Adelantando y engrandeciendo el Reino: proyectar y proyectarse
Introducción:
Como todos los años, quiero agradecer a todos los siervos y siervas de Dios, que tomaron la palabra
a lo largo y ancho del país y se la transmitieron a la gente y la hicieron correr por todas partes.
Como hice el año pasado, animo a todos los que recibieron la palabra para el año 2010, que se
tomen el trabajo de releerla y analizar de qué manera la palabra se ha ido cumpliendo.
Como ya expliqué, la actitud sana frente a la palabra profética, no es preguntarnos: “¿se cumplió la
palabra?”, sino más bien: “¿Cumplimos la palabra que Dios nos dio?”.
No los eximo del trabajo de hacer esta evaluación, pero sólo a modo de introducción a lo que hoy
quiero compartir, recordar que la palabra para el 2010 tenía tres ámbitos de acción: la iglesia, la
ciudad, la nación.
En estos tres ámbitos hay cuestiones que como fueron anunciadas, tienen cumplimiento en un
proceso que no se agota en un año, sino que nos llevará los próximos años su cumplimiento. Hay
otras que son mandato de Dios para la Iglesia, y que tienen vigencia porque todavía no hemos hecho
los ajustes necesarios. Así que su repaso, nos ayudará a hacer los cambios que son indispensables,
para que la restauración de la iglesia traiga transformación a tu ciudad y a nuestra nación.
También en los tres ámbitos hubo cuestiones puntuales que gracias a Dios se fueron cumpliendo,
según lo anunciado. Sólo a modo de ilustración, recordaremos algunas.
En el ámbito eclesial tal como declaramos en la palabra pronunciada el 1 de enero pasado, se
agudizaron las voces críticas que se levantarían desde dentro de la propia iglesia, con el fin de
desalentar especialmente a los jóvenes. Dios me había dicho que yo debía denunciar esto. Y en la
medida de mis posibilidades lo he hecho. Y he encontrado un eco en los pastores de toda la nación,
que no sólo percibieron esto mismo, sino que pudieron identificar tanto a teóricos conferencistas,
como a pseudo apóstoles y profetas quienes están con esta actitud destructiva.
Pero también en este ámbito, hice un llamado a los pastores, a los que sí tienen las manos en el
arado, y están con la gente, a hacer un fuerte análisis de la realidad de la iglesia, para ir haciendo los
cambios necesarios para que la iglesia crezca en su pertinencia y relevancia.
Gracias a Dios, este proceso de análisis ha comenzado. Un hito importante ha sido el Retiro
Nacional de Pastores celebrado en Huerta Grande y organizado por Argentina Oramos por Vos. El
tema del retiro fue: “Repensando la Iglesia”, en donde los pastores de todo el país pudimos
sinceramente analizar la realidad de la iglesia, de una manera que, al menos en los últimos años no
se había hecho, y en un ambiente de liderazgo maduro y con capacidad de transformación.
En esta línea debemos seguir profundizando, no sólo el análisis sino los cambios. Pero agradecemos
porque la concientización ha crecido notablemente.
En el segundo ámbito el de la ciudad, la palabra que pronunciamos para el 2010, básicamente
desafiaba a que los Consejos Pastorales de las distintas ciudades del país, llevaran adelante una
misión unida en sus ciudades. No una tarea esporádica, sino una misión unida permanente.
El mover del Espíritu ha sido maravilloso en este sentido, y absolutamente inédito. Nunca antes
vimos lo que empezamos a ver este año, y crecerá año tras año. Los consejos pastorales de 30
ciudades de nuestro país, han comenzado este año la misión unida permanente con la distribución
de la Didaké, la oración unida constante y otras acciones diversas, según cada lugar.
También la palabra hacía un llamado a levantar un día de oración en el cual no sólo la iglesia orara,
sino que animáramos a toda la población de la ciudad y de la nación a levantar clamor a Dios por
nuestra ciudad y nación. En ese sentir se produjo el 25 de mayo esa exhortación a orar por nuestra
patria, que a través de la TV, la radio, las carteleras, folletos, no sólo en Buenos Aires, sino en
muchas ciudades del país hicimos.
