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INTERDISCIPLINA: UN ENCUENTRO MAS ALLA DE

LAS FRONTERAS

Autor: Lic Psic. Mariel Scocozza Monfiglio


(Versión preliminar 1997 – Revisión 2002)
Montevideo – Uruguay
INTERDISCIPLINA: UN ENCUENTRO MAS ALLA DE LAS
FRONTERAS *

Introducción 3

Precisiones terminológicas 4

Un encuentro más allá de las fronteras 7

Resumen 13

Referencias bibliográficas 14

* Lic Psic. Mariel Scocozza Monfiglio


Bvar. España 2705 Ap 303 – Tel. 707 64 41
E-mail: mscocozz@adinet.com.uy

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Introducción

En el presente trabajo intento abordar algunas de las diferentes modalidades de encuentro


entre las disciplinas y espe cialidades, y tomo como referencia una primera clasificación muy
general de la ciencia, que las divide en ciencias naturales y sociales.

Creo necesario además, considerar aunque brevemente, el proceso del devenir de las
ciencias naturales y sociales, la s disciplinas y las especializaciones.

Considero también en qué medida los esquemas conceptuales de las disciplinas y


especialidades convocadas por el objeto de estudio, son modificados o no en ese encuentro, y
le asigno de acuerdo a ello una denominació n específica.

Menciono las dificultades que le acarrea a la ciencia, el hecho de tener que por un lado
definir y caracterizar lo que se propone como objeto de estudio, y por otro el tener que
determinar la metodología más apropiada para el estudio del mi smo, ya que ello condiciona en
gran medida no solo su desarrollo individual, sino también los posibles encuentros.

Previo a la conceptualización del encuentro entre las disciplinas y especialidades


propiamente dicho, planteo la ineludible problemática de l territorio y las fronteras de las
mismas. Posicionados en el psicoanálisis, nos remontamos a la estructuración del aparato
psíquico, ya que allí Freud de alguna manera plantea la problemática de las fronteras, si bien
en relación a las instancias psíquic as, es igualmente posible tomarlo como punto de referencia.

Respecto de las modalidades de encuentro, me detengo principalmente en dos


modalidades -ya sea entre disciplinas y especialidades -, sin desconocer la posibilidad de la
existencia de otras, y de sus respectivas conceptualizaciones.

Para facilitar la comprensión, realizo algunas precisiones terminológicas, y finalmente


planteo las conceptualizaciones sobre multidisciplina e interdisciplina.

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Precisiones terminológicas

Tomo como primera referencia el Diccionario de la Real Academia Española (27), que
define a la ciencia, como "el conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas", así
como un "cuerpo de doctrina metódicamente formado y ordenado que constituye un ra mo
particular del saber humano", y a la disciplina como “una estructuración determinada, integrada
por un conjunto más o menos sistemático, y más o menos dinámico, de métodos y técnicas,
con cierto grado de operatividad como para ser aplicables, con uno u otro fin, a un aspecto
determinado de la realidad”.

Estas definiciones preliminares nos introducen en el proceso del devenir de la ciencia, las
disciplinas y las especializaciones, en el que nos detendremos brevemente.

Propongo considerar al esquema conceptual de la ciencia como una estructura, en tanto


un sistema de transformaciones que presentan leyes, independientemente de las propiedades
de los elementos y susceptible de una autorregulación que expresa el hecho de que el producto
de sus composiciones permanece interno al sistema. Estructura supone pues, una
construcción, y a la vez todo proceso de construcción es una génesis, que es el paso de un
estado anterior a uno posterior. Toda génesis se constituye en base a la transformación de una
estructura, que parte de un estado, y culmina en otro estado más complejo, más estable e
integrado, lo que se constituye en la prolongación del primer estado.

El proceso de génesis, de construcción de cada disciplina y especialización, implica que


poseen un nivel de estructuración, diferenciación y complejidad diferente, y hace muchas veces
difícil el deslinde entre la especificidad y no especificidad de unas y otras, lo que nos conduce a
un tránsito en y entre los territorios y entre las fronteras , y más allá de ellas.

