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El descensor

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Contenido Derechos de uso


Editorial ..................................................................... 4 El descensor y todo su contenido original, sea cual
El viento que nos mueve ....................................... 4 sea su naturaleza, están protegidos bajo los términos
Ágape ....................................................................... 4 Atribución - No comercial - No Derivadas 3.0 de
una licencia Creative Commons, la cual establece
Viento .................................................................... 4 que:
Historias casi verdaderas .......................................... 5
Pedro Ponce .......................................................... 5
La almadraba ............................................................ 6
Poema XVIII .......................................................... 6
Desde el otero ........................................................... 6 Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar
Rosa al viento ........................................................ 6 públicamente la obra bajo las condiciones siguientes:
La casa en el ciruelo ................................................. 7  Atribución. Debe reconocer los créditos de la
Poema 30 .............................................................. 7 obra de la manera especificada por el autor o
el licenciador (pero no de una manera que
El séptimo duende .................................................... 8
sugiera que tiene su apoyo o apoyan el uso
El sahuaro ............................................................. 8 que hace de su obra).
Memorias de una bruja… y loca ................................ 9  No comercial. No puede utilizar esta obra
Aires de naturaleza ................................................ 9 para fines comerciales.
Diario de un estafador ............................................. 10  Sin obras derivadas. No se puede alterar,
Cometas de otoño ............................................... 10 transformar o generar una obra derivada a
Poesía desde el otro lado del estercolero................ 11 partir de esta obra.
El hijo único de la decepción ............................... 11 La propiedad intelectual y los derechos sobre todos
los elementos del diseño, tales como colores,
Camagüebax ........................................................... 11
tipografías, gráficos y otros, pertenecen a El
¡Muchacho al agua! ............................................. 11 descensor. Los de textos, imágenes fotográficas,
Letras hispanas ....................................................... 15 tiras y otros contenidos pertenecen y quedan
reservados a sus autores.
Dos poemas ........................................................ 15
En nombre de todas las letras ................................. 15 Para obtener autorización expresa para hacer uso de
cualquier contenido es necesario establecer contacto
La hija de Santa no lo es ..................................... 15 previo vía correo electrónico a
Mujer de aire ........................................................... 16 descensor@gmail.com.
La casa del viento ................................................ 16
El sillón de orejas .................................................... 18
Sopla el viento ..................................................... 18
Letras al viento ........................................................ 22
Briefing de la colina ............................................. 22
Lectores opinantes .................................................. 23
Participan en esta edición ....................................... 24

Número 09/2009 Al viento Página 3


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Editorial Ágape

El viento que nos mueve Viento


La redacción Francisco Cenamor

El viento es, sin duda, el elemento que más La fábrica abandonada está en alto. Al otro lado de la
representa a la libertad, por su capacidad de estación.
movimiento, pero también a las actitudes Asoma tras los trenes parados que se disponen a
caprichosas, voluntariosas y a la energía que mueve partir.
y da vida. Preside nuestras vidas. Transcurren claras a este
lado de la calle.
Viento que lo mismo juguetea y se divierte con un
La puerta oxidada, rotas todas las bombillas. Los
papalote que con una simple hoja de papel, llenando
cables arrancados.
de regocijo a las almas infantiles de los niños, y no
El Guinda rompió el último cristal.
tan niños, que sueltan figuras de papel, de vivos
colores, atadas a un pedazo de hilo de cáñamo y se Un pedazo cuelga aún de una ventana del techo,
llevan con ellas, mezcladas en una extraña amenazando vengarse de los niños que juegan a ser
combinación, las sonrisas y las penas. adultos.
Dentro, las paredes ennegrecidas por el humo de las
Que mueve veletas o molinos, unos para indicar su fogatas.
presencia, intensidad y sentido, como las almas de
Ya no queda nada de madera en la vieja serrería.
los muertos que piden, exigen, no ser olvidadas por
los que acá se queda, y los otros para generar
energía necesaria para la diaria faena. En verano echamos la siesta sobre los poyetes de
cemento.
Que da vida cuando encuentra a su paso la semilla Los pájaros de la tarde vienen a despertarnos.
que cae y la lleva a mejores destinos, a suelos más Reclamando
propicios para germinar y crecer y dar frutos. las migas de pan y bollos que robamos en casa
Viento de temperamento fuerte e intempestivo, que cuando nuestras madres duermen.
destruye y asesina cuando en un arrebato se Hay ratas. Permanecen ocultas. Acechan. En
arremolina, se huracana, y arrasa con todo lo que invierno, sobretodo.
encuentra a su paso, sin conmiseración ni piedad, sin En verano salen a recorrer las noches por nuestras
miramiento ni respeto, mostrando así, en un instante, calles.
la fragilidad de la condición humana.
Y es pues el viento, este de tan diferentes rostros, el Los días de viento, la fábrica respira, se despereza,
pretexto que hoy nos mueve a expresar sensaciones nos llama.
y sentimientos, en libertad plena, e igual nos llega de Nerviosos, aguantamos el tedio de Don Lorenzo,
frente, por la cara, juega con nuestros cabellos y se las piernas de la Señorita Carmen por debajo de la
despide de nosotros dejándonos atrás con esa mesa.
sensación de frescura en la piel, de vacío en las A mediodía se calma el viento. Con el bocadillo de las
manos y de calidez en el corazón. cinco en la mano
cruzamos el oscuro subterráneo que lleva a la
fábrica.
Dentro, el silencio hace que nos juntemos al abrigo
de algún rincón.
Nos miramos a los ojos. Limpiamos nuestras manos

Número 09/2009 Al viento Página 4


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sudorosas en los raídos jerseys. mate cocido con un trocito del único pan que les
Tumbados esperamos. Una ráfaga de aire fresco quedaba, comenzaron los hijos a preguntar por el
rompe el olor a humedad. padre.
El viento entra y sale por los huecos. Escuchamos Decidió inventar una historia para calmarlos.
sobrecogidos sus gritos, sus susurros.
-Papá no puede volver todavía porque está muy
A veces creemos oír las voces de los muertos.
enfermo. Lo mordió una víbora ponzoñosa y está en
el hospital de la ciudad. Pero cuando ya esté bien, se
vendrá con nosotros.
-Papá no nos quiere más y no volverá -lloriqueó la
más chiquita.
Historias casi verdaderas -No digas eso. Él los quiere a todos, mucho, pero
mucho, mucho y yo misma lo iré a buscar esta noche.
Pedro Ponce -¿No podemos ir todos a verlo? Y si ya está bien lo
traeremos- dijo el mayorcito, muy seguro de si
Edgardo Castillo "Zumm”
mismo.
-No puede ser, porque el hospital está muy lejos y yo
Al fin los chiquillos se durmieron, exhaustos de tanto deberé ir a la noche para caminar con la fresca ¿Me
correr y saltar para tratar de calmar el hambre. prometen que se van a portar bien, si los dejo solos,
La mujer se acercó al camastro donde dormían los mientras voy allá?
tres muy juntitos, para no tener tanto frío y los -Siii, mamita -contestaron a coro
acarició, pensativamente.
Esa noche, le pidió prestada la mula a su compadre
-¿Porqué te escapaste, Pedro Ponce?- susurró -Los Juan y luego lo buscó en todos los bares y fondas del
niños no te molestaban para nada y te querían tanto. pueblo sin resultado. En el hospital, no había nadie
Aunque no trabajaras todos los días, eso poco que que se llamara Pedro Ponce
ganabas, junto con lo que me pagaban por lavar ropa
En el cuartel de policía un viejo sargento lo conocía y
de otros, nos bastaba para vivir y comer. Yo me
le dio los datos para encontrarlo.
conformaba con que trataras bien a los chicos y no
me importaba trabajar todo el día. -Creo que está con la Zunilda. La he visto con él. Esa
no le hace asco a ninguno…
El mayor de sus hijos se movió intranquilo en la
cama. Abrió los ojos somnolientos y le preguntó a su Muy cerca de la madrugada, llegó la mujer a su casa,
madre: -¿Volvió papá? donde todavía dormían sus críos. Bajó de la mula el
tieso bulto que traía atravesado en su lomo y lo entró
Ella lo tranquilizó con unas palmaditas:-No, hijito,
al rancho.
todavía no terminó el trabajo que le encomendaron.
Pueda ser que mañana regrese… Al sentir movimientos en la cama, les habló a sus
hijos:
Unos sollozos reprimidos le indicaron cuanto sufría su
hijo por la ausencia del padre. -¡Sshh! No enciendan la vela. Papá llegó a casa.
-Maldito seas, Pedro Ponce, que sin motivo haces Una semana después, las cenizas de Pedro Ponce
sufrir a mis hijos. Te esperaré hasta mañana en la volaban al viento.
noche y si para ese entonces no has regresado, te
saldré a buscar y te traeré de vuelta. Si estás con otra
mujer, no me importa y te perdono, pero debes volver
por tus hijos.
A la hora del desayuno, que esta vez fue un tazón de

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La almadraba

Poema XVIII
Nela Rio
Desde el otero
Cuando la palabra se inscribe
voluntariosamente Rosa al viento
con vocación de eternidad…
José Luis de la Fuente
Inmensos torbellinos
desparraman estas hojas Rosa se levantó violentamente de su asiento y
que yo escribo con sangre entre las sombras abandonó la estancia dando un portazo.
y mis brazos como alocadas gaviotas Mientras bajaba los escalones de dos en dos en
aletean dirección a la calle, pensó en como liberarse de la
sin poder retenerlas. angustia vital y de la rabia que atenazaban su alma y
sus sentidos.
Todo se pierde en los círculos de la orden y el Cuando desembocó en el bulevar como un torrente,
castigo. tenía decidido que gritar pudiera ser una buena
forma.
Viento
Comenzó a gritar cuando echó a andar a trancos
viento lleno de aullidos
entre la gente, que se apartaba sobresaltada a su
viento arrasador.
paso.
Lucho creando alambradas para detener
al encabritado invasor Siguió gritando mientras cruzaba la avenida repleta
lleno de condecoraciones inservibles para de vehículos, sin hacer caso del ruido de claxon, de
sostener las frenadas bruscas, de los improperios que salían
desde los automóviles.
lo que cuelga entre sus piernas como un péndulo
oscilando suspendido por la gravedad y la Gritó mientras una lluvia fina caía espesa y perezosa
impotencia desde un cielo gris plomizo que hacía que su pelo,
bufando resoplando largo y negro, se envolviera en su cuerpo, se pegara
tratando desaforadamente de erguirlo en erecta a su cara.
fetidez Gritó mientras corría hacia la arboleda cercana.
y vuelan mi vestido y mis cabellos Gritó hasta llegar a la pequeña loma que dominaba el
violados por el centauro cabalgando sobre huesos. parque.

