"Hay tantos géneros cuantas son las fructificaciones semejantes producidas por
diversas especies naturales" (Palau, en la traducción de la Phylosophya botanica, de
Linneo, p. 84).
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%A9nero_(biolog%C3%ADa)"
Mientras que el sexo es biológico, el género o rol sexual está definido socialmente.1
Nuestra comprensión de lo que significa ser una mujer o un hombre evoluciona durante
el curso de la vida; no hemos nacido sabiendo lo que se espera de nuestro sexo: lo
hemos aprendido en nuestra familia y en nuestra comunidad a través de generaciones.
Por tanto, esos significados variarán de acuerdo con la cultura, la comunidad, la familia,
las relaciones interpersonales y las relaciones grupales y normativas, y con cada
generación y en el curso del tiempo.[cita requerida]
A partir de estos "géneros" aparecen unos estereotipos de género, que son el conjunto
de creencias existentes sobre las características que se consideran apropiadas para
hombres y para mujeres. Estos serían la feminidad para las mujeres y la masculinidad
para los hombres.[cita requerida]
Y estos estereotipos a su vez crean los roles sexuales, es decir, es la forma en la que se
comportan y realizan su vida cotidiana hombres y mujeres según lo que se considera
apropiado para cada uno.[cita requerida]
Este planteamiento sin dudas significa una primera aproximación a un análisis de esta
realidad asignándole responsabilidad a elementos de la cultura específica de cada
sociedad en el desarrollo de las diferencias entre mujeres y hombres, y sobre todo
acerca de la asignación de funciones diferentes a cada uno. El Derecho es un campo
particularmente sensible a las demostraciones a favor o en contra de los ideales
abanderados por uno u otro género. Debido a sus pretensiones de ser universal y
correcto, es un campo que es tomado como herramienta para intentar promover visiones
de género que sean convenientes para el grupo en cuestión. El feminismo en especial ha
sido muy activo en buscar una igualdad en el campo del Derecho que refleje sus
pretensiones de igualdad de género. Éste intenta también tomar como referencia al
mundo real y social y cómo se dan las relaciones interpersonales y grupales en éste, y al
hacerlo, no sería ilógico ver que los grupos socialmente desventajados, como las
mujeres, deberían serlo también en el Derecho. Sin embargo, esta visión tan formalista y
radical del Derecho está fuertemente cuestionada por aquellos que ven en el Derecho
una herramienta que puede y debe ser usada para el cambio, precisamente hace
conceptos más equitativos, como en la protección y la igualdad real de la mujer.
En los años 50 el análisis de estos problemas estaba muy marcado por el enfoque
biológico. Estas realidades históricamente han sido interpretadas culpando a las
personas que están inmiscuidas en ellas más que a la sociedad y a la forma en que ésta
se estructura. Por eso la solución a esos "malestares" no se orientaban críticamente hacia
la sociedad; consecuentemente, sus propuestas no implicaban transformaciones en este
sentido. Ese aporte de la psicología no fue suficiente ante el desarrollo que después
alcanzó este concepto cuando lo esgrimían en la década de los 70 las feministas
norteamericanas. En este sentido le precedieron dos planteamientos significativos para
la ruptura con el pensamiento que prevalecía en la ciencia acerca de la mujer, que
fueron los expuestos por Margaret Mead y Simone de Boauvoir antes expuestos.
Muchos son los estudios que pretenden explicar el origen del género a partir de una
forma específica de organización que adoptaron las diferentes sociedades en su
desarrollo y que trajo consigo una división sexual del trabajo. En esta división le
correspondió a la mujer el espacio de la casa por su capacidad para gestar y amamantar
a los hijos. El cuidado de ellos se le asignó más allá del tiempo en que era
imprescindible su presencia, es decir, cuando ya cualquier adulto podía realizar esta
función. Por proximidad espacial se ocupó del resto de las funciones vinculadas al
espacio de la casa.
Una mirada más crítica de esta realidad apunta a que la capacidad de gestar y
amamantar de la mujer le confería el poder de la garantía de su continuidad como
especie, lo que le estaba vedado al hombre. La inseguridad de los hombres acerca de la
paternidad de los hijos y su necesidad de tener esa certeza cuando había acumulado
riquezas y quería transmitirla a su descendencia, fueron condiciones que indujeron la
idea del control de la sexualidad de las mujeres mediante el matrimonio y el
confinamiento al espacio de la casa como garantía de seguridad para la paternidad de la
descendencia y de la conservación de los bienes acumulados. La existencia de una
sociedad sin género es un tema en discusión, sin muchas evidencias para probarlo; pero
de lo que si hay un convencimiento es de que las formas en que se dan las relaciones
entre mujeres y hombres, y los roles asignados a cada uno, varían de una sociedad a
otra, lo que apoya la idea del carácter construido por la influencia cultural de lo que
denominamos género, y de la necesidad de realizar el análisis de cualquier realidad, a
partir de su contextualización sociohistórica.
