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Capítulo I

DE LA DECISIÓN RECURRIDA

Mediante la presente se recurre de la decisión de fecha xx de XX de xx,


emitida por el tribunal XXX, presidido por el Tribunal xxxx, mediante el cual
resuelve Sin Lugar…

Capítulo III
ANTECEDENTES

Capítulo IV
DE LAS DENUNCIA HECHAS DURANTE LA AUDIENCIA PRELIMINAR

Durante la audiencia preliminar, previo presentación de escrito de


defensa, se incoaron las siguientes defensas:

3.1. Del desistimiento tácito:

xxx

3.2. De La Nulidad de la Investigación y sus Actos


Subsiguientes:

XXXXX

3.3. De La Nulidad de la Acusación por Violación del Derecho a


la Defensa por la NO realización de diligencias solicitadas por
el imputado y que son de trascendental importancia para la
investigación:

xxxxxxxx

3.4. DE LAS EXCEPCIONES DE FASE INTERMEDIA

xxxx

3.4.1. Falta de los requisitos formales para intentar la


acción propuesta

xxx

3.5. OPOSICIÓN A LOS MEDIOS DE PRUEBA PRESENTADOS POR EL


MINISTERIO PÚBLICO
Igualmente y a tenor de lo dispuesto en el Numeral 9 del Artículo 330 del
Código Orgánico Procesal Penal, correspondía a la recurrida decidir sobre la
legalidad, licitud, pertinencia y necesidad de la prueba ofrecida para el juicio
oral, en este orden de ideas señalé lo siguiente:

La vindicta pública promovió, xxx

Por esta razón, denuncié la impertinencia de estas las pruebas, y pedí en


consecuencia que se declare inadmisible estos medios de prueba. El tribunal de
instancia, nada dijo al respecto incurriendo en Inmotivación.

Capítulo V
PRIMERA DENUNCIA
ERROR IN PROCEDENDO

INMOTIVACIÓN DEL AUTO DE SOBRESEIMIENTO

Uno de los errores más palmarios que sobresale del auto impugnado es
que, a pesar de la cantidad de folios que ocupa el jurisdicente para decidir,
incurre en la mala praxis de inmotivación del auto.

Obsérvese, ciudadanos magistrados que el recurrido incurre en las


siguientes omisiones:

a) No se pronuncia respecto a solicitud de declaratoria de


desistimiento tácito. Al amparo del artículo 297.2 del Código
Orgánico Procesal Penal, por haber sido propuesta
extemporáneamente, por abogados con poder insuficiente, y
haber planteado simultáneamente adhesión a la acusación y
acusación particular propia, esta representación profesional
denunció la extemporaneidad y en consecuencia se declare el
desistimiento tácito. De esta denuncia nada dijo el jurisdicente
recurrido.

b) Resuelve pero inmotivadamente las excepciones opuestas.


No hace una exegesis de las causas que la hacen improcedentes,
de que manera infracciones a las garantías y derechos
constitucionales no fueron cometidas, solo se limita a declararlas
con lugar sin argumentar las razones de la improcedencia.

c) No se pronuncia respecto a la nulidad planteada: esta


representación profesional, presentó nulidad planteada por la
detención ordenada por la Fiscal XXXX Norma Moreno. Tal y como
se desprende del acta policial de la detención, la precitada
representante del Ministerio Público, esta ordenó la privación de
libertad de nuestras representadas. Esta denuncia y su sucedánea
nulidad, no fue considerada de ninguna manera por el Juez en su
motiva.

d) No resuelve la oposición hecha por esta representación


profesional a las pruebas presentadas por el Ministerio
Público. Simplemente se limita a señalar que son pertinentes y
necesarias, sin pronunciarse expresamente de la solicitud ni de la
forma en la que la impertinencia delatada es improcedente,
incurriendo en una de las especies de inmotivación que
denominada Silencio de Prueba. No especifíca cual es la
pertinencia y necesidad de las pruebas.

e) Ratifica la medida de aseguramiento sobre las cuentas


XXXX, sin que mediara la solicitud del Ministerio Público.

f) Fundamentos de derecho que hacen procedente la


denuncia por inmotivación:

En tal sentido, El Código Orgánico Procesal Penal, dispone lo siguiente:

Artículo 173. Clasificación. Las decisiones


del tribunal serán emitidas mediante
sentencia o auto fundado, bajo pena de
nulidad, salvo los autos de mera
sustanciación.
Se dictará sentencia para absolver,
condenar o sobreseer.
Se dictarán autos para resolver sobre
cualquier incidente.

