OI r i c h Beck
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III. C O N C E P T O Y TEORÍA
D E LA MODERNIZACIÓN REFLEXIVA
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cional del glorioso Occidente? Sin embargo, un rival semejante surge talaria- se convierte en una criatura suplantada. Muchos esperan el
-exactamente esto es lo que se afirma en este libro-. crecimiento económico y la seguridad laboral, y quién quiere tomar-
El capitalismo, refrenado por la democracia y el Estado social, se les esto a mal. Sin embargo, a lo que aquí se aspira y se implora mues-
disloca - n o porque en él se levante el proletariado y porque una tra allí la dimensión de la destrucción en curso, más claramente:
nueva ironía de la historia tome el poder; no porque los intelectua- autodestrucción. Un agotamiento de los fundamentos y recursos
les a partir de su existencia delirante le envían a la humanidad equi- de la modernización industrial se realiza a través de la moderniza-
vocada la luz de su razón; no porque el público, por detrás de las ción industrial misma, que ya no puede ser imputado a enemigos
espaldas de los formadores de opinión y de los artistas de la argu- externos, contra los que uno puede movilizar y reforzar la propia
mentación, valore la fuerza natural de los sinceros, los buenos y los identidad y pertenencia, sino que debe ser atribuido a los actores y
lindos; tampoco porque la sociedad se disuelva en movimientos so- garantes de la seguridad interior y el bienestar general. No está claro
ciales, que abandonan su existencia como portadores de roles y se cómo puede ser resuelto este dilema de que los mismos indicadores
hacen cargo de sus propias cuestiones- Pero cuando todas estas - y personas- existan para bienestar y destrucción. Brevemente, la mo-
fuentes de salvación fracasan, ¿de dónde surgirá entonces una fuer- dernidad industrial envejece, su creencia en la racionalidad, su magia
za que cuestione la marcha triunfal del monopolio social y de la ra- técnica pierde encanto, se seculariza; y surge una segunda moderni-
cionalidad de la civilización industrial? dad cuyos controles no son claros, porque en ella rigen el y, sus valo-
Hay sólo una fuerza y un poder que están en condiciones de ha- res y sus ambivalencias. Ésta es una noticia que irrita y perturba a
cerlo, ésta es la dictadura de la fuerza de las cosas -economía, téc- muchos oídos.
nica, política, ciencia-, o sea el absolutismo mismo de la moderniza- Sin embargo, la que aquí se fomenta es una modesta figura del
ción socioindustriaL Ésta es la tesis o, sin falsa modestia, la teoría, la pensamiento. Acaso no es cierto que todas las culturas y todas las
filosofía que aquí se propondrá y se desarrollará: la modernización épocas de una u otra manera, a través de la misma dinámica que las
roba mediante su independización de la modernización socioin- puso en vigencia, fueron disueltas y pasadas a otro estado. Lo sin-
dustrial, sus principios y coordenadas. gular es que este postulado básico de toda perspectiva histórico so-
¿Es ésta una buena o mala noticia? Quién sabe. Más allá de esto, cial, se ha tornado casi impensable justamente en la época en la
lo que no se supone es: la modernización salva a la modernización. cual instauró el cambio como un absoluto. Tal vez sea válido para
Regresando a las fuentes de la modernidad y si ustedes beben de cada época, en su modo particular, que se vea a sí misma como in-
ellas, verán al mundo con nuevos ojos. No, aquí para muchos oídos superable, como lo humanamente posible en perfección. Esta ge-
hay una mala noticia superada por otra peor. No sólo se quebró el neralización sobrepasa mi conocimiento histórico. Para la sociedad
orden mundial Este-Oeste, sino que también se disuelven ahora las industrial, burguesa, que venera las innovaciones es, sin embargo,
seguridades y evidencias del capitalismo democrático occidental. esta despedida de la historicidad su signo distintivo. Ella es ni más
¡Nunca hubo tanta disolución! ni menos perfectamente ratificada, no sólo por sus teóricos y sus
Menos abstracto suena lo siguiente: las clases sociales se disuel- científicos sociales, los cuales en una peculiar unión de las contra-
ven y por ello se agudizan las desigualdades sociales. La pobreza aisla. dicciones con todos los medios de pensamiento erigen la insupera-
La familia -el lugar y el refugio de lo cotidiano, la cercanía, la in- bilidad, incluso a veces como muro de los lamentos. Aún en la au-
