1) Noción. Fundamentos
La prescripción adquisitiva (usucapión) es otro modo de adquirir el dominio y otros
derechos reales (usufructo, uso habitación y ciertas clases de servidumbres).
• Llamamos prescripción adquisitiva a la adquisición del dominio (u
otro derecho real) por la posesión continua e ininterrumpida, pública
y pacífica, por el plazo que fija la ley. El plazo variará según que,
además de los elementos mencionados, se agreguen los de justo
título y buena fe (usucapión breve) o que falten ambos o alguno de
ellos (usucapión larga).
El fundamento se basa en la limitación al principio de que nadie puede transmitir a otro un
derecho mejor o más extenso que el que posee. Si se aplicase rigurosamente este principio,
tendríamos que remontarnos, en cada caso, o bien a la propiedad originaria dada por el
Estado, o bien la investigación se perdería el tiempo sin que fuera posible establecer con
certidumbre la autenticidad del derecho.
Los actuales poseedores podrían verse expuestos a que surgiera un reivindicante
esgrimiendo títulos de sus ancestros.
Esta incertidumbre acarrearía una inseguridad en las transacciones y alejaría la posibilidad
de que se hicieran inversiones importantes en inmuebles, con perjuicio de la comunidad
toda.
La prescripción responde a fines de seguridad jurídica y de conveniencia social y por ello
es una institución de orden público.
2) Requisitos generales
El artículo 3948 define la prescripción:
Art. 3948.- La prescripción para adquirir, es un
derecho por el cual el poseedor de una cosa
inmueble, adquiere la propiedad de ella por la
continuación de la posesión, durante el tiempo fijado
por la ley.
Los incapaces de derecho (tienen prohibición para adquirir) no pueden adquirir por
prescripción corta ya que no pueden invocar buena fe. Pero no hay impedimento para
adquirir por prescripción larga, que se funda sólo en la posesión.
Se puede prescribir contra cualquier persona, excepto contra el Estado y la Iglesia en las
cosas que no se pueden prescribir (visto ut supra).
La segunda condición que se requiere en el sujeto tiene que ver con la posesión.
La posesión debe entenderse en sentido estricto, es decir a titulo de dueño (animus domini y
corpus). El que ha adquirido la cosa como simple tenedor no podrá usucapir, a menos que
se produzca la interversión del título.
No es esencial que la posesión se ejerza personalmente. Si alguien tiene la cosa a nombre
del poseedor, será este último el que se beneficie con la prescripción.
Continua e ininterrumpida
Estos requisitos surgen de los artículos:
Art. 3948.- La prescripción para adquirir, es un
derecho por el cual el poseedor de una cosa
inmueble, adquiere la propiedad de ella por la
continuación de la posesión, durante el tiempo
fijado por la ley.
Art. 3999.- El que adquiere un inmueble con buena
fe y justo título prescribe la propiedad por la
posesión continua de diez años.
Pública
Este requisito no surge expresamente de las normas, pero la doctrina en general coincide en
que debe serlo. Si el poseedor debe comportase como lo haría un propietario, no se
configura tal condición si se ocultan las actitudes de modo que no puedan ser conocidas por
terceros o por el anterior poseedor. Además, si se tomaran tales recaudos para evitar el
conocimiento de los interesados en oponerse, éstos tendrían un justificativo ante la ley por
no haber reaccionado, ya que desconocían de la desposesión o usurpación.
Pacífica
Respecto de este requisito tiene importancia el artículo 3959:
Art. 3959.- La prescripción de cosas poseídas por
fuerza, o por violencia, no comienza sino desde el día
en que se hubiere purgado el vicio de la posesión.
Se debe distinguir entre la violencia defensiva y la violencia que se emplea para adquirir la
posesión o mantener una posesión adquirida en ausencia del dueño (clandestina).
La violencia defensiva no puede considerarse interrupción de la posesión (dentro de los
límites del art. 2470); los otros dos casos que hemos visto, encuadran en lo que establece el
artículo.
3) Curso de la prescripción. Momento inicial
La prescripción adquisitiva requiere de dos elementos: posesión y tiempo. El plazo tiene
que tener un momento preciso de iniciación, una duración determinada y por lo tanto un
término.
Con la adquisición de la posesión se inicia el curso de la prescripción, a partir de ese
momento comienza a computarse el plazo.
Una excepción a este principio es el de la adquisición de la posesión con fuerza o violencia,
al cual nos referimos anteriormente.
El curso de la posesión no es siempre uniforme, puede haber causales que provoquen su
suspensión o su interrupción.