Artículo 330. Decisión. Finalizada la


audiencia el juez resolverá, en presencia de
las partes, sobre las cuestiones siguientes,
según corresponda:

1. En caso de existir un defecto de forma


en la acusación de él o la fiscal o del
querellante, estos podrán subsanarlo de
inmediato o en la misma audiencia,
pudiendo solicitar que ésta se suspenda, en
caso necesario, para continuarla dentro del
menor lapso posible;
2. Admitir, total o parcialmente, la
acusación del Ministerio Público o del
querellante y ordenar la apertura a juicio,
pudiendo el Juez atribuirle a los hechos una
calificación jurídica provisional distinta a la
de la acusación fiscal o de la víctima;
3. Dictar el sobreseimiento, si considera
que concurren algunas de las causales
establecidas en la ley;
4. Resolver las excepciones opuestas;
5. Decidir acerca de medidas cautelares;
6. Sentenciar conforme al procedimiento
por admisión de los hechos;
7. Aprobar los acuerdos reparatorios;
8. Acordar la suspensión condicional del
proceso;
9. Decidir sobre la legalidad, licitud,
pertinencia y necesidad de la prueba
ofrecida para el juicio oral.

Asimismo, sobre el aspecto de la motivación de la sentencia también la


Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha establecido algunos
lineamientos y ha señalado claramente que:

…(…omisiss…)…
en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela se prevé un conjunto de garantías procesales
que sintetizan lo que constituye el debido proceso en un
Estado de Derecho y de Justicia. Dentro de esas garantías
procesales se encuentra la referida a la tutela judicial
efectiva consagrada en el artículo 26 de la Constitución, la
cual tiene un contenido complejo, que se manifiesta, entre
otros, en el derecho a obtener una sentencia fundada en
Derecho que ponga fin al proceso. Este contenido del
derecho a la tutela judicial efectiva, se compone de dos
(2) exigencias: 1) que las sentencias sean motivadas, y 2)
que sean congruentes. De manera que una sentencia
inmotivada no puede considerarse fundada en derecho,
siendo lesiva del artículo 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. (vid. Sentencia del 16
de octubre de 2001, caso: Luisa Elena Belisario de Osorio).
Igualmente, esta Sala ha señalado que el artículo 49 de la
Carta Magna no dice expresamente, pero forma parte de
su esencia, que todo fallo debe ser motivado, para que las
partes conozcan los fundamentos en que fueron resueltas
sus pretensiones, ya sea la petición de condena o
absolución en el proceso penal, o bien la declaratoria con
lugar o sin lugar de la demanda en los distintos procesos,
en el que se incluye el procedimiento de amparo. Por
tanto, sólo así puede calificarse el error judicial a que se
refiere el numeral 8 del citado artículo 49, o puede tener
lugar el acto de juzgamiento, el cual corresponde a los
jueces, según el numeral 4 del mismo artículo, o puede
determinarse si a la persona se le sanciona por actos u
omisiones, como lo establece el numeral 6, por lo que
todo acto de juzgamiento debe contener una motivación,
que es la que caracteriza el juzgar. Además, “[e]s la falta
de motivación de la sentencia, en criterio de esta Sala, un
vicio que afecta el orden público, ya que todo el sistema
de responsabilidad civil de los jueces no podría aplicarse y
la cosa juzgada no se conocería como se obtuvo, y
principios rectores como el de congruencia y de la defensa
se minimizarían, por lo cual surgiría un caos social” (vid.
sentencia del 24 de marzo de 2000, caso: José Gustavo Di
Mase Urbaneja y otro). Es por ello, que surge una
exigencia para que los jueces expongan o expliquen con
suficiente claridad, las razones o motivos que sirven de
sustento a la decisión judicial, y que no pueden ser
obviadas en ningún caso, por cuanto constituyen para las
partes garantía de que se ha decidido con sujeción a la
verdad procesal, la cual en el proceso penal debe
acercarse a la “verdad de los hechos”, como lo dispone el
artículo 13 del Código Orgánico Procesal Penal. Esa
obligación del Juez de tomar en cuenta todo lo
alegado y probado en autos y de analizar el
contenido de los alegatos de las partes así como de
las pruebas, para explicar, en consecuencia, las
razones por las cuales las aprecia o desestima, se
materializa a través de una sentencia, o bien de un
auto, y así el Estado Venezolano cumple con su labor de
impartir justicia, en la resolución de conflictos jurídicos. Así
las cosas, esa exigencia del Juez de motivar la sentencia,
que está plasmada igualmente en los distintos sistemas
procesales venezolanos, no es una garantía para una sola
de las partes, sino que le corresponde a todas las partes
involucradas en el proceso, correspondiéndole entonces
tanto al imputado, a la víctima y al Ministerio Público, que
tiene la misma posición, delineada por la objetividad en
los términos planteados en el artículo 281 del Código
Orgánico Procesal Penal, de sujeto agente y no
exactamente de tercero de buena fe, en razón de que
ejercita la acción penal en interés del Estado. Razón por la
cual, el imputado tiene derecho de conocer los motivos
por los cuales fue absuelto o condenado, (Sentencia de
fecha 12 de agosto de 2002 con ponencia del Magistrado
Antonio García García. Exp. Nro. 02-0504) (el formato es
propio de la defesa técnica)

De igual forma, en Jurisprudencia de fecha más reciente, la Sala de


Casación Penal ha mantenido el criterio relacionado con la motivación de la
sentencia y ha expresado que “….En sentencia de fecha 11 de febrero de 2003
el TSJ estableció:

