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EL OZONO EN EL AGUA

Desinfección:
El ozono es el mejor desinfectante, de un precio de costo algo más elevado que el cloro y sus compuestos,
pero de una eficacia muy superior que sobrepasa netamente la fase de desinfección.

El ozono tiene un efecto oxidante por adición de un átomo de oxígeno; su acción de ozonolisis le permite
actuar sobre los átomos del doble enlace en proteínas, enzimas, etc. El conjunto hace que actúe sobre los
virus, los sabores, el color y sobre ciertos microcontaminantes.

Normalmente se aplican dosis de 0,5 a 1,5 miligramos de ozono por litro de agua a tratar para garantizar un
residual de 0,1 a 0,4 mg/l que destruya las bacterias en un porcentaje cercano al 99,9%, aunque se necesitan
mayores dosis cuando el agua contiene otras sustancias susceptibles de ser atacadas por el ozono o cuando el
pH es superior a 8. La velocidad de destrucción bacteriana con ozono es muy alta, no siendo necesario un
elevado tiempo de contacto.

Para la desactivación de los virus hace falta un mayor tiempo de contacto, sin embargo el ozono es miles de
veces más fiable y rápido que otros desinfectantes como el cloro o el dióxido de cloro. El tratamiento normal
establece un residual de ozono de 0,4 mg/l tras unos 4 minutos de ozonización continuada para alcanzar un
porcentaje de desactivación viral del 99,9%, aunque a veces se requieren mayores tiempos de contacto.

Las algas suelen aparecer en el agua cruda procedente de ríos o lagos, causando graves problemas de
contaminación en tuberías, conducciones y filtros y provocando la aparición de sabores y olores
desagradables, así como la formación de precursores de trihalometanos (THM). El ozono puede interrumpir
el metabolismo de muchas de estas algas por oxidación de ciertos componentes orgánicos de sus células. Así
pues, una preozonización del agua de consumo previene el crecimiento de algas a lo largo de las
conducciones de una red de distribución.

La acción del ozono sobre los hongos y mohos es similar en cuanto a mecanismo, pero mucho más efectiva
que en el caso de las algas.

Muchas veces, el empleo de cloro en aguas con estas características puede dar lugar a la aparición de malos
sabores debidos a la combinación del mismo con ciertas materias
nitrogenadas para llevar a la formación de tricloruro de nitrógeno (olor a geranio).

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Eliminación de Fe, Mn y otros Compuestos Inorgánicos:
Contrariamente a otros elementos o compuestos, la existencia del hierro y/o manganeso en los sistemas de
distribución no es un problema de salud pública, ya que ambos elementos son necesarios en la nutrición, y su
presencia en el agua potable sólo representa una mínima fracción de los requerimientos del cuerpo.

Las razones por las cuales estos elementos deben ser eliminados de las aguas son las siguientes:

o La precipitación de estos altera la apariencia del agua tornándola de un color marrón-amarillento a


negro.
o El hierro y el manganeso depositados en las conducciones de distribución pueden originar alta
turbiedad al producirse su resuspensión como consecuencia de restablecer el servicio tras un corte en
el suministro de agua para consumo humano.
o Desarrollo de grupos de bacterias cuya única fuente de alimentación es el hierro. Estas bacterias
forman colonias que pueden llegar a reducir la sección útil de las conducciones, originando
problemas en los elementos primarios de medida de caudal.
o Aparición de olores y sabores coincidentes con la finalización del ciclo vital de las bacterias
anteriormente citadas.
o Las aguas que contienen estos metales no son adecuadas para muchos procesos utilizados en la
industria.

A la vista de las recomendaciones de la OMS y las directrices de la CEE podemos concluir que las
concentraciones deben ser:
HIERRO: 0,1 -0,2 mg/l
MANGANESO: 0,05 mg/l

Un tratamiento del agua con ozono tiene las ventajas:


o La oxidación del Fe (+2) y del Mn (+2) se realizará de forma más rápida, sin necesidad de elevar el
pH del agua bruta.
o Dado que el ozono tiene un potencial de oxidación mucho más alto que el mismo oxígeno, parece
lógico pensar que la oxidación de compuestos coordinados del hierro será mucho mayor.
o Además de producir la eliminación de otros metales en disolución como el Cd (+2), el ozono oxida
cianuros, sulfuros y nitritos de forma relativamente sencilla.

REACCIONES DE OZONIZACIÓN DE SUSTANCIAS INORGÁNICAS

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Oxidación de Compuestos Orgánicos:
Como resultado de la descomposición y la polución de efluentes industriales, miles de compuestos orgánicos
diferentes se encuentran presentes en el agua. ya que algunos de ellos producen color, olor y sabor en el agua
potable y otros son mutagénicos, es imprescindible eliminarlos o, al menos, convertirlos en otros compuestos
inocuos. Con el ozono se pueden eliminar gran cantidad de ellos.