Viento Se detuvo un momento exhausta, y apoyó la espalda


en un árbol.
viento
he de tragarte a bocanadas inmensas Nadie había a su alrededor.
para gritarte en hojas El ruido de los vehículos quedó atrás. Todo estaba en
que no habrá viento que pueda borrar. silencio. Solo se oía el ligero murmullo de la suave
lluvia rozando las hojas de los árboles, que quedó
roto cuando Rosa volvió de nuevo a gritar.
De Túnel de proa verde
Y gritó mientras sentía en el rostro una brisa ligera.
/ Tunnel of the green prow

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Y gritó a la ventisca, que antes era brisa. Rosa levantó la vista y observo a su compañera
Mientras gritaba, el ventarrón exigió silencio, y durante unos segundos como si despertara en ese
desarboló su pelo y amenazó con arrojarla al suelo... momento de una pesadilla y tomara conciencia de
donde estaba.
Pero no podía parar de gritar.
- Sí. Un mal día. Pero ya estoy mejor. -contestó con
Y gritó hasta sentir como su garganta se desgarraba la voz rota.
y la boca le sabía a sangre.
Y gritó cuando la suave lluvia se convirtió en
aguacero y terminó de empapar su ropa.
Con los ojos cerrados, Rosa continuó gritando al
viento durante mucho tiempo, como jamás había
gritado, como nunca creía que pudiera gritar nadie...
Y de repente cesó de gritar. La casa en el ciruelo
Extenuada, se sentó en el suelo mojado intentando
respirar y recuperar el resuello. Poema 30
Escupió sangre. Sergio Manganelli
El viento cejó en su empeño.
Las campanas de la aurora
La lluvia volvió a caer con desidia.
sueltan a pastar al viento,
Todo quedó envuelto de nuevo en el silencio y Rosa que se desgrana silbando
se quedó escuchándolo durante largo tiempo. entre claveles inquietos.
Despacio, se levantó.
Intentó colocarse el vapuleado pelo. En los claveles que baten
sus alas de terciopelo,
Trató de secar, sin éxito, su ropa con un pañuelo. como pegasos en llamas,
Se dirigió a la salida del parque. como cangrejos sedientos.
Atravesó carreteras.
Como golondrinas rotas
Anduvo entre le gente.
heridas por el invierno.
Desanduvo lo andado.
Subió las escaleras. Como uvas del crepúsculo
Abrió la puerta. bajo la parra del cielo.

Cerró con suavidad. El agua gime acunando


Atravesó la oficina sorteando las miradas curiosas de el pedregal de su lecho,
sus compañeros y se derrumbó en la silla de su que el arroyo, como sangre,
mesa. lo va empapando en secreto.
A tres metros, sentada en el borde de la mesa
cercana, una compañera se limaba las uñas de sus Y una neblina rosada
cuidadas manos. De vez en cuando, echaba una da un pincelazo de enero.
mirada desatendida por encima de sus gafas de
pasta y examinaba el aspecto desaliñado de Rosa. Los cisnes en el remanso
- ¿Un mal día? -al fin preguntó. blandiendo sus cuellos negros,

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pescadores de esmeraldas El séptimo duende


con sus puñales de ébano,
y un plateado El sahuaro
pez de plata
Ana M. Gutiérrez
erizado de reflejos.

// I
Los cipreses son eclipses Se quiere meter el diablo, exclamó Matiana
del otro lado del médano. santiguándose mientras intentaba atrancar bien la
puerta para que no azotara con el ventarrón de los
Una araucaria golpea mil demonios que se soltó esa tarde de octubre.
su copa contra el lucero, Apenas lograron cruzar la puerta de la pequeña casa
mientras estallan jazmines de adobe cuando se dejó venir el terregal que
como marfiles perfectos. revolvió el viento por enésima vez filtrándose por
Y se estremece en un pino, rendijas, las ropas, la piel, la nariz. Tener que
la luna, como un gran péndulo. masticar –por más que te protegieras-, esas finas
piedritas que hacían rechinar los dientes y te dejaban
De golpe el mundo se inquieta, el gusto a resequedad, comezón y sed era lo que
menos importaba.
de pronto se muere el viento.
Esta tierra no deja. A estas alturas ya deberíamos
Desde la boca embriagada estar acostumbrados dijo Vicente mientras intentaba
de enamorados jilgueros sacudirle la tierra a la tapa del recipiente donde
guardaban el agua. Ya oíste al señor cura, polvo eres
se abre un nuevo canto,
y en polvo te convertirás, y sirviéndose un poco en el
amargo,
pocillo bebió intentando no pensar el sabor a tierra
tañir de badajos negros: del viento. A arena y fierro. Se asomó por la ventana.
El silbido del viento le removió la memoria y un
“-el hombre viene matando, escalofrío de tristeza y duda le recorrió el cuerpo,
con sus balas y sus perros, ¿Cómo hacerle? -Pensó. Ya qué. A resistir. Era esa
por su fuego y con sus sierras. hora de la tarde en la que el día no se quería ir y la
Con su soberbia y su estiércol” noche pretendía instalarse. Borrosos de tierra los ojos
y secos los labios se concentró ver los sahuaros que
Las campanas en la noche resistían estoicos el paso del ventarrón. Matiana
llaman al sepulturero. encendió la lámpara de petróleo gimiendo todavía y
diciendo quien sabe qué. Triste y lenta. El, ajeno;
/// observaba esos gigantes invulnerables al viento, de
gruesa corteza y humedad por dentro. Se le van a
El hombre viene matando,
volar las flores a la niña, la oyó decir. Déjalo mujer, la
el hombre viene muriendo.
niña ya no está ahí, se escuchó a sí mismo desde
lejos y llevándose la mano al rostro aspiro resto del
Los cisnes en el remanso aroma de los octubres que una hora antes llevaba en
con un balazo en el pecho. las manos y que seguramente a aún estarían siendo
llevados sin rumbo por aquel ventarrón. Polvo eres y
en polvo me he de convertir. Quiso llorar y no pudo,
¡ya qué! Si ahí afuera el sahuaro resistía el ventarrón
que todo se lo lleva ¿por qué no habría de resistir él?

Número 09/2009 Al viento Página 8


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Memorias de una bruja… y loca


II
Aires de naturaleza
Déjalo mujer, la niña ya no está ahí –oyó decir a
Vicente. Y se le aguaron los ojos de nuevo. Terminó Claudia Palatucci “Jezabel”
de encender la lámpara y pensó en dormir y ya no
despertar. Si tan sólo ese sonido afuera la dejara. Y Al viento las palabras…
el dolor. El sonido del viento le parecía un gemido, la Volando lento,
tierra envolviendo la casa completa. Se imaginó lejos,
Como recogidas de un muladar,
pensó que la niña le llamaba. Se acordó de los
octubres blancos que esa mañana había cortado, del Sin ton ni son…
aroma penetrante que la sabia del tallo recién cortado Solo al viento.
le había dejado en las manos. Pensó en la humedad
de la flor y la resequedad del ambiente, los Al sol, sin miramientos,
ventarrones llevaban muchos días. El señor cura le Regocijando la vista
dijo ya está en el cielo y se le figuraba que el viento Como quien va por el camino
se llevaba también esas palabras como a todo Construyendo castillos vanos
últimamente: A la niña, los octubres que le llevaban, Deslumbrando al sol…
su ánimo, todo menos el aroma de las flores. Lloró.
Ella no es tan resistente como tú –escuchó que le Al mar,
decía el señor cura a Vicente mientras ella lloraba Igual que quien conoce y pisa
quedo deseando un poco ser arrastrada también-. Se Por primera vez,
imaginó a sí misma arrastrada entre los chamizos y Esa sensación de sal al caminar…
los octubres que volaron junto con la tierra mientras Sin objeciones ni profesiones
intentaban fijar la cruz en la tumba recién cerrada. Todos iguales ante su faz,
Sintiendo la tierra en los ojos se recostó en la cama e Grande, orgulloso, impío... el mar.
intentó dormir. Afuera, escuchaba a la niña llorar.
Polvo eres y en polvo me quisiera convertir. Pasaría
Y las risas,
de los sahuraros que no mueren, pasaría del sol de
las lágrimas el dolor. Esas coquetas traviesillas
Que vienen y van sin cesar…
Corren su campo, apretaditas
III Regresan y vuelven, junto al palmar.
¿A dónde vas? Mi padre me ha encomendado un
mandado. Debo llevarle esta gallina al señor cura ahí
en el tempo de San Ignacio. De regreso hace sol y
empieza el viento. Me resguardo junto al sahuaro.
Pronto pasará el viento y llegaré a casa. De pronto el
cascabel, su mordedura y la tierra. Todo es tan
rápido. Polvo soy y en polvo me he convertido. El sol
en alto. Y el sahuaro que resiste estoico al viento.