…(…omisiss…)…
que la inmotivación del fallo, constituye un vicio “…..que
se traduce en la violación del derecho que tiene todo
imputado de saber por qué se le condena o se le absuelve,
mediante una explicación razonada que debe constar en
la sentencia. En este sentido cabe destacar, que si bien es
cierto, los jueces apreciarán las pruebas según su íntima
convicción, basada en las reglas de la lógica, los
conocimientos científicos y las máximas de experiencia,
ello no los exonera de la obligación de expresar en forma
razonada los motivos que lo llevaron a la providencia
judicial. El sentenciador, como se ha dicho, no estableció
las razones de hecho de su determinación judicial y con
ello, dejó de precisar los elementos objetivos y subjetivos
del hecho punible. La motivación, propia de la función
judicial, tiene como norte la interdicción de la
arbitrariedad, permite constatar los razonamientos del
sentenciador, necesarios para que el acusado y las demás
partes, conozcan las razones que le asistan,
indispensables para poder ejercer con propiedad los
recursos y, en fin, para poder determinar la fidelidad del
juez con la ley. Por consiguiente, tiende a la incolumidad
de principios fundamentales como el derecho a la defensa,
a una sentencia justa e imparcial y a los principios de la
tutela judicial efectiva (artículo 49, de la Constitución)
(Ponencia del magistrado Rafael Pérez Perdomo. Exp. Nro.
C-2002-0304).

Ha señalado Arquímedes González Fernández en su obra “Código


Orgánico Procesal Penal con Práctica Forense” que “….el hecho mismo de
que el juicio sea oral…requiere una forma muy elaborada de decisión
que recoja con fidelidad el hecho justiciable, tal y como haya sido
probado en el debate oral y público, la calificación que se le confiera,
así como la decisión absolutoria o condenatoria que a juicio del
tribunal proceda….”.

Igualmente el Dr. Carlos Moreno Brant, en su “Manual Teórico-Práctico: El


Proceso Penal Venezolano”, señaló que “….la motivación del fallo consiste
en la expresión de las razones de hecho y de derecho en que haya de
fundarse la sentencia, según el resultado que suministre el proceso y
las disposiciones legales sustantivas y procesales aplicables al
respectivo caso…”.

Importa esto, y por muchas razones, porque la sensación de que


realmente se administró justicia, así esta le desfavorezca en determinada litis a
uno u otro justiciable, sólo queda cuando se obtiene una decisión motivada que
haga lustre de un razonamiento que hace las consideraciones que la ley le
ordena en su motiva.

Esta especie de la inmotivación de la sentencia es que la que la doctrina


universal ha definido como Incongruencia del fallo. El procesalista español
Jaime Guasp, define el término congruencia como:
…(…omisiss…)…
la conformidad que debe existir entre la sentencia y
la pretensión o pretensiones que constituyen el objeto del
proceso, mas la oposición u oposiciones en cuanto
delimitan este objeto. Es pues, una relación entre dos
términos, uno de los cuales es la sentencia misma...1
…(…omisiss…)…

No hacerlo contraviene el “principio de la exhaustividad de la


sentencia”, en este caso del auto, que obliga a los jueces a examinar y resolver
todos y cada uno de los alegatos que las partes hayan sometido a su
consideración. La violación de este mandato anula la sentencia por haber
incurrido en el vicio de incongruencia.

La congruencia es la acertada relación entre las pretensiones de las


partes y lo resuelto por el juez. Para que esa relación sea realmente acertada,
es preciso que lo resuelto sea consecuencia de los alegatos y pruebas de las
partes y que no se rebasen ni mengüen los elementos de las peticiones. La falta
de congruencia puede tener carácter positivo si la decisión otorga más de lo
pedido por el actor o de lo resistido por la demandada, -ultrapetita-; o resuelve
asunto extraño al thema decidendum, extrapetita. También puede tener
naturaleza negativa, si deja de fallar sobre materia debatida, -citrapetita-. Del
concepto de con gruen cia emergen dos reglas qu e son :

a) Decidir sólo lo alegado y


b) Decidir sobre todo lo alegado.

Con fundamento en la determinación del problema judicial que debe


hacerse en la sentencia y el auto, podrá verificarse la llamada incongruencia del
fallo, que aplicada a las dos reglas antes expuestas da lugar a la incongruencia
positiva o ultrapetita, cuando el juez extiende su decisión mas allá de los límites
del problema judicial que le fue sometido a su consideración; o la incongruencia
negativa o Citrapetita, cuando el juez omite el debido pronunciamiento sobre
alguno de los términos del problema judicial; también es importante destacar lo
que Guasp llama incongruencia mixta, que es la combinación de las dos
anteriores, que se produce cuando el juez extiende su decisión sobre cuestiones
que no le fueron planteados en el proceso (ne eat iudex extra petita partium). 2

1
GUASP, J ai me. Derecho Procesal Civil. Tomo I. IV edición. Editorial Civitas.
Año:1998 pág. 483
2
Guasp, Jaime. Obra Citada, pág. 484
Es por esta razón, que pedimos la nulidad del recurrido fallo, por
violatorio del derecho del debido proceso e infracción de los artículos 173 y 330
del Código Orgánico Procesal Penal se reponga la causa a estado de que se
resuelva motivadamente por otro juez de igual jerarquía.

