Anda di halaman 1dari 7

http://fronterasblog.wordpress.

com/2009/04/10/35-paises-mas-jovenes-que-tu-y-iii/

1991 fue un año pródigo en la aparición de nuevos países. Sólo entre abril y septiembre
once nuevos estados se sumaron al mapamundi, pero no serían los últimos. La extinción de
la Unión Soviética todavía daría para varias naciones más, al igual que la antigua
Yugoslavia sería troceada en más pedazos. Pero no solo las federaciones socialistas serían
la cantera de nuevas naciones. En África, Asia y Oceanía también aparecerían nuevos
estados, algunos minúsculos, otros más bien creciditos. Estas son sus historias.

Países independizados en los


útimos treinta años. Mapa
realizado con el mítico Visited
Countries

Armenia: 21 de septiembre de 1991. En pleno proceso de


desintegración soviético, la RSS de Armenia y su vecina la RSS de
Azerbaiyán comenzaron un conflicto por el control del Alto Karabaj o
Nagorno Karabaj, una región técnicamente azerí pero poblada
mayoritariamente por armenios. Por esta, entre otras muchas causas, en Yereván se
sucedieron las manifestaciones de corte nacionalista (como ya había pasado en la vecina
Georgia) exigiendo la autonomía, cuando no la independencia. En 1990 Armenia declaró su
soberanía frente a la URSS, como ya habían hecho Ucrania o Bielorrusia. Tras el golpe de
estado contra Gorbachov de 1991 el país se apresuró a votar su independencia, votada el 21
de septiembre y proclamada dos días más tarde.

Azerbaiyán: 18 de octubre de 1991. Una vez más se repitió la


historia. Tras proclamar su soberanía frente a la URSS en 1990, la
RSS de Azerbaiyán retiró las dos eses de su nombre e inició su
camino hacia la independencia restaurando su bandera tradicional y
eliminando la soviética. En septiembre del año siguiente se celebraron elecciones
presidenciales, y el 18 de octubre el parlamento proclamó la independencia, ratificada en
referéndum en diciembre de 1991. En ese mismo mes la población del Alto Karabaj votó
también por la independencia, sin que los azeríes lo aceptaran de demasiado buen grado, y
estalló la guerra del Alto Karabaj, que duraría cuatro años y terminaría con Armenia
controlando una sexta parte del territorio azerí.
Turkmenistán: 27 de octubre de 1991. El país de los turcómanos,
cuya bandera es una de las más detallistas del planeta, siguió los pasos
de la mayor parte de las repúblicas soviéticas, asumiendo la mayor
parte de las competencias (política económica, social y demás) en su
territorio en el año 1990. El Soviet Supremo de la RSS Turcómana aprobó la elección de
Saparmyrat Nyýazow, un perfecto enajenado, como primer presidente de la República, y
proclamó la independencia en octubre del 91, cuando el proceso de desmoronamiento de la
URSS se acercaba ya a su final. Durante los siguientes quince años el presidente vitalicio
Nyýazow creó un culto a la personalidad que le llevó no solo a llenar de retratos suyos el
país, en el más depurado estilo norcoreano, sino a renombrar los meses del año en
homenaje a miembros de su familia.

Kazajistán: 16 de diciembre de 1991. La última república en


independizarse formalmente del gigante soviético lo hizo casi a
regañadientes. Aunque en 1989 se habían producido manifestaciones
populares contra la política moscovita de realizar pruebas nucleares en
su territorio, el presidente Nursultan Nazarbayev se mostró contrario a la secesión de la
URSS hasta que, literalmente, ésta dejó de existir. El 8 de diciembre de 1991 los
presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania ya habían fundado la CEI, a la que se
adhirieron la mayor parte de las naciones integrantes de la Unión Soviética, y de la URSS
sólo quedaba el nombre. Cuando el 16 de diciembre de 1991 finalmente Kazajistán
proclamó su nacimiento como Estado, la Unión Soviética no existía más que para darle un
cargo a Mijail Gorbachov, que dimitiría como presidente nueve días más tarde.