1980. Por primera vez desde 1634, la Academia Francesa acepta a una mujer en
sus filas, Marguerite Duras.
1982. La Universidad de Barcelona funda el Centro de Investigación Histórica
de la Mujer.
1990. Violeta Barrios de Chamorro, electa presidenta de Nicaragua,
convirtiéndose en la primera mujer presidente de Latinoamérica.
1988. La Universidad Complutense de Madrid crea el Instituto de
Investigaciones Feministas.
1993. Se crea el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la
Universidad Nacional Autónoma de México.
1995. Septiembre. IV Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beiging, China.
Referencias [editar]
1. ↑ El género y el VIH/SIDA. Actualización técnica ONUSIDA (pág. 2)
Bibliografía [editar]
Gallardo Linares, Francisco J.; Escolano López, Víctor M. (2009, Marzo).
Informe Diversidad Afectivo-Sexual en la Formación de Docentes. Evaluación
de Contenidos LGTB en la Facultad de C.C.E.E. de Málaga. Málaga (España):
CEDMA.
Violeta Varela Álvarez, Contra la "teoría literaria" feminista, Vigo, Editorial
Academia del Hispanismo, 2007. ISBN 978-84-96915-07-7.
Paloma Durán y Lalaguna (2007). Sobre el género y su tratamiento en las
Organizaciones Internacionales. EIUNSA. ISBN 978-84-8469-209-6.
Dale O´Leary (2008). La agenda de género. Redefiniendo la igualdad. Editorial
Promesa. ISBN 978-9968-41-140-0.
Beatriz Preciado (2002). Manifiesto contrasexual. Editorial Opera Prima. ISBN
978-84-95461-14-8.
Año II - Número 58 Boletín semanal editado por la Oficina de Información Febrero 2003
Con esto se pretende introducir el término "género", pero coincidimos con uno de los
congresistas que sostiene que "poner en la Constitución la palabra "género" y no especificar
que se refiere exclusivamente a varón y mujer implicaría la aceptación implícita de la
perspectiva de la ideología de género", porque estaríamos abriendo una ventana por donde
grupos interesados pudieran introducir distorsiones graves que atenten contra instituciones tan
nucleares en la sociedad como son el matrimonio, la familia y la educación de los hijos y de las
futuras generaciones.
"Todas las sociedades humanas han buscado dotarse de valores y criterios para garantizar su
reproducción, organizar la producción, tomar sus decisiones y regular sus intercambios. Una de
las clasificaciones que han sido más determinantes en la organización social de todos los
pueblos ha sido la división entre lo femenino y lo masculino, clasificación que ha tomado como
referencia las diferencias sexuales entre hombres y mujeres.
Sobre esas diferencias biológicas entre hombres y mujeres (sexo) las sociedades construyeron
socialmente un conjunto de atributos, roles, prohibiciones, prescripciones, derechos y
obligaciones (género), y ambos, a pesar de su distinto origen, tendieron a ser consideradas
como naturales e inamovibles. Quedó arraigada la convicción de que era la naturaleza quien
las dictaba y no se distinguió aquello que era producto de procesos y relaciones humanas.
Precisamente, el enfoque de género comienza por distinguir las diferencias biológicas entre
hombres y mujeres (sexo) de aquellas construidas social y culturalmente (género).
Si bien todos nacemos con un sexo biológico, nuestras sociedades y culturas nos van
formando y socializando en torno a sus concepciones sobre lo masculino y femenino. Desde
que nacemos vamos siendo ubicados y tratados en base a una cadena de asociaciones entre
nuestro sexo y las versiones de masculinidad o feminidad que nuestras sociedades y culturas
han elaborado. Las trayectorias diferenciadas por género se van asentando desde los primeros
años de vida (socialización de género).
Toda sociedad requiere que sus miembros desempeñen roles que aseguren su funcionamiento
y existencia. La clasificación más conocida para distinguir los roles es la que observa dos
grandes esferas que envuelven el trabajo humano y sobre las que precisamente se han
asentado los roles de género: la esfera productiva que se expresa en la obtención,
transformación e intercambio de bienes, asignada tradicionalmente a los varones. Y la esfera
reproductiva que se expresa en un conjunto de desempeños orientados a garantizar la
continuidad de la vida cotidiana y la reproducción del grupo, asignada tradicionalmente a las
mujeres. Esta asignación diferenciada de roles según se trate de varones y mujeres, también
se conoce como división del trabajo por género".
