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CLARIDAD ORGANO DE LA JUVENTUD LIBRE DEL PERU Todos tos expiritus libres det Pe- rit son considerados miembros cola~ boradores de CLARIDAD. Bajo los auspicios en América de: José Ingenicros Berman ‘eufta Fuentes alcos Ana Graves Gabriela Mistral Amanda Labarea Director: V.R. Haya de la Torre Son redactores honorarios, en- cargados de seeciones especiales; Argentina Uruguay En Buenos Aires: En Montevideo Carlos Quijano in Aran jalio. MH, Prebixeh En Rosario Gregorio Par, Enis Di Eilivo Antonia Hentles ipa «vend aa En Santa Fe 0 Manirio Boljover Fe Belfer Ecuador rillaud Pablo A, Vola Juan Gand Lea “La Reforma” No lea “La Prensa” LEA UD. LA SEMANA DE AREQUIPA, EL NORTE DE TRUJILLO ANDINA DEL CUZCO Y TODA LA PRENSA OBRERA DE LIMA, SI QUIERE CONOCER, EL MOVIMIENTO IDEOLOGICO Y SOCIAL DEL PERU. Si no ha leido LA LIBERTAD DE OPINAR, de Carlos Vicu- fia Fuentes, catedrético expulsado de la Universidad de Santiago por sostener sus ideas sobre el problema peruano-chileno, IGNORA Ud. mucho que deberia saber. De venta en la LIBRERIA ROSAY. El volumen IV de la primera serie de LITERATURA PERUA NA son los Articulos de Combate de GONZALEZ PRADA. No cuesta sino 20 centavos y es la mejor seleccién que se ha hechode la obra revolucionaria del gran maestro. jELIJAMOS A JOSE VASCONCELLOS MAESTRO DE LA JUVENTUD ! El proximo numero de CLARIDAD estar dedicado especialmente a la memoria del gran revolucionario don Manuel Gonzélez Prada. ee jELIVAMOS A JOSE VASCONGELLOS MAESTRO DE LA JUVENTUD ! No pretendemos hacer a nues- ros lectores un retdrien pre 1 de excusas por Ia tar onque este mttinero apa Podemos aflrmar que dew tro del program: cién que nos —{encmos -trazado cabia su retardo. Siendo CLA- RIDAD una tribuna de lucha prineipista, tuvimes que aban. donarla temporalmenty arran cados por el poder sugestivo de otras mais allas y encendidas Do- siciones de combate, Las memo rubles jornadas ds mayo con tuita justic nuevo espirita eapla conciencius libres: Nosotitos t= mamos nuestros puestos y alean zainos enorgulleeidos el honor de tas vanguardias. enultecen In juventud, parable de In eruzade triunfal. ttaemos a tas piginas la priinicia de una holla experiencia. Sabemos que runa de las inuquinaciouss sondidas de In reaceién podri cusombrecer ta pica luminosi dad de aquellas horas, Los estu- diandes y los obreros del Pert Después de los sucesos inolv @ 8\ | ( | columnas dsl diario civilista, en Ol tu palabra y rompete —AIETSCHE nia sangre de. lon caidos, vividn In protesta ant a1 atropello. eeguldos tos ep is eu espera, podemos fr nar que Jos dias! de mayo lity dado tit signo tragion y eroador a esta Spoca nusstta, La juve juventwi ‘me fr unis at fucrane en tun solo finbet, hn pasado enferino ie prejuicio para confundirae eu te fe Pmmanidad de puras y-uevas iealidades. Si en ua comprendicron funtas yf una sola y ancha herida de in- dlignacidn y de reboldia. cabg t= perar que uiis tarde, adn vee s eetea. cada vex inde estre- también, temor de Ig muerte, fa reali. zacién del viejo ensuefio hun o. de una profunde transl acidn social iiREACCION!! La propaganda continia usa dables del 23, 26 y 25 de mayo, después del erimen injustitica ble de Ia calle Huérfanos. | ryaeel6n plitico-elerial aj ido sus miiltiples -campafias sombrias §" prutervas. Burs ¥ no le fs dificil, e} ugenuo y la obinidn la burguesia adoce- diciendy que la jornada libertaria y principista tendeia proyeeciones de revolueid: cial. La hoja oficialista, bilo. In asustadiza menta algunos jévenes universitarios, sitvieron’ maravillosamente ai efecto, Se hablé también de Ia nacionalidad en peligro desde lus un articulo de la redaceién con ofeusas ata ligicn que auspi- Ciaba tna firma deseonuciiia, y en “La Crénica”, otto graféma- ho de enearxo. (que resulta. un ‘Torquemada ile ta Gramiticn Castellana) declan’ culpable de Ja “cerenia dictadira 6 ta” a la Universidad Popular Gunziler Prada. Ambos partos = prodlucides eon fureeys. fueron las primeras voces We alarma que no aparecieron es el » oficial aunque por r versed st auspicio. ¢ canje de firmus, porque obe 1 al inismo plan. do de todas las