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Reflexiones sobre Arte Rupestre, paisaje, forma y contenido

Manuel Santos Estévez y Andrés Troncoso Meléndez (coord.)

Santiago de Compostela 2005 ISSN 1579-5357


Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento
Consejo Superior de Investigaciones Científicas - Xunta de Galicia

33 TRABALLOS de ARQUEOLOXÍA e PATRIMONIO


TAPA 33

REFLEXIONES SOBRE ARTE RUPESTRE,


PAISAJE, FORMA Y CONTENIDO

Manuel Santos Estévez y Andrés Troncoso Meléndez (coord.)

Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento


Consello Superior de Investigacións Científicas - Xunta de Galicia

[TRABALLOS DE ARQUEOLOXÍA E PATRIMONIO]


decembro de 2005
TAPA 33
Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio
Santiago de Compostela, 2005

Comité editorial
Felipe Criado Boado, IEGPS, CSIC-XuGa (director)
Manuel Santos Estévez, IEGPS, CSIC-XuGa (secretario)
Agustín Azkárate, Garai-Olaun, Euskal Herriko Unibertsitatea
Teresa Chapa Brunet, Universidad Complutense
Marco García Quintela, LPPP, Universidade de Santiago de Compostela
Antonio Gilman Guillén, California State University (EEUU)
Kristian Kristiansen, Göteborgs Universitet (Suecia)
María Isabel Martínez Navarrete, Instituto de Historia, CSIC
María Luisa Ruíz Gálvez, Universidad Complutense

Consello asesor
Xesús Amado Reino, D.Delegación Territorial da Consellería de Cultura e Deporte; XuGa
Luis Caballero Zoreda, Instituto de Historia, CSIC
Paloma González Marcén, Universitat Autònoma de Barcelona
Víctor Hurtado, Universidad de Sevilla
José Mª López Mazz, Universidad de La República (Uruguay)
Pedro Mateos, Instituto de Arqueología de Mérida
Björnar Olsen, Universitet i Tromsø (Noruega)
María Pilar Prieto Martínez, Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento, CSIC-XuGa
Gonzalo Ruíz Zapatero, Universidad Complutense
João Senna Martínez, Universidade de Lisboa (Portugal)
Christopher Tilley, University College (Reino Unido)
Juan Vicent García, Centro de Estudios Históricos, CSIC

Enderezo de contacto
Secretaría de TAPA
Laboratorio de Arqueoloxía da Paisaxe
Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento
CSIC-Xunta de Galicia
Rúa de San Roque, 2
15704 Santiago de Compostela
Galicia, España

Tel. +34 981 540246


Fax +34 981 540240
E-mail phsantos@usc.es

Os volumes da serie TAPA pódense descargar gratuitamente


da páxina web: hppt://www.lppp.usc.es

Edita: Laboratorio de Arqueoloxía da Paisaxe. Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento,


CSIC-Xunta de Galicia
ISSN: 1579-5357
ISBN: 84-00-08374-1
NIPO: 653-05-115-0

Maquetación: Ográfico _ mangráfica

Depósito Legal: C-xxxx-2005


FICHA TÉCNICA
Laboratorio de Formas Culturais,
Instituto de Investigacións Tecnolóxicas,
Universidade de Santiago de Compostela

Autores
Andrés Troncoso Meléndez > Instituto de Estudios Galegos Padre Sarmiento (CSIC - XuGa)
Carlos Xavier de Azevedo Netto > Universidad Federal de Paraíba, Brasil.
César Velandía > Universidad de Tolima, Colombia.
Francisco Gallardo Ibáñez > Museo Chileno de Arte Precolombino, Chile.
Javier Solera Segura > Universidad de La Laguna, España.
Lasse Bengtson > Museo de Vitlycke, Suecia
Li Winter > Museo de Vitlycke, Suecia
Manuel Santos Estévez > Instituto de Estudios Galegos Padre Sarmiento (CSIC - XuGa)
María Cruz Berrocal > Museo de Vitlycke, Suecia
Paola González Carvajal > Sociedad Chilena de Arqueología, Chile.
Richard Bradley > Universidad de Reading, Reino Unido
Roger Engelmark > Universidad de Umeå, Suecia
Thomas B. Larsson > Universidad de Umeå, Suecia

Responsable de edición
Xesús Amado Reino

Dirección da serie
Felipe Criado Boado

Financiación da edición
Consellería de Innovación, Industria e Comercio.
Programa de Promoción Xeral da Investigación 2003
Axuda Para Publicacións Periodicas.
Índice

PRESENTACIÓN 9
Felipe Criado, Manuel Santos y Andrés Troncoso

A INFORMAÇÃO DA ARTE RUPESTRE - UM PROBLEMA DE DISCURSO 17


Carlos Xavier de Azevedo Netto

ESTÉTICA Y ARQUEOLOGÍA: DIFICULTADES Y PROBLEMAS 29


César Velandia

ARTE RUPESTRE, CONTENIDO CULTURAL DE LA FORMA E IDEOLOGÍA DURANTE EL


FORMATIVO TEMPRANO EN EL RÍO SALADO (DESIERTO DE ATACAMA, CHILE) 37
Francisco Gallardo Ibáñez

CÓDIGOS VISUALES EN LAS PINTURAS RUPESTRES DEL RÍO SALADO (DESIERTO DE ATACAMA, CHILE) 53
Paola González Carvajal

UN ESPACIO, TRES PAISAJES, TRES SENTIDOS:LA CONFIGURACIÓN DE UN CONTEXTO


RUPESTRE EN CHILE CENTRAL 69
Andrés Troncoso Meléndez

LA CAZA RITUAL EN LA EDAD DEL BRONCE Y SU REPRESENTACIÓN EN EL ARTE RUPESTRE DE GALICIA 83


Manuel Santos Estévez

MONUMENT TO LANDSCAPE: LANDSCAPE TO MONUMENT. THE CONTEXTS OF VISUAL IMAGERY 101


Richard Bradley y Lise Nordenborg Myhre

ROCK ART AND ENVIRONMENT: TOWARD INCREASED CONTEXTUAL UNDERSTANDING 113


Roger Engelmark y Thomas B. Larsson

ROCK ART, LANDSCAPE AND INTERACTION: EXAMPLES FROM BRONZE AGE BOHULSÄN 123
Li Winter

THE HAND BEHIND THE CARVING 139


Lasse Bengtsson

DEL ESTILO EN EL ARTE RUPESTRE POSPALEOLÍTICO LEVANTINO 151


María Cruz Berrocal

INTERPRETANDO LO RUPESTRE. VISIONES Y SIGNIFICADOS DE LOS PODOMORFOS EN CANARIAS 165


Javier Soler Segura
INTERPRETANDO LO RUPESTRE, VISIONES Y 165
2005

SIGNIFICADOS DE LOS PODOMORFOS EN CANARIAS

Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33


Javier Soler Segura
Departamento de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua
Universidad de La Laguna, Tenerife
javiersoler@mixmail.com

Para Blanca
Resumen Abstract
Al igual que ocurre en otros ámbitos europeos, las interpreta- Just as happens in others European contexts, the interpretations
ciones que en Canarias se ofrecen en torno a las manifestaciones presented about the rock engravings in Canary Island may be
rupestres se pueden definir por su estancamiento y falta de define because their stagnation and their lacking in theoretical
renovación teórica. Tomando como ejemplo la forma en que han renovation. Taking as example the analysis of the engravings
sido estudiados los grabados podomorfos en Canarias, las carac- footprints of the Canary Islands, the way that they have been
terísticas empleadas en su clasificación, y las diferentes studied, the characteristics employees in their classification, and
propuestas manejadas para su comprensión, se busca explicitar the different explanatory proposals managed for their understan-
algunos de los problemas que actualmente presentan este tipo de ding, has been trying to make explicit some problems that appears
trabajos. in most of the studies.