Número 09/2009 Al viento Página 9


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que al final le mantendrá en el cielos; cortar las varas


con cuidado para que no se escobillen ni nos queden
más cortas de lo que necesitamos para formar la cruz
que no será la pasionaria sino una más festiva,
Diario de un estafador aunque no por ello menos mística, amarrar el cordel
que sale del carrete al corazón mismo, al entrecruce
Cometas de otoño de los ejes, no dejarlo al final para que el intento no
Jesús H. Olague Alcalá lastime al papalote una vez que hayamos terminado
de armarlo.
Luego el corte preciso del papel al tamaño de la cruz,
Adiós al verano, terminan los tiempos de sudor en atar o pegar fuertemente las esquinas a los extremos
pañuelo, de piel pegajosa y mejillas chorreadas, de de las varas ensamblada previamente, se vale poner
bebidas preparadas, de camisas en telas vaporosas y doble lienzo para hacerlo más resistente pero
manga corta. cuidando que no nos vaya a quedar muy pesado y
Llega el otoño, con su suave brisa de aroma a tierra entonces el viento de levante y la carrera infantil no
colorada, no es un viento arrebatado como el de sean lo suficientemente fuertes para llevar a la
primavera que sube y a la mitad del viaje cae de cometa hasta donde vientos más fuertes habrán de
pronto al suelo, esta asciende lentamente, como mantenerla, observadora inconmovible de los
virgen santísima que mira a sus hijos y se despide de alrededores que se van llenando de gente que sale
ellos mientras eleva sus plegarias al hijo que le de sus cuevas, en donde se refugiaban del sol que
espera, viento suave que pasa en los valles y las quema y el calor abrasador.
campiñas pero se arremolina en las cañadas, viento Finalmente armar la cauda, que sacrifica el vuelo del
que va por ahí añadiendo peligro a las tardes de toros cometa pero le da más lucimiento, una cola de hilo
y levantando las faldas a las jóvenes que aún no con retazos de telas o papeles de colores, cada uno
guardan en la parte alta del armario la ropa de separado entre cinco y diez centímetros del otro,
verano, en el espacio que han abierto las ropas de cada uno con vida propia, cada uno una muestra de
lana y las chamarras tejidas. las habilidades del que armó el artefacto volador, y en
Viento que nos invita a tomar la navaja y el carrete de cada retazo van un poco del alma y las esperanzas
cáñamo trenzado, y a salir al descampado, infantiles, a las que no les importa si mañana habrá
presurosos, bajo el brazo el diario de ayer o pliego de qué comer o dinero para el pago de facturas y la
papel que ayer era deshecho y hoy es necesario, renta, ahora no hay diferencia de condición
imprescindible, con la bolsa llena de retazos de tela económica y social, no interesan las calificaciones
que le sobró a la abuela cuando reparó las cortinas escolares ni la capacidad físico-atlética, lo único en
de gasa de la sala o hizo las sábanas frescas para la verdad relevante es que vuele la cometa, que sea la
recién terminada temporada de verano. mejor, la envidia de los otros.
Y así el particular ritual tempranero de los fines de ¡Ahora sí!, poner cuidadosamente el papalote en el
semana, buscar las varas de carrizo o de mezquite, si suelo, panza arriba, soltar algunos metros de hilo y,
encontramos algunas más o menos derechas, como en las playas esperan los surfistas a la ola
seleccionarlas como si en ello nos fuera la vida, y sí precisa, aguardar al viento bajo que garantice que
que nos va una parte en ello, porque han de tener la elevará a la primera, al tiempo que pegamos la
longitud precisa para que el rombo de papel pueda carrera, con la boca abierta y la lengua reseca,
ser visto desde mil kilómetros a la redonda, y ser tan volteando de vez en vez a ver si ya levantó lo
resistentes para no romperse al golpe de viento en el suficiente para detenernos y que el aire alto la
levante ni una vez alcanzada la altura deseada, pero mantenga allá arriba, junto al cielo, en donde las aves
lo suficientemente flexibles para que el lienzo de la mirarán con celo y ángeles y querubines se
papel pueda hacer circular la mayor cantidad de aire asomarán a verla.

Número 09/2009 Al viento Página 10


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Los abuelos nos ayudan, al fin que ellos ya llegaron a madrugada. Aún no he dormido y ya el cansancio se
la edad en que heredaron los problemas y se apodera de mí.
dedicaron al disfrute de los nietos, mientras los Uno de los estudiantes, desesperadamente alerta a la
adultos nos miran con un poco de nostalgia y un tripulación:
mucho envidia de correr cometas de papel.
- ¡Caballeros! ¡Miguelón ha caído al agua!
¡Ah!, la vida de los niños, vida de papel e hilo de
cáñamo a la que se amarran las penas y se lanzan al Surgen los comentarios, la incredulidad y las dudas:
viento. - ¿Estás seguro de lo que dices? - se cerciora el
patrón del barco que aún soñoliento se pone en pie.
- Sí, Miguelón estaba acostado aquí encima de esos
sacos, al lado mío y sentí cuando cayó al agua.
- ¡Carajo! ¡Ahora esto! ¿Qué estaban haciendo
ustedes ahí?
- En los camarotes hay demasiado calor.
Poesía desde el otro lado del estercolero
- ¿Hace mucho que lo viste caer?
El hijo único de la decepción - No, no, no. Fue ahora mismo. Debe estar cerca.
Carlampio Fresquet El patrón se pone las manos sobre la cabeza.
- ¡Utilicen los reflectores! ¡Continúen girando en la
Aunque el viento mece las ramas, misma trayectoria! ¡Preparen los salvavidas! - indica
las raíces muertas del árbol el patrón al timonel y a los tripulantes.
se aferran a la tierra yerma. Pronto el reflector alumbra una palizada. Todos
Las palabras me pudren por dentro llaman al muchacho.
agarradas en mi garganta amarga. - ¡Ahí está! ¡Miren! - señala un alumno.
Al vomitar el esputo
desde el hedor de mis entrañas Falsa alarma. Es solo una boya.
soy el hijo único de la decepción. - Hay que pasar un mensaje al otro barco y a puerto,
pero antes volvamos a buscar- ordena el patrón.
Todo es inútil, parece que en ese rumbo no daremos
con Miguelón. Está condenado a morir ahogado y
despedazado por los peces. En los camarotes no
queda nadie.
- ¡A babor se ve algo moviéndose!
Camagüebax La voz de alarma viene del piloto. El Patao comienza
a girar. El patrón toma el timón y detiene la máquina.
¡Muchacho al agua!
- ¡Caballeros! ¡Caballeros! ¡Aquí, aquí estoy! -
Lázaro David Najarro Pujol responde con su voz ronca y angustiada.
- Sí, allí está. ¡Aguanta! ¡Aguanta! ¡Allí está!
El tiempo transcurre lento. Se observan pocas El reflector se dirige al lugar de donde viene la voz
estrellas en el cielo. Se levanta un viento cansada. Ahí está Miguelón luchando contra las olas
imperturbable que hiela el cuerpo. Los huesos los y nadando desesperadamente. Lanzan salvavidas al
tengo adoloridos y calados por el frío de la mar y pronto Miguelón, un muchacho mulato y

Número 09/2009 Al viento Página 11


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regordete, está en cubierta rescatado de las aguas al Este.


del Golfo de Batabanó en esta oscura madrugada. - Muchacho, las profundidades del mar alrededor de
Está pálido. Tiembla de frío y miedo por el susto. estas cayerías tienen desde medio metro hasta unos
Todos nos asustamos. Después que Miguelón cayó doce o más, aunque al centro del Golfo de Batabanó
al agua no he podido dormir. Amanece, y el oscila entre los 6 y 7 metros.
amanecer nos proporciona una imagen perfecta de
estos parajes marítimos. El cielo y el mar se
confunden en el horizonte. Subo al puente de mando
por las escalerillas humedecidas. Todos los
camarotes están ocupados por la tripulación. El
marinero de guardia, un mulato fuerte de hablar
pausado, está firme en el puesto de mando. Con las
manos tercas y fuertes sujeta el timón.
- ¿Qué van a hacer en Cayo Largo? -pregunta.
- Vamos a realizar prácticas de marinería.
- ¿Prácticas de marinería? ¿Y qué edad tú tienes,
muchacho?
- En diciembre cumplo 15 años.
- ¿Tú no eres de aquí de La Habana, ¿verdad?
- No, no, yo soy de Santa Cruz. ¿Conoces a Las corrientes del Mar Caribe, en los laberintos, han
Ezequiel? formado canalizos blancos. Sus fondos se ven con
facilidad desde cualquier embarcación, porque toda el
- ¿Ezequiel? agua de los Canarreos es así: transparente.
- Sí, el mecánico del taller de Cayo Largo. - Generalmente una gran parte del año reina aquí una
- Claro, que sí. Él está, temporalmente, reparando los excelente brisa, -me explica el marinero- aunque no
motores de unas embarcaciones de la Coloma. exento de los azotes de huracanes como el ciclón del
26 que dejó huellas en todo el Archipiélago de los
- Él es mi hermano. Nos vamos a conocer por
Canarreos.
primera vez - le digo con entusiasmo.
A pesar de esos fenómenos naturales la travesía se
- Precisamente, anoche él estaba en el Surgidero.
realiza sin la presencia de grandes oleajes, debido a
- Sí, me dijeron que esperaba, pero el ómnibus la existencia de esos bajos fondos y la leve
nuestro se retrasó. intensidad de las corrientes marinas.
Permanecemos en silencio unos segundos mientras Durante toda la mañana nos siguen el rumbo los
el barco navega por las tranquilas aguas del golfo. delfines, ligeros, juguetones semejando toda una
- Te doy un voto de confianza. Toma el timón y sigue representación danzaría, como si nos dieran una
ese mismo rumbo. Guíate por aquellos cayos. amistosa bienvenida. Las aves marinas, de vistosos
plumajes, completan el espectáculo. Tocan con el
El marinero habla de su vida de pescador: pico las suaves olas en busca de alimentos.
- Yo me crié en la mar. Esto representa mi propia Aves y acuáticos danzan con armonía.
vida. Aquí en mi barco paso la mayor parte del
tiempo. - Es un encanto que nos regala la naturaleza en este
pacifico mar -digo.
Para disgusto mío, al poco rato el marinero toma
nuevamente el timón y abre rumbo unos grados más - Es un paisaje único -confirma el piloto.