armas, Tiene a- ‘0 en Ja fuerza para las ame- huzas y amparo en la negra cor ciencia jesuita para lanzar ea- humnias. Hay wo iunundaciéa de baba corrosiva que brota del verledere «le mil bocas. Frente a ella contintia enhiesta y firme ta cone del pueblo que no se cngafla ya. porque sabe que dy sera mis fuerte que le Ponsabilidad de dos asesinatos perpettados por el espiritu loro del con resistin c men los empu- jus vencedures de la libertad y Ia justicin MANUEL ALARCON V. y SALOMON PONCE FUERON MUERTOS EL 23 DE MAYO DE 1923 POR DEFENDER CON LOS ESTUDIANTES Y OBREROS DE LIMA LA LIBERTAD DE PENSAR iVieja Campana de San Marcos! En la inolvidable gran velada de commemo- racion de Ia tragedia ia Federacion | dlantes, Manuel .ju campang de San Marcos, ieja campana, vibra ya, bra triunfal baj > los Arcos De Ja antigua Universidad! Vibra cantando en locos sones 1 triunfo d= la juventud Y que la sangre a borbotones Hierva en lus mucyos corazones Gon fogusisima virtud! Canta Ja uuidn indestenetible Del estudiante ‘obrera A cuyy empuje irresist Toda defensa es imposibl> Y todo mal perecedero. Tea—luz, brazo pujante Que la realiza con vigor Gambian el mundo en un. ins. (lante de di (mante Para este ariele destructor. Y ya no hay puertas Puertas de error, viejas murallas Que eneastilldis’ la humanidad Y que culre hermanos ponéis (vallas Y hacéis un Dios de tas Bata- (ilas Del Dios Amor Caridad. Puertas del hierro maldecide Gon «ue Cain vielimé a Abel Que habdis al Hombre reeluido: jJestis a abriros fué venida! jPero os cerrastéis detris de él! Puerlas del bronce del orgullo De la conquista y ta oprasién. Que hasta al gusano del eaprulto dis, y al som de “ilo y ty yo Aherrojiis Ja libertad Puertas tervificas del cobre. De Ia conquista y la opresion Que de la Vida hasta el mur- (muilo Queréis ahogar y ain en ca (pallo Avesindis Ia libertad! Puertas del oro refulgente Con las efi Mammon En cuyo culto. reverente, EI Mundo inmola, diligente, de la Redencidn. jPuerlas del Mal, viejas mura- (las Que el viejo mundo resp2td, A imestro. canto, sin batallas, Desplomardnse vuestras vallas Como cayera Jeried! Vieja Vieja campans, vibra ya, De In nueva Universidad! Sancta Sanctorum del saber, En cuyas bovedas y naves Al ronco sin de aftejas claves Cantanse eanticos de ayer! No serin ya tus audas nobles ‘Tronos de infalibilidad Ni oraculares griegos robles Que misteriosamente inmobles Liueven palabras de verdad. No serds ¥a, noble matrona, Sélo heredera del ayer Que aunque es muy bella esa (corona Hoy sélo vale Iu que abona La luz del nuevo amaneeer. iNo seris sélo Jo guardiana be’ pergamino de fe ley. De Ia. velusta ley romana, iNo vaya a yerle el gran_M (fant Guardando titules de Rey! Fiera y leal de Que el que su bien armado vela Del odio hostil de que recela Abreva al fin su corazén! seriin ya tus hijos earos Negociadores. del saber. Ni como marmoles de Paros Frios al bien comin y avaros De su provecho y su placer. Mas con el alma inquieta y évi- (da De redimir Ia Humanidad, Ous todavia gime grivida Bajo del Mal y tiembla pa Haran su ds Y bajardn a los senderos: A acaudillar la gran legién De los novisimos romeros Que « Ia conquiste van, guerre- (ros, De Ia justicia y de Ia unidn. ‘Tit serés Madre y né madrastra, Nodriza de la juventu Y, contra el Inero, que la arras- (tea, En tu frontén pondrés: “Ad As “tra” iHacia la méxima altitud!: Guerra a los viles fariseos Que hacen del Templo del Sefior nda de viles Y encubren sdrdidos deseos Bajo la veste del honor! iGuerra a los vacuos sabihon- (aes Que ignoran que 2s la, prof De Hombre, la ciencia magna, (ormdos Con su infecunda ci a (mondes De viva, humana religién! {Guerra a los malos Regidores Del pueblo, atentos a lograr Bienes, poder, fortuna, honores Gon el sudor y los dolores De Ja faena popular! jGuerra a los sibditos del Oro ‘Que por henchirse de metal Dan a los cerdos el tesoro Del Alma libre, y ante, el Horo Del pobre rien 'de impiedadt jEsta es la obra santa, hermanos Que; wares, juntos, &empren- er, Intelectuales y artesanos Jévenes almas, pechos sanos. nes de ejmplares de 1915 a 1922, Rumbo al mafiana, no al ayer. Y en esta emphesa, ardua y (magnifica, A