Por su parte, en algunos lugares se usa que los gerentes o jefes no cuentan con
nadie y no trasmiten ninguna información. Sin embargo, son muy raras las situaciones
en las que este tipo de políticas pueden funcionar adecuadamente. Por lo general, las
organizaciones en las que un solo individuo toma las decisiones de forma
completamente autónoma existe el beneficio de la rapidez en la tomar una decisión.
Pero el problema de las decisiones individuales reside en que no siempre se dispone
de una visión general de la situación, de toda la información necesaria para que la
alternativa elegida sea la más beneficiosa y, lo que es más difícil, la responsabilidad
de la ejecución recae sobre otras personas por lo que, en caso de producirse un fallo
en las previsiones, la responsabilidad del fracaso no recae sobre el responsable de la
decisión, sino sobre el empleado que la llevo a cabo.
Entonces pues es importante que siempre con sus reservas podamos darles a
nuestros trabajadores el poder de decidir junto con nosotros, que podamos
entrenarlos para que en caso necesario puedan tomar una decisión correcta, que
dejemos que siempre puedan participar con nosotros, pues en cuestión por ejemplo,
de trabajo operativo ellos son los expertos y pueden ver las cosas desde un punto de
vista que quizá nosotros no tenemos desde el punto de vista directivo.
Además esto hará que se sientan motivados ya que se les toma en cuenta y podemos
confiar en que si se necesita de una toma de decisiones ellos sabrán tomarla de
manera adecuada respaldados por nuestra confianza