El sueño, en los pacientes de fibromialgia, es tan liviano que nunca llega a dormirse lo
suficientemente profundo como para descansar y restaurar su cuerpo. Presentan
dificultad para dormir y quedarse dormidos.
Síntomas
Existen una serie de síntomas ligados a esta condición. Además del agotamiento y el
dolor los pacientes pueden presentar todos o algunos de los siguientes síntomas:
2
10. Dolores de cabeza fuerte o dolor en la cara: los pacientes pueden experimentar
dolores de migraña, tensión, estos dolores se pueden concentrar detrás de los
ojos.
11. Manos y pies fríos: es una sensación inusual de frío en las extremidades, que
puede estar acompañado por cambios en color en ellas. Esto es conocido como
Raynaud’s Phenomemon.
12. Depresión o ansiedad: A pesar de que a muchos pacientes se les diagnostica
depresión o desórdenes de ansiedad estos a menudo son resultados de los
dolores crónicos y el desconfort de la fibromialgia más que de ser la causa de
estos síntomas.
Causas
Diagnóstico
Tratamiento
Hasta hoy no existe cura para FMS, lo que tratamos de hacer es aminorar los síntomas.
Hay varias opciones de tratamiento para el paciente de fibromialgia pero todas ellas se
tienen que llevar a la vez. El paciente tiene que tomar los medicamentos que le
prescribe el médico, debe de ejercitarse (levemente) , aprender técnicas de relajación y
seguir una dieta regular.
3
• Ejercicios - el ejercicio muchas veces resulta de gran provecho. Para el paciente
de fibromialgia lo recomendado es hacer ejercicios de agua en una piscina donde
el agua está calentada a 85°F.
• Tratamientos Alternativos - los pacientes de fibromialgia están descubriendo que
pueden aliviar sus dolores con tratamientos tales como la yoga, tai chi, manejo
del estrés, asesoramiento alimenticio y la acupuntura. El apoyo emocional de la
familia y amistades es muy importante para aliviar los síntomas inquietantes que
padece el paciente. La familia debe de apoyar a el paciente a hacer los cambios
necesarios en su estilo de vida. Existen grupos de apoyo, grupos en la iglesia,
miembros de la familia y/o amigos. Las personas que tengan dificultades
ajustando su vida con el síndrome de fibromialgia deben de buscar ayuda
profesional.
Referencias
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Senior Lecturer, University of Westminister, 1995 ( Internet)
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4
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Pellegrino, Mark J. / Schumick, David ;Trade Paperback; 1995
Fibromyalgia Supporter;
Pellegrino, Mark J.; Trade Paperback; 1997
¿Qué es la fibromialgia?
5
¿Qué la produce?
Aunque aún no se sabe con certeza, es probable que una respuesta anormal a los
factores que producen estrés desempeñe un papel muy importante en esta
enfermedad. Los estudios médicos en la fibromialgia se han orientado a analizar si
hay lesiones en los músculos, alteraciones en el sistema inmunológico, anomalías
psicológicas, problemas hormonales o como se ha señalado previamente
alteraciones en los mecanismos protectores del dolor. Se han detectado en el
sistema nervioso de personas con fibromialgia, niveles bajos de algunas sustancias
im
6
los cambios climáticos, la falta de sueño o el estrés. Además del dolor, la
fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada sobre todo al levantarse por las
mañanas y sensación de hinchazón mal delimitada en manos y pies. También
pueden notarse hormigueos poco definidos que afectan de forma difusa sobre todo
a las manos.
¿Cómo se diagnostica?
7
Fig 2. Puntos dolorosos para el diagnóstico de fibriomialgia del American College of
Rheumatology
Excepto con fines de investigación, tampoco son útiles estudios especiales del
sueño.
Respecto del diagnóstico firme hay que señalar que el saber que se tiene esta
enfermedad va a ahorrar una peregrinación en busca de diagnósticos o
8
tratamientos, va a reducir la ansiedad que produce encontrarse mal sin saber por
qué y va a ayudar a fijar objetivos concretos.
La mayoría de los enfermos con fibromialgia los toman, pero su eficacia es parcial y
nunca deben ser el único tratamiento. Hay un grupo de medicamentos, que actúan
entre otros mecanismos de acción, aumentando los niveles de serotonina, y que
mejoran los síntomas en un buen número de enfermos. En general son fármacos
antidepresivos usados a dosis más bajas que las que son precisas en la depresión.
9
En la fibromialgia aumentan el nivel de percepción del dolor, por lo que el estímulo
ha de ser más intenso para producir el mismo dolor. Tardan en actuar 2 a 3
semanas, por lo que hay que tener un poco de paciencia. A veces sobre todo los
primeros días de seguir estos tratamientos el paciente puede levantarse peor (como
si le hubieran dado una paliza). Hay que aguantar un poco, ya que estos síntomas
desaparecen solos.
Una buena táctica puede ser empezar a tomarlos durante un fin de semana.
Respecto del pronóstico los estudios a largo plazo sobre fibromialgia han
demostrado que se trata de una enfermedad crónica, pero los síntomas oscilan y
varían en frecuencia e intensidad. El futuro respecto del tratamiento de esta
enfermedad es esperanzador, ya que las investigaciones sobre fibromialgia están
progresando con rapidez. Son especialmente relevantes los avances en el
conocimiento de los mecanismos físicos y químicos que se producen en nuestro
cuerpo en respuesta a estímulos externos, como el estrés.
Estas enfermedades, en sus fases iniciales, se pueden confundir con FM, pero dañan la
estructura del cuerpo, al contrario de lo que hace la FM.
10
(Giovanco et al. J.Rheumatol 1999;26:1564)
FACTORES DESENCADENANTES DE LA FM :
• es muy probable que hay factores genéticos
• traumatismo físico ( sobre todo lesiones de cuello p.e. por accidente de coche)
• trauma emocional
• infecciones
MECANISMOS
• no hay alteraciones musculares específicas (puede haberlas, pero leves)
• hay intrusión de ondas alfa en los periodos profundos del sueño (Moldofsky). Mediante
mediación con ECG se ven continuas interrupciones en la fase profunda del sueño
• hay una respuesta inadecuada del cortisol( cortisona en términos médicos) ante
cualquier estrés (Crofford)
• hay niveles bajos de la hormona de crecimiento (Bennett) - esta hormona se secreta
durante la fase profunda del sueño y en adultos da la vitalidad
• hay una percepción exagerada del dolor repetido (Staud), en inglés se llama "wind up".
Sumación anormal del dolor
• Hay hipoperfusión talámica, falta del flujo sanguíneo en el tálamo, el centro del registro
del dolor y del SNA (Mountz)
El SNA es muy complejo. Empezando por la columna vertebral, pasa por todo el organismo,
llega a todos los órganos. Hasta hace poco tiempo, la comprensión de este sistema era
intangible.
Ahora, sin embargo se ha inventado una prueba cibernética que se utiliza en cardiología que
permite comprender algo más del SNA.
En el ECG se pueden medir los intervalos ente los latidos del corazón, varía por milisegundos,
gracias al SNA. Así permite medir el tono simpático = la cantidad de adrenalina que suelta el
organismo.
Mediante una prueba sencilla(electrocardiograma portátil durante 24horas) para medir la
variabilidad de la frecuencia cardiaca, se ha comprobado que los pacientes con FM tienen una
arritmia respiratoria.
11
La prueba muestra que hay una diferencia en al balance simpático-vagal circádico entre
pacientes y controles sanos. Esto quiere decir que el cuerpo del afectado está constantemente
en alerta ( por culpa de tener demasiado adrenalina). Los círculos blancos del diagrama
muestran que el cuerpo del enfermo sigue en alerta incluso durante la noche, donde el cuerpo
de controles sanos está relajado(círculos negros)
Otra prueba fue someter a pacientes a estrés , tan sencillo como ponerse de pie, después de
estar relajadamente acostados. Se hizo un ECG antes y después de ponerse de pie.
Para el cuerpo de un paciente con FM, el mero hecho de ponerse de pie, supone un estrés. Al
ponerse de pie, el cuerpo de un control sano reacciona(suelta adrenalina) para evitar que
nuestra presión sanguínea caiga por efecto de la fuerza de gravedad.. Sin embargo en
enfermos, hay un abatimiento del tono simpático, porque el cuerpo ya no puede producir más
adrenalina (Martínez-Lavín et al, J.Rheumatol 1997;24:714)
Por la noche el cuerpo está híper-reactivo, sin embargo durante el día está hipo-reactivo. Como
el cuerpo del enfermo está sujeto a tanto estrés, durante el día ya no pede más. Se puede
comparar con un motor que tiene demasiadas revoluciones, cuando se le pide más, ya no
puede reaccionar.
Ahora podemos explicar las manifestaciones que vimos al principio:
El sistema simpático está constantemente híper-reactivo, eso explica que se duerme mal, sin
embargo durante el día está hípo-reactivo, eso explica el cansancio ( la maquina forzada).
Todo se explica por la sobreproducción de adrenalina. La ansiedad : si se inyecta adrenalina a
un control sano, se pone ansioso. Los problemas de colon porque hay demasiado movimiento
peristáltico, la sequedad de boca ( cuando uno habla en público se le suele secar la boca por
los nervios por segregar demasiada adrenalina)
EL dolor también se explica por el mismo fenómeno, porque está mediado por el sistema
simpático.