timidad y el amor, justamente también en la modernidad inhospi- toconsciencia de la sociedad burguesa predomina esta demasiado
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nantes o los formula más cuidadosamente: los torna mudos, sordos Sin embargo en la competencia, en la superposición, entre y y
y apáticos. o bien-o, no domina el y, sino el o bien-o. La modernización reflexi-
/•" ¿Cómo es esto posible, pensable? Dicho muy simplemente: por- va puede tener como consecuencia más desarrollo o contramoder-
que la modernidad es pensada como modernización independiente, nidad: el neofascismo o la democracia ecológica; ecodictadura, vio-
S que tampoco allí puede ser reducida, retirada, racionalizada justa- lencia, fundamentalismo o un mayor desarrollo de la democracia y
mente donde ella suspende sus propios fundamentos. Pero si la mo- el esclarecimiento, por encima de los incrustamientos y torpezas de
dernidad, por su fuerza, desplaza y doblega sus fundamentos y coor- la civilización industrial. La modernización reflexiva puede poner al
denadas, entonces surge la pregunta: ¿cómo puede ser esto concebido, mundo, incluso al mundo occidental, en una posición sesgada, o lo
descubierto, conocido, sabido con esta paralización en las categorías que hasta ahora parecía excluido se torna posible: que la moderni-
dominantes?25 dad industrial revise y reforme sus propias metas, principios, for-
Un supuesto decisivo que guía a la teoría de la modernización refle- mas de producción y de vida, su interpretación de la moral y de la
xiva da un paso más allá. La modernización no sólo modifica el mar- racionalidad. Esto nos llevaría a la inversión de la perspectiva del
co socioindustrial de la modernización. Más bien: ya que todo lo fijo desarrollo: no son los países en desarrollo los que copian a la mo-
y estable también "se evapora" dentro de la modernidad industrial, dernidad occidental en su concepción socioindustrial, sino que la
porque la estructura de las organizaciones e instituciones de la socie- cuestión del desarrollo apunta al primer mundo, se amplía a una
dad industrial pierde independencia, pierde seguridad, se derrumba la cuestión sobre un diálogo global: ¿cómo es posible una autolimita-
estructura de roles, el "corazón de la servidumbre" (Max Weber), que ción inteligente?, ¿cómo son posibles formas políticas, de vida, de
la modernidad industrial erigió y acorazó. Se desintegra en la decisión producción que superen la tendencia al suicidio de la modernidad
de los individuos. Éstos son los ganadores y (!!) los perdedores de la mo- industrial?
dernización reflexiva. Dicho de otra manera: el efecto del efecto secun- Aun cuando nadie pueda decir, él o ella crean, que pueda ocurrir
dario es la liberación de los individuos de los roles aprisionantes de las una transformación de una economía nacional autodestructiva en
instituciones, el renacimiento de conceptos como intercambio, subje- una civilización mundial, democrática y global, habrá no obstante
tividad, conflicto, conocimiento, reflexión, crítica, creatividad. rápidamente consenso en cuanto a que esto de ninguna manera po-
Esta paradoja se encuentra en el centro: la independización que drá producirse con las instituciones anticuadas existentes de la mo-
se orienta contra la independización de la modernidad industrial, dernidad simple. Pero si ya no se quieren cerrar los ojos ante ello,
introduce a la modernidad industrial en la decisión. Las estructuras entonces se tiene que abandonar el marco de la política del statu quo
destruyen estructuras, y así le introducen subjetividad y posibilidades en sus metas -soberanía nacional estatal y su correlativo militar, cre-
de despliegue de las acciones. (Sin duda esto ocurre sólo en la medi- cimiento económico, pleno empleo y seguridad social, así como los
da en que son descubiertas e inventadas nuevas estructuras que po- grandes partidos que hacen referencia a ellos y las coordenadas de-
sibilitan la acción.) A espaldas de la gente, por lo tanto indepen- recha-izquierda de la política-, ciertamente abrir, pensar y recompo-
dientemente de ella y más allá de sí, ella lo ve, lo quiera o no, se abre ner este horizonte político de la modernización simplificada. Pero
este "centro cerrado a las decisiones" de la modernidad industrial,
r hacia la decisión, la polémica, la crítica. Esto puede significar deca-
con ello se llegó entonces a la invención de lo político.