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El pescador me enseña un mapa. Está identificada Entramos al canalizo. Iniciamos la maniobra de


una zona que cautiva por la presencia de arrecifes de atraque.
cresta, principalmente en las aguas profundas o en el - ¡Mira! Allí está tu hermano.
mar abierto. Me dice que la acción de esa barrera
coralina, que crece hacia arriba a una altura de dos o Ezequiel me espera en el muelle. Tiene mucho
tres metros, actúa como una coraza natural que parecido a mi padre, pero más alto. Realmente no
rompe las olas que se desplazan hacia la costa del imaginé que en mi primer viaje a través de estos
Surgidero. mares sosegados y tranquilos del Archipiélago de los
Canarreos me encontraría con mi hermano.
Es impresionante la grandeza de la naturaleza. La
manifestación de pastos coralinos ratifica la belleza El canalizo parece que se pierde en el horizonte.
de esta esplendorosa y cristalina extensión del Algunas ramas de mangle rojo son arrastradas de sur
Archipiélago de los Canarreros. a norte.
- En estos mares del sur es frecuente localizar el - ¡¿Pero qué es esto?! -quedo anonadado, perplejo,
arrecife de Nirvana de gran belleza y prodigalidad - atónito…
dice el piloto con orgullo. Abre una gaveta y me - Es verdaderamente un paraíso.
enseña una muestra.
- ¿Qué distancia hasta aquí?
En el curso de la travesía nos hemos encontrado con
una inmensa ciénaga cubierta de pintorescos cayos y - Unas 93 millas náuticas ¿Lo conoces?
mangles de diferentes variedades. - No. ¡Jamás! Ni me lo había imaginado así, tan bello.
Es temprano. El timonel señala hacia el horizonte un - Le recomiendo que recorra todo el islote.
punto oscuro y poco visible por la distancia que nos - ¡Vaya! Claro que lo recorreré.
separa de él.
La máquina del Cárdena ronronea fuertemente. El
- ¿Puedes ver aquel cayo? timonel pone la marcha atrás y la banda de estribor
- Por supuesto que sí. ¿Qué sitio es ese? -pregunto. topa en el muelle de madera y troncos de yuraguana.
- Cayo Largo - responde el piloto - . Pues hacia él nos Lanzamos los cabos. Ezequiel abre los brazos. Nos
dirigimos. Dentro de dos horas estaremos allá. abrazamos. Miro el reloj y las agujas indican la una
de la tarde.
En el horizonte observo con insistencia una
edificación. Mi hermano me habla de la Coloma. Dice que tuvo
acceso a los nombre de los estudiantes que viajarían
- ¿Qué ve usted, muchacho?... y que casualmente leyó el mío.
- Me llama la atención aquella torre -le contesto. - ¡Y aquí estoy!
- Es un tanque elevado para almacenar agua y una Me abraza nuevamente. Los profesores me autorizan
especie de Jardín Botánico - repuso el timonel. a quedarme un buen rato con mi hermano.
En la medida que avanzamos, Cayo Largo del Sur se - No dispongo de mucho tiempo. Solamente vine al
observa con mayor facilidad. A lo lejos está la cayo a recoger unas piezas de motores y a llevarnos
inmensa torre que emerge entre la vegetación. aquel barco. Debemos zarpar en minutos rumbo a la
- No es tarea fácil navegar por estos canalizos -dice Coloma.
el timonel. - ¡Tan pronto!
- Me recuerda en algo a Las Doce Leguas, en el sur - Ya teníamos que estar de regreso. Sólo esperaba
de Camagüey - le digo. verte.
- Claro. Yo estuve por allá hace pocos meses. Es Un barco pesquero está con el motor en marcha. La
muy linda aquella zona. tripulación aguarda por Ezequiel para soltar las

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amarras. Se despide con lágrimas en los ojos y me paraíso, con una ubicación que la protege de vientos
abraza otra vez. Aborda el barco que se despega del y oleajes. Nos llama la atención en esa hermosa
muelle. Se aleja. Quedo muy triste. playa la existencia de nidadas de quelonios, porque
- Coño -evoco el refrán- Cuando la felicidad llega, es el lugar elegido por centenares de careyes para
dice que se va. desovar sus huevos en las apacibles arenas.

Regreso al barco a recoger mis equipajes. Sobre la De la contemplación nos sustrae una voz:
mesa del patrón, en el puente de mando, está abierta - David, el sargento Geño quiere hablar con usted -
la Carta de Navegación. La brújula indica en este dice la profesora Mercedes.
preciso momento que Cayo Largo está ubicado a
veintiún grados y 40 minutos de latitud oeste.
¡No caben dudas! Este paisaje es el más hermoso de
los Canarreos. Un islote entre tanta belleza que se
puede contemplar en el extremo meridional de Cuba.
En el mapa se ve largo y estrecho.
Todos ocupamos las habitaciones. Inmediatamente
caminamos por las calles del pequeño poblado. En el
suroeste está un diminuto aeropuerto para aviones de
poco porte. Todo es fascinante aquí. El sitio está
rodeado por vegetación tupida, inmensos pinares y
extensas áreas de humedales.
Muy cerca de las cabañas, en la orilla de la playa,
emana un manantial de cristalinas aguas.
Me encamino, refunfuñando, hacia la cabaña del
Pudimos advertir que los fondos de algunas de sus sargento. «Para qué me habrá mando a buscar?»
playas cuentan con poblaciones de corales negros. Pienso mientras me aproximaba a la edificación.
Un viejo pescador nos explica: Toco la puerta.
- El islote está dotado de grandes barreras coralinas. - Permiso -Geño me responde con un ademán de
Los buzos han encontrado barcos hundidos. Se cabeza-. Me dijo la profesora que usted quería
afirma que entre los años 1563 y 1784 ocurrieron en verme.
la zona alrededor de 200 naufragios. - Sí. Tome asiento. En su expediente aparece que
Desde la cooperativa distingo atractivos paisajes. usted es un buen tirador -dice el sargento. En sus
Cayo Rico posee magníficas riberas. Todo esos manos tiene abierto mi expediente académico.
pequeños islote están hechos por la naturaleza a la Apunta hacia una metralleta.
perfección: Cayo Iguana, hábitat de esa especie de - No tan así. Solo con escopeta marca U. Eso es una
lagarto inofensivo que da nombre al sitio; Cayo Los cosa seria. Pero me gusta.
Pájaros, dominio escogido por las aves y Cayo
La tarde nos sorprende bajo un enjambre de
Rosario, con gran cantidad de peces. También
mosquitos y las indicaciones del militar. Mientras el
embelesan Cayo Cantiles y Cayo Sigua en los que se
sol se esconde, nos dedicamos, un grupito, a cazar
puede apreciar una mágica armonía de flora y fauna.
mosquitos; 525 ejemplares es el desempeño de mi
Todas estas maravillas naturales conforman, con la
cacería. Los guardo en un estuche de madera como
Isla de Pinos, el Archipiélago de los Canarreos
evidencia de mi hazaña.
Se destacan varias playas, entre ellas Sirena,
considerada como la más hermosa y de aguas
tranquilas y transparentes de color turquesa de este Del libro en preparación Vientos del sur.

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Letras hispanas En nombre de todas las letras

Dos poemas La hija de Santa no lo es


Jorge Castillo Fan Martha Silva “MarthaX”
Contribución de la Asociación Letras Hispanas
Vino a esta ciudad a enfrentar su destino.
Sin título Dejó San Pedro, no porque allá no hubiera lo que ella
vendría a hacer aquí, sino porque al haber lo que
Mi nombre que es un puente y un destino buscaba no tendría el valor para cumplirlo.
y que transmuta el destino
Cuando llegó a la central de autobuses, se movió
y el puente de tu nombre
entre la gente con aire confundido, habían sido
como una entrega roja del pincel del cielo muchas horas de viaje. Así que cuando se le acercó
sueña o danza ese hombre y le preguntó cosas, con tono amable y
tiembla o canta en tus adentros llamándola “Reinita”, se forzó a sí misma a contestar.
Me llamo Viento ¿A quién buscas?, ¿tienes a donde llegar?, ¿a quién
O lo que el viento de tu ser conoces?, ¿tienes trabajo? ¿Qué más daba ocultar la
quiera llamarme. verdad? El camino estaba marcado desde el
momento en que su madre la buscó.
De Lámpara de Fiebre Pasaron dieciséis años antes de tener noticias de
ella. Su tía la crió. Santa le hacía honor a su nombre.
Pero aunque le dio cariño, su forma de pensar era
----- muy diferente a la de ella, por eso la hizo batallar
mucho, le dio más problemas de los que merecía la
pobre mujer… Un día oyó una conversación que no
Pájaro-Viento debía: su madre la estaba buscando. Cuando la
A Michael Diogar vecina susurró “pero ¿cómo se atreve? es una puta”
y el shhh censurador pronunciado por Santa le abrió
de golpe la conciencia: su origen, su destino.
Un pájaro es un pájaro en el viento
El viento es el viento entre los pájaros Dejó pasar unos meses antes de decidirse. El
Un pájaro es el viento que se empluma impulso que necesitaba se lo dio un borracho que
El viento es un pájaro de aire solía comprar cerveza en la tiendita de abarrotes
donde ella acababa de entrar a despachar. “Las
El viento es el viento y es el pájaro
mujercitas como tú sólo encuentran buen trabajo en
El pájaro es el pájaro y el viento la maquila o en la vida galante”. Ella le lanzó una
Y además un pájaro de viento mirada de desprecio y se refugió en la bodega. Ahí,
Y además pájaro – viento. junto a los envases viejos de refresco, miró con
detenimiento su aspecto desaliñado y pensó que la
De Alto Voltaje (inédito) vida galante no debía ser tan mala. Al menos, no
debía ser peor que esto.

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Abandonó San Pedro sin hacer escándalo, sin de no ver nada más que el camino de regreso al auto.
lágrimas. Dejó su cama segura y el tierno amor de su Dio pasos firmes, sus manos ya no sudaban, estaban
tía y se lanzó a la aventura. Había violado el cajón de heladas. No volvería a San Pedro nunca.
la cómoda de Santa buscando la dirección de su
mamá. La anotó con dedos sudorosos. Tomó el
autobús al norte y no dejó nota tras sí. Luego, se
prometió, hablaría por teléfono a la que a la mañana
siguiente descubriría un cuarto revuelto y una vida
vacía… vaciada.
Mujer de aire
De vuelta en la realidad, el hombre que la llevaría a
esa casa horrible le hacía preguntas amables pero La casa del viento
aprovechaba cualquier oportunidad para rozarle la
pierna al manejar. Ella le había pedido dar una vuelta Mayde Molina
a la playa antes de que la llevara con la Señora.
Quería conocer el mar antes de… bueno, antes que
cualquier otra cosa. Se pusieron en marcha. La gente Se había levantado caminando de puntillas,
subía y bajaba de la vieja camionetita. Hasta la tarareando una musiquilla para si misma como
tercera vez no se dio cuenta que debía ser una cuando era niña. Tuvo la sensación de que
especie de taxi. empezaban a quedar atrás aquellos días de tristeza,
que habían estado atormentándola desde que él se
El océano surgió de pronto. Había poca gente y el había marchado de su lado.
mar estaba picado. Cuando el hombre bajó del
vehículo y abrió la puerta de su lado, ella se extrañó Volver a despertar en aquel lugar era como una
de la acción: nadie había tenido esas gentilezas liberación para el espíritu, una sensación de auténtica
antes. Caminó un poco alrededor. La playa estaba armonía al reencontrarse con los recuerdos de la
sucia. Había una pareja con una bebita tomando el infancia, con la quietud de la montaña, escapando de
sol, estaban separados por las rejas que dividen a los días grises que en la ciudad se solapaban
este país del sueño americano. Ella le daba de comer haciendo que todo pareciera siempre tan igual y
a la bebé y no sonreía. monótono.