Bosnia y Herzegovina: 1 de marzo de 1992. La pequeña república


balcánica fue, y de lejos, la que más sufrió al independizarse. Bosnia
es una república multiétnica, donde conviven croatas, serbios y
bosniacos. La política local se basaba en la identificación con una
etnia, siendo los partidos de caracter “nacional”, no transversales. Bosnios y croatas se
encontraban mayoritariamente a favor de la independencia, mientras que la minoría serbia
(un 30% en aquella época) se mostraba favorable a la permanencia en la federación
yugoslava. Habiendo declarado su soberanía en 1991, el 1 de marzo de 1992 celebró un
referendo de independencia, boicoteado por los serbobosnios, que, con un 64% de
participación, otorgó un 98% de papeletas al “sí”. Belgrado no aceptó el resultado, y el
ejército serbio procedió a invadir el país, primero, y a exterminar a bosnios y croatas,
después. Los propios croatas, supuestamente aliados de los bosnios, protagonizaron un par
de campañas de limpieza étnica contra ellos en las zonas donde eran mayoritarios. Sarajevo
sufrió el peor asedio desde la II Guerra Mundial (tres años), y las matanzas de civiles a
manos de las fuerzas serbias se contaron por decenas. La guerra terminó cuando en 1995 la
OTAN decidió pasar a la acción y recetarle jarabe de cazabombardero a las fuerzas
serbobosnias. Los acuerdos de Dayton de 1995 configuraron el estado plurinacional bosnio,
que tiene nada menos que tres presidentes, uno por cada etnia, croata, bosnia, y serbia.
Eslovaquia: 1 de enero de 1993. Formalmente Checoslovaquia era
una federación entre las repúblicas de Chequia y Eslovaquia, en la que
el mayor peso lo llevaba Praga. Tras la Revolución de Terciopelo de
1989, que llevó a la caída del comunismo y al establecimiento de la
democracia, la cuestión de la separación se planteó entre los
gobernantes y la ciudadanía, dividida casi a partes iguales en ambas repúblicas entre la
permanencia como federación y la división. En 1992 el parlamento eslovaco decidió
proclamar la independencia, llevada a cabo de manera muy civilizada, en lo que se llamó el
“divorcio de terciopelo“. La independencia fue efectiva el 1 de enero de 1993.

Eritrea: 24 de mayo de 1993. Colonia Italiana desde 1890, el


territorio de Eritrea se vio pronto unido al de Etiopía, cuando en los
años 40 Mussolini proclamó el exiguo Imperio Italiano, consistente en
Eritrea, Etiopía y la Somalia Italiana (actual Yibuti). Tras ser
conquistada por el ejército inglés durante la II Guerra Mundial, la ONU decidió federar el
país con Etiopía en 1950. Diez años después ya había aparecido un movimiento
independentista, que provocó que el Emperador Haile Selassie degradara al país a la
condición de provincia. La guerra de independencia duró cosa de treinta años. Etiopía
resistió gracias al apoyo soviético cuando el reputado genocida Mengistu subió al poder,
pero la caída del comunismo precipitó el final de la guerra. En 1993 se celebró un
referéndum, auspiciado por Estados Unidos y apoyado por Etiopía, saldado con un 99,8%
de los votos a favor.

Palaos: 1 de octubre de 1994. Las 250 islas, aproximadamente, que


componen la República de Palaos, comparten gran parte de su historia
con las islas Marshall o con Micronesia. Colonizadas por ingleses y
españoles, éstos últimos se las vendieron a los alemanes a finales del
XIX. Posteriormente, tras la I Guerra Mundial Japón se hace cargo de
su administración, y finalmente Estados Unidos asume su control al acabar la II Guerra
Mundial a través de un mandato de la ONU. En los años 70 y 80 la mayor parte de las islas
del Pacífico alcanzaron su independencia, pero en Palaos hicieron falta ocho referendos y la
muerte de dos presidentes (uno asesinado y otro suicidado) para que finalmente eso suceda.
Palaos mantiene un tratado de libre asociación con EE.UU. que no le impide ser miembro
de pleno derecho de la ONU, y tener un voto en ella, pese a que su población es de veinte
mil habitantes.

