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DICIEMBRE 2010 – INFORME TÉCNICO Nº 2

VIGIA DE PLAGAS
Informe de la situación de plagas en Argentina
para la campaña 2010-2011.
A partir de una red de trampas de luz ubicadas en distintas zonas del
territorio argentino y de los aportes de informantes calificados, cada 15 días
se elaboran informes con datos de utilidad para la toma de decisiones en
manejo de plagas.

Las zonas relevadas comprenden la provincia de Córdoba en su totalidad, Santa Fe y Nor


Oeste de Buenos Aires. Se está trabajando con la incorporación de una red en el NOA
(Tucumán y Salta), que estará disponible a mediados de diciembre.
Las trampas recién registran las primeras caídas por lo que aún no elaboramos tendencias,
sin embargo son útiles si las comparamos con la ocurrencia en campañas anteriores como
lo es el caso de oruga bolillera. Este primer informe es general y no diferencia aún zonas.

La primera bolilla… ¿la más fácil…?


Suele ocurrir que la primera bolilla de cualquier programa es la más fácil para aprender y
muchas veces ni siquiera se estudia. En la campaña anterior con la primera bolilla muchos
salieron “bochados” en manejo de plagas. Es que la primera bolilla fue la “bolillera”.

La oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon) fue la


estrella brillante del comienzo de la campaña anterior,
opacada solamente por el ojo de una rana. A muchos se
les pasó la bolillera, y toda la pérdida de rendimiento fue
a parar a la causa de la mancha ojo de rana.

La isoca bolillera, Helicoverpa geloptopoeon marca el


inicio de la campaña al igual que el año anterior. La
situación no es la misma, pero hay que estar muy atentos.

Al haber llovido más que la campaña pasada, la humedad


relativa fue mayor en las siembras tempranas. La oruga
bolillera mostró un comportamiento diferente a la Foto Nº 1: Bolillera defoliando
temporada pasada. No se ubicó preferentemente dentro
de los folíolos aún no desplegados sino que podía observarse defoliando fuera de los
brotes. Defoliaba primero las hojas uni-foliadas provocándole pequeños orificios, similares
al daño de una tucura. (Foto 1).

[1]
Pero la situación cambió en la segunda semana de noviembre. Ya se
encuentran bolilleras en los brotes. La humedad relativa bajó. Tal vez sea este
el factor que regule este comportamiento.
El daño en brotes es muy significativo en esta etapa, pero la defoliación casi
no tiene incidencia en la producción. Por tanto es muy difícil sugerir umbrales
de daño generales.
Si las larvas están defoliando y no se las encuentra dentro de los brotes, el cultivo tolera
fácilmente 3 a 4 orugas por metro.

Si las larvas están en los brotes, cortando la


dominancia, los daños son importantes. Ya
tenemos bastantes experiencias de la pasada
campaña donde dejar más de 1 (una) por
metro lineal redujo el rendimiento entre 600 y
1000 Kg. /ha.
Al romper la dominancia apical, la planta de
soja brota lateralmente. Las ramas secundarias
rinden menos que la principal, ya hay afección
del rendimiento. Pero además pueden ocurrir
plantas en candelabro, con la inserción de
chauchas muy bajas que no van a ser
levantadas por la plataforma. (foto 3).

Foto Nº 2: ramas caídas por sobrepeso

Las ramas secundarias muchas veces tratan


de compensar rendimiento cargando más
de lo que soportan y siendo una inserción
débil, las ramas con chauchas caen al suelo
(foto 2).

Las trampas de luz se han puesto en


funcionamiento y marcan la presencia de la
oruga en las distintas zonas de Córdoba y
Santa Fe. Comparando con las poblaciones
del año anterior para la misma época, las
densidades son la mitad o menos.

Foto Nº 3: producción no levantada por la trilladora a


causa del daño de la bolillera

[2]
Se detectan orugas bolilleras en el Nor-oeste de Buenos Aires, pero en lotes aislados. Muy
distinto al año anterior. En Córdoba, hacia el norte y sur no se detectan ataques en
campo mas allá de la simple presencia, aunque las trampas de Adelia María se obtienen
algunas capturas. La zona Este de Córdoba y Oeste de Santa Fe son las que más impacto
están teniendo con esta plaga. Al principio solamente se la observaba defoliando las
primeras hojas y con las orugas en el exterior. En los últimos días ha bajado la humedad
ambiente y se empieza a refugiar en los brotes. La trampa de Ordoñez llegó a 70 polillas
de bolillera por noche hace una semana. La tercera parte de las capturadas el año anterior
en esta misma época. En campo se empiezan a ver los ataques.

