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El medio es el mensaje

Hugh McDonald retoma el postulado de Marshall McLuhan para hablar de la necesidad de


devolver a los medios un rostro humano en el que sus contenidos y no la forma sean el
verdadero mensaje evangelizador.

Todo lo que actúa, actúa con un fin. Es fácil reducir todas las acciones del hombre al
deseo de felicidad. El motivo último de nuestras acciones da sentido a todos los
motivos intermedios.

Para entender el significado de la frase de McLuhan "el medio es el mensaje", tenemos


que recurrir a la filosofía de Aristóteles y Santo Tomás. Marshall McLuhan escribió lo
siguiente en una carta a J.M. Davey, asesor del Primer Ministro Trudeau:

«Se ve entonces que mi teoría de la comunicación es tomista hasta lo más profundo.


Tiene adicionalmente la ventaja de ser capaz de explicar a Santo Tomás y a Aristóteles
en términos modernos. Estamos contentos con cualquier cosa que usemos, tan sólo
porque estas cosas son extensiones de nosotros mismos». (15)

El acto del conocimiento humano está ante todo y objetivamente dirigido a conocer las
formas de las cosas materiales. Éste es el realismo fundamental del conocimiento
humano.

El conocimiento de los conceptos no es el motivo primero del acto de conocer, sino que
es a través de los conceptos que conocemos las cosas. Sólo después que conocemos las
cosas, podemos reflexionar y preguntarnos cómo conocemos.

Es entonces que tomamos conciencia del rol intermediario del concepto. El concepto es
algo que necesariamente se encuentra entre el objeto de conocimiento y el juicio del
entendimiento. ´Encontrarse entre´ es ser un medio. Hay más de un medio entre el
objeto mismo y el acto de juicio que es la meta final del conocimiento o "mensaje".

En la visión corporal, la luz misma hace de intermediaria, luego la impresión sensorial


en el ojo, y finalmente un acto de percibir conscientemente lo que el sentido físico
está proveyendo.

En la visión mental, la luz de la mente haciendo conocer las cosas es un medio, como lo
es el concepto o la especie en el entendimiento, y luego la mente entabla una relación
entre la especie o concepto y la realidad en un acto de juicio.

En este proceso la mente actúa como espejo de la realidad, lo que constituye otro
sentido en el que se da un medio en el acto de conocer (16). Es común que estos
medios permanezcan ocultos durante el acto objetivo de conocer.

Si alguien dice "Hay fuego en el edificio", no dirigimos nuestra atención al rol


intermediario de las palabras y los conceptos, sino al peligro real e inminente, y
actuamos consecuentemente.
Sin embargo, cuando conocemos algo, simultáneamente
sabemos que sabemos. Esto es lo que se denomina reflexión
concomitante, lo que significa que es un acto de reflexión que
siempre y necesariamente acompaña el acto objetivo de
conocer.
El medio es el mensaje
Es el elemento esencial de la conciencia. Normalmente esta reflexión forma el
trasfondo del acto de conocer. Normalmente no nos recordamos a nosotros mismo o a
otros lo implícito, como al decir "Sé que hay fuego" en vez de "Hay fuego".

La mente o el alma no está siempre consciente de sí misma como separada o distinta de


las otras cosas (17). El conocimiento de uno mismo no existe siempre en acto (con la
atención dirigida al alma), sino que, a través de la reflexión concomitante, existe
siempre en potencia. Cuando el alma ve su acto, se ve a sí misma. Cuando me veo a mí
mismo pensando, me veo a mí mismo.

De esta manera, el medio se convierte en el mensaje. Esto nos lleva más lejos al
movernos, desde el conocimiento de uno mismo como imagen, hacia el conocimiento de
Dios como Aquel a cuya imagen somos creados. A través del acto de reflexión los
medios mismos se convierten en el mensaje, y así tenemos las semillas de la teoría de
McLuhan sobre la comunicación y sus efectos en las enseñanzas de Santo Tomás.

Marshall McLuhan fue más lejos al afirmar que sin un acto de reflexión no somos
conscientes de los diversos medios artificiales de comunicación. La palabra impresa
"bandera estadounidense" y la bandera en sí son ambos medios de comunicación.

La palabra impresa, sin embargo, no evoca una reacción emocional en un


estadounidense, mientras que la bandera real, o una imagen de ella, sí lo hace. Los
medios de comunicación afectan la manera en que recibimos la comunicación, y así los
medios mismos portan un mensaje. Podemos encontrar algunos precedentes de esta
observación de McLuhan en la tradición filosófica.

Platón cuenta una fábula acerca de la invención de la escritura (18). Cuando el dios
egipcio Thot inventó la escritura, presentó su invento al rey de Tebas, esperando ser
alabado por un invento que ampliaría el poder de la memoria.

El rey de Tebas, por el contrario, dijo que esta invención provocaría que los hombres
pierdan su memoria, pues simplemente escribirían las cosas y se las olvidarían.
Asimismo, las palabras impresas pueden caer en poder de cualquiera, quien puede
luego repetirlas y aparentar sabiduría sin saber lo que significan.

La palabra hablada viene de la mente del maestro, y cuando el mensaje del maestro no
está claro, el discípulo puede preguntarle. Las palabras escritas, sin embargo, no
hablan cuando les hacemos preguntas.

Santo Tomás se pregunta si acaso las realidades divinas deban estar veladas por medio
de palabras oscuras y nuevas (19). Al enseñar, el maestro debe procurar que el
discípulo no aprenda cosas antes de estar listo para ello.

Sus palabras deben ser medidas más bien para ayudar que para estorbar a sus
estudiantes. Él tiene además la responsabilidad de evitar que gente de malas
intenciones reciba el conocimiento de materias difíciles de entender.