El dolor neuropático es :
• independiente de estímulos
• produce alodinia(sensibilidad exagerada) y hiperalgesia
• provoca parestesias ( sensaciones anormales)
Nuestro último trabajo para probar que el dolor FM es neuropático, que está a punto de salir,
consiste en un cuestionario ya validado por las autoridades competentes. Sirve para distinguir el
dolor FM del dolor producido por daño al organismo, como la AR
El cuestionario LANNS en fibromialgia .(Martinez et al, sem Artritis Rheum, 2003 en prensa)
consiste en las siguientes preguntas :
1.en ámbito disestésico :
¿percibe su dolor como sensaciones extrañas y desagradables en su piel? Palabras como
piquetes o punzadas pueden describir esta sensación. El 95% de pacientes con FM contestaron
que sí, contrario a solamente el 30% de pacientes con artritis reumatoide (AR).
12
3. en ámbito paroxístico :
¿su dolor aparece súbitamente y en brotes sin razón aparente cuando Ud. está tranquilo?
Palabras como choques eléctricos, calambres o saltos describen esta sensación. 90% de
pacientes FM contra 15% pacientes AR contestaron que sí
4. en ámbito térmico :
¿siente su dolor asociado a un cambio anormal en la temperatura de la piel? Palabras como
caliente o ardoroso describen estas sensaciones. 90% de pacientes FM contra 20% pacientes
AR afirmaron.
( cuando una persona predispuesta se rompe el brazo y después de curarlo, por un motivo
desconocido, queda la zona dolorida, con ardores e incapacidad y con parestesias, se llama
distrofia simpático-refleja, esta enfermedad está completamente aceptada)
1. inicio post-traumático
2. hiperactividad simpática
3. dolor crónico no-nociceptivo ( sin estímulo doloroso)
4. alodinia ( hiperalgesia)
5. parestesias
6. inestabilidad vasomotora
7. respuesta al bloqueo simpático
8. componente emocional
(Martínez-Lavín et al. Clin Exp Rheumatol 2001:19;1-3)
Esta explicación todavía no está aceptado por todos, pero el médico insiste en ello.
Como vimos antes, el dolor tiene un componente emocional. EN FM ese factor está presente en
mayor o menor grado ( ansiedad, depresión) y puede ser la causa o el efecto de la híper-
actividad simpática. Pero no nos podemos enfocar solamente en esa ansiedad, hay que enfocar
en el porqué de la híper-actividad.
Cuando una persona predispuesta tiene un trauma, se activan los receptores del dolor, lo que
da dolor e hipersensibilidad.
Esto es una evidencia adicional del origen SNA en FM.
Otra prueba que hizo el equipo de dr. Martínez-Lavín (Martínez-Lavín et al BMC Musculoskelet
Disord 2002;3(1):2 ) consistió en inyectar microcantidades de norepinefrina (=adrenalina) en
sujetos con FM, con AR y en controles sanos.
Se pudo comprobar que esto, en controles sanos y con AR, NO provocó dolor , al contrario de
los enfermos de FM.
TRATAMIENTO
En vista de estos conocimientos nuevos, ha cambiado el tratamiento de FM, tiene que ser
integral e individualizado.
Hay que tratar el paciente como un ente bio-psico-social y tratar todos los aspectos. Hay que
entender la complejidad de la enfermedad porque se trata de nuestro principal sistema del
dolor. Se necesita el esfuerzo conjunto del médico y otros profesionales de la salud y del
paciente.
No exista ninguna píldora mágica. Hay que tener mucho cuidado con las "pócimas mágicas"
Hay que llevar una dieta sana, evitando el uso de cafeína y nicotina por su parecido a la
adrenalina y los irritantes si hay problemas intestinales.
Los pacientes con problemas de presión arterial ( por la falta de reactividad del SNA) tienen que
beber mucho agua mineral porque ayuda a los mareos y al cansancio.
Las técnicas de relajación oriental ( como el tai chi) son beneficiosos para relajar el SNA, y
también lo son técnicas cognitivas conductuales.
El ejercicio aeróbico es importante, esto ha sido demostrado científicamente.
Medidas poco efectivas son los anti-inflamatorios, los antidepresivos ( solamente cuando hay
depresión) y el catastrofismo. Es importante que el paciente no se desanime, no se enfade
13
consigo mismo, con su familia y con su médico. Tiene que poner de su parte para controlar su
enfermedad.
CONCLUSIONES
Hay que ser optimista porque el enigma está en proceso de aclararse. Los profesionales de la
salud nos tenemos que unir para comprender y adentrarnos en el conocimiento de la FM. Estos
últimos 12 años, desde que se propusieron los criterios mencionados al principio, se ha
avanzado mucho y están cerca varios medicamentos.
Los pacientes acuden a consulta por dolor generalizado y mialgias de localización imprecisa (Roig,
1997; Ballina, Martín, Iglesias, Hernández y Cueto, 1995). Asimismo, es frecuente que presenten
otras molestias, como sensación de tumefacción y rigidez matinal de las manos, parestesias y
disestesias en las manos, dificultad para conciliar el sueño y/o sueño no reparador (Goldberg,
Weisenberg, Drobkin, Blittner y Gotestan, 1997; Sheon, Moskowitz y Goldberg, 1996; Ballina,
Martín, Iglesias, Hernández y Cueto, 1995; Bennett, 1993).
El perfil sociodemográfico y clínico que aparece en los estudios sobre estos pacientes, suele ser de
mujeres (en el 95% de los casos) con una media de edad que oscila entre los 44 y 52 años, con un
tiempo medio de padecimiento del problema de dolor que oscila entre 6 y 12 años, y con una
historia de experiencias de fracasos para conseguir alivio de su principal síntoma.
En España, se calcula que el 13% de los pacientes que acuden a las consultas de medicina general
padecen este síndrome, disminuyendo a un 10,4% en las consultas de los Servicios de Reumatología
14
(Calabozo, Llamazares, Muñoz y Alonso-Ruiz, 1990). En un estudio de revisión, Lorenzen encontró
que el índice de prevalencia del síndrome fibromiálgico se situaba entre el 0,7 y el 3,2 % de la
población general (Lorenzen, 1994). En otro estudio de revisión de White, Harth y Teasell (1995)
que recoge los resultados de diferentes trabajos sobre la prevalencia y el impacto social de la
fibromialgia en distintos países, se muestra que entre un 15% y un 24% de los pacientes con
fibromialgia, perciben algún tipo de compensación económica por su problema, y el 50% ha tenido
que dejar de trabajar en algún momento.
Se han investigado diferentes causas del síndrome sin llegar a resultados concluyentes aunque,
como afirma Goldberg y cols. (1997), es más probable que se trate de un proceso multifactorial.
Parece que la fibromialgia se produce por la interacción de múltiples factores como pueden ser,
entre otros, procesos virales y condiciones neurológicas que pueden afectar al torrente sanguíneo, al
sueño, a los músculos y al funcionamiento cerebral, y trastornos de la transmisión y modulación del
estímulo doloroso, de origen central, con descenso del umbral del dolor (Fiter, 1999; Pillemer,
Bradley, Crofford, Moldofsky y Chrousos, 1997; Simms, 1996; Goldenberg, 1994; Ediger, 1993).
A pesar de la tasa de prevalencia del síndrome, y del coste psicológico y social asociado a su
padecimiento, no existen resultados claros tanto en relación con su etiología, como a su tratamiento
farmacológico (Fiter, 1999; McCain, 1996). Esta situación ha potenciado líneas de investigación en
otras disciplinas que estudian los problemas relacionados con la salud, como la Psicología.
Las revisiones de los trabajos en estas dos líneas nos permite afirmar:
15
• Asimismo las creencias de control interno así como las creencias de
autoeficacia parecen ser determinantes del buen estado de salud y calidad
de vida de las personas con diferentes patologías que cursan con
problemas de dolor crónico, entre ellos, el síndrome fibromiálgico.
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En el cuidado de la salud, los problemas crónicos son hoy en día uno de los principales retos teóricos y
prácticos planteados en las sociedades desarrolladas. De todos ellos, el dolor crónico, bien como síntoma
asociado a una enfermedad, o bien como problema en sí mismo, representa uno de los más importantes
dadas sus repercusiones socio-económicas, en términos de bajas laborales y gastos médicos. La
Fibromialgia ha sido definida como un síndrome de origen reumático cuyo síntoma fundamental es el
dolor musculoesquelético generalizado, junto con problemas de sueño y fatiga. Representa un cuadro
clínico de dolor crónico en varias regiones articulares no explicable por la exploración articular y en
ausencia de otra enfermedad sistémica. La fibromialgia, en el marco de las enfermedades reumáticas,
aparece como una situación clínica compleja porque el enfermo no muestra evidencia alguna de patología
orgánica. El criterio diagnóstico de Fibromialgia actualmente aceptado fue propuesto en 1990 por el
American College of Rheumatology, e incluye como puntos fundamentales el dolor generalizado de más
de 3 meses de duración y el dolor en 11 de los 18 "tender points" sensibles a la palpación (Wolfe,
Smythe, Yunus, Bennett, Bombardier, Goldenberg, Tugwell, Campbell, Abeles, Clark, Gam, Farber,
Fiechtner, Franklin, Gatter, Hamay, Lessard, Lichtbroun, Masi, McCain, Reynolds, Romano, Russell, y
Sheon, 1990). Hasta ese momento eran escasos los estudios epidemiológicos sobre el síndrome debido,
principalmente, a la no universalización de los criterios diagnósticos. Sin embargo, a partir de 1990, con
la publicación de los mismos, se empieza a disponer de algunos datos. En España, se calcula que el 13%
de los pacientes que acuden a las consultas de medicina general lo padecen, disminuyendo a un 10,4% en
las consultas especializadas de los Servicios de Reumatología (Calabozo, Llamazares, Muñoz y Alonso-
Ruiz; 1990). En un estudio de revisión, Lorenzen encontró que el índice de prevalencia del síndrome
fibromiálgico se situaba entre el 0,7 y el 3,2 % de la población general (Lorenzen, 1994). En otro estudio
de prevalencia del síndrome en Estados Unidos, se encontró que este índice se situaba en el 2% para
ambos sexos, ascendiendo hasta un 3,4% en el caso de considerar únicamente a las mujeres (Wolfe, Ross,
Anderson, Russell y Herbert, 1995).
