México:
Fondo de Cultura Económica (Edición original en inglés,
1969)
1
actividad misma y el personal correspondiente. Se considera
la investigación teórica tal como la desarrollan los
científicos de orientación teórica (columna I), con un
“producto” resultante de teoría y datos (columna II). Las
dos clases de “consumidores” de teoría y datos, los
científicos teóricos y los aplicados (columna III) aplican
cada uno el producto científico a sus “fines” específicos
(columna IV).
I II III IV
Investigación Producto Consumidor Fines
Continuación
Teoría y de la
Actividad Teórica
datos investigación
teórica
Científicos Aplicaciones
Científicos
Personal teóricos y prácticas,
teóricos
aplicados “tecnología”
2
podemos hablar de leyes científicas, y en las que la
teoría, aunque expuesta en términos problemáticos, permite
una predicción certera, este modelo de aplicación de la
ciencia tiene cierta validez. Sin embargo, incluso en este
caso, conviene recordar que el modelo sólo es adecuado en
el sentido más amplio, ya que con frecuencia la tecnología
ha sobrepasado a la teoría, y al hacerlo ha sido en
realidad una fuente de esa misma teoría de la cual se
supone obtiene su sustento. Por ejemplo, las contribuciones
de Pasteur a la bacteriología fueron inicialmente el
resultado del intento de encontrar soluciones a los
problemas prácticos de las industrias francesas del vino y
de la seda.
3
relaciones interpersonales, y en una metodología (examinada
en el capítulo III) que, igual que las metodologías de
otras ciencias sociales, hace sus contribuciones singulares
al entendimiento del comportamiento humano y de sus
motivaciones subyacentes.
Por lo general un antropólogo considera los grupos que
estudia en el trabajo aplicado como comunidades y culturas
o subculturas que básica mente no difieren de las que
tradicionalmente ana liza, sujetas a los mismos métodos de
investigación y marcos conceptuales que emplea en la
investigación teórica. Como dijo Hauser algunos años atrás,
al hablar de las ciencias sociales en general, la
diferencia significativa entre la antropología teórica )y
la aplicada radica fundamentalmente “… no en el punto de
vista o los métodos del investigador, ni en la naturaleza
de los fenómenos que se investigan, sino en la manera de
seleccionar el problema, en los auspicios de la
investigación y en los objetivos inmediatos, a diferencia
de los que son a largo plazo” (Hauser, 1949:209 —cursivas
del autor].
UN MODELO
4
los individuos y a su sociedad. El logro de formas
específicas de cambio del comportamiento humano es, por lo
tanto, el “fin” básico de la antropología aplicada. Aunque
ambas secuencias aparecen como independientes, de hecho
están íntimamente relaciona das (como lo muestran las
flechas punteadas diagonales), ya que muchas
investigaciones realizadas en contextos aplicados han sido
directamente relevantes para la teoría antropológica básica
y, a la inversa, la investigación pura ha contribuido
considerablemente a los problemas aplicados. De hecho, como
veremos en el capítulo 7, desde un punto de vista
científico, una (le las más vigorosas justificaciones de la
investigación antropológica aplicada consiste en la
contribución que hace a nuestro cor pus fundamental de
datos y conceptos.
Veamos más atentamente este modelo.
5
II III
I
Selección de Patrocinador IV VI VII
Tipo de V Intérprete
la de la Producto Consumidor Fines
Investigación
investigación investigación
Continuación
Teoría y de la
Actividad: “Pura”
datos investigación
y la enseñanza
Ninguno
Antropólogos,
Personal: Antropólogo Antropólogo Fundación (¿Autor de
maestros
textos?)
Teoría
Cambios en el
limitada
Actividad: “Aplicada” comportamiento
y datos
humano
prácticos
Antropólogo
Organización Organización aplicado, Personal de
Personal: Antropólogo
innovadora innovadora consultor operaciones
antropológico
6
En la investigación aplicada la organización in novadora
encargada de solucionar los problemas prácticos
generalmente selecciona el problema, y los objetivos de
esta organización, más que los de la ciencia, son los
determinantes. Al aceptar un empleo en una empresa cuyos
objetivos primarios no son científicos, el antropólogo se
compromete, al menos en parte, con los objetivos y valores
de esta empresa.
Generalmente los patrocinadores de la investigación pura y
de la aplicada son diferentes. Un antropólogo que intenta
desarrollar sus propios planes de investigación busca el
apoyo de una organización cuyo papel en la sociedad sea el
aumento del conocimiento en su propio provecho, cuya
existencia ininterrumpida no dependa de una “compensación”
práctica inmediata. En ocasiones esto un plica la obtención
de fondos de investigación en una universidad. Con mayor
frecuencia se trata del auspicio de una fundación privada
como la Ford, Wenner-Gren, Carnegie o el Consejo de
Investigación de Ciencias Sociales. Actualmente el gobierno
de los Estados Unidos, a través de la Fundación Científica
Nacional y de los Institutos Nacionales de Salud, se ha
convertido en el mayor patrocinador de la investigación
antropológica pura.
Además de proporcionar el dinero, las instituciones que
patrocinan la investigación pura presentan otras
características, de las cuales consideramos como más
importantes el hecho de que no utilicen o reclamen, moral o
legalmente, los resultados de la investigación que resulten
de su apoyo, ni tampoco, por lo regular, limiten de ninguna
manera el USO que el investigador haga de esos resultados.