Como dice el Señor: "No deis a los perros lo que es santo" (Mt 7,6). Se puede ser
discretos al hablar. Podemos decir cosas al entendido que no le mencionaríamos a las
muchedumbres.

Un libro escrito, sin embargo, puede caer en manos de cualquiera, y por eso no es
posible evitar por medio del silencio que la verdad sea distorsionada o mal usada. Se
pueden expresar realidades difíciles por medio de palabras nuevas, para que incluso si
la persona equivocada lee el libro, no haga ningún progreso.

Santo Tomás aborda también la pregunta de por qué Nuestro Señor no puso su doctrina
por escrito (20). Dos de los más grandes maestros entre los gentiles, Pitágoras y
Sócrates, no escribieron nada.

Lo que se escucha queda grabado en el alma del oyente, y lo que se escribe está para
ser leído. Nuestro Señor enseñó como quien tiene autoridad (ver Mt 7,29), no como los
escribas y fariseos. Asimismo, la excelencia de la doctrina de Cristo no podía ser
contenida en meras palabras escritas, como recuerda San Juan Apóstol cuando dice que
ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran para contar lo que
Cristo hizo (ver Jn 21,25).

Si Cristo hubiese puesto por escrito algo, muchos habrían pensado que no habría más en
su doctrina que lo que está contenido en lo escrito. Podría hacerse notar también que
no es meramente el número de cosas que Cristo hizo y enseñó lo que no puede ser
contenido en meras palabras escritas, sino además la calidad.

Cuando ocurre algo totalmente distinto a cualquier cosa anterior, descubrimos que las
palabras que usamos son inadecuadas, pues las palabras evocan imágenes tomadas de la
experiencia común.

Con una argumentación similar, Santo Tomás nos enseña que la Nueva Ley no es una ley
escrita (21). La Ley de Moisés fue escrita en tablas, pero la Ley de Cristo está escrita en
los corazones de los hombres.

La Nueva ley es principalmente la gracia del Espíritu Santo que es dada al fiel de Cristo.
Esta ley no es otra cosa que la presencia misma del Espíritu Santo. Las cosas que están
escritas en la Sagrada Escritura no son la Nueva Ley en sí, sino que nos disponen a creer
en la Nueva Ley, o que nos dan indicaciones específicas acerca de cómo aprovechar la
gracia que constituye la Nueva Ley.

McLuhan conjetura que la idea protestante de la sola Scriptura fue el resultado de los
nuevos medios de la imprenta. Cuando las Escrituras eran transmitidas en documentos
escritos a mano, era fácil entender que el documento es un medio.

Cuando miles de libros podían ser impresos exactamente de la misma manera, este
poder técnico impresionó tanto a la gente que idolatraron la tecnología, de modo que
el poder de la imprenta parecía tener más autoridad que la autoridad viviente del
Magisterio.

Finalmente, Santo Tomás consideró el rol de la música en la comunicación (22). Unas


mismas palabras tienen un efecto diferente cuando son habladas que cuando son
cantadas.

La música tiene un efecto emocional, tanto para el cantor como para el oyente, y por
eso por medio de la música nuestros corazones son remitidos a Dios. Diversas melodías
tienen efectos diferentes en las emociones de los que cantan y de los que escuchan, un
hecho conocido ya por Pitágoras. La melodía y el modo de cantar es meramente un
medio, pero el medio mismo porta un mensaje.

Habetudo sensus y la necesidad de ascetismo


Mientras más necesario sea para la vida humana el objeto de un apetito, más fuerte
será tal apetito. Mientras más fuerte sea el apetito, más necesitará el control de la
razón. El ascetismo apunta a restaurar la armonía interna del hombre, la que se conoce
como la virtud de la templanza.

A su vez, la virtud de la templanza preserva en buen estado la virtud de la prudencia,


que es la capacidad de tomar decisiones correctamente.

La prudencia requiere de un conocimiento verdadero de cómo son las cosas, y por ello
requiere de la memoria, y a partir de la memoria la prudencia llega a una comprensión
correcta de cómo son las cosas.

Estos son elementos cognoscitivos de la prudencia. La prudencia tiene también un


elemento volitivo, que es la capacidad de tomar una decisión ni muy precipitadamente,
ni muy dubitativamente. La interferencia de apetitos descontrolados puede opacar la
memoria y el entendimiento, y puede influenciar indebidamente la acción de la
voluntad (23).

Tradicionalmente el énfasis en el ascetismo ha estado en los dos apetitos más


íntimamente relacionados con la existencia humana, el apetito por la auto-
preservación, que tiene su exceso en la gula, y el apetito por la preservación de la
especie, que es deformado en el exceso de la lujuria. El apetito por el conocimiento
puede también exceder sus límites racionales y adecuados.

Esto encierra una paradoja. El apetito por el conocimiento parecería ser la razón
misma. ¿Cómo podría alguien actuar en contra de la razón al tratar de ser más
razonable? La primera consideración que hay que hacer es que el deseo de
conocimiento es en un sentido el más fuerte de los deseos humanos.

Analicemos la filosofía eudemonista de Aristóteles, su doctrina de que toda acción


humana tiene a la felicidad por causa final. La felicidad no puede ser la mera posesión
de algo, pero implica que conozcamos con plena conciencia que poseemos lo que nos
hace felices (24).
Aristóteles hace notar también que todos los hombres por naturaleza desean el
conocimiento. No tenemos un deseo de conocer simplemente como medio para un fin
que no es el conocimiento, sino que la sensación misma nos es placentera. De entre
todos los sentidos, dice Aristóteles, la vista es el que nos brinda mayor placer en tanto
nos provee de los mayores detalles acerca de las cosas (25).