La etimología del término ciencia, proviene del latín SCIENTIA: conocimiento, y a su vez del
verbo SCIRE: saber. Esto implica saber y conocer acerca de algo, de algo que se define como
objeto de conocimiento y saber, es decir como objeto de est udio de la ciencia, lo que a la vez
conduce a la producción del conocimiento científico.

Al realizar un análisis retrospectivo, se constata que la producción del conocimiento


siempre ha estado influenciada por la época y la cultura en que se produce dicho conocimiento.
La ciencia es por lo tanto, la producción de determinado tipo de conocimiento, el que se
considera, para cada época y cultura en particul ar, como el mejor y más valioso . Por esta razón
siempre se debe incluir como variable de gran peso el contexto histórico, político y socio -
cultural en que se desarrolla la producción científica. P or lo tanto, se desprende que a cada
época corresponde un determinado tipo de ciencia y un determinado tipo de producción de
conocimiento. Es decir que la ciencia , a la vez que es producto, es también productora de una
época en particular, lo que genera un determinado modo de percibir, pensar, interpretar,
agrupar y definir los objetos de estudio. Esa peculiar característica de la ciencia, de ser
producto-productora de una época en particular, nos permite comprender la interpretación de
tantos hechos que sin considerar el contexto, aparecerían muchas veces como
incomprensibles y sin valor.

Es posible tomar como ejemplo de una producción de conocimiento particular, a la


psicología pre-científica -era antes de Cristo-, donde el pensamiento se manifestó de afuera
hacia adentro, debido a que el objeto de estudio en principio fue el universo propiamente dicho,
sus leyes, su origen y evolución, las propiedades de la mate ria y de la energía, hasta llegar a la

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preocupación del hombre, primero por su interrelación con el medio, y posteriormente a la
preocupación por su mundo interno.

Los primeros griegos quisieron saber con la mayor precisión posible, de qué estaba hecho
el mundo, por ello transcurrió todo un período cosmológico en donde se intentó reducir el
universo a sus elementos, es decir reducir lo complejo a lo simple. Esto condujo
inevitablemente a posturas científicas peculiares, como el atomismo y el reduccioni smo, que si
bien fueron criticadas en su propio contexto histórico, aún hoy quedan resabios en el ámbito
científico-académico.

Otro ejemplo de una producción de conocimiento particular, es la hiperespecialización a


que asistimos en nuestro tiempo, que s i bien aspira a lograr un saber cada vez más específico
y acabado del objeto de estudio, no queda eximida de la posibilidad de confundir la parte por el
todo, a la vez que queda expuesta a una excesiva fragmentación de la disciplina de origen o
formal.

Mattei Dogan (9) plantea, "en la historia de las ciencias se observa un doble proceso: por
una parte, una fragmentación de las disciplinas formales, y por la otra, una recombinación de
las especialidades derivadas de la fragmentación. Conviene distinguir en tre la especialización
en el interior de una disciplina formal y la especialización en la intersección de especialidades
monodisciplinarias. La segunda especialización, la llamada hibridación, no puede producirse
sino después de que la primera haya llegado a la fase de maduración. El nuevo sector híbrido
puede acabar siendo completamente independiente, como en el caso de la psicología social o
seguir reconociendo una doble paternidad, como en el caso de la geografía política".

Nos enfrentamos así, con dos dificultades, por un lado con la gran dificultad de acompañar
la velocidad con que se multiplican los conocimientos generados por las ciencias, lo que hoy es
válido, mañana quizás pierda su validez. La ciencia, es un permanente y constante proceso de
construcción-deconstrucción. Por otro lado, con la dificultad de adecuar la metodología,
evitando caer en el atomismo o reduccionismo, porque toda ciencia al tener un objeto de
estudio, necesita de una metodología. Ahora bien, los objetos de estudio no son ent es
existentes por sí mismos, sino que son objetos postulados por nosotros como tales, definidos y
caracterizados como objetos de estudio desde la ciencia que nos posicionemos, y no objetos
meramente existentes materialmente.