Palabras Clave Keywords


Islas Canarias. Manifestaciones rupestres. Podomorfos. Petroglifos. Canary Islands. Rock Engravings. Footprints. Petroglyphs.
Patrimonio Arqueológico. Historiografía Archaeological Heritage. Historiography
Interpretando lo rupestre, visiones y significados de los podomorfos en Canarias

166 PREÁMBULO1 generaron una forma de entender el mundo que los


2005 rodeaba que resulta muy difícil de rastrear exclusivamente
Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33

Entre la gran variedad de realidades arqueológicas que con datos arqueológicos3.


caracterizan a España, el Archipiélago canario ocupa, por Lejos de pretender resolver cualquiera de los pro-
su situación geográfica mucho más cercana al continente blemas que han acuciado tradicionalmente a la arqueo-
africano, un capítulo aparte en la comprensión del pasado logía canaria, el presente trabajo no abriga más objetivo
de la Península Ibérica. Se conciban o no las distintas que el de discutir las propuestas tradicionales que han
diferencias y similitudes existentes en esa unidad física, de intentado explicar el significado de las manifestaciones
lo que no parece haber ninguna duda es que Canarias rupestres en las Islas. Pese a la singularidad de la arqueo-
forma parte de un proceso histórico muy diferente hasta logía canaria, en las líneas que siguen, se describen
por lo menos momentos muy avanzados de la época algunas de las pautas generales que caracterizan a gran
protohistórica en ámbitos continentales. Aunque resulta un parte de los estudios que sobre lo rupestre se elaboran
tanto complicado caracterizar globalmente a las pobla- hoy día en distintas partes del continente europeo.
ciones que ocuparon en el pasado las Islas2, parece, y a Tomando como ejemplo el contexto canario, y como punto
la espera de nuevas dataciones que confirmen o no la de partida las peculiaridades de los petroglifos podo-
antigüedad de la presencia humana en el Archipiélago, morfos, se atiende a cómo se ha abordado sus análisis,
que estamos ante unas comunidades que arribaron no cuáles son sus avances y sus deficiencias, y en general,
más allá del primer milenio antes de la era y que, a imita- cuáles han sido las propuestas interpretativas dominantes,
ción de sus lugares de origen, practicaron diversas activi- con el fin de hacer explícitas algunas de las carencias y
dades agropastoriles, se organizaron políticamente con lagunas que hoy día posee el estudio de las manifesta-
una mayor o menor jerarquización según los casos, y ciones rupestres. Desgraciadamente, la falta de soporte
bibliográfico adecuado (sean Cartas
Arqueológicas, referencias biblio-
gráficas puntuales, documentación
histórica, etc.) y la imposibilidad de
realizar comprobaciones y recopila-
ción de nuevas informaciones, im-
piden avanzar más a este texto en lo
que se refiere a dichas evidencias
patrimoniales. La documentación
que se ha empleado, se refiere en
general, a estudios globales que
dedican muy poco espacio a este
determinado tipo de grabados, por
lo que el nivel final que alcancen las
conclusiones aquí propuestas, debe
ser matizado a la luz de esa infor-
mación no consultada. Sin em-
bargo, la mayoría de las asevera-
ciones que se sostienen en este
texto creemos que son válidas, en la
medida en que el estudio de las
manifestaciones rupestres en gene-
ral carece de una atención y desa-
Figura 1: Mapa de las Islas Canarias y su contexto geográfico.
rrollo que sí tienen en cambio, otros

1 Este artículo es fruto de la memoria elaborada para el Curso de Especialización en Gestión Arqueológica del Patrimonio Cultural que organizó el Laboratorio
de Arqueología y Formas Culturales de la Universidad de Santiago de Compostela, entre marzo y junio de 2001. Por ello y por mucho más, debo dar las
gracias a todos los miembros de dicho Laboratorio por las facilidades y el excelente trato del que fui objeto. Así mismo agradezco al profesor D. Dimas
Martín Socas las molestias tomadas en la lectura de los diferentes borradores. En cualquier caso, los errores e imprecisiones que pueda mostrar el texto se
deben exclusivamente a quien escribe.
2 Resulta un tanto curioso que en ninguno de los "manuales" que en los últimos años han analizado la arqueología canaria, se ofrezca de forma explícita una
descripción mínimamente detallada y global del tipo de sociedades que poblaron las Islas antes de la llegada de los europeos. Es cierto que hay
imágenes más o menos bucólicas del pasado isleño a lo largo de la historia de la arqueología canaria, sin embargo, en las obras generales más recientes
se echa en falta una caracterización más o menos general de estas sociedades.
3 Para una primera aproximación de la realidad arqueológica canaria pueden verse por ejemplo los estudios de Tejera Gaspar y González Antón 1987; Arco
Aguilar et al. 1992; Arco Aguilar y Navarro Mederos 1996; Navarro Mederos 1997 o bien los volúmenes correspondientes a la arqueología de cada una
de las Islas editados por el Centro de Cultura Popular Canaria en Santa Cruz de Tenerife entre 1992 y 1993.
>> Javier Soler Segura

ámbitos de la arqueología canaria, lo que repercute seria- principio de los años 70 del siglo XX, no sorprende si se 167
mente en el espacio bibliográfico prestado a este tema. Así atiende a un elemento fundamental que ha condicionado, 2005

Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33


globalmente, la máxima información que se ofrece en la y por qué no decir pesado, a la investigación prehistórica
mayoría de los estudios consultados, se refiere al número en las Islas Canarias. La influencia que las fuentes
de grabados, al estado de conservación en que se etnográficas han tenido en la configuración de los temas
encuentran, a las peculiaridades del soporte o bien a la de estudio, en la conformación de los campos de interés,
técnica empleada en su ejecución, explicitándose en ha sido rotunda, ya que tradicionalmente la primera aproxi-
menor medida, las asociaciones que presentan con otros mación que todo estudioso realizaba de la época prehis-
motivos, la dirección geográfica a la que se orientan, o pánica, se basaba en la lectura de unas crónicas que
aspectos relacionados con la percepción. Es decir, ofrecían una visión muy parcial, altamente subjetiva y que
domina la descripción tipológica de los grabados sobre por tanto, al carecer de una lectura suficientemente crítica,
las propuestas de análisis global, desequilibrio que puede se procedía a trasladar todos los prejuicios y razona-
generalizarse no sólo al estudio de las manifestaciones mientos al registro material. Lo que no se mencionaba o
rupestres canarias, sino al de otros ámbitos geográficos. no se describía en las fuentes, o no existía o carecía de
suficiente importancia como para invertir en ello tiempo y
esfuerzos. Esta situación terminaba conformando una
CONTEXTO Y RELACIONES DE LOS relación unidireccional entre registro material y crónicas.
GRABADOS En muy contadas ocasiones existía un diálogo fluido entre
ambas aproximaciones, implicando la mayoría de las
A diferencia de lo ocurrido con otras manifestaciones de veces, una contrastación empírica de lo que uno y otra
los antiguos pobladores de las Islas Canarias, la atención decían. Así pues, lo que podía haber sido un instrumento
prestada a los grabados rupestres en el pasado por parte esencial para la renovación disciplinar de la arqueología
de viajeros e ilustrados interesados por el Archipiélago ha canaria (deben recordarse tan solo los innumerables
sido mínima, por no decir nula. Al ser contemplados los intentos de los arqueólogos anglosajones por dar un tinte
habitantes de las Islas como descendientes directos de los más etnográfico a sus trabajos), se ha convertido en una
antiguos atlantes, como sucesores de los héroes griegos, rémora difícil de superar. Sólo a partir de los años 80
las manifestaciones rupestres fueron desde un principio parece que la dependencia directa de la arqueología
obviadas y en ocasiones desestimadas por considerarlas canaria a las fuentes etnográficas comienza a diluirse,
meros entretenimientos, simples grabados en la piedra fruto posiblemente de la introducción de técnicas y proce-
realizados por niños y mayores, o bien marcas de pastores dimientos más "científicos" que se alejan de campos más
practicadas con cuchillos, que se afilarían utilizando las propensos a la especulación y a la vaga teorización, como
rocas próximas a los supuestos paraderos pastoriles son los aspectos referidos al mundo mágico-religioso
(Jiménez González 1996: 224). Sin embargo, esta visión aborigen (Arco Aguilar et al. 1992: 32).
que tan bien representara Viera y Clavijo con su imagen Sea como fuere, lo cierto es que los estudios de las
del "buen salvaje", no explica satisfactoriamente la manifestaciones rupestres en Canarias se han caracteri-
ausencia de referencias en las Crónicas de la Conquista. zado por un desigual nivel de atención. Mientras que en
Esto ha sido explicado por algunos autores aduciendo a islas como La Palma (Belmaco) o El Hierro (El Julan), las
una acción consciente por parte de los propios aborí- primeras noticias datan de la segunda mitad del siglo XVIII,
genes, bien sea porque fueran ocultadas al tener un gran para otras islas como Tenerife, estas referencias se sitúan
significado simbólico, aprovechando su difícil localización, en la década de los años setenta del siglo XX (Valencia,
o bien porque no conocían su significado al pertenecer a 1990). Estas diferencias explican los distintos ritmos que
poblaciones anteriores, habiendo perdido por tanto todo presenta la investigación en cada isla, pero también como
valor y sentido para quienes poblaban las islas en el han indicado algunos autores (Martín Rodríguez y Pais
momento de la conquista (Hernández Pérez 1996: 27; Pais 1996: 300), ha generado una incertidumbre que se
Jiménez González 1996: 330). A pesar de no quedar claro advierte en relación con la filiación cultural de ciertas repre-
este aspecto, los investigadores no le han prestado gran sentaciones, que al carecer de marcos de referencia pre-
atención, tan solo meras referencias en artículos aislados, cisos, ha provocado a la larga la proliferación de plantea-
a pesar de haber condicionado fuertemente el tardío mientos esotéricos que explican ésta o aquella manifesta-
interés por el estudio en Canarias de las manifestaciones ción prehispánica, o bien incluyendo otras nuevas sin que
rupestres. Que no se iniciaran los primeros estudios de medie ningún tipo de análisis serio4.
descripción y sistematización de los grabados hasta