¿Pero cómo puede el deseo de conocimiento llevarnos por mal camino? San Agustín
cuenta la historia de cómo su amigo Alipio asistió a los juegos de gladiadores en Roma,
y estaba decidido a cerrar sus ojos en el momento de la muerte del perdedor (26).

Había decidido que incluso si sus amigos habían traído su cuerpo a los juegos, no
podrían forzar su mente a disfrutarlo. Cuando la muchedumbre aclamó con voz
potente, no pudo resistir, y abrió los ojos, diciéndose a sí mismo que aunque viese el
espectáculo, aún así estaría por encima de él y lo despreciaría en su corazón. Sin
embargo, en contra de lo que se había propuesto, terminó disfrutando en su corazón
del espectáculo.

La verdad es un bien en sí misma. Incluso la verdad acerca de un mal es un bien. La


mente busca conocer la verdad, y la relación de la mente con la realidad que se
denomina verdad es también el primer y más esencial elemento del conocimiento
moral. Como escribió Karol Wojtyla en 1958, cuando era profesor de filosofía:

El principio de que uno debe permanecer en armonía o de acuerdo con la realidad,


tanto la realidad objetiva como la subjetiva, en la propia actividad, es la medida del
realismo en el conjunto de la filosofía práctica, y en particular en la ética. Las normas
éticas se basan en la realidad. La misma facultad de la razón, que a través del
conocimiento llega a la realidad misma, define también los principios de la actividad
(27).

Cualquier cosa que atropelle nuestra relación cognoscitiva con la realidad objetiva
reduce asimismo nuestra capacidad de actuar como agentes morales. Si el uso de los
medios electrónicos de comunicación, o incluso de medios más antiguos como los
medios impresos, cambia de alguna manera nuestra relación con la realidad objetiva en
el acto de conocer, nos encontramos ante una cuestión de índole moral.

Marshall McLuhan tomaba ideas de Aristóteles cuando observaba que la conciencia


existe como una proporción o ratio entre sensaciones (28). Aristóteles citaba el saber
médico de su época al observar que los estímulos sensoriales son dolorosos comparados
con un estado neutral o no-sensorial (29).

Por ejemplo, cuando abandonamos un lugar oscuro, la luz repentina nos es dolorosa. Sin
embargo, nos habituamos a cierto nivel de sensación, y por lo tanto caer por debajo de
ese nivel o excederlo nos es doloroso. En el nivel más básico, podemos habituarnos a
cierta temperatura, o a cierto nivel de sonido. En otro nivel, podemos habituarnos a
cierto nivel o calidad de información en nuestra información sensorial.

Si tenemos el hábito de leer periódicos todos los días, y luego nos mudamos a un país
extraño o vamos a la selva, la falta de noticias es al inicio dolorosa. Después de un
tiempo nos acostumbramos, y luego cuando regresamos al mundo de la información,
inicialmente encontramos dolorosa la abundancia de eventos reportados, hasta que nos
volvemos a acostumbrar.

Nuestra dependencia de un flujo constante de información proveniente de todos los


rincones del mundo representa un problema de adicción, y me aventuraría a decir que
puede implicar los mismos mecanismos químicos que se encuentran en la adicción a las
drogas.

Los efectos de los medios electrónicos en el entendimiento a través de su efecto en los


sentidos pueden ser comprendidos por analogía con otro estado alterado de la
conciencia: el sueño. El entendimiento es superior a los sentidos. Las potencias
inferiores de los sentidos están ordenadas al entendimiento (30).

De alguna manera, el entendimiento gobierna a los sentidos, pues la voluntad es el


apetito del entendimiento. Por medio de la volición, el entendimiento tiene en sí
mismo el poder de dirigir su atención hacia los objetos presentados por los sentidos, o
de apartarla de ellos. En otro sentido, el entendimiento depende de los sentidos en
cuanto a su operación.

Éste recibe los objetos de su atención inicialmente de los sentidos, y los objetos
originales en el entendimiento se basan en la cosa sensible. Por ello, cuando los
sentidos no funcionan del todo bien, se dificulta la operación del entendimiento (31).

En varias etapas del sueño, la operación del entendimiento es estorbada en diverso


grado, en tanto son diversamente estorbados los sentidos externos e internos. En el
sueño profundo, la imaginación no funciona en absoluto. En otra etapa, el poder de la
imaginación está aún dificultado, pero funciona parcialmente, y pueden aparecer
imágenes distorsionadas.

Las imágenes son más regulares en tanto la imaginación funciona más. En el sueño más
ligero, el sentido común o unitivo funciona parcialmente, y quien duerme empieza a
distinguir entre sus sueños y las cosas reales. Es capaz de percibir la diferencia entre
las imágenes del sueño y sus propios pensamientos (32).

Puede asimismo evocar imágenes diversas de las del sueño (33). Pero incluso en la
etapa del sueño lúcido, el poder de juicio del entendimiento está obstruido. Una
persona que estando dormida trata de razonar según los pasos lógicos de un silogismo,
dice Santo Tomás, al despertar siempre reconocerá que hubo alguna falla en su
raciocinio. Joseph Keogh teorizó que sus estudiantes que miraban televisión habían en
realidad substituido el sueño por la televisión (34).

Cuando aparentemente estaban pensando, el proceso mental no era el proceso lineal y


silogístico de un persona letrada. El niño que ve televisión podría contemplar una
asociación de ideas en su mente con la misma pasividad con que vería televisión.

La principal apreciación de McLuhan fue que un medio de comunicación tiene un efecto


definido en quien lo ve independientemente del contenido de sus mensajes manifiestos.
Con respecto a la televisión, la observación de McLuhan fue confirmada por científicos
de la General Electric, quienes descubrieron que las ondas cerebrales de un televidente
se alteran de la misma forma al ver televisión, sin relación alguna con el contenido
visto.