Dice Alejandro Amy (2), "una ciencia tiene pues un doble trabajo, hacia adentro y hacia
afuera. Hacia adentro de sí misma en tanto tiene primero que empezar por elaborarse y
proponerse un objeto de estudio y definirlo, y segundo darse una metodología determinada
para el estudio de ese objeto que se ha elaborado, propuesto y definido como tal. El trabajo
hacia afuera es el de emitir leyes, propiedades, definir cosas, explicar cosas que entren dentro
de la órbita de ese objeto de estudio, es lo explicativo y comprobatorio".

Respecto del objeto de estudio, es muy interesante el planteamiento que realiza Devereux
(7), ya que permanentemente se incluye como objeto -sujeto de estudio de lo que denomina
ciencia del comportamiento. Considera muy especialmente la ansiedad que provoca esta
superposición entre objeto-sujeto, sus angustias, puntos ciegos, y qué es lo que cohibe su
entendimiento, o mejor dicho la necesidad de adentrarse en qué es lo que cohibe el
entendimiento sobre algo. Su punto de partida remite al Psicoanálisis, al Psicoanálisis
considerado como método de investigación con la transferencia como dato importante pero no
el básico, ya que para él, el análisis de la contratransferencia es científicamente más productivo
en datos acerca de la naturaleza del hombre, que el análisis de l a transferencia.

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Plantea Devereux (7), "el estudio científico del hombre es dificultado por la ansiedad que
suscita la superposición entre sujeto y observador, y se requiere de un análisis de la naturaleza
y el lugar donde se deslindan ambos. Esa ansied ad causa reacciones contratransferenciales,
deforma la percepción e interpretación de los datos, y produce resistencias
contratransferenciales que se disfrazan de metodología, pudiendo ocasionar nuevas
distorsiones, de ahí la necesidad de su análisis". Est a situación enfrenta inevitablemente al ser
humano a la dialéctica objeto-sujeto, objetividad-subjetividad, en tanto el objeto de estudio es
el propio sujeto.

A cada ciencia entonces, le corresponde como objeto estudio lo que ella precisamente se
propone como objeto de estudio científico, y procede a su vez de acuerdo a una metodología,
porque es un articulado de procedimientos técnico -metodológicos, el cual debe adecuar al
objeto de estudio, y no éste al método.

El método es una forma de hacer un re corrido, implica recorrer un camino, tener que
transitar un camino para llegar a algo, en este caso un conocimiento, conocimiento de algo que
se ha definido como objeto de estudio, que se traduce en una lectura particular y específica de
la realidad. Esta pretende simplificar a través de su comprensión el objeto de estudio, pero para
llegar a una simplificación congruente con los hechos, es necesario hacer frente a las mayores
complejidades. Un hecho podrá interpretarse debidamente sólo después de asignado al
universo del discurso al que realmente pertenece y fuera del cual no tiene significado ni
pertinencia científica.

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Un encuentro más allá de las fronteras

Una aproximación a los actuales paradigmas de la ciencia, implica ine ludiblemente


considerar la problemática de las fronteras de las disciplinas. Es decir, quiénes y en base a qué
determinan las fronteras, y cómo pueden denominarse.

Creo que existe al menos una doble determinación de las fronteras. Por un lado, las que se
definen naturalmente por la esencia del objeto de estudio y la metodología empleada, en
definitiva impuesta por el propio desarrollo evolutivo de la disciplina, y denomino de carácter
esencial o natural. Por otro lado, aquellas fronteras que son creadas específicamente como
consecuencia del encuentro entre el sujeto y el objeto de estudio, a las que se puede
denominar como virtuales, en tanto tienen existencia aparente y no real.