4 Un ejemplo perfecto es el de las ya famosas pirámides-majanos de Güimar. Construcciones elaboradas por el campesinado tradicional canario en la época
de las desamortizaciones para limpiar y ampliar zonas de labor, han querido ser vistas por algunos como parte de un complejo piramidal sagrado, algo
que no tiene ninguna contrastación en el resultado de sondeos arqueológicos realizados allí (véase Jiménez Gómez y Navarro Mederos 1996). La cosa no
hubiera ido a mayores si no hubiera detrás una fuerte inversión económica que ha llevado a financiar la construcción de un museo in situ.
Interpretando lo rupestre, visiones y significados de los podomorfos en Canarias

168
2005
Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33

Figura 2: Grabados podomorfos africanos. Los de la izquierda, con identificación clara de dedos, procede del yacimiento de Leyud I (Pellicer et al.
1973-1974). Los de la derecha, asociado a un bóvido, reciben también el nombre de sandalias, y proceden del yacimiento de Sidi-Mulud
(Pellicer y Acosta, 1972).

Muestra clara de estas aproximaciones, lo ofrecen los lo cierto es que ambas realidades, la científica y la política,
estudios que han pretendido explicar las relaciones se autoperpetúan.
existentes entre las manifestaciones rupestres canarias y Las relaciones atlánticas han generado en Canarias
sus posibles correlatos con el exterior. Imbuidos de esa una abundante literatura, ya que durante buena parte de la
lógica que se centra en la búsqueda de paralelos cultu- historia de la investigación se han buscado paralelos
rales para explicar cualquier tipo de manifestación material formales entre los grabados canarios y los bretones, irlan-
en el pasado remoto insular, Canarias ha sido tradicional- deses y los del noroeste peninsular. Muestra de ello son
mente un terreno abonado para este tipo de especula- las propuestas de Antonio Beltrán, quien desde los años
ciones. Dejando de lado aquellas visiones románticas que 70 relaciona los grabados rupestres (en concreto los de la
tendrían en el "guanchismo" su imagen más perfecta, lo isla de La Palma y El Hierro) con otros de Valcamónica
cierto es que tradicionalmente los investigadores que han (Italia) o del cantón suizo de Carschena, destacando
estudiado el Archipiélago, han funcionado a partir de dos además las semejanzas que estos muestran con los
ejes de relaciones. Por una parte a partir de la idea de unas yacimientos de Irlanda, Escocia y Galicia (Beltrán 1971:
islas inmersas dentro del llamado "mundo atlántico", 285), y relacionándolos cronológicamente con el Neolítico
relacionadas por tanto con las grandes culturas del norte y la Edad del Bronce europea. La causa que justificaría la
europeo (los celtas, los arios, los indoeuropeos…); y por atención prestada a estos paralelos se debería, según
otro lado, la imagen de un archipiélago enlazado física y algunos autores (Martín Rodríguez y Pais Pais 1996: 326)
culturalmente con el vecino continente, y que por tanto al mejor conocimiento que se tenía de los conjuntos rupes-
tendría estrechos contactos con grandes civilizaciones tres en el continente europeo, y a las dificultades por
como la egipcia, la fenicia, la babilónica, etc. Por supuesto establecer diacronías de las manifestaciones rupestres
ambas visiones no son exclusividad del mundo "científico" africanas, tanto como a su adscripción cultural.
(sustancialmente heterogéneo y también muy dado a las Sin embargo, son los paralelos norteafricanos los que
elucubraciones), sino que también se ha producido cierta despiertan una mayor adhesión por parte de los investiga-
retroalimentación con muchas posturas acientíficas dores actuales, pues en general existe unanimidad ante la
(esoterismo, ocultismo…) y políticas (independentismo, hipótesis del origen africano del poblamiento, sean cuales
nacionalismo…), lo que ha permitido configurar una fueran los medios utilizados por esta población para
realidad que en ocasiones se presenta difícil de entender alcanzar las islas. Parece que los datos que confirman esta
y de comprender. Tan solo un apunte, no debe ser enten- hipótesis son abrumadoras frente a las fragmentarias y
dido como simple coincidencia, el énfasis otorgado a la forzadas pruebas que se pudieran utilizar para demostrar
pervivencia de determinados rasgos y caracteres raciales lo contrario, sin que esto suponga de ningún modo
prehistóricos, con el discurso político de determinadas sustraer a estas comunidades en sus ámbitos originales
agrupaciones proindependentistas canarias, que aunque de la acción de flujos culturales exógenos, tanto de origen
es cierto que no puede establecerse una relación directa, europeo como procedentes del Mediterráneo oriental
>> Javier Soler Segura

(Martín Rodríguez y Pais Pais 1996: 326). No obstante, el 169


estado actual de los conocimientos con respecto al ámbito 2005

Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33


africano tampoco está exento de dificultades, ya que el
interés de la investigación en dicha zona, se ha centrado
en torno a los grandes conjuntos rupestres saharianos y
sus espectaculares representaciones figurativas, sin
ocuparse apenas de otros motivos que sí podrían tener
cabida en el contexto canario, como son los llamados
grafismos geométricos, término casi peyorativo en el que
se incluyen todas aquellas representaciones que no
encajan en los grandes estilos propuestos para clasificar
las manifestaciones rupestres africanas, pero que habla-
rían de una cronología que se situaría entre el 200 a. C. y
el 700 d. C (Martín Rodríguez y Pais Pais 1996: 329). Así
concretamente, los podomorfos de las Islas Canarias se
asociarían a las manifestaciones norteafricanas que para
este tipo de grabados son extraordinariamente abun-
dantes, en especial en la zona del Magreb y Sahara.
Basándose en los estudio de H. Lhote (Lhote 1952), los
especialistas canarios señalan paralelos con el arte
rupestre del Sahara central (los yacimientos de Tassili,
Tibesti, Borku y Fezzan), con el Sahara occidental (El
Beyyed, El Berbera, Mouijk, El Glat, Chedgga, Adrarant,
Boukard y Soud), con el Sud-Oranesado argelino, en
Marruecos (Icht, Hassi-el-Haouierra y Mechguita), con
Túnez, Egipto y Costa de Marfil. De la misma manera, y
con referencias más próximas, estas representaciones de
pies humanos también se asocian a los localizados en los
yacimientos marroquíes del Gran Atlas, como Aogdal
N'Ouagouns, Lalla Mina Hammou o en el ex-Sahara
español en la Cueva del Diablo de Leyud I (Pellicer y
Acosta 1972; Pellicer et al. 1973-1974), aunque cabe
destacar que en el contexto africano, los podomorfos se
Figura 3: Analogía entre motivos rupestres y decoración de las
describen en general como sandalias, ya que presentan cerámicas en la isla de La Palma (Martín Rodríguez y Pais
una estructura de tendencia más trapezoidal y con una Pais 1996: 322)
base menor más curva (que en ocasiones pueden repre-
sentarse con detalles de correas o sujeción en los dedos), distribuiría por las islas, probablemente de manera escalo-
diferencias morfológicas que desde un punto de vista nada y en un tiempo breve, seguido de un proceso de
meramente tipológico, deberían levantar fundadas sospe- adaptación, colonización de los respectivos territorios,
chas (Figura 2). aislamiento y formación de culturas insulares. Al tiempo
De la misma manera que parece que existe un que se desarrollaron estos procesos, se debieron producir
consenso generalizado en cuanto a la procedencia de las contactos con visitantes externos (fenicios, romanos o
manifestaciones culturales entre los investigadores, europeos según cada autor), generalmente discontinuos
también parece que lo hay cuando se aborda de forma que afectarían en algunos casos a la colectividad o a
sistemática el estudio de la arqueología de Canarias. Así, grupos específicos (oligarquía), cuyo contacto facilitaría el
distintos autores evidencian la existencia de significativas desarrollo de algún rasgo tecnológico o ideas de otro tipo
homogeneidades, pero al mismo tiempo de claras diferen- (Navarro Mederos 1997: 223).
cias entre cada una de las islas. Se plantea no una única Sin embargo, esta secuencia en el poblamiento y diver-
arqueología, sino siete arqueologías diferentes. sificación cultural, parece que sólo podría identificarse de
Exceptuando algunas voces discordantes, se hablaría de forma más o menos segura para el caso de la isla de La
un proceso colonizador similar, común en un primer Palma. Ésta es la única isla donde los estudios sistemá-
momento aunque con un desarrollo de dinámicas internas ticos han permitido ordenar la información existente,
propias. Las causas de la variabilidad cultural entre las establecer varias categorías tipológicas en la cerámica (en
islas habría que atribuirla a la combinación de procesos razón tanto de los motivos representados como de las
exógenos (migración, contactos) y endógenos (dinámica técnicas empleadas), además de proponer la filiación
interna). Se hablaría de una primera migración, que se cultural y los parámetros cronológicos de cada grupo
Interpretando lo rupestre, visiones y significados de los podomorfos en Canarias