4) Alteraciones del curso de la prescripción:
Suspensión
La suspensión de la prescripción opera cuando existe un obstáculo, moral o material, para
que la persona contra quien la prescripción corre tenga la posibilidad de accionar. La
suspensión no borra el tiempo transcurrido anteriormente, sino que impide que se compute
el lapso que duró el impedimento. Cuando éste cesa, el plazo se restablece.
Art. 3983.- El efecto de la suspensión es inutilizar
para la prescripción, el tiempo por el cual ella ha
durado; pero aprovecha para la prescripción no sólo
el tiempo posterior a la cesación de la suspensión,
sino también el tiempo anterior en que ella se
produjo.
El beneficio de la suspensión de la prescripción sólo puede ser invocado por las personas en
cuyo beneficio se establece, o contra las personas en cuyo perjuicio persiste:
Art. 3981.- El beneficio de la suspensión de la
prescripción no puede ser invocado sino por las
personas, o contra las personas, en perjuicio o a
beneficio de las cuales ella está establecida, y no por
sus cointeresados o contra sus cointeresados.
La excepción a esta regla está dada para el caso de obligaciones o cosas reales indivisibles
como las servidumbres, en las cuales la prescripción favorece a todos:
Art. 3982.- La disposición del artículo anterior no
comprende las obligaciones o cosas reales
indivisibles.
Interrupción
La interrupción de la prescripción se produce cuando hay actos o acciones que revelan que
la persona contra quien corre la prescripción mantiene activo el ejercicio de su derecho, o
manifiesta fehacientemente la intención de ejercerlo a través de los actos a los cuales la ley
le da efecto interruptivo. El período anterior a la interrupción no se computa y se inicia un
nuevo plazo de prescripción con total independencia del anterior.
Las causales de interrupción de la prescripción pueden ser civiles o naturales.
Interrupción civil
1) Demanda: tiene que ser dirigida contra el deudor o el poseedor. Resulta interruptiva
aunque sea interpuesta ante un juez incompetente o fuere defectuosa y aunque el
demandante sea incapaz legal para presentarse a juicio. El fundamento para que opere, a
pesar de tales vicios, es que se trata de un accionar del titular del derecho que al demostrar
actividad, provoca interrupción:
Art. 3986.- La prescripción se interrumpe por
demanda contra el poseedor o deudor, aunque sea
interpuesta ante juez incompetente o fuere
defectuosa y aunque el demandante no haya tenido
capacidad legal para presentarse en juicio.
2) Reconocimiento: en este caso el acto parte del poseedor que reconoce el derecho de
su rival y provoca con ello el mismo efecto. Puede ser un reconocimiento expreso o tácito,
tiene que resultar de actos concluyentes (ej. reconocimiento tácito: cuando el poseedor
comienza a pagar arrendamientos ante el reclamo del propietario)
3) Compromiso arbitral: en este caso el acto proviene de ambas partes, que vienen así
a reconocer que existe una situación controvertida. El compromiso debe ser hecho por
escritura pública
Interrupción natural
Está dada por la privación de la posesión. Faltando la posesión la prescripción no podrá
operarse. No cualquier interrupción de la posesión o cualquier privación de ella puede tener
este efecto (remisión “Continua e ininterrumpida”)
Dispensa
La ley contempla el caso en que el demandado carece de representación. En este supuesto
el plazo de la prescripción corre igualmente, pero se juzga que existe un obstáculo (la falta
de representante) que impide temporalmente el ejercicio de la acción. Entonces se autoriza
a los jueces a liberar al propietario de las consecuencias de la prescripción cumplida
durante el impedimento si después de la cesación de la incapacidad el propietario hubiese
hecho valer sus derechos en el término de tres meses:
Art. 3966.- La prescripción corre contra los
incapaces que tuvieren representantes legales. Si
carecieren de representación, se aplicará lo dispuesto
en el artículo 3980.
1) Noción
Art. 3999.- El que adquiere un inmueble con buena
fe y justo título prescribe la propiedad por la posesión
continua de diez años.
Para poder usucapir un inmueble por la vía más breve, aparte de los elementos comunes a
toda prescripción adquisitiva, posesión y tiempo, se requieren otros dos elementos que son:
el justo título y la buena fe.
El justo título y la buena fe son dos condiciones distintas pero no independientes. El que
quiera prescribir debe probar su justo título, pero el mismo justo título hará presumir la
buena fe.
El plazo único establecido es de 10 años.
2) Justo título. Concepto y requisitos
Art. 4010.- El justo título para la prescripción, es
todo título que tiene por objeto transmitir un derecho
de propiedad, estando revestido de las solemnidades
exigidas para su validez, sin consideración a la
condición de la persona de quien emana.