Estaba nublado. El mar no era como lo imaginó. Todo Aquel fin de semana iba a ser diferente, había
parecía menos vivo que en sus sueños. Entonces el regresado después de mucho tiempo a la casita de la
hombre del taxi se le acercó y le puso un brazo en el montaña. El lugar donde sus padres veraneaban.
hombro. El “Reinita” esta vez le dio asco. Le encantaba conducir por aquellos caminos, se
Sin embargo, se encomendó a Dios y abrió los dedos sentía feliz y segura. Avanzaba veloz, con la ventana
al viento. El papel se le escapó y cayó al suelo, lo bajada sintiendo como el aire golpeaba su rostro.
había empapado de sudor y no volaba, sólo se Había aún rincones cubiertos por las últimas nieves y
arrastró. Ya era tarde para arrepentirse. Su madre la luz del sol penetraba a través de las sombras
era Santa, nadie más, pero su sangre hervía desde descubriendo aquel bosque que empezaba a
hace mucho tiempo y San Pedro era un desierto de despertar del largo letargo del invierno.
hielo que no iba a apagar su espíritu fogoso. En San Aquella mañana se respiraba un frescor diferente,
Pedro también había maquila y… casas de citas, por crecía un rumor a su alrededor y una brisa muy
supuesto, pero no había mar. suave, como de primavera, se enredaba entre las
Su imaginación siempre se había desbordado, así ramas casi desnudas de los árboles. Era como si
que quizá abrir las piernas a cualquiera no sería todo se preparara para recibirla y esa mañana de
tampoco tan horrible. febrero, se podía sentir su aroma ya flotando en el
aire.
Se enfrentó a la mirada lujuriosa del hombre y trató
Paró el coche en un claro soleado del bosque para

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que sus hijos jugaran. Empezó a correr tras ellos furgoneta grande por el camino de tierra. Llevaba un
intentando atraparlos, pero se escabullían ala delta amarrada sobre el techo y se dirigía hacia el
retorciéndose entre risas porque ella nunca los montículo que quedaba frente a ellos. Uno de los
alcanzaba. Ya cansados de jugar, se sentaron en la chicos se levantó diciendo: “¡Vamos a ver lo que
hierba para desayunar. Después caminaron hacia un hacen!”. Y cogieron sus bicicletas y se pusieron en
mirador que quedaba allí cerca y recogieron piedras marcha pedaleando con fuerza.
pequeñas del suelo para tirarlas al vacío. Aún no imaginaban que iban a contemplar cómo
Aquel mirador era el lugar favorito de su infancia, el alguien se lanzaba al vacío con aquel gran pájaro de
escondite secreto donde con sus amigos pasaba las colores.
horas buscando fósiles, tirando piedras al vacío y Por fin llegaron sin aliento al montículo y allí se
gritando sus nombres contra el eco de las montañas. encontraron con unos hombres jóvenes desplegando
“La casa del viento”, así habían llamado a ese lugar el ala delta sobre el suelo, preparando todo para la
desde niños. Una casa abandonada, sin puertas ni gran hazaña. Tardaron más de una hora en montarla.
ventanas donde circulaba siempre el viento a su Había uno de ellos que caminaba con el brazo
antojo y la montaña se vertía inmensa y solitaria a extendido hacia arriba, mientras sostenía en su mano
sus pies. un extraño aparato. Cuando los muchachos le
Recordó el día en que habían encontrado allí mismo preguntaron que hacía, les dijo que estaba midiendo
un muerto tirado sobre la hierba; un ajuste de la velocidad del aire y aquel instrumento emitía unos
cuentas, un preso acuchillado que alguien había ruiditos agudos mientras él caminaba sosteniéndolo.
abandonado sin compasión en el mirador, a los pies Lucía y sus amigos miraban intrigados mientras
de la casa. seguían haciendo más preguntas al joven. Los demás
Desde entonces las gentes del lugar le llamaron “La parecían demasiado ocupados montando el gran
casa del hombre muerto”, pero para ellos siguió pájaro de colores. Eran gente agradable, procedente
siendo siempre la casa del viento y allí regresaban a de diferentes puntos de la comarca.
escondidas de sus padres que ya no les permitían Cuando todo estuvo listo, el joven se acercó a ellos y
volver como antes a aquel extraño lugar. les dijo: “Bueno muchachos, si os quedáis ahí bien
Lucía estaba sentada cerca del borde del mirador con quietitos podréis ver como me lanzo con mi ala delta
sus hijos, contándoles aquella historia, cuando de y vuelo bajo vuestros pies, pero sobre todo no os
repente, vio que subía un coche por la carretera. acerquéis demasiado al precipicio”.
Llevaba algo enorme de colores amarrado sobre el Estaban emocionados, aquello si era una aventura de
techo: era un ala delta. verdad.
Se emocionó al instante relacionando aquella visión El joven sonreía radiante, todo estaba preparado y su
con la aventura de un día de su infancia. Se levantó pequeño público lo esperaba lleno de ilusión. Se
rápidamente, cogió a los niños de la mano y se los acercó hasta sus compañeros y los abrazó, después
llevó hacia al coche mientras les decía: se situó en una especie de soporte que había en el
-Hoy es nuestro día de suerte chicos… ¡Vais a ver interior del ala y les guiñó un ojo a los chicos,
volar! mientras levantaba el dedo pulgar en señal de listos.
Ya muy cerca del borde del precipicio, inspiró
De niña, subía en bicicleta con sus amigos por profundamente mirando hacia el cielo.
aquellas carreteras, aunque por aquel entonces no
estaban aún bien asfaltadas. Solían inventar que eran Todos estaban paralizados esperando el momento de
los protagonistas de la pandilla de una famosa novela la caída cuando finalmente, hizo una pequeña carrera
juvenil. respirando de nuevo con ansias y se lanzó al vacío…

Un día, mientras estaban en la casa del viento Unos instantes después un grito salvaje inundaba el
planeando nuevas aventuras, vieron como subía una valle. Era un grito impresionante que rebotaba contra

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su propio eco y volvía velozmente a oídos de aquel


público entusiasmado. Todos empezaron a aplaudir,
y de repente, Lucía sintió como se le erizaba el vello
al escuchar aquel sonido humano dominando la
montaña. Fue entonces cuando empezó a pensar
que un día ella también lo haría; se lanzaría al vacío y
gritaría bien fuerte, sintiendo aquella sensación de
libertad y descubriendo el placer de oír su propia voz
rebotando en las montañas, mientras planeaba en el
aire sobre el valle.
Y muchos años después de aquel día de su niñez,
estaba de nuevo allí; con su niña de ayer, con sus
niños de hoy, viendo como alguien se lanzaba de
nuevo al vuelo poniendo la piel en tan apasionante
aventura. Aquella noche en sus sueños
Esta vez era una mujer. Morena, de estatura pequeña Su corazón quiso volar
y aunque no aparentaba ser demasiado fuerte, se
movía con energía y parecía muy valiente. Sentir el canto de los valles
Lucía sintió una gran envidia, cerró los ojos y pudo Y con sus alas inmensas multicolores
imaginarse así misma lanzándose al precipicio con Surcar el viento
sus alas de colores. Imaginó también como saldría de
su pecho aquel grito salvaje, mientras vería la sombra
de su silueta reflejada en la llanura.
Y aterrizó de su propio sueño, justo a tiempo para ver
el salto.
Sus hijos aplaudían entusiasmados, tal como ella
había hecho 22 años atrás. Esperó impaciente el El sillón de orejas
grito, sabía que lo oiría de nuevo…
Apenas transcurrieron unos segundos cuando se Sopla el viento
estremeció de pies a cabeza al sentir la voz de la
mujer desgarrando el silencio de la montaña. Marcelo Choren

- ¡Es el grito de la libertad! -les dijo con entusiasmo a


los niños. Katherine Mansfield es el pseudónimo de la escritora
Y sintió que empezaba a vivir la suya propia, Kathleen Beauchamp, nacida en 1888 y fallecida en
saboreándola como nunca antes lo había hecho. 1923. Escritora de origen neocelandés, sus textos
Tantos años que habían pasado y aún no había revelan una extraordinaria sensibilidad ante lo
aprendido a volar. “invisible” para el común de la gente. Adelantándose
al psicoanálisis, Mansfield retrata las corrientes
Y esa mañana de febrero, mientras el viento volvía a internas de sus personajes con una nitidez
golpear su rostro al borde del precipicio y la deslumbrante.
primavera ya era un presagio, se atrevió a pensar
que aún no era demasiado tarde para hacerlo. Convertida a la vida Bohemia, Katherine, que tiene
una amante (Ida Baker), conoce al joven Garnet
Trowell, del que queda embarazada.
Su bisexualidad confesa, situada en los albores del

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siglo XX, hizo que su madre la trasladara a Bad perro flacucho, tan esquelético que su cuerpo
Wörishofen, en Baviera, con la intención de mantener parece "una caja sostenida por patas de palo",
su embarazo en secreto y “curar” su lesbianismo. En corre calle abajo. En cierto sentido, Katherine
Alemania sufre un aborto natural, decide establecerse Mansfield siente que el perro es la calle. Y en
en Londres, donde ya ha vivido antes, y no vuelve a todos estos fragmentos creemos hallarnos en
ver a su madre. medio de narraciones inacabadas; aquí
Su corta vida -muere a los 34 años- es un vaivén vislumbramos un principio, allá un fin. Sólo
entre amantes de ambos sexos, matrimonios fugaces necesitan un lazo de palabras para que
y relaciones difíciles. queden listas...”