170 (Figura 3). Si a todo ello se le suma que es la única isla


2005 donde se ha propuesto un modelo diacrónico del pobla-
Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33

miento prehispánico (Navarro Mederos y Martín Rodríguez


1985-1987; Martín Rodríguez 1992) se entiende que
durante mucho tiempo (y aún hoy) sea frecuente la
búsqueda de referentes con La Palma, ya sea al abordar
las manifestaciones rupestres o la tipología cerámica, con
el fin de solventar la carencia de secuencias culturales en
el resto del Archipiélago, lo que algún autor ha denominado
complejo palmero-herreño (Hernández Pérez 1996: 36).

EL ESTUDIO DE LAS MANIFESTA-


CIONES RUPESTRES
Para la mayoría de los investigadores canarios, los petro-
glifos podomorfos son aquellos grabados que van desde
una clara representación de una silueta de pie, general-
mente formando parejas, hasta formas mucho más
abstractas (León Hernández y Perera Betancor 1996: 61;
Tejera Gaspar y Perera Betancor 1996: 112; Jiménez
Gómez, 1996: 369) que podrían relacionarse con ese Figura 4: Diversas representaciones de grabados podomorfos de las
Islas Canarias. (a) Piedra del Majo (Quesera de Zonzamas,
motivo (ya sean grabados de tendencia circular u oval,
Lanzarote) (León Hernández y Perera Betancor 1996: 87); (b)
rectangulares, trapezoidales…), sobresaliendo por su Panel nº 4 de Tindaya (Fuerteventura) (Hernández Pérez y
importancia los conjuntos de la Montaña de Tindaya, Martín Socas, 1980: 38); (c) El Julan (El Hierro) (Jiménez
Tisajoyre y Castillejo Alto para la isla de Fuerteventura (que González 1996: 386); (d) Pozo de la Cruz (Rubicón,
en proporción reuniría la mayor cantidad de estos Lanzarote) (León Hernández y Perera Betancor 1996: 89); (e)
Peña María Herrera (Haría, Lanzarote) (León Hernández y
grabados de todo el Archipiélago), El Julan para la isla de
Perera Betancor 1996: 90).
El Hierro; Zonzamas y San Marcial del Rubicón para
Lanzarote; el Barranco de Balos para Gran Canaria; o los rupestres sin entender muy bien el por qué a tal motivo se
de Roque de Bento y El Roquito para Tenerife (Cabrera le concibe de una y no de otra manera.
Pérez 1993: 100) entre otros. Teniendo presente este aspecto y en buena medida
Esta gran laxitud en las referencias a los podomorfos, como consecuencia de ello, los podomorfos canarios (y
sólo puede deberse a una ausencia de sistematizaciones en general el resto de manifestaciones rupestres) han sido
claras y precisas de estos motivos. Esta carencia lleva a analizados tradicionalmente atendiendo a aspectos tales
agrupar bajo el epígrafe de podomorfo a formas muy como la técnica de ejecución del grabado, las caracterís-
dispares, pero que cobran sentido en la medida en que se ticas mineralógicas de los soportes, o en menor medida, a
intenta hacer comprensible una maraña de representa- la distribución que los motivos presentan en relación con
ciones figurativas, geométricas y esquemáticas, aparente- el contexto arqueológico y natural circundante. Se aboga
mente abstractas, y que al ser sancionadas por una deter- en general, por un estudio profundo de los grabados
minada tradición investigadora, se asumen de forma tan rupestres, mediante la realización de nuevos y rigurosos
profunda que se incorporan al sentido común, por lo que calcos, el estudio comparado de las técnicas de ejecu-
toda representación de tendencia rectangular o que ción, el análisis de las superposiciones de los grabados,
presente pequeños trazos perpendiculares en uno de sus asociaciones y ordenamiento de motivos, la excavación al
extremos, pasan a "pensarse" de forma natural como pie de algunos paneles, el análisis del entorno próximo a
podomorfos. Este proceso de significación, que por los motivos, la orientación, la inclinación… (León
supuesto no es exclusivo de los podomorfos ni de la Hernández y Perera Betancor 1996: 50).
arqueología canaria, es una práctica que en la mayoría de En lo que respecta al estudio de las técnicas de ejecu-
los casos se realiza inconscientemente, por lo que pasa a ción, y aunque hasta la fecha en Canarias no se ha
ser necesario e imprescindible partir de una reflexión desarrollado una investigación específica que analice las
consciente de este tipo de problemas, al pretender huellas contenidas en los soportes, reproduciendo de
abordar el estudio de las manifestaciones rupestres en la forma experimental la cadena operativa seguida en la
época prehispánica. En Canarias, y en cierta manera fabricación de los grabados (Jiménez Gómez 1996: 366),
motivado aún por el peso determinante de presupuestos en general los autores que se ocupan del tema de los
historicistas, la reflexión a este nivel suele omitirse, optán- podomorfos advierten el empleo de técnicas como el
dose de forma recurrente por aproximarse a los grabados picado y repicado, la incisión y la abrasión (León
>> Javier Soler Segura

Hernández y Perera Betancor 1996: 62), siendo la primera chos ni a arbitrariedades guiadas por actitudes incons- 171
de ellas utilizada tanto para contornear la figura como para cientes. Muy al contrario, si bien parece que la caracteri- 2005

Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33


rellenar parte de ella. A pesar de esta gran diversidad de zación de la roca soporte condiciona la realización de
técnicas empleadas parece observarse, en la ejecución de paneles rupestres (dependiendo de las técnicas y
los grabados de algunas islas (Tenerife por ejemplo), la artefactos empleados en su configuración), parece claro
presencia de una técnica predominante, el piqueteado que debieron haber intervenido otros parámetros conduc-
(Tejera Gaspar y Perera Betancor 1996: 108-109). Sin tuales y socioculturales relevantes (Jiménez González
embargo esta apreciación parece estar motivado más bien 1996: 239). Así para algunos autores (Navarro Mederos
por la existencia de una muestra reducida, que por una 1996: 259) la diversidad de soportes es debida a una
posible asociación entre un determinado motivo y una combinación de al menos dos factores dependientes entre
técnica concreta, por lo que debe entenderse, a falta de sí: a) unos criterios de ubicación preferencial para las
estudios más sistemáticos, que no debió de ser muy signi- estaciones de grabados (que tendrían que ver con las
ficativo el empleo de un instrumento o técnica concreta en distintas razones que motivaron su realización) y b) unas
la elaboración de los podomorfos. ofertas concretas de piedras con diferente grado de
Algunos autores que intentan detallar una posible aptitud para servir de soporte al grabado. De esta manera,
génesis tecnofuncional de los diversos motivos rupestres aunque un lugar reúna las condiciones más idóneas para
(Jiménez González 1996: 227), consideran plausible, a albergar una estación, si allí no hay buenas rocas para
falta de estudios más detallados, la utilización de instru- grabar, evidentemente no se hace; y si la piedra de mejor
mentos pétreos duros, con filos aguzados e incisivos, tipo calidad para grabar no se usó, es que estaba en un
fonolitas y vidrios obsidiánicos, en el empleo de la técnica ambiente poco o nada sugerente para hacerlo.
de la incisión. Así, en algunas ocasiones, pequeñas De igual forma, y en relación con la ubicación de los
esquirlas de estos objetos han sido encontradas en las grabados, pueden intuirse una serie de pautas suscepti-
estaciones rupestres o en sus proximidades, haciendo bles de ser singularizadas, pese a que para algunos
factible su utilización para configurar las diversas manifes- autores ésta no parece seguir una norma fija en cuanto a
taciones, aunque sus lugares de extracción parezcan su distribución espacial (Cuenca 1996: 152), ya que los
ajenos a los yacimientos rupestres donde han sido locali- grabados se encuentran en puntos elevados que llegan a
zados. Esto reflejaría la clara intencionalidad de trasladar alcanzar las alturas máximas de las islas, o bien en
los instrumentos líticos hasta los lugares donde se elabo- bloques sueltos en zonas de llanura. Para quienes sí ven
raron los motivos rupestres, sobre todo cuando la materia en ello una regularidad, se trataría (fundamentalmente
prima que los constituye no se encontraba en el emplaza- para la isla de Fuerteventura) bien de afloramientos
miento donde se practicaron los grabados. Sin embargo, rocosos que aparecen en las zonas elevadas de la
en el caso de las abrasiones, este mismo autor (Jiménez orografía insular, tanto en las partes altas de las montañas,
González 1996: 228) apunta el empleo de materiales como en las zonas medias, y en donde, ya sea por su
basálticos o pumitas volcánicas ligeras, igualmente aspecto, o por la roca que los forman, se singularizan y se
porosas. La morfología de esta actividad abrasiva sugeriría distinguen en la monotonía del paisaje (Tejera Gaspar y
el empleo, bien de instrumentos de pequeño tamaño (con Perera Betancor 1996: 109), o bien (por lo menos atesti-
extremos romos o aguzados), con el fin de remarcar el guado para La Palma) puntos situados en las cornisas de
alisamiento y abrasión de los motivos, o bien piezas de los cabocos de los barrancos o en sus cercanías, así
mayor tamaño y amplitud de perímetro que permitirían una como en zonas elevadas, tanto de las cumbres como de
mayor generalización de toda la superficie tratada. En las medianías, con gran visibilidad, asociadas a puntos de
general, las características de este tipo de herramientas agua, a vías de comunicación pastoril o en relación con las
permiten ser encontradas con mayor facilidad y tradicionalmente denominadas aras de sacrificio (Martín
abundancia en toda la geografía insular, resultando para Rodríguez y Pais Pais 1996: 319-320). Pese a estas
este caso más difícil apreciar una intencionalidad ex inferencias, no se ha establecido una relación clara y
profeso en el traslado de los instrumentos líticos desde las precisa entre estos lugares y la presencia o no de manifes-
áreas de extracción a las de utilización. taciones rupestres, ya que no puede explicarse por qué,
La atención a los soportes ha sido otro de los temas a en similares condiciones, unos sitios se eligen y otros se
los que más énfasis se ha prestado. Generalmente el desprecian.
material empleado para la realización de los grabados es Como puede observarse, los esfuerzos realizados al
de carácter fonolítico, encontrado en peñas o aflora- intentar discernir regularidades en torno a las técnicas de
mientos rocosos, dominando también la presencia de ejecución de los grabados, sobre las características
paredes de basalto y de toba volcánica. Pese a ello, el mineralógicas de los soportes, o bien sobre las peculiari-
soporte en última instancia, también está en evidente dades en la ubicación de estos últimos, no parecen que
relación con las características del propio yacimiento, lo ofrezcan conclusiones muy clarificadoras. La ausencia de
que ha motivado que la elección del lugar o lugares en los una secuencia clara en el empleo del picado, la incisión o
que aparecen los grabados no deba responder a capri- la abrasión; el desconocimiento de las causas que
Interpretando lo rupestre, visiones y significados de los podomorfos en Canarias

172 motivan la elección de uno u otro soporte pétreo; o bien la nivel de desarrollo alcanzado es aún muy reducido como
2005 insuficiente explicación de una relación entre lugar y para sacar conclusiones definitivas, aunque cabe destacar
Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33

presencia de grabados, convierten a la larga en inviables que de momento sólo son comentarios o referencias no
estas aproximaciones por su incapacidad para ofrecer muy extensas, puesto que no hay estudios específicos que
alternativas al estudio de los grabados rupestres en aborden esta temática en Canarias. A pesar de ello,
general y de los podomorfos en concreto. algunos de los comentarios más claros sobre visibilidad y
En contra de lo que podría suponerse y ante la imposi- visualización de los grabados se pueden encontrar en los
bilidad de ofrecer planteamientos o propuestas innova- estudios realizados por ejemplo para la isla de La Gomera
doras, los estudios que abordan esta temática insisten una (Navarro Mederos 1996), aunque también destacan los de
y otra vez en definir los grabados a partir de estas variables Fuerteventura (Tejera Gaspar y Perera Betancor 1996;
y criterios comentados. Así, la secuencia discursiva que se Perera Betancor et al. 1996) y los de La Palma (Martín
desarrolla en la mayoría de los trabajos que abordan esta Rodríguez y Pais Pais 1996). Entre las conclusiones a las
temática, pueden estructurarse grosso modo, y con mayor que se llegan, cabe destacar para la isla de La Gomera
o menor desarrollo, a partir de apartados que pasan (Navarro Mederos 1996: 256-257), que las estaciones de
revista a algún aspecto de la historia de la investigación; a grabados no ocupan necesariamente las formaciones
epígrafes que detallan el corpus de estaciones y grabados naturales que más destaquen en el paisaje o que se
aislados que existen (describiendo con más o menos divisen desde más partes, a diferencia de lo que sucede
detalles los nuevos hallazgos); al estudio de los soportes, en un gran número de estaciones de Tenerife, cuyas
la ubicación, las técnicas y los motivos representados; la unidades geomorfológicas de acogida tienen un mayor
distribución geográfica de las manifestaciones en el grado de visibilidad. En La Gomera este factor no parece
conjunto de la isla; la atención específica a alguno de los haber sido el más relevante a la hora de elegir el lugar. Sin
motivos (grabados alfabéticos, cazoletas…) o bien algún embargo, en algunos casos, estos yacimientos tienen
yacimiento que concentre un número significativo de unas relaciones altimétricas con el entorno que los hacen
grabados; para concluir normalmente con una propuesta perceptibles desde largas distancias. Esto, en el extraordi-
de seriación, sistematización y periodización del conjunto nariamente compartimentado territorio gomero, equivale a
de las manifestaciones rupestres de la isla estudiada radios máximos de cinco o seis kilómetros. Pero, salvo
(Cuenca Sanabria 1996; Hernández Pérez y Martín Socas estas excepciones, la mayoría están en accidentes
1980; Jiménez Gómez 1996; Jiménez González 1996; topográficos de segundo orden, visibles dentro de un
León Hernández y Perera Betancor 1996; Martín Rodríguez radio de 0'5 a 3 kms. Con respecto a la visualización,
y Pais Pais 1996; Navarro Mederos 1996; Perera Betancor sucede lo mismo: no suelen ser los puntos desde los
y León Hernández 1994; Tejera Gaspar y Perera Betancor cuales se posea el máximo dominio visual sobre el entorno
1996; o bien el apartado referido al arte rupestre de Arco lejano, pero sí son lugares con unas notables condiciones
Aguilar et al. 1992: 79-89). de visualidad sobre el entorno inmediato-mediato,
Es cierto que no pueden ponerse en duda todos los generalmente controlando un barranco o dos contiguos,
logros obtenidos hasta ahora. Descalificar la labor de los una gran lomada, un llano, etc. Claro está que, teniendo en
distintos investigadores que se han centrado en este cuenta el extremo abarrancamiento de La Gomera, estas
campo sería incongruente, una crítica fácil y en cierto ubicaciones implican, además, un control parcial de zonas
sentido inútil. No es la finalidad de esta reflexión. Sin más alejadas. Según el autor (Navarro Mederos 1996: 257)
embargo, se tiene la sensación de que los avances esta elección no parece que esté motivada por una
obtenidos en los últimos años en relación con las manifes- necesidad estratégica de controlar territorios extensos. Por
taciones rupestres no han sido muchos. Se podrá objetar el contrario, opina que desde un gran número de
sin duda, que si se compara con las etapas anteriores el yacimientos rupestres se ejerce el control directo de
avance es espectacular, pero lo cierto es que cuando se espacios económicos menores, concretamente unidades
parte de un solar yermo, cualquier construcción, por muy de pastizal o zonas de pastoreo. Dicho de otra manera, el
endeble que sea, siempre da sensación de presencia. emplazamientos de muchos de los grabados de La
Actualmente, el tema de las manifestaciones rupestres en Gomera, se concentrarían en los lugares donde aún hoy
las Islas precisa de un cambio de rumbo, de aproxima- suelen permanecer los pastores tradicionales vigilando el
ciones y planteamientos novedosos, que incentiven la ganado suelto.
investigación y proponga nuevos objetivos y nuevas En la isla de Fuerteventura también se han realizado
visiones. Algunas alternativas a esta situación de estanca- algunos esfuerzos novedosos. En concreto estos estudio
miento, más en la línea de innovar temática y metodológi- se han centrado fundamentalmente en la montaña de
camente, pueden verse en algunos trabajos que Tindaya (La Oliva), pues es el yacimiento más excepcional
comienzan a hacer referencia a aspectos de visibilidad y del Archipiélago en cuanto a manifestaciones de
visualización de los grabados. podomorfos, debido a su espectacularidad, al número de
Sin embargo, los resultados obtenidos no muestran motivos que concentra y por encontrase los grabados
generalizaciones muy significativas, debido tal vez a que el asociados a diversos elementos de la cultura material e
>> Javier Soler Segura