Por otra parte, en un estudio que recoge diferentes trabajos sobre la prevalencia y el impacto social de la
fibromialgia en distintos países (White, Harth, Teasell, 1995), se muestra que en Estados Unidos, el 15%
de los pacientes diagnosticados de fibromialgia reciben algún tipo de compensación económica por
discapacidad (Cathey, Wolfe, Roberts y cols., 1990), que en un estudio suizo el 24% percibía una pensión
por su problema (Bengtsson, Henriksson, Jorfeldt y cols., 1986), y que en otro estudio canadiense la
fibromialgia era responsable del 9% de los pagos que las compañías aseguradoras habían realizado en
concepto de discapacidad (McCain, Cameron y Kenney, 1989). Asímismo, el estudio de White y cols
(1995) recoge que el 50% de las personas con fibromialgia del Reino Unido habían tenido que dejar de
trabajar en algún momento. Por último, Wolfe y cols., en un trabajo sobre la ultilización de servicios y
coste económico de los pacientes con fibromialgia, muestran el uso y coste significativamente mayor de
estos enfermos comparados con otros enfermos reumáticos (Wolfe, Anderson, Harkness, Bennett, Caro,
Goldenberg, Russell y Yunus, 1997). Por tanto, aunque no disponemos de datos similares en población
española, lo expuesto permite afirmar la importancia del coste social de este problema, en tanto que es
causa de bajas laborales y de demandas de pensiones por discapacidad. Asímismo, a pesar de que el dolor
crónico no es un acontecimiento amenazante para la vida, supone un sufrimiento importante en la persona
que lo padece.
Hasta el momento, se han investigado diferentes causas del síndrome sin llegar a resultados concluyentes.
Este hecho, del mismo modo que ha ocurrido con otros síndromes de dolor crónico benigno, ha
provocado un interés por el estudio de factores psicosociales como posibles agentes causales. En general,
los resultados muestran que no existe evidencia de alteración psicopatológica en las personas que padecen
17
el problema, sugiriendo que la implicación de estos factores puede estar en las formas de adaptación al
mismo (Pastor, López-Roig, Rodríguez-Marín y Juan, 1995).
Son muchos los trabajos que evalúan las variables psicosociales y su asociación con problemas de dolor
crónico en general y con la fibromialgia en particular. Sin embargo, de forma repetida se ha señalado el
sesgo de selección muestral (Goldenberg, 1989 ; Merskey 1989 ; Wolfe, 1990; Goldenberg, Mossey y
Schmid, 1995). Las investigaciones se realizan mayoritariamente con población atendida en los servicios
especializados y, por lo tanto, nos encontramos con enfermos que normalmente llevan varios años de
consultas médicas sin éxito respecto a su diagnóstico y/o tratamiento, y que, tras la insistencia reiterada
en su problema de dolor, acuden finalmente a la atención especializada. En este sentido, el estudio de
Calabozo y cols., informa que de los 70 casos de fibromialgia estudiados que habían sido remitidos al
especialista, ninguno había sido diagnosticado previamente (Calabozo y cols, 1990). Se sugiere que estos
enfermos podrían tener mayores problemas psicológicos que los atendidos en centros de asistencia
primaria o los que nunca han acudido a asistencia médica. Esta cuestión también ha sido señalada en la
investigación sobre dolor crónico en general (Goldenberg y cols., 1995; Crombie y Davies, 1998).
El concepto de afrontamiento hace referencia a todas las respuestas, cognitivas y comportamentales, que
realiza una persona para cambiar o controlar las circunstancias estresantes de una situación, así como para
reducir las emociones negativas que le acompañan (Lazarus y Folkman, 1984). Respecto al dolor crónico,
existe acuerdo en que las estrategias de afrontamiento pueden ser factores importantes que determinen
cómo un paciente se adapta a su dolor (Pastor, Rodríguez-Marín y López-Roig, 1995). A pesar de que no
existen respuestas de afrontamiento en sí mismas eficaces o ineficaces, en general las estrategias
consideradas activas, o que implican un sentido de control, se asocian a una mejor capacidad funcional,
menor percepción de dolor y mejor estado emocional (Keefe, Caldwell, Williams y cols., 1990 ; Keefe,
Caldwell, Martinez, Nunley, Beckman y Williams, 1991 ; Keefe y Williams, 1991 ; Martin, Bradley,
Alexander, Alarcon, Triana-Alexander, Aaron y Alberts, 1996 ; Snow, Norris y Tan, 1996, Goldenberg y
cols, 1995)
En relación a las creencias de control, el locus de control y las expectativas de autoeficacia son las más
estudiadas. El locus de control, hace referencia a las creencias sobre la relación entre la conducta y sus
resultados o consecuencias. En su adaptación al ámbito de la salud se propusieron tres dimensiones
independientes (Wallston y cols., 1976, 1978). Así, las personas con un locus Interno creen que con su
conducta pueden influir en el mantenimiento de la salud, así como modificar el curso y resultado de la
enfermedad. Por el contrario, las personas con un locus Externo creen que su salud, o su enfermedad,
están determinadas por agentes externos a ellas mismas : en un caso por las conductas de otras personas
como profesionales de la salud o familiares (Otros Poderosos) y, en otro por la acción del azar, la suerte o
el destino (Azar). En la literatura sobre dolor crónico se ha sugerido la importancia de este concepto para
estudiar la adaptación a esta situación (Buckelew, Shutty, Hewett, Landon, Morrow y Frank, 1990 ;
Skevington, 1990).
El segundo grupo de creencias, las expectativas de autoeficacia, se refieren a la capacidad que uno cree
que tiene para llevar a cabo una determinada conducta (Bandura, 1977). En este caso, se parte del
supuesto de que la intensidad de la expectativa de eficacia va a determinar el esfuerzo que hará una
persona para llevar a cabo una conducta y cuán persistente será en sus intentos. De igual modo, la teoría
del aprendizaje social sugiere que esas expectativas de eficacia van a influir en el ajuste individual a
nuevas situaciones (Bandura, 1977). Siguiendo con este supuesto, una persona con una alta autoeficacia
en relación al manejo del dolor, llevará a cabo conductas de afrontamiento adecuadas con la consiguiente
mejora en su adaptación y bienestar. En el ámbito de la reumatología, y principalmente durante esta
década, ha habido un incremento en el número de trabajos que muestran el papel relevante que las
creencias de autoeficacia tienen en la adaptación a los problemas de dolor de los pacientes con patología
18
reumática en general (Stewart y Knight; 1991 ; Parker y cols, 1993), y con fibromialgia en particular
(Bukelew y cols, 1994-1996; Lomi Burchardt, Nordholm et al 1995).
En conclusión, si bien ha quedado justificado el papel determinante de las creencias de control y de las
estrategias de afrontamiento sobre el estado de salud de las personas con problemas de dolor crónico, en
general, y en la fibromialgia en particular, queda por determinar el mecanismo de su influencia. Es decir,
si el efecto de las creencias de control sobre el estado de salud es un efecto directo o modulado por el uso
de determinadas estrategias de afrontamiento. Asímismo, no hemos encontrado trabajos que comparen
este tipo de variables, y sus relaciones, en enfermos atendidos en diferentes niveles asistenciales y/o desde
los estadíos iniciales del padecimiento del problema. Sería interesante establecer si realmente existen
diferencias en las creencias de control y el afrontamiento del dolor entre personas que están en el inicio de
su enfermedad y aquellas que han llegado a los servicios especializados. Asimismo, si se pudiera
identificar un perfil característico entre las personas diagnosticadas de fibromialgia en esos estadíos
predictor del ajuste a la enfermedad, se podría dirigir la atención a la prevención de las consecuencias
psicosociales que conlleva el padecimiento de un problema de dolor crónico. Por tanto, este proyecto
pretende, por un lado, identificar las creencias de control y las estrategias de afrontamiento de la
enfermedad, que utilizan las personas con Fibromialgia en diferentes niveles asistenciales; y, por otro,
identificar perfiles psicológicos en términos de las variables arriba mencionadas, que puedan predecir la
adaptación al problema de dolor.
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172
ARTÍCULOS
Pastor MA (2000) El Cuidado Psicosocial en el Paciente con Dolor Crónico. En Cuidado Psicosocial
en Pacientes Hospitalizados. Tomo II.
21
Pastor MA, López-Roig S, Rodríguez-Marín J, Sánchez S, Terol MC y Martín-Aragón M (2000).
Health Information in Chronic Rheumatic Patient. What do patients want to know? European
Review of Applied Psychology, 50 (3).
Este artículo presenta las conclusiones sobre futuras investigaciones en el ámbito de los problemas
de dolor crónico generalizado y de la fibromialgia, de la reunión internacional sobre el tema que se
celebró en Moss (Noruega). En ellas se afirma la importancia de evaluar no sólo las variables
clínicas, como el número de puntos dolorosos, sino también de utilizar cuestionarios estandarizados
que detecten el impacto psicosocial del problema. Asimismo se insiste en que las investigaciones y la
comprensión del problema debe basarse en el "Modelo Bio-Psico-Social"
Estos trabajos forman parte de un estudio longitudinal y multicéntrico donde se evaluó el impacto
económico y psicosocial de la fibromialgia. En ellos se concluye que los pacientes con fibromialgia
hacen un uso elevado de los servicios médicos, manifiestan más síntomas que otros pacientes con
patología reumática, y mayores niveles de distrés que la población general.
Goldenberg, Mossey y Schmith. A Model to Assess Severity and Impact of Fibromyalgia. Journal of
Rheumatology, 1995; 22(12): 2313-2317.