En esa misma dirección AOXV está animando a 40 días de oración a nivel nacional para este nuevo
año. Será otro hito que marcará un antes y un después en el mundo espiritual de nuestra nación.
El tercer ámbito era el nacional. Allí la palabra nos indicaba un crecimiento económico de nuestro
país. Hoy los indicadores nos hablan de este fuerte crecimiento, pero las amenazas a fin del año
pasado eran fuertes, por el contexto internacional y por cuestiones propias. Pero Dios ha sido fiel y
hemos tenido un año de progreso económico.
También la palabra anticipaba un debilitamiento de la situación e influencia de Venezuela sobre los
países de la región. La palabra fue dada el 1 de enero, y de manera “inesperada” unos días después
se desató la crisis en el país hermano, que tal como se anticipó debilitó no sólo su economía, sino
principalmente su influencia y peso sobre los otros países de la región.
La palabra mencionaba cuatro cuernos, cuatro principados: la inmoralidad, la división, la pobreza y
la violencia, que ejercen poderío sobre nuestra nación, y que deben ser enfrentados por la iglesia a
nivel espiritual, cuatro carpinteros que golpeen esos cuernos. Lamentablemente estos cuatro cuernos
continuaron oprimiendo a nuestra nación, y si bien la iglesia ha empezado a movilizarse en unidad,
todavía la tarea pendiente en este ámbito es mucha. Así que ya como el Señor nos viene hablando,
tenemos que seguir siendo martillos que golpean de manera persistente.
Quiero ahora, entonces, entregar la palabra que Dios me dio para este año 2011.
Adelantando y engrandeciendo el Reino
Proyectar y proyectarse
2 Samuel 5:
10 Y David iba adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él. 12
Y entendió David que Jehová le había confirmado por rey sobre Israel, y que había engrandecido
su reino por amor de su pueblo Israel.
El pasaje responde a la etapa inicial del reinado de David. Son los primeros pasos, todavía hay un
ambiente de conflicto entre la casa de Saúl y la casa de David, por quién se queda con el Reino.
Todavía hay necesidad de que Israel y no sólo Judá, termine de reconocer a David como rey.
Todavía es preciso que los otros pueblos también confirmen el reconocimiento.
Pero en ese contexto, dice que David y su reino iba engrandeciéndose, como consecuencia de que
David iba adelantando. Quiero llamar tu atención sobre esto: iba adelantando. Porque creo que
este es el llamado de Dios para nosotros, que vayamos adelantando, para que su Reino se
engrandezca. Iba adelantando. ¿Cuántos quieren ir adelantando para que el Reino de Dios crezca?
Esto es lo que yo siento es el llamado de Dios en esta instancia. El Espíritu me viene hablando dos
palabras una y otra vez: proyectarse y proyectar. Proyectar para proyectarse, proyectarse
proyectando.
La palabra que se traduce adelantar es Halak, que tiene una variedad de aplicaciones. Significa:
1. Ir hacia delante, avanzar, lanzarse, proyectarse.
2. Comportarse, ser versado en algo, ejercitarse.
3. Facilitar, mejorar, avanzar, progresar, subir,
4. Ascender, aumentar.
5. Emprender, proceder.
6. Continuar, seguir adelante.
7. Levantarse, hacerse más grande, crecer,
8. Ir rápido.
I. David iba adelantando, porque tenía algo delante:
¿Qué lo hizo a David, avanzar, ir hacia delante en la concreción de su Reino, cuando venía de
circunstancias adversas? (la persecución de Saúl, luego su muerte, la de Jonatán, la confusión de
muchos de David en relación con los filisteos, Abner el jefe del ejército de Saúl en su contra y
levantando a Isboset como rey, tener sólo a Judá su pueblo, a favor, y todas las tribus de Israel
apoyando a la casa de Saúl).
¿Qué fue lo que dinamizó a David a ir adelantando? El llamadovisiónunción de Dios sobre su
vida. Cuando Samuel lo ungió, Dios le prometió que sería el rey de todo Israel. Aun el propio
Abner, general de la casa de Saúl, finalmente tuvo que reconocer que Dios había elegido a David,
para vencer a los filisteos y ser rey sobre Israel.