que nos llama el Ideal, Bajo la, luz de! sol, mirifiea, Nos ha‘de ver, grands y beati- (flea La faz de Cristo divinal, {Vieja campana de San Marcos. Vieja. eampana, vibra y Vibra’ triunfal De la nueva Universidad! Lima, 31 de Mayo de 1923. Manuel Beltroy. LA CRISIS UNIVERSITARIA CRISIS He aqui un brillante articulo que CLARIDAD recibe como Primicia enorgullecedora del nuevo espicita de nuestra in- telectualidad libre. José Carlos ‘Maridtegui, expresa en estas li- neas vibrantes el pensamiento de toda_una generacidn, Noso- ros solidarizamos ampliamente con él y nos aduefiamos entu- siastas de la honrosa responsa. bilidad ae sus palabras en que, palpita una hermosa inv eacion, de juventud. La voz de una de niestras més fuertes mentalidades 10 wniversitarias, resonaré lapidaria en la vetusta casa de San Marcos. Nuevamente insurgen los es- tudiantes. Vuelven a preconi- unos ja reforma universita- ria y otros la revolucién uni versitaria. Vuelven a clamar to- dos. confusa pero vivazmente, contra los malos métodos y con. tra los malos profesores. Asis. timos a los preliminares de una tacién estudiantil pr ilacién, ‘en 4919, desembaraz6 a la Univer- sidad de algunos catedréticos inservibles. Otra agitacin es tudiantil que, més tarde. tuvo femporalmente clausurada a la Universidad. origind otros cam- bios en el personal docente. Ahora, apenas apagedos | ecos de esa agitacion, se inicia una nueva. {Qué quiere decir esto? Quiere ‘decir simplemen- fe que las causas del malestar universitario no han desapare- fo. Se ba depurado medians ¢. incompletamente el person: de catedraticos, reforzado hoy eon algunos elementos jévenes y exonerado de algunos elemen. os caducos y_seniles. Pero Ia Universidad sigue siendo sus- fancialmente la misma. Y la Juventud tiene de nuevo a sen. sacidn de frecuentar una U versidad enferma. una Uni versidad petrificada, una Uni- versidad sombria, sin luz, sin salud y sin oxigeno: La juven- tud—al menos sus micleos més sanos y dindmicos —siente qu Ia Universidad de San Marcos es, en esta época de renovacion mundial y de mundial inquie tud ideolégica. una gélida, ar- caica y anémica academia, in- sensible a las grandes emocio- nes actuales de la humanidad, desconectada de las ideas que DE MAESTROS ¥ agitan presentemente al mundo in diseurso de Alfredo Pi clos tha estimulado Ia sensibili- clad estudiantil. Y ha encendido i$ mismos anhielos de reforma, ha sembrado los mismos gér- menes de revolucién que en 1919. Otra vez, la juventud grita contra los malos métodés, cor tra los malos profesores.' Pero esos _malos maestras —podrian ser sustituidos. Esos malos mé- Yodos podrian sor mejorad No cesaria, es es teuctural, espiritual. ideolégica. La crisis’ no se reduce a quo existen maestros malos, Consis- te, principalmente, en que faltan verdaderos maestros. Hay en “Las libertades lax tenemos} dentro de nosotros mismos: No son qraciosas concesiones de ias leyes. ;Qué importa que| Ia ley nos declare libres si ex tamos poseidos vor vulgares ambiciones y — sacrificamos| nuestra libertad y ain nues-| tra dignidad por satisfacertas, NIVET. AERA RR RRRR, In Universidad algunos eats driticos estimables. que dictan sagaz x cumplidamente sus cur. 808. Pero no hay un solo ejem: plar de maestro de la juvenjud. No hay un solo tipo dé conduc tor. No hay una sola vor profé- jea, directriz de leader y de apéitol. Un maestro. une no més, bastaria para salvar a la Universidad de San Marcos, para purifiear y renovar su ambiente enrarecido. morboso e infeeundo. Las biblicas ciuda- des pecadoras se perdieron por earencia de cinco hombres jus- fos. La Universidad de ‘San Mareos se pierde por carencia de un maestro. s_universidades necesitan Para ser vitales, que algtin so- plo creador fecunde us aulas. En las universidades europeas, al mismo tiempo que se alma- ciga y se cultiva amorosamen- te la ‘ciencia cldsica, se elabora ciencia del porvenir. Alema hia tiene maestros universita- rios como Albert Einstein, eomo Oswald Spengler. como Nicolai, actualmente profesor de la. uni versidad de Cordoba. Italie ISIS DE IDEAS, tiene {tos universitarios cume Enrique Leone,como Enri- que Ferri, Espafia