Profesor del Instituto de Filosofía, Universidad de Antioquia. Tomado de Revista Universidad de Antioquia. No. 268, 2002,
p. 23-29.
El otro aspecto se refiere al empeño con No deja de ser muy curioso que Newton,
que Newton busca distinguir el espacio, de con la universalidad que caracteriza su
la materia limitada del universo: el espacio pensamiento, aparezca en esta polémica
sería algo como un recipiente absoluto e como una figura que ocupa un lugar en la
infinito donde están los cuerpos. Newton historia, que pertenece a una época y que
aseguraba que había movimientos que por por lo mismo comparte todo un conjunto de
no ser relativos permitían revelar la exis- formas de pensamiento y hasta de creencias
tencia del espacio absoluto; con ese objeto con sus contemporáneos y concretamente
trae el famoso ejemplo del movimiento de con su aventajado discípulo, y digo curioso
rotación de un balde lleno de agua, desde porque otros autores, de nuestro siglo,
el comienzo mismo de su obra. Leibniz no de los que se sabe muy bien que tanto
podía aceptar que el espacio fuera diferente sus problemas como el uso que hacen del
de la materia, para él no era otra cosa lenguaje obedecen a circunstancias defi-
que la relación entre los cuerpos, además nidas y a mentalidades y regiones muy
no había forma de pensar que la materia particulares, son apartados y alejados
tuviera límites como para sostener que de la historia de las ideas por lectores
más allá estaba un espacio vacío e infinito: crédulos que quieren resguardarse ya no
“Descartes ha sostenido que la materia de la palabrería, como lo hacen los grandes
no tiene límites, y no creo que se le haya pensadores, sino de la crítica, para convertir
refutado suficientemente” (Quinta carta, algunas creaciones intelectuales en verda-
art. 32). Siguiendo el relativismo carte- deras máquinas burocráticas.
siano, Leibniz sostenía que no había lugares
verdaderamente inmóviles en el universo, 3
sólo podemos pensar en suponerlos inmó- ¿Qué podemos decir nosotros de la confu-
viles para determinar el movimiento de los sión que ha atrapado a la misma filosofía
otros cuerpos. y, en cierta medida, la ha reducido a ser
(1987), Alain Finkielkraut logró indicar con ciones y en jerarquías como el pasado de
todo el detalle la forma como el abandono los caballeros que alimentaba el odio que
del universalismo moral de la Ilustración Nietzsche sentía por la igualdad, por la
conducía al encierro de los individuos democracia y por la modernidad.
dentro de una identidad cultural fija que
les impedía el ejercicio de la crítica y de la Es preferible una interpretación que esta-
independencia intelectual. Resultaba claro blezca el pluralismo de los valores como
que el particularismo cultural, su relativismo respuesta al monismo moral, que consiste
de los valores, no era ninguna solución al en creer en una solución última a los
supuesto eurocentrismo propio de la Ilus- conflictos humanos, en una sociedad sin
tración. Estado y sin clases. Pero el pluralismo de
los valores de Isaiah Berlin no cae en el
Luc Ferry y Alain Renaut, en su libro Heide- particularismo cultural propio de la llamada
gger y los modernos (1988), y Alain Renaut posmodernidad porque mantiene un núcleo
en La era del individuo (1989), lograron básico del universalismo moral, que consiste
señalar el callejón sin salida a donde en la dignidad de la persona humana, en la
conduce la interpretación heideggeriana igualdad de dignidad, que implica el derecho
de la modernidad, la cual pretendía, por que tiene toda persona a un ámbito de acti-
una parte, asignarle una misión renovadora vidad libre de la interferencia de los otros,
al pueblo alemán, precisamente durante de las tradiciones o de la comunidad para
el régimen nazi, como si se tratara de un elegir los fines y los propósitos de su vida.
destino dentro de la historia del ser. Por otra
parte, buscaba comprender toda la época Mientras el particularismo cultural encierra
moderna como el resultado de la instaura- a los individuos en su pertenencia a un
ción de una razón instrumental que reducía grupo o comunidad, y los aprecia por su
a meros objetos la riqueza y la diversidad de exotismo, el pluralismo de los valores busca
lo existente: una cantinela que termina en proteger la dignidad y la intimidad de la
la nostalgia de un pasado medieval poblado persona, incluso de los grupos y de las
de artesanos y de feligreses, rico en distin- tradiciones aparentemente más propias y
más sagradas.