Virginia Wolf, en sus Ensayos, habla así de la autora:


Juan Carlos Onetti le dedicó este pensamiento:

“... ¿Desde qué ángulo está contemplando la


vida mientras permanece ahí, sentada, “Aparte de su talento, K. Mansfield debe su
tremendamente sensible, registrando una tras triunfo a esto: por primera vez, y por última,
otra todas esas variadas impresiones? hasta ahora -pese a la legión de bas-bleu
Katherine Mansfield es escritora, una escritora anteriores y posteriores- una voz de mujer dijo
nata. Todo cuanto experimenta, oye o ve no de un alma de mujer. Katherine Mansfield tuvo
es fragmentario y disperso, sino que mucho de milagro: no fue cursi, no fue erudita,
pertenece unitariamente a la escritura. A no se complicó con ningún sobrehumano
veces encontramos un apunte destinado misticismo de misa de once.”
directamente a ser una narración. "Cuando
escriba sobre el violín debo recordar ese
modo de subir levemente y de hundirse -----
lastimeramente; el modo como busca", anota.
O bien, "Lumbago. Es algo muy extraño. Tan
inesperado, tan doloroso; debo recordarlo “Sopla el viento” pertenece a la antología “Felicidad y
cuando escriba sobre un viejo. El gesto de otros cuentos”, editada por primera vez en 1921,
levantarse, la pausa, la expresión enfurecida, aunque la autora comenzó a publicar sus historias
y, cómo, por la noche, en la cama, uno tiene siendo una niña, en una revista escolar. En el texto,
la impresión de quedar confinado"... por debajo de una historia aparentemente anodina,
se percibe la fuerza singular de lo no dicho. Es allí, en
Otras veces es el instante fugaz el que, de lo que subyace, donde “sopla el viento” con la fuerza
repente, cobra significación, y se apresura a de un huracán.
esbozarlo, como si quisiera preservarlo.
"Llueve, pero el aire es suave, cálido,
humoso. Grandes goterones caen salpicando -----
las lánguidas hojas, las flores del tabaco se
doblan. De pronto se oyen unos crujidos en la
hiedra." Sopla el viento
"Wingly viene del jardín vecino; salta la cerca. Katherin Mansfield
Y delicadamente, levantando las patitas,
irguiendo las orejas, temeroso de que la gran
Repentinamente... horriblemente... ella se despierta.
ola le alcance, sale chapoteando del lago de
¿Qué ha ocurrido? Ha ocurrido algo horrible. No, no
hierba verde." La monjita de Nazareth
"mostrando sus pálidas encías y sus grandes ha ocurrido nada. Es sólo el viento que estremece la
casa, sacudiendo las ventanas, golpeando un hierro
dientes descoloridos" pidiendo caridad. El
del techo y haciendo temblar su cama. Las hojas

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pasan aleteando frente a su ventana, alejándose cubriéndote la frente?


hacia arriba; en la avenida un periódico completo se - No puedo demorarme, mamá. Llegaré tarde a mi
agita en el aire como una cometa perdida y cae clase.
clavándose en un pino. Hace frío. El verano ha
terminado... es otoño, todo es feo. Los carros pasan - ¡Regresa de inmediato!
ruidosamente, balanceándose de lado a lado; dos No lo hará. No lo hará. Odia a su madre.
chinos avanzan a pasitos cargados con un balancín
de madera del que penden los cestos cargados de - ¡Vete al infierno! -grita, y corre calle abajo.
verduras... sus coletas y sus blusas azules volando al En olas, en nubes, en grandes remolinos el polvo
viento. Un perro blanco de tres patas pasa aullando golpea, trayendo con él briznas de paja y pedregullo y
frente a la cerca. ¡Todo ha terminado! ¿Qué ha abono. Los árboles de los jardines rugen y, desde el
terminado? ¡Oh, todo! Y ella empieza a recogerse el fondo de la calle donde vive el señor Bullen, llega el
pelo con dedos temblorosos, sin atreverse a mirar en lamento del mar: “¡Ah... ah...!”
el espejo. En el vestíbulo, mamá habla con la abuela. Pero la sala del señor Bullen está silenciosa como
- ¡Una perfecta idiota! Imagínate, dejar todo en la una caverna. Las ventanas están cerradas;
cuerda con un tiempo como éste... Ahora mi mejor entrecerrados los postigos, y ella no ha llegado tarde.
mantel de Tenerife está hecho jirones. ¿Qué es ese La chica-que-está-antes ha comenzado a tocar “A un
olor tan raro? ¡Se quema el guisado! ¡Oh, cielos, este iceberg”, de MacDoweIl. El señor Bullen le lanza una
viento! mirada y esboza una sonrisa.
A las diez tiene lección de música. Ante esta idea, - Siéntate -le dice-. Siéntate en un rincón del sofá,
empieza a sonar en su cabeza el movimiento en tono damita.
menor de Beethoven, con sus trinos largos y terribles Qué divertido es. No es que se ríe de uno,
como el redoble de pequeños tambores... Marie exactamente... pero hay algo... ¡Oh, qué tranquilo
Swanson corre por el jardín de la casa de al lado para está todo aquí!
recoger los crisantemos antes de que se destrocen.
La falda se le vuela por encima de la cintura, ella trata Le gusta esta habitación. Huele a sarga, a humo
de bajársela, de metérsela entre las piernas mientras rancio y a crisantemos... hay un gran jarrón lleno de
se agacha, pero de nada sirve... el viento se la crisantemos sobre la chimenea, junto a la desteñida
levanta. Todos los árboles y arbustos se agitan a su fotografía de Rubinstein... a mon ami Robert Bullen...
alrededor. Ella arranca las flores tan rápido como Sobre el negro y reluciente piano está colgado
puede, pero está muy aturdida. No sabe lo que hace: “Soledad”, un cuadro que representa a una mujer
arranca las plantas de raíz y dobla y retuerce los morena y trágica vestida de blanco, sentada sobre
tallos, patalea y maldice. una roca con las piernas cruzadas y el mentón
apoyado en las manos.
- ¡Por el amor de Dios, dejen cerrada la puerta del
frente! ¡Entren por atrás! -grita alguien. Y después la - ¡No, no! -dice el señor Bullen, y se inclina sobre la
voz de Bogey: otra chica y toca ese pasaje en el piano, pasando sus
manos por encima de los hombros de la otra. ¡La muy
- Mamá, te llaman por teléfono. Teléfono, mamá. Es estúpida... se sonroja! ¡Qué ridícula!
el carnicero.
Ahora la chica-que-está-antes se ha ido, la puerta del
¡Qué horrible es la vida... un asco, simplemente un frente se cierra de un portazo. El señor Bullen
asco! Y ahora, para colmo, se le ha roto el elástico regresa y camina de arriba abajo muy suavemente,
del sombrero. Por supuesto. Se pondrá su vieja boina esperándola. ¡Qué extraordinario! Sus dedos
y se escabullirá por atrás. Pero mamá la ha visto. tiemblan tanto que no puede deshacer el nudo de su
- Matilde! ¡Matilde! ¡Regresa de inmediato! ¿Qué carpeta de música. Es el viento... Y su corazón late
diablos te has puesto en la cabeza? Parece un con tanta violencia que le parece que le levanta y le
cubretetera. ¿Y por qué tienes esa melena baja la blusa con cada latido. El señor Bullen no dice

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una palabra. En el ajado y rojo taburete del piano - Siéntate en el rincón del sofá, damita -le dice a
entran dos personas. El señor Bullen se sienta junto a Marie.
ella.
- ¿Empiezo con las escalas? -pregunta ella, *
retorciéndose las manos-. También tenía unos
arpegios.
Pero él no responde. Ella cree que ni siquiera la ha El viento, el viento. Es aterrador estar aquí sola en su
oído... y entonces, de repente, su fresca mano, la que cuarto. La cama, el espejo, el jarro y la jofaina
tiene el anillo, se extiende y abre el tomo de blancos relucen como el cielo. La cama es lo más
Beethoven. aterrador. Allí está, profundamente dormida... ¿Acaso
mamá se imagina por un momento que ella zurcirá
- Vamos a hacer algo del viejo maestro -dice. todos esos zoquetes anudados sobre la colcha que
Pero por qué le habla con tanta amabilidad... con parecen serpientes? No lo hará. No, mamá. No veo
tantísima amabilidad... y como si se conocieran por qué debo hacerlo... ¡El viento... el viento! Hay un
desde muchísimo tiempo atrás, y lo supieran todo raro olor a hollín que se cuela por la chimenea
uno de otro. ¿Alguien le ha escrito poemas al viento...? “Traigo
Lentamente, él vuelve la página. Ella observa su flores frescas a las hojas y lluvia”... ¡Qué tontería!
mano... es una mano hermosa y siempre parece - ¿Eres tú, Bogey?
recién lavada. - Vamos a caminar por la explanada, Matilde. No
- Estamos aquí -dice el señor Bullen. aguanto más.
Oh, esa voz amable. Oh, ese movimiento: en tono - Ahora mismo. Me pondré el impermeable. ¡Qué día
menor. Aquí vienen los pequeños tambores... espantoso!
- ¿Hago la repetición? El impermeable de Bogey es igual al de ella.
- Sí, pequeña. Abrochándose el cuello, se mira en el espejo. Tiene
el rostro pálido, los dos tienen los mismos ojos
Su voz es demasiado, demasiado amable, las excitados y los labios calientes. ¡Ah, qué bien conoce
corcheas y los trinos bailan de arriba abajo en el a esos dos del espejo! Hasta luego, querido,
pentagrama como negritos sobre una cerca. Por qué regresaremos pronto.
es tan... Ella no llorará... no tiene por qué llorar...
- Esto es mejor, ¿no es cierto?
-¿Qué te pasa, pequeña?
- Agárrate de mi brazo -dice Bogey.
El señor Bullen le toma las manos. Su hombro está
justo junto a su cabeza. Se apoya un poquitito en él, No pueden caminar tan rápido como quisieran. Con
pone su mejilla contra la áspera tela. las cabezas gachas, apenas rozándose las piernas,
dan zancadas como una sola y ansiosa persona a
- La vida es tan horrible -murmura, pero no siente en través de la ciudad, por el asfalto que zigzaguea y
absoluto que sea horrible. Él dice algo acerca de junto al que crece salvaje el hinojo, hasta llegar a la
“esperar” y “marcar el tiempo” y “ese raro ser que es explanada. Oscurece... empieza a oscurecer. El
una mujer”, pero ella no lo escucha. Es tan cómodo viento es tan fuerte que tienen que esforzarse por
esto... para siempre... avanzar, tambaleándose como dos borrachos. Todas
De repente la puerta se abre y aparece Marie las pobres plantitas de pohutukawa de la explanada
Swanson que ha llegado horas antes de su clase. se doblan hasta el suelo.
- Toca el alegretto un poco más rápido -dice el señor - ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Acerquémonos más!
Bullen, y se levanta y empieza a caminar de arriba El mar está muy alto por encima de la escollera. Se
abajo una vez más. quitan los sombreros y el pelo se les vuela hasta la