tiene maestros universitarios como Miguel de Unamuno, como Eugenio d’Ors, como Besteiro. Y también en Hispano-América hay maestras de relieve revolucionario.. En la Argentina, José de Ingenieros En México, José. Vaseoncslos y Antonio aso. En el Pert) no tenemos ningiin maestro seme- jante ‘con suflciente audac mental para suumarse a las voces ‘avanzadas del tiempo, con suf. ciente temperamento ‘apostélico para afiliarse a una ideologia tenovadora y combativa, “La Universidad ‘de Lima_es universidad estdtica. Es un me- diocre centro de linfitica y gaz~ mofia cultura burguesa. Es un muestrario de ideas muertas Las ideas, tas inquietudes, Tas pasiones que conmueven a otras unfversidades, no tienen eco aqui. Los problemas, Iss preo. cuipaciones, las angus ta hora dramitica de Ia historia humana no existen para la Uni- versidad de San Mareos. ; Quién vulgariza en esta universidad érea_y palidiea el rolati- vismo contempordneo? ;Quién orienta a los estudiantes: en el laberinto de Ia fisica y de la mi tafisicn nuevas? ;Quién estudia Ja crisis mundial, sus vaio 8 fases, sus horizontes y sus inléxpretes? ¢Quién explica los problemas politicos, econémicos ¥ sociales de la sociedad contem- pordnea? —;Quién comenta. fa moderna iieratura politica tevolucionaria, reaccionaria 0 reformistica? ;Quién en el of. den educacional, habla” de Te obra constructiva de Lunachars- ky 0 Vasconcellos? Nuestros of tedraticos parecen sist contacto, sin comunicacién con Ia actua, lidad europea y americana, Pa. recen vivir al margen de los tiempos nuevos. Parecen igno- rar a sus tedricos, a sus pense dores, y @ sus criticos. Tal algunos se hallan mas 0 menos ‘bien enterados, mas o menos bien informados. Pero, en este ‘enso, Ie investigacién 110. susci- ta en ellos inquietud. En este eso, 1a actualidad mundial los deja indiferentes. En este caso, Ja juventud tiene siempre el recho de acusark Dilidad y de impermeabilidad Nuestros catedraticos no. se yreocupan oslensiblemente sino le Ia literatura de su curso. Su 3 vuelo mental, generalmente, no va més allé, de los ambitos ru finarios de su odtedra. Son hombres tubulares, como diria ‘Victor Maiiriua; no son hom- bres panordmicos. No existe, ‘ntre ellos. ningiin revoludio- nario, ningiin renovador. Todos son conservadores definidos 0 conservadores putenciales, reac- clonatios activos 6 reaccionarios Tatentes, 4 politica domés- fica, suspiran impotente y nos- Ualgicaments por el vio, arden de cosas. Mediocres mentalida- des de abogados. acufiadas en los alveolos idsolégicos del ci- vilismo; temperamentos buro- erdticos sin alas y sin. vértebras, orgénicamente apocados. aco- modaticios y _poltrones; esp ritus de clase media, ramplo- nes, huschafos, — limitad desiertos, sin grandes ambi clones ‘ni grandes ideal forjados para él hotizonte bur- gués de una vocalia en la Cor. te Suprema, de una plenipoten- ia o de un alto cargo consulti- Yo en una pingue empresa ca~ pilalista. Estos infelectuales alla filiaeién ideoldgiea, morados de tendencias as y de doctri te”, encarifiados con reformay minisculas y con diminutos ideales burocraticos, estos abo- gados, clientes y comensales del civilismo y Ia plutocracia, tie- nen un estigma peor que el del analfabetismo; tienen el estig- ma de la medioeridad. Son los intelectuales de pantedn de que ha hablado en una conferencia el doctor John Mackay. Al lado de esta gente exceptica, de esta genie negativa, con fobia del pueblo y fobin de la muche- dumbre, manidtica de estetismo y decadentismo, confinada en 1 estudio de In’ historia eserita de las ideas pretéritas, la ju- ventud se siente naturalmente huérfana de maestros y huér- fana de ideas En dos profesores peruanos— Vietor M. Marirtua y Mariano H. Cornejo— he advertido vivo y comprensivo contacto con las cosas contempordineas, con los ‘oblemas actuales, "con los orabres iempo. Ambos profesores, malgrado su disimi- itd, son. sin duda, las figuras més ‘inquietas, modernas y lu- minosas, aunque incompletas, de nuestra paca universidad Pero ambos andan fuera de ella, En el cortejo_ estudiantil- ‘obrero del 25 de mayo, el rector y los catedrétioos de San Mar eos, que marchaban con la