David pudo adelantar, porque tenía una visión delante. Porque tenía una visión delante pudo ir
delante, pudo adelantar.
Dios nos manda proyectarnos en función de una visión. Y porque tenemos una visión (llenar
nuestra ciudad con el evangelio, transformar la Argentina, extender su Reino), tenemos que
proyectarnos a su cumplimiento. No adormecernos, no asumir una actitud resignada y pasiva, no
esperar que Dios haga lo que nosotros tenemos que hacer.
No saquemos de nuestros ojos lo que tenemos por delante, su visión, su llamado, su unción sobre
nuestras vidas. No nos distraigamos en otras visiones.
Adelantar también es avanzar en pos de. Dice que el reino de David se hizo gadowl: grande,
poderoso, se extendió, se hizo fuerte, más, mucho, enorme.
No debemos conformarnos con poco, gadowl, más, mucho, grande, enorme, fuerte, poderoso,
enorme. Por eso Dios nos dice: “no se queden, proyéctense a más, proyéctense a mucho,
proyéctense extendiéndose. Hagan fuerte mi obra, poderoso mi evangelio. ¡No se queden, basta de
mesetas! Proyéctense”.
Lo mismo sucede en tu vida personal. No te distraigas, poné delante de tus ojos al Señor, y la
visión que él tiene para tu vida. No te disperses. Dios te creó con propósito y no se equivocó al
hacerte. No es tarde. Él no tiene plan “B”.
No te adormezcas. Dios tiene para vos gadowl, mucho, más, enorme. ¿Cuánto es grande? Lo que
para vos es grande, para otro puede ser poco. Pero al menos, avanzá hacia lo que hoy conocés
como algo grande que Dios tiene para vos. No te dio una visión para frustrarte. Proyectate a más.
Proyectá para que lo que Dios ha pensado para tu vida vaya adelantando. 2011 tiene que ser un año
en el que vos adelantes.
II. David iba adelantando porque subió de nivel:
Esta es otra acepción de la palabra. Adelantar es subir, ascender, caminar hacia delante. Cuando
uno da pasos hacia delante, deja espacios vacíos. Los espacios que ocupábamos antes de caminar
hacia delante.
Y hay una verdad obvia, y es que no se puede adelantar sin dejar esos espacios que antes
ocupábamos. Es decir, no se puede adelantar sin dejar.
Y cuando se trata del Reino de Dios, para poder dejar sin que queden espacios vacíos, tenemos
que posicionar a otros.
Es el tiempo de levantar a otros. Es el tiempo de levantar una nueva generación de pastores. Creo
que tienen que ser personas no para la iglesia que conocemos, sino para la que viene. Y esto
implica que, además de los fundamentos básicos e irremplazables de un fuerte llamado de Dios,
una vida espiritual, familiar y ética acorde con la voluntad de Dios, y los dones del Espíritu
necesarios para la tarea pastoral, esta camada de pastores tendrán que tener algunas características
que Dios me viene mostrando.
La mayoría de ellos serán jóvenes. Creo que es el tiempo en que la obra del Señor en Argentina
levante una nueva generación de pastores de 2530 años, que entren en proceso de preparación al
lado de los pastores actuales, para liderar la gestión de la obra del Señor.
Necesitamos una corriente de renovación de ideas, de cosmovisiones, de percepciones de la
realidad y de las posibilidades de misión, que necesariamente vienen de la mano de gente joven.
La cuota de madurez y experiencia la seguiremos dando nosotros. Pero necesitamos esta
renovación generacional. También tendrán que tener en lo posible un título universitario y alguna
experiencia laboral que les haya servido de aprendizaje, así como el deseo de seguir
capacitándose.
La iglesia que viene requerirá de pastores con la mejor formación, y que tengan la capacidad de
pensar como lo hace un universitario, porque una buena proporción de la membresía serán
universitarios.