Capítulo VI
SEGUNDA DENUNCIA
ERROR IN PROCEDENDO

VIOLACIÓN DE LA GARANTÍA CONSTITUCIONAL DE LA TUTELA JUDICIAL


EFECTIVA

Además de la inmotivación que acompaña la impugnada sentencia, el


Tribunal se subroga en la vulneración de los derechos a la tutela judicial
efectiva, igualdad procesal y oportuna respuesta y adecuada respuesta
cometida por el Ministerio Público, de no pronunciarse de las diligencias
solicitadas tal y como se deja ver en Sentencia de la Sala Constitucional que
textualmente reza:
…(…omissis…)…
Ahora bien, a juicio de esta Sala la omisión por parte del
Juzgado Segundo de Control del Circuito Judicial Penal del
Estado Sucre y del Fiscal del Ministerio Público de
pronunciarse sobre las diligencias solicitadas por la
defensa técnica de los imputados vulneró el derecho a la
tutela judicial efectiva y a la oportuna respuesta de los
hoy accionantes, y así se decide.
(Sent. N° 2022 de fecha 25-07-2005. Sala Constitucional.
Ponente. Dr. Marco Tulio Dugarte).

Del extracto, queda claro que el Tribunal de Control, en ejercicio de la


función de tutela judicial efectiva no debió permitir que este proceso llegara a
etapas posteriores, por estar aún lacerante la lesión al derecho a la defensa y a
la igualdad procesal que le asiste a mis defendidas. El legislador ha sido claro al
establecer lo siguiente:

Artículo 190. Principio. No podrán ser apreciados para


fundar una decisión judicial, ni utilizados como
presupuestos de ella, los actos cumplidos en
contravención o con inobservancia de las formas y
condiciones previstas en este Código, la Constitución de la
República, las leyes, tratados, convenios y acuerdos
internacionales suscritos por la República, salvo que el
defecto haya sido subsanado o convalidado.

Artículo 191. Nulidades absolutas. Serán consideradas


nulidades absolutas aquellas concernientes a la
intervención, asistencia y representación del imputado, en
los casos y formas que este Código establezca, o las que
impliquen inobservancia o violación de derechos y
garantías fundamentales previstos en este Código, la
Constitución de la República, las leyes y los tratados,
convenios o acuerdos internacionales suscritos por la
República.

En este sentido la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


establece:

Artículo 26. Toda persona tiene derecho de acceso a los


órganos de administración de justicia para hacer valer sus
derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la
tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la
decisión correspondiente. El Estado garantiza una justicia
gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,
autónoma, independiente, responsable, equitativa y
expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o
reposiciones inútiles.

En este mismo orden de ideas, el artículo 257 de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela preceptúa:

Artículo 257 El proceso constituye un instrumento


fundamental para la realización de la justicia. Las leyes
procesales establecerán la simplificación, uniformidad y
eficacia de los trámites y adoptarán un procedimiento
breve, oral y público. No se sacrificará la justicia por la
omisión de formalidades no esenciales.

En relación a lo que comprende el derecho a la tutela judicial efectiva, el


Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia realizada por el Magistrado Jesús E.
Cabrera Romero, en el Exp. Nº 01-1114, decisión. Nº 1745, estableció lo
siguiente:

…(…omissis…)…
Por su parte, el artículo 26 de la Constitución que junto
con el artículo 257 eiusdem han sido denunciado
infringidos; establece el primero de ellos lo que se ha
llamado el derecho a la tutela judicial efectiva que
comprende el derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia, el derecho a obtener una
decisión en derecho y el derecho que esa decisión sea
efectiva. Asimismo garantiza dicho artículo la gratuidad,
imparcialidad, idoneidad, transparencia, autonomía,
independencia, responsabilidad y celeridad en la
administración de justicia, así como que dicha función
debe ser equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas ni
formalismos o reposiciones inútiles. El referido artículo
257 establece la instrumentalidad del proceso como
medio de actualización de la justicia y define sus
características esenciales indicando que éste debe ser
determinado por la Ley. No comprenden el derecho a la
tutela judicial efectiva ni el derecho al debido proceso, el
de que la decisión resultante de un proceso sea aquella
querida o que beneficie al titular de dichos derechos, sino
que dicha decisión sea obtenida dentro del proceso
legalmente establecido, desarrollado sin infracción de
los particulares derechos a que se refiere el artículo
49 de la Constitución y con las características de
celeridad, ausencia de formalidades no esenciales y otras
contempladas en los artículos 26 y 257 eiusdem. (Las
negrillas son propias de la defensa técnica)
…(…omissis…)…