ju- ventud y el pueblo, no eran sus conductores. sino sus prisione. + ros. No eran sus leaderes;.eran sus rehenes. No acaudillaban & ja muchedumbre; la eacoltaban. Than Henos de aprensién, de desgano, de miedo, maleonten- tos y. en algunos casos, “espe- Iuznados ‘Ante este triste panorama universitario Ia frase justa no ea: ‘falta juventud estudiantil”; Ta frase justa es: “faltan mses- tos, fallan ideas”. En algunos seclores de la juventud est diantil bay sintomas de inquie- ud y se refleja, aunque sea va- ga ¢ inconexamente, la gran emocién contemporines. Algn- thos niicleos de Ia juventud gon sensibles. y permeables a las ideas dle hoy. Una sefial de este estado de dnimo es la Universi- d Popular. Otra sefial es Ia corde vibkacién revoluciona- ria de algunos intelectuales j5- ‘venes que se preparan & fundar “Dia Negara en que sencilla. mente se bore de lus Consti- tuciones LA RELIGION DEL ESTADO y desapareceré et PATRONATO, con lo que, sin mds decir, quedard esta. dlecida la libertad civil de cul fos”. —Keo. de Paula Vigil. (1864. Por qué conciencius aje= nas han de ser jueces dé mi libertad?—SAN PABLO. entre nosotros el grupo “lari. dul”. La lanura esta poblada dle brotes nuevos. Unicamente las cumbres estin’peladas y es tériles. calvas y yermas, apenas cubiertas del erspéd anémico de una pobre cultura académ sta es In crisis de la Uni. isis de maestros y Una reforma, li- mitada » acabar con Ias listas © © extirpar un profesor inepto fo eatipido, seria una reforma superficial. Las raices del mal quedarian vivas. Y pronto re- nacerin este descontento, cata taoiin, este afan de correc- cidn, que toca epidérmicamente | problema sin desflorarlo y sin penetrarlo. José Carlos Mariitegul, SARA APPR Mientras haya el rico perezoso y el pobre em- brutecido, el catolicismo seré fuerte.— Pio Baroja. La Asamblea de las Socieda- des Unidas y Ia Confederacién de Artesanos han pactado alian- za, Sienten que. aisladas e in- rendientemenie, viven dema- sindo desacreditadas. Y tratan de apuntalarse reefprocamente, pa- ra explotar, solidarias y manco- munadas, ja préxima eampafia leccionaria. Al proletériado le imports muy poco que estos grupos a. ‘marillog se unan o 26, Pero su je que, en su pacto de alian- za. Ia Asamblea de las Socie- dades Unidas y la Gonfederacién de Artesanos se titulan audaz- mente “centros representativos de los trabajadores del Per. en el orden gremial y mutualista”. Naturalmente, esta mentira es- (4 destinada a engafiar, menos que & los trabajadores ingenuios, Jos politicos a quienes la alian- za amarilla ‘eesita un titulo, une etiqueta, ‘un rotulo-sonoro y pomposo pa- ra encontrar cotizacién aprecia- ble en el mercado del capitule- rismo eleccionario. Y es tanta Ja inconsciencia de sus directo- res que se atreven a atribuirle Ja representacién de los. traba- jadores del Peri “en el orden ‘gremial”. ‘Todos, hasta quienes viven Je. {0% $0,28, otividad obrera, sa en que una y otra asociacién no. representan gremialmente nada. Que son asociaciones he- terogeneas de sociedades de au- xilios mituos y de otras socie. dades més o menos anodint nominales. Que son clubs ele torates dle todos los caudillos y de todos los partidos. Esta alianza amarille que pre- tende representar “en el orden emial”” a los trabajadores del ti, no puede ni podré nunes causar una huelga ni evilarl ‘Su voz no tiene ni tendré nin- giin eco en los trabajadores or- ganizados y sindicados, En otras naciones existen dicatos, gremios, federaciones. marillas. Existen, al menos, los gérmenes de una organiza amaritla, Aqui las organizacio- res amarillas son simples facha. das, Faohadas con lelreros. y Aitulos atrevidamente pretencio- 08, como I Gonfederacion de “Arlesanos UNION UNIVERSAL, ante las cuales no se detiene, ni in para expresar su. ndused, él cortejo de los trabajadores.li- bres. de los trabaj cienies. de lo dignidad, consentimiento y con orgullo de clases. Pagina de Don Manuel Gonzdlez Prada JUNTO A RENAN Algunos viajeros sudamericanos, particularmente los aficlanados a escribir, adolencen de una manta— visilar a los hombres eélebres. No Dien desembarean del wagén” un Pedro Fernéndez o un Juan Garcia ‘cuando se presentan en la antesala de un novelista 0 dramaturgo, co- ‘mo si entraran al Jardin de Plantos © al de Aelimataciones el soflor Fer~ nindex y el sefior Garcia desean hoy tratar a las celebridades lite- arias, como querrén mafiana ver fl vedro def Libano y los os0s bian- cos. jLéstima que funcionando agencias Cook para facilitar al viajero la visla de caimanes en el Nilo, no trabajen empresas Barnum Para allanar interviewes de turistes ‘suidamericanos con grandes hombres tran, por lo general, accesibles, lla- nosy benévolos, ' prineipalmento con os sudamericanos, a quienes ‘miran, no ya como salvajes vestidos de plumas, sino como presidentes derroeados’ 0 futuros dietadores. Lo Daudet y los Zola sutren el inte rrogatorio y el gasconeo del rasta ‘quower; pero se las cobran. ya con ‘una sonrisa maliciosa, ya con un calembourg de buen gusto, ya con Ja inevitable y eldsion progunta: {Como anda ta revolucién en su (or Hugo por saber que los extran- Jeros seudian 3 rendirle homenaje ¥ adoracién. Tl viejo poeta se goxa- be tanto en el gublerno y la pom a que, sein Alejandro Dumas, abria ordenado, si hubiera es- fado seowro de evar a Papa. No poseyendo 0 cénclave, —mantenia fu eendculo. Nunea fe faltaban & su Jado algunos intimos, encargados de recibir a los curiosos, unas. veces para introduciries en el. sancta sanctorum, olras para jugaries al. una broma de mal tono.. Muchos lieron muy gloriosoa de haber de-, partido con el autor de Herneni uando hablan conversado con un seeretario im partibus; muchos fguardaron euidadosamente (¥ qui- zi guardan todavia) un auldgrafo hechizo donde el Maestro tes. la~ mabe genios-auroras, hombree-pi- amides ¥ les olorgaba un salvo ondueto para la inmortalidad. Hu~ bo pobre diablo que pensaba al- ‘morsar eon Vietor Hugo, cuando ja el comensal de Asseline, Clovis jugues, Lockroy y baste del eoche- ro Moore. Renan no peeaba de inaceesible ‘ni agreste; pero como. todos’ los hombres absorvidos por la vida in hula de los importunos ¥ esquivaba las relaciones de pura formula. Muy poco frecuentaba el ‘mundo, tanto para seguir su incli- nacién natural como por no robar tiempo a sus trabajos y meditacio- nes No aflrmé que sdlo en estu- diar bien Ia historia de Isracl em- plearia unos 500-aflos? Sin embar- fo, nunca se negé a la interview del viajero ni del periodista Y me- rece compasion al imaginarle de- Jando 8u Libro de Job 0 81 Marco Aurelio para recibir @ un repérter de Le Petit Journal. Entre los mu- cchos suplicios del trato social debs ontarse el abandonar Ia lectura de tun buen libro para sufrir ta con- versacién de un necio. El autor de la Vide de Jenis f- guraba entre las curiosidades pari- sienses y asistir siquiera una vee sus leceiones conferencias en- traba do nimero inevitable en i hay muchos, muchisi= ‘mos cristianos que no son catdjicos, hay también mu. chos muchisimos catélicos que nada tienen de cristianos” cidm en la Gran Opera, subir la lorre Eiffel y descender a las ca- lacumbas. Propiamente_hablando, 10-16 comoet Ia primera vex que lo divisé en Ia puerta del Colegio de Francia: le reconoet por el origi- nal de‘algunos grabados'y fotogra- figs. Enire In verja y la estélua do Claude Bernard, pas6 a mi lado con Ia uncidn y ol reeogimiento de un sacerote que llevara los santos sa cramentor a un moribundo. Desde entonces segut viéndole os 0 tres veces por semana: con ‘1 sombrero de copa, mel eseobilla- 4o; con su levita negra, no siempre abotonada en et ojal correspondien- te; con aus toscos zapatones de la 708 ¥ punta euadrada; con su rollo de papeles bajo el brazo, descends, 1 escalera de sus habitaciones ra dirigirse al lugar de sus cont rencias. Si al f\jarme en el aire desgarbado, recordé alguna vex sus palabras: Soy wn cura que ha dado Piha y maldito lo que me asienta tt vestido laico! nunea pens que Veuttlot hubiera tenido razén para amare: Cn desenfraitada dulce te; admirable por las ganas cue ina bina de embertirte Hin 1891 y 1802 axis a sus lec- clones. bisemanales: ton sébados, a |e Critica de las leyendes relativas 4@ Moieds; Tos miércoles, a in Ez- piicacton det libro de Tealas. Daba tas primeras, de? y media'a 3 y media, ‘en