Por lo general, el antropólogo conserva el control total
sobre los datos que provienen de su investigación, decide
sobre cómo han de presentarse esos datos a otras personas
interesadas y las limitaciones de su uso, si es que las
hay, las impone él mismo, basándose en sus juicios éticos.
Por el contrario, la investigación aplicada suele ser
patrocinada por la burocracia innovadora, es decir, la
organización-cliente que establece el problema y que espera
utilizar al menos una parte de los resultados de la
investigación en la consecución de sus propios objetivos,
tener un derecho moral y legal sobre todos los resultados y
poder limitar el empleo que pueda darles el antropólogo que
los recabó.
En la práctica, muchos patrocinadores de investigaciones
antropológicas aplicadas se muestran flexibles, otorgando
al científico una amplitud considerable para identificar
los factores críticos que necesitan ser investigados dentro
del amplio marco del problema práctico, y dejándolo en
libertad de presentar a sus colegas los datos de su
7
investigación bajo la forma de artículos, monografías y
trabajos leídos en reuniones profesionales. Su interés
consiste en que el antropólogo les proporcione la
suficiente información relacionada con sus problemas como
para justificar su ayuda. Una vez logrado este objetivo, y
no existiendo problemas de seguridad para la empresa, por
lo general el antropólogo suele ser libre de utilizar sus
datos en la forma científica que escoja. Una organización
patrocina dora puede, de hecho, lograr considerable
prestigio y simpatías mediante una política que permita que
los investigadores contratados actúen como profesionales al
presentar los datos e hipótesis dé los colegas
antropólogos.
UNA DEFINICIÓN
13
Las actividades y las funciones del personal dedicado a la
antropología teórica y a la aplicada se han comparado y
contrastado mediante un modelo. Este modelo señala que un
antropólogo está efectivamente haciendo trabajo cuando
tiene algún tipo de vínculo formal con una organización
innovadora orientada hacia objetivos sociales, económicos y
tecnológicos que implican tipos de cambio más bien
específicos del comportamiento humano. Cuando trabaja en un
marco semejante, el antropólogo acepta el derecho que tiene
la organización de determinar los principales temas de
investigación, a cambio de lo cual recibe un apoyo
económico o de otro tipo. También está de acuerdo en
presentar al personal de la organización los resultados de
su investigación y las ideas que de ellas surjan, en forma
aceptada por los planificadores, administradores y
especialistas técnicos, más que en las formas empleadas
habitualmente para comunicarse con los miembros de su
propia disciplina. Esta asociación funcional con una
organización no académica, que tiene metas del tipo
descrito, y las modificaciones del papel que requiera esta
asociación, hacen al antropólogo aplicado.
El antropólogo recurre a sus conocimientos profesionales
básicos, por supuesto, pero sólo en contadas ocasiones
puede decirse que esté “aplicando” a los problemas
prácticos teoría y datos desarrolla dos por el sector
“puro” de la disciplina. Cuando su trabajo aplicado implica
investigación, esencial mente trabaja de la misma manera
que cuando su interés es primordialmente teórico, teniendo
en mente al mismo tiempo tanto sus propias interrogaciones
sobre el comportamiento humano como las planteadas por los
administradores y técnicos de la organización con la que
está asociado.
Haciendo énfasis más en la asociación que en la aplicación,
podemos decir que “antropología aplicada” es el nombre que
habitualmente emplean los antropólogos para describir sus
actividades profesionales en programas que tienen como
objetivos principales, antes que desarrollar una teoría
social y cultural, lograr cambios del comportamiento humano
que, se cree, mitigarán los problemas socia les, económicos
y tecnológicos contemporáneos.
Se podría aducir, con cierta justificación, que esta
definición debería ampliarse para incluir la investigación
que no es seleccionada ni patrocinada por una organización
cliente, sino cuyo producto es de uso inmediato o potencial
en un programa de acción. Así, el análisis de Steubing
sobre las tensiones existentes en una escuela secundaria,
reseñado brevemente en el capítulo VI, no fue patrocinado
por ninguna organización orientada hacia la acción. Sin
embargo, sus observaciones serían sumamente útiles para un
14
sistema escolar que se examine a sí mismo con vistas a
mejorar sus funciones.
La investigación de salud pública del Instituto de
Antropología Social que describí en el capítulo 1 fue, de
hecho, precedida por un proyecto de investigación más breve
seleccionado por antropólogos más que por el personal de
salud pública y auspiciado por fondos del Instituto
Smithsoniano. El personal del Instituto para Asuntos
Interamericanos reconoció que los resultados de esta
investigación fueron significativos para sus programas de
salud, y esto condujo a la inclusión de antropólogos en el
equipo de evaluadores. Por el uso inmediato que se hizo de
esta investigación inicial es correcto considerar que es
aplicada, aun cuando los vínculos burocráticos habituales
no existían. Hay pocas definiciones, si acaso alguna, que
puedan ser totalmente comprensivas y precisas y que se
adapten a todos los casos imaginables. Creo, sin embargo,
que la breve definición arriba enunciada es bastante
precisa, y expresa al mismo tiempo las diferencias básicas
entre el trabajo teórico y el trabajo aplicado.
15