En este estudio llevado a cabo con 332 pacientes con Fibromialgia atendidos en un servicio de
reumatología, se muestra cómo habían padecido los síntomas durante años antes de ser
diagnosticados. Se concluye que el dolor, las habilidades de afrontamiento, los sentimientos de
desesperanza, los niveles de distrés psicológico, el estatus laboral, el nivel educativo y la presencia
de discapacidad, se relacionaron con la gravedad de la enfermedad. Estos factores eran más
relevantes en poblaciones atendidas en servicios de atención especializada que en en los pacientes de
la comunidad.
Buckelew SP, Juyse B, Hewett JE, Parker JC, Johnson JC, Conway y Kay D. Self-Efficacy
Predicting Outcome Among Fibromyalgia Subjects. Arthritis Care and Research, 1996; 9(2): 97-104.
Se evaluan las expectativas de autoeficacia de 109 pacientes distribuidos al azar en cuatro grupos
de tratamiento: Biofeedback y Relajación, Ejercicio, Biofeedback y ejercicio,e Información. No se
encontraron diferencias en las variables resultados (nº de puntos dolorosos, discapacidad y dolor
general) entre los grupos de tratamiento ; sin embargo, los pacientes que punturaron alto en
22
autoeficacia pre-tratamiento obtuvieron resultados positivos significativos tras el tratamiento. Se
sugiere la importancia que este tipo de creencias tiene en la adaptación a la fibromialgia.
Pastor MA, López Roig S y Rodríguez Marín J (1995). Dolor crónico: percepción y afrontamiento.
Revisiones en Salud Pública, Vol. 4., 99-120.
Pastor MA, López Roig S, Rodríguez Marín J y Juan V (1995). Evolución en el estudio de la
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Comunitaria, Salud y Calidad de Vida. Salamanca: Eudema. pp. 531-537.
23
Diagnóstico de fibromialgia
El American College of Rheumatology ha elaborado unas guías de
diagnóstico. La característica principal de la fibromialgia es dolor difuso
de tres meses o más de duración que afecta al esqueleto axial y al
menos a dos cuadrantes contralaterales del cuerpo. Además el
paciente debe tener dolor en al menos en 11 de 18 localizaciones
denominadas puntos gatillo cuando se palpan con la presión suficiente
como para palidecer el lecho ungueal.
24
Antidepresivos para la fibromialgia
Los lectores esperarían una gran banquete para festejar que se hayan
publicado tres metanálisis en los últimos años [3-5]. Desgraciadamente
estos sólo sirven para un ligero aperitivo. En parte esto es debido a la
materia prima de los estudios, en general con pocos pacientes (entre 6
y 47), alguno con pobres criterios diagnósticos y varios con información
sobre resultados de escaso valor y significado. En otros casos debido a
los criterios a la hora de valorar esta materia prima. Sólo una de las
revisiones [3] nos cuenta algo sobre los criterios de calidad y validez de
los estudios que se han combinado.
Resultados
Para mejorar los síntomas de un paciente con fibromialgia tenemos
que tratar a cuatro con antidepresivos en vez de con placebo (95% IC
2.9 a 6.3). Fue significativa la mejoría en síntomas como astenia,
insomnio, bienestar general y dolor con moderados efectos
secundarios. Los puntos gatillo dolorosos no mejoraron.
Comentario
No hay una respuesta clara a la cuestión planteada en el título sino
más bien nuevos interrogantes. Se utiliza el criterio de los 11 puntos
dolorosos para definir la fibromialgia pero los tratamientos más eficaces
no modifican este criterio de diagnóstico. Es verdad que mejoran el
dolor, el sueño y otros síntomas y probablemente ayudan en la
comprensión del problema a médicos y pacientes pero no actúan sobre
los criterios que establecen el diagnóstico. Hay base suficiente para
pensar que metaanálisis sobre tratamientos pueden ayudar a
establecer criterios diagnósticos. La evidencia sobre la utilidad de los
puntos gatillo es escasa. También lo es la de los antidepresivos.
Además desconocemos todavía que dosis de los diferentes fármacos
es útil en cada paciente así cómo qué es lo que realmente estamos
tratando en una patología que probablemente afecta a muchos de
nosotros. ¡Que excitante! Tantos interrogantes juntos.
Bibliografía:
25
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Síndrome de Fibromialgia
¿Qué es la fibromialgia?
Aunque las personas con fibromialgia tienen dolores similares a los de una
enfermedad de las articulaciones, la fibromialgia no produce inflamación, y por lo
tanto no es una forma de artritis (la cual se caracteriza por la inflamación de las
articulaciones). Más bien, la fibromialgia es una forma de reumatismo de los
tejidos blandos.
Síntomas y señales
Dolor
El dolor producido por la fibromialgia ha sido descrito de diversas formas, tales como: ardor,
punzada, rigidez y sensibilidad. A menudo varía según la hora del día, el nivel de actividad
física, el clima, los patrones de sueño y la fatiga nerviosa. La mayoría de las personas con
fibromialgia dice que siempre siente algo de dolor. Estas personas sienten el dolor
principalmente en los músculos. Para algunas personas, el dolor puede ser bastante severo.
Aunque el resultado del examen físico general casi siempre es normal y las personas tienen un
aspecto saludable, un examen cuidadoso de los músculos de las personas con fibromialgia,
revela zonas sensibles al tacto en lugares específicos, llamados puntos hipersensibles. Los
26
puntos hipersensibles son áreas del cuerpo que resultan dolorosas cuando se ejerce presión
sobre ellas. La presencia y el patrón de estos puntos característicamente hipersensibles
diferencian la fibromialgia de otras afecciones. No todos los médicos saben cómo detectar
estos puntos, pero la mayoría de los reumatólogos puede llevar a cabo una evaluación de
puntos hipersensibles.
Los puntos hipersensibles asociados con la fibromialgia tienen una ubicación similara la de los
puntos hipersensibles presentes en otros tipos comunes de dolor muscular y de huesos, tales
como el codo de tenista (epicondilitis lateral). Un punto hipersensible a un lado del cuerpo suele
tener un punto hipersensible correspondiente en el mismo lugar, en el lado opuesto del cuerpo.
A pesar de que los puntos hipersensibles que se muestran en la página 3 son comunes, otros
músculos y áreas de tejidos blandos también pueden resultar dolorosos. La gente a menudo
desconoce la ubicación exacta o incluso la presencia de muchos de estos untos hipersensibles,
hasta que un médico lleva a cabo una evaluación cuidadosa de los mismos.
Alrededor del 90 por ciento de las personas con fibromialgia experimenta fatiga moderada o
severa, menor resistencia al esfuerzo, o el agotamiento típico propios de la gripe o la falta de
sueño. A veces la fatiga es más problemática que el dolor.
Las personas con fibromialgia pueden experimentar un tipo de fatiga parecido al que ocasiona
otra afección, conocida como síndrome de fatiga crónica (SFC). Los Centros de control y
prevención de enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention) han desarrollado
criterios para diagnosticar el SFC. Para diagnosticar a una persona con SFC, ésta debe
presentar un historial de por lo menos seis meses de fatiga inexplicada, evaluada clínicamente,
además de cuatro de los siguientes ocho síntomas: dificultad para pensar con claridad,
irritación de garganta, hipersensibilidad de los ganglios linfáticos, dolores musculares, dolores
en las articulaciones, dolores de cabeza, alteraciones en el sueño y malestar durante más de
24 horas después de un esfuerzo.
Usted puede observar que algunas personas con fibromialgia tienen síntomas similares ala
descripción de SFC y viceversa. Debido a la semejanza entre los síntomas que caracterizan a
estos síndromes, algunos expertos creen que las dos dolencias están relacionadas o que
representan variaciones de una misma enfermedad. Sin embargo, los estudios realizados en
27
personas con fibromialgia y SFC no han proporcionado resultados convincentes a favor de esta
teoría.
La mayoría de las personas con fibromialgia experimenta trastornos del sueño. Aunque pueden
conciliar el sueño sin grandes dificultades, tienen un sueño muy ligero y se despiertan con
frecuencia durante la noche. A menudo, estas personas se levantan sintiéndose cansadas,
incluso después de haber dormido durante toda la noche. La fatiga resultante puede ir desde la
apatía y la disminución de resistencia hasta el agotamiento. El nivel de fatiga experimentado
puede variar de un día para otro.
Las investigaciones han demostrado que la perturbación del sueño profundo altera muchas
funciones críticas del cuerpo, como la producción de las sustancias químicas necesarias para
reparar el tejido muscular, así como la percepción del dolor por parte de la persona. Algunos
investigadores creen que los trastornos del sueño pueden ser una de las causas de la
fibromialgia. Esta teoría debe estudiarse más a fondo, pero es obvio que los trastornos del
sueño pueden agravar los síntomas de la fibromialgia.
Cuando se padece de fibromialgia, los cambios de humor son comunes. Muchos individuos se
sienten tristes o decaídos, aunque aquéllos que padecen de depresión clínica representan sólo
un 25 por ciento del total. Las personas con fibromialgia también pueden sentirse ansiosas.
Hay investigadores que creen que es posible que exista una conexión entre la fibromialgia y
algunos tipos de depresión y ansiedad crónica. Sin embargo, cualquier persona que padezca
de una enfermedad crónica, no únicamente fibromialgia, puede sentirse deprimida en
ocasiones, al luchar contra el dolor y la fatiga que experimenta.
Otros problemas
Los dolores de cabeza, sobre todo los musculares (de tensión) y las migrañas, son síntomas
comunes de la fibromialgia. Los dolores abdominales y cambios entre estreñimiento y diarrea
(llamados síndrome de colon irritable) también son comunes. Los espasmos y la irritabilidad de
la vejiga podrían causar urgencia o frecuencia urinaria.