Las moléculas orgánicas con dobles enlaces carbono-carbono son fácilmente atacables por ozono. La
reacción produce una rotura de dichas moléculas por el mismo doble enlace. Por otro lado, los compuestos
orgánicos saturado también reaccionan, si bien más lentamente.

El color que toma el agua se forma generalmente por el ácido húmico. Este color deriva de los dobles enlaces
conjugados que tiene dicho compuesto. Tal y como hemos comentado con anterioridad, el ozono rompe
estos enlaces produciendo compuestos saturados sin ningún color. Otros colorantes orgánicos son destruidos
del mismo modo.

En la mayoría de las ocasiones, los olores y sabores de un agua están causados por compuestos orgánicos
formados durante descomposiciones anaeróbicas en aguas de bajo contenido en oxígeno. La ozonización de
estos compuestos los destruye. Otra fuente de sabores son el fenol y el triclorofenol que, a veces, podemos
encontrar en el agua y que también son destruidos por el ozono.

Una de las características más interesantes e importantes del ozono es su capacidad de eliminar sustancias
mutagénicas y carcinogénicas. En los últimos años se han identificado, en aguas potables y superficiales,
numerosas sustancias mutagénicas. Estas
sustancias inducen cambios inherentes en el material genético de las células.

Hay dos fuentes de mutagenicidad en el agua:


1) sustancias mutagénicas ya presentes en el agua bruta y
2) precursores que forman agentes carcinogénicos sólo cuando se añade cloro.

La primera supone un peligro en aumento debido a la contaminación creciente del medio ambiente (vertido
de aguas residuales y emisiones gaseosas contaminantes) que pasa a las fuentes comunes de abastecimiento
de agua potable. Algunas de estas sustancias son el benzopireno y las aflatoxinas.

Como precursores tenemos por ejemplo los ácidos húmico, fúlvico y tánico que se encuentran en aguas
superficiales. Estos compuestos forman los llamados trihalometanos (THM) cuando se clora el agua. Para
evitar esto, estos precursores han de ser eliminados con anterioridad mediante algún oxidante como el ozono.

De hecho, el ozono se emplea sobre todo por esta causa, en las grandes plantas potabilizadoras.

Otros compuestos orgánicos de difícil eliminación son los detergentes. Una cloración o un tratamiento
clásico no tiene efecto alguno sobre la degradación de estas sustancias. Es necesario recurrir a la formación
de espuma, al ozono o al carbón activo.

El ozono descompone en gran parte los detergentes no biodegradables si se utiliza en las dosis necesarias. Se
suele observar una primera fase en la que la cantidad de ozono que debe emplearse varía en forma
logarítmica en función de la reducción de contenido en
detergente.

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Para reducir en un 50% la concentración de detergentes aniónicos no biodegradables es necesario utilizar
dosis que varían entre 1 y 2,5 gramos de ozono por metro cúbico de agua. Una vez alcanzado cierto grado de
eliminación (70 -95%) el detergente residual es inferior a los valores que pueden considerarse excesivos.

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Aplicación Industrial del O3 en Ambiente y Aguas:
La utilización del ozono en los ambientes industriales se puede enfocar desde dos puntos de vista. Uno para
combatir el propio ambiente de la fábrica y otro para desinfectar y purificar los productos que la propia
industria trata y elabora. Por un lado el ozono puede proporcionar una atmósfera de trabajo limpia y libre de
olores
desagradables que puedan molestar al personal que allí trabaja, tanto en las naves de producción como en
oficinas. Por otro lado, y quizás más importante muchas veces, el ozono ayuda a eliminar posibles
contaminantes del producto, tales como bacterias y mohos, cuyos niveles de presencia muchas veces pueden
superar los máximos exigidos por la administración o por empresas extranjeras importadoras de estos
productos.

El ozono también es de gran utilidad para la purificación de efluentes industriales procedentes de diversas
industrias como textiles, papeleras, pinturas, barnices, etc. El empleo de ozono en la oxidación de estas
aguas, que suelen llevar colorantes de diversos tipos, aumenta su biodegradabilidad así como disminuye la
concentración de carbono orgánico total en ellas.

El ozono es un agente muy efectivo en la eliminación de detergentes y pesticidas, de modo que su


aplicación en industrias que produzcan aguas residuales que contengan compuestos de este tipo es muy
provechosa. Así mismo es interesante la oxidación de metales disueltos en agua tales como el cinc, cadmio,
plomo, hierro y manganeso. El ozono provoca dicha oxidación dando lugar a sus hidróxidos
correspondientes, los cuales, posteriormente, pueden ser fácilmente eliminables por sedimentación o
filtración.