Tomemos como ejemplo de una disciplina en particular, el psicoanálisis, y detengámonos


en la estructuración del aparato psíquico y las fronteras entre las instancias. Freud (17), en El
Esquema del Psicoanálisis, en el primer apartado sobre el aparato psíquico plantea, "el ello es
la parte más antigua de las instancias psíquica s, el yo surge del ello por obra del influjo real
objetivo, y el superyo deviene por la prolongación del influjo de los padres". No son acaso aquí
virtuales las fronteras entre las instancias?

Agreguemos que Freud (17), le atribuye tres cualidades a los procesos psíquicos,
concientes, preconcientes o inconcientes, y dice: "la separación entre las tres clases de
contenidos que llevan estas cualidades no es absoluta ni permanente". Nos encontramos
nuevamente con las fronteras, y el tránsito de contenidos a través de las mismas. Dicho tránsito
no se realiza sin condicionamientos, sino que por el contrario, es dificultado por la censura y
puesto de manifiesto claramente a través de la resistencia.

Quizás resulte demasiado ambicioso a la vez que exceda los lí mites de este trabajo,
aproximarnos a una conceptualización de interdisciplina, tomando como referencia muy
especialmente el desarrollo de una disciplina en particular como el psicoanálisis, pero queda
esbozado el intento ya que en definitiva, he tomado co mo punto de partida común a todas las
disciplinas, el concepto de estructura, concepto que para nada le es ajeno al psicoanálisis.

Piaget en La epistemología de las relaciones interdisciplinarias (23) plantea, que "desde el


punto de vista de las relacion es interdisciplinarias, la estructura presenta muchas propiedades.
Primero, que introduce en lo real un conjunto de conexiones necesarias, segundo, que una
estructura sobrepasa la frontera de los fenómenos propiamente dichos, ya que únicamente sus
manifestaciones son observables, mientras que en tanto que sistema, solo se llega a ella por
deducción, es decir a través de conexiones no observables en cuanto tales. Tercero, en la
medida en que una estructura sobrepasa los observables, conduce a modificar nues tra noción
de realidad, bajo los fenómenos es necesario invocar un sustrato dinámico compuesto de
operadores y de transformaciones. Por ello, la interdisciplinariedad deja de ser un lujo o un
producto ocasional para convertirse en la condición misma del pr ogreso de las investigaciones".

Ahora bien, desde el ámbito de la investigación científica en general, como desde la praxis,
es indudable que las fronteras son cada vez más permeables, pero como bien plantea Carmen
Médici (21), existen límites y zonas compactas y límites y zonas porosas en toda disciplina.
Creo que las zonas compactas permiten las especialidades intradisciplinarias -la diversificación
de especialidades de la medicina -, y las zonas porosas facilitan las especialidades
interdisciplinarias -Psicología Social-.

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El encuentro entre las disciplinas, nos remite a las diferentes formas en que puede
establecerse el mismo, y se denomina según el caso, como multisciplinariedad,
interdisciplinariedad y transdisciplinariedad.

Multidisciplina es una palabra compuesta, por multi que viene del latín y significa muchos, y
disciplina. Cuando hacemos referencia a multidisciplinariedad, implica convocar al menos
dos disciplinas, cada una de ellas con su cuerpo teórico y metodológico específico, para
abordar un objeto de estudio compartido. En esta modalidad de vínculo, las disciplinas que
participan no se modifican, ni se enriquecen al hacerlo, ya que no se producen cambios en sus
esquemas conceptuales, referenciales y operativos. No hay un verdadero intercambio
recíproco, sino que simplemente surge lo que habitualmente se denomina como enfoque
multidisciplinario, cuyas respuestas no expresan nuevas alternativas de acción para la
resolución de la problemática que las convoca, ya que cada disciplina ap orta individualmente
una respuesta.