Sueño y visualizo proféticamente, pastores con Masters y Doctorados en Gestión, en Marketing,
en Desarrollo Social, en Recursos Humanos, en Counseling, etc. que lideren nuestra obra
argentina, de manera de producir un upgrade, un ascenso de nivel, de profesionalización sana del
ministerio, que nos saque de la limitación y muchas veces chatura que nuestra generación pastoral
tiene, del déficit de gestión que hoy la obra toda tiene y verdaderamente lidere un proceso de
transformación de la realidad nacional, que por el momento nuestra generación sólo puede soñar y
declarar proféticamente.
No es que no debamos levantar pastores mayores en edad, ni que sólo los que tengan una
educación formal puedan ser pastores. No estoy diciendo eso. Lo que estoy diciendo es que
pastores de más de 30 años y sin educación formal y preparación profesional, ya tenemos y
seguiremos levantando. Gracias a Dios por ellos. Pero ahora necesitamos además, levantar una
generación de pastores de menos de 30 años con capacitación profesional para entregarles el
liderazgo de gestión.
La obra sufre una fuerte crisis de gestión. Y necesitamos de una generación joven de gente
preparada que lidere los próximos años la gestión de la obra, mientras los actuales pastores
lideramos espiritualmente la obra.
Jóvenes llenos del Espíritu Santo, con un fuerte llamado al ministerio, con dones para el mismo,
pero además capacitados profesionalmente.
Tenemos una fuerte crisis de gestión en la obra. Dios nos dio una visión de transformación de la
realidad, pero no estamos preparados para gestionar ese proceso. Los pastores que hoy lideramos
no pudimos gestionar la realidad de nuestro tiempo, porque fuimos preparados en visión y en
capacitación para liderar iglesias. Pero de pronto tomamos conciencia de que la cosa no es sólo
eclesial, sino que el campo de misión es la realidad de nuestras ciudades. Y no fuimos entrenados
para eso.
Como si la dificultad fuera poca, nos cambiaron el mundo. Fuimos formados en la cultura de la
modernidad, pero vivimos en la posmodernidad. Así que si no pudimos gestionar la realidad de
nuestro tiempo moderno, mucho menos podemos gestionar la realidad que viene.
Pero sí podemos liderar espiritualmente ese proceso. Necesitamos una corriente de renovación de
ideas, de cosmovisiones, de percepciones de la realidad y de las posibilidades de misión, que
necesariamente vienen de la mano de gente joven. La cuota de madurez y experiencia la
seguiremos dando nosotros. El liderazgo espiritual lo seguiremos llevando a cabo nosotros. Hay
posiciones relacionadas con la visión, de liderazgo espiritual que requieren madurez y experiencia.
Pero necesitamos esta renovación generacional.
Valoro mucho el esfuerzo de Pasando la Antorcha. La intención ha sido muy buena, allí hay gente
excelente, pero se ha decodificado por muchos pastores adultos, tal vez por el nombre o la forma
de comunicar, como un pase a retiro de los actuales pastores, para dejar la conducción a otros. Y
yo creo que no se trata de esto. Sino más bien de Hechos 6. Donde los apóstoles se dan cuenta que
hay murmuración, y que el crecimiento corre riesgos de estancarse, porque hay un serio problema
de gestión.
Y que si querían que la obra adelantara, ellos debían dar un paso adelante, dejar las mesas de la
gestión en manos de otros más capaces para ello, y ellos dedicarse al liderazgo espiritual de la
obra. El resultado fue que: Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se
multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe (7).
No se trata de un paso al costado de los actuales pastores, sino de un paso adelante. Los apóstoles
se concentraron en tener eficacia y dejaron en manos de otros la eficiencia. La eficacia es la
capacidad de elegir las mejores cosas. La eficiencia es la capacidad de llevar a cabo las tareas de la
mejor manera. Los pastores mayores, tenemos que concentrarnos en la eficacia, es decir en la
visión y dejar en manos de estos nuevos pastores, con capacitación profesional la eficiencia de las
tareas, es decir la gestión.
El otro problema no es pasarle la antorcha a gente más joven, y que sigan haciendo lo mismo que
nosotros, Sino a gente más joven, que traigan una renovación, y una profesionalización de la
gestión. Halak, adelantar, también significa, gente versada en algo. Adelantar es profesionalizarse,
en el buen sentido de la palabra.
