Bogotá D.C., veinte de abril de dos mil nueve (2009).
VISTOS
En atención a lo dispuesto en el artículo 7º de la Ley 1095
de 2006, procede el suscrito Magistrado a resolver la impugnación interpuesta contra la providencia del pasado 31 de marzo proferida por un Magistrado del Tribunal Superior de Bucaramanga, mediante la cual negó el amparo de habeas corpus interpuesto por la señora Ofelmina López a favor de su menor hija V. P. D. L. en contra de la Defensoría de Familia.
ANTECEDENTES
En los primeros días del mes de marzo del presente año,
Viviana Patricia Delgado López fue aprehendida por miembros 2 HABEAS CORPUS 31626 OFELMINA LÓPEZ
de la vigilancia privada del almacén Carrefour de la ciudad de
Bucaramanga, cuando pretendía salir con un frasco de champú que no había pagado previamente, siendo puesta a disposición de la Fiscalía, quien ordenó su libertad conforme a lo establecido en el artículo 187 de la Ley 1098 de 2006.
Una vez decretada la libertad, la Fiscalía dejó a la menor a
disposición de la Defensoría de Familia, concretamente a cargo de la doctora Carolina Torres, quien dispuso su internamiento en el Centro de Recepción de Menores del barrio La Joya, sitio a donde acudió la accionante, señora Ofelmina López, madre de la menor, para reclamar la entrega de su hija, petición que ha realizado en diversas oportunidades de manera verbal y escrita, sin que hasta la fecha haya obtenido resultado positivo alguno, no obstante anexar pruebas para demostrar su parentesco.
Con fundamento en lo anterior, mediante escrito presentado el
pasado 30 de marzo ante el Tribunal Superior de Bucaramanga, la señora Ofelmina López instauró acción de habeas corpus en nombre de su menor hija V. P. D. L., quien en su criterio se encuentra ilegalmente privada de la libertad en un centro de protección para menores del barrio La Joya, adscrito al Instuto Colombiano de Bienestar Familiar.
Por auto del 30 de marzo de 2009 el Tribunal Superior de
Bucaramanga avocó conocimiento y solicitó al director del Centro de Recepción de Menores del barrio La Joya y a la 3 HABEAS CORPUS 31626 OFELMINA LÓPEZ
defensora de familia información respecto de la permanencia de
la menor en ese lugar. La defensora de familia, mediante oficio del 31 de marzo de 2009, indicó que la menor no se encuentra privada de la libertad, sino bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, toda vez que no cuenta con una familia que lo haga, dado que mediante resolución 0062 del 7 de junio de 2004 dicho instituto declaró a la adolescente en situación irregular de abandono y dio por terminados los derechos de patria potestad de los padres, decisión que fue notificada y ejecutoriada.
DECISIÓN IMPUGNADA
El Magistrado del Tribunal a quo, con fecha 31 de marzo
profirió fallo en que negó el habeas corpus al considerar que no es éste el mecanismo jurídico indicado para dirimir la confrontación entre la demandante y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar por el cuidado y protección de la adolescente, comoquiera que esa acción constitucional se consagró únicamente para garantizar la libertad personal cuando se está privado de ella con violación de las garantías constitucionales o legales. 4 HABEAS CORPUS 31626 OFELMINA LÓPEZ
LA IMPUGNACIÓN
La señora Ofelmina López manifestó su inconformidad con la
providencia por medio de la cual se resolvió la acción constitucional, aduciendo la vulneración de los artículos 28 de la Constitución Nacional y 160 del Código de la Infancia y Adolescencia, al considerar que el proceso de retención de la menor V.P.D.L. fue adelantado de manera irregular.
CONSIDERACIONES
El suscrito Magistrado es competente para conocer en
segunda instancia de la impugnación interpuesta contra la decisión a través de la cual se negó por improcedente la solicitud de habeas corpus presentada por la señora Ofelmina López a favor de su menor hija V.P.D.L. , de acuerdo con lo señalado por el numeral 2º del artículo 7º de la Ley 1095 de 2006 que dispone que “cuando el superior jerárquico sea un juez plural, el recurso será sustanciado y fallado integralmente por uno de los magistrados integrantes de la Corporación, sin requerir la aprobación de la sala o sección respectiva. Cada uno de los integrantes de la Corporación se tendrá como juez individual”.