Expresa Mattei Dogan (8), "el enfoque multisciplinario es engañoso porque propugna la
división de la realidad en diversos fragmentos". Se produce un desfile de disciplinas
conservando cada una de ellas su propio enfoqu e sin poder lograr una síntesis, arribando al
mismo objeto de estudio cada una desde sus propios cuerpos teóricos sin modificación alguna.
Desde esta óptica multidisciplinaria, podríamos pensar que cada disciplina continúa con su
proceso de especialización hacia el interior de la misma, tratando de acercarse cada vez más a
la esencia de su objeto de estudio, sin la necesidad de un encuentro diferente. Si bien ésta
situación es difícil de sostener, aún persiste en diversos ámbitos científicos.

Otra forma de encuentro entre las disciplinas es la interdisciplinariedad, que obliga a


aquéllas a posicionarse diferente en relación no solo al objeto de estudio, sino también
respecto de cada una de ellas, de la visión que tienen de sí misma como disciplina formal, a la
vez que en el encuentro con las otras.

Mattei Dogan (8), extrae de un trabajo de David Sills lo siguiente, "la palabra
interdisciplinariedad aparece por primera vez en 1937, y su inventor es el sociólogo Louis Wirtz.
Antes, la Academia Nacional de Ciencia de los Estados Unidos había empleado la expresión
cruce de disciplinas, y el Instituto de relaciones humanas de la Universidad de Yale había
propuesto el término demolición de las fronteras disciplinarias" .

Es muy interesante, aunque a la vez m otivo de gran preocupación el hecho de que a las
puertas del siglo XXI estemos ante una problemática planteada en los inicios del siglo XX. Pero
lo realmente llamativo, es que aún las disciplinas -unas más que otras- continúan sosteniendo
sus posturas desde el plano de las grandes discrepancias y grandes diferencias, con la
dificultad de transitar el camino si bien de grandes diferencias, al menos de pequeñas
discrepancias.

Cada disciplina tiene un objeto de estudio que ha definido como tal, y que además
comparte con otras disciplinas, máxime cuando se trata de las ciencias humanas. Esto hace a
la necesidad de un encuentro entre disciplinas, ya que cada disciplina en particular se desborda
debido a la compleja problemática que debe asumir, a la vez que n ecesita del encuentro para
su propio crecimiento, desarrollo y evolución.

Etimológicamente, interdisciplina viene del latín inter, que implica entre, en medio, entre
varios, y disciplina. Interdisciplina exige pues, un encuentro entre varios, necesariame nte con

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una apertura y postura problematizadora, crítica y autocrítica, por donde hacer pasar también la
problemática del poder no solo entre las disciplinas, sino también al interior de cada disciplina.

La interdisciplina aparece como producto de una nu eva actitud, donde cada disciplina debe
mirarse a sí misma con una perspectiva más abarcativa, que la trascienda, a la vez que debe
tratar de encontrar una distancia óptima entre las distintas disciplinas convocadas por el objeto
de estudio común, y una pr oximidad adecuada entre éste y aquéllas.

Cuando hablamos de un trabajo interdisciplinario nos referimos al estudio, o desarrollo de


actividades que se realizan con la cooperación e intercambio de varias disciplinas. Cada
disciplina pone a disposición de las otras sus esquemas conceptuales, prestándolos al
interjuego de asimilación y reformulación de los mismos, de los que resulta una integración
diferente por esa reciprocidad en el intercambio, es decir que resulta un nuevo esquema. Esta
situación de transformación, nos enfrenta sin lugar a dudas a la problemática relacionada a la
metodología y a la técnica de cada una de las disciplinas involucradas. ¿Cómo asumimos el
intercambio y la transformación de éstos aspectos metodológicos y técnicos? ¿Cuál es la
resultante? Parecería que está más claro todo lo relacionado al nuevo esquema conceptual
como resultante del encuentro entre disciplinas, que lo relacionado a la metodología y a la
técnica en estos encuentros. Estamos aún lejos de una teoría de la técnica de la
interdisciplinariedad.

