Presentación sobre la teoría de Q como respuesta a los Evangelios sinópticos. Un vistazo a las
opiniones convergentes y divergentes sobre esta teoría.
Rev. Evaristo Marrero
Curso: NT 501 Exploración del Nuevo Testamento
Profesor: Dr. Ediberto López, PH. D., Esq.
Introducción
Esta forma de ver estos escritos nos trae a la cuestión sobre ¿qué relación
existe entre estos tres escritos? Esta cuestión obliga al estudio de las fuentes
por parte de los críticos basándose primordialmente en el punto de vista
genealógico, es decir, que su relación es analizada basándose en la
dependencia de uno respecto al otro, de forma tal, que el investigador trata
de identificar que evangelio tiene prioridad literaria respecto de los otros.
Una de las teorías utilizadas para explicar las similitudes de estos escritos es
la Teoría de Q. Veamos algunos datos históricos relevantes.
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Hebreos) son la fuente de los canónicos. Este modelo no explica las
grandes divergencias de los relatos.
1.1.2 Hipótesis de los fragmentos (diégesis) – (F.D.E. Schleiermacher, 1768-
1834)
Redacción de los evangelios al término de una compilación de
pequeños relatos independientes unos de otros. El término surge de la
introducción de Lucas en su evangelio (Lucas. 1.1) “Puesto que muchos
han intentado componer un relato [δ ι ή γ η σ ι ϛ) de los
acontecimientos que se han verificado entre nosotros”. Este modelo
cuenta las divergencias pero no las convergencias de los relatos.
1.1.3. Hipótesis de la tradición oral – (J.G. Herder, 1744-1803)
Aduce que en el trasfondo de la escritura de los evangelios no se
disciernen textos ya fijados, sino un flujo de la tradición oral que se
remonta a los apóstoles. Las concordancias entre los evangelios se
deben a la regulación apostólica de la tradición oral, y las divergencias
reflejarían la huella dejada por cada evangelista en función de su
círculo de lectores (J.C.L. Gieseler, 1792-1854).
1.2 Genealogía de los sinópticos
1.2.1 Modelo de la dependencia (de los dos evangelios) – (J.J. Griesbach,
1745-1812)
Propone la hipótesis de la interdependencia de los tres evangelios,
rechazando la injerencia de otra fuente. Se basó en la teoría de San
Agustín, que postuló la sucesión: Mateo-Lucas-Marcos, Marcos,
contenido casi por completo en Mateo y Lucas, sería el resultado de
una voluntad de resumir los evangelios más antiguos. Se reafirma la
prioridad mateana (W.R. Farmer, en 1964, hipótesis de los dos
evangelios). Este modelo no explica satisfactoriamente la evolución del
lenguaje entre Marcos y Mateo/Lucas, además de la ausencia de
discursos importantes de Jesús en Lucas.
Ilustración 1: Modelo de la dependencia
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1.2.2 Modelo de las dos fuentes (C.H. Weisse, 1838; H.J. Holtzmann, 1863; P.
Wernle, 1899). Está basado sobre tres principios:
a) Marcos es el evangelio más antiguo
b) Una fuente denominada Q (de la palabra alemana Quelle, fuente)
está en el origen de la doble tradición
c) Mateo y Lucas se han beneficiado de tradiciones particulares
Ilustración 2: Hipótesis de las dos fuentes
1
Presumiblemente empleado inicialmente por J. Weib en 1890
2
Raymond Brown, Introducción al NT, Pág. 172
3
Dr. Ediberto López, Como se formó la Biblia, Capítulo 12
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2) Mateo y Lucas son muy respetuosos con el orden de Marcos
b) Colección de dichos de Jesús
1) Alto contenido de dichos proféticos y apocalípticos
2) Una colección sapiencial menor
3) Relato de las tentaciones
4) Una historia de milagro (el siervo del centurión)
5) Organizado como un florilegio de dichos y anécdotas
c) Evidencia de que los primeros cristianos incluían en sus materiales más
antiguos distintos tipos de géneros literarios (enumerados arriba).
Materiales organizados en orden temático, no en forma de narración,
o por palabras claves que unían un pasaje con otro.
d) El contenido de Q nos muestra una comunidad que observa la Ley (Lc.
16.16-18; Mt 5.18, 32). Los lugares geográficos mencionados son
Decápolis, Corazín, Betzaida y Galilea. Tal parece que es un documento
que circulaba en griego a través de las 10 ciudades helénicas en Galilea
conocidas como Decápolis.
e) Mateo y Lucas, independientemente, usaron a Marcos y a Q como
base para sus evangelios.
f) Es opinión general que Lucas reproduce más exactamente el orden
original de Q, y por ello, a la hora de citar Q se suele citar según el
orden de Lucas, por ejemplo Q 11,14-52 significa Lc. 11,14-52. En
cambio normalmente Mateo reordena frecuentemente los textos de
Q, cambiándolos de secuencia, pero es más fiel al texto de Q y lo edita
menos que Lucas.
4
Ver Anejo I para una comparación completa de los pasajes de Mateo y Lucas
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a) El primer argumento es que en el caso de Marcos, que tenemos a
mano, es evidente que Lucas tiende a conservar mejor que Mateo el
orden de Marcos, de donde se podría deducir que también el en caso
de Q Lucas nos ha conservado mejor el orden del documento original.
b) Hay ya un cierto orden entre Mateo y Lucas en algunos de los dichos, y
este orden secuencial relativo probablemente refleja el del documento
original.
c) Mateo tiende a combinar Q con Marcos, mientras que Lucas los
mantiene separados, haciendo más verosímil que haya respetado el
orden original.
d) Dado el carácter temático de las agrupaciones de Mateo, es más
verosímil que Mateo haya resituado dichos diversos en sus discursos
temáticos, que no más bien Lucas quien los haya dispersado sin
aparente motivo.
e) Puede suceder también que Mateo haya combinado logia de Q con
materiales de sus fuentes propias (M), o haya trasladado logia de Q a
contextos de M.
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Ilustración 3: Tabla de
Raymond Brown sobre
material atribuido a Q
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1.3.2 Defensa de la teoría Q
La existencia de Q fue defendida por los teólogos protestantes Weisse
(Die evangelische Geschichte kritisch und philosopisch bearbeitet,
1838), y Holtzmann (Die Synoptischen Evangelien, 1863), y desarrollada
posteriormente por Wernle (Die synoptische Frage, 1899), Streeter
(The Four Gospels: A Study of Origins, treating of the manuscript
tradition, sources, authorship, & dates, 1924), quien llegó a postular
cuatro fuentes (Marcos, Q, y otras dos, que denominó M y L) y J.
Schmid (Matthäus und Lukas, 1930). Aunque para Dibelius y Bornkann
pudo tratarse de una tradición oral, lo más probable es que se tratase
de una fuente escrita, dada la coincidencia a menudo literal entre los
evangelios de Mateo y Lucas. También se ha considerado probable que
el protoevangelio Q fuera redactado en arameo, y traducido
posteriormente al griego.5 Sin embargo, observando en paralelo,
palabra por palabra en algunos relatos entre Mateo y Lucas señala que
no era un documento en arameo.
5
Teologia.com, sobre los evangelios
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I. Bibliografía
Kirby, Peter. Early Christians Writings. 02 de 02 de 2006.
http://www.earlychristianwritings.com/q.html (último acceso: 12 de 02 de 2011).
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