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boca, con gusto a sal. El mar está tan revuelto que Letras al viento
las olas no rompen sino que golpean contra el áspero
muro de piedra, absorbiendo las algas de los Briefing de la colina
goteantes peldaños. Una fina llovizna de agua de mar
azota la explanada. Bogey y ella están cubiertos de Marina Loux
gotas, en la boca siente un sabor frío y húmedo.
A Bogey le está cambiando la voz. Cuando habla Contribución recibida por correo electrónico.
recorre todos los extremos de la escala. Es
divertido... hace reír... y de algún modo está de
acuerdo con el día. El viento se lleva sus voces... Lunes por la mañana, amanece nublado y con jirones
lejos vuelan sus frases como delgadas saetas. de sol entre las nubes. Un viento suave mueve las
hojas de los árboles. La hierba brilla, recién nacida.
- ¡Más rápido! ¡Más rápido!
Cuando llega la supervisora todas las operarias están
Ya está muy oscuro. En el puerto, las barcazas
ya reunidas en el centro de la zona de pastos. En la
carboneras tienen dos luces: una en el mástil y otra
parte superior de la colina, la jefe de grupo va dando
en la popa.
las pautas de comportamiento para la semana que
- Mira, Bogey. Mira allí. acaba de comenzar. Mira a la supervisora y
Un gran vapor negro que deja escapar una larga comienza:
columna de humo, con las escotillas iluminadas, con - Jimena: tu producción de leche ha descendido
luces en todas partes, está saliendo al mar. El viento considerablemente, te voy a asignar esta semana el
no lo detiene, corta las olas en dirección al paso que cuadrante siete. Aprovecha bien todos los cardos
se abre entre las rocas puntiagudas, en camino a... picudos. Y nada de tumbarte a rumiar tus
Es la luz lo que lo hace parecer tan bello y pensamientos. Te quiero espabilada todo el día. Al
misterioso... Ellos están a bordo, con los brazos final de la semana te mediré de nuevo el rendimiento
entrelazados y apoyados en la barandilla. y si no has aumentado la producción, serás
- ¿Quiénes son? amonestada.
- Son hermanos. - Lagartijana: Esta es la última semana que voy a
tolerar que aparezcas a las tantas de la noche por el
- Mira, Bogey, allí está la ciudad. ¿No parece establo. Por la noche se duerme y punto. A partir de
pequeña? Allí está el reloj del correo dando la hora esta noche dormirás al fondo, junto a la señora
por última vez. Allí está la explanada por la que Blanca, que controlará cuando entras y sales.
caminamos aquel día ventoso. ¿Te acuerdas? Aquel
día lloré en mi clase de música... ¡Cuántos años - Hortensia: Una vez más me han informado de que
atrás! Adiós, islita, adiós... anoche te escapaste de nuevo camino del establo de
los toros. Tu título de “Vaca del año” no te da derecho
Ahora la oscuridad extiende un manto sobre las a esa vida disipada que quieres llevar. No puedes
aguas revueltas. Ya no se ven las siluetas de esos preñarte sin que tu pareja te haya sido aprobada por
dos. Adiós, adiós. ¡No nos olviden!... Pero, ahora el la dirección. No vuelvas a salir del establo.
barco se ha ido.
- Esmeralda: Aunque tu producción de leche ha
El viento... el viento. aumentado considerablemente, tengo que llamarte la
atención, tus compañeras se me han quejado de tu
falta de solidaridad. Apareció en tu zona la hierba
lechera y te la comiste enterita, sin informar a la
dirección ni compartir con tus compañeras.
A todas en general: hemos detectado algunos
incidentes en la cola de ordeño automática. Ya saben

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que la cola ha de hacerse por turno riguroso según el


ranking de producción mensual asignado. Utilicen los Lectores opinantes
forfaits de ordeño de forma adecuada, y recuerden
que son de uso personal e intransferible.
En esta edición no contamos con opiniones de
Como actuaciones especiales para esta semana,
lectores, esperamos que, con tu participación,
quiero recordarles que no descuiden el cortado de
tengamos mucho que contar de gente que comparte
hierba del contorno perimetral de nuestra parcela,
nuestro interés por expresarse.
que aparece un tanto descuidado. Ya conocen la
normativa a seguir en la zona de deposiciones, no la
olviden aunque esté lloviendo y la ladera resbaladiza.
Terminado el briefing, la supervisora se dirige a la
cima de la colina, donde el Consejo de
Administración ha convocado una reunión, con el
siguiente orden del día:
Envía tus opiniones por correo electrónico a
1º. Elección de sementales para organizar la próxima descensor+opinar@gmail.com o llena el formulario
monta. Opinar en la sección Contacto en nuestro website y
2º. Presentación de resultados del análisis de las pasa a leerte aquí en nuestra próxima edición.
aptitudes de las trabajadoras del área, según las
Normas de Evaluación de Competencias, elaborado
por la responsable de Recursos Bovinos, que será
presentado en “Power Mosca”.
Ella va subiendo la colina con gesto preocupado.
Espera que los miembros del Consejo de
Administración no se den cuenta de que se ha Si deseas participar con una sección permanente en
olvidado quitarse el maquillaje de la fiesta de la noche esta publicación envía un correo a
anterior. Sabe que las vacas lesbianas tienen muy descensor+participar@gmail.com o llena el
mala prensa. formulario Participar en la sección Contacto en
nuestro website.

El tema para la próxima edición se publica en la


sección Convocatorias de nuestro website, para
participar en un tema en particular, por favor envía un
correo a descensor+colaborar@gmail.com o llena
el formulario Colaborar en la sección Contacto en
nuestro website.

Número 09/2009 Al viento Página 23


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Participan en esta edición


Edgardo Castillo “Zumm” (Chile/Argentina)

Carlos Alberto Olague Alcalá (México) Nació en Viña del Mar, hace ya mucho tiempo. Por
motivos que no vienen al caso, vivió muchos años en
un generoso país de Europa, donde quedó la mitad
Soy publicista, director general de una agencia BTL.
de su vida. Hace 17 años que vive en la Argentina, a
Nacido en la ciudad de México, pero radico en
la que considera su segunda patria, pero sin olvidar
Zacatecas. Soy candidato a portador de la vela
sus raíces. Trata de escribir siempre con humor, para
perpetua, aunque la vela perpetua no está muy de
no tener que pensar. Se declara ateo y considera que
acuerdo. También soy monero, y la mayor parte del
la amistad es lo más valioso de la vida. Ha escrito
tiempo no sé qué hago aquí además de ser el
una gran cantidad de libros entre los que destacan
responsable del diseño de portada. Se le puede
'Mujeres. Manual de uso y mantenimiento', 'Las
encontrar en En mi opinión
aventuras de Mirinda', 'Vida de ladrones y algo más...'
(http://carlosolague.blogspot.com).
y una serie de libros de cuentos, entre otros;
disponibles para descarga gratuita en su tienda en
Bubok (http://zumm.bubok.com/). Puede ser
encontrado en Todo cuento (http://todocuento-
mauri.blogspot.com).

Francisco Cenamor (España)

De formación autodidacta, comienza tarde a escribir


poesía. En 1999 Talasa Ediciones publica su primer
libro, Amando nubes, lo que le posibilita viajar por Nela Rio (Argentina/Canadá)
toda España dando recitales. En 2003 sale su libro
Ángeles sin cielo, editado por Ediciones Vitruvio,
Poeta, escritora, artista e investigadora. Nacida en
editorial que publica en 2007 su último libro,
Argentina y ciudadana canadiense desde 1977. Con
Asamblea de palabras. Ha sido incluido también en
dos libros publicados en España y siete en Canadá
numerosas antologías y revistas impresas y digitales.
(bilingües), ha sido finalista en trece concursos
Ha organizado y organiza numerosas actividades
internacionales y sus poemas y cuentos individuales
poéticas. Dirige la revista digital Asamblea de
se han publicado en antologías y revistas de más de
palabras. Es coordinador del Club de Lectura de la
doce países. Crea “metáforas visuales” (arte digital) y
Universidad Carlos III de Madrid. Profesionalmente se
expone “libros de Artista” en donde combina su
dedica a la interpretación, apareciendo en televisión,
poesía y arte. Organizadora de más de dieciocho
teatro y cine. Se le puede encontrar en Asamblea de
exposiciones internacionales de Poemas Póster con
palabras (http://franciscocenamor.blogspot.com).
participación de más de trescientos poetas. La Red
Cultural Hispánica organizó en el año 2008 un
Simposio sobre su obra poética y narrativa en la sede
de la Universidad Autónoma de México en Gatineau,
Canadá. Se le puede encontrar en su página dentro
del sitio de la Asociación Canadiense de Hispanistas
(http://fis.ucalgary.ca/ACH/Registro/Nela_Rio/).

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Toro” -poemas y banderillas-, que se editará


inicialmente en Buenos Aires y posteriormente en
España.
Para ponerse en contacto con él, deje un mensaje en
José Luis de la Fuente “Kmikc” (España) la sección Contacto de nuestro sitio web.