Agreguemos, que un intercambio de tal naturaleza entre disciplinas, y su consiguiente


transformación, acarrea inevitablemente conflictos, los que no podemos negar, sino más bien
utilizarlos como motor para el crecimiento, desarrollo y evolución de la producción del
conocimiento científico.

En relación al conflicto, se comprende más fácilmente si consideramos el planteamiento


que realiza Ferrari (12) sobre la interconsulta médico-psicológica. Esta significa la convergenc ia
de dos disciplinas que presentan importantes y sustanciales diferencias en cuanto a criterios de
salud, ideologías, lenguaje técnico, modelos de acción, objetivos, y encuadre. Observadores
provenientes de distintas disciplinas plantean sobre el mismo fe nómeno divergencias a nivel de
registro, priorización e interpretación de datos. La interconsulta aparece por situaciones de
conflicto no suficientemente explicitadas, en las que están involucrados en mayor o menor
medida tanto el paciente como su médico, y la institución que los alberga.

Parafraseando a Ferrari, la interdisciplina aparece también por situaciones de conflicto no


suficientemente explicitadas, en la que están involucrados los diferentes cuerpos teóricos de
cada disciplina, con sus dogmas y encuadres, y desde donde en un primer momento, cada una
registra, prioriza e interpreta el mismo fenómeno pero desde su postura. La interdisciplina como
es un hacer entre, en medio o más allá de las fronteras, intenta dar respuesta a la situación de
conflicto, a la vez que ella misma es fuente generadora de conflicto en un doble aspecto. Por
una parte, porque cada disciplina pone a disposición de las otras sus propios marcos
conceptuales, generando incertidumbre, y por la otra, porque necesita para la prax is la
conformación de equipos interdisciplinarios, situación muy compleja, porque es en el equipo
propiamente dicho, en donde verdaderamente se administra la problemática del poder entre las
disciplinas.

El encuentro entre disciplinas, con sus estructu ras y leyes propias de funcionalidad, es
disparador de ese proceso genético que las transforma, del que devienen nuevas estructuras
con un mayor nivel de complejidad e integración, y con nuevas leyes inmanentes.

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En relación a lo que denomino como encuen tro entre disciplinas y/o especialidades, resulta
esclarecedor tener presente lo que Mattei Dogan (8) expresa: "en realidad cuando se
emprenden investigaciones relativas a varias disciplinas, lo que se hace es combinar
segmentos de disciplinas y de especi alidades, no disciplinas completas. Por ello yo prefiero la
noción de hibridación, que denota la recombinación de fragmentos de ciencias. Las
innovaciones más originales y fecundas resultan de la recombinación de especialidades
situadas en el punto de conf luencia de varias disciplinas, que no son necesariamente
contiguas. El punto de contacto fecundo se establece entre especialidades y sectores, y no
paralelamente a las fronteras disciplinarias".

En el proceso de especialización de las disciplinas, como e n la recombinación de las


especialidades, es necesario considerar:

1- La hiperespecialización, que si bien promueve la producción de un saber cada vez más


perfecto sobre el objeto de estudio, éste aparece a la vez más recortado y atomizado, lo que lo
hace muchas veces irreconocible.

2- La heterogeneidad, condición inevitable de la interdisciplinariedad.

3- La implicación de cada profesional en un doble aspecto. Por un lado, su formación de


origen en determinada disciplina, y por otro lado, la neces aria inserción en un grupo particular
como lo es un equipo.

Integrar un equipo, e incluso cualquier grupo, moviliza aspectos internos, a los que debe
agregarse la transversalidad institucional a la que están expuestos todos los grupos. Esto
implica que es muy importante en la conformación del equipo, el imaginario acerca de lo grupal
que cada uno de los integrantes posee.