tin local eapacioso ¥ desde ‘un extrado que le. saparaba desu auditorio; tes segundas de 2 23, en una habitecion. reducida Fectangular, sentado ‘a In cabecera de und mesa y familigrmente r0- feado de sus’ disefpulon, que no Hlegarfan a veinte. Abt sobresalian lns-navices lsraclitas yas calvas de hombres maduros, sin que fal- tran las flsonomias”impenetrables do dos clérigos jovenes ni la figura inteligente de una. mujer entrada fn afos. (1) La. habitacién. Usva tun nombre —pomposo, Sala. de las lenguas orientaler, cbiebre por ha ber ensefiado en élla Bugene Bur~ soft, Abel Rémusat, silvestre de Sacy, Stanislas Jullien, y_ no re- cuerdo si Champollion. " Entonces profesaban en ese mismo local: Diterbey do Saint Denys sobre a literatura china, Maspero sobre os textos de las pirdmides, Clermont ‘Gannean sobre las. inseripeignes hebraieas do Jerusalem, Barbier de Meynard. sobre ta lengua ¥ litera (ura ardbigas, ete. No brilaba Renan como profésor, y revelaba més st deflcleacia. ora torial dejarse oft deaputs. de Gaston Bossier o Emile Deschanel. Su diceiém ‘ifieil, mascada yale tsunas. veces incorrecta, no suarda- fa la menor similitad con at prose fueil, espontinea ¥ erislalina.. En- ‘tre mis defectos, \legd & confesar, éuento uno que en clertas ocasiones ‘me ha perjudicada ” muchisino: Cierta especie de flojedad en la omunicecion verbal det pensa mmiento, También eseribié en tio de (1) Si"las mujeres invaden las confereenias de Deschanel en el Colegio de Francia y de Aulard 0 Brunetiere en la Sorbonne, no de- Jan de asistir a Ins leciones més jas y mas abstrusas. De los tres © cuatro idisefpulos qua en 1992 seguian el curso del sanscrito dic tado por H. Foueaux uno era mu- jer. El curso versaba sobre las le- yes de Manu y la Vida del Budha, 6 ‘sus libros: Una de mis muniat con siste en construir @ propésito fra ses incorrectas donde el acento de los pensamiento carga justamente sobre la ineorreceién que le hace resaltar Arrellenado en una poltrona de- ante de una mesa atestada ‘de Bi Dlias en latin, griego reefa tin Hudba rel la obesidad Tnas veces descansaba Jos brazos en el abdomen, entrela- zaba loa dedos y remolinaba los ulgares; otras veees apoyaba au cabeza en las falanges de la. mano lnquierda y con la derecha accio. naba con tal dulura y suavidad que habria parecido bendecir, si n hubjera amenazado arafiar ‘con las ufias erizadas en sus dedos blancos y rollizos. En el abotaga- ‘miento de su cara bonachona re- lampagueaban unos ojos pardos, de mirada melanedliea; y en su boca grande, pero de labios delga- dos, se disefiaba una sonrisa cons~ tantemente irdniea: irdnica no mas, sin socasronerias a Jo Sancho Pan- za ni lubricidades a lo sitico, Dos hondas arrugag orillaban por las comisuras de los labios y bajaban & perderse en las sinuosivades de ‘una papada exhuberani fofa, Tn efecto raro producian sus c¢= Jas gvises, avanzadas a manera de Pequefios bigotes; més Je infundian aspecto venerable unos cabellos argos ¥ canos0s, divididos por una rasa en el parietal derecho y en- earrujados encima de sus orejas, camo las semivolutas de un capitel Jénieo. ‘ando Renan sollaha una frase irdnieg o lanzaba una indireeta.solia ‘saborearse como al gustar wn vino generoso. ,A ratos, parecfa burlarse & an tonis, de sus pruebas, de su audigario y de si mismo, princi- palmente euando citaba pasajes de ntiquisimas lenguas_muertas. Se guramente pensaria: si mis disei- pulos vo entienden mucho de lo que-dige, yo no lo comprende to do. Sin embargo, citaba, y las sf- labas de los idiomas f6siles resona~ ban en sus labios, como hilos de perlas desgranadas en un platillo de oro, cuando no como fragmentos de cacharro sacudidos en un ja- Fro de lata, Recuerdo haber leido (en L’Beho de Paris que Renan pro- nunciaba castizamente Jas antiguas lenguas orientales. Fa las ditimas leceiones de 1892 dejaba trasiucir el cansancio, el agotamiento. y 1a enfermedad: cada’ momento, variaba de posielén imular 10s ardores dela Je devoraba la piel, Si una que ver, Ia sonrisa irdnica reapa- wore. Ni la més leve alu- Dadecimientos ni el més ligero ademéin de célera o desespe= én: sintiendo Ia venida de la muerte, 1a