A diferencia del anterior, aquí la palabra forma es connota los otros elementos sustanciales
del acto (capacidad, voluntad, objeto lícito) que la nota al mismo artículo llama formas
intrínsecas.
2) debe ser un negocio atributivo de la propiedad o traslativo del dominio (no
entran, por ejemplo, contratos de locación, depósito, etc.)
3) debe ser verdadero y aplicado al inmueble poseído:
Art. 4011.- El título debe ser verdadero y aplicado en
realidad al inmueble poseído. El título putativo no es
suficiente, cualesquiera que sean los fundamentos del
poseedor para creer que tenía un título suficiente.
Como ya vimos (Bolilla 2, pto. E – 4), el título putativo puede servir de elemento de
la buena fe, pero no es idóneo para la usucapión corta.
NULIDAD RELATIVA: el artículo 4013 contiene una norma que plantea un obstáculo
que reside más en la improbabilidad de alegar buena fe, que en la relativa nulidad del título:
Art. 4013.- Aunque la nulidad del título sea
meramente relativa al que adquiere la cosa, no puede
prescribir contra terceros ni contra aquellos mismos
de quienes emana el título.
Se parte del supuesto de que el adquirente conoce o debe conocer el vicio. Si en el título
por el cual se adquiere existe un vicio de la voluntad o del consentimiento (dolo, error,
violencia, etc.) la ley veda al que adquirió, conociendo o debiendo conocer este vicio,
adquirir la posesión.
3) Causas que excluyen el justo título
Las causas que excluyen el justo título son las que no contienen alguno de los requisitos
que hemos visto.
4) Buena fe. Noción
La falta de justo título o los vicios de forma de éste excluyen la buena fe a los efectos de la
prescripción.
Art. 4006.- La buena fe requerida para la
prescripción, es la creencia sin duda alguna del
poseedor, de ser el exclusivo señor de la cosa. Las
disposiciones contenidas en el Título De la posesión,
sobre la posesión de buena fe, son aplicables a este
capítulo.
Los requisitos para que dos posesiones, en sucesión a título singular, puedan unirse
ya han sido estudiadas (remisión).
5) Presunciones
La existencia del justo título hace presumir la buena fe pero, a pesar de ésta presunción,
puede ser que exista justo título y que no exista buena fe. Será a la parte que alega la
inexistencia de buena fe, a quien corresponda probarla:
Art. 4008.- Se presume siempre la buena fe, y basta
que haya existido en el momento de la adquisición.
Esta presunción es iuris tantum, es decir que la carga de la prueba le corresponde a quien
alegue lo contrario.
C) USUCAPIÓN EXTRAORDINARIA O VEINTEÑAL
Art. 4015.- Prescríbese también la propiedad de
cosas inmuebles y demás derechos reales por la
posesión continua de veinte años, con ánimo de tener
la cosa para sí, sin necesidad de título y buena fe por
parte del poseedor, salvo lo dispuesto respecto a las
servidumbres para cuya prescripción se necesita
título.
Estamos aquí ante un modo relativo de extinción del dominio. Este es el caso más común
de enajenación de la cosa mediando título y tradición.
2) Causas especiales
Las causas especiales se tratan de casos en los que la ley atribuye la cosa a otra persona por
la transformación o especificación, accesión, prescripción, etc.
En estos casos no hay intervalo entre la pérdida y la nueva adquisición. El dominio se
pierde para uno en el mismo instante que se adquiere por el otro. Se trata entonces de
modos de adquisición relativa. Otro tanto ocurre cuando la transmisión se produce en virtud
de una sentencia judicial.Sobre el tema, dice el Código Civil:
Art. 2606.- El derecho de propiedad se pierde
cuando la ley atribuye a una persona, a título de
transformación, accesión, o prescripción, la propiedad
de una cosa perteneciente a otra
3) DEL CONDOMINIO:
El condominio se extingue para el conjunto de los condóminos por los mismos modos que
el dominio, admitiéndose la división entre modos absolutos y relativos.
Pero hay también formas típicas de extinción del condominio, tales como la adquisición de
todas las partes por uno de los condóminos y la partición.
a) Partición
Art. 2692.- Cada copropietario está autorizado a
pedir en cualquier tiempo la división de la cosa
común, cuando no se encuentre sometida a una
indivisión forzosa.
A este derecho no pueden renunciar los condóminos de una manera indefinida, aunque les
está permitido convenir la indivisión por un término que no exceda de 5 años.