Situación general y recomendaciones para bolillera:


Monitorear observando la ubicación de las larvas, si están fuera defoliando o dentro de los
brotes. Esta diferenciación es esencial para decidir tratamientos. Sin hacer referencia a
umbrales de daño económico, que no están determinados, se puede sugerir tratamientos.

A) sojas estresadas, creciendo lentamente, con orugas detectadas dentro de los folíolos
plegados se sugiere efectuar tratamientos cuando se detecte una oruga cada 2 metros
lineales de surco a 0,52cm.

B) sojas sin stress, desarrollándose normalmente, con orugas detectadas


sobre los folíolos, con pequeñas áreas defoliadas efectuar tratamientos
luego de superar las 3 por metro lineal.

Como reconocer a la oruga bolillera bolillera:

Las larvas de primero y segundo estadio tienen la cabeza


negra y se encuentran alojadas en los folíolos aún cerrados.
La larva produce hilos de seda con lo que impide a los
folíolos desplegarse. En estadios más avanzados generalmente es de
color verde, aunque puede tomar distintas tonalidades hasta negro,
presenta una banda en zig-zag a los costados del cuerpo de una
coloración distinta al color general del cuerpo y tiene algunos pelos
blancos visibles a trasluz. Llega a medir unos 35 a 40 mm y una
característica importante para diferenciarla de otras orugas es que los
últimos segmentos del cuerpo se ven lateralmente oblicuos, además
cuando es tocada se enrosca sobre sí misma.

[3]
Cortando por lo más sano….
- ¿Por dónde empezamos?
- Cortemos por lo más sano….
Es la conversación que se escuchó entre dos orugas cortadoras.

Y es así. Hoy el lote parece estar en muy buenas condiciones, muy sano, y mañana
aparece la mitad en el suelo cortado como por una tijera. (foto Nº 4)

Estas larvas están en los rastrojos y una vez


sembrado el cultivo, sea soja o maíz, tienen el
hábito de cortar plantas pequeñas. En soja el
daño es casi irreversible, planta cortada
difícilmente rebrote. En maíz en cambio, pueden
cortar y , como el ápice de crecimiento está aún
debajo de la superficie del suelo, la planta se
recupera, aunque al ser sombreada por las
adyacentes no cortadas, su desarrollo es menor
y por tanto su productividad.
Foto Nº 4 Maíz cortado por orugas

Las orugas cortadoras son larvas de Lepidópteros que provienen de huevos colocados
sobre malezas. Un grupo de estas orugas están en los lotes desde el otoño pasado (Agrotis
por ejemplo), cuando las polillas que les dieron origen, colocaron huevos sobre las
malezas. Pasaron todo el invierno en el rastrojo, y ahora que son mayorcitas, justo cuando
el cultivo es sembrado, tienen la capacidad de cortarlo para alimentarse. Otras en cambio
(Peridroma) son de esta misma temporada. Las polillas pusieron huevos en la primavera y
las larvas ya están dispuestas a cortar en la emergencia de los cultivos.

Las trampas de luz en otoño marcaron el


vuelo de algunas cortadoras, más que años
anteriores, pero sin grandes picos
poblacionales. Esto quiere decir que la
infestación no será generalizada, dependerá
de los lotes. Lotes enmalezados en otoño
tienen mayor probabilidad de ataque que los
lotes limpios.

En primavera han ocurrido capturas


importantes de Peridroma saucia, una oruga
cortadora cuyas larvas están en condiciones
de atacar durante noviembre. Aquí también
las infestaciones dependerán de los lotes.
Lotes limpios de malezas en primavera serán Foto Nº 5: Oruga cortadora en maíz
menos afectados que aquellos que las tenían.

[4]
Peridroma, puede alcanzar los 4 cm de longitud, es castaña con tonalidad verdosa o
grisácea y presenta manchitas dorsales bien notables y de color amarillento, además en el
último segmento abdominal tienen una mancha clara en forma de W y otra
complementaria a la anterior, con forma de trapecio y color oscuro.

Hay que revisar los lotes antes de la siembra. Cuando las infestaciones son altas, la
eficiencia de los productos no llega a controles satisfactorios, lo que resulta en repetición
de las aplicaciones.