La Corte encuentra oportuno resaltar que la acción de habeas
corpus es un mecanismo constitucional erigido para proteger la libertad personal frente a las amenazas o atentados que contra 5 HABEAS CORPUS 31626 OFELMINA LÓPEZ
ella producen autoridades judiciales o policivas, tal como se
desprende del artículo 1º de la Ley 1095 de 2006, y como lo ha precisado reiterada jurisprudencia de esta Corporación1:
“1. El hábeas corpus, consagrado como una acción constitucional
en el artículo 30 de la Carta Política y reglamentado a través de la Ley 1095 de 2006, es una acción pública encaminada a la tutela de la libertad en aquellos eventos en que una persona es privada de ella con violación de sus garantías constitucionales y legales, o ésta se prolongue ilegalmente.
Se edifica o se estructura básicamente en dos eventos, a saber:
“1.- Cuando la aprehensión de una persona se lleva a cabo por
fuera de las formas o especies constitucional y legalmente previstas para ello, como son: con orden judicial previa (arts. 28 C Pol, 2 y 297 L 906/04), flagrancia (arts. 345 L 600/00 y 301 L 906/04), públicamente requerida (art. 348 L 600/00) y administrativa (C-24 enero 27/94), esta última con fundamento directo en el artículo 28 de la Constitución y por ello de no necesaria consagración legal, tal como sucedió -y ocurre- en vigencia de la Ley 600 de 2000.
“2.- Cuando ejecutada legalmente la captura la privación de libertad
se prolonga más allá de los términos previstos en la Carta Política o en la ley para que el servidor público i) lleve a cabo la actividad a que está obligado (escuchar en indagatoria, dejar a disposición judicial el capturado, hacer efectiva la libertad ordenada, etc.), o ii) adopte la decisión que al caso corresponda (definir situación jurídica dentro del término, ordenar la libertad frente a captura ilegal 1 Entre otros, el fallo de 7 de noviembre de 2008 dentro del proceso de habeas corpus con radicación 30772. 6 HABEAS CORPUS 31626 OFELMINA LÓPEZ
-arts. 353 L 600/00 y 302 L 906/04- entre otras)”.
Esta precisión se hace necesaria frente a la especialidad de la
autoridad administrativa contra la cual se promueve esta acción de habeas corpus, esto es, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, de donde se colige que lo que tal actividad está adelantando es un procedimiento dirigido precisamente a proteger los derechos superiores de la menor, declarada desde el año 2004 en situación irregular de abandono por medio de Resolución 0062 de 7 de junio de 2004, expedida por una Defensora de Familia.
No puede utilizarse el mecanismo constitucional del habeas
corpus para debilitar o neutralizar la acción del Estado dirigida a la protección inmediata de los derechos prevalentes de la menor (artículo 44 de la Constitución Política).
Si lo que pretende la accionante es discutir o impugnar las
decisiones y actuaciones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar no es este recurso constitucional el mecanismo idóneo para ello, sino que debe remitirse a la legislación que regula ese tipo de situaciones, vale decir, al Decreto 2737 de 1989, en atención del momento en que se declaró a la menor en situación irregular de abandono, o a la Ley 1098 de 2006 si su objetivo es controvertir la medida de protección.
La Corte destaca como desde la Ley 75 de 1968 el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar es la máxima autoridad 7 HABEAS CORPUS 31626 OFELMINA LÓPEZ
administrativa en relación con la protección de niños, niñas y
adolescentes, frente a cuya actividad mal podría permitirse la utilización, o mejor, el abuso, de un mecanismo de garantía de la libertad como el habeas corpus, concebido por la humanidad como una fórmula para restablecer la libertad, cuando el amparo de que goza en el Instituto la protege precisamente contra el abandono de su familia.
En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia,
RESUELVE
CONFIRMAR la decisión impugnada, por las razones
expuestas en la parte motiva.
Contra esta providencia no procede recurso alguno.
Cópiese, notifíquese y devuélvase al Tribunal de origen.