Es el tiempo de adelantar la obra, dando un paso adelante para que el ámbito de la gestión sea
ocupado por una generación de jóvenes capacitados profesionalmente que entienden qué mundo
estamos viviendo, que hayan sido entrenados con mentalidad orientada a objetivos y metas, de
manera tal que la obra adelante, mejore, avance.
Más que nunca debemos tomar en serio la advertencia de Pablo dirigida a Timoteo y a los
ancianos de su tiempo: Ninguno tenga en poco tu juventud. Si esperamos levantar pastores cuando
tengan 40 años, van a ministrar en un mundo que ya no entienden.
Una manera de pensar diferente, una manera de ver la realidad distinta. Lo que se llama
cosmovisiones. No es que los pastores de 40 o más no sirvan. Todo lo contrario. Pero en este nivel
de adelantar la obra, necesitamos un liderazgo de gestión de gente de este “cosmos”, no del
pasado.
Estamos con un serio techo de gestión. Lo hicimos bien, para la realidad de la iglesia de ayer. Pero
ahora hay otra realidad. Nos pasa lo mismo que a los apóstoles. El pasaje empieza explicando el
contexto de la crisis: En aquellos días, como creciera el número de los discípulos (1).
La obra ha crecido, las exigencias ya no son abrir un localcito y tener reuniones semanales, alguna
campaña evangelística, aconsejar a la gente en la oficina, visitar a los enfermos y predicar los
domingos. Si de verdad queremos que la obra adelante, que el reino de Dios crezca, que la iglesia
sea cabeza de la realidad en cada ciudad, y lidere un proceso de transformación, debemos dar un
paso adelante y levantar una nueva generación de pastores jóvenes y capacitados para la gestión de
nuestra nueva realidad.
¿En tu vida estás proyectándote en alguien, multiplicándote en alguien, discipulando a alguien?
III. David iba adelantando porque proyectó:
La llegada de David al palacio, no fue fruto de la casualidad, ni tan sólo el resultado de una
providencia divina que lo instaló de un día para el otro allí. No. Desde la cueva de Adulam, hay
todo un proceso de planificación para llegar al Reino.
Esta es otra acepción de la palabra halak, proyectar. Si queremos que la obra adelante y el Reino se
engrandezca, debemos dejar de ser boliche. No puede ser que, salvo algunas excepciones, no
tengamos planes a nivel nacional, a nivel de una ciudad para que la obra crezca. No hay planes a 5
años, mucho menos a largo plazo.
Hay una palabra clave que es sobreedificar. Imaginemos la obra del Señor como lo hizo Pablo.
Como un edificio bien coordinado. En donde cada año por delante es un piso que vamos a
levantar, que se apoya en el nivel de objetivos y metas alcanzado antes. Tenemos que sobreedificar.
Tenemos que tener claro cuáles son los objetivos a alcanzar en el 2011, sobre los que se
sobredificarán los objetivos a alcanzar en el 2012, sobre los que se sobreedificarán los objetivos a
alcanzar en el 2013, sobre los que se sobreedificarán los objetivos a alcanzar en el 2014, sobre los
que se sobreedificarán los objetivos a alcanzar en el 2015.
¿Qué obra esperamos tener en el 2015? ¿Cuántas iglesias vamos a tener? ¿Cuántos misioneros en
el mundo? ¿Cuántos legisladores cristianos? ¿Cuántos artistas de renombre? Nos agarran los
espasmos de transformación, de conquista, de legisladores cristianos, en cada crisis que vivimos.
Y luego como la espuma se diluye todo.
Creemos que Dios hará algo maravilloso entre nosotros en Argentina. Pero ese obrar requiere
preparación.
Dios en su Palabra nos dice que la manifestación de su gloria requiere de nuestra preparación: Y se
manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha
hablado (Isaías 40.5). Pero para que esa manifestación gloriosa del Señor ocurra, hay una
participación nuestra que resulta en un requisito indispensable: 3 Voz que clama en el desierto:
Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 4 Todo valle sea
alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.
El crecimiento de la obra, es algo muy serio para que lo dejemos a cargo de nuestras buenas
emociones. Dios me dijo proyéctense proyectando. Hay que proyectar. Hay que ser serios. Hay que
proyectar.