Estos textos me han llevado a reconocer que estamos ante un planteamiento propio de la
llamada "Ideología del Género" ¿En qué consiste esta ideología?
Brevemente señalaremos que esta ideología es parte de la ideología neo-marxista que como
tal tiene una visión distorsionada de la realidad, viéndola a través de los esquemas de lucha de
clases. Ya Federico Engels, en su libro "El origen de la familia, propiedad privada, estado",
sostiene que "el primer antagonismo de clases de la historia incide en el desarrollo del
antagonismo entre el hombre y la mujer en el matrimonio monógamo, y la primera opresión de
una clase por otra es la del sexo femenino por el masculino"
De ahí que las feministas del género no busquen -en el fondo- la mejora de la situación de la
mujer, lo cual es algo noble y necesario porque es verdad que existen situaciones de gran
injusticia respecto a la mujer en el matrimonio, la familia, la educación, en el mundo laboral,
político, etc. Pero esas reivindicaciones se pueden hacer sin anular las diferencias varón-mujer.
Lo que se busca es la anulación de lo femenino y lo masculino en cuanto condición dada por la
naturaleza humana. Sin embargo, no se puede desnaturalizar al ser humano sin cargar con las
graves consecuencias que de ello se derivan.
Lo que se pretende es desligar la condición y diferenciación sexual biológica con la que todos
nacemos de lo que se llaman ROLES impuestos por la sociedad, diciendo que lo femenino y lo
masculino es una "mera construcción social", que hay que "descontruir". El pequeño gran
detalle es que con ello se "desconstruye" a la mujer, al matrimonio, a la familia y en definitiva a
la sociedad.
Desde esa ideología, las diferencias entre varón y mujer NO corresponden a una naturaleza fija
sino que son PRODUCTO de la cultura de un país y de una época determinada, que les asigna
a cada grupo una serie de características por conveniencias con estructuras sociales.
3. El género queda reducido a la "opción" u orientación sexual de cada quien. Por tanto habrían
por lo menos cinco géneros: varón, mujer, homosexual, lesbiana, bisexual.
4. Si cada uno tiene ante la ley iguales derechos, se abre una vía para que se plantee el
matrimonio entre homosexuales, lesbianas, bisexuales, etc. Y se les otorguen todos los
"derechos reproductivos": las facilidades para tener acceso al sexo "seguro", el derecho a tener
hijos vía inseminación artificial u otros medios, así como el derecho a abortar, etc.
El resultado:
1. Los seres humanos serían indiferenciados, porque no cuenta su dotación genética ni su sexo
biológico, sino que después cada quien haría una opción sexual, y tendrían todos los
"derechos" respecto a la constitución del "matrimonio" y la "familia".
2. Se acabaría con el matrimonio como institución natural formada por varón y mujer, ya que se
la pondría en igualdad, con tendencia a ser sustituida, con el matrimonio basado en la "opción
sexual".
3. Se cambiaría la educación, ya que por ejemplo las mujeres no tendrían por qué prepararse
para ser madres. La maternidad es vista como una esclavitud.
5. Se acabaría con los valores que tradicionalmente han sido conservados por la mujer madre
en el seno del hogar y con su función de educadora de los hijos.
6. Se desterraría todas las instituciones que promueven esos roles y valores como es la Iglesia,
y toda religión tradicional.
3. En la naturaleza humana existen tipos humanos (como por ejemplo el tipo humano femenino
y el tipo humano masculino). No vamos a hacer una exposición de una teoría de los tipos
humanos que tienen incluso una base biológica. Brevemente diremos que esos tipos
establecen una diferencia que es una riqueza para la sociedad, ya que están llamados a
aportar lo suyo, por ejemplo, la mujer enriquece los ámbitos humanos aportando lo
específicamente femenino, que es un gran bien para el matrimonio, la familia, el mundo del
trabajo y la sociedad en general.
4. Las ideologías son un conjunto de ideas que no se corresponden con la realidad, sino que
son como una especie de "camisa de fuerza" que pretende imponer distorsionadamente su
visión reducida de la realidad, lo cual está al servicio de intereses.
