estandarización del gusto y promueve la difusión de una nueva filosofía del gusto que
combina placer y conocimiento. Opera en todos los continentes por la salvaguardia de
las tradiciones gastronómicas regionales, con sus productos, métodos de cultivación y
de cría. El símbolo de Slow Food es el caracol, emblema de la lentitud.
Según el estatuto de Slow Food Italia, los objetivos de la asociación son:
a) otorgar dignidad cultural a las temáticas relacionadas con la comida y la
alimentación;
b) individualizar los productos alimenticios y las modalidades de producción ligados a
un territorio, en una óptica de salvaguardia de la biodiversidad, promoviendo su
categorización y protección en tanto que bienes culturales;
c) elevar la cultura alimentaria de la ciudadanía y, en particular, de las generaciones
más jóvenes, con el objetivo de lograr la plena consciencia del derecho al placer y al
gusto;
d) promover la práctica de una calidad de vida distinta, basada en el respeto al ritmo y
tiempo naturales, al ambiente y la salud de los consumidores, favoreciendo la fruición
de aquellos que representen la máxima expresión cualitativa.
undada por Carlo Petrini en 1986, Slow Food se convirtió en 1989 en una asociación
internacional. Actualmente cuenta con 83.000 inscritos, con sedes – por orden de
nacimiento - en Italia, Alemania, Suiza, Esyados Unidos, Francia, Japón, y adheridos en
122 Países.
Slow Food sostiene la necesidad de la educación del gusto como mejor defensa contra
la calidad mediocre y los fraudes y como vía maestra contra la “macdonaldización” de
nuestras comidas; actúa en por de la salvaguardia de la cocina local, de las producciones
tradicionales, de las especies vegetales y animales en peligro de extinción; fomenta un
nuevo modelo de agricultura, menos intensivo y más limpio, fundado en los
conocimientos y el savoir faire de las comunidades locales, el único capaz de ofrecer
perspectivas de desarrollo incluso a las regiones más pobres del planeta.
Para ello, Slow Food se compromete en la salvaguardia de los alimentos, de las materias
primas, de las técnicas de cultivo y de transformación heredadas por los usos locales
consolidados en el tiempo; en a defensa de la biodiversidad de las especies cultivadas y
salvajes; en la protección de locales gastronómicos y de convivencia que, por su valor
histórico, artístico o social, forman parte del patrimonio de la cultura material.
El enfoque de Slow Food al tratar estos temas es peculiar. La filosofía del movimiento,
fundada en la defensa del placer gastronómico y en la búsqueda de ritmos vitales más
lentos y meditados, parte de consideraciones sobre el valor de la alimentación para
reflexionar sobre la calidad de la vida y llegar al reconocimiento de las identidades, con
el objeto de revalorizar la historia de cada grupo social en una red de intercambios
recíprocos. Al considerar el valor de un alimento, ya se trate de una variedad de fruta o
de un plato típico, no se puede prescindir de la relación de éste con la historia, la cultura
material y el ambiente en el que se originó. Por eso Slow Food defiende la necesidad de
mantener, en la producción agrícola y zootécnica, un equilibrio de respeto y de
intercambio con el ecosistema circundante. Éste es el motivo de que Slow Food haya
sido definido como un movimiento de eco-gastrónomos.
La red Slow Food, formada por más de 83.000 asociados, se subdivide en sedes locales
- llamadas Condotte en Italia y Convivium en el mundo, coordinadas por un Convivium
leader – que se ocupan de organizar cursos, degustaciones, cenas, viajes, de promover a
nivel local las campañas lanzadas por la asociación y de participar en los grandes
eventos organizados por Slow Food a nivel internacional. Están en activo más de 800
Convivium Slow Food en 65 Países, incluidas las 350 Condotte en Italia.
Slow Food es una asociación sin ánimo de lucro. Esto significa que el beneficio de las
ctividades desarrolladas se reinvierte constantemente para la realización de otras
inherentes a los fines establecidos en el acta de constitución de la propia asociación.
Ambas asociaciones tienen como presidente a Carlo Petrini, pero órganos directivos
distintos, elegidos por los delegados de los socios en congreso. El Congreso
Internacional tiene lugar cada 5 años, el italiano cada 4. La Dirección Internacional
cuenta con 8 miembros, entre ellos dos vicepresidentes, Giulio Colomba (SF Italia) y
Alice Waters (SF USA); la Secretaría Nacional de SF Italia, por su parte, cuenta con 12
miembros y el vicepresidente es Roberto Burdese. En Italia existe también la figura del
Secretario Nacional, que actualmente es Silvio Barbero.
El “sistema Slow Food” con sede en Bra, en Via della Mendicità Istruita 14, en sus
distintas articulaciones y con distintos enfoques, emplea a unas 150 personas, mientras
su giro de negocios se aproxima a los 25 millones de euros.
Colombia posee una gran variedad de frutas. Muchas de las consideradas frutas exóticas
son frutos comunes en los bosques y campos colombianos. El clima y la geografía
también favorecen una gran variedad de cultivos, así como una gran variedad de
especies de peces tanto de agua dulce como de mar.