El artículo 2695 establece los efectos de la partición:
Art. 2695.- La división entre los copropietarios es
sólo declarativa y no traslativa de la propiedad,
en el sentido de que cada condómino debe ser
considerado como que hubiere sido, desde el origen
de la indivisión, propietario exclusivo de lo que le
hubiere correspondido en su lote, y como que nunca
hubiese tenido ningún derecho de propiedad en lo
que ha tocado a los otros condóminos.
Bolilla 14
Causas
CAUSALES PROPIAS
Art. 2934.- Se extingue también el usufructo por la pérdida total
de la cosa, sucedida por caso fortuito, cuando ella no fuese fungible.
Pérdida
Relativas
al OBJETO Es la falta de aptitud para continuar siendo objeto del usufructo. La
Inidoneida pérdida consiste en el aniquilamiento de las funciones a que la cosa
estaba destinada en la época de constitución del usufructo. También
d cuando la cosa es puesta fuera del comercio.
Vencimient
Art. 2921.- Se extingue también por expirar el término por el cual fue
o del plazo
constituido. ...
Relativas
a la CAUSA
Art. 2926.- Se extingue igualmente el usufructo por cumplirse la
Cumplimiento de condición resolutiva, impuesta en el título, para la cesación de su
la condición derecho.
resolutoria El cumplimiento de la condición NO opera de pleno derecho, sino que el interesado debe
demandarla judicialmente si no fuere reconocida por el usufructuario.
Los derechos reales de disfrute sobre cosa ajena se pierden por el no uso aunque nadie posea la cosa. A
diferencia de la prescripción liberatoria donde lo que se extingue es la acción, en este caso se extingue el
derecho. El no uso opera ipso iure y puede alegarse por vía de acción o de excepción.
No uso Art. 2924.- El usufructo se pierde por el no uso, durante el término de diez
años.
Relativas
al TIEMPO
La prescripción adquisitiva o usucapión del usufructo, a diferencia de la pérdida por el no uso, necesita
de la actividad de otro, que posea la cosa a título de usufructuario. Son aplicables las normas referidas a
Prescripció la prescripción adquisitiva. Lo que varía fundamentalmente es el animus que, en el caso del usufructo,
no es de dueño.
n
CAUSALES IMPROPIAS
Son las causales que el Código legisla como tales pero que no importan en verdad causales
de extinción sino que hacen a la ineficacia del título del usufructo.
Revocación directa: cuando el propietario, después de constituido el usufructo
advierte que el adquirente no tenía derecho a la adquisición (ej.: caso del heredero que
en cumplimiento del mandato del testador, entrega la cosa en usufructo y luego
descubre que el testamento es nulo).
La revocación no procede de pleno derecho, sino que tiene que ser demandada,
procediendo también la resolución por incumplimiento según las reglas que se refieren al
pacto comisorio.
Resolución: si la persona que constituyó el usufructo resulta no ser propietario de
la cosa, sólo ha podido establecer un derecho aparente que, en caso de que triunfe la
reivindicación del verdadero propietario, deberá cesar. Pero hay que tener en cuenta el
art. 1051 que deja a salvo los derechos de los terceros adquirentes de buena fe a título
oneroso. La revocación no tiene efecto cuando se trata de cosas muebles o cuando la
misma no tiene efecto retroactivo. Arts. 2672:
Art. 2672.- Cuando por la ley, o por disposición expresa en los
actos jurídicos que constituyan el dominio revocable, la revocación
no tuviere efecto retroactivo, quedan subsistentes las
enajenaciones hechas por el propietario desposeído, como también
los derechos reales que hubiese constituido sobre la cosa.
Este efecto se produce de pleno derecho y desde ese momento los frutos de la cosa
pertenecen al propietario.
Excepciones:
1) PERDIDA DE LA COSA: cuando la cosa es fungible la obligación del usufructuario es
de devolverlas en igual cantidad y calidad al término del usufructo.
Si la cosa no es fungible hay que distinguir:
• Cuando es por caso fortuito: el usufructuario no conservará ningún derecho sobre
los accesorios de la cosa, ni de lo que de ella quedare bajo una nueva forma.
• Cuando es por culpa del usufructuario: debe al nudo propietario la indemnización
por el valor de la cosa.
2) IMPOSIBILIDAD DE RESTITUCIÓN DE LOS BIENES EN ESPECIE: el
usufructuario debe pagar su valor al día que los recibió. Art. 2945:
Art. 2945.- El usufructuario que se encontrare en la
imposibilidad de restituir en especie los objetos que toma en
usufructo, o de justificar que no han perecido por su culpa, debe
pagar el valor de ellos en el día que los recibió.
B) USO Y HABITACIÓN
1) Noción. Caracteres
El uso es el derecho real sobre cosa ajena que otorga la facultad de utilizarla pero sin poder
aprovechar de los frutos.
