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Revista de la Fed. Provincial de Sevilla de Entidades Flamencas
etapa V | número 113 | septiembre 2010
Presidente
editorial
El NO de la Bienal a las Peñas Flamencas
113
José María Segovia Salvador
Vice-presidente primero En el año 1980 se celebró la primera Bienal de Flamenco Ciudad de Sevilla. La Fede-
Jerónimo Roldán Pardo ración Provincial de Sevilla de Entidades Flamencas fue parte esencial en la idea, en la
Vice-presidente segundo creación, en la organización y en soportar los gastos. Treinta años más tarde la dirección
Juan Antonio Aguilar Gómez de la Bienal ha dado un paso atrás y ha querido dejar en fuera de juego a la Federación.
Secretario
Pablo José Parrilla González Incluso a su órgano difusor, nuestra Sevilla Flamenca, la Bienal le ha denegado casi todo
lo que le hemos solicitado, para cubrir el acontecimiento flamenco más importante del
Tesorero
José María Rodríguez Fatou mundo, con el pretexto de haber cursado la solicitud tarde, cuando teníamos deman-
dada una reunión desde muy principios del pasado mes de julio. Tal falta de tacto nos
Director ha decepcionado, pero no nos ha quitado las ganas de seguir informándote, querido
Eduardo Javier Pastor Rodríguez
lector. Cuando la Bienal nos ha dado un sí por respuesta nos hemos aferrado a él como
Director adjunto a un clavo ardiendo para tenerte informado de todo lo que ocurra en Sevilla durante los
Pablo José Parrilla González
meses de septiembre y octubre. Así están las cosas. Nos hemos encontrado con un sí y
Colaboradores con demasiados noes.
Agenda Atalaya
Agustín I. Barrera García
Paco Bech Con tanto NO en la boca de la Bienal nos entristecemos, porque aquel evento flamenco
José Cenizo Jiménez que con tanto esfuerzo ayudamos a crear se nos ha hecho mayor y nos niega. Sentimos
Manuel Fernández Fuentes
José González Reina pena, cierta nostalgia y frustración porque se nos dificulta incomprensiblemente una
Manuel Herrera Rodas noble pretensión, como es la de informar a la afición flamenca mundial de lo que se
José Manuel López Gutiérrez
Luis Navarro García
cuece en la Bienal sevillana durante un mes.
José Luis Ortiz Nuevo
Ricardo Rodríguez Cosano Pero en fin, habrá que dejarlo ahí, porque nuestra relación con la Bienal es buena y
Jerónimo Roldán Pardo
Juan Vergillos queremos que lo siga siendo, y además nos quedamos sin espacio para esta editorial
de la Sevilla Flamenca que continuará, con la ilusión por bandera, dando cuenta a los
Fotografías aficionados cabales de la actualidad flamenca, aunque para ello tengamos que sortear
Carlos Arbelos
Javier Arcenegui
mil y una trabas. Que las estamos sorteando.
Archivo Agenda Atalaya
Archivo de la Bienal de Flamenco
Beni
Toni Blanco
Luis Castilla
Charo Corrales
Juan Flores
Manuel Martín Martín
Rubén Martín
Luis Navarro García
Paco Sánchez
Gómez Teruel
José Ángel Vidal
Edita
Federación Provincial de Sevilla de Entidades Flamencas
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Diseño y maquetación
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Pansequito
[Cantaor]
«La prohibición ha sido una auténtica
aberración. Una pena muy grande para
los amantes del arte. A partir de esto,
todo es posible».
Cancanilla de Marbella
[Cantaor]
«El flamenco y los toros son artes del pue- Carlos Herrera
blo. Y nadie debe frenar que el pueblo se [Periodista]
exprese».
«La prohibición ha sido una infamia
como toda prohibición de una expresión
artística, de un derecho elemental. Ha
sido una decisión perversa».