Asimismo el Tribunal Supremo de Justicia, con Ponencia del Magistrado


Jesús E. Cabrera Romero, en el Exp. Nº 00-2794, decisión. Nº 576 ha
mencionado en relación a la definición de tutela judicial efectiva lo siguiente:

…(…omissis…)…

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,


en su artículo 26 consagra la Garantía Jurisdiccional,
también llamada el derecho a la tutela judicial efectiva,
que ha sido definido como aquél, atribuido a toda persona,
de acceder a los órganos de administración de justicia
para que sus pretensiones sean tramitadas mediante un
proceso, que ofrezca unas mínimas garantías, todo lo cual
sólo es posible cuando se cumplen en él los principios
establecidos en la Constitución. Es, pues, la Garantía
Jurisdiccional, el derecho de acceso a la justicia mediante
un proceso dirigido por un órgano, también preestablecido
para ello por el Estado, para conseguir una decisión
dictada conforme el derecho mediante la utilización de las
vías procesales prescritas para el fin específico
perseguido, en el entendido que dicho derecho en manera
alguna comprende que la decisión sea la solicitada por el
actor o favorezca su pretensión, ni que en el curso del
mismo se observen todos los trámites e incidencias
que el actor considere favorables a él. El derecho a la
tutela judicial efectiva comprende, asimismo, el derecho a
la ejecutoriedad de la sentencia obtenida en derecho.
Ahora bien, dicha garantía implica, para los administrados,
la obligación de someter la tramitación de sus
pretensiones a los órganos jurisdiccionales establecidos
por el (Las negrillas son propias de la defensa técnica)

…(…omissis…)…
Todo lo anteriormente expuesto afecta de nulidad el acto jurisdiccional
impugnado y en consecuencia es menester que así sea declarado, como
efectivamente solicitamos a este honorable tribunal de alzada.

Capítulo VII
TERCERA DENUNCIA
ERROR IN PROCEDENDO

VIOLACIÓN DEL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE IGUALDAD PROCESAL

Uno de los hechos que se hace patente del acta de la audiencia


celebrada en fecha XXXXX, es que no hubo un balance en el ejercicio del
derecho a la defensa de las partes, en tanto los representantes del Ministerio
Público y de la Víctima, tuvieron sus respectivas oportunidades de exponer sus
acusaciones y luego replicar las defensas y excepciones opuestas por esta
representación profesional, en tanto este patrocinio técnico no tuvo oportunidad
de contra replicar los dicho por los acusadores, aún cuando expresamente se
solicitó al Tribunal el ejercicio de este derecho. Esto lógicamente, es un
desbalance entre las oportunidades de exponer los alegatos y defensas.

Esto representa una grosera y directa infracción al derecho a la defensa e


igualdad procesal dispuesto artículo 12 del Código Orgánico Procesal Penal, al
derecho de igualdad ante la Ley previsto en el artículo 21 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, igualmente es una vulneración del
Derecho Constitucional de acceso a una justicia equitativa prevista en el
dispositivo 26 Constitucional.

El derecho a la igualdad procesal, significa que las dos partes,


constituidas por el demandante y el demandado o el acusador y el acusado
dispongan de las mismas oportunidades para formular cargos y descargos y
ejercer los derechos tendientes a demostrarlos. Ha dicho la doctrina que esto
constituye un principio dentro del proceso, que establece el igual trato e iguales
oportunidades en cuanto a derechos y obligaciones en la tramitación de los
juicios de acuerdo a la posición que ocupe la parte, bien sea como actor o como
demandado, y las aptitudes adoptadas en el procedimiento.

La igualdad procesal, tiene por base el principio constitucional de la


igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley (Art. 21 CRBV). Este principio
consiste en que, salvo excepciones establecidas en la Ley, toda petición o
pretensión formulada por una de las partes en el proceso, debe ser comunicada
a la parte contraria para que ésta pueda prestar su consentimiento o formular
su oposición; para lo cual una vez comunicada la existencia de la demanda, se
le otorga al demandado un plazo para comparecer y defenderse, cuya
comunicación debe hacerse con las formas requeridas en la Ley, so pena de
nulidad; todo quebrantamiento en las formas de emplazamiento entraña el
riesgo de que el demandado no haya sido efectivamente citado en el juicio.

Según Cuenca, se viola la igualdad procesal cuando se establecen


preferencias y desigualdades, se acuerdan facultades, medios o recursos no
establecidos por la Ley, o se niegan los permitidos en ella, o si el juez no provee
sobre las peticiones en tiempo hábil en perjuicio de una parte, se niega o
silencia una prueba o se resiste a verificar su evacuación, en general, cuando el
juez menoscaba o excede sus poderes de manera que rompe el equilibrio
procesal con perjuicio de un litigante.

En este sentido ha precisado la Sala Constitucional del Máximo Tribunal


de la República lo siguiente:

…(…omissis…)…

Respecto a la interpretación que debe dársele a la norma


transcrita, la Sala ha expresado en reiteradas
oportunidades que el derecho a la igualdad implica
brindar el mismo trato a todas las persona que se
encuentran en idénticas o semejantes condiciones, por lo
que aquellos que no se encuentran bajo tales supuestos
podrían ser sometidos a un trato distinto, lo que hace
posible que haya diferenciaciones legítimas, sin que tal
circunstancia signifique alguna discriminación o
vulneración del derecho a la igualdad (vid., entre otras,
sentencia de esta Sala N° 972/06).