Informático de profesión y cuentero de afición. Los


cuentos son su salvavidas ante la tormenta diaria de
máquinas, cables y bits. Le gusta escribir cuentos
directos, breves, de fácil lectura, de literatura llana y
sin preciosismos. Y lo confiesa totalmente
arrepentido. No sabe hacerlo de otra forma pero
promete mejorar con el tiempo -de mayor quiere ser Ana M. Gutiérrez (México)
cuentero-. Un antiguo profesor una vez le dijo: Contadora cuentacuentos bajacaliforniana que reside
“cuando alguien pierde toda capacidad de sorpresa, en Tecate. Se inició temprano en la lectura y tarde,
de asombro, de fascinación... está muerto y no se ha porque se le da bien eso del destiempo, en la
dado ni cuenta”, así que le gusta pensar que con sus escritura de prosa poética principalmente. Aprecia
cuentos, es capaz de sorprender al menos durante un humor negro y opina que es una cualidad especial en
segundo al lector ocasional y contribuir con su granito las personas. Le encantan los cuentos de finales
de arena a que continúe vivo. infelices. Sus favoritos son los escritores
Tiene cuentos publicados en www.loscuentos.net y latinoamericanos, aunque ha husmeado en uno que
se le puede encontrar en Desde el otero otro europeo principalmente en narrativa y novela.
(http://www.desdeelotero.com). Adicta a la luna y a todo lo que tenga que ver con el
desierto. Publicó alguna vez y aunque se acuerda
donde apenas la conocen en su casa.
Escribe desde marzo del 2004 en 7DuendeS
(www.7duendes.com) y esta es la primera vez en un
proyecto colectivo.

Sergio Manganelli (Argentina)

Nació en Haedo, Provincia de Buenos Aires,


Argentina, el 28 de febrero de 1967. Reside
actualmente en San Antonio de Padua, al oeste del Claudia Palatucci “Jezabel” (México)
conurbano bonaerense. Sus poemas y artículos han
sido publicados en una importante cantidad de diarios
argentinos, de México, Colombia y España. Asimismo Oh, sicóloga (o psicóloga) (hocicóloga), de profesión;
en revistas culturales y literarias de Argentina, Brasil, “metiche” con licencia, para dar crédito a la locura de
España, México, Estados Unidos, Puerto Rico, los ajenos, nieta de mulatos y de ojiazules españoles,
Francia, Colombia, Venezuela, Chile, Italia, Cuba, nacida en la tierra de los alacranes, Durango, México.
Nicaragua, etc... Obtuvo entre 1991 y 1999 una Gusta de la música árabe, flamenco y brasileña; se le
treintena de premios y menciones en su país. Se verá danzando por ahí de vez en cuando entre letras
encuentra trabajando en la edición de “Sangre de y dibujos; diseñadora gráfica de afición, editora de

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fulanas revistas independientes y organizadora de difusión de la obra del alumnado de la Facultad de


eventos especiales (sobre todo en familia). Su Bellas Artes de Valencia). Coordinador Artístico de
especialidad en la cocina: changüiches y sopas ALEACIÓN: ANTOLOGÍA ARTÍSTICA. Sor Kampana
Maruchan. Se le puede encontrar en Jezabel Violeta - 1991-2008. Miembro del grupo artístico
Bruja y loca (http://brujayloca.blogspot.com). interdisciplinar OROMATON (Poesía, música y
pintura en vivo). Su libro „Somos sexo‟ puede ser
adquirido o descargado desde su tienda virtual en
Lulu (http://stores.lulu.com/kafre09).

Jesús Humberto Olague Alcalá (México)

Ingeniero en Sistemas Computacionales, chilango


(del D.F., México) de nacimiento, zacatecano por
herencia, adopción, convicción y querencia; que Lázaro David Najarro Pujol (Cuba)
escribe por afición y pudo ser médico pero siente
repulsión hacia las heridas; le gusta casi toda la Santa Cruz del Sur, 1954. Licenciado en periodismo
música, en especial la trova, y casi toda la lectura, es autor de los libros de testimonios Emboscada
principalmente la de escritores latinoamericanos (Editorial Ácana, 2000), Tiro de gracia (Editorial
como Taibo II, Ibargüengoitia, Benedetti, entre otros; Ácana, 2000), Sueños y turbonadas, (Editorial
prefiere las ciudades coloniales a las playas y las Alaleph.com, 2007) y Nuevo periodismo radiofónico
corridas de toros a las peleas de gallos; y que tiene el (Editorial Pablo de la Torriente Brau, 2007). Ha
gran problema de que todo lo demás se le olvida si obtenido más de 30 premios y menciones en
tiene un aparato de TV frente a él, aunque esté concursos periodísticos, literarios y festivales
apagado. Participa en algunos proyectos colectivos nacionales de la radio, entre ellos se incluyen el
sobre temas tan diversos como su tierra, Zacatecas, primer premio en Documental en el Festival Nacional
amigos, música y cuentos, y aunque no tiene de la Radio (1991), premio Sol de Cuba (1986),
experiencia en esto, es el inventor de este invento. premio Primero de Mayo (1988), mención especial en
Puede ser encontrado en Lo que es no tener que el concurso literario 26 de Julio de las FAR (1999), el
hacer (http://jholaguepersonal.blogspot.com). Gran Premio Nacional de la Radio (2000), premio
Extraordinario 25 Aniversario de la ANIR (2002) y
Premio Internacional de periodismo de la Revista
Mira (2004). Labora en la emisora Radio Cadena
Agramonte, de Camagüey, Cuba. Se le puede
encontrar en su página personal
(http://camaguebax.awardspace.com).

Carlampio Fresquet (España)

Artista Indisciplinar comprometido con el entorno.


Estudiante de Bellas Artes. Director de DIAL ART
2003 (proyecto de extensión universitaria para la

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Asociación Letras Hispanas

Organización sin fines de lucro cuyo objeto es


promover y difundir la obra literaria de autores
hispanoamericanos contemporáneos. Para tal fin,
contamos con el respaldo de medios -sobre todo
virtuales- que acceden a publicar textos de poesía,
cuento, ensayo, artículos, reseñas, entrevistas, entre Martha Silva “MarthaX” (México)
otros de interés para los cultores y amantes de las
letras.
Irónica, introspectiva y (pseudo)intelectual trata de
reinventarse bajo el amparo de la sonrisa chueca
El autor del material publicado en esta edición es: señalando con dos líneas cruzadas el lugar donde
habrá de encontrarse. También escribe desde la
apariencia de una persona normal en el blog
Jorge Castillo Fan (Perú) lafamosax.com.

Piura, 1967. Miembro del Movimiento Internacional de


Metapoesía. Es una de las voces más relevantes de
la actual Poesía escrita en Lengua Hispana. Ha
publicado Insurrección del Silencio (Sindicato de
Petroperú, Talara, 1994), Eco del Fuego (Artetéreo
Ediciones, Piura, 1995), Revólver del Amor (revista
La Tortuga Ecuestre, Lima, 1996), Canción Triste de Mayde Molina “Lucíabluesindreams” (España)
Cualquier Hombre (Ángeles del Abismo Editores,
Talara, 1998; Editorial Delirio, Lima, 2003; Editorial
Zignos, Lima, 2006), Lámpara de Fiebre (Editorial Nace en Barcelona el 7 de junio de 1968. Estudia
Delirio, Lima, 2003; Editorial Zignos, Lima, 2006) y Yo radiología y más tarde medicina tradicional china. En
Soy Aquel Espejo (Editorial Delirio, Lima, 2003; octubre del 2003, empieza a asistir a los talleres
Editorial Zignos, Lima, 2006). Poemas suyos han sido literarios de “Aula de Escritores” en el barrio de
difundidos por diferentes canales de Arte, Literatura y Gracia de Barcelona, bello y multicultural donde los
Comunicación Social de América y Europa, así como haya, donde todos los viernes tertuliando entre cafés
en las antologías Homenaje al Centenario de César y amigos se empiezan a hilvanar sueños, prosa y
Vallejo, Poetas de la Región Grau (revista poesía. Desde entonces no sale de casa sin papel y
Intihuatana, Sullana, 1992), El Verdor del Algarrobo, pluma, porque sabe que en el lugar más inesperado
Muestra de Ocho Poetas Piuranos (revista La Tortuga se puede encontrar con una nueva historia.
Ecuestre, Lima, 1997), Karminka, Antología de la La escritura es su forma predilecta de comunicar, dar
Poesía Piurana, de Julio Aponte (Juan Gutemberg la cara a la vida y a las nostalgias de la infancia y
Editores, Lima, 2000), Literatura de Piura, de Harold recoger el mundo de los sueños poniéndole alas de
Alva (Fondo Editorial Cultura Peruana, Colección aire a su fantasía.
PERÚ LEE, Lima, 2006), Poética Piurana de las
Se le puede encontrar en Mujer de aire
Postrimerías: Sus Pulsaciones Seculares y Sus
(http://www.mujerdeaire.com).
Rasgos Divergentes, de Ricardo Musse
(Municipalidad Provincial de Piura, Piura, 2009),
Antología de Poesía Hispanoamericana, de Blanca
Orozco de Mateos (México: www.palabravirtual.com).

Número 09/2009 Al viento Página 27


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Marcelo Choren (Argentina) Arte fotográfico e ilustración

Nació en la Ciudad de Buenos Aires el 5 de Las imágenes utilizadas para ilustrar las secciones, y
septiembre de 1953. En la actualidad se encuentra todos sus derechos son propiedad de sus respectivos
radicado en España, país en el que desempeña autores. Si el uso de imágenes obtenidas de sitios
labores de escritor y docente. públicos va en contra de algún derecho de uso, favor
Se dedica en especial a los cuentos, género literario de reportarlo a descensor@gmail.com.
que le apasiona.
Parte de su obra se encuentra en periódicos, revistas Portada, Windmill de Lars Sundström
literarias y otras publicaciones especializadas. (http://www.sxc.hu/profile/sundstrom).
Coordina talleres presenciales y virtuales, participa en
tertulias, foros, y encuentros de escritores. Ha Camagüebax, ¡¿Pero qué es esto?! y ¡No caben
presentado libros, prologado antologías, escrito dudas! Este paisaje es el más hermoso de los
reseñas y administrado un club de lectura. Canarreos, imágenes originales proporcionadas por
También ha programado y coordinado talleres de el autor.
escritura creativa, y de técnicas y recursos,
destinados a escritores noveles.
Memorias de una bruja… y loca, Imagen tomada
Colabora con las revistas electrónicas “Axolotl”, “Zona del blog Mujer de aire (http://www.mujerdeaire.com/).
Moebius”, “Fin” y “Literatuya”.
En 2006, se ha editado el libro Ritos, con varios
cuentos representativos de su trabajo literario. Mujer de aire, imagen original proporcionada por la
autora.
Puede ser encontrado en su blog personal
(http://marcelochoren.blogcindario.com).

Marina Loux

Cuentista desde siempre.


Lectora impenitente.
Escritora en ciernes.

Número 09/2009 Al viento Página 28


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