Antonio Moya
[Tocaor]
Sevilla Flamenca | etapa V| número 113 | pág. 6
«El que no dejen torear en Cataluña es
un auténtico bochorno».
Maestranza de Sevilla. Francisco Moreno Galván
opinión char flamenco y el derecho al descanso.
Quizás sea excesivo extrapolar el enfren-
tamiento de derechos en el mundo tauri-
no y lo que aconteció no hace mucho en
Por derecho la Peña Flamenca Torres Macarena, y que
Jerónimo Roldán nos relató en el pasado
De prohibiciones y número de nuestra revista. Posiblemente
políticos toreados sea excesivo comparar un asunto y otro,
Por Eduardo J. Pastor pero el imaginar no cuesta dinero —aun-
que algunos no se hayan enterado aún—
y dicen que cuando las barbas de tu ve-
El pasado 28 de julio fue un día som- La clave es si un puñado de firmas pue- cino veas afeitar pon las tuyas a remojar.
brío y triste para la libertad en España. den prohibir costumbres —la costumbre
De ahora en adelante, en los calendarios es también una fuente del derecho, cui- Por todo esto —y porque la prohibición es
que cuelgan de alcayatas gitanas, el 28J dado. La porfía es si se puede aniquilar a todas luces injusta y cruel— los flamen-
debería aparecer en color negro zahíno la creación artística, la exaltación de la cos debíamos echarle un capote a los
en honor al toro bravo, al animal más lucha de poder a poder, el elogio al que taurinos, hacerle un quite por soleá. Por-
bello que Dios creó y dejó campar a sus no todos somos iguales con las mismas que compartimos el título de aficionados
anchas en nuestras dehesas. Día de luto armas. La negación, por los que de nada a dos artes tan iguales que a veces inclu-
porque el toro recibió en el Parlamento entienden porque sus helados corazones so asusta. Porque los toros y el cante han
de Cataluña la peor faena que le po- no les permite emocionarse con nada, de ido, desde siempre, tan de la mano que
díamos hacer la casta humana: prohibir la interpretación, entre el sol y la arena, sus concepciones artísticas se confunden
su lidia en plazas de toros del territorio de la vida misma. y enredan. Los Ortega y los crespones
nacional. Porque no nos engañemos. La negros en las columnas de la Alameda,
prohibición no afecta a Cataluña. Afecta Turronero y los derechazos mandones,
a España pues, hasta que no se demues- “Los toros y el Maleni Loreto y a su hijo Julio saliéndo-
tre lo contrario, Barcelona, Gerona, Léri-
da y Tarragona son tierras tan españolas
flamenco han ido, sele la vida por la boca, Pastora y Rafael,
Fernando Villalón y el imposible de los
como lo son Albacete o Barbate. desde siempre, tan toros con ojos verdes, El Flecha de Cádiz,
Hay dos espectáculos que tengo muchas Arcángel, Estrella Morente. Aunque echo
ganas de ver: el de Rocío Molina y el de de menos ha nuevas voces como Rocío
Pastora Galván. Se trata de dos intér- Márquez o María Mezcle. Al fin y al cabo
pretes que se encuentran en ese punto esta es una de las funciones de un fes-
mágico en el que la fuerza y el arrojo de tival tan amplio como éste, el darnos a
la juventud se combinan con una ma- conocer a nuevas voces, nuevos nombres.
durez técnica y escénica asombrosa. Ver Y, claro, tratándose de una edición de-
a Eva Yerbabuena o a Isabel Bayón es dicada al cante, es extraño que no esté
siempre un placer, desde luego, aunque el creador e intérprete que más a hecho
hace muchos años que no nos han dado avanzar, a nivel conceptual, el cante de
un espectáculo redondo. También tengo los últimos cuarenta años: Enrique Mo-
ganas de ver a Farruquito, claro. Y a Los rente.