El efecto mensurable de la televisión era el mismo sea que la persona estuviese viendo
la programación o los comerciales (35). Los experimentos fueron repetidos por otros
que esperaban descalificar la hipótesis de McLuhan de que "el medio es el mensaje",
tan sólo para encontrar confirmados los descubrimientos (36). El cerebro reacciona de
la misma determinada forma ante la televisión como un medio en general. La variedad
de contenido no tiene ningún efecto específico que pueda medirse.

Los activistas muestran a menudo gran preocupación por los efectos morales del
contenido de la televisión y de otros medios. Están justamente preocupados acerca de
malos modelos de comportamiento y de la alta incidencia de la violencia y la
sensualidad sexual.

También están legítimamente preocupados por la manera en que la opulencia retratada


en la televisión puede hacer sentir insatisfecha con su condición material a la gente.
Reconozco que estas preocupaciones son legítimas, pero la preocupación principal
debería estar en el medio mismo.

Los medios electrónicos tienen en sí mismos un efecto narcotizante en quien abusa de


ellos. Hoy, cuando los gobiernos y las corporaciones internacionales luchan contra la
comercialización de estupefacientes, nadie se siente movido a contrarrestar los efectos
negativos de los medios electrónicos.

Los medios electrónicos perturban las relaciones normales de la familia y de la


comunidad basadas en el contacto físico y en la proximidad, conduciendo a un
sucedáneo de comunidad donde la gente tiene la ilusión de ser como ángeles. La gente
en sus relaciones queda reducida a ser piezas de una información desarticulada sin
contexto ni substancia.

No distinguimos entre el uso de la morfina como ayuda para la inspiración (Edgar Allan
Poe), y su uso como un escape de condiciones intolerables (un usuario en un barrio bajo
estadounidense). El uso abundante de tales drogas es peligroso y adictivo en ambos
casos. Sin embargo, no aplicamos la misma prudencia con respecto a los medios de
comunicación.

El nivel de sensación presente en nuestras vidas afecta nuestro juicio intelectual. Santo
Tomás de Aquino habla de dos casos relacionados de debilidad intelectual derivados de
un desequilibro en el campo sensorial.

El primero es el entumecimiento del sentido intelectual (habetudo sensus), que se


produce por la inmersión en los placeres de la comida. El segundo es la ceguera
intelectual (caecitas mentis), que se produce como resultado de excesivos placeres
sexuales (37).

El entumecimiento del sentido intelectual todavía deja en funcionamiento al


entendimiento. Sin embargo, lo que un corazón puro puede percibir rápidamente, el de
sentido entumecido tiene que esforzarse por verlo. Su entendimiento carece de poder
de penetración. En el caso de la ceguera intelectual, el entendimiento es
completamente incapaz de considerar las realidades espirituales.

Apliquemos esto al efecto de los medios de comunicación. Ellos sirven para proveernos
de mayores cantidades de información. Esto se ve claramente en los medios impresos,
pues la cantidad de información difundida por medio de libros y periódicos es mucho
mayor que la que uno podía aprender por medio de la conversación en una sociedad
pre-letrada.

Pero se ve más aún en el caso de los medios electrónicos, donde no sólo somos provistos
del mundo por medio de símbolos, sino que somos provistos de las sensaciones auditivas
y visuales del mundo entero. Los medios no seguirían creciendo si no se diese un
inmenso apetito de conocimiento. Y tal como se da hoy en día, ese apetito se
encuentra desordenado.

Si la verdad es un bien, e incluso la verdad acerca de las cosas insignificantes o malas


es un bien comparado con la falsedad acerca de las mismas cosas, ¿cómo entonces
puede la verdad representar un peligro? La mente humana tiene como fin conocer la
verdad. Aristóteles enseñó que cuando conocemos algo, de alguna manera nos hacemos
ese algo, y de alguna manera hacemos ese algo (38).

El conocimiento es la existencia del objeto conocido en el sujeto que conoce, en el cual


el objeto forma o informa al sujeto como conocedor. Cada persona tiene una sola
mente, y esa mente pude conocer sólo una cosa a la vez.

Si pensamos varias cosas a la vez, es tan sólo porque las hemos aprehendido como una
cierta unidad, como cuando al conocer el todo de alguna manera confusa conocemos las
cosas que se encuentran enlazadas en una unidad relacional (39).

En el conocimiento mismo se da una jerarquía de valores. El valor más elevado es el


conocimiento de Dios, y los demás valores relacionados al conocimiento se encuentran
por debajo de él. Una mente distraída en asuntos menores no puede conocer a Dios.

Podemos extraer de esto algunas conclusiones prácticas. En primer lugar, es necesario


hacernos conscientes del efecto de cualquier medio en nuestra relación cognoscitiva
con la realidad, y de su efecto en nuestros apetitos.

En segundo lugar, debemos reconocer que la tecnología es algo bueno en sí mismo,


pues forma parte del mandato de Dios al hombre de someter la tierra. Pero debemos
reconocer que si nos vamos a fiar de la tecnología para resolver todos los problemas
humanos, nos estamos convirtiendo en idólatras. La idolatría pone al hombre en un
nivel inferior al del ídolo, y esto trae como resultado un desorden personal y social.

En tercer lugar, el uso correcto de la tecnología significa que debemos además


contrarrestar sus atracciones. La tecnología de las comunicaciones atañe al apetito más
fundamental del hombre, el apetito de su auto-realización por medio del conocimiento.
Sin embargo, la mera cantidad de información puede distraernos del conocimiento que
tiene verdadero valor.
La actitud más peligrosa es la de aquél que se sienta ante el televisor o la computadora
sin una actitud crítica.