Timor Oriental: 20 de mayo de 2002. Oficialmente Timor Oriental


se independizó de Portugal el 28 de noviembre de 1975, pero
Indonesia, su vecino 130 veces más grande y doscientas veces más
poblado, invadió nueve días después la isla, con el apoyo de Estados
Unidos y Australia, dado el carácter “revolucionario” del movimiento independentista
timorense. Durante el siguiente cuarto de siglo Indonesia ocupó la isla, sin recibir sanciones
de la ONU gracias al voto de bloqueo de EE.UU. en el organismo. En ese tiempose calcula
que el régimen de Suharto asesinó a entre sesenta y doscientas cincuenta mil personas. En
1999 la presión internacional obligó a Indonesia a permitir la celebración de un referéndum
sobre la independencia. Antes de que se conocieran los resultados milicias a sueldo de
Indonesia provocaron una masacre en todo el país, redujeron a cenizas la mayor parte de las
ciudades y las infraestructuras y mataron a dos mil personas, amén de provocar que tres
cuartas partes de la población huyeran de sus casas. Finalmente, la llegada de tropas
internacionales permitió la independencia en 2002.

Montenegro: 3 de junio de 2006. El pequeño territorio balcánico era


la única república federativa yugoslava que quedaba unida a Serbia
tras las independencias de todas las demás a principios de los noventa.
Sin embargo, desde finales de los noventa en adelante las tensiones
entre Podgorica y Belgrado aumentaron notablemente, debido al distinto peso de los dos
países en la federación. Los bombardeos de la OTAN contra Serbia por su política de
limpieza étnica en Kosovo también afectaron a Montenegro, lo que no hizo sino empeorar
las relaciones entre ambos países. En 2003 Yugoslavia se transformó en “Serbia y
Montenegro”, otorgando mayor autonomía a ambos países, pero esto no pudo frenar el
independentismo. En mayo de 2006 se celebró el referendo definitivo, en el que un 55,5%
de los montenegrinos votaron a favor de la independencia, superando por solo 2.000 votos
el límite del 55% que había marcado la UE para dar validez a la consulta.

Kosovo: 17 de febrero de 2008. El país más joven del mundo hasta el


momento, y el único no reconocido por la ONU de todos los aquí
nombrados. A diferencia de otros estados no reconocidos por
Naciones Unidas, como Transnistria o Somalilandia, Kosovo goza del
reconocimiento de 56 países de todo el mundo, incluyendo la mayoría
de los miembros de la UE y de la OTAN. Estados Unidos, Francia, el Reino Unido,
Alemania, Japón, Australia o Malasia son algunos de estos países. Kosovo tenía el estatus,
dentro de la antigua Yugoslavia, de provincia autónoma dentro de Serbia, situación que fue
eliminada por Slobodan Milosevic poco antes del inicio de la disolución de Yugoslavia. La
política de limpieza étnica de Belgrado contra la mayoría albanesa de Kosovo provocó en
1999 los bombardeos de la OTAN sobre el país, que perdió el control de la provincia por
completo, quedando éste en manos de la ONU. Nueve años después, el parlamento kosovar,
una institución apoyada por Naciones Unidas, proclamó su independencia de manera
unilateral, con la oposición de Serbia (lógicamente) y Rusia, entre otros. Actualmente,
Kosovo es mucho más un protectorado de la ONU que un estado independiente, estando
además parte de su territorio bajo control de ayuntamientos pro serbios que no reconocen la
soberanía de Pristina.

Lituania: 11 de marzo de 1990. La primera república en


desertar de la tiranía soviética. Desde 1986, año de la
aparición de la perestroika y la glásnost en la URSS, las tres
Repúblicas Bálticas vieron crecer un fortísimo movimiento
independentista, que a la postre se llamaría Revolución
Cantada, y cuyo punto culminante fue la llamada Cadena Báltica, una cadena
humana formada por más de dos millones de personas entre Tallín y Vilna, a lo
largo de 600 kilómetros. En Lituania ese movimiento llevaría al parlamento a
declarar la restauración de la independencia en marzo de 1990. La
independencia no sería admitida por Moscú, y fuerzas prosoviéticas intentaron
tomar el control de la pequeña república en enero de 1991. Fracasaron, no sin
antes llevarse por delante las vidas de 13 manifestantes desarmados en Vilna.

