"...la educación de calidad es capaz de elevar al máximo el capital humano, es el factor esencial
para el desarrollo económico y social de cualquier país, muy por encima de los recursos
naturales y el capital físico representado por la maquinaria y recursos financieros...el desarrollo
de una nación se sustenta 80 por ciento en la educación, adiestramiento, habilidades y
cultura..."
Dr. Gary Becker, Premio Nobel de Economía 1992.*
INTRODUCCION
Por tanto la calidad educativa se ve avocada a tener como referente obligada al concepto que usa
Ángel Facundo (1986), la necesidad social. Está claro que debemos considerar una educación de
calidad a aquella que satisface las necesidades de formación o necesidades básicas de
aprendizajes que plantea una sociedad. Una educación podría ser de calidad en determinado
tiempo y lugar, lo que no inevitablemente implica que lo sea en cualquier otro, lo que nos lleva a
tener presente lo que Tobón (2006, p.62) llama contexto.
Hoy más que nunca, ante la dinámica de interrelaciones y cooperación, la Universidad debe
mantenerse en una constante revisión de sus acciones, de sus logros, con el fin de fomentar la
búsqueda de lo que Mera (2004) llama el mejoramiento continúo. Es aquí donde aparecen y
destacan los procesos de autoevaluación, evaluación externa y la acreditación, como los medios
para el análisis, revisión y reflexión de nuestro quehacer, pero por sobre todo la rendición de
cuentas a la sociedad. La educación debe ser considerada como palanca del cambio del país, y
como el medio principal para la generación de empleos, además de una participación más
equitativa de la economía, del federalismo y apoyo al desarrollo regional (Loria, 2002).
El ensayo estará enfocado en abordar aspectos que complementan la visión de (Casassús, 1995)
definir calidad implica tener presente al menos seis aspectos básicos: su objeto, su unidad de
análisis, sus componentes, sus dimensiones, sus indicadores y su medición, desde mi visión estos
están relacionados con promover la rendición de cuentas, aumentar la calidad del personal
académico (capacidad académica), la calidad de los programas educativos (competitividad
académica) y la calidad de la planeación, la administración y la atención a problemas
transversales o estructurales (gestión institucional).
La suma de estos dos conceptos y el pleno convencimiento de que no existen instituciones que
puedan ser exoneradas, de la evaluación del desarrollo y cumplimiento de su gestión, lleva a las
administraciones de la Educación Superior en el mundo, a considerar el proceso de Rendición de
Cuentas como algo normal, rutinario y altamente beneficioso para las instituciones, es por esto
que la UNESCO (1998) en su informe habla que el autogobierno de las universidades obliga a la
demostración de su rendimiento y eficacia.
Es verdad que en la gran mayoría de Universidades hace falta investigadores, lo que permitiría
generar nuevos conocimientos, dirigiendo o participando en proyectos de investigación
relevantes, lo que también se traduciría en la existencia de posgrados de reconocida calidad, pero
esto es salvable y será el trabajo y la tarea más importante de este nuevo organismo, no importa el
nombre con el que gobierno de turno lo bautice, lo importante es que regule, pero no solo como
ente inquisidor, si no como un organismo que apoye de modo real y palpable.
Para entender de mejor manera lo que es gestión refirámonos a lo que Maritza Hernández (1997)
en su tesis de doctorado plantea que: "la gestión es el proceso mediante el cual se formulan
objetivos y luego se miden los resultados obtenidos para finalmente orientar la acción hacia la
mejora permanente de los resultados". Cada vez es más común oír referirse a lo que Borrero
(2002) llama la empresa-universidad, empresa con una dimensión tal que abarca mucho más allá
de lo limitado a lo comercial y que se introduce en el ámbito superior de los emprendimientos
humanos.
Desde mi perspectiva el modelo de calidad gira sobre la figura de la rendición de cuentas, siendo
este el eje fundamental e indispensable para el cambio en la educación. Sus propuestas se
construyen teniendo en cuenta la capacidad académica, la competitividad y la gestión
institucional sin dejar a lado otras variables que influyen en el proceso educativo, como la
situación económica del país, el acceso a los recursos presupuestales, las grandes gestas de
reivindicación emprendidas por las universidades, las tradiciones culturales, los alumnos
elemento dinámico dentro de la vida universitaria y al cambio de mentalidad en el docente, uno
de los elementos fundamentales del proceso educativo.
Los servicios, la docencia y la investigación son los parámetros más empleados en el ámbito
internacional para evaluar la calidad en las universidades. En nuestro país se ha avanzado en dos
de estos tres aspectos, tenemos que apuntalar la investigación allí debe jugar un rol protagónico el
Gobierno, con políticas gubernamentales y el diseño de instrumentos para evaluar tanto a las
instituciones como a los estudiantes, los mismos que deben ir más allá de la mera vigilancia y el
control, pues de nada sirve medir la calidad de las instituciones o los profesionales en términos de
resultados si desconocemos el proceso y las condiciones en que se forman.El gobierno tiene
responsabilidad sobre aseguramiento de la calidad quien debe certificar que universidades
cumplen con los requisitos académicos necesarios para impartir las carreras que ofrecen, entonces
REFERENCIAS
*Académico de la Universidad de Chicago y Premio Nobel de Economía en 1992.
Bensimon, E.M. (1995) Total Quality Management in the Academy: A rebellious Reading,
Harvard Educational Review, 65(4): 593-611.
Tobón, Sergio. (2006). Formación basada en competencias 2a. ed. Bogotá: Ecoe Ediciones.
Blanchard, Ken (1996) Turning the Organizational Pyramid Upside Down. En,
The Leader of the Future. Hessebein, F; Goldsmith, M and Beckhard,
R. Drucker Foundation. USA.
Cohen, Ernesto y Franco, Rolando (1992). Evaluación de Proyectos Sociales. Siglo XXI México.
UNESCO La Educación superior en el siglo XXI, visión y acción: informe final. Paris 1998
Reid, W (1997) Conceptions of curriculum and Paradigms for Research: The Case of School
Effectiveness, Journal of Curriculum and Supervision, 12(3)212-227.
Borrero Cabal S.J. Alfonso (2002) Administración Universitaria. Conf. XXI. Simposio
Permanente sobre la Universidad. Colombia.