Puesto que la máquina está encendida, éste adopta una postura pasiva y receptiva. Las
prácticas cristianas del ayuno y la abstinencia son tal vez fácilmente comparables con
la limitación consciente de nuestro uso de los medios, y ésta es necesaria para la salud
mental y moral.

Marshal Mc Luhan (1911-1980)

Marshal Mc Luhan, un profesor canadiense de


lengua inglesa, saltó a la fama en 1964 cuando publicó Understanding Media. El libro, sin recursos
publicitarios, se trasformó en un best seller en Harvard y otras universidades.

¿Cuál era el particular enfoque de Mc Luhan? Esencialmente, podría decirse que no tenía
ninguno. La aproximación de Mc Luhan a un determinado problema partía de negar un punto fijo
puesto que la comprensión requiere siempre, para él, un enfoque multidimensional. Con total
libertad, sus escritos carecen de argumentaciones complejas o de tesis alguna que se desarrolle
linealmente a lo largo de sus páginas.

Cabe pues recordar anecdóticamente que cuando le preguntaban a Mc Luhan qué era la verdad,
él elegía responder con una cita de Hércules Poirot, el detective de Aghata Christie:

Es todo lo que patea el tablero

Y en ese sentido, es innegable que Mc Luhan fue, en efecto, un hombre libre. Su lápida reza, con
tipografía digital analógica:

La verdad nos hará libres.

Diarios y revistas lo recordaron a su muerte apelando a los calificativos más enfáticos con los que
en vida lo habían celebrado o pradodiado: "Místico de la Aldeal Electrónica", "El más hippie entre
los académicos y el más académico entre los hippies" son algunos ejemplos elocuentes.

Las persepctiva de Mc Luhan respecto a los medios de comunicación social, se ha dado en llamar
"determinismo tecnológico". Aunque es probable ver en él también, un visionario. En efecto,
cuando Mc Luhan murió, la televisión por cable aún no era una realidad mundial, los habitantes de
la "Aldea global", aún poco sabían sobre interactvidad, e-books, multimedia, videoconferencias...
pero la obra de Mc Luhan, nos ha dejado un marco teórico que nos permite estudiar y comprender
la naturaleza de estos nuevos medios que han revolucionado la historia de la comunicación de la
humanidad.

Redefiniendo medios y mensajes

Cuando Mc Luhan, promediando la década del 60, llamó por primera vez la atención del público,
hubo quienes interpretaron que lo que el hacía era promover el fin de la cultura del libro para
propiciar la era de la televisión. Pero en realidad, lo que él hacía no era sino advertir sobre el
poderoso potencial del nuevo medio. Se sabe que en su vida privada, Mc Luhan rechazaba a la
TV a tal punto que le pedía a su hijo que impidiera que sus nietos la vieran. En efecto, llamó a la
TV, "el gigante tímido" y pretendía promover una concientización respecto a su enorme poder.

El pensamiento de Mc Luhan respecto a los medios de comunicación se inicia a partir de las


siguientes ideas:

1. Somos lo que vemos

2. Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman

En esta línea, podría afirmarse, que veía en los medios antes agentes de "posibilidad" que de
"conciencia", esto es que podrían los medios compararse a caminos y canales antes que obras de
valor artístico o modelos de conducta a seguir.

Es habitual que pensemos que los medios no son sino fuentes a través de las cuales recibimos
información, pero la concepción de Mc Luhan era que cualquier tecnología (todo medio) es una
extensión de nuestro cuerpo, mente o ser. Los medios tecnológicos son entendidos como
herramientas que extienden las habilidades humanas, del mismo modo que una bicicleta o un
automovil son una extensión de nuestros pies... la computadora sería una extensión de nuestro
sistema nervioso central.

El medio es el mensaje

La famosa frase "El medio es el mensaje" nos lleva a la preguntarnos qué es el medio y qué es
el mensaje.

Así como el medio es entendido como una extensión del cuerpo humano, el mensaje no podría
ser entonces simplemente reducido a "contenido" o "información", porque de esta forma,
excluíriamos algunas de las características más importantes de los medios: su poder para
modificar el curso y funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas. En esta línea, Mc
Luhan definirá al "mensaje" de un medio como todo cambio de escala, ritmo o pautas que ese
medio provoque en las sociedades o culturas. De esta forma, el "contenido" se convierte en una
ilusión, en el sentido que este se encuentra enmascarado por la intervención del medio (la
mediatización).

Medio y mensaje fucionan en pareja puesto que uno puede contener a otro: el telégrafo, contiene
a la palabra impresa, que contiene a la escritura, que contiene al discurso... y así, por lo que el
contenido se convierte en el mensaje del medio continente.

Habitualmente no notamos que existe interacción entre los medios y dado que su efecto en
nosotros en tanto audiencia suele ser poderoso, el contenido de cualquier mensaje resulta menos
importante que el medio en sí mismo.
Las cuatro edades

Una manera de intentar sistematizar algunas ideas que caracterizan el pensamiento de Mc Luhan,
es realizar un breve recorrido por la historia de la comunicación de acuerdo a la concepción que
éste tenía de cada etapa.

La aldea tribal

Es posible que el habla se haya iniciado hace unos 30.000 años, pero la comunicación escrita-
alfabética tiene tendría tan solo unos cuatro milenios de antiguedad. La aldea tribal es pues, una
aldea analfabeta y su duración en la tierra habría tenido la extensión de unos 26.000 años.