Letonia: 4 de mayo de 1990. En un proceso muy similar al de


Lituania, el parlamento letón proclamó la restauración de la
independencia en mayo de 1990, con un periodo de transición que
concluiría abruptamente en agosto del 91, cuando el golpe de Estado
contra Gorbachov provocó el hundimiento definitivo de la Unión Soviética. Al igual que
sucedió en Vilna, Riga también vivió un ataque de fuerzas pro soviéticas (básicamente las
fuerzas especiales de la URSS estacionadas en el país), que fracasó, llevándose a al menos
siete civiles desarmados por delante.

Georgia: 9 de abril de 1991. En plena Perestroika, la incomodidad


del país dentro de la Unión Soviética era manifiesta desde la caída del
Muro de Berlín. La presión popular, con manifestaciones y huelgas de
por medio, llevó al gobierno de la RSS de Georgia a convocar
elecciones multipartidistas en octubre de 1990, comicios en los que
venció el nacionalismo georgiano. El 31 de marzo de 1991 se celebró la consulta popular,
en la que el sí ganó con un 98,9% de los votos. Apenas 9 días más tarde se proclamó la
independencia, en el segundo aniversario de la tragedia de Tiflis, en la que una
manifestación antisoviética fue dispersada por el ejército, asesinando por el camino a veinte
personas.

Eslovenia: 25 de junio de 1991. Tras la muerte en 1980 del mariscal


Tito, auténtico forjador de Yugoslavia, las tensiones étnicas y
políticas en la federación yugoslava, largamente contenidas, salieron a
la superficie de manera cada vez más agresiva. La política
centralizadora y proserbia de Slobodan Milosevic contribuyó bastante a ello. En abril de
1990 se celebraron elecciones libres en Eslovenia, seguidas en diciembre de ese año por un
referendo por la independencia, resuelto con un aplastante 88% de los votos a favor. Ese
día comenzaron los preparativos para la inevitable guerra. El 25 de junio de 1991 Eslovenia
proclamó su independencia. Serbia procedió a invadir el país, lo que provocó la conocida
como guerra de los diez días, ganada por Eslovenia merced al apoyo absoluto de la
población civil y a su superior conocimiento del terreno. El apoyo internacional, la
inexistencia de una importante minoría serbia en el país (determinante en los destinos de
Croacia o Bosnia) y la existencia de la república croata como escudo ante Serbia ayudaron
mucho también. En enero de 1992 el país sería reconocido internacionalmente.

Croacia: 25 de junio de 1991. La independencia croata también llegó


a través de una guerra. Previamente a la declaración de independencia
la minoría serbia en la República Socialista de Croacia se había
rebelado contra el gobierno de Zagreb y había proclamado la
República Serbia de Krajina con el apoyo del ejército yugoslavo (formado casi
exclusivamente por serbios y montenegrinos). El 19 de mayo de 1991 se celebró en Croacia
un referendum de independencia, boicoteado por los serbios, en el que el sí venció por un
99%. Croacia proclamó su independencia el mismo día que Eslovenia, y mantuvo a partir
de entonces una guerra de cuatro años contra Serbia por el control de la Krajina, resuelta en
1995 mediante la Operación Tormenta.

Estonia: 20 de agosto de 1991. Al igual que sucediera en sus dos


vecinos bálticos, desde 1986 en adelante el nacionalismo estonio ganó
adeptos por todo el país, comenzando una serie de protestas y
manifestaciones a favor de la independencia. Los gobernantes
estonios, sin embargo, midieron mucho los tiempos para evitar la
violencia que había herido a Letonia y Lituania. Las primeras elecciones libres se
celebraron en 1990; en abril del año siguiente se celebró un referéndum por la
independencia, que resultó apoyada por más de tres cuartas partes de la población. Después
del golpe de estado de agosto del 91 en Moscú Estonia proclamó finalmente su
independencia, reconocida por Moscú el 6 de septiembre.

