Integrantes
Gabriel Rodríguez
C.I 20.175.111
Para esta nueva etapa se habla de una democracia protagónica que sea genuina y auténtica,
donde incluya todos los espacios públicos y privados para complementarlos en una ideología
liberal.
Es preciso que los individuos que formen una sociedad se organicen para lograr las mejorías que
confiere una asociación cooperativa transformando la debilidad individual en una fuerza
colectiva que integre a todos los individuos, tomando en cuenta que la creación de una
organización no implicara en la autonomía, libertad y poder de dicho individuo.
Dicha sociedad integrada por los ciudadanos de todas las clases ejercerán y conservaran
siempre su poder y soberanía, la cual estará orientada al bienestar de todos, sosteniendo los
principios de igualdad y libertad.
El cambio debe estar dirigido a construir una comunidad que tenga elementos en común y que
no incluya a individuos egoístas atentos a imponer sus intereses a la comunidad. A esa
comunidad se le da todo el poder originario del individuo, lo que produce una voluntad general
en el sentido de un poder al servicio de todos.
Sabiendo que la soberanía reside en el pueblo, éste podrá por si mismo dirigir el Estado sin
necesidad de delegar su soberanía, tal como en la práctica sucede con la democracia
representativa. Esta dirección está sólidamente unida a la búsqueda del bien común y el interés
general de la sociedad.
La soberanía popular está reunida en la Asamblea Constituyente, única encargada legitima del
poder legislativo. La soberanía no puede ser representada, la voluntad no admite
representación.
Mediante la misma el Estado garantiza los materiales que se necesitan para la realización del
bien común, ofreciendo el bienestar para todos brindándonos educación, salud y trabajo que
están por encima de la simple formalidad de la igualdad ante la ley. El Estado tiene que ser de
carácter solidario, preservar los derechos a la defensa de la vida y la solidaridad en comunidad
preservando la cooperación social, está fundado en la conciencia ética al interés en general de
la sociedad y el bienestar de todos.
El pueblo por si mismo tiene el derecho de ejercer la soberanía, son ciudadanos autónomos,
cooperativos y conscientes; conservan en su poder la soberanía la cual no se puede dividir es
indelegable e infalible, pues la misma es el derecho del pueblo para garantizar el bien común y
está al servicio de toda la comunidad.
Por el contrario nadie puede renunciar a su soberanía porque pierde su libertad y su derecho a
una vida digna, es la razón por la cual se ejerce directamente a través de la ley y con un
sentido ético. También es la razón por la cual es indivisible, pues todos no pueden actuar en
contra de sus propios intereses comunes.
El ejercicio de los derechos implica la responsabilidad social del ciudadano para garantizarlos
conjuntamente con el Estado. El funcionario público es un simple delegatario de poder del
ciudadano por eso es importante la educación principalmente moral, y la necesidad del
bienestar colectivo o bien común como guía de la sociedad.