La Reserva de la Biosfera Río Plátano, que representa casi el 7 por
ciento del país, se ubica en el corazón de la región de la Mosquitia hondureña. Con su rica diversidad biológica y cultural, que incluye cinco grupos étnicos —los indígenas miskito, tawahka y pech, los garífunas y los mestizos— Río Plátano fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como el primero de más de 700 Sitios de Patrimonio Mundial. Río Plátano es parte del Corredor Biológico Mesoamericano de 2 millones de hectáreas, que también incluye a la Reserva de la Biosfera Bosawas, un sitio de Parques en Peligro (PeP) en Nicaragua. Importancia Ecológica Río Plátano alberga áreas marinas costeras importantes y una variedad de hábitats ricos, que incluyen extensos manglares, humedales, lagunas, arrecifes de coral y cayos. Sin embargo, la mayor parte de Río Plátano está cubierta por bosque lluvioso, hogar de la mayor biodiversidad de la reserva. En sus bosques se encuentran árboles como la caoba, el cedro español, la carapa y el pino ocote. En 2001, una Evaluación Ecológica Rápida identificó 586 especies de plantas, de las cuales 23 eran nuevas en los registros de la flora hondureña. Además, la reserva alberga 130 especies de mamíferos, así como el 36 por ciento de las especies de reptiles, el 57 por ciento de las especies de aves y el 70 por ciento de las especies de peces que se encuentran en Honduras. Amenazas Las amenazas más serias a Río Plátano son el madereo y el avance de la frontera agrícola. Los caminos abiertos por los leñadores proveen también acceso a los colonos que despejan la tierra con fines agrícolas y ganaderos. Estas actividades llevan a un aumento en la erosión del suelo, la reducción en la producción de agua y la contaminación de los recursos del agua a causa de los productos agroquímicos. Además, la caza y el tráfico de muchas especies animales para el mercado de mascotas exóticas está reduciendo significativamente sus poblaciones. La presión que todas las áreas de Río Plátano comparten es la pérdida de hábitat y la pérdida continua de especies vulnerables. La falta de políticas ambientales adecuadas y de su aplicación también plaga a Río Plátano, así como a otras áreas protegidas de Honduras. Una Estrategia para el Éxito Establecido en 1998, el programa Parques en Peligro (PeP) en Río Plátano logró grandes avances en la reserva. Las actividades incluyen el establecimiento de la infraestructura básica, el aumento del personal en el sitio, la creación de un plan de financiamiento y un plan de manejo a largo plazo, la recolección de información científica y social necesaria para elaborar mejores estrategias de conservación y el fortalecimiento de MOPAWI, la organización líder en el sitio. PeP es responsable por el éxito en la facilitación de la participación comunitaria entre adultos y niños dentro de Río Plátano. Dos actividades conservacionistas con base comunitaria se centraron en las tortugas marinas en peligro de extinción y las iguanas verdes. El proyecto de tortugas marinas, que protegió a más de 7.000 tortugas baula (Dermochelys coriacea) y caguama (Caretta caretta) y fue nominado para el Premio Ambiental Nacional, fue considerado un gran éxito. Ambos proyectos atrajeron la atención de comunidades de otras zonas que anticipan comenzar proyectos similares. MOPAWI fue la organización responsable de implementar un proyecto de ecoturismo que se desarrolló en Las Marías, una comunidad visitada por turistas desde la década de 1980. MOPAWI también llevó a cabo una Evaluación Ecológica Rápida de Río Plátano, que involucró a más de 60 personas y proveyó la base para las decisiones de manejo.