Chichos y a Peret, que son debilidades
personales y en los que coincido con el Quizá sea consecuencia de la actual si-
criterio del programador en que el impul- tuación económica, pero me alegro de
so del flamenco no se agota en soleares, que la sección off y de actividades para-
malagueñas y fandangos. lelas haya crecido en esta nueva edición
de la Bienal. El futuro, el presente, de
Dice la publicidad que esta edición de la todo festival son las actividades parale-
Bienal está dedicada al cante. Y tenemos las: el público no se conforma sólo con
a lo mejor de los mayores, Agujetas, Me- ver, quiere conocer. Y vivir. Cualquiera
nese, aunque echo de menos a uno que puede programar una serie de conciertos
nunca ha estado en la Bienal, El Cabrero. pero lo que marca la diferencia, hoy por
Y también a los mejores jóvenes, Poveda, hoy, son las actividades paralelas.
Todo empezó hace ya un tercio de siglo. Corría el otoño de 1979 Partíamos del convencimiento de considerar el Flamenco como
cuando un grupo de personas enamoradas de lo jondo y cono- la manifestación cultural de mayor proyección internacional que
cedoras de su valor como elemento fundamental de la cultura puede ofrecer al mundo la sociedad andaluza, como un produc-
andaluza, afronta el proyecto de crear la Bienal conscientes de to de la actividad artística a la vez marcada por su profundo
la importancia de ofertar desde Sevilla una muestra del máximo enraizamiento y la excelencia contemporánea. Y consideramos
interés para el mundo del flamenco aunque, lógicamente, sin hoy que la Bienal de Flamenco se ha convertido en la muestra
aventurar la trascendencia que, andando el tiempo, habría de de referencia de cuanto ocurre en el mundo jondo. De ahí su
alcanzar en el concierto mundial de la música y la danza. Com- trascendencia internacional. Cada dos años, aficionados de todo
ponían la célula matriz de la Bienal un José Luis Ortiz Nuevo el mundo miran a la Bienal como el marco global donde apreciar
que acababa de tomar posesión como Delegado de Cultura del el momento actual del arte flamenco.
primer ayuntamiento hispalense nacido de la democracia; Joana
María Palau, directora del Museo de Bellas Artes y del Museo Pero no es sólo en el ámbito flamenco donde la Bienal debe
de Arte Contemporáneo; Emilio Sáez, prestigioso fotógrafo se- liderar con conciencia los mejores productos de nuestra cultura.
villano; Manolo Centeno y Leopoldo Iglesias, presidentes de las Hoy vendemos internacionalmente el flamenco mejor que cual-
peñas flamencas sevillanas de Torres Macarena y El Cerro respec- quier otra actividad de creación. Por lo tanto, la Bienal debe ser
No obstante, muchos sevillanos afi- cambiarse algunos El flamenco de cuerpo a cuerpo, me-
cionados al flamenco no asisten a la
Bienal. En ciertos casos, ni conocen la
modelos y, en nos artificial y más directo, el que se
hacía en la intimidad de las casas o
programación. eso, las peñas en la libertad de la calle y los bares,
tal de la población cada vez que orga- fundamental” Es que la sociedad, las personas y las
nizamos algo. Necesitaríamos el Estadio expresiones, cambian. Hoy, un chaval de
Olímpico cada noche. Pero bueno, hay Y establece las diferencias: lo popular diecisiete años, de una familia gitana de
quien no concibe el flamenco en un esce- sólo es del pueblo; los buenos teatros, Sevilla, ni pisa Triana, ni va a una taber-
nario; lo que no deja de ser una experien- para quienes van a la ópera. El flamenco, na. Vive en las Tres Mil y sólo ha visto
cia personal totalmente respetable, pero por tanto, en Andalucía para, a ser posi- una guitarra en el bautizo de su prima.