No hay una prueba única de laboratorio ni rayos X que pueda ayudar a un médico a
diagnosticar la fibromialgia. Aún así, las pruebas de laboratorio pueden ayudar a descartarla.
Por ejemplo, una tiroides hipoactiva causa muchos de los síntomas que aparecen en la
fibromialgia. Sin embargo, un médico puede pedir un simple análisis de sangre para determinar
si una persona tiene problemas de la tiroides. Un examen físico puede ayudar a descartar otras
afecciones que podrían causar dolor y fatiga crónicos.
Debido a que las quejas sobre la fibromialgia son tan generales y a menudo recuerdan otros
trastornos médicos, muchas personas se someten a evaluaciones complicadas y a menudo
repetitivas, antes de ser diagnosticadas con fibromialgia. Es importante visitar a un médico o
reumatólogo que sepa cómo diagnosticar y tratar esta dolencia.
28
¿Cuál es la causa de la fibromialgia?
Nadie conoce la causa de la fibromialgia. Los investigadores especulan que hay muchos
factores diversos que, por sí solos o en combinación con otros, pueden causar fibromialgia. Por
ejemplo, factores tales como una enfermedad infecciosa, trauma físico o emocional, o cambios
hormonales, pueden contribuir al dolor generalizado, fatiga y trastornos del sueño que
caracterizan a esta dolencia.
Los estudios sugieren que algunas personas con fibromialgia presentan niveles anómalos de
varias de las sustancias químicas involucradas en la transmisión y amplificación de la
sensación de dolor, tanto hacia el cerebro como desde éste. Se desconoce si tales anomalías
son la causa o el resultado de la fibromialgia.
Su médico puede personalizar su plan de tratamiento para que se adapte a sus necesidades
individuales. Algunas personas que padecen de fibromialgia presentan síntomas leves y
necesitan muy poco tratamiento una vez que comprenden la dolencia que padecen y lo que la
empeora. Otras personas, sin embargo, necesitan de un programa de cuidado completo,
incluyendo medicamentos, ejercicio y entrenamiento sobre técnicas para sobrellevar el dolor.
Medicamentos
Una subcategoría de los AINEs, llamada inhibidores de la COX-2, también puede proporcionar
alivio del dolor, causando menos efectos secundarios sobre el estómago que los AINEs
tradicionales. La mayoría de los médicos no suele recetar calmantes de tipo narcótico ni
tranquilizantes, excepto en los casos más severos de fibromialgia.
Los medicamentos que facilitan el sueño profundo y relajan los músculos ayudan a descansar
a muchas personas que sufren de fibromialgia. Los médicos también recetan medicamentos,
conocidos comúnmente como antidepresivos, para tratar la fibromialgia. Estos fármacos
funcionan elevando el nivel activo de serotonina en el cerebro. Los niveles bajos de serotonina
no están vinculados únicamente con la depresión clínica, sino también con los trastornos del
sueño asociados con la fibromialgia. En dosis más bajas que las recetadas para tratar la
depresión profunda, los antidepresivos parecen aliviar el dolor en las personas con fibromialgia
y de esta manera, aumentar las posibilidades de lograr una buena noche de descanso.
Hay dos clases principales de antidepresivos: tricíclicos, tales como la amitriptilina (Elavil) y la
doxepina (Sinequan), e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, o ISRS, tales
como la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil) y la sertralina (Zoloft). En ocasiones, también
se receta un fármaco llamado ciclobenzaprina (Flexeril), clasificado como relajante muscular
pero similar a los antidepresivos.
29
Aunque muchas personas duermen mejor y se sienten más cómodas al tomar antidepresivos,
la mejoría observada varía ampliamente de una persona a otra. Estos medicamentos pueden
tener efectos secundarios, tales como somnolencia diurna, estreñimiento, sequedad de la boca
y aumento del apetito. Algunos ISRS pueden dificultar el sueño. Estos efectos secundarios
raramente son severos, pero pueden resultar molestos. Algunos estudios han sugerido que al
combinar los antidepresivos tricíclicos con ISRS, pueden aumentar los beneficios de cada
fármaco, al tiempo que los efectos secundarios de ambos fármacos se anulan mutuamente.
La hierba de San Juan (St. John’s Wort), es un suplemento dietético que puede funcionar como
los medicamentos antidepresivos, pero con menos efectos secundarios. La hierba de San
Juan, que procede de la flor de una hierba del mismo nombre, se suele recetar en Europa. En
los Estados Unidos, sin embargo, como los suplementos dietéticos no están regulados como
los fármacos, se sabe poco sobre los efectos a largo plazo producidos por diversas marcas de
la hierba de San Juan. Si usted decide probarla, consulte primero a su médico. No utilice la
hierba de San Juan si está tomando otro antidepresivo.
Dos formas de tratar la fibromialgia son estirar y ejercitar los músculos tensos y doloridos, y
aumentar la capacidad cardiovascular (aeróbica). Los estudios muestran que ciertos programas
de ejercicio aeróbico proporcionan una sensación de bienestar, una mayor resistencia y una
disminución del dolor, en aquellas personas que padecen de fibromialgia.
Usted puede sentir dudas en cuanto al ejercicio si ya se siente cansado y dolorido. Los
ejercicios aeróbicos de bajo o ningún impacto, como caminar, montar bicicleta, ejercicios
aeróbicos acuáticos o natación, suelen ser las mejores maneras de empezar un programa de
este tipo. Haga ejercicio en días alternos, si es posible, e incremente de forma gradual su nivel
de actividad, para alcanzar un mejor nivel de condición física.
Estire los músculos suavemente y mueva las articulaciones a diario a través del alcance
apropiado para su estado, antes y después del ejercicio. Los terapeutas físicos pueden
ayudarle a diseñar un programa específico de ejercicios para mejorar su postura, su flexibilidad
y su condición física.
A menudo, las personas que padecen de fibromialgia se han sometido a muchas pruebas y han
visitado a muchos especialistas en busca de una respuesta. Con frecuencia se les dice que
puesto que su apariencia es buena y los resultados de las pruebas son normales, no sufren de
ningún trastorno verdadero. Es posible que amigos y familiares, además de los médicos, duden
de la veracidad de sus quejas, lo cual puede aumentar su sentimiento de aislamiento,
culpabilidad y rabia.
30
Tanto usted como su familia deben comprender que la fibromialgia causa dolor y fatiga
crónicos. Usted debe asumir un papel activo en el control de la fibromialgia, haciendo ejercicio
con regularidad, educándose sobre su dolencia, y aprendiendo a implementar técnicas de
relajación y de control de la fatiga nerviosa.
Sin embargo, algunas personas que sufren de fibromialgia tienen síntomas tan severos que no
son capaces de desenvolverse bien, ni laboral ni socialmente. Dichos individuos pueden
requerir de una mayor atención a través de un programa que utilice terapeutas físicos u
ocupacionales, trabajadores sociales, enfermeras, profesionales de la salud mental, consejeros
de rehabilitación y especialistas del sueño.
* * * * *
© Copyright 2001, National Fibromyalgia Partnership, Inc. (NFP),
antes conocida como the Fibromyalgia Association of Greater Washington, Inc.,
140 Zinn Way, Linden, Virginia 22642-5609 USA • www.fmpartnership.org
La fibromialgia (conocido por las siglas «FM») es una condición crónica y compleja
que causa dolores generalizados y un agotamiento profundo, y también una variedad de
otros síntomas. Como lo sugiere su nombre, la fibromialgia principalmente afecta los
tejidos blandos del cuerpo. El nombre de fibromialgia se deriva de «fibro», o tejidos
fibrosos (tales como tendones y ligamentos), «mios», o músculos, y «algia», que
significa dolor. Aunque se llamó fibrositosis por muchos años, ahora el nombre
preferido es fibromialgia. A diferencia de la artritis, la fibromialgia no ocasiona dolor o
hinchazón de las articulaciones; más bien, produce dolor en los tejidos blandos
alrededor de las articulaciones y en todo el cuerpo. Puesto que la fibromialgia produce
pocos síntomas que se pueden percibir abiertamente, ha llegado a apodarse como la
31
«invalidez invisible». Aunque es más común en mujeres adultas, la fibromialgia
también puede afectar a niños, a ancianos y a hombres.
Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, los pacientes que sufren
de la FM pueden despertarse y sentirse todavía cansados, como si hubieran dormido
apenas. Por otra parte, pueden experimentar dificultades al tratar de dormirse o en
mantenerse dormidos. Se desconocen las razones por las que la fibromialgia causa que
el sueño no sea reparador y otras dificultades del sueño. Sin embargo, las primeras
32
investigaciones que se hicieron en laboratorios de sueño sobre la FM documentaron
interrupciones en la etapa más profunda del sueño (la etapa delta) de algunos pacientes
con fibromialgia.
Trastornos cognoscitivos: Las personas que tienen fibromialgia informan sobre una
variedad de síntomas cognoscitivos que tienden a cambiar de día en día. Estos incluyen
dificultad para concentrarse, "lentitud mental", "fibro-neblina", lapsos de memoria,
dificultad para recordar palabras/nombres y un sentirse fácilmente abrumada al
enfrentarse con varias cosas que hacer a la vez.
Síntomas del tórax: Los que tienen la fibromialgia y participan en actividades que les
obligan a inclinarse hacia adelante (p. ej., escribir a máquina o sentarse a un escritorio,
trabajar en una línea de producción, etc.) muchas veces tienen problemas particulares
con dolores del pecho o las partes superiores del cuerpo, o sea dolores y disfunciones
torácicos.3 A menudo, estos dolores van acompañados de jadeos y problemas de
postura. Algunos pacientes pueden también presentar una condición llamada
“costocondralgia” (también conocida como costocondritis), que es un dolor muscular en
33
donde las costillas se unen al esternón. A veces esto se confunde con una enfermedad
cardíaca. Las personas que tienen la FM son susceptibles a una condición cardíaca
generalmente asintomática llamada prolapso de la válvula mitral (PVM) en la cual una
de las válvulas del corazón se hincha durante un latido, causando un chasquido o soplo.