173
2005

Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33


Figura 5: Vista de la montaña Tindaya desde el noroeste. La casi totalidad de los grabados podomorfos se encuentran en la cumbre meridional
(derecha en la foto) y en cotas cercanas a ésta en la ladera sur (Perera et al. 1996: 186).

inmaterial de los antiguos pobladores. Esta singularidad formada por dos hileras de piedras hincadas (Perera
explica que no resulte extraño el nivel de atención al que Betancor et al. 1996: 168), aunque se identifican con
ha sido objeto, aunque también debe mencionarse sin facilidad toda una serie de enclaves arqueológicos que
duda la polémica en la que se ha visto envuelta, primero están en estrecho contacto con la montaña como son
por los desastres que las extracciones mineras han cau- cuevas de habitación, cuevas funerarias y concheros
sado (pese a ser considerado BIC y monumento natural, la (Hernández Pérez y Martín Socas,1980: 14).
Administración canaria ha permitido su deterioro), y funda- Las singularidades de esta montaña la han convertido
mentalmente la popularidad que ha alcanzado tras el en lugar de gran interés para los investigadores (no sólo
proyecto del arquitecto Chillida5 (Carreño Fuentes 1979; arqueólogos sino también astrónomos), quienes coinciden
Hernández Pérez y Martín Soca 1980; Cortes Vázquez en ratificar su conexión con el aparato religioso y ritual de
1987; Perera Betancor y León Hernández 1994; Perera los antiguos habitantes de la isla, perviviendo hasta
Betancor et al. 1996). nuestros días numerosas historias y leyendas que
En las cotas altas de la montaña, cercanos a y sobre reconocen a la montaña como el foco de brujería más
su cumbre (Tindaya posee una cumbre alargada en el importante de Fuerteventura (Cabrera Pérez 1993: 100;
sentido NE-SO con dos elevaciones principales en los Hernández Pérez y Martín Socas 1980: 27). En esta línea,
extremos NE y SO respectivamente) se han localizado Tindaya se interpreta como posible nexo de unión entre
hasta la actualidad un total de 213 grabados podomorfos dos realidades (la celeste y la terrestre) funcionando a
que se encuentran distribuidos en 57 paneles, a los que modo de Axis Mundi, como columna sustentadora del
hay que sumar 7 paneles más con 29 huellas de pies que Cielo y Tierra, la Luna y el Sol, una estructura ideológica
se encontraban en bloques sueltos de traquita y que en la concebida como una especie de Cielo-Dios que funcio-
actualidad han desaparecido (Perera Betancor et al. 1996: naría no sólo en esta isla, sino en la cosmogonía insular de
166). Aunque en superficie se constata la presencia de cada una de las sociedades del Archipiélago (Perera
elementos arqueológicos (fragmentos de material Betancor et al. 1996: 174; Tejera Gaspar y González Antón
cerámico, óseo, malacológico así como de material lítico), 1987: 152). Así para algunos autores, parece razonable
sin embargo es en diferentes zonas de la base de Tindaya suponer que Tindaya ejerció este papel de montaña
donde se localizan un mayor número de material arqueo- sagrada, templo, quizás eje del mundo de los antiguos
lógico en superficie junto a estructuras arquitectónicas, majoreros, siendo incluso posible que la propia montaña
caracterizados éstos por tener planta de tendencia circular estuviera divinizada. De esta manera adquiere sentido la

5 Quien plantea un espectacular proyecto arquitectónico que juega con el vacío y los rayos del Sol y la Luna, y cuyo requisito fundamental pasa por vaciar
casi en su totalidad la montaña. Todo ello se autofinanciaría con la comercialización de la propia piedra extraída, de extraordinaria calidad.
Interpretando lo rupestre, visiones y significados de los podomorfos en Canarias

174 gran concentración de podomorfos (la más impresionante sus vías de acceso, aunque con el tiempo también se irá
2005 de las Islas) y la existencia de numerosos espacios concibiendo la posibilidad de un doble culto, al agua y al
Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33