no deja de significar un desconocimiento ble, justificar intelectualmente la explo- No puedes pretender que tenga el mis-
absoluto de la historia del flamenco que, tación de los señoritos. Eso, durante cua- mo conocimiento y maneje el mismo
si se caracteriza por algo hasta los años renta años, genera un estereotipo que lenguaje artístico. Las letras de Tomasito
20 es porque ser un arte escénico. Si el tiene mucho que ver en esa visión del responden a la realidad de la juventud
momento culmen del discurso estético sufrimiento y del hambre. ¿Qué flamenco de ahora, igual que a las de los años 30
del flamenco es la Ópera Flamenca, es pasa hambre hoy en día? Ninguno, afor- ó 40 respondían a las inquietudes y po-
porque se desarrolla como arte escénico. tunadamente. Y es algo de lo que nos sibilidades de los jóvenes de entonces.
Ahí habría mucho que hablar y debatir tenemos que alegrar. Por lo tanto, esa Es decir, no se puede arqueologizar la
La historia del Giraldillo es paralela a la historia de la Bienal. Nace como una de las
grandes aportaciones de este magno acontecimiento. En un principio, como certamen,
levantó grandes expectativas. Centro de atención por el planteamiento inicial y por lo
novedoso del mismo. Las peñas flamencas, como baluarte invencible, y la afición, pre-
sentes en un mismo evento. Fueron los ya conocidos Luis de Córdoba, Fosforito, Curro
Malena, José Menese, Calixto Sánchez y José de la Tomasa quienes abrieron la lata. Se
batieron el cobre literalmente durante tres noches consecutivas correspondientes a los
días 15, 16 y 17 de abril de 1980 en el Teatro Lope de Vega de Sevilla y en las que cada
participante desgranó 12 cantes: bulerías, cantiñas, fandangos, granaínas, malagueñas,
mineras, peteneras, polo, seguiriyas, soleares, tientos y tonás.
I Bienal Flamenco Ciudad de Sevilla. Rosita Durán, Miguel Vargas, Rafael Romero,
Perico el del Lunar, Nano de Jerez y Chano Lobato. 1980. Foto_Paco Sánchez.
Y un primer ganador: Calixto Sánchez. que va a parar a las manos de Chocolate
Otro ganador: el flamenco. Quizá se sen- en competencia con Chano Lobato, José
tó un precedente sobre cuál debía ser la Mercé, Luis de Córdoba, Curro Malena y
dimensión del cantaor, pero el público, la José de la Tomasa.
afición y el jurado entendió que Calixto
Sánchez era el abanderado de una nueva En 1988 la Bienal vuelve a ser dirigida
época cantaora. por Ortiz Nuevo y el II Giraldillo del baile
se lo disputan Loli Flores, La Toná, Isabel
También bajo la dirección de Ortiz Nuevo Bayón, El Mimbre, El Mistela y Javier Ba-
se celebró la II Bienal y se convocó el I rón que a la postre es el ganador. Com-
Giraldillo del Baile, que recayó en el gran pleta la segunda trilogía del Giraldillo
bailaor Mario Maya. Fueron nominados el guitarrista sevillano Daniel Navarro,
seis artistas por el patronato de la Bienal, Niño de Pura, quien lo cosecha en 1990.
que no por las peñas, y finalmente sólo
participaron tres: Pepa Montes, Angelita
Vargas y Mario Maya, que resultó ven-
cedor. Completa la primera trilogía del
Giraldillo el guitarrista sevillano Manolo
Franco, que lo obtiene en dura compe-
tencia con Pedro Bacán, Tomatito, Rafael
Riqueni, J. A. Rodríguez y Paco del Gastor
ante un jurado en el que estaba presente
el mismísimo Paco de Lucía.
Antonio Núñez, Chocolate. II Giraldillo del Cante. 1986. Fotografía_ Paco Sánchez
Sevilla Flamenca | etapa V | número 113| pág. 47
al compás de 35mm
Cine y Flamenco II
Paco Bech
El Diamante Negro, paisano de Manuel Torre, había pasado por todos los filos. Tenía tantas puñalaítas
pegadas, que viendo venir el disgusto, espetó a Perico: —¡Boticario, te veo mu embelesao con mi prima.