Por lo general, un PVM no es motivo de preocupación en los pacientes con la FM a
menos que haya otra condición cardíaca. (Nota: Cualquier persona que experimente
dolor torácico, deberá consultar siempre a un médico inmediatamente.)
34
imaginándolo todo”), la investigación ha mostrado repetidas veces que la fibromialgia
no es una forma de depresión ni de hipocondría. Sin embargo, siempre que la depresión
o la ansiedad ocurran con la fibromialgia, es importante su tratamiento ya que estas
condiciones pueden exacerbar la FM e interferir con el manejo exitoso de los síntomas.
Diagnosis de la fibromialgia
(1) Dolor crónico, generalizado, musculoesquelético por más de tres meses en cada uno
de los cuatro cuadrantes del cuerpo. ("Dolor generalizado" significa dolores arriba y
abajo de la cintura y en ambos lados del cuerpo);
(2) Ausencia de otra enfermedad sistémica que pudiera ser la causa del dolor subyacente
(tal como la artritis reumatoidea, lupus o problemas de la tiroides); y
35
TAL Y COMO LOS DEFINE THE AMERICAN COLLEGE OF RHEUMATOLOGY (ACR) 8
(3,4) Cervical inferior: bilateral, en los aspectos anteriores de los espacios intertransversales entre las
vértebras C5-C7;
(7,8) Supraespinosos: bilateral, en los puntos de origen, supraescapular cerca del borde medio;
(9,10) Segunda costilla: bilateral, en las segundas articulaciones costocondrales, un poco lateral a las
articulaciones en las superficies superiores;
(13,14) Glúteo: bilateral, en los cuadrantes superiores externos de las nalgas en el pliegue anterior del
músculo;
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Report of a Multicenter Criteria Committee,” Arthritis & Rheumatism, Vol. 33, No. 2, February 1990, pp. 160-172.)
Según sugieren los criterios del ACR, una diagnosis de fibromialgia requiere una
evaluación "real" del paciente por un médico hábil en la diagnosis de fibromialgia.
Puesto que los pacientes no están al tanto del origen anatómico específico del dolor en
su cuerpo, no se aconseja el autodiagnóstico.
En primer lugar, el paradigma de los puntos sensibles sugería que los pacientes de la
FM únicamente sentían dolores en lugares específicos del cuerpo. Sin embargo, unos
estudios posteriores (tales como los reportados por Granges y Littlejohn en 1993 10)
empezaron a sugerir que los pacientes de la FM son sensibles a estímulos de dolor en
36
cualquier parte del cuerpo y no únicamente en los puntos anatómicos identificados por
el ACR. Hoy en día, se reconoce comúnmente que el dolor extendido a través del
cuerpo es típico de la fibromialgia.
En segundo lugar, pronto llegó a ser obvio que la sensibilidad de un paciente variaba de
día en día y de mes en mes. Como consecuencia, el número de puntos sensibles en un
día podía estar abajo de los l1 requeridos, mientras que en otros días podía ser mayor.
Además, los pacientes no siempre se presentaban con dolores en los cuatro cuadrantes
del cuerpo. Algunos sufrían de dolor unilateral; otros sólo lo sentían en la parte superior
o inferior del cuerpo.
En tercer lugar, los exámenes de los puntos sensibles hechos por los médicos también
fueron problemáticos ya que dependen del juicio humano falible. Hechos
equivocadamente (en el punto anatómico incorrecto o no aplicando la presión digital
debida), rindieron resultados erróneos. Desafortunadamente, los puntos sensibles de la
fibromialgia a veces fueron confundidos con los puntos hipersensibles del síndrome del
dolor miofascial (MPS). No es infrecuente que se equivoca en el diagnóstico,
confundiendo la FM con el MPS o vice versa.
37
vertebral cervical, siendo las dos condiciones que pueden ser las responsables de los
síntomas experimentados por un segmento de la población de pacientes con la FM. Hay
otros investigadores, sin embargo, que opinan que la fibromialgia es causada por un
microorganismo infeccioso, tal como un virus o micoplasma.14
En un tiempo, los investigadores creían que los músculos de los pacientes con la FM
debieran ser anormales puesto que parecía que de ellos surgían tanto los dolores y las
disfunciones. De hecho, el nombre anterior del FSM, “fibrositis” significaba,
literalmente, una “inflamación de los músculos y tejidos blandos”. No obstante, los
estudios posteriores no llegaron a hallar ninguna inflamación ni herida de los nervios.
Los investigadores de hoy en general concuerdan en que la FM es una condición de
origen cerebral y que no es una enfermedad del sistema nervioso periférico. Cada vez
más, han descubierto anormalidades en los niveles de varios neuroquímicos en el
cerebro. Tal vez el estudio mejor conocido es el llevado a cabo por I. Jon Russell, M.D.,
Ph.D., de la University of Texas Health Science Center en San Antonio en que se
demonstró que en el cerebro de los pacientes de la FM la Sustancia P, un neuroquímico
del cerebro, existe en niveles tres veces más altos que en el cerebro de los controles.15
También es interesante es saber por qué el neurotransmisor serotonina, que modifica la
intensidad del dolor percibido por el cerebro, parece estar presente en niveles
deficientes en los pacientes de la FM. Muchos de los medicamentos empleados hoy en
día para tratar la FM funcionan para regular esta deficiencia. Mientras llega a estar más
y más evidente que hay anormalidades significativas en el procesamiento de la
percepción del dolor en el cerebro de los pacientes de la FM, los investigadores laboran
para determinar si el problema se trata de una reacción exagerada a estímulos normales
en la relación del cerebro/cuerpo o si se trata de una respuesta amplificada a estímulos
verdaderamente dolorosos (hiperalgesia).16
38
No hace mucho tiempo, los investigadores médicos consideraban que el síndrome de la
fibromialgia era una entidad médica discreta. Sin embargo, la FM se ve cada vez más
como una condición que comparte mucho con ciertas enfermedades sistémicas junto
con otras condiciones regionales que afectan a órganos específicos. Uno de los primeros
en sostener este punto de vista fue el investigador de la University of Illinois,
Muhammad Yunus, M.D., que desarrolló el concepto del Síndrome de Sensibilidades
Centrales (“Central Sensitivity Syndrome", CSS, siglas en inglés). El CSS es un término
genérico para una gama de condiciones relacionadas que tienen en común ciertas
características clínicas y un mecanismo biofisiológico parecido. Además de la FM, el
Dr. Yunus incluye nueve condiciones en la familia de los CSS además de la FM: el
síndrome de la fatiga crónica (“chronic fatigue syndrome”, CFS, siglas en inglés), el del
colon irritable, las jaquecas ocasionadas por el estrés y las migrañas, la dismenorrea
primaria, el trastorno del movimiento periódico de las extremidades, el síndrome de las
piernas inquietas, el síndrome del dolor temporomaxilar y el síndrome del dolor
miofascial.
Según el Dr. Yunus, los miembros de la familia de CSS tienen en común ciertas
características sintomáticas (p. ej., dolor, agotamiento, trastornos del sueño,
hiperalgesia, carencia de patología en las estructuras de los tejidos conectivos, etc.);
comparten además ciertos rasgos demográficos (p. ej., ocurre principalmente en
mujeres); exhiben disfunciones neurohormonales resultando en sensibilidades centrales
que a su vez causan “dolor amplificado, generalizado y persistente.” 20
Hay todavía una falta de acuerdo entre los investigadores así como entre los pacientes
en cuanto al punto hasta donde se pueda decir que sean similares, o hasta idénticas, las
condiciones sistémicas tales como el síndrome de la fibromialgia, el de la fatiga crónica,
el de la Guerra del Golfo Pérsico y las sensibilidades a múltiples productos químicos.
Digno de notarse es que el Dr. Robert Bennett también señala que mientras no es
probable que la mayoría de los pacientes con la FM desarrollen otras enfermedades de
tipo reumatoide o neurológico, no es poco frecuente que los pacientes que ya exhiben
condiciones bien establecidas como la artritis reumatoidea, el Síndrome de Sjögren, o
lupus desarrollen la FM.21 Otros investigadores han identificado comunalidades entre la
FM y tales condiciones como enfermedad del colon inflamado y la enfermedad de
Lyme. Se requiere llevar a cabo más investigaciones para desentrañar los secretos de
tantos rompecabezas.
39
Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases”, NIAMS, siglas en inglés), aunque
hay cada vez más institutos y oficinas que se están interesando en varios aspectos de la
condición y que están dedicando fondos para la investigación sobre la FM.
Aunque es todavía uno de los institutos más pequeños de los NIH, el NIAMS se ha
enfocado cada vez más en la investigación sobre la FM en años recientes. Más digno de
notar, en julio de 1996, patrocinó un taller científico sobre la neurociencia y la
endocrinología de la fibromialgia en que se reunieron investigadores veteranos de la
fibromialgia así como los expertos principales en las ciencias fundamentales del dolor
crónico, la neuroendocrinología, ritmos circadianos y trastornos del sueño, con la
finalidad de ayudar a articular las necesidades y oportunidades de investigación e
identificar las lagunas en los conocimientos actuales. A finales del año 1999, se les
otorgaron * $3.6 millones de dólares en becas a 15 investigadores del NIAMS, junto
con otros institutos de los NIH, para la investigación de la fibromialgia como parte de
su Request for Applications (una invitación a soliciar fondos; se conoce con las siglas
“RFA”, en inglés) de marzo de 1998, entitulado Basic and Clinical Research on
Fibromyalgia. De sumo interés al Instituto fueron estudios sobre la patogénesis y
manifestaciones clínicas de la FM.