sagrados desde donde se divisa Tindaya. sol. A. Beltrán defenderá por los mismo años argumentos
Los estudios arqueoastronómicos realizados en la parecidos, relacionando los motivos circulares con repre-
montaña, parecen evidenciar que existe una orientación no sentaciones solares y los meandriformes con ritos para
aleatoria en el 80% de los casos analizados, pues parece atraer la lluvia, en base a la distinta situación topográfica
claro que la mayoría de los podomorfos poseen acimutes que advertía en su localización (Martín Rodríguez y Pais
distribuidos entre 225 y 270 grados, intervalo que Pais 1996: 330).
comprende por un lado, las siluetas del Teide (Tenerife) y el El conjunto de estas interpretaciones se irán encajando
pico de Las Nieves (Gran Canaria) así como diversos de forma más o menos sutil, con las distintas explica-
eventos astronómicos significativos como es el ocaso ciones que sobre el poblamiento de las Islas o las distintas
solar en el solsticio de invierno, los lunasticios mayor y dinámicas insulares se vayan explicitando. La autoría de
menor, los ocasos de la luna llena siguiente al solsticio de los grabados también quedará inserta en la tradicional
verano, los de la luna nueva siguiente al solsticio de in- hipótesis raciológica, por la que primero los cromañoides
vierno, y más en general, los ocasos solares de los meses y luego los mediterranoides irían llegando en sucesivas
otoñales e invernales comprendidos entre ambos equino- oleadas a las islas, plasmándose esa diferencia no sólo en
cios (cuando el sol se pone justamente por el oeste), y el los caracteres físicos de los fósiles humanos, sino también
solsticio hienal, interpretando con todo ello que la montaña en la mayor o menor elaboración de la cultura material, en
de Tindaya pudo haber servido como punto de referencia los territorios insulares ocupados o en la "calidad" de las
sacralizada relacionado con algún tipo de cómputo de manifestaciones rupestres. Así, aquellos signos de morfo-
tiempo y culto a los antepasados (Perera Betancor et al. logía geométrica se contextualizarían en el substrato
1996: 174-180). Pese a esta contundencia de datos, y generado por la población más antigua, troglodita, de tipo
como ocurre siempre con este tipo de análisis, las conclu- racial cromañoide; en cambio, aquellas inscripciones
siones que ofrecen no son del todo concluyentes. Pese a mejor representadas, con claros indicios de caracteres
dejar aparentemente claro que existe una relación alfabetiformes y halladas en contextos asimilables a casas,
topográfica con diversos elementos del medio (en varios constituirían parte de las aportaciones traídas posterior-
casos como es el de Castillejo Alto o Tisajoyre, los podo- mente por las gentes de raza semita o mediterranóide
morfos se orientan hacia el Pico de Jandía, altura máxima (Jiménez Gómez 1985-1987: 218). En general esta inter-
de la isla en donde se han documentado restos arqueoló- pretación, que hasta hace poco era el paradigma
gicos; o bien hacia la montaña de Tindaya (Tejera Gaspar dominante en la prehistoria canaria, progresivamente va
y Perera Betancor 1996: 113), cuando se entra en el perdiendo simpatizantes, pese a ser escasas las
terreno de las relaciones astronómicas, la amplitud de ocasiones en las que los investigadores razonan pública-
posibilidades disminuye la precisión de las hipótesis a mente las causas de su descrédito.
demostrar, tal y como puede observarse ante la gran Volviendo a las distintas interpretaciones dadas a los
magnitud de eventos astronómicos que se detallan arriba. grabados rupestres en Canarias, conviene precisar algunas
matizaciones que en los últimos años algunos autores han
ido esbozando, aunque en general cabe señalar que
LAS INTERPRETACIONES DE LOS conciben los grabados y la religión aborigen en general,
GRABADOS bajo perspectivas de corte funcionalista. Generalizando las
posturas, se concibe la religión como cohesionadora de la
Similares controversias se evidencian en el momento de sociedad frente a la adversidad productiva y reproductiva.
plantear la explicación de los podomorfos en concreto y de Así la cosmogonía aborigen por ejemplo, sería fiel reflejo de
las manifestaciones rupestres en general. Quienes primero la estructura segmentaria presente en la sociedad, configu-
se interesaron por los grabados canarios les atribuían los rándose una jerarquía de divinidades en función de los
más variados significados y procedencias, desde su distintos niveles de segmentación de la sociedad. Se
consideración como símbolos de una escritura semi- partiría de un fondo de almas y fuerzas animistas relacio-
jeroglífica, o simplemente como adornos, hasta la atribu- nados con cultos individuales, para seguir con un nivel
ción de su autoría a navegantes fenicios. A partir de los intermedio de seres ancestrales y antepasados, ligados a
años cuarenta del siglo XX, y a raíz del hallazgo de nuevos los linajes y unidades de descendencia, para finalizar con
conjuntos rupestres, será cuando surjan las primeras las divinidades supremas, vinculadas a rituales comunita-
hipótesis de carácter "científico". Así autores como rios orientados a garantizar el bienestar de la tribu en su
Martínez Santa-Olalla, L. Diego Cuscoy o J. Álvarez totalidad (Cabrera Pérez 1993: 91).
Delgado, llegarán a la conclusión de que responden a un Por ejemplo, E. Martín y J. País parten del principio de
culto de la fecundidad, a la diosa de las fuentes y de las que se está frente a un rito mágico de carácter propicia-
aguas, debido a las asociaciones que advierten entre torio, en el que el símbolo debe ser la sustantivación de
grabados y puntos de agua, ya sean fuentes, charcas o alguno de los atributos que definen la naturaleza de
>> Javier Soler Segura

aquello que se pretende obtener a través de su represen- su extrema escasez, fueron los móviles para que se 175
tación simbólica. Hacer uso de esta magia, como ya lo desplegaran estrategias para la protección y defensa de 2005

Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33


mantuvo Malinowski (1994: 101), sería el medio por el que los recursos acuíferos, algo que se confirmaría cuando se
el aborigen controlaría los procesos naturales que atiende al lugar en donde se realizarían las inscripciones.
escapan a la experiencia racional (que el ganado sea más Inscripciones alfabéticas y podomorfos parecen concen-
fecundo, que cese la sequía, que la lluvia riegue la trase en lugares cercanos a estos recursos, fórmulas
tierra…), a fin de garantizar la supervivencia del ganado y mágicas con las que se invocan y representa a las divini-
de la suya propia. Este razonamiento que como hemos dades para que se constituya en guardián de los mismos.
visto no es nuevo, se desprende según los autores tras el Así, entre culturas que poseen unas creencias religiosas
análisis de las características tipológicas de las represen- de tipo animista, las reiteradas presencias de podomorfos
taciones y su asociación a determinados elementos del en todas las estaciones (en especial las de El Julan) expre-
territorio en que se inscriben. Atendiendo a cinco grandes sadas de manera extremadamente esquemática, casi
categorías (espiraliformes, meandriformes, circuliformes, abstractas, podrían interpretarse como las huellas de las
líneas y reticulados y cazoletas) se aborda el estudio a pisadas de la divinidad (Jiménez Gómez 1996: 379-380).
partir de la presencia o no de combinaciones en las Otra de las cuestiones, dentro del campo de las creen-
estaciones, ya sea en cuanto a la frecuencia porcentual de cias, a las que más interés se le ha prestado, es a la sacra-
los motivos, de las representaciones y de su ubicación lización, comentada ya en líneas anteriores, de elementos
geográfica y su relación con elementos del territorio naturales, tales como montañas o árboles, que ha sido
(recursos naturales, rutas pastoriles y vestigios arqueoló- interpretado por algunos autores, como una de las
gicos). Este análisis (centrado en la Caldera de Taburiente concepciones religiosas más características de la pobla-
y en las cumbres que la circundan de La Palma) ción prehispánica del Archipiélago, como lo sería también
demuestra para estos autores, que el valor de estas repre- la elección de puntos elevados del territorio para emplazar
sentaciones parece que no es otro que el de reproducir los centros rituales (Tejera Gaspar y González Antón 1987:
mediante símbolos, alguno de los atributos que individua- 152). Este carácter sagrado lo tendrían montañas como El
lizan a aquello que se quiere representar. Así, la única Teide (Tenerife), Tirma (Gran Canaria), Tindaya (Fuerteven-
manera de reproducir el agua es a través de la combina- tura) o el Roque Idafe (La Palma), pero también pinos de
ción de líneas curvas y no mediante la figuración del gran porte como el que existía en Teror (Gran Canaria) o el
elemento que la contiene. Este podría ser el caso de Pino de la Virgen (El Paso), circunstancia que aprovechará
motivos como las espirales (relacionable tanto con cultos y explotará la religión católica para consolidar su introduc-
lunares como con el agua), los círculos, meandros y ción entre la población indígena, como lo confirma la
serpentiformes. En el caso de las asociaciones entre existencia de tradiciones referidas a conceptos emparen-
espirales y meandros se podría entrever en la espiral, la tados con los grabados de podomorfos, como son las
figuración del agua como elemento vital, mientras que el tradiciones sobre "el pie de la Virgen" (Barranco de la Peña
meandro simbolizaría el flujo de la misma por su cauce; los y Barranco Azul en Fuerteventura) o la supuesta piedra con
círculos radiados se considerarían signos solares, las un pie grabado en la que apareció la Virgen del Pino (Gran
herraduras encajadas o las cazoletas símbolos de fecun- Canaria). Estas creencias conducirían también a ubicar los
didad. Básicamente, el significado último vendría a ser el espacios rituales en lugares elevados como consecuencia
mismo, pues agua, sol o fecundidad son sinónimos de de lo anterior y por su propia altitud que permitía una
vida (Martín Rodríguez y Pais Pais 1996: 331-337). mayor proximidad divina (Martín Rodríguez y Pais Pais
Otra matización, más específica en el tratamiento de 1996: 336). Como ya se ha manifestado, de estas creen-
los podomorfos, es la que ofrece M. C. Jiménez, para cias participan también las comunidades bereberes del
quien el agua se convierte en una manifestación de la norte de África, para quienes la montaña sería el lugar
divinidad cuyo origen pertenece, en ocasiones, al mundo destinado a convertirse en intermediario entre la tierra y el
subterráneo de donde brota, por lo que se procede a cielo, sirviéndose de ella para la realización de ritos propi-
divinizar los elementos de la naturaleza que son indispen- ciatorios, en unos casos derramando leche, manteca, etc.,
sables para la vida (Jiménez Gómez 1991: 167). Los y en ocasiones como lugar sacralizado en sí mismo. La
grabados rupestres serían pues, prácticas rituales de cima de la montaña en la que se hallarían los podomorfos
protección y defensa de los escasos manantiales y fuentes reflejaría la idea de umbral del recinto sagrado que ha de
con lo que contaría la isla de El Hierro en su época prehis- ser preservado de "la malevolencia de los hombres,
pánica. A diferencia de otras islas, las fuentes históricas cuando de las potencias demoníacas y pestilentas",
señalan que ésta estaba desprovista de cursos de agua puesto que es la zona destinada a ofrecer sacrificios a las
corriente, existiendo en ella tan solo tres manantiales. La divinidades (Tejera Gaspar y González Antón 1987: 152).
gran cantidad de leyendas relacionadas con el agua y el Concretamente en el caso de la Montaña de Tindaya,
gran número de rituales propiciatorios al agua que la presencia tan elevada de podomorfos se interpreta
describen las fuentes, parecen ser motivos suficientes como una simbolización del lugar sagrado, como sucede
para pensar que la perentoria necesidad de este recurso y en otras zonas africanas donde los oratorios agrestes
Interpretando lo rupestre, visiones y significados de los podomorfos en Canarias