Ucrania: 24 de agosto de 1991. La ola democratizadora provocada


por la perestroika permitió a Ucrania declarar, en 1990, su soberanía
dentro de la URSS, y la prevalencia de las leyes ucranianas sobre las
soviéticas dentro de su territorio. Tras el golpe de estado de agosto del
91 el parlamento de Kiev declaró la independencia el día 24 del
mismo mes. La independencia fue ratificada mediante referéndum popular en diciembre, al
tiempo que se celebraban las primeras elecciones democráticas.

Bielorrusia: 25 de agosto de 1991. Al igual que Ucrania, la


República Socialista de Bielorrusia declaró su soberanía frente a la
URSS en el verano de 1990. Un año más tarde, como consecuencia
del golpe de estado contra Gorbachov, el parlamento bielorruso
declaró la independencia del país. En diciembre de ese año los presidentes bielorruso,
ucraniano y ruso se reunieron para firmar la disolución de la Unión Soviética y el
nacimento de la CEI.

Moldavia: 27 de agosto de 1991. Al igual que sus dos antecesoras


cronológicas en la secesión de la URSS, Moldavia ya había declarado
su soberanía sobre las leyes soviéticas en 1990. Los moldavos,
étnicamente rumanos, proclamaron finalmente su independencia
pocos días después del golpe de estado de 1991. Un año antes la minoría eslava,
concentrada en la margen oriental del río Dniester, había proclamado su secesión de la RSS
de Moldavia, apoyada por el ejército ruso allí estacionado. En la actualidad aquello es un
nido de ratas conocido como Transnistria.

Kirguistán: 31 de agosto de 1991. Al igual que en el resto de


Repúblicas Soviéticas, en la RSS de Kirguistán apareció un
movimiento reformista de corte democrático que se hizo con el poder
en octubre de 1990. En 1991 se celebró un referéndum, patrocinado
por Moscú, sobre la permanencia del país en una URSS renovada, y el
sí, o sea, el no a la independencia, ganó con un 88% de los votos. Sin embargo, el fallido
golpe de agosto, unido a un intento similar dentro de la propia república kirguís, precipitó
la secesión, proclamada el 31 de agosto por el Soviet Supremo de la república.
Uzbekistán: 31 de agosto de 1991. La historia se repite por quinta
vez en la misma semana, con el añadido religioso en un país de
mayoría musulmana. Durante los años de la glásnost los movimientos
independentistas fueron creciendo, pero sin llegar en ningún momento
a ser mayoritarios. El golpe de estado del 19 de agosto sirvió como catalizador del
independentismo, y provocó la secesión de la URSS el mismo día en que lo hizo
Kirguistán. La independencia fue ratificada con un referendo en diciembre de ese mismo
año, con un 98% de los votos emitidos a favor.

Macedonia: 8 de septiembre de 1991. A diferencia de las demás


repúblicas de la Federación Yugoslava, Macedonia se independizó sin
sufrir una guerra a través de un referéndum popular. Su primer
problema como estado independiente fue su nombre. Grecia no aceptó
el constitucional de República de Macedonia porque la región limítrofe griega con el país
se llama igual, y llegó a decretar un embargo comercial contra el país recién nacido.
Finalmente se llegó a una solución de compromiso, consistente en denominar a Macedonia
como Antigua República Yugoslava de Macedonia, o FYROM, por sus siglas en inglés.

Tayikistán: 9 de septiembre de 1991. En el último tercio de los años 80 la influencia de


los tayikos en la vida pública de la República Soviética fue aumentando, en detrimento de
la minoría rusa. En 1990 se produjeron grandes manifestaciones en Dushanbé favorables al
autogobierno y al liderazgo de la etnia tayika. Las discrepancias
internas, sin embargo, eran enormes entre las distintas facciones del
país. Tras el fracaso del golpe de Estado de 1991 el Soviet Supremo
de Tayikistán proclamó la independencia, que fue seguida
inmediatamente después por cinco años de guerra civil.

Anda mungkin juga menyukai