A fines del siglo XIX Kant ya planteó la pregunta: ¿cómo es posi-
dencia. Y: la invención de lo político. ble el conocimiento? Hoy, doscientos años más tarde, la pregunta pa-
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ralela dice: ¿cómo es posible la creación (política)?No es casual que con en sí misma, abre la modernidad industrial, hasta en sus fundamen-
ello se haya planteado una pregunta que asocia el arte y la política. tos, a la decisión, permite que surjan conflictos donde nadie imaginó
"Pues según mi opinión la historia de los hombres comienza re- conflictos, traslada y desplaza, abre monopolios de poder.
cién hoy, su amenaza, su tragedia", dice Gottfried Benn. "Incluso Brevemente, surge lisa y llanamente otra sociedad u otra moder-
hasta ahora estaban detrás de él los altares de los ángeles y las alas nidad, la que tal vez no sea ni un poco mejor en cualquier sentido
de los arcángeles. Desde los cálices y las pilas bautismales se pasó de esta palabra, sino "sólo" otra diferente; sin duda también lo su-
por encima de sus debilidades y heridas. Ahora comienza la serie de 'cientemente diferente como para despertar y avivar la ocupación
las grandes fatalidades propias (...)" 26 de los sociólogos. >_-r—
Más allá de la naturaleza, Dios, los altares, la verdad, la causali- La "dialéctica de la modernización", que habla de la modernización
dad, yo, ello y super yó, comienza el "arte de la vida", como el tar- reflexiva, postula, por lo tanto, de cierta manera lo contrario de la "dia-
dío Foucault lo llamaba, o como lo podemos decir hoy: el arte de léctica de la ilustración": dinámica propia, que con dinámica propia se
la autocreación, y esto significa en esta modernidad que se está in- suprime y por ello también desmorona y pulveriza la carcaza de la ser-
dependizando: la invención de lo político como condición básica vidumbre industrial moderna -sea lo que fuere lo que surja de ello-.
universal de la existencia humana. Con ello no se abre de ninguna Esto significa: el envejecimiento de la modernidad industrial por sí
manera un período de esperanza ni un paraíso. Pues aquí amena- misma no es un deseo, una esperanza, una plegaria por su salud, sino
zan fatalidades de dimensiones totalmente nuevas, fatalidades que un diagnóstico, que dice: la modernidad industrial genera por acelera-
110 se van a desmoronar con la decadencia —¡eso sería algo como: ción y dinámica propia, independientemente de la voluntad y el pensa-
fin, basta, se acabó!— sino con la no decadencia que nos espera. miento de los hombres, una segunda modernidad. Cuál, esto no sólo
Aquí y así el diagnóstico de la modernización reflexiva traspasa es desconocido, depende sobre todo de las decisiones y requiere -antes
el límite de lo normativo. No obstante mantenemos el diagnóstico: de la valoración— el descubrimiento de la realidad en que vivimos.
con la modernización reflexiva se desplaza la estructura social hacia t
lo informal y lo indefinido. En la modernización de la modernidad
industrial y con ella se expande detrás de las fachadas de los orde- LO A N H E L A D O + LO C O N F I A D O = OTRA MODERNIDAD
namientos y competencias de la jungla. El safari al mundo desco-
nocido, no descubierto, en el que vivimos puede empezar. Resumamos lo anterior y concretémoslo en una definición. Moder-
Con toda su pretensión de originalidad, esta imagen recuerda nización reflexiva quiere decir: una transformación de la sociedad
sin embargo un tema muy confiable: la dialéctica de la ilustración? industrial, la que se consuma en el curso de modernizaciones inde-
Esto es lo que nos proponemos. Sin embargo, las diferencias son pendientes, normales, no planeadas y latentes y, que con un orden
también grandes. No se trata -como en Horkheimer y Adorno- de económico y político constante, intacto, tiene un triple objetivo:
una dialéctica en la que la ruina comienza muy temprano y es in- una radicalización de la modernidad, que disuelve las premisas y
terrumpida mediante un incremento gradual de los valores conde- contornos de la sociedad industrial y abre camino a otras moderni-
nables.28 Lo contrario en la perspectiva aquí presentada no es la dades - o ¿wzmzmodernidades-
ilustración, sino la no ilustración: la modernización independizada Por lo tanto, la modernización reflexiva afirma lo que ambos tes-
es el punto de partida. Ésta es vuelta contra sí misma, se despedaza tigos —marxistas y funcionalistas- en el consenso de su oposición
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excluyen como modernización socioindustrial "simple", o sea clási- los datos en viejas categorías. La poca espectacularidad, la familia-
ca: ninguna revolución, sino otra sociedad. El tabú, que se rompe ridad, muchas veces el anhelo de innovaciones encubre su capaci-
con ello, es la silenciada equiparación de latencia e inmanencia del dad de modificar la sociedad. Se cree que más de lo mismo no pue-
cambio social. Que el tránsito de una época social a otra se efectúe de producir nada cualitativamente nuevo.
