“ASAFIT PROYECTOS”
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El estudio de oferta tiene por objeto identificar la forma como se han atendido y se atenderán en un
futuro, las demandas o necesidades de la comunidad.
No suele ser tarea fácil estimar, con algún grado de certeza, la oferta en un proyecto determinado,
puesto que la información que interesa está en manos de la competencia, que por obvias razones no
está interesada en divulgarla, ya que en algunas ocasiones se constituye en un arma poderosa para
competir en el mercado; sin embargo, a través de algunos mecanismos indirectos de información
global se podrá llegar a tener una idea aproximada del comportamiento de la oferta.
La oferta es también una variable que depende de otras, tales como: los costos y disponibilidad de
los insumos, las restricciones determinadas por el gobierno, los desarrollos tecnológicos, las
alteraciones del clima (especialmente en la oferta agrícola y agroindustrial), los precios de los bienes
sustitutos y complementarios, la capacidad instalada de la competencia, etc.
Un buen punto de partida puede ser el observar el número de empresas que concurren al mercado,
con el fin de inferir, en primera instancia, el régimen del mismo, esto es, observar si se trata de un
solo proveedor (monopolio) o por lo contrario, son varios (oligopolio) o muchos (competencia) los
que atienden la demanda.
Listado de Proveedores:
Se debe tratar de elaborar una lista lo más completa posible con respecto a los proveedores,
indicando:
nombre de la empresa
características de su producción (artesanal o industrial)
su capacidad instalada
su capacidad utilizada
estructura de costos y precios
participación en el mercado
sistemas de comercialización
planes de expansión
sistema de ventas (crédito, contado) y canales de comercialización.
Localización
fuentes de abastecimiento nacional e importado
volumen y origen de las importaciones
volumen y destino de las exportaciones
existencia de contrabando
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Régimen de Mercado:
Hemos venido insistiendo en la importancia de conocer, con algún grado de detalle, las condiciones
en que se presenta la oferta de los factores que participan en la producción de un bien o en la
prestación de un servicio. Hacemos referencia a la necesidad de establecer si se trata de una
situación de competencia o de la existencia de una figura de monopsonio (único comprador).
Proyección de la Oferta
Para el análisis de la oferta se siguen las mismas pautas de manejo de la información estadística
anotadas para la demanda, dado que se realiza el estudio histórico, actual y futuro con el propósito
de verificar la cantidad de bienes y servicios que se han ofrecido y se están ofreciendo, y la cantidad
que se ofrecerán, así como las circunstancias de precio y calidad en que se realiza dicha oferta. Esto
supone la identificación y selección de fuentes secundarias y primarias adecuadas que le den
confiabilidad al estudio.
La comparación de la demanda efectiva con la oferta proyectada (período por período) nos permite
hacer una primera estimación de la demanda insatisfecha. En efecto, existe demanda insatisfecha
cuando las demandas detectadas en el mercado no están suficientemente atendidas.
Se pueden observar algunas señales de esta situación: al no existir control por parte de las
autoridades los precios se manifiestan muy elevados con respecto a la capacidad de pago de los
compradores o usuarios; también la existencia de controles a la importación y el racionamiento son
signos inequívocos de demanda insatisfecha.
Se puede afirmar que la demanda está satisfecha cuando los compradores encuentran los bienes y
servicios en las cantidades y precios que están dispuestos a pagar. Sin embargo, se puede hablar de
una demanda satisfecha saturada cuando el mercado no admite cantidades adicionales del bien o
servicio dado que la oferta supera la demanda (esta situación denuncia inicialmente la poca
viabilidad del proyecto); o demanda satisfecha no saturada cuando aparentemente el mercado se
encuentra suficientemente atendido, pero se puede incrementar la oferta despertando en los
consumidores o usuarios mayores niveles de demanda.
Una de las resultantes más importantes del estudio de mercado es la comparación período por
período la demanda con la oferta, de lo cual se puede esperar una primera aproximación reiteramos
de la demanda insatisfecha y una estimación inicial del tamaño del proyecto, o sea la oferta
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generada por la nueva unidad económica, además se pueden derivar elementos de juicio
complementarios para identificar el comportamiento de los precios.
En la mayoría de los proyectos orientados a entregar por primera vez servicios de agua, energía,
alcantarillado, telefonía no existe una oferta, lo que determina que el déficit es igual a la demanda y
suele estar atado en gran parte al crecimiento de la población.