En Córdoba se han detectado zonas con infestaciones importantes hasta ahora sobre la
ruta 19 entre Córdoba y San Francisco (coincidiendo con lotes enmalezados) y al sur,
cerca de San Basilio hay lotes con hasta 5 larvas por metro cuadrado previo a la siembra.
Las trampas de luz han marcado en casi todas las zonas un incremento en la población de
Peridroma, por lo que los rastrojos deben ser monitoreados antes de la siembra para
mayor tranquilidad.

En la zona norte y oeste de Buenos Aires hay alerta por esta plaga.
Normalmente se encuentran agrupadas bajo las zonas de mayor cantidad de rastrojo. Allí
hay que buscarlas primero. De no hallarse orugas en estas zonas, difícilmente la
infestación vaya a ser de importancia.

Pero encontrar una densidad de 1000 larvas por hectárea (1 cada 10 metros lineales) en
un lote que va a maíz, es un indicador de alta población por lo que se deberá estar atento
a la observación de plantas cortadas los primeros días después de la emergencia.

Con el cultivo ya implantado se debe monitorear todo el lote (muchas veces están en
manchones) contando plantas cortadas cada 100.

 Límite soja: 7 plantas cada 100


 Límite maíz: 3 plantas cada 100

En todos los casos deberá confirmarse la presencia de las orugas en las


zonas cercanas a las plantas cortadas.

Cómo reconocer a las cortadoras.


En la región pampeana se encuentran dos especies principales, la oruga cortadora áspera,
Agrotis malefida y la oruga cortadora parda, Porosagrotis gypaetina que se caracterizan
por tener dos y una generación por año respectivamente. Además es posible la aparición
de Agrotis ipsilon, la oruga grasienta y de Peridroma saucia.

Por su hábito de cortar plantas, tienen más desarrollados algunos músculos relacionados
con las mandíbulas. En la cabeza se puede visualizar líneas que forman una “V” (invertida
viendo a la oruga de frente), que son las suturas epicraneales más largas.

[5]
 Agrotis malefida: puede llegar a medir 5 cm, tiene aspecto rugoso, de allí que
recibe el nombre de oruga áspera, de color pardo o verde oscuro con una banda
ancha en el dorso más clara. Su cabeza es negra brillante.
 Agrotis ipsilon: puede llegar a medir 4 cm, presenta un cuerpo lustroso, de color
gris con una banda ancha en el dorso más clara y dos más angostas en los
costados. En cada anillo abdominal es posible distinguir cuatro puntos.
 Porosagrotis gypaetina: puede llegar a medir 4 cm, su cabeza es oscura con
dibujos que semejan a un panal de abejas castaño claro. El cuerpo es gris oscuro,
gris pardo o castaño oscuro y en el dorso se dibuja una “espiga” más clara
(manchas en forma de V invertida en cada uno de los segmentos). Tiene aspecto
rugoso y además dos franjas laterales blanquecinas.
 Euxoa bilitura: es una oruga de entre 2 y 2,5 cm, de color dorsal gris oscuro, con
tres bandas a lo largo del cuerpo, siendo las laterales pardas oscuras con reflejos
verde amarillento y la del medio gris claro.

Control químico: LA ELECCIÓN DEL PRODUCTO ES IMPORTANTE, PERO MUCHO MAS


LA TÉCNICA DE APLICACIÓN. EL MEJOR DE LOS PRODUCTOS MAL APLICADO ES EL PEOR DE
LOS PRODUCTOS. EL BLANCO ES EL SUELO. LAS ORUGAS SE MUEVEN DE NOCHE. LA
LLUVIA AYUDA A HOMOGENEIZAR LOS TRATAMIENTOS.

[6]
La bolita en el zapato!!!!
Otros que empiezan a hacerse presentes en
los lotes recién sembrados o por sembrar
son los bichos bolitas. Suelos muy secos en
superficie con sales de Carbonato de Calcio,
predispone a la abundancia de estos
crustáceos. Los daños pueden ser tan
importantes que obligan a una resiembra en
función del corte de plántulas. Si bien los
insecticidas asperjados pueden reducir la
población cuando llueve a las pocas horas
de la aplicación, los métodos probados de
mayor eficiencia se basan en la aplicación
de cebos. Foto Nº 6: Bicho bolita cortando soja

La experiencia marca que poblaciones menores a 50 o 60 por metro cuadrado no


tienen impacto sobre el rendimiento. Entre 60 y 150 pueden reducir el stand de
plantas, según su distribución. En estos casos suele estar muy agregado y pueden
hacerse tratamientos orientados a estos sitios. Con poblaciones de más de 150 casi
seguramente deberá hacerse un tratamiento en todo el lote. El riesgo es muy alto.