de manera no política y no buscada, pasando por delante de todos Lo anhelado + lo confiado = otra modernidad Esta fórmula sue-
los foros de decisión, líneas de conflicto y controversias político na e impresiona como paradójica y sospechosa.
partidarias, contradice la autocomprensión de esta sociedad, así como Reflexiva, entendida como una modernización extensa, capaz de
las convicciones básicas de su sociología. cambiar estructuras, no sólo despierta la curiosidad filantrópica como
Por lo tanto, la modernización reflexiva significa -dicho sencillamen- una "nueva clase de insecto" del cambio social. Esta modernización
te- una modernización potenciada con un alcance capaz de modificar la de la modernización es también políticamente un fenómeno de pri-
sociedad. En la visión anterior son sobre todo las crisis y las amargas ex- mera categoría. Por un lado, esto significa una profunda inseguridad
periencias las que señalan las transiciones sociales. Sin embargo, esto no difícilmente delimitable de toda una sociedad -con luchas entre sec-
tiene que ser así. La otra sociedad no siempre debe nacer con dolor. No tores en todos los campos de la acción asimismo poco delimitables-,
sólo la pobreza creciente, sino también la riqueza creciente y la desapa- Al mismo tiempo, la modernización reflexiva comprende solo una
rición del enemigo oriental, modifican en su eje la postura ante el pro- dinámica del desarrollo, la cual puede tener para sí, pero también
blema, el marco de relevancia y la calidad de lo político. No sólo los in- I en un plano diferente, consecuencias exactamente opuestas. Al mis-
dicadores de crisis, sino también un alto crecimiento económico, una mo tiempo aparecen en diferentes círculos culturales ylugares de la
elevada productividad laboral, una rápida tecnificación, una gran segu- tierra: nacionalismo, pobreza masiva, fundamentalismos religiosos
ridad en el empleo, pueden desatar la tormenta con la que una socie- de diferentes orientaciones y religiones, crisis económicas, crisis eco-
dad altamente industrial se introduce en otra época. lógicas, posiblemente guerras y revoluciones, sin olvidar estados de
Así, por ejemplo, una mayor asalarización de las mujeres es im- excepción, que producen grandes siniestros, o sea, la dinámica con-
pulsada y festejada por todos los partidos políticos, al menos de la flictiva de la sociedad de riesgo en sentido estricto.
boca para afuera, pero conduce a un vuelco en el lento ritmo del
orden mundial existente, profesional, político y privado. Las flexi-
bilizaciones temporales y contractuales del trabajo productivo son LA SOCIOLOGÍA C O M O SOCIOLOGÍA
je, la modernización es concebida e interpretada de manera estruc- hacia otra modernidad, sino hacia la /^modernidad. Por lo tanto
turalmente análoga, es investigada y pensada mediante planteos es- aquí, ante las primeras señales de un cambio de estructura, se incurre
trechamente emparentados.29" ¿Por qué? Los clásicos erigieron los en la deserción, y los principios de la modernidad, así como el diag-
edificios del pensamiento en los cuales nosotros, sus herederos, toda- nóstico de la sociedad moderna radicalizada, son abandonados.
vía vivimos y nos extraviamos. Por lo tanto, ambas posiciones, enfrentadas entre sí, excluyen
Este influyente consenso clásico sobre la modernización es cues- aquello que aquí nos cuestionamos, o sea, las múltiples modernida-
tionado por la teoría de la modernización reflexiva. Con ello, esta des que emergen en el curso de las dinámicas propias de la moder-
teoría se tiene que debatir con dos orientaciones en pugna y en esta nización ulterior o, por decirlo de otra manera, a través de la puer-
disputa tiene que afinar y afirmar sus contornos y enunciados. ta trasera de los efectos secundarios (o mejor: encubiertas por los
Por un lado se encuentran las teorías dominantes de la moderni- conceptos generales ahistóricos detrás de los cuales se deslizan).