La costumbre y la jurisprudencia superaron la rigidez de esta concepción para dar mayor
elasticidad al derecho real de uso, concediéndose al titular una facultad muy limitada de
aprovechar los frutos perfilándose como un usufructo limitado a las necesidades del usuario
y su familia.
La definición legal está dada en el art. 2948:
Art. 2948.- El derecho de uso es un derecho real que consiste
en la facultad de servirse de la cosa de otro, independiente de la
posesión de heredad alguna, con el cargo de conservar la
substancia de ella; o de tomar sobre los frutos de un fundo
ajeno, lo que sea preciso para las necesidades del usuario y de
su familia.
Se destaca la diferencia con las servidumbres prediales que requieren necesariamente que el
titular tenga un derecho sobre un fundo (dominante). En cambio, el uso se concibe como un
derecho puramente personal, en el sentido de que no es debido sino a la persona, sin ser
accesorio a la posesión de alguna heredad, para utilidad de aquel en cuyo beneficio se ha
establecido, y que no pasa a los herederos del usuario. Pero considerado el objeto a que se
aplica, el uso es un derecho real en la cosa que le está sometida.
Por su semejanza con el usufructo podemos decir que la mayoría de los caracteres de éste le
son aplicables al uso:
a) derecho real
b) sobre cosa ajena
c) principal
d) sobre utilidad
e) temporal, vitalicio e intransmisible
A diferencia del usufructo es INDIVISIBLE y no se puede ceder su ejercicio.
INDIVISIBILIDAD: la pauta limitativa del derecho de uso está dada por las
necesidades personales del usuario y su familia. De la medida de necesidad se
desprende el carácter de indivisible del derecho real de uso y habitación.
INCESIBILIDAD: el uso no puede ser cedido, y en principio, tampoco puede ser
cedido su ejercicio. La excepción la encontramos en el art. 2959 que autoriza a ceder el
uso cuando haya sido constituido sobre los frutos y a título oneroso.
Art. 2959.- El que tiene el uso de los frutos de una cosa por un
título gratuito no puede dar a otro por cesión o locación, el
derecho de percibirlos; pero puede ceder el uso si fue obtenido a
título oneroso. En uno y otro caso, el uso de los frutos no puede
ser embargado por los acreedores del usuario cuando tienen la
calidad de alimenticios.
La excepción a la posibilidad de ceder el uso es cuando éste fue constituido sobre frutos y a
título oneroso (Art. 2959 – remisión arriba). Lo que sí puede hacer el usuario es arrendar el
bien, excepto cuando haya sido dado en habitación.
Frutos: Puede ser que se dé el uso de los frutos del fundo, con exclusión del fundo
mismo, que en tal caso quedará en posesión del constituyente del derecho, sea
propietario o usufructuario. Art. 2958:
Art. 2958.- El que tiene el uso de los frutos de un fundo, tiene
derecho a usar de todos los frutos naturales que produzca. Pero
si los frutos provienen del trabajo de propietario o usufructuario,
sólo tiene derecho a usar de los frutos, pagados que sean todos
los costos para producirlos.
El código da a sus normas un carácter supletorio ante la voluntad de las partes, en todo lo
que se refiere a la extensión, obligaciones y derechos, facultades y deberes, respecto al uso.
Esto constituye una atenuación al carácter legalista del régimen de los derechos reales del
Código.
De modo que hay que recurrir como primera fuente al contrato o a la cláusula testamentaria
para la determinación de las facultades y, en defecto de éstas, a lo reglado por el Código.
En este último punto, son equiparables los derechos que corresponden a usufructuario,
salvo la menor extensión que tiene los derechos del usuario. El usuario tiene como límite
para el ejercicio de su derecho: respetar la sustancia de la cosa y aplicar el uso de la misma
a sus propias necesidades y las de su familia.
OBLIGACIONES DEL USUARIO
El Código distingue según el usuario o el habitador tenga la posesión de la cosa o ésta
quede en manos del propietario. Art. 2967:
Art. 2967.- El usuario que tiene la posesión de las cosas afectadas a
su derecho, y el que goza del derecho de habitación con la posesión
de toda la casa, deben dar fianzas, y hacer inventario de la misma
manera que el usufructuario;
pero el usuario y el habitador no están obligados a dar fianza ni hacer
inventario si la cosa fructuaria o la casa queda en manos del
propietario, y su derecho se limita a exigir de los productos de la cosa
lo que sea necesario para sus necesidades personales y las de su
familia, o cuando reside sólo en una parte de la casa que se le hubiese
señalado para habitación.
FIN BOLILLA 14