*Los tres institutos adicionales incluían: The National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS), el
National Institute of Dental and Craniofacial Research (NIDCR), y la Office of Research on Women’s Health
(ORWH).
Tratamientos
Medicamentos
Aunque hay varios medicamentos disponibles ahora para tratar la fibromialgia, dos,
amitriptilina (Elavil) y ciclobenzaprina (Flexeril) siguen siendo muy populares y surte
efecto en
muchos pacientes. Los dos gozan de la ventaja de haberse sometido a análisis clínicos
rigurosos y extensivos para el tratamiento de la fibromialgia. Aunque en dosis mucho
más altas se recetan
para tratar la depresión, el medicamento triciclico antidepresivo amitriptilina muchas
veces se emplea con éxito cuando se administra en dosis bajas a los pacientes de la FM
ya que se dirige
para tratar la falta de serotonina asociada con la FM y así reduce el dolor mientras les
ayuda a conseguir el sueño. La ciclobenzaprina (Flexeril) es un medicamento empleado
40
como relajante muscular que ha sido utilizado con éxito al tratar los dolores y espasmos
musculares de los pacientes con la FM. Por lo general, los dos se administran al
acostarse o más temprano si producen un efecto de “cruda” al amanecer. Para aquellos
que menos toleran estos medicamentos, hay otros muy parecidos disponibles (p. ej.,
doxepina, nortriptilina, trazadona, etc.).
Otra categoría de medicamentos que muchas veces son útiles para disminuir el dolor de
la fibromialgia incluyen las drogas antiinflamatorias, no esteroides (las NSAID). Las
NSAID incluyen la aspirina y el ibuprofen (disponibles en dosis de prescripción y en
dosis para venta sin prescripción). Son disponibles en dos formas, una que requiere
receta médica y otra que no la requiere. Se tienen que administrar con cuidado, sin
embargo, ya que si se usan durante mucho tiempo, pueden causar sangrado
gastrointestinal o úlceras.
41
musculares. Igual que los narcóticos analgésicos, las benzodiazepinas pueden causar
dependencia física y deben administrarse con cuidado.
Mientras que las drogas mencionadas siguen siendo las principales en el tratamiento de
la FM, los médicos se utilizan varias más (muchas de ellas nuevas) para tratar síntomas
y síndromes específicos: pramipexola para el síndrome de las piernas inquietas,
alosetrona (Latronex) para el síndrome del colon irritable, gabapentina (Neurontina)
para dolor de los nervios e hidrocloruro de tizandube (Zanaflex) para espasmos de los
músculos.
Rehabilitación física
Hay una gran variedad de terapias manuales, directas, disponibles para los que tienen la
FM. Algunas sólo pueden ser administradas por profesionales de rehabilitación física
capacitados que están familiarizados con el síndrome de la fibromialgia, mientras que
otras pueden practicarse en casa, especialmente bajo supervisión profesional. Entre las
más comúnmente practicadas se cuentan las siguientes:
Alivio miofascial: Una técnica desarrollada por el terapeuta físico John Barnes, el alivio
miofascial es una forma de manipulación muy suave de masaje diseñado para aliviar las
restricciones y la estrechez de los tejidos conectivos (fascia). Cuando se practica
debidamente, muchas veces logra disminuir el tirón que ejercen los tejidos conectivos
sobre los huesos, permitiendo que se relajen y extiendan las fibras de los músculos y
que se expandan los órganos.23
42
practicar una forma de terapia craneosacral en casa usando un “estimulador de punto
fijo”, un producto comercial disponible o uno que se puede improvisar al introducir dos
pelotas de tenis o de frontón en un calcetín. Se pone el estimulador en la nuca, en línea
con las orejas, por períodos poco a poco más largos (de 2 hasta un máximo de 20
minutos).24
Ejercicios aeróbicos: Los ejercicios aeróbicos de bajo impacto son muy importantes
para que los pacientes de fibromialgia eviten la atrofia muscular (gastado), para
fomentar la circulación de la sangre que contiene el oxígeno y otros nutrientes a los
músculos y a los tejidos conectivos, y para incrementar la fuerza y el vigor. Algunos
ejemplos de ejercicios incluyen caminar, caminar o hacer ejercicio en piscinas de agua
caliente, el uso de tapetes rodantes o de máquinas de esquí de fondo. Cada vez más, a
través de los centros de recreación y de salud locales, de la Fundación de Artritis y hasta
por cintas de vídeo, se ofrecen programas de ejercicios suaves diseñados
43
específicamente para la condición de la fibromialgia y para otras condiciones de dolor
crónico. La regla de oro para los pacientes de la fibromialgia es de comenzar muy lenta
y conservadoramente, e ir aumentando en incrementos la tolerancia al ejercicio. La
mayoría de los profesionales de salud además sugieren que los pacientes busquen una
forma de ejercicio que les agrade para que sigan practicándola en forma regular. No
obstante, si un paciente de la FM encuentra que un ejercicio le causa altos niveles de
dolor repetidas veces, tal vez deberá consultar a un fisioterapeuta de rehabilitación (es
decir, fisioterapeuta, quiropráctico, etc.). Estos profesionales le pueden ayudar a
restaurar las relaciones fisiológicas normales entre los músculos y las articulaciones,
abriéndole así el camino a ejercicio que tenga éxito.
Terapia ocupacional: Cuando las tareas en el lugar del trabajo contribuyen al dolor
(movimientos repetitivos, sitios de trabajo incómodos, etc.), un terapeuta ocupacional
puede ayudar al sugerir o diseñar mejoras. Por ejemplo, para los pacientes de la
fibromialgia que trabajan delante de una computadora, los teclados ergonómicos, las
sillas y otros productos pueden proporcionar un alivio importante.
Nutrición: Para contrarrestar el estrés, eliminar las toxinas del cuerpo y restaurar los
nutrientes que no han sido absorbidos o que no han sido utilizados por el cuerpo, puede
ser útil la terapia de la nutrición. Unos acercamientos sencillos pueden incluir el uso de
vitaminas y suplementos para combatir el estrés y apoyar el sistema inmune. Los
expertos en la nutrición generalmente instan a los pacientes de la fibromialgia a que
limiten el consumo de azúcar, cafeína y alcohol ya que estas sustancias irritan los
músculos y son estresantes al sistema inmune. Por supuesto, otros regímenes
44
alimenticios más ambiciosos, empleando dietas, eliminación de toxinas y
suplementación requieren la ayuda de un experto en nutrición familiarizado con la FM
que primero llevará a cabo análisis para determinar las necesidades alimenticias
particulares del paciente. Como con otros tratamientos para la fibromialgia, un plan de
nutrición diseñado específicamente y que funciona bien para un paciente, puede
resultar desastroso para otro.27 Desafortunadamente, se comercializan un gran número
de dietas y suplementos “milagrosos” para el tratamiento de la FM y deberían ser
investigados a fondo por los pacientes antes de usarlos. Cuando se empieza un nuevo
programa alimenticio, es importante informarle a su médico ya que algunos
suplementos y alimentos causan efectos secundarios graves y hasta peligrosos cuando se
combinan con los medicamentos.
Terapia cognitiva/de conducta: Aunque parezca trivial decirlo, muchas veces la actitud
del paciente es uno de los indicios más fuertes para predecir el éxito que tendrá en el
manejo de la fibromialgia. Los pacientes que no se esfuerzan activamente para controlar
su condición simplemente no es probable que se mejoren. Asimismo, es menos probable
que aquéllos que, sin saberlo, optan por comportamientos mal adaptados de enfermedad
(es decir, una actitud de desesperanza, una mentalidad de víctima) vayan a tomar la
iniciativa de buscar ayuda a través de los ejercicios, la terapia física o medicamentos.
Para mejorarse, cuando uno o una tiene la FM, puede ser difícil, pero es importante no
perder el ánimo. Hay ayuda para animarle. Si se trata de un problema con pensamientos
negativos, hay terapia cognitiva/de conducta (en forma de clases, audiocintas y/o
asesoramiento personal) que pueden ser un recurso valioso.
Sentido común: Las personas que tienen la fibromialgia pueden hacer una contribución
muy significativa a su propio tratamiento si aprenden todo lo posible sobre cómo
responde su cuerpo a la fibromialgia. Por ejemplo, ¿hay algunas actividades (sobre todo
las que involucran el uso prolongado o repetido de los músculos) que tienden a
exacerbar la fibromialgia? Si su respuesta es afirmativa a esta pregunta, ¿cómo pueden
modificarse o ser reeplazados y así ser mejor toleradas? ¿Hay ciertas actividades o
niveles de actividad que demoran la reacción al dolor un día o más? También es
importante aprender a tomar las cosas a su propio ritmo y paso, descansar
frecuentemente y/o simplemente decir que no cuando alguien le pide que haga algo un
día cuando es impráctico pedírselo a Ud. Si no pueden evitarse ciertos compromisos,
trate de anticiparlos y descansar un poco más para poder recuperarse después. Mientras
45
que estas ideas parecen sencillas en teoría, muchas veces son difíciles de poner en
práctica.
Los pacientes recientemente diagnosticados necesitan saber que no por su culpa que
tienen la fibromialgia. La FM es una condición legítima, o sea, es reconocida por los
médicos y se está investigando todos los días. El público sabe cada vez más sobre la
fibromialgia también. Se necesita muchísima energía y muchísimo valor para
ambientarse a la FM e ir en busca de tratamientos que surten efecto sin perder energía
valiosa echándose la culpa, castigándose o preocupándose con dudas.