zación socioindustrial simple, clásica: con toda su multiplicidad y Mientras que la modernización simple alude primero a la desin-
contradicción interna, para esta teoría es característica la equipara- tegración y en segundo lugar a la sustitución de las formas sociales
ción de modernización con modernización socioindustriaL Dentro tradicionales por las industriales, la modernización reflexiva alude
del horizonte de las teorías más simples de la modernización, hay primero a la desintegración y luego a la sustitución de formas de la so-
dos escuelas fuertemente enfrentadas - l a funcionalista30 y la mar- ciedad industrial a través de otras modernidades. La diferencia en-
xistai]—, que por su parte también desarrollaron variantes de postin- tre las dos fases de las sociedades modernas reside, por lo tanto, en
dustrialismo 32 y de capitalismo tardío.33 Así, por ejemplo, en las teo- que por un lado las tradiciones /^industriales y por el otro las "tra-
\ r í a s del postindustrialismo el horizonte de los futuros posibles es es- diciones" y certezas de la sociedad industrial misma se convierten en
trechado al desplazar el centro de gravedad del sector industrial al el objeto de los procesos de sustitución y desintegración. Exacta-
/ d e l proveedor de servicios. Justamente éste, y sólo éste, es pensado mente esto significa una autoadaptación: en el curso de las moderni-
e investigado teóricamente. Pero con ello queda sin plantear la equi-> zaciones independizadas, la sociedad industrial es arrollada (¿"liqui-
paración de modernización con modernización socioindustrial (por dada"?) del mismo modo que la modernización socioindustrial desin- >
la presupuesta teoría de los sectores).34 tegró y sustituyó formas sociales feudales y corporativas. #
Por el otro lado se agruparon las teorías de la posmodemidad?4' És- j Com o mot or'ci el cambio social ya no es válida la racionalidad
tas no sólo niegan la cuestión ecológica. Ellas se perfilan justamente con arreglo a fines, sino los efectos concomitantes: riesgos, peligros,
por el hecho de que de una u otra manera despiden los principios de individualización, globalización. Por lo tanto, lo que no es refleja
la modernidad (Esto es válido para Wolfgang Welsch, que claramen- do se suma al quiebre estructural que separa la
te habla de una "modernidad posmoderna", y para todos aquellos a triaTde la segunda modernidad. Justamente aquí se generan pre-
los que él hace referencia.) A las teorías de las despedidas de la posmo- guntas que ahora son formuladas de este modo: ¿cómo es posible
dernidad subyace una confusión entre modernidad y modernidad pensar en la época de la racionalidad con apego a fines una moder-
socioindustrial, sólo que ahora con resultados negativos: porque la nización reflexiva como no refleja, automática y, al mismo tiempo,
modernidad y la modernidad socioindustrial son indisolubles, en- histórico social? Dicho de otra manera, ¿cómo puede ser elaborada
tonces se salta, cuando comienza a traslucirse la falsedad histórica de una tipología de diferentes sociedades modernas basada en la cate-
este modelo, de la modernidad industrial capitalista democrática, no goría de los efectos concomitantes?
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que se impulsa sobre sí misma. Ella perdió el orden y aún no encon-
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tró un orden nuevo".35
El orden de la sociedad industrial es pensado en la sociología
Con la consolidación de la modernidad simple, industrial, se im- (desde Spencer hasta Parsons y Luhmann) como diferenciación fun-
ponen determinadas formas de vida cotidianas y principios de or- cional de subsistemas. Sociedades modernas (léase industriales) des-
ganización sistémicos. Éstos se pueden agrupar en tres supuestos de pliegan, conforme a ello, su especial capacidad adaptativa produc-
las teorías de la modernización simple: tiva a través de un "arte de la separación" (Richard Rorty). En el
curso de profundas conmociones se separa lo político de lo econó-
1) Las condiciones y los sucesos vitales están organizados socialmen-
mico, lo científico de lo político, etc. Todos estos sistemas parciales
te en clases y pueden ser representados sociológicamente. Éstas dan ca-
diferenciados desarrollan y despliegan sus propias "legitimidades"
bida a contradicciones y culturas representativas, pero tienen su fun-
-sus "códigos binarios" (Luhmann)-.