LOS PRECIOS:
Siempre que se suceda un cambio de los derechos de propiedad o siempre que se suministre un
servicio, habrá un precio; en cada caso las empresas fijarán precios para sus bienes teniendo en
cuenta ciertas consideraciones en torno a los costos, a la demanda y al mercado, y dentro del marco
de lo político como de las conveniencias tanto de tipo económico como social.
El estudio de precios tienen que ver con las distintas modalidades que toma el pago de los bienes o
servicios, sea a través de precios, tarifas o subsidios. El precio suele aparecer con algunas
restricciones, como resultante del juego entre la oferta y la demanda; de ahí la importancia de medir
la conducta de estas ante alteraciones en el comportamiento del nivel de los precios.
El pago de los factores de producción, tierra, trabajo, capital y capacidad empresarial es un punto
cierto para estimar el precio de los bienes o servicios; queda claro que si la contabilización de los
costos es el criterio básico de decisión para identificar precios, es preciso tener en cuenta los costos
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explícitos como los costos de oportunidad involucrados tanto en la instalación como en los distintos
niveles de operación del proyecto.
El precio se estima teniendo en cuenta una meta fija basada en el nivel de ingresos. En efecto, se
coloca un nivel de precios tal que permita esperar un retorno previamente especificado, sobre los
costos totales calculados para un nivel estipulado de ventas. Como se puede observar esta técnica
está basada y depende exclusivamente en la estimación del nivel de ventas, pues si estas están por
debajo de lo estimado no se alcanza la meta, pero si por el contrario las ventas superan el estimativo
la meta es superada en forma significativa.
Una segunda modalidad es cuando el precio se estima según un porcentaje de recargo en los costos.
Este criterio está condicionado al cálculo de los márgenes de comercialización que veremos en
detalle más adelante, pero para los actuales propósitos es suficiente decir que es la diferencia entre
los precios de venta y los costos de operación.
Una tercera modalidad complementaria de la anterior, usada para la fijación de precios es agregar
los márgenes de comercialización a los costos promedio de producción y transporte.
A diferencia de los precios fijados con base a los costos, este método toma en consideración la
intensidad de la demanda, de modo tal que si la demanda es alta se fija un precio alto, y cuando
esta se manifiesta débil los precios tenderán a niveles bajos.
Dado la dificultad de conocer las reacciones de compradores y competidores, ante cambios en los
precios, los empresarios suelen aplicar un promedio de los precios de los competidores, buscando
cierta posición ecléptica entre los criterios precio - costo y precio - mercado.
Tanto uno como otro esquema concurren en la teoría convencional de que el precio es fijado por el
mercado, pues se espera que con el tiempo se vaya acomodando a los mandatos de las leyes de la
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De las distintas metodologías basadas en la demanda, el llamado "valor percibido" es el único que
hace referencia al valor del producto como un todo para el consumidor, y tiene que ver
necesariamente con la forma en que evalúa el consumidor su información sobre los productos que
se le ofrecen. Por lo tanto es preciso conocer la importancia que le otorga el consumidor a las
características y atributos de los productos, lo que le permitirá al empresario conocer el valor que le
confiere el consumidor a la mercancía y así identificar su precio.
Los precios suelen ser fijados, también, teniendo en cuenta los establecidos por las autoridades para
proteger o estimular algún sector de la economía (precios de sustentación para algunos productos
agrícolas, los subsidios concedidos por el consumo de alguna mercancía, los aranceles protectores
para algunos sectores que se desea promover, etc.);
Algunos productos importados que se mercadean a nivel doméstico, y los precios de estos en los
mercados internacionales, determinan criterios complementarios para la asignación de precios de
determinados bienes o servicios.
Los criterios anteriormente referenciados son claramente insuficientes para determinar el precio de
los servicios públicos, dado en primer lugar que el juego de la oferta y la demanda desvirtúa el
objetivo que se persigue puesto que niega la posibilidad de disfrute por parte de quien no tiene la
suficiente capacidad de pago, y en segundo lugar porque la gran mayoría de los recursos que se
aplican para estos propósitos tienen origen en los contribuyentes y las autoridades tienen la
obligación no delegable de velar por el bienestar de la población aplicando criterios de eficiencia
pero principalmente de equidad en el uso de esos recursos públicos. Por estas razones las tarifas
establecidas en los servicios públicos - de propiedad de entes públicos o privados - se deben fijar
consultando la capacidad de pago de las comunidades y si es necesario definiendo tarifas
diferenciales que permitan subsidiar por parte de los usuarios de mayores ingresos a aquellos más
carenciados. Se trata de buscar a través de las tarifas un equilibrio entre la adecuada prestación del
servicio y la garantía de su sostenibilidad.