Durante todo ese tiempo, junto con otros factores (innovaciones tecnológicas desde el fuego y los
metales hasta los medios de trasporte y las armas) hicieron que el hombre dejase de ser cazador
y nómade para aprender los secretos de la agricultura y trasnformarse en un ser sedentario.
Aparecieron pues las aldeas estables, se desarrollaron recursos defensivos, lo cual abrió el paso
para las primeras ciudades y, más tarde, las civilizaciones, con todo lo que ellas implican: la
formación de clases, jerarquías, estructuras administrativas, etc. La aldea tribal se caracteriza
pues porque será la palabra oral el único medio de comunicación del que disponía el hombre.

La palabra oral como medio de comunicación, estimulaba el oído antes que la vista, involucrando
sesorial y emocionalmente al oyente integrándolo así al grupo de pertenencia (el clan, la tribu). En
la aldea tribal la única posibilidad de transmitir experiencias y acumularlas era haciéndolo en un
espacio restringido que estaba representado por la memoria del grupo puesto que aún no existían
ni la historia, ni las escuelas, ni la burocracia... los hombres estaban "sensorialmente" integrados.

El hombre alfabético quirográfico

Esta era se inicia con la invención de la escritura hasta la difusión de la imprenta en Europa, por lo
tanto, esta etapa se extendería por unos 3.500 años. Durante este período de tiempo, aparecen
numerosas "extensiones del hombre" en el campo de las máquinas y herramientas. Pero
aparecerá también la escritura alfabética que puede ser considerado el primer medio capaz de
recoger, conservar y transmitir las experiencias humanas, reduciendo la función mnemónica de
los individuos, el peso dogmático de los proverbios e incluso la autoridad de los ancianos, que
hasta entonces eran los depositarios de la historia y la tradición, cargando con la función de
transmitirlas a las elites administrativas religiosas y fiscales.

El alfabeto se concreta en una perspectiva sensorio-visual y posee una clara función analítico-
lineal, en efecto, la linealidad es una característica predominante de la vista si se la compra con
otros sentidos como el oído, el gusto y el tacto. Mc Luhan dirá que que esto deriva en una
disociación entre la sensibilidad interior del hombre alfabetizado. Mc Luhan verá además que la
disolución de la familia y el clan hacia sociedades más abiertas es una consecuencia mediata de
la alfabetización, en el sentido que esta posibilita la homogeneización entre las culturas, la
uniformidad de los individuos ante las leyes escritas y, particularmente, la revolución que la
escritura generó en el pensamiento griego que marcó el paso de lo "salvaje" hacia la filosofía y la
ciencia.

La galaxia Gutemberg o la Aldea Global

En la introducción a The Gutemberg Galaxy Mc Luhan dice que la palabra "ambiente" hubiera sido
prefierible para describir el período... pero luego reflexiona: El término galaxia expresa
perfectamente al conjunto simultáneo y recíproco de diversos factores no directamente
relacionados entre sí.
Este período comprende los casi cuatro siglos que van desde la difusión de la imprenta en la
europa de la modernidad hasta las primeras décadas del siglo XIX cuando el telegráfo cambiaría
para siempre la historia de la comunicación humana.

En el mundo occidental, solo una tercera parte de la historia ha sido tipográfica, aunque por cierto,
la relación entre esta etapa y la anterior es interdependiente. Para Mc Luhan, la 'civiliazción' es
equipirable a 'la cultura de la escritura', cultura que, según su opinión, competirá con la cultura
electrónica. Observará además que mientras que la escritura manuscrita destacaba la
insignificancia y la torpeza de la irritación especializada propias del signo visual, en la pagina
impresa, predominará la linearidad y la repetitividad.

La Galaxia Marconi o la Aldea Cósmica

Mc Luhan dirá que el ciclo histórico entre los medios-mensajes y el hombre-usuario, concluye en
la actual Galaxia Marconi, caracterizada por el medio televisivo.

En síntesis, hay una referencia de hecho (aunque probablemente intuitiva) a tres diferentes
órdenes de innovaciones tecnológicas:

1. Un orden electrico: el telégrafo y el teléfono, medios que redujeron el espacio psicosocial en


asociación a otras "extensiones" xcomo los medios de transporte.

2. Un orden electrónico: dispositivos centrados esencialmente en el uso de válvulas.

3. Tecnologías recientes: estas tecnologías parecen invadir todas las técnicas convencionales
de comunicación haciendo confluir la comunicación y la información de forma integrada y
universal asociando todos los aspectos de la comunicación humana: desde la administración
pública, hasta los servicios sociales, desde el entetenimiento hasta la salud y la educación.

Medios fríos y Medios calientes

La clasificación que hace Mc Luhan de los medios como "calientes" o "fríos" surge de signficados
técnicos como "definición" e "información" y se sustenta más en la experiencia sensorial que en el
significado de las palabras.

En el mundo de la TV, "alta definición" signfica precisión, detalle, calidad en referencia a cualquier
imagen visual. De acuerdo a este criterio, Mc Luhan dirá que las letras del abecedario, los
números, las fotografías y los mapas son objetos de alta definición. Un medio de tales
características, brinda mucha información y un receptor pasivo. Por el contrario, las formas que no
se definen con tanta calidad como por ejemplo, los dibujos animados, serían de baja definición
porque nuestros ojos se ven en la obligación de completar lo que falta para obtener una
percpeción acabada. Este princpio de "completar los espacios en blanco" también se aplicaría a
los sonidos. Al brindar poca información, los medios de baja definición exigen un receptor activo.