damento en la posición del proceso de producción, en la contradic-
ción entre el trabajo asalariado y el capital. En torno a esto se generan Para usar aquí las palabras de un autor actualmente olvidado, pero
interminables debates sobre cantidad, límites, relevancia de las rela- no por ello menos influyente, "supongamos que en el campo de la
ciones, ideologías de "clases". Sin embargo, para estos conflictos polí- moral las últimas diferenciaciones son entre lo bueno y lo malo; en
ticos y controversias científicas es característico lo evidente: la posi- la estética entre lo lindo y lo feo; en lo económico entre lo útil y lo per-
ción profesional en el proceso de producción refleja o, más precisa- judicial o entre lo rentable y lo no rentable (...). La diferenciación po-
mente, condiciona cómo y dónde vive alguien, qué costumbre de lítica específica a la cual se refieren las acciones y los motivos políticos
consumo y tiempo libre tienen él o ella, qué opiniones políticas pue- es la diferenciación entre amigo y enemigo'.36 Contra este punto de-
den ser esperadas, etc. Con otras palabras, la dinámica de la desigual- cisivo en el que Cari Schmitt -el clásico autor del o bien-o- basa su
dad social es explicada a través de grandes^ro/>oj-categorías unívocas, teoría de lo político, muchos, casi todos, se opusieron (teóricamente).
delimitables y políticamente opuestos o contradictorios. Dentro de el- Y sin embargo, llama la atención hasta qué punto las formulaciones
tas históricas "formas de interpretación a priori" arden múltiples y coinciden con la concepción de Luhmann acerca de "sistemas parcia-
apasionadas controversias, producidas no sobre quéúno sobre cómo les, autónomos, binariamente codificados".
estas condiciones deben interpretarse y explicarse empírica y política- 3) Estos "sistemas parciales" están dominados por su propia legi-
mente (por ejemplo, modelos de sociedades socialistas o capitalistas). timidad. Esto significa: la ley de movimiento de la modernidad
2) La desintegración del orden tradicional -en esto los clásicos simple es un proceso de racionalización linealy unidimensional, en
también están de acuerdo, más allá de la diversidad de sus diagnós- el sentido de un incremento y un despliegue de la racionalidad con
ticos- se consume como un proceso revolucionario, ya sea abierto arreglo a fines, específica de un sistema. Esto significa: más y otras
y explosivo (como la Revolución Francesa) o duradero y eruptivo tecnologías "ecológicas", "inteligentes" y sistemas técnicos desarro-
(como la Revolución Industrial). Por lo tanto, es precario el nuevo llados, nuevos mercados, expertos, patentes. A los peligros del me-
orden social industrial que surgió en lugar del orden feudal y de los dio ambiente se reacciona, por ejemplo, con el descubrimiento y la
esramentos "divinos". La sociedad moderna, así lo formula Hans producción de microbios patentables, que son devorados por los
Freyer, "es, para todos los grandes sistemas de la sociología, negati- venenos industriales, etc. Este cambio, a través de un crecimiento
va, crítica, revolucionaria. Ella no tiene sentido ni sostén en sí, sino lineal de la racionalización, puede y debe ser pensado e impulsado
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El modelo, sobre el cual se sustenta esta idea, es la cuestión eco-
UNA COMPARACIÓN
j . lógica. Como es sabido, ésta es originada justamente mediante la
« abstracción de ella, a través del desenfrenado crecimiento económi-
-t co. Cuando sólo se apunta al crecimiento y se dejan de lado las con-
La modernización "reflexiva" —en el sentido no normativo, teórí-
secuencias ecológicas, se agudiza la crisis ecológica (no necesaria-
co-empírico, de autotransformación, de autoeliminación de la mo-
mente en lá consciencia de la gente).
dernización industrial- tiene que ser claramente diferenciada de los
Pero aquí se distingue ya otra diferencia. En posición sobre el de-
conceptos sobre la reflexión en la sociología local. Anteriormente
bate ecológico, la modernización reflexiva no tiende a la amodestruc-
(en el contexto de la teoría de la sociedad de riesgo, p. 33 y ss.) ya
j^T^áón sino a la auto transformación de las bases de la modernización
se expuso: "reflexividad"de la modernidad y modernización, de nin-
industrial. Si el mundo se hunde, no sólo no es una cuestión pen-
gún modo significa automáticamente reflexión de la modernidad o
diente, sino que, desde el punto de vista sociológico, es ésta una
autoeliminación de la modernidad industrial. También puede, por
cuestión irrelevante. Sólo el derrumbe amenazante es tema de una so-
ejemplo, impulsar múltiples «mír<zmodernidades (véase el capítulo IV).
ciología que está más allá de la creencia en el progreso industrial.