La cara de la seca en soja


La sequía muestra su rostro en la expresión de las plagas presentes. En soja ya se están
registrando ataques de trips, tucuras y arañuelas. También hay Achyra ( Loxostege) en las
malezas previo a la siembra. Cuatro indicadores de sequía. Cuatro alertas para quienes
siembren en los próximos días. Hacia el sur de Córdoba y noroeste de Buenos Aires la
chinche diminuta aparece como la quinta pata del gato.

1) Trips: es sabido que a medida que aumenta el área


foliar, aumenta linealmente el consumo de agua del
cultivo para una misma demanda atmosférica. En
situaciones de stress hídrico las plantas modifican su
comportamiento para defenderse, desprendiéndose de
muchas hojas para tratar de reducir la transpiración (Vega
– 2006). Las hojas que quedan son valiosísimas para la
expresión del rendimiento y cualquier daño influirá en
este sentido.
Las pequeñas lesiones blanquecinas por las picaduras de
los trips, que luego se tornan marrones (células muertas), hacen que la captación y el
aprovechamiento de la luz sean menores, que la planta transpire más al afectar la capa
cerosa de la epidermis y que la actividad de los estomas se vea alterada (Gamundi et al. –

[7]
2006). Todas las defensas que la planta intenta ante una situación de stress hídrico, los
trips las afectan negativamente (Molinari y Gamundi – 2008). Una cosa es el efecto de la
sequía, y una muy diferente es la sequía sumada a un stress adicional por trips. Se ha
comprobado una importante diferencia de rendimientos en lotes tratados y no tratados
específicamente para control de trips en soja.

2) Tucuras: las primaveras secas siempre ha promovido de


presencia de tucuras. La falta de precipitaciones y la mayor
temperatura del suelo influyen sobre la viabilidad de los
desoves, que permanecen bajo el suelo durante todo el
otoño-invierno, aumentando la posibilidad de supervivencia;
además la baja humedad edáfica impide el desarrollo de
patógenos y los predatores y parasitoides ven disminuida su
capacidad de búsqueda y alimentación de huevos, entre
otros aspectos. Las primaveras secas también condicionan la
vegetación por lo que las ninfas eclosionadas encuentran
menos disponibilidad de alimento inmediato por lo que se
mueven más en su búsqueda.
Al sembrar un cultivo y secar las malezas con herbicidas, no les queda otra que dirigirse al
cultivo. Al haber más individuos, permanecer agregados (moviéndose en grupo) y
acompañado de altas temperaturas (mayor metabolismo), la agresividad sobre las plantas
es mayor. Compiten entre ellos por alimento. Comen más rápido y en mayor cantidad. Las
tucuras van pasando de un lote a otro y, si no se utiliza productos persistentes, no tienen
efecto sobre las nuevas visitantes. Se ubican preferentemente en aquellos lotes que
salen de pasturas. Los piretroides solos ya no son efectivos para este tipo de poblaciones
con mezcla de adultos y saltonas.
Hay tucuras que solo se alimentan de gramíneas y no tocan las plantas de soja. Además
del insecto, antes de decidir un tratamiento deben observarse los daños o la alimentación
de la mayoría de la población. Cuando las tucuras no han formado alas totalmente (estado
de ninfa) son vulnerables al tratamiento con piretroides.

3) Arañuelas: Los ataques empiezan en las zonas bajas de la planta. Por esta causa es
conveniente esperar a que empiecen a ser afectadas las hojas del tercio medio para tomar
determinaciones de control.
Hay que manejarlas como si fueran enfermedades.
Incidencia: ¿Qué % del lote está afectado? y
Severidad: ¿Qué parte de la planta presenta síntomas de bronceado y nervaduras
marrones o rojizas?.
Los insecticidas sistémicos no tienen buena actividad en plantas estresadas, por tanto
deberán preferirse los de penetración. Es indispensable para el manejo de estos insectos
el uso de buenos coadyuvantes de tipo tensiactivos, principalmente los del grupo de los
siliconados. No se recomienda el uso de piretroides, ya que está demostrado que

[8]
producen un desbalance muy grande en poblaciones
de arañuelas, habiendo una rápida reinfestación, más
grave a la que dio origen a la decisión de tratar. Esto
ocurre ya que al hacer un tratamiento con piretroides,
todas las poblaciones, incluyendo los ácaros
predatores (Phytoseiidos) son controlados. Pero en las
hojas hay una gran cantidad de huevos que al
eclosionar las ninfas encuentran un ambiente libre de
enemigos naturales y se desarrollan rápidamente y en
abundancia mayor a las que estaban cuando se
efectuó el tratamiento. Este es el llamado “efecto rebote”. Con fosforados el efecto es un
tanto menor, aunque hay afección de enemigos naturales también.