¡Deja de camelarla que la ruina va a se grande y el costao nos va a rebosá en sangre! Su pare la tié
prometía al Nicanó, un tratante de Utrera. Las palabras del jerezano sonaron profundas e hirientes en el
corazón embriagado de Perico. Notó el miedo tan cerca que el sudor anegó su rostro y enmudeció. El terror
que comenzó a sentir, nada tenía que ver con la cobardía hacia la fuerza o la destreza de su rival, sino ese
recelo profundo a un mal de desconocidas proporciones. De nuevo el sabio calé, terció: —¡Más vale que
nos najemos, primo. Ponla al cuatro que voy a cantá la alboreá para cerrá el festejo! El Diamante, coreado
por los asistentes, hizo ese cante que los gitanos reservan para las bodas o fiestas íntimas y que ensalza la
virginidad de la mujer y los peligros de perder el himen antes de contraer nupcias. Tras la última caña de
manzanilla, las gitanas, cachazudas, fueron retirando las sillas del patio empedrado, los platos, repletos de
las espinas de sardinas y pellejos de morcilla, compusieron las mesas manchadas de vino derramado. Las
familias se retiraron a dormir a sus cuartos. A Carlota con el corazón desbocado, como un caballo sin freno,
le herían sus propias palpitaciones como alfileres claveteados. Conservaba en su retina la mirada triste del
rubio tocaor, que con leves y furtivas sonrisas le había estado prendando toda la noche. Sin cruzar palabra
se habían declarado su mutuo amor durante aquella noche en Triana. No obstante, a la menor de los Perlos,
le tamborileaba en sus sienes doradas, un monocorde temblor, conocía el precipicio donde despeñaban a
los osados. Le asustaba el ostracismo, temía dejar para siempre el blancor argenteante de los paredones de
aquel arrabal, sucio y bullanguero.
No había llegado el alba, cuando el Nicanó y dos de sus primos utreranos, se personaron en un cuarto de
alquiler de la Macarena en el que vivía el Diamante, amancebado con una furcia de la Alameda, a la que
llamaban La Tati. El Nicanó traía en la cara la expresión más terrible y helada que nunca había visto el
cantaor jerezano en todos los días de su miserable vida.
—¡Hasta Utrera ha llegao, primo de mi arma, que la Carlota y el Boticario ese, se hacen tilín! ¡Que como no
ande listo, dicen las malas lenguas que hasta la Luna me va a llegá la cornamenta! El Diamante sacó de su
raída experiencia el arte muleteril de su toreo de salón e intentó templar a la fiera: —Tú sabe Nicanó, que
ese gachó es un chalao, un guiri inocentón y simplonato que no sabe estinguí. Hombre, deja que yo le hable
pa que se naje y nos dejemos de discordia— Los ojos del tratante de Utrera brillaban glaucos, desafiantes
y añadió: —¡Mañana tié que está ese Perico y su bajañí, más allá del río y como pise Triana, rebotaito en
sangre va a aparecé en una casapuerta, el mu perro!—
La voz impostada de la empleada era expelida sin compasión por los altavoces instalados en el Aeropuerto
de San Pablo. El próximo vuelo a Londres partía en pocos minutos. El único equipaje de Peter Robins era
su guitarra enfundada, que sonaba a gloria. Cuando la hacía sonar, aunque fuera torpemente, creía oír el
cercano rumor del Guadalquivir, sereno, a tiro de piedra, el murmullo de las viejas gitanas, orondas, desma-
yadas en sus amplios zaguanes o en los patios de vecinos en las noches de verano asfixiantes, en los días
señalaítos de la velá de Santiago y la Señá Santana. Había decidido poner tierra por medio, era hora de
olvidar ese sueño efímero de aquella noche que a ningún sitio conducía, que era repelido por la parte de
cordura que aún conservaba el profesor universitario. Enamorarse de una gitana del arrabal trianero, con
la que no había intercambiado palabra alguna, adentrarse en el mundo siniestro, romo y asilvestrado de
gentes iletradas, que rayaban las lindes de la cordura, la legalidad y todo lo que suponía el mundo del que
procedía, eran motivos suficientes y básicos para huir de esta tierra, a la que además se obstinaban siempre
en manchar de sangre y en este caso de la suya, de su sangre.