Ese derecho a la igualdad, debe ser garantizado por los


Jueces y Juezas en todo iter procesal, toda vez que el
artículo 334 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela establece la obligación de los funcionarios
encargados de impartir justicia, dentro del ámbito de su
competencia y conforme a lo previsto en la Carta Magna,
de asegurar la integridad del Texto Fundamental. (Las
negrillas son propias de la defensa técnica)

(Sentencia Nº 366, Sala Constitucional del Tribunal


Supremo de Justicia, fecha 1º de Marzo del año 2007)

Así el derecho, ante la evidente desigualdad procesal y al amparo del


Artículo 190 y 191 del Código Orgánico Procesal Penal, no queda más que
delatar la nulidad absoluta de la recurrida sentencia y así esta defensa técnica
lo pide muy respetuosamente se declare.
Capítulo VIII
CUARTA DENUNCIA
ERROR IN IUDICANDO

DESACATO

Por si fuera poco los vicios que afectan de nulidad la recurrida,


denunciamos que la misma es un desacato directo y flagrante. En
fecha XXXXXXXXX, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del XXXXX, dictó la siguiente sentencia:

…(…omissis…)…

Por las razones antes expuestas, esta Sala xxx


decreta XXX

…(…omissis…)…

Por otra parte en fecha XXX, con ocasión interpuesta por esta
representación profesional en fecha XXX, por xxx la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del XXXXX, dictó la siguiente
sentencia:

…(…omissis…)…

Por las razones antes expuestas, esta Sala xxx


decreta XXX

…(…omissis…)…

De la cita, se hace claramente inteligible que el a quo, acá


recurrido desacata flagrantemente, lo dispuesto por el Tribunal a
quem de dos formas:

1. Decretando XXXX,
2. Decretando XXX

Esto contraviene el artículo 5 del Código Orgánico Procesal que


textualmente reza:

Artículo 5º. Autoridad del juez. Los jueces


cumplirán y harán cumplir las sentencias y autos
dictados en ejercicio de sus atribuciones legales.

Para el mejor cumplimiento de las funciones de los


jueces y tribunales, las demás autoridades de la
República están obligadas a prestarles la
colaboración que les requieran.

En caso de desacato, el juez tomará las medidas y


acciones que considere necesarias, conforme a la
ley, para hacer respetar y cumplir sus decisiones,
respetando el debido proceso. (El formato es
propio de esta defensa técnica)

En este orden de ideas, esto también representa una infracción


directa y flagrante a la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que textualmente reza:

Artículo 253. La potestad de administrar justicia


emana de los ciudadanos o ciudadanas y se
imparte en nombre de la República por autoridad
de la ley.

Corresponde a los órganos del Poder Judicial


conocer de las causas y asuntos de su
competencia mediante los procedimientos que
determinen las leyes, y ejecutar o hacer ejecutar
sus sentencias…

Con referencia a lo anterior, Sergio Alfaro define sentencia


como: “…Acto judicial que resuelve heterocompositivamente el litigio
ya procesado, mediante la aceptación que el juez hace de alguna de
las encontradas posiciones mantenidas por los antagonistas luego de
evaluar los medios confirmatorios de las afirmaciones efectuadas por
el actor y de la aplicación particularizada al caso de una norma
jurídica que preexiste en abstracto, con carácter general…”,3 y como
bien explica Kelsen en su obra Teoría Pura del Derecho, es una norma
de efecto individual.

Por tanto, por tratarse de una norma, es de obligatorio


cumplimiento para las partes y para el juez de a quo, cuando la
alzada dispone una conducta de hacer para estos, como es el caso de
marras, donde la Corte de Apelaciones ordena XXXXX.

Lógicamente, esto atenta con la garantía de la tutela judicial


efectiva, consagrado en el Artículo 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela que textualmente reza:

Artículo 26. Toda persona tiene derecho de


acceso a los órganos de administración de justicia
para hacer valer sus derechos e intereses, incluso
los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los
mismos y a obtener con prontitud la decisión
correspondiente.

El Estado garantizará una justicia gratuita,


accesible, imparcial, idónea, transparente,
autónoma, independiente, responsable, equitativa
y expedita, sin dilaciones indebidas, sin
formalismos o reposiciones inútiles.

Pero por sobre todo, representa una infracción directa al deber


de acatamiento de las leyes, consagrado en el Artículo 131 del texto
constitucional que textualmente reza:

Artículo 131. Toda persona tiene el deber de


cumplir y acatar esta Constitución, las leyes y los
demás actos que en ejercicio de sus funciones
dicten los órganos del Poder Público.