4) Oruguita verde: cuando se efectúan tratamientos con glifosato y herbicidas para el


control de malezas en el cultivo de soja, luego de dos o tres días, si hubiera alguna
oruguita en la maleza pasa al cultivo. La oruga puede reconocerse no solo por su
coloración verde, sino también por su conocida tela
que teje uniendo hojas y brotes con pelos sedosos
que ella misma segrega, y por que al ser tocada en
la cabeza camina hacia atrás. Es muy común creer
que por dicha tela los tratamientos no vayan a ser
efectivos, pero la oruga al alimentarse consume la
hoja en su totalidad atravesando la lámina de modo
que es allí donde el insecticida debe estar presente.
Por esta razón adquiere importancia el uso de
microencapsulados que por la liberación lenta de
su ingrediente activo pueden “esperar” a la oruga
mientras ésta se traslada de las malezas secas al
cultivo.

5) Nysius: es común observar bajo el rastrojo


grandes masas de “mosquitos”, que en realidad no
lo son. Se trata de unas pequeñas chinches que no
son de ocurrencia uniforme. Depende más de la
historia del lote en cuanto al control de malezas
que a la biología de la plaga misma. Aquellos lotes
que tuvieron malezas durante el otoño-invierno
permitieron la alimentación y la supervivencia de la
chinche. Al sembrar la soja y secar las malezas
estos insectos se encuentran con las plantas
emergiendo como único alimento disponible. La
presencia de cotiledones con lesiones bien

[9]
apreciables de color marrón son un serio alerta sobre el rápido impacto de la plaga que
puede terminar con una abundante cantidad de plántulas muertas, o bien con rodeos
dentro del cultivo prácticamente "pelados" con la densidad de plántulas diezmada por la
plaga.
Es un problema de difícil solución cuando se detecta tarde. Si bien se puede disminuir el
impacto mediante la aplicación de algún insecticida, estas chinches se encuentran en
mayor número donde hay mayor densidad de rastrojo, por lo que será la aplicación con el
objetivo de atravesar la capa de rastrojo un aspecto más importante que la elección del
producto.
Es de las pocas plagas que se controlan con herbicidas ya que previniendo la ocurrencia de
malezas durante el otoño invierno difícilmente pueda sobrevivir en los rastrojos.

Más que enojados… maíces enchinchados.


Hay maíces sembrados temprano que presentan síntomas de deformaciones. Si bien la
mayoría los atribuye a la chinche de los cuernos, hay muchos casos en que las chinches
brillan por su ausencia.
Estas deformaciones son síntomas
inespecíficos de la afección del ápice de
crecimiento por diversas causas. La más
común es la de haber sembrado, luego de
la siembra ocurre una lluvia importante,
el suelo se plancha y la planta tiene
dificultades para emerger. El ápice sufre
este stress y la planta se deforma.
Pero muchas deformaciones son a causa
de plagas. Lo pueden hacer los trips, pero
especialmente la chinche de los cuernos

Como reconocerla:
Dichelops furcatus es una chinche marrón, con
apéndices en el protórax (en lo que serían los
hombros) que semejan cuernitos, de ahí que
se la conoce como chinche de los cuernos. La
parte da abajo es verde, lo que la distingue de
otras chinches similares que son predatoras.

[10]
La picadura de esta chinche en maíces en emergencia provoca síntomas poco específicos
que se traducen en:
- plantas achaparradas (con entrenudos muy cortos, arrosetadas)
- orificios similares a los de la “cogollera” pero estirados longitudinalmente,
normalmente con un halo amarillento en los bordes.
- Hojas dobladas, arrugadas y arrepolladas.

Si el cultivo continúa en seca las plantas pueden perderse, si hay buenas lluvias o
suficiente humedad en el suelo, el cultivo mostrará alguna recuperación. Si las plantas ya
presentan síntomas no es necesario el tratamiento ya que el daño está hecho.

La recomendación: Recorrer los lotes observando la presencia de la chinche previa a la


siembra.

Informe Técnico - VIGIA DE PLAGAS EN ARGENTINA


Preparado por Laboratorio LIDER (15 – 11 – 2010)
Coordinación: Ing. Agr. María Celeste Gálvez.
Director: Ing. Agr. Daniel Igarzábal.

[11]

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