Es necesario aclarar que cuando Mc Luhan se refiere a la "información" que un medio transmite,
no se refiere a datos o conocimientos sino al modo en que nuestros sentidos físicos responden a
un medio o participan en él. En conclusión, los medios de alta definición son medios calientes y
los de baja definición son medios fríos

Serían pues medios calientes la radio, la imprenta, las fotografías, las conferencias... y medios
fríos el teléfono, el habla, la televisión, los seminarios...etc.
Las propuestas teóricas de Marshall McLuhan, se pueden sintetizar muy brevemente en los
siguientes planteos:

a)- LAS TRES ERAS DE LA HUMANIDAD.

b)- LOS MEDIOS COMO EXTENSIONES DEL HOMBRE.

c)- EL MEDIO ES EL MENSAJE

d)- MEDIOS CALIENTES - MEDIOS FRIOS.

a)- LAS TRES ERAS DE LA HUMANIDAD.

A grandes rasgos Mcluhan define tres eras de la humanidad:

LA ERA PRE LITERARIA O TRIBAL:

LA ERA DE GUTEMBERG

LA ERA ELECTRONICA

LA ERA PRE LITERARIA O TRIBAL:

Cuando la palabra hablada era reina y el oído era el rey. "Mire detrás sin darse vuelta. Usted esta
en un espacio acústico".

Antes que la escritura se extendiera, la humanidad vivia en UN ESPACIO ACUSTICO el espacio


de la palabra hablada. Este espacio no tiene frontera, ni dirección, ni horizonte y esta cargado de
emoción.

LA ERA DE GUTEMBERG:

"La invención de los tipos móviles de Gutemberg, forzó al ser humano a comprender en forma
lineal, uniforme, concatenada y continua."

La estructura transformo al espacio en algo limitado, lineal, ordenado, estructurado y racional. La


página escrita, con sus bordes, márgenes y caracteres definidos en renglón tras renglón trajo una
nueva forma de pensar el espacio.

Mcluhan sostenía que la movilidad del libro "fue como una bomba de hidrógeno" cuya
consecuencia fue el surgimiento de un "entorno enteramente nuevo". Apareció un nuevo Ambiente:
el espacio ilustrado, el espacio urbano.

El pensamiento lineal produjo además: "en la economía la línea de montaje y la sociedad


industrial"; "en física las visiones newtonianas y cartesianas del universo como un mecanismo en el
que es posible localizar un suceso en el tiempo y el espacio". "En el arte la perspectiva"; en la
literatura… la narración cronológica".

LA ERA ELECTRONICA:

Mcluhan especula sobre el potencial de la tecnología electrónica. Por un lado nos indica que
debemos "sobrevivir" a los medios, evitar que estos nos ahoguen, su estrategia es la siguiente: "si
queremos salvarnos de morir ahogados por los medios que nosotros mismos hemos creado,
primero debemos observarlos y luego entenderlos." Esta convencido que si no desarrollamos una
actitud reflexiva frente a ellos, terminaran por "ahogarnos". Su hijo Eric Mcluhan cuenta que en
privado su padre Marshall le aconsejaba que sus nietos no vean tanta televisión.

Por otro lado nunca deja de tener una gran esperanza respecto a las nuevas tecnologias. Eso hace
definir su determinismo tecnológico. Pensaba que la tecnología electrónica no dependía de las
palabras y puesto que la computadora es la extensión del sistema nervioso central, cabe la
posibilidad de extender la conciencia sin verbalización. TRASCENDER LA FRAGMENTACION Y
EL EFECTO ALETARGADOR DEL LENGUAJE. UN CAMINO HACIA LA COMPRENSION Y LA
UNIDAD UNIVERSAL.

b)- LOS MEDIOS COMO EXTENSIONES DEL HOMBRE:

El pensamiento de Mcluhan sobre los medios comienza con dos premisas: por un lado sostenía
que "…somos lo que vemos"; por el otro afirmaba que "…formamos nuestras herramientas y luego
son éstas las que nos forman". Mcluhan veía a los medios como agentes de POSIBILIDADES
antes que de CONCIENCIA.

La mayoría de nosotros pensamos en los medios como fuentes que nos brindan noticias o
información, es decir la prensa, la radio y la televisión. Pero Mcluhan tenía su propia e ingeniosa
definición de los medios. Para él cualquiera sea la tecnología, todo medio es una extensión de
nuestro cuerpo, mente o ser.

LA ROPA ES UNA EXTENSION DE LA PIEL

LA CASA ES UNA EXTENSION DE LOS MECANISMOS DE CONTROL DE LA TEMPERATURA


DEL CUERPO

EL ESTRIBO, LA BICICLETA Y EL AUTOMOVIL SON EXTENSIONES DEL PIE HUMANO.

LA COMPUTADORA ES UNA EXTENSION DE NUESTRO SISTEMA NERVIOSO CENTRAL.

De esta manera Mcluhan REDEFINE LOS MEDIOS y en consecuencia se hace necesario


REDEFINIR EL MENSAJE:

c) - EL MEDIO ES EL MENSAJE.

Para llegar a esta conclusión, Mc Luhan parte de un nuevo concepto de "medio". Mejor dicho aún,
su visión es más totalizadora, afirmando que "medio" es: "toda prolongación de nuestro propio ser
debido a cada nueva técnica" [1] - "Porque todos los medios, desde el alfabeto fonético hasta la
computadora, son extensiones del hombre…" [6]. Para él, un medio es un traje, la luz eléctrica o el
televisor.
El medio es el mensaje, nos obliga a evaluar lo que entendemos tanto por MEDIO como por
MENSAJE. Acabamos de ver como extendió el significado de MEDIO más allá del significado
habitual. Con el MENSAJE hace exactamente lo mismo. Mcluhan cree que si únicamente
entendemos el MENSAJE como CONTENIDO o INFORMACION dejamos de lado una de las
características más importantes de los medios: SU PODER PARA MODIFICAR EL CURSO Y
FUNCIONAMIENTO DE LAS RELACIONES Y ACTIVIDADES HUMANAS. El mensaje de un medio
es todo CAMBIO que ese medio provoca en las sociedades o culturas.