Por otra parte, no sólo es un desacato sino que además, está


fuera de la esfera de su competencia, pues no le está dado al Tribunal
Primera Instancia Penal dejar sin efecto o revisar las decisiones
tomadas por los asuntos decididos por la Corte de Apelaciones sobre
3
Sergio Alfaro, Sentencia judicial, (http://es.wikipedia.org/wiki/Sentencia)
asuntos decididos por esta, ya que esto sólo se puede hacer mediante
Recurso Extraordinario de Casación, y la competencia para conocer
de los Recursos de Casación corresponde a la Sala de Casación Penal
del Tribunal Supremo de Justicia, según lo establece el artículo 5
numeral 39 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia en
concordancia al primer aparte ejusdem. También pueden ser
revisadas, revocadas o anuladas excepcionalmente mediantes otros
recursos extraordinarios como el de amparo constitucional, pero en
todo caso corresponde al Tribunal Supremo de Justicia, o al mismo
tribunal de alzada si se tratare de autos de mero trámite, pero en
ningún caso a un Tribunal de Primera Instancia. Por esto, es que el
acto del Tribunal recurrido resulta ineficaz y nulo, de conformidad al
Artículo 138 Constitucional.

Atendiendo a todo esto, resultan claras las razones por las


cuales el Juez a quo estaba llamado a resolver en los límites en que le
ordenaba la Corte de Apelaciones, y por lo que esta defensa técnica
denuncia que el recurrido Juez actuó fuera de su competencia,
desacatando la decisión de la Corte de Apelaciones: al xxxx, y en
consecuencia es menester que la misma sea decretada nula, de
conformidad a los Artículos 190 y 191 del Código Orgánico Procesal
Penal, y así esta defensa técnica lo pide muy respetuosamente se
pronuncie ese honorable tribunal de alzada.

Capítulo X
QUINTA DENUNCIA
ERROR IN IUDICANDO

VIOLACIÓN DEL PRINCIPIO DE INMUTABILIDAD DE LA


SENTENCIA Y LA COSA JUZGADA

El legislador a través del Código Orgánico Procesal Penal ha


dispuesto lo siguiente:

Artículo 176. Prohibición de reforma.


Excepción. Después de dictada una sentencia o
auto, la decisión no podrá ser revocada ni
reformada por el tribunal que la haya pronunciado,
salvo que sea admisible el recurso de revocación.

Artículo 178. Decisión firme. Las decisiones


judiciales quedarán firmes y ejecutoriadas sin
necesidad de declaración alguna, cuando no
procedan o se hayan agotado los recursos en su
contra.

Contra la sentencia firme sólo procede la revisión,


conforme a este Código.

Por otra parte, también la Ley Adjetiva Civil vigente ha


dispuesto lo siguiente:

Artículo 252.- Después de pronunciada la


sentencia definitiva o la interlocutoria sujeta a
apelación, no podrá revocarla ni reformarla el
Tribunal que la haya pronunciado.

Artículo 272.- Ningún Juez podrá volver a decidir


la controversia ya decidida por una sentencia, a
menos que haya recurso contra ella o que la ley
expresamente lo permita.

Queda meridianamente claro que el legislador venezolano, en


atención a la los principios procesales universales, ha instituido la
garantía de la cosa juzgada, que puede definirse, siguiendo a
Liebman, como "la inmutabilidad del mandato que nace de una
sentencia". La concepción de la cosa juzgada como inmutabilidad de
la sentencia, es una adquisición importante de la ciencia italiana para
la teoría de la cosa juzgada, por la novedad que implica frente a la
doctrina tradicional y por la riqueza de consecuencias que tienen
varios aspectos doctrinales controvertidos de la teoría de la cosa
juzgada; y ha dado origen a una polémica muy esclarecedora entre su
autor y Carnelutti, cuyo balance ha precisado los puntos de acuerdo y
de disidencia entre estos dos maestros de la ciencia procesal.

La cosa juzgada es una institución jurídica que tiene por objeto


fundamental garantizar el estado de derecho y la paz social, y su
autoridad es una manifestación evidente del poder del estado cuando
se concreta en ella la jurisdicción.

La eficacia de la autoridad de la cosa Juzgada, según lo ha


establecido el Máximo Tribunal, en Sala de Casación Civil, en
sentencia de fecha 21 de febrero de 1990, se traduce en tres
aspectos: a) inimpugnabilidad, según la cual la sentencia con
autoridad de cosa juzgada no puede ser revisada por ningún juez
cuando ya se hayan agotado todos los recursos que dé la ley,
inclusive el de invalidación (non bis in eadem). A ello se refiere el
artículo 272 del Código de Procedimiento Civil; b) Inmutabilidad,
según la cual la sentencia no es atacable indirectamente, por no ser
posible abrir un nuevo proceso sobre el mismo tema; no puede otra
autoridad modificar los términos de una sentencia pasada en cosa
juzgada; y, c) Coercibilidad, que consiste en la eventualidad de
ejecución forzada en los casos de sentencias de condena; esto es, “la
fuerza que el derecho atribuye normalmente a los resultados
procesales”; se traduce en un necesario respeto y subordinación a lo
dicho y hecho en el proceso.