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Diversos usos del agua tratada:

I. Reutilización para uso en el inodoro, a través de una red de tuberías y bomba de impulsión que
redirigen este agua ya depurada desde el tanque de almacenamiento hacia el sanitario;
II. Almacenamiento para protección contra incendios, en instalaciones donde la ley así lo exige. La
toma de agua debe estar adaptada para el uso de los bomberos.
III. Lavado de vehículos y calles.
IV. Reutilización recreativa: riego campos de golf, fuentes ornamentales, etc.
V. Riego urbano: zonas verdes, instalaciones deportivas, etc.
VI. Riego agrícola : forraje, fibra, cereales, hortofruticultura
VII. Otros usos

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El Ozono en el Tratamiento de Aguas Potables:
Uno de los campos donde más aplicación ha tenido el ozono hasta ahora se encuentra en el tratamiento del
agua. La potabilización de agua con ozono se utiliza desde hace un siglo. Se pueden contabilizar miles de
instalaciones para dicho fin, siendo los países donde mayor profusión tienen: Francia, Alemania, Holanda y
Suiza. Además existen instalaciones en plena actividad en las más importantes ciudades del mundo: Moscú,
Amsterdam, Montreal, Berlín, Turín, Florencia, Barcelona, Madrid, etc.

Las principales aplicaciones dentro del tratamiento de aguas potables son:

o Inactivación de bacterias y virus.


o Mejora de los caracteres organolépticos del agua.(Eliminación de color, olor y sabor)
o Eliminación de algas.
o Oxidación de materia orgánica tal como detergentes, fenoles, pesticidas, etc.
o Oxidación de hierro y manganeso convirtiéndolos en hidratos fácilmente eliminables por filtración o
decantación.
o Oxidación de cianuros.
o Eliminación de amoniaco y nitritos.
o Eliminación de sólidos en suspensión.
o Mejora de la coagulación-floculación del agua.
o Preparación del C.A.G. para eliminación biológica del amoniaco y sustancias orgánicas disueltas.

La concepción ingenieril del proceso químico en el tratamiento de la contaminación por compuestos


químicos y microorganismos se basa en la disposición óptima de equipos para la consecución del objetivo
del proceso, es decir, el máximo aprovechamiento de la materia prima, el agua prima extraída del acuífero.

El dimensionado general de una planta de captación, tratamiento y/o envasado del agua se basa en la
resolución de unos modelos matemáticos que lo configuran a partir de aproximaciones matemáticas para dar
soluciones numéricas viables al modelo.

Una instalación de ozonización consta esencialmente de un sistema de preparación del aire, formado por un
compresor y un secador, un generador de ozono y un sistema de contacto entre el ozono gaseoso y el agua.

El secador está basado en una adsorción física mediante un compuesto con propiedades deshidratantes como
por ejemplo gel de sílice o alúmina activa.

El generador de ozono produce dicho gas a partir del oxígeno contenido en el aire, el cual debe estar filtrado,
libre de impurezas y secado en mayor o menor grado según los casos. El aire pasa por una cámara donde se
produce una diferencia de potencial adecuada alimentada por transformadores de alta tensión, con lo que se
consigue que el oxígeno contenido en el aire se transforme en ozono.

El sistema de contacto entre el agua y el ozono está diseñado teniendo en cuenta la difusión y el tipo de
difusor a instalar. El agua a tratar se hace circular en contracorriente con las burbujas ascendentes de aire
ozonizado en el interior de varios depósitos, los cuales están conectados normalmente por tuberías y
disponen de un difusor cerámico, el cual difunde el ozono en el agua. Este sistema permite una optimización
del proceso de difusión muy elevada, de modo que para conseguir además una adecuada transferencia del
ozono en el agua sólo basta con regular el caudal de trabajo.

De este modo conseguiremos que en las unidades de contacto se produzca una oxidación química de
compuestos tales como nitritos, amoniaco, cianuros, hierro, manganeso, etc., así como una desinfección
microbiológica.

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Un aspecto interesante de la aplicación del ozono en el agua es su importancia en el control de los
trihalometanos (THM), llamados así los compuestos organohalogenados que se forman mediante la
interacción del cloro y determinados compuestos denominados "precursores" (ácidos fúlvico, húmico y
tánico).

Cloro + Precursores - THM + Compuestos halogenados


Se ha podido comprobar el carácter cancerígeno de estos compuestos por lo que, en aquellas aguas con una
determinada contaminación y con una posible existencia de precursores se recomienda sustituir la habitual
pre-cloración o cloración de las aguas.

Los trihalometanos, una vez formados, son difícilmente eliminables, por lo que se recomienda el uso de
ozono para oxidar los precursores sustituyendo así al cloro para evitar en lo posible la formación de dichos
compuestos.

Como conclusión diremos que el ozono es ideal para el tratamiento de aguas en plantas potabilizadoras,
piscinas y en definitiva en todo tipo de aguas de consumo, ya que no está influenciado por el pH, enriquece
el agua con oxígeno y confiere una mejora organoléptica a la misma, no presentando en ningún momento
problemas de sobrecarga por cuanto éste se transforma en oxígeno.

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