Otro motivo para explicar esta teoría radica en el hecho de que los medios actúan "en pares" y se
contienen unos a otros. Por ejemplo El Telégrafo contiene palabra escrita que a su vez contiene
discurso. De esta manera el medio contenido se convierte en el mensaje del medio continente.

Pero quien mejor, que el propio Mcluhan para explicarnos esta teoría del Medio es el Mensaje.
Reproducimos aquí, la respuesta de Mcluhan a un periodista que le preguntó en 1973, ¿Qué quiso
decir con la afirmación el medio es el mensaje?:

"Déjeme explicárselo Sr. periodista. (responde Mc Luhan) Tenemos por ejemplo un automovil. El
medio no es el coche, sino todo lo que existe debido al automóvil: las carreteras, las fábricas, las
gasolineras, etc., todo lo que se crea a su alrededor y que cambia la vida de la gente. Lo mismo
ocurre con la electricidad, que ha revolucionado nuestros horarios. Harold Innis, que fue el primero
que estudió los efectos de los mass media, describió cómo la escritura sobre papel en vez de
sobre piedra había revolucionado la historia de la humanidad. El militarismo proviene del papiro
porque éste facilitaba el envío de mensajes. La caída del Imperio Romano se produjo cuando se
seco el papiro. Lo que Innis no sabía es que los papiros del Nilo se secaron porque los romanos
habían contaminado el río…". [2]

d) - MEDIOS CALIENTES - MEDIOS FRIOS.

La clasificación básica que Mcluhan hace de los medios como "calientes" o "fríos" se apoya en
significados especiales de las palabras "definición" e "información" y en nuestros sentidos físicos
más que en el sentido de las palabras propiamente dichas. Para su definición Mcluhan utiliza una
terminología técnica que toma prestada de la televisión: En el mundo de la televisión ALTA
DEFINICION significa bien definida, precisa, sólida, detallada, en referencia a cualquier cosa
visual. Mientras que las formas, rasgos, imágenes que no se distinguen tanto son de BAJA
DEFINICION.

Un medio de ALTA DEFINICION brinda mucha información y poco que hacer. Un medio de BAJA
DEFINCION brinda poca información y hace que el usuario TRABAJE para llenar lo que falta.

Entonces cuando Mcluhan se refiere a la "información" que un medio transmite, no se refiere a


datos o conocimientos. Se refiere al modo en que nuestros sentidos físicos responden a un medio
o participan en él. Así los medios de comunicación se clasifican en "fríos" o "calientes", según la
participación o no de los sujetos a quienes van dirigidos.

LA ALTA DEFINCION ES CALIENTE

LA BAJA DEFINICION ES FRIA

MEDIOS CALIENTES: RADIO - IMPRENTA - FOTOGRAFIAS - PELICULAS - CONFERENCIAS

MEDIOS FRIOS: TELEFONO - HABLA - DIBUJOS ANIMADOS - TELEVISION - SEMINARIOS


Sin embargo, la televisión parece primordialmente visual y cuesta entender su clasificación como
medio frío. Mcluhan dijo:

"No, al contrario. En oposición a la fotografía o el cine, la televisión es más una extensión del
sentido del tacto que del de la vista. Su poder táctil se debe a la baja intensidad de la imagen,
constituida de miles de líneas y puntos de los que el espectador sólo puede captar 50 o 60, con los
que forman aquélla. Esto requiere una participación activa y creativa por parte del espectador, al
verse obligado a llenar los espacios del mosaico de líneas y puntos para formar las imágenes cuyo
mensaje es marcado por el iconoscopio sobre su propia piel. Es lo que llamo un mass media frío".

Cual es la diferencia entre un "mass media" frío y uno caliente. Mcluhan respondió en un reportaje:

"Un mass media caliente es el que permite muy poca participación por parte del sujeto, y el frío, el
que consiente una gran participación"; el primero amplía un solo sentido y y contiene un alto grado
de determinación, mientras que el segundo amplía varios sentidos y contiene un grado muy bajo
de determinación. El teléfono es muy frío, porque requiere gran atención; la radio es muy caliente,
ya que puede usarse como sonido ambiental sin prestarle atención; una conferencia es también
muy caliente, en cambio, un seminario es muy frío."

Mcluhan al distinguir de esta manera a los medios cálidos de los fríos, se valió de una metáfora, él
decía: ‘’Los hombres rara vez hacen insinuaciones a las muchachas que usan anteojos’’. [1] Los
anteojos intensifican la visión hacia fuera y completan excesivamente la imagen femenina, siendo
"por otra parte los anteojos oscuros los que crean una imagen inescrutable e inaccesible que invita
a la intensa participación y a una gran labor para completarla". [1]

"De ese modo el caldeamiento exagerado de uno de los sentidos tiende a producir hipnosis y
el enfriamiento de todos los sentidos tiende a dar como resultado la alucinación." [1]

En este punto, intentamos resumir la idea de Mcluhan, en el siguiente cuadro:

MEDIO FRIO: MEDIO CALIDO:

INTERACCION DEL
MUCHA PARTICIPACION POCA PARTICIPACION
USUARIO:

CAPTACION SENSORIAL: VARIOS SENTIDOS UN SOLO SENTIDO

RESULTADO: ALUCINACION HIPNOSIS

INCLUYE EXCLUYE

EJEMPLO GEOPOLITICO: PAISES SUBDESARROLLADOS PAISES DESARROLLADOS

EJEMPLO HISTORICO: ERA TELEVISIVA ERA MECANICA

EJEMPLO MEDIATICO: TELEFONO - TELEVISION RADIO - CONFERENCIA

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