Hago un llamado macedónico a los líderes de la obra en todo el país. ¿Podremos alguna vez
juntarnos a diseñar la obra que queremos que adelante? El varón macedónico le rogó a Pablo: pasa
a Macedonia. Yo ruego al liderazgo: pasemos a una obra seria, con planes a mediano y largo plazo
para la nación, y para cada ciudad.
En tu vida personal, Dios te dio la capacidad de determinar bajo la guía de su Espíritu, qué futuro
tendrás. Crea futuro. Retirate para estar a solas con Dios, y planificá tu año, ponete objetivos en
cada área de tu vida. fijá cómo vas a alcanzar esos objetivos. Ponele fecha de cumplimiento.
Y da un paso más. Imaginate cómo te gustaría verte en 5 años, y poné fundamentos para que eso
ocurra. No va a venir, lo tenés que crear. Tu vida es demasiado importante, como para que camines
sin un plan, para que vivas sin orar por lo que viene, para que encares la vida sin preparar lo que
viene. Dios tiene cosas maravillosas para vos.
Por favor, no digas, si Dios lo va a hacer, que lo haga. No. El obrar de Dios requiere de vos, y de tu
proyección, preparación. Preparale el camino al Señor, y su gloria y su bendición múltiple se va a
manifestar en tu vida.
IV. David adelantó, porque incorporó recursos no “aceptables”:
David adelantó valiéndose de lo peorcito de la sociedad: Y se juntaron con él todos los afligidos, y
todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe
de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.
No tenían todas las vacunas evangélicas puestas, no eran los recursos recomendables, pero esa
lacra, que estaba en una cueva, porque habían no habían sido considerados sino echados por el
reino de Saúl, llegaron a ser los valientes de David que lo llevaron al Reino.
Adelantar es pensar en el objetivo final que es la transformación integral de la nación, utilizando
todos los recursos que ayuden al establecimiento de los valores del Reino, de los signos salvíficos
del Reino.
En primer lugar, tejiendo redes trinitarias en cada congregación. La iglesia sigue siendo la agencia
del Reino. Pero tenemos que hacer de cada congregación una expresión de una comunidad que
vive una vida diferente.
La Trinidad no es meramente un misterio especulativo destinado a la reflexión de los teólogos,
sino que tiene que ver, no sólo con la naturaleza divina, sino con la naturaleza de la Iglesia y de su
misión. En la concepción de Dios Trino y Uno, se encuentra nuestro origen, nuestro modelo y
nuestra meta como pueblo de Dios.
La Iglesia es la familia de la Trinidad, que vive la Unidad en el amor y en la entrega, y que
misiona al mundo con el propósito de que cada persona conozca el amor y la entrega de ese Dios
Uno y Trino, y de que cada uno de los ámbitos de la realidad humana sea modelado según el estilo
de ese amor.
La humanidad fue creada a imagen y semejanza de Dios. El pecado distorsionó esa imagen y
semejanza, pero en Cristo, nos son restauradas, y la Iglesia, primicias de la nueva creación, debe
reflejar esa imagen y semejanza del Dios Trino y Uno.
Creo que tenemos que ir modelando un tramado de redes trinitarias en la iglesia. La
evangelización del mundo en el que vivimos y especialmente del mundo que viene, no será una
cuestión principalmente de discursos o de programas, ni el ministerio de un especialista, sino la
presentación al mundo de una comunidad que refleje en su vida la realidad vivencial del Dios
Trino y Uno.
Un mundo de huérfanos, de perdición enfermedad, de hiperindividualismo egocéntrico, necesita
de la expresión corporativa de la Iglesia como primicias de la nueva creación.
En un mundo de orfandad la iglesia debe ser expresión de la Paternidad de Dios, por medio de
redes de mentoreo integral y continua de la vida de sus miembros, de manera que todos, cumplan
las visiones de Dios para sus vidas, crezcan, prosperen, avancen.
En un mundo perdido y herido, la iglesia debe ser expresión de la Redención del Hijo, por medio
de redes de sanidad integral y continua de la vida de sus miembros, como resultado del Señorío de
Cristo.
