Una vez que Josué fue confirmado por Dios como el sucesor de Moisés, la
primera prueba que tiene Josué es la de introducir a los israelitas dentro de las
primeras ciudades para poder ganar terreno en contra de todos los habitantes de la
región de Canaán, y la primera ciudad con la que se encuentran es Jericó
Para evitar que el pueblo se volviera a rebelar (ya que lo habían hecho con
Moisés según el libro de los Números), Josué escoge a 2 hombres de confianza y los
manda en “secreto” para inspeccionar la tierra de Jericó.
Los manda en secreto por 2 razones: primero para evitar que se divulgara la
noticia y llegara a oídos del rey de Jericó; y la segunda razón es para que, si en un
momento determinado los espías entregaban malas noticias, el pueblo no se
entristeciera y se rebelara, así como lo hicieron con Moisés.
Llegan estos hombres a la casa de una prostituta llamada Rahab, y ella los
hospeda. Después de que las noticias corren por la ciudad y se da aviso al rey de los
espías, soldados de Jericó vienen a Rahab para pedirle que entregue a los espías. Ella
argumenta que no sabía quiénes eran y que después se fueron de su casa. En otras
palabras, miente para salvarlos de los soldados de Jericó.
En fin, hay más detalles de la historia que estudiaremos más adelante, pero
lo interesante es la confesión que Rahab hace a estos 2 espías acerca de Jehová,
acerca de Dios.
crecer en un corazón dispuesto. En Éxodo 5:2 Faraón niega conocer a Dios porque
no hay una disposición en su corazón de conocer Quién y Cómo es Dios. Pero para
esta mujer, los hechos de Jehová han dejado en claro un conocimiento para ella:
esa tierra la entregará en manos de los israelitas.
Sin haber estado familiarizada con la historia de los patriarcas, ella reconoce
el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham, Isaac y Jacob: a tu descendencia
daré esta tierra.
Pero notemos además lo que dice a continuación Rahab: “Sé que el Señor…”
su confesión no se centra en el poder militar de los israelitas; tampoco se centra en
la capacidad estratégica de hombres como Josué o Caleb; y mucho menos se centra
en la aparente protección que puede proveerles las murallas de Jericó.
El diccionario Vine dice con respecto a la palabra oír “Tener un corazón que sabe
escuchar, significa tener entendimiento y discernimiento”.
Esa fue la orden de Dios a Moisés: destruye por completo a estos reyes.
Según el registro de Números 21:21-26, 33-35 (LEER). Dios es quien ha entregado
en las manos de Israel todas las cosas. Rahab comprendió mejor que muchos de los
israelitas este hecho, ya que ella sí reconoce el poder de Jehová.
Al final, Rahab hace una confesión que deja claro que su confianza está
puesta totalmente en el Dios de Israel, y no en sus deidades. La primera parte de
este versículo es una repetición de la idea del v.9, donde ha transmitido el hecho de
que los habitantes de Jericó tienen terror de Israel por causa de Jehová, y que
literalmente están “derretidos” o son como el agua, no tiene fuerzas para ponerse en
pie ni valor para enfrentar al pueblo de Israel.
5
La respuesta está en el versículo 10. En ese verso nos explica cuál fue la
fuente del conocimiento por medio del cual ella supo de Dios, de Jehová. Leamos
nuevamente el v.10: “Porque hemos oído cómo el SEÑOR secó el agua del mar
Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto,” tan solo en esta primera parte
del verso podemos apreciar todo lo que necesitamos saber.
hasta este punto solo ha afirmado tener fe, y la pregunta obligada es ¿Cómo
demuestra en sus acciones que en verdad tiene fe en Dios, el Único Dios?
Santiago habla de que Rahab realizó 2 obras concretas a favor de los espías:
primero, los hospeda en su casa. Pero al leer Josué 2:1-6 nos damos cuenta de que
cada una de las acciones en esta sección forma parte del hospedaje que brindó a los
espías. Ya conocía a Dios, temía Su Nombre, lo reconocía como el Único Dios
verdadero y probablemente oraba a Él, y esa es la razón por la que brinda ayuda a los
espías.
cada una de sus acciones el deseo que tenía de obedecer al Dios verdadero y
someterse a Él. Santiago termina este capítulo recordando lo que ya ha enseñado
anteriormente: la fe que no tiene obras está muerta en sí misma.
Cuando Dios le dio las leyes a Moisés en el Libro de Éxodo y Levítico, hace
una diferencia entre la ley. Éxodo 20 (ustedes lo recuerdan) nos habla de lo que es la
Ley Moral (los cuales son resumidos por Cristo en Mateo 22:36-40), donde se explica
la relación correcta que el hombre debe tener: en primer lugar con Dios
(mandamientos 1-3); en segundo lugar en la adoración hacia Dios (4° mandamiento);
y finalmente en su relación con el hombre (5-10 mandamientos).
Y hay otro tipo de ley, que es la Ley Civil. Esta ley es una aplicación o
cumplimiento de la Ley Moral en la vida de las personas. Santiago ha estado haciendo
referencia a esta ley a medida que avanza en su escritura.
Cuando Santiago llega a la sección de la justificación por las obras (2:14-26) remarca
aún más su deseo de que su audiencia obedezca los mandatos morales de la ley de
Dios. En realidad Santiago está haciendo eco de la enseñanza de Cristo en el Sermón
del Monte.
Podrás escucharla, podrás decir que la entiendes, podrás creer que hay cambios en tu
vida, pero si no se confronta tu pecado, entonces no te sirve de nada escuchar la
Palabra de Dios; significa que tu corazón está tan endurecido como el de Faraón,
quien se negó a obedecer a Dios.