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reclamando: «Hombre, conócete 1,21).
a ti mismo». Pide una interiori- No obstante, hay que ponerse
zación, una integración de las en guardia para no caer en el
experiencias vividas, para llegar, equívoco de una vida que preten-
aceptando el enigma que reside dería ser «espiritual» únicamente
en nosotros, a interpretar lo que a través de la experiencia cristiana
somos.Toda una serie de pregun- litúrgica o de puro conocimiento.
tas -¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¡No! Se trata de una experiencia
¿a dónde voy? ¿qué es este fuego práctica, de un conocimiento
que me abrasa? ¿quiénes son los adquirido mediante la conforma-
otros para mí?- han de repetirse ción real de la propia vida con la
en el interior de esa estructura vida de Jesucristo.
dialogal que es la conciencia, para Es esta práctica la que propor-
abrir las sendas del sentido y, por ciona los elementos de la espiri-
consiguiente, de la esperanza. tualidad cristiana, que es una si-
La vida interior o espiritual nergia –una acción conjunta- de
pertenece, pues, a todo ser hu- la gracia santificante, que es el
mano. Él puede desarrollarla o Espíritu Santo, y del espíritu (con
dejarla baldía, dejándola en manos e minúscula) del hombre. Pero
de «esa uniformización de la in- ¿dónde comienza la acción del
timidad a la que tienden las so- Espíritu de Dios y dónde acaba la
ciedades conformistas» (U. Ga- del espíritu del hombre? Imposi-
limberti). En cambio, la vida espi- ble circunscribir el dominio de la
ritual cristiana no pertenece a gracia en su relación con el es-
todos, sino sólo a los que «se píritu humano. Es una respiración
dejan guiar por el Espíritu de que resulta en nosotros tan pro-
Dios» (Ga 5,18). Esta vida espi- funda que, en un determinado
ritual cristiana está relacionada momento, ya no es nuestra: ¡otro
con la vida espiritual-interior respira en nosotros! «Respirar, oh
humana. Pero la trasciende: sólo invisible plegaria» -escribía Rilke.
puede consistir en una respuesta La plegaria: ¿gemido del ser hu-
de fe, de esperanza, de amor a mano o gemido del Espíritu? (véa-
Dios que llama, que se deja relatar se Rm 8,26).
por Jesús y que se hace presente Con lo que llevamos dicho es
en el Espíritu. comprensible que se haya busca-
Esa vida «en el Espíritu» es do un órgano simbólico para la
descrita por Pablo con numero- vida espiritual. El corazón humano
sas expresiones: «vida oculta con proporciona la imagen más ade-
Cristo en Dios» (Col 3,3), vida del cuada, para el ser interior más
«hombre interior que se renueva profundo del hombre, para su ser
día a día» (2 Co 4,16), «vida frágil «de carne», haciéndole pal-
nueva» (Rm 6,4). Algunas de esas pitar y vivificando todo el cuerpo.
expresiones son de vértigo: «Ya Así, tanto en la tradición bíblica
no vivo yo, es Cristo el que vive como en la cristiana, el corazón
en mí» (Ga 2,20); «Para mí vivir es el órgano de la vida espiritual,
es Cristo y morir ganancia» (Flp en cuanto sede del pensamiento,