En un mundo hiperindividualista, la iglesia debe ser expresión de la Comunión del Espíritu Santo,
por medio de redes de relaciones vitales que sostengan integralmente y de manera continua la vida
de sus miembros.
En el mundo que viene y ya está entre nosotros, la iglesia tendrá sentido para sus miembros, en la
medida que cada uno tenga la oportunidad de: tener paternidad espiritual, que lo promueva a
crecer en todas las áreas de su vida, al tiempo que ayuda a otros para que también alcancen a
desarrollar su potencial; experimentar sanidad permanente de su vida y relaciones, mientras es un
instrumento para la restauración de la vida de otros; disfrutar de relaciones interpersonales que lo
conviertan en dador y receptor del amor de Dios.
En el mundo que viene y ya está entre nosotros, la iglesia tendrá sentido para los no creyentes, en
la medida que su misión sea una expresión de su vida, su hacer de su ser. Entonces ese mundo de
orfandad, enfermedad y egoísmo, podrá ver una alternativa de vida encarnada en la iglesia. Podrá
ver al Dios Uno y Trino mostrado por la iglesia.
Así que en primer lugar, debemos tejer esas redes trinitarias en nuestras congregaciones.
En segundo lugar, fortaleciendo la unidad de la iglesia en cada ciudad, con un plan de misión
unida.
En tercer lugar, estableciendo alianza estratégicas entre ministerios que están haciendo sus
comisiones por separado.
En cuarto lugar, aprovechando los recursos que hay fuera de la iglesia de organizaciones que sin
ser evangélicas o cristianas, con su tarea están ayudando en procesos de transformación de la
realidad, con valores del Reino de Dios.
Hay aspectos de esa transformación que son de misión exclusiva de la iglesia, como es la
conversión de las vidas por medio de la predicación del evangelio y el discipulado. Allí no hay
forma de compartir con los que no creen lo mismo.
Pero hay otras áreas en donde otras organizaciones ya tienen el “know how” y están cumpliendo
un rol importante en la sociedad, en la transformación de sus ámbitos, e instalando, sin saberlo
realidades propias del Reino de Dios.
Debemos tomar esos recursos, debemos asociarnos a ellos, debemos apoyarlos, debemos
promoverlos, debemos llevar a cabo allí también alianzas estratégicas. No con cualquiera, pero sí
con aquellos que a lo largo de los años han demostrado integridad, espíritu de servicio, capacidad
de transformación, buen testimonio del pueblo.
No tengamos temor ni usemos más el remanido argumento de tener cuidado porque la gente se
puede confundir. La gente está confundida al escuchar el mensaje de una iglesia que habla de
transformación y no transforma nada. Pero no le tengamos miedo a esa “supuesta confusión”,
cuando se trate de organizaciones prestigiosas. La gente por el contrario nos va a asociar con sus
buenas acciones. Por supuesto con mucho cuidado, con todas las precauciones del caso, pero
adelantemos la obra.
En el plano de lo personal, siento que Dios te va a estar relacionando con personas que te van a
ayudar a adelantar en tu vida. Son relaciones entrelazadas desde el cielo. Siento que su palabra se
cumple en tu vida, y que Dios te dará sabiduría de lo alto, para que te unas en igual yugo con los
que tienen la misma visión de Dios, para cada área de tu vida. No con los incrédulos, con los que
no creen ni viven los principios de Dios. Oro para que Dios te dé sabiduría para la selección de tus
relaciones y que se concrete este año en tu vida la palabra cuando dice: Tus edificadores vendrán
aprisa; tus destruidores y tus asoladores saldrán de ti (Isaías 49.17).
En el nombre de Jesús, llamo a tus edificadores y le ordeno a tus destruidores y asoladores que se
vayan de tu vida. Que se vayan de tu vida los destruidores en tu vida afectiva, que no comparten el
Señorío de Cristo. Los asoladores histéricos, violentos, controladores. Que se vayan de tu vida, los
mediocres que te tiran para abajo en tu crecimiento y desarrollo vocacional, profesional, material,
laboral. Que se vayan de tu vida los impuros, que te contaminan. Vengan los sabios, vengan los
espirituales, vengan los maduros, vengan los bendecidos, vengan los que te elevan, los excelentes.
