La población crecía muy lentamente, pero además en ocasiones este crecimiento se veía
trastocado por un notable aumento de la mortalidad debido a epidemias, guerras etc. La
mortalidad es la variable natural más importante en este modelo.
-Los cambios inducidos por la transición demográfica:
Gracias a los avances sanitarios se reducen en 1º lugar las tasas de mortalidad, pero al
cabo de un tiempo bajaron también las de natalidad. Esto sucedió primero en núcleos
urbanos, que tuvieron un fácil acceso a medios anticonceptivos y en las que no era tan
necesario tener hijos para la ayuda en el campo.
Pero estos no fueron los únicos motivos que llevaron al descenso de ambas tasas,
también podemos incluir la epidemia de gripe de 1918 que produjo un aumento de la
tasa de mortalidad muy pronunciado, o el conflicto bélico de la Guerra Civil.
Es aquel, que al contrario que el antiguo refleja unas tasas de mortalidad y natalidad
muy bajas. Por lo que el crecimiento de la población es muy débil o incluso negativo,
pero esta vez motivado por una baja natalidad.
La llegada de inmigrantes, y los hijos que estos tienen en nuestro país son un punto
positivo a favor del crecimiento natural. Este hecho está ayudando al crecimiento
positivo de nuestra población.
Son las estrategias que desarrollan los estados y otras instituciones públicas para
conseguir alcanzar un nivel de población óptimo, como pueda ser el fomentar que la
gente tenga más hijos y así ayudar al aumento de la tasa de natalidad.
Las tasas de natalidad se han visto reducidas a pesar de las políticas puestas en marcha
por las que se incide en que las familias tengan más hijos.
Ceuta, Melilla y Murcia son las que han mantenido una tasa de natalidad más alta que
las demás regiones.
Las comunidades del sur son las más dinámicas, y las del norte peninsular son aquellas
en las que la tasa de natalidad se ha visto más trastocada. La emigración de los jóvenes
en los años 60 y los cambios en la agricultura son las razones que explican este
descenso en el norte.
-Número medio de hijos por mujer:
Es necesario que cada mujer tenga 2,1 hijos para asegurar el remplazo generacional. Se
le añade a la media 0,1 para cubrir el porcentaje de gente que muere antes de llegar a
una edad correcta para procrear.
En la actualidad ninguna región de España cumple con está media y por lo tanto tiene
asegurado el remplazo generacional.
Las causas que pueden explicar esto son por ejemplo el retraso en la edad de las mujeres
para tener su primer hijo, que se situaba por debajo de los 25 años y ahora alcanza los
31. Descendiendo la fertilidad a partir de esta edad.
-La Mortalidad:
• Parte importante del descenso de esta tasa han sido las mejoras alimenticias,
sanitarias e higiénicas.
• Las tasas de mortalidad más elevadas las poseen: Asturias, Castilla y León,
Galicia, Aragón y Cantabria. Son lugares menos atractivos para los inmigrantes
debido a un dinamismo socioeconómico menor, y su envejecimiento de la
población continua pronunciado.
• Fase de tasas en caída libre: Las tasas de mortalidad infantil en España, han
caído de forma especial a partir de la mitad de los años veinte del siglo pasado,
dejando atrás la gripe del 18, pero esta caída se ve trastocada debido a la Guerra
Civil y la inmediata posguerra. Pero rápidamente las tasas reiniciarían su
proceso de descenso de nuevo.
• Fase de tasas en caída lenta: Desde finales de los años sesenta las tasas
continúan descendiendo, pero de forma más pausada aunque significativa.
Nuestro país se encuentra entre los países del planeta con menor mortalidad
infantil, lo que quiere decir que nuestro sistema sanitario afronta de forma
adecuada los alumbramientos.
Existen notables diferencias entre las Comunidades Autónomas, pero todas están
en niveles muy bajos.
En España esta cifra se ha ido incrementando desde la segunda mitad del siglo XX, que
se situaba en 40 años, a 50 en la II Republica. Tras superar la Guerra Civil y la
posguerra la cifra vuelve a aumentar a los 60 años entorno a 1950 y a principios de los
años sesenta la cifra aumenta casi hasta los 70 años. Desde entonces, aunque con un
ritmo más pausado no ha parado de incrementarse.
En la actualidad supera los 80 años. Muchos factores influyen en esto, como son
disponer de un sistema sanitario eficaz, hábitos de comportamiento de la población
(gastronómicos, deportivos, consumo de tabaco, etc.), la contaminación, el estrés
urbano…