5. En las Ciencias de la salud humana se considera que la salud es el estado en que el cuerpo
humano, y el hombre íntegro, funciona bien, y la salud sexual es el estado en que el ser
humano ejerce normalmente todas sus funciones reproductivas. Cuando esto no sucede, se
trata de una persona enferma, respecto de la cual:
d. Eso no da derecho a poner su anomalía como algo saludable y normal en la sociedad. Igual
que no se puede decir que el error sea igual que la verdad (porque entonces se acaba con la
verdad), no se puede decir que las anomalías tienen los mismos derechos que lo sano, natural
y normal.
e. Los miembros de una sociedad tienen que ayudar, dentro de sus posibilidades, a curar esas
anomalías, no a hacerlas más profundas porque deterioran al sujeto que las padece y a la
sociedad, menos tenemos deber a sostener económicamente los medios de "salud
reproductiva", sus "derechos reproductivos", etc.
f. Los miembros de una sociedad sana, tenemos derecho a la normalidad no que nos impongan
lo no natural, o anormal, a ningún nivel ni en las familias con quienes convivimos, ni en las
instituciones educativas, ni en las instituciones sociales básicas. Tenemos el deber de velar por
la sociedad, valores culturales, etc., que entregaremos a nuestros hijos y a las futuras
generaciones.
En: http://www.udep.edu.pe/publicaciones/desdelcampus/art582.html
Al: 15 de julio de 2009
El café de Ocata
Bitácora de Gregorio Luri
Básicamente este libro es un alegato a favor de la familia tradicional de padre, madre e hijos,
institución que, por lo que parece, sólo puede ser defendida con la cabeza alta por las gentes
de derecha, como Miró i Ardèvol o Luc Ferry, cosa que hacen desde perspectivas muy
diferentes, pero en el fondo confluyentes.
La base del feminismo sería la convicción de que la naturaleza nos hace –al menos de manera
muy mayoritaria- hombres y mujeres, mientras que la base del “generismo” se encontraría en
la tesis de Freud del “polimorfismo sexual” del niño. Según esta perspectiva (que sólo puede
deducirse, por cierto, de un Freud leído muy sesgadamente) el deseo infantil es indefinido o,
mejor, pluridireccional, y la sociedad lo encauza hacia determinados objetos. Por lo tanto la
liberación sexual implicaría la recuperación de esa pluridireccionalidad. Y, al mismo tiempo,
esta recuperación llevaría aparejada una radical transformación social pues acabaría con la
estructura familiar y, con ella, con la sociedad capitalista.
Me parece a mi que Miró i Ardèvol carga en exceso las tintas al desvelar una supuesta
conspiración ideológica del “generismo” contra la sociedad del bienestar mediante la
destrucción de los valores familiares. Pero, más allá de las críticas que se le puedan hacer, lo
que me resulta curioso es que sea la derecha cristiana la que, básicamente, se atreva a poner
en cuestión el mito postmoderno del “polimorfismo sexual”.
En: http://elcafedeocata.blogspot.com/2008/05/mir-i-ardvol-y-el-generismo.html
Al: 16 de julio de 2009
Concepto de mecanismos:
Los mecanismos no son en manera alguna irrelevantes. En ellos se encuentran las maneras
concretas en las cuales los propósitos se convierten en realidad, en qué idioma se llega a la
concreción; el lugar donde las palabras y las acciones se encuentran, donde el compromiso
toma la forma de una acción organizada.
Concepto de Género
Equidad de Género
En: http://www.equidad.org.mx/nuevo/entradadef.htm#
Al: 16 de julio de 2009
El género en las políticas públicas
Teresa Incháustegui Romero
Incháustegui Teresa (2008). Registrado para el Diplomado en Políticas
Públicas y Género, FLACSO-Inmujeres. No citar ni usar sin autorización del
autor.
Políticas de igualdad de género
Conjunto de intenciones, decisiones, objetivos y medidas para la promoción de los derechos
humanos de las mujeres y lograr la igualdad de género (Bustelo 2004)
Igualdad de Trato
Acciones:
1. Voluntad Política de las autoridades y los agentes: construir consensos y dar
legitimidad a las demandas y propuestas
2. Estadísticas desagregadas por sexo e indicadores de género: contabilizar las
brechas de inequidades, medir impactos y resultados.
3. Conocimiento amplio de las relaciones de género: alianza estratégica con la
academia y los actores sociales.
X. Perspectiva de Género: Es una visión científica, analítica y política sobre las mujeres y
los hombres. Se propone eliminar las causas de la opresión de género como la desigualdad, la
injusticia y la jerarquización de las personas basada en el género. Promueve la igualdad entre
los géneros a través de la equidad, el adelanto y el bienestar de las mujeres; contribuye a
construir una sociedad en donde las mujeres y los hombres tengan el mismo valor, la igualdad
de derechos y oportunidades para acceder a los recursos económicos y a la representación
política y social en los ámbitos de toma de decisiones;
Artículo 5
CAPITULO I
Artículo 1
Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o
conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la
mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.
CAPITULO I
DEFINICION Y AMBITO DE APLICACION
Artículo 1
Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o
conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la
mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.
Artículo 8