Al respecto, el maestro Eduardo J. Couture señala en su libro


"Fundamentos de Derecho Procesal”, tercera edición, pág. 402, lo
siguiente:

…(…omissis…)…

“Además de la autoridad, el concepto de


cosa juzgada se complementa con una medida de
eficacia.
Esa medida se resume en tres posibilidades
(...omissis...) la inimpugnabilidad, la inmutabilidad
y la coercibilidad.
La cosa juzgada es inimpugnable, en cuanto
la ley impide todo ataque ulterior tendiente a
obtener la revisión de la misma materia: non bis in
eadem. Si ese proceso se promoviera, puede ser
detenido en su comienzo con la invocación de la
propia cosa juzgada esgrimida como excepción.
También es inmutable o inmodificable.
(...omissis....) esta inmodificabilidad no se refiere a
la actitud que las partes puedan asumir frente a
ella, ya que en materia de derecho privado
siempre pueden las partes, de común acuerdo,
modificar los términos de la cosa juzgada. La
inmodificabilidad de la sentencia consiste en que,
en ningún caso, de oficio o a petición de parte, otra
autoridad podrá alterar los términos de una
sentencia pasada en cosa juzgada.
La coercibilidad consiste en la eventualidad
de ejecución forzada. Tal como se expondrá en su
momento, la coerción es una consecuencia de las
sentencias de condena pasadas en cosa juzgada.
Pero esa consecuencia no significa que toda
sentencia de condena se ejecute, sino que toda
sentencia de condena es susceptible de ejecución
si el acreedor la pide”.

…(…omissis…)…

La cosa juzgada presenta un aspecto material y uno formal,


éste último se presenta dentro del proceso al hacer inimpugnable la
sentencia, mientras que la primera trasciende al exterior, con la
finalidad de prohibir a las partes el ejercicio de una nueva acción
sobre lo ya decidido, obligando a su vez a los jueces, así como al
resto de las personas, a reconocer el pronunciamiento de la sentencia
que contiene el derecho que debe regir entre las partes. Es así, como
la cosa juzgada impregna de inmutabilidad la sentencia, una vez que
esta queda definitivamente firme, y por lo tanto resulta vinculante, no
sólo para las partes sino Erga Homes, inclusive para el resto de las
autoridades de la República, inclusive el Tribunal de Instancia, lo que
se conoce como Principio de Inmutabilidad de la sentencia, que deriva
de la cosa juzgada, sobre los hechos ya decididos.

Así el derecho, su quebrantamiento es una infracción directa a


los artículos 176 y 178 del Código Orgánico Procesal Penal. En lo que
incurrió el recurrido una vez que decide XXXXX, en desacato a la
sentencia de la Corte de Apelaciones de este Circuito Judicial Penal,
con carácter definitivamente firme, y autoridad de cosa juzgada, toda
vez que no podía apartarse ni modificar el decreto de la alzada. Todo
lo cual acarrea la nulidad de la recurrida, de conformidad a
los Artículos 190 y 191 del Código Orgánico Procesal Penal, y
así esta defensa técnica lo pide muy respetuosamente se
pronuncie ese honorable tribunal de apelación.

Capítulo XI
DE LOS MEDIOS DE PRUEBAS

A los fines de probar las infracciones a las garantías constitucionales acá


invocadas pide esta defensa técnica se admitan los siguientes medios de
prueba:

Documentales:

a) Copia fotostática simple de la solicitud de diligencias hecha por mi


abogado en fecha xxxxx por ante la sede de la Fiscalía xx del
Ministerio Público.

La pertinencia y necesidad de estas pruebas es que las mismas son


pruebas de que mí abogado solicitó diligencias que no fueron cumplidas por el
Ministerio Público.

b) Acta de audiencia preliminar de fecha XXX,

c) Auto Motivado de Audiencia y Apertura a Juicio Oral, de fecha XXX

La pertinencia y necesidad de estas pruebas es que las mismas son


pruebas del contenido de la recurrida decisión y su contenido y en
consecuencia de las denuncias que dieron lugar a este recurso.

Capítulo XII
PETITUM

Habida cuenta las razones de hecho y de derecho antes descritas, esta


defensa técnica pide muy respetuosamente y con la venia del estilo lo
siguiente:
1. Se admita el presente recurso y los medios de prueba promovidos
en él y se sustancie conforme a derecho, convocando a la
audiencia a la que se refiere el Artículo 450 en su segundo aparte.

2. Se declare Con Lugar en la definitiva y se decrete la nulidad del


fallo recurrido.

3. Se emita una copia certificada, de todos los folios tanto de la


decisión como de las actas de audiencia, en caso de darse, que se
deriven de la presente apelación.

Es Justicia que pido en XXXXX, a la fecha de su presentación.-

Abg. Gonzalo González Klemm

In p re a b o g a do 9 4 .0 5 9
Abogado Defensor Penal

“...hagamos triunfar la Justicia y Triunfará la Libertad...”


Simón Bolívar
(24 de Septiembre del 1821)
CAMM/gg

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