Hay posturas que sostienen que para que un equipo pueda llegar a la interdisciplinariedad,
es imprescindible afirmar su constitución como grupo. Implica transitar un proceso de
conformación grupal, hasta llegar a la construcción de un marco referencial compartido, que le
permitirá la concreción de los objetivos propuestos. Según este planteo, cuando el grupo logre
un nivel productivo que trascienda lo interno y pueda actuar con eficacia hacia afuera
apuntando a los objetivos que se planteó, podrá pensarse en producción interdisciplinaria.

En realidad habitualmente se torna difícil diferenciar las características específicas que


tiene el trabajo de un equipo, respecto del funcionamiento de otro tipo de grupo. Aún así, se
puede establecer una diferenciación a través de una mayor definición para el caso de los
equipos respecto de su finalidad, objetivos generales y específicos, el tipo de tarea y los
distintos encuadres que la determinan, los roles adscriptos y prescriptos, así como las técnicas,
tácticas y estrategias.

La interdisciplina aparece entonces, como emergente de una nueva situación, que hace al
encuentro y re-encuentro entre las fronteras de las diferentes disciplinas convocadas. Su praxis
se realiza a través del equipo interdisciplinario, cuya producción es el trabajo interdisciplinario,
al que pensamos específicamente como un encuentro más allá de las fronteras.

Propongo detenerme ahora en tres disciplinas específicas: medicina, psicología y


psicoanálisis, que no es nuevo en absoluto, ya que Freud también planteó esta relación desde
el inicio de sus trabajos.

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Este encuentro más allá de las fronteras produce un conta cto del que resulta un nuevo
tópico que se nutre de las disciplinas, generando efectos de retroalimentación en las mismas.
Emerge una visión diferente, una postura sui generis, donde el médico, el psicólogo y el
psicoanalista, aportan sus marcos teóricos, y sus experiencias debidamente sistematizadas,
permitiendo el surgimiento como consecuencia de la reciprocidad en el intercambio, de una
espacialidad-especialidad esencialmente interdisciplinaria. Este nuevo posicionamiento, creo se
corresponde con lo que en nuestro medio Carmen Médici (1996) ha denominado Psicoprofilaxis
Quirúrgica Psicoanalítica (P.Q.P.).

En esta nueva visión y perspectiva del fenómeno, se entraman la identidad no solo de cada
disciplina, sino de quienes la practican. Cada quien desde su identificación con el rol
profesional, se presta al encuentro con los otros sin perder su propia identidad -el médico
seguirá siendo médico, el psicólogo psicólogo, y el psicoanalista psicoanalista -.
La Psicoprofilaxis Quirúrgica Psicoanalítica, es pues, una especialidad esencialmente
interdisciplinaria en un doble aspecto. Por una parte en lo que se refiere a la formación en
dicha especialidad, y por otra parte en el ejercicio profesional de la misma, en tanto exige un
encuentro y tránsito permanent e entre y más allá de las fronteras de las disciplinas.

Si bien en la formación y ejercicio profesional, cada quién se ampara inevitable y


necesariamente en una disciplina formal, es necesario contar con la posibilidad de
descentrarnos de nuestras disciplinas de origen, a través del abandono momentáneo del lugar
del supuesto saber, permitiendo así el tránsito entre y más allá de las fronteras de las
disciplinas, facilitando la reciprocidad e intercambio en el encuentro que permite constituir el
verdadero trabajo interdisciplinario, con la construcción paulatina de un habla novedoso,
síntesis de los distintos lenguajes empleados.

Entiendo que el trabajo interdisciplinario como producto de un equipo, es difícil de sostener


en forma constante, por lo que c onsidero apropiada la denominación de momento de
interdisciplina o momentos interdisciplinarios , ya que ello le da un carácter de tránsito más
fluido de los contenidos necesariamente implicados de cada disciplina, evitando la rigidez y/o
imposición que puede denotar la obligación de constituirse en un equipo interdisciplinario. Los
equipos interdisciplinarios como tales, ocupan aún hoy un lugar muy idealizado, y como tal
difícilmente alcanzable.