Mi querido Diamante:
Te ruego que no insistas en que vuelva. Ya sabes que no puedo entrar en Triana
por mucho que hayan cambiado las cosas.
¡Ah, que maravilla el CD que me has enviado¡ Sobre todo cuando he comprobado
que quién canta por soleá es Carlota Soto, La Perla de Triana. ¡Qué maravilla
oírla bajito aquí en Londres, envuelto en la fría bruma de la noche. ¡Oye, qué
sorpresa saber que quién produce y financia el CD es el Nicanor de Utrera y que
además, es el marido de Carlota¡ Como verás son razones suficientes para que-
darme aquí y no volver a Triana. Un abrazo. Perico el Boticario.”
Una pasmosa quietud reinaba en el barrio residencial de Hill Road, donde se ubicaba la morada de Mr. Ro-
bins. Las casas con tejados de pizarra subrayaban un cielo gris lleno de nubes tristonas. Las lluvias sañudas
habían mojado los amplios jardines delanteros que jalonaban la avenida. Había total ausencia de gente en
las calles. En efecto, el poso que quedaba en el corazón del profesor británico, era un cúmulo de imposibles,
pero a pesar de ello, era el verdadero resorte de su vida: imposibles, como la virginidad de la Soto, como
los toques de su guitarra, hechos sin lucimiento, sólo prestos para acompañar a un cantaor cualquiera. El
imposible y lejano calor de un patio de vecinos, rodeado por gitanas viejas que alzan con gracia sus manos
achorizadas bailando al son flamenco.
Fin.
Antonio del Gastor. La ilusión que suena a falseta de Morón. Ramón Amador. Pata negra del toque joven.
La verdad del cante nuevo en la voz de Tamara Aguilera. Los sonidos de Iván Carpio son un túnel que nos traen
a la memoria el flamenco que se nos fue de las manos.
El Pele es uno de esos cantaores que te sor- Jerónimo Roldan entregó a Domingo La elegancia. Zapateo de soníos negros.
prenden en cada actuación, en cada tercio. González, director de la Bienal de Sevi- Nuestra esperanza. La cintura al viento. El
El cordobés estuvo acompañado de la gui- lla, la insignia de oro de la Federación garbo. El baile gitano de ayer y de siempre.
tarra de Patrocinio Hijo. Provincial de Sevilla de Peñas. ¡Manuela Carrasco!
Julio Cuesta, presidente de la Fundación Cruzcampo, recibió de Las Habaneras de Cádiz, de Antonio Burgos, repicaron rotundas
manos de José María Segovia la Musa Flamenca. La Fundación en la voz del maestro Calixto Sánchez entre las palmeras de aires
Cruzcampo instituyó allá por los años 80 el galardón Compás indianos del Patio del Monasterio, llevadas en volandas por los
del Cante. toques de Manolo Franco.
Participaron Manuela Cordero, que estuvo acompañada por el genial tocaor Antonio Carrión, Moi de Morón, El Galli y Rafael Rodríguez,
tres escuderos de auténtico lujo para el baile de Lidia Valle. También cantaron para Antonio sus amigos Juan Luis Cabrera y Antonio
Ruiz El Carpintero, y la gaditana Mariana Cornejo, con las sonantas de Paco Delgado El Leri y Manuel de Palma.