Llamo a los edificadores para que vengan aprisa a tu vida.
V. David fue adelantando, porque fue proyectándose territorialmente:
Tres capítulos después, se nos habla de la dimensión territorial del adelanto de David, del
engrandecimiento de su reino. El capítulo 8 lleva por título del editor de la Reina Valera: David
extiende sus dominios.
Allí se dice que Dios le daba victoria a David, dondequiera que vaya, y que David, donde iba,
plantaba una guarnición.
La obra adelanta con la plantación de nuevas iglesias. En Capital Federal, el sector en el que viven
las personas que deciden la realidad que queremos transformar, no tiene ninguna iglesia
evangélica.
Tenemos que hacer más grande la obra. Crecer. Mientras que en cada una de nuestras
congregaciones le pedimos a Dios que mande su crecimiento, está comprobado que son las
congregaciones nuevas las que tienen mayor dinámica de crecimiento. Necesitamos proyectarnos
territorialmente con un proyecto de plantación de iglesias.
Dios te da también en lo personal, nuevos territorios por tomar. Te dice a vos también extiéndete a
derecha y a izquierda. No seas escaso. Ensancha el sitio de tu tienda. Cruza los límites. no temas.
Todo lo que pisare la planta de tu pie será tuyo. Creelo, porque si lo crees verás la gloria de Dios.
Conclusión:
Permítanme a modo de conclusión hacer tres acotaciones. La primera es temporal. Adelantar,
halak, significa también rápido. No podemos perder tiempo. Es urgente este adelanto. La meseta
de la obra lo exige, la realidad del país lo demanda con urgencia.
La segunda acotación es de esencia. Dice que entendió David que Jehová le había confirmado por
rey sobre Israel, y que había engrandecido su reino por amor de su pueblo Israel.
No puedo dejar de decir, que el engrandecimiento no es patrimonio de algunos. No puedo dejar de
decir que la palabra pueblo es am: pueblo unido. Y que si queremos grandeza del Reino, no
podemos dejar de seguir trabajando y adelantando la unidad del pueblo de Dios en la misión.
Tampoco puedo dejar de decirte, que tu adelanto personal, no puede estar separado del Reino. Hay
una sola realidad para todo aquel que le entregó su vida a Cristo, y es el Reino de Dios. Cuando
aceptaste a Jesús como tu Rey, todo en tu vida es el Reino. Y cuando el Reino adelanta y se
engrandece, tu vida adelanta y se engrandece, porque vos sos parte del Reino. No caigas en la
trampa del hiperindividualismo egocéntrico de este mundo satánico. Más que nunca sé parte de
esa comunidad de fe que es la iglesia. Imperfecta, por la simple razón, que vos y yo somos la
iglesia. Pero la esposa de Cristo, la familia de Dios, el Cuerpo de Cristo. La comunidad que le dará
soporte, equilibrio, a tu crecimiento.
La acotación final, es una palabra de estímulo y fe. Alejandro Magno guió a sus ejércitos en
victoria tras victoria, y su deseo de conquistas cada vez mayores lo llevó hasta el pie de los montes
Himalaya. Alejandro deseaba cruzar esas intimidatorias montañas, pero nadie sabía qué había del
otro lado. Los líderes militares estaban preocupados. ¿Por qué? Porque habían llegado hasta el
extremo del mapa; no había mapa de este nuevo territorio que Alejandro deseaba poseer. Estos
jefes debían tomar una decisión: ¿estarían dispuestos a seguir a su líder fuera del mapa o se
contentarían con vivir dentro de los límites? Ellos decidieron seguir a Alejandro.
Seguir la guía del Espíritu Santo puede llevarnos a enfrentar el mismo dilema. Para seguirlo,
debemos estar dispuestos a salirnos del mapa, a ir más allá de lo que conocemos. Es la única
manera de adelantar.
Pero el pasaje es bien claro en decirnos que cuando adelantamos engrandecemos el Reino. No
temas. Más allá de tu mapa, hay territorios que Dios quiere entregarte.
Por eso el Señor nos dice: proyéctense y proyecten.