También el discurso de la "autorrelatividad", "autorreferencialidad",
Por lo tanto, ni la teoría de las crisis, ni la de clases, ni la teoría del
impulsa hacia la cúspide la lógica del o bien-o y desconoce las ambi-
derrumbe, sino Ja teoría de la desintegración y de la sustitución de la
valencias del y, que irrumpen con la modernidad reflexiva -enten-
modernización industrial, involuntaria, latente, a través de lo aparen-
dida como no normativa-. 38 Aquí realmente uno se pregunta qué se
temente evidente: modernización normal con dinámica propia. Esto
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significa, desde el punto de vista metódico, técnico y experimental: ciencia y la economía, la economía y la política, la política y la cien-
autoaAaptación de la modernización a la modernización socioindus- cia son deslindadas entre sí de esta manera y no pueden ser ensambla-
trial; podemos enunciar así las características de la modernización das y "recortadas" de otra manera en tareas y competencias? ¿Cómo
simple y reflexiva - a grandes rasgos- de la siguiente manera: pueden ser pensados y organizados los sistemas parciales, al mismo
1) La modernización reflexiva desintegra y sustituye los supues- tiempo, de una manera autónomo funcional y coordinada?¿Cómo,
tos culturales de las clases sociales por formas de la individualiza- por tanto, son posibles "acuerdos sistémicos" que posibiliten: auto-
ción de la desigualdad social. Esto significa, por un lado: la desapa- nomía y coordinación?¿Avanza la modernidad, realmente-con-
rición de las clases sociales y la supresión de la desigualdad social siderada empíricamente— en forma de más y más diferenciaciones?
no coinciden. El desvanecimiento de las clases sociales está acom- ¿O acaso no se observa también exactamente lo contrario en el
pañado más bien por una agudización de la desigualdad social, que campo del desarrollo científico y técnico, donde justamente la di-
ya no transcurre en grandes situaciones acotadas a lo largo de una ferencia entre investigación básica y desarrollo técnico es suprimi-
vida, sino que se disipan temporal, espacial y socialmente.3' da y el límite es anulado? 41 a ¿No se avanza en todas partes hacia ex-
perimentos reales del "y"en los cuales los "códigos binarios", pen-
Por otro lado, ya no se pueden inferir de la posición en el proceso
sados como estrictamente separados en las teorías simples de la
de la producción y el trabajo las formas de vida, las condiciones de
modernización, se utilizan combinados y fundidos entre sí?
vida, los estilos de vida de las personas. Así, la afirmación de la moder-
nización reflexiva ya apunta a la covariación decreciente de diferencia- ¿Por qué los códigos binarios de los respectivos sistemas parcia-
ciones en el medio ambiente, determinadas económicamente, y defi- les tienen que descansar exactamente y sólo en lo que los teóricos
niciones de situaciones e intereses subjetivos.393 Esto tiene a su vez, de los sistemas llaman diferenciaciones básicas? Ya la comparación
como consecuencia, que las teorías de los grandes grupos sociales estén indica arbitrariedad y decisionismo: Cari Schmitt diferencia amigo
cada vez menos en condiciones de describir los desarrollos actuales. Al, y enemigo, Niklas Luhmann elegido y no elegido para la política y sis-
mismo tiempo las instituciones sociales -el derecho familiar y sociaft tema político. ¿Son las diferencias de temperamento, diferencias en
pero también los sindicatos y los partidos políticos- se ven despo- la ideología teórico política? ¿Por qué lo uno, por qué lo otro? ¿Es
jadas del ordenamiento socioestructural sobre, el cual se organizan. la diferenciación "útil-no útil", acaso útil o no útil? ¿Se puede iden-
"El modelo de conflicto clásico de la modernidad industrial, la po- tificar la codificación "lindo-feo" como lindo o feo? ¿O acaso la clase
lémica entre grupos de intereses más o menos estables, es sustituido de la codificación binaria no cae bajo la diferenciación con la que
por una actitud ante el conflicto vagabundeante, orientada al públi- opera? ¿Pero entonces sobre qué descansa? ¿Sobre una idea? ¿Sobre
co mass mediático." i0 el espíritu de una época? ¿Sobre la comprensión de las elites en las
respectivas instituciones? ¿Sobre experiencias básicas que compar-
2) Los cuestionamientos acerca de la diferenciación funcional
ten los-teóricos? ¿Con quién?-¿O sobre qué?42
son sustituidos por los cuestionamientos sobre la coordinación fun-
cional, el entramado, la concertación, la síntesis, etc. Nuevamente: 3) El concepto de un crecimiento lineal de la racionalidad tiene i
el JK se introduce en el o bien-o también en el campo de la teoría de doble significado: un modelo descriptivo y uno normativo. Esta parte
los sistemas. La diferenciación misma se torna un problema social:''07' normativa de la teoría clásica de la modernización se puede apoyar en
el modo de delimitación de los sistemas de acción se torna proble- Talcott Parsons y su teoría de "la evolución universal", pero también po-
mático debido a las consecuencias generadas por él. ¿Por qué la lítico-pragmáticamente en Wolfgang Zapf.43 Se afirma: las sociedades
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ciones - a veces moderadas otras más radicales— que desarrollan, la modernización simple, su optimismo a cerca de una posibilidad pre-
inician argumentos acerca de la autoamenaza. determinada, en cierto sentida divina, de controlar lo incontrolable.