176 poseen similares podomorfos, acompañados de otras posturas historicistas, funcionalistas, ecológico-culturales
2005 figuras redondas y ovales. Pese a ello, no es ésta la única y eclécticas que dominan la arqueología de las Islas, y que
Traballos de Arqueoloxía e Patrimonio, 33

interpretación que sobre los podomorfos de la montaña se no se queden en la mera puesta en práctica de nuevas
han ofrecido. Se han entendido en ambigua asociación técnicas, procedimientos novedosos o temas a los que
con algún ritual mágico difícil de definir, en un sentido de tradicionalmente no se les había prestado atención. Es
toma de posesión, en relación con el culto a los antepa- cierto que cada estudio es fruto de su tiempo, y que por
sados que, como espíritus invisibles, serían representados ello no debe plantearse una crítica demoledora que
mediante la impronta que dejarían a su paso (la silueta de demonice los esfuerzos realizados, pero también debe
los pies), o bien en el contexto de un recinto donde se asumirse que cualquier apunte, comentario o reflexión
impartiría justicia mediante la intervención divina o como realizado desde una línea crítica, no puede ser entendido
plasmación sagrada de alianzas o pactos entre grupos como simple descalificación. Dejando de lado muy
(Cabrera Pérez 1993: 100; Brito 1979: 27; Carreño Fuentes contados intentos por modificar esta situación, la falta de
1979: 11). reflexión teórica y crítica en Canarias, conduce inalterable-
mente a generar una endogamia intelectual que termina
estancando y agotando los campos de estudio, en la
CONCLUSIONES medida en que la tendencia de los últimos años es apostar
Como puede observarse, las interpretaciones ofrecidas no por la especialización temática y territorial (la cerámica de
sólo para los podomorfos, sino para el resto de manifesta- tal isla, los grabados de tal otra…) lo que por otra parte es
ciones rupestres del Archipiélago, se caracterizan en cierto, permite ampliar el conocimiento de un aspecto
general y salvando contadas excepciones, por la falta de concreto, pero que a la larga puede generar un conoci-
análisis detallados y rigurosos, que intenten demostrar con miento fragmentado.
argumentos más materiales que las simples opiniones o Indudablemente la aplicación de nuevas técnicas y
pareceres, hipótesis de trabajo, algo que a todas luces no métodos (ya sean de prospección sistemática, nocturna,
sólo ocurre en el "solar" canario. En general, y como ya ha con luz artificial, etc.) suponen un aumento cualitativo y
apuntado algún autor (Jiménez González 1996: 238), la cuantitativo en el número de estaciones, motivos y
gran variedad de significados dados a las manifestaciones tipología de los grabados, algo que destaca muy manifies-
rupestres en Canarias se pueden vincular, en el ámbito tamente si lo comparamos con el nivel de conocimiento
económico, con zonas de pastos extras e intraterritorial, que se tenía en los años 70. Sin embargo, el aumento es
fuentes de agua, lugares de apañada, paraderos pasto- visto por la mayoría de los investigadores como un
riles, atalayas y zonas de vigilancia del ganado, asociadas progreso en sí mismo, en la medida en que se confunde
o no a la presencia de litófonos. A escala social, podría cantidad con conocimiento. Por supuesto que patrimonial-
reconocerse el cómputo del tiempo y el calendario astro- mente, en cuanto es cierta la idea de conocer para
nómico, ritos de paso, puntos de segregación e integra- proteger, esto supone un logro rotundo, pero desde el
ción tribal, grupos de edad y sexo, señales o marcas de punto de vista de la investigación básica, que se descubra
grupos de parentesco. En el ámbito político, dejarían una estación más o menos, no implica significativamente
constancia de la división tribal e intratribal de la isla. Y a nada nuevo.
nivel ideológico, estarían relacionadas con los lugares Para intentar resolver este error, así como otras
asociados o no al mundo funerario, con o sin las antiguas deficiencias que posee la investigación en Canarias, una
prácticas de suicidio ritual, revitalización o fertilidad (por alternativa a poner en práctica podría ser la de generar una
ejemplo, ritos piaculares, acuíferos y sexuales), áreas de concepción integral del Patrimonio6 , que integre todas las
culto astral y microespacios sacralizados, como cuevas, facetas que se relacionan directa o indirectamente con él,
bosques, árboles, manantiales, lagunas, roques, monta- ya sea la revalorización o actuación institucional en algún
ñas y pitones, entre otros. Pese a este amplio listado de yacimiento o incluso la propia investigación teórica-
propuestas interpretativas, lo cierto es que de una u otra práctica que se desarrolla en la Universidad. En otras
manera, la práctica totalidad de investigadores canarios palabras, intentar romper con la tradicional dicotomía entre
concluyen insistiendo en el carácter funcional de lo investigación científica, generada por y para las universi-
rupestre, sin llegar a valorar otras esferas explicativas, lo dades, y la propia gestión patrimonial, entendidas general-
que lo convierte a este discurso en el dominante dentro de mente como simple aplicación burocrática. Supone
la actual historiografía canaria. generar una nueva concepción de la investigación, de la
Contemplado desde una perspectiva general, el gestión y de la revalorización del patrimonio, pues éste,
estudio en Canarias de las manifestaciones rupestres ado- ante las leyes de mercado que comienzan a dominar
lece de propuestas teóricas en las que se asuman los todos los ámbitos de nuestra sociedad, sólo puede
avances epistemológicos alcanzados en el panorama salvarse si partimos de una visión más integradora del
internacional, que ofrezcan alternativas claras a las patrimonio: anular la visión meramente administrativa que

6 En la misma línea que intenta llevar a cabo el Laboratorio de Arqueología y Formas Culturales de la Universidad de Santiago de Compostela.
>> Javier Soler Segura

posee el término gestión, aproximándolo más al término un posicionamiento teórico determinado, que implica una 177
anglosajón de heritage, concibiendo verdaderos proyectos vía sorprendentemente compleja y generalizadora, que 2005

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de investigación que contengan lo que es investigación pretende plantear una propuesta de cómo debemos
básica (la que permite generar información científica) e entender y abordar la investigación y el patrimonio cultural
investigación aplicada (socialización del conocimiento en general. Una vez entendida su génesis, con toda
mediante una aplicación práctica). Esto es partir de una seguridad supondrá una forma de abordar la arqueología
teoría arqueológica de la gestión patrimonial, que "piense" de las Islas Canarias desde una perspectiva completa-
al Patrimonio cultural como verdadero centro de actuación, mente diferente a la que se ha llevado hasta ahora. Tal vez
al que deben orientarse todos los esfuerzos de la investi- no resuelva todos sus problemas, pero lo cierto es que
gación, transformando sustancialmente de esta manera el permitirá aproximarse de una forma muy diferente, al
propio sentido de la arqueología. estudio de las manifestaciones rupestres, a la gestión del
Esta perspectiva implica todo un corpus de principios Patrimonio cultural y por supuesto al conocimiento de la
que necesariamente, si se siguen, deben ser reflexionados complejidad cultural del Archipiélago canario.
y analizados en profundidad, ya que son consecuencia de
Interpretando lo rupestre, visiones y significados de los podomorfos en Canarias

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