Bibliografía
46
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12. Stuart Donaldson, Ph.D., et al., “Fibromyalgia: A Retrospective Study of 252 Consecutive
Referrals,” Canadian Journal of Clinical Medicine, Vol. 5, #6, June 1998.
13. For example, in 1999, NIAMS/NIH awarded a grant to Case Western Reserve University
(Cleveland, OH) researcher Jane Olsen, Ph.D., for her project entitled, “Mapping Genes for
Fibromyalgia Syndrome”. In addition, researchers Muhammad Yunus, M.D., and Debra
Buchwald, M.D., have also been very active in the study of genetics and FM.
14. See “Study of Mycoplasma in Gulf War Vets May Provide Clues for FMS/CFS,” Fibromyalgia
Frontiers, Vol. 7, #3, July/August 1999, pp. 1-11.
15. I. Jon Russell, M.D., Ph.D., et al., “Elevated Cerebrospinal Fluid Levels of Substance P in
Patients with the Fibromyalgia Syndrome,” Arthritis & Rheumatism, Vol. 37, No. 11, November
1994, pp.1593-1601. See also I. Jon Russell, M.D., Ph.D., "Cerebrospinal Fluid (CSF)
Substance P (SP) in Fibromyalgia (FMS): Changes in CSP SP Over Time, Parallel Changes in
Clinical Activity," Arthritis & Rheumatism, Abstract Supplement, Vol. 41, #9, September 1998.
16. J. Fransen, R.N., and I.Jon Russell, M.D., Ph.D., The Fibromyalgia Help Book: Practical Guide
to Living Better with Fibromyalgia, St. Paul, MN: Smith House Press, 1996, pp. 25-26.
17. Muhammad Yunus, M.D., “Dysfunctional Spectrum Syndrome: A Unified Concept for Many
Common Maladies,” Fibromyalgia Frontiers, Vol. 4, No. 4, Fall 1996, p. 3.
18. Leslie J. Crofford, M.D., et al, “Neurohormonal Perturbations in Fibromyalgia,” Baillieres Clin
Rheumatology, Vol. 10, No. 2, May 1996, pp. 365-78. See also, Leslie J. Crofford, M.D., "The
Hypothalamic-Pituitary-Adrenal Stress Axis in the Fibromyalgia Syndrome," Journal of
Musculoskeletal Pain, The Haworth Press, Vol. 4, No. 1/2, 1996.
19. Carlos Abud-Mendoza et al, " Hypothalamus-Hypophysis-Thyroid Axis Dysfunction in Patients
with Refractory Fibromyalgia," Arthritis & Rheumatism, Abstract Supplement, Vol. 40, #9,
September 1997.
20. Muhammad Yunus, M.D., “Central Sensitivity Syndromes: A Unified Concept for
Fibromyalgia and Other Similar Maladies,” JIRA, Vol. 8, #1, March 2000. See also Muhammad
Yunus, “Fibromyalgia and Other Overlapping Syndromes: The Concept of Dysregulation
Spectrum Syndrome,” seminar presentation hosted by the National Fibromyalgia Partnership
(formerly the Fibromyalgia Association of Greater Washington, Inc.), on 11/10/97, Bethesda,
MD, and Muhammad Yunus, "Dysfunction Spectrum Syndrome: A Unified Concept for Many
Common Maladies,” Fibromyalgia Frontiers, Vol. 4, No. 4, Fall 1996.
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of the Orgegon Fibromyalgia Foundation, www.myalgia.com.
22. Ortho-McNeil Pharmaceutical, Letter to Health Care Professionals, 3/20/96.
23. Hanna Meyer, L.M.T., C.N.M.T., Presentation hosted by the National Fibromyalgia Partnership
(formerly the Fibromyalgia Association of Greater Washington, Inc.) on 3/7/98.
24. Sue Muris, PT, “Exploring Body Work for FMS Self-Care,” Fibromyalgia Frontiers, Vol. 4,
No. 3, Summer 1996, p.4.
25. "EEG-Driven Stimulation: Hitting the 'Reset Button' in Fibromyalgia Patients," Fibromyalgia
Frontiers, Vol. 6, #4, July/August 1998.
47
26. Eric D. Terrell, D.C., "Chiropractic & Chronic Pain", Fibromyalgia Frontiers, Vol. 5, No. 4,
Fall 1997.
27. “Panel on Nutrition,” presentation hosted by the National Fibromyalgia Partnership (formerly
the Fibromyalgia Association of Greater Washington, Inc.) on 6/4/97 featuring Virginia Inglese,
M.A., R.D., CEDS; Sam Makoul, BCCN; Marti Pattishall, and Victoria Wood, M.P.H., R.D.
28. Complementary and Alternative Medicine at the NIH, Vol. 5, No. 1, January 1998.
29. Russell Rothenberg, M.D., “To The Newly Diagnosed Patient,” Fibromyalgia Frontiers, Vol. 3,
No. 1, Winter 1995, p. 7.
Introducción
Existen pocos estudios sobre la prevalencia de este síndrome. Siguiendo los criterios del
American College of Rheumathology, se ha encontrado que presentan FM un 2% (3,4% de
mujeres y 0,5% de varones) de la población de Wichita (Estados Unidos)1.
Manifestaciones clínicas
El paciente refiere que «le duele todo» y que empeora con el estrés, la inactividad, los cambios
climáticos, el ejercicio vigoroso, incluso a veces con el reposo nocturno, condiciones que si no
son manifestadas espontáneamente, se deberán indagar en la anamnesis. Acompañando al
dolor, el enfermo explica fatiga desde que se levanta de la cama, sensación de no haber
descansado, a pesar de conciliar el sueño, y/o una tumefacción difusa subjetiva y rigidez
matinal.
48
Diagnóstico
49
Figura 1. Localización de los puntos gatill
La palpación de los puntos gatillo o tender points, en los cuales existe una disminución del
umbral del dolor, debe hacerse con un dedo y aplicando una presión aproximada de unos 4 kg
(técnica que podemos ensayar con objetos domésticos tipo balanza de cocina o de baño). Se
considerará positiva la palpación si se manifiesta dolor, no si manifiesta simplemente molestia.
El diagnóstico viene dado por la presencia de los criterios ya citados, junto con la exclusión de
alteraciones analíticas y radiográficas. Deben ser normales la bioquímica general, el
hemograma y la VSG.
Diagnóstico diferencial
Debe realizarse con procesos que presentan dolor y rigidez musculosquelética extraarticular
(tabla 2).
50
Tratamiento
Constituye el aspecto más controvertido del capítulo, puesto que la variedad de formas de
tratamiento caracteriza la enfermedad. Esto es expresión de un cierto fracaso terapéutico y
también de la necesidad de abordar el tratamiento desde varios enfoques para lograr alguna
mejoría, siempre supeditada, además, a la idiosincrasia individual.
Educación
Dado que suelen ser pacientes con una dilatada historia clínica de exploraciones, visitas a
diferentes facultativos y tratamientos, un aspecto básico en el enfoque consiste en informar
claramente sobre la naturaleza, pronóstico y posibilidades terapéuticas del proceso. En la
mayoría de ocasiones el reconocimiento de la enfermedad por sí sola, evitando negarla o
atribuir los síntomas a «los nervios», ya es una forma de terapia. Se deberá empezar por
advertir al paciente de la elevada probabilidad de no llegar a controlar sus síntomas al cien por
cien, pero a la vez ofrecerle una mejoría notable. Este comentario inicial suele ser alentador y
favorecer el clima de confianza médico-paciente que requiere, más que otras, esta patología. El
paciente interpreta que se entienden sus síntomas y se conoce la enfermedad, lo cual empieza
a disminuir su ansiedad. Se han realizado estudios comparando sesiones de modificación
conductual con sesiones placebo sin obtener resultados significativamente diferentes, aunque
es preciso reconocer que la duración de las sesiones era más corta que, por ejemplo, la
establecida para la artritis reumatoide, y que hay un cierto grado de dificultad en el
cumplimiento por parte del paciente5-7.
Terapia física
51
alentadores, pero parece que los efectos dependen directamente de la implicación y grado de
cumplimiento del paciente8.
Terapia local
Las infiltraciones de anestésico, con o sin corticoide, sobre algún punto gatillo, mejoran el dolor
local. Deben reservarse para pacientes que presentan uno o pocos puntos de dolor
persistentes tras la mejoría del cuadro general10.
Terapia farmacológica
Amitriptilina (Tryptizol®) es un antidepresivo tricíclico que mejora la intensidad del dolor, los
puntos gatillo y la calidad del sueño por sus efectos sobre la recaptación de serotonina a partir
de la segunda semana. Debe ajustarse la dosis 5 y 50 mg/día16,17. Otros estudios, sin embargo,
no han demostrado mejoría en la calidad del sueño con su uso a largo plazo18.
La eficacia de agentes hipnóticos como flurazepam, temazepam, triazolam, parece ser menor,
pues los pacientes con síndrome fibromiálgico no suelen presentar problemas para conciliar el
sueño.
Evolución
52
No es raro que los pacientes busquen alternativas de curación paramédicas, lo que sí
sorprende es que se lleguen a usar tratamientos no suficientemente evaluados en esta
patología (narcóticos) o válidos sólo para un reducido número de pacientes (corticoides).
Sólo un 20% de pacientes llega a presentar una mejoría importante, con disminución del
número de puntos gatillo positivos, disminución del dolor en aquellos que persisten (usando
comparativamente la escala analógica visual del dolor), mejora subjetiva de la calidad del
sueño y disminución de la rigidez matinal. La mayoría sigue refiriendo un cuadro clínico similar
al inicial.
Conclusión
Se debe descartar este proceso mediante la verificación de los criterios diagnósticos a todos
los pacientes con historia compatible.
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