Pero los grados 30 y muchos 18 bien saben los crímenes que los
manchan y de allí su terror a que se imponga la pena de muerte, sobre todo donde, como en España, la Maso-
nería está casi vencida. Saben por experiencia que, pese al secretismo y su diabólica astucia, muy a menudo
suelen aparecer confesiones inesperadas y documentos terminantes.
En tal caso la pena de muerte impediría los ―trabajos masónicos‖ para liberar al reo...
La criminalidad de la secta (reparad bien que no decimos de los ―masones‖), surge de documentos ex-
aminados, hechos históricos comprobados y de su satánica religión, pero lo más terrible de ella es su secretis-
mo y la habilidad de simulación que poseen sus secuaces. Luchar contra la masonería es obra imperiosa si que-
remos salvar a la sociedad y a la patria.

www.statveritas.com.ar

62

Anda mungkin juga menyukai