Los momentos interdisciplinarios salvaguardan al sujeto de l as inevitables disociaciones a


que es sometido cuando es mirado desde el lugar del supuesto saber individual de cada una de
las disciplinas involucradas en el intento de resolución de una problemática. Se constituyen
esos momentos interdisciplinarios en el habla novedoso que contiene una nueva respuesta,
con una nueva alternativa de acción para la resolución del problema que convoca a las
diferentes disciplinas.

Ahora bien, no puedo dejar de precisar que todas estas conexiones que se producen entre
y más allá de las fronteras admiten otro tipo de vínculo o encuentro. Dicho posicionamiento
implicaría un lugar de mayor complejidad que los anteriores, que es más propiamente un lugar
ideal, que se denomina como transdiciplinariedad.

Respecto de ésta expresa David Amorín (1), "en este caso el salto cualitativo sería tal que
verdaderamente nos encontraríamos ante el pasaje a un nuevo registro, una realidad diferente
donde se trascendería las interacciones y reciprocidades, situándose esas conexiones en lo
interno de un sistema global con la especificidad de que se desdibujarían muchísimo -cuando
no desaparecerían- las fronteras entre disciplinas participantes. No sería meramente un

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movimiento del orden del desarrollo (como en el caso de lo interdisciplinario) s ino una
verdadera evolución fruto de una transformación sustancial de todos los niveles implicados".
Este autor, realiza una extrapolación desde el campo de la Psicología Evolutiva, hacia el
encuentro entre las disciplinas, ya que asimila la mult idisciplinariedad con el crecimiento, la
interdisciplinariedad con el desarrollo, y la transdiciplinariedad con la evolución.

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Resumen

En el presente trabajo abordo algunas modalidades de encuentro entre las disciplinas y


especialidades. Considero en qué medida los esquemas conceptuales son modificados o no en
ese encuentro, y le asigno de acuerdo a ello una denominación específica.

Trabajo particularmente dos modalidades -multidisciplina e interdisciplina- y planteo la


problemática de las fronteras de las disciplinas.

Finalmente me detengo en el encuentro de tres disciplinas específicas, como la medicina, la


psicología y el psicoanálisis.

Del encuentro más allá de las fronteras resulta un nuevo tópi co que se nutre de las
disciplinas generando efectos de retroalimentación en las mismas. Emerge una visión diferente,
una postura sui generis, donde el médico, el psicólogo y el psicoanalista, aportan sus marcos
teóricos, y sus experiencias debidamente sis tematizadas, permitiendo el surgimiento de una
espacialidad-especialidad esencialmente interdisciplinaria. Este nuevo posicionamiento, se
corresponde con lo que en nuestro medio Carmen Médici (1996) denomina Psicoprofilaxis
Quirúrgica Psicoanalítica (P.Q.P.).

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9) DOGAN, Matei. (1997). Especialidades en ciencias sociales. Revista Relaciones. Nª 158.


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Bs As. Ed. Nueva Visión.

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13) Fiorini, Héctor. (1993). Teoría y técnica de psicoterapias . Bs As. Ed. Nueva Visión.

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15) Freire de Garbarino, Mercedes. Aspectos positivos y negativos de la interdisciplina.

16) Freud, Sigmund. (1984). El yo y el ello y otras obras. Obras completas Tomo XIX.
Amorrortu editores.

14
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18) Heiddbreder, Edna. (1986). Psicologías del siglo XX. Bs As. Ed. Paidós. Bs. As.

19) Médici de Steiner, Carmen. (1996). Desde la Clínica Psicoanalítica. Un paradigma inter
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20) Médici de Steiner, Carmen. (1996). Psicoanálisis. Psicoprofilaxis Quirúrgica. Literatura


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Psiquiatría Dinámica.

21) Médici de Steiner, Carmen. (1996). Psicoterapia. Psicofarmacología. Incompatibilidad o


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y de Adolescentes del Centro Hospitalario Pereira Rossell.

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Jornadas de los 30 años de A.P.P.I.A..

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