PRIMER SEMESTRE
DICIEMBRE DE 2003
LAS POSICIONES PREDOMINANTES EN LAS TEORIAS DE LA REPRODUCCION
INTRODUCCIÓN
Juan Amos Comenio (Jan Komensky) fue el pedagogo con el cual la educación adqu
irió un status científico en el siglo XVII, y desde entonces las pretensiones de
mejorar las condiciones sociales de vida de las grandes masas campesinas y urba
nas fue una responsabilidad delegada directamente a la escuela. Esa responsabi
lidad sin embargo, no se convirtió en un hecho hasta el advenimiento de las refo
rmas impulsadas por el siglo de las Luces cuyos fundamentos, inspirados en la id
ea de que la humanidad se encontraba emergiendo de la oscuridad y la ignora
ncia y de que se adentraba ahora en una nueva era iluminada por la razón y por la
ciencia, fueron los principales motivos que permitieron que; a partir del sig
lo XVIII el pensamiento Ilustrado comenzará a ver a la educación como un vehículo i
dóneo por medio del cual podrían generarse las transformaciones que entonce
s estaban demandando las nacientes sociedades modernas, la educación se convirtió así
en uno de los motores de esa modernidad que depositó en la razón la esperanza de
construir por su intermediación una sociedad mas igualitaria y mas justa.
Entonces, esa esperanza se encontraba libre de toda clase de influencia ideológic
a y de valores. La posibilidad de implementar las mejoras sociales tenia un carác
ter objetivo y universal, y representaba una búsqueda de la verdad. Existía pues, en
ese sentido, una concepción de neutralidad, desde el punto de vista de la nueva
ciencia. La escuela así concebida, era la institución que garantizaba la cristaliz
ación del sueño de los liberales de formar hombres libres.
A todo ello contribuyó también el positivismo sociológico de Augusto Comnte y su vi
sión particular del conocimiento y de la ciencia, por lo que la escuela se encontr
aba también dominada por esa corriente de pensamiento filosófico fundamentalmente
utilitario y pragmático que encontró en la escuela (particularmente en las univers
idades), el eco suficiente para impulsar desde ahí su doctrina del “orden y progres
o” . Sería ese pensamiento el que habría de generar durante los primeros años del si
glo XX todo un conjunto de teorías cuya esencia fue la aplicación del conocimiento p
ara la generación de beneficios, rentabilidad material y económica. La definición de
lo positivo como lo “útil” llevó a la construcción de enfoques de tipo pragmático. Teoría
omo el funcionalismo y el asociacionismo que fundamentaron al conductismo, son
ejemplos de ese tipo de visiones basadas en la búsqueda y la producción de conocim
iento practico para favorecer el desarrollo económico y tecnológico.
Sin embargo, en los años setentas comienzan a desarrollarse explicaciones teóricas d
iametralmente opuestas a las visiones neutrales y asépticas que hasta entonces pre
valecían en la concepción de la escuela. Estas teorías conocidas como “teorías de la rep
roducción” mostraron una concepción diferente del papel convencionalmente asignado a
la escuela. Sus explicaciones se centraron sobre todo en la función reproductora d
e la escuela, en el sentido de que, como instituciones sociales, las escuelas cu
mplían una función no explicitada en los planes curriculares sino ante todo una func
ión política implícita, no reconocida y enmascarada, a través de la cual la escuela fun
ciona como una instancia que permite seleccionar, orientar, privilegiar y sobre
todo jerarquizar a los sujetos dentro de la estructura social en que están inmerso
s. Estas explicaciones teóricas han conocido en el transcurso del tiempo algunas d
iversificaciones, de tal manera que actualmente se acepta la existencia de por l
o menos tres posiciones diferentes que convergen sin embargo, en el concepto d
e reproducción. Las posiciones en cuestión son: las teorías de la reproducción social, l
as teorías de la correspondencia y las teorías de la reproducción cultural
I.1.- LA TEORÍA DE LA REPRODUCCIÓN SOCIAL.
La teoría de la reproducción social surgió a partir del trabajo de Louis Althusser: “Id
eología y aparatos ideológicos del estado” el cual constituyó un intento por definir
desde el marxismo el concepto de ideología ya que, a decir de Althusser éste no se
había definido con precisión dentro del pensamiento de Marx. Althusser definió en su
obra a la ideología como: el conjunto de representaciones deformadas de la realida
d que las clases dominantes requieren para justificar y legitimar su dominación so
bre el conjunto de la sociedad. En ese sentido, Althusser introdujo una categ
oría de análisis propicia para analizar de que manera se reproducen las relaciones
sociales, a partir de la reproducción de las relaciones sociales de producción.
Al igual que Freud había destronado a la conciencia de su falsa pretensión de ser
el centro de la vida anímica, el marxismo había puesto en entredicho la presunta li
bertad del individuo al denunciar que todo ser humano que nace llega a ocupar un
lugar socialmente designado. Así mismo, tal designación abarca el conjunto de exper
iencias a las cuales el individuo habrá de aspirar, la clase social a la que hab
rá de pertenecer y el número de personas que podrá conocer etc. Desde esa perspectiva,
el proceso de sujetación se consuma en sus dos vertientes: primero, en el sentido
de construcción de la subjetividad y segundo, en el proceso de sujetar, es decir
, de retener, de frenar. El individuo se convierte así, a decir de Althusser, en u
na herramienta del sistema. En un sujeto producido con la ilusión de autonomía y si
ngularidad, y que además debe funcionar eficazmente cumpliendo con las tareas que
le han sido asignadas.
Pero, todo ese proceso de sujetación no ocurre de manera automática y espontánea sin
o que, en él intervienen instituciones sociales especificas que hacen posible que
tal proceso se realice sin resistencia y con la colaboración implícita de los mismo
s sujetos. Esas instituciones son: La familia y la escuela, esta última como una c
ontinuadora del proceso de sujetación iniciado por la primera. Desde aquí se despre
ndería pues la consideración de la escuela como uno de los aparatos ideológicos del es
tado, el mas efectivo por su aparente neutralidad y porque, en general, dentro
de los muros de la escuela se ignoran la serie de mecanismos implícitos en el c
ontrol y la regulación en que interviene la escuela presuntamente sin saberlo. De
esta manera, Althusser llega a la concepción de la escuela como un apéndice del sis
tema dominante, con una serie de encargos sociales formulados implícitamente desde
la estructura social dominante y desde su racionalidad hegemónica, con el propósito
de fortalecer y perpetuar ese mismo sistema de relaciones sociales a través de la
ideología, que se inserta en cada individuo creándole la certeza de que su posición s
ocial es irreductible e incuestionable, es decir en una falsa conciencia de su
rol social como sujeto histórico.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
BRAUNSTEIN, Néstor A., “Relación del Psicoanálisis con las demás ciencias”., en: Psicología
eología y ciencia., Siglo XXI, décima edición, México, 1984. 419 Págs.
TORRES, J. Cap.IV., “las teorías de la reproducción” en: El currículo oculto, Madrid, 1995
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