esperaba sereno y re- signado. Sdlo una casi impercepti- ble sombra de (risteea cruzaba de euando en cuando por su frente, como una bruma que asoma y se disipa en un cielo donde ya no bri a el Sol, ¥ donde muy pronto ba- jard la noche. Al contemplar su calma y buen humor, me venian a la memoria sus palabras: Soy do- ble: algunas veces, wna parte mia Hora cuando la otra rie. Nada tan opuesto a: la cara 20- rruna y angulosa de Voltaire como fisonomia monacal y rotunda de Renan; sin embargo, no escuchaba 0 al uno sin pensar en el otro. 8¢ diferencian en earicler y figura, gvardan mucha similitud por la ‘obra que realizaron y Ia influencia ‘que cjercieron. Hoy existe un re- nanismo, como hubo ayer un vol~ terianismo; y si Voltaire déj6 rederos, alumnos y hasta parodi dores, Renan tiene su hijo mayor en Anatole France, su discipulo rene~ sgado en Paul Bourget, su mono en Jules Lemaitre. Como 26 recordara, ‘Ernesto He- ‘many muri en Octubre de 1892, Cuando en 10s a6os siguientes pisa ba yo el Colegio de Francia, me pa- tecia verle y oirie: me sentia ‘obsedido por su gran sombra, parti= eularmente al hallarme solo on et lo- fal donde habia escuchado sus lee- siones. Y no me faltaba raxdn Ihabiamos ido algo como dos ‘ami- (g8 que no entablaron amistad, Gracias a Ia concesién de portero, olla introducirme yo en las aulas ‘mucho antes de-que las invadiera 4} publico, Entré un miércoles la Sala de las lenguas orientales, y no acababa do sentartne cuando se presenté Renan. Quise retirarme; pero éisin abrir los labios, hizo con Ja mano derecha el ademén de que odia quedarme. Interpretando su ‘eeslo por quédate pero alla, inli- 1é ssilenciosamente ia eabera, como indole las gracias. Nos seniamos: @1-en la cabecera de Ia mesa y vol- jendo las espaldas a la chimenca, yo a su lado inquierdo, en el mismo ‘siento que habia Geupado antes demu Megada; €1 desenvolvis su rrollo de papeles, 50 abri mi libro: 41 8¢ puso a leer, yo hiee 1o mismo. En muchas ocasiones nos halis- mos solos, a poca distancia, casi rozéndongs las rodillas; y nunca 108 dirigimos la palabra. Aigunas veces interrumpia. su lectura, de- jaba los papeles y me clavaba los ‘ojos. Seguro yo de que me mirabe sin verme, Je Mjaba también In vis- ta y le examinaba de hito en hito, ‘Al aber mi nacionalidad me ha- bia compadeeido como a un bér- aro de Oceidente o un excita de América, digno de merecer los fanatemas de su. Plegeria en el Acrépolis, Quit6 si alguna ver ‘dijo al nolar mi presencia: este debe de ser un buen animal con I Yirtud del silencio. MANUEL GONZALEZ PRADA. ‘A LOS CATOLICOS: De las eserituras que ni leen ni conocen los devowos del Co- razin de Jestis, tom estas cilas do las profecias de Amdés. Un pregonero de la Justicia Social Ay de la. religién que ‘obre la justicia, “Aborreei, abominé vuestras solemnidades y no me darn buen. olor. vuestras asambleas, Qnita de mi la multitud de {us cantares que no. escucharé Ins almodias de tus instrumen- tos. ‘Antes corra el juicio como Jas aguas, y la justicia como impetuoso’ arroyo, Pome aRrmos B: 21, 92, 26. no iAy de los ricos indiferentes! Vosotros que dilatdis el dia malo y oceredis 1a silla de ini. quidad. Duermen efi eamas d* marfi y se extionden sobre sus lecho: omen los corderos del rebi y los becerros de en medio del_engordadero; Gorgean al son de Ja flauta, ¢ inventan instrumentos m 08 como’ David; Rehen vino en tazones, y se ungen con los unguentos mas reclogos: y no se afligen por el quebrantamiento de José. Por tanto, ahora pasarin en el principio de lo que @ cauli- vided pasaren, y se aceroare al clamor de los extendidos”. ‘Amos 6: 3, 7, jAy de tox opresores! “Oid esto. los que tragdis a Joa menesterososy _arruindis Joa pobres de le tierra. Dieiendo: ;Cudndo pasaré el mes ¥ venderemos el trigo; ¥ Ja semana, y abriremos los al- folies de pan, y achicaremos 1a medida, y engrandecedemos e precio, y falscaremos el peso pngafioso: Para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y vendetemoh Jas aechaduras de trigo? Jehové. jurd por la gloria de Jacob: “no me olvidaré parn siempre de todas sus obras”. ‘Amos 8: 4, 7.

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