En una primera variante, autoamenaza es sustituida por auto- De aquí se desprende toda una cadena de argumentos:
transformación. Aquí no se habla de derrumbe, sino de cambio de Primero - y esto en conjunto- la globalización de los "efectos con-
escena, más exactamente: teatro doble. En el mismo escenario se re- comitantes" en el estado atómico y en las catástrofes ecológicas pa-
presentan dos piezas al mismo tiempo y entremezcladas: por un lado, ralelas (agujero de ozono, modificaciones del clima, etc.). Como
la vieja lucha por la distribución de bienes preciados, por las rique- mostraron claramente Günther Anders, Hans Jonas, Karl Jaspers,
zas en todas sus formas de avidez (capital, puestos de trabajo, posi- Hannah Arendt, etc., ia posibilidad de un suicidio colectivo volun-
bilidades de consumo, etc.); por el otro, el drama del conflicto de ries- tario e involuntario es una innovación histórica, que disuelve todos
go, nuevo y por lo general oculto en el anterior, que se desplaza cada los conceptos sociales, morales y políticos —incluso el de "efectos con-
vez más hacia un primer plano.47 comitantes"—. Sólo este hecho producido por Ja civilización de riesgo
Como estos dos escenarios se alternan y se desdoblan, los roles de- convierte en una broma, en un síntoma de la "ceguera apocalíptica"
ben y pueden ser "interpretados" al mismo tiempo y entre sí en estos es- (Anders) dominante (véase para ello el capítulo II), toda discusión
cenarios, aparentemente preparados y equipados sólo para las viejas lu- sobre la "posibilidad de externalización".
chas de posiciones; qué contradicciones y curiosidades surgirán y se nor- En segundo lugar, la hipótesis de la posibilidad de externaliza-
malizarán en situaciones semejantes, puede ser estudiado hoy, a diario, ción de la sociología clásica, a través de los efectos sumatorios y de
en la alteración de las noticias sobre el desempleo y la ausencia de vene- boomerang circulares, es cuestionada de diversas maneras. Los efectos
nos tóxicos. En cierto modo, aquí se mezcla a Marx con Macbeth, la ta- concomitantes desvalorizan el capital, destruyen la confianza, derrum-
rifa redonda en el servicio público y el aprendiz de hechicero de Goethe. ban mercados, entreveran órdenes del día, dividen a los operarios, a
En segundo lugar, se puede observar una misma variación en la ero- la administración, a los sindicatos, a los partidos, a los grupos pro-
sión de los roles de los hombres y las mujeres. A primera vista este cono-v fesionales, a la familia. Incluso por los costos, en el sentido más res-
cido argumento afirma: la igualación, la equiparación de las muje- tringido, teniendo en cuenta las reformas legales, vale la pena inver-
res en el mercado labora! y profesional anula las bases familiares de tir la carga de la prueba, la fuerza de la cobertura del seguro. Con
la sociedad industrial. Pero con ello sólo se quiere decir: la base de la esto, la cuestión de cómo se desmoronan las externalizaciones pue-
división del trabajo, su carácter evidente, se desmorona, con ello las de quedar por el momento abierta.
posiciones y los roles "clásicos" de hombres y mujeres se mezclan y En tercer lugar, los individuos con su consciencia, en orientacio-
se disuelven - d e un modo explícitamente reflexivo-. Esto no puede
nes básicas y conflictos, refieren los "problemas consecutivos" a las
ser equiparado con destrucción (como en la crisis ecológica), pero
empresas e instituciones. En la medida en que la cuestión ecológica
tampoco con el trastrocado escenario doble (como la sobreposición
está instalada en una sociedad, los círculos y centros internos de los
de los conflictos de riqueza y de riesgo), sino que más modestamente
agentes de la modernización en economía, política y ciencia ya no
con autocomprensión, debate, etc., pero también a la inversa: el efecto
se pueden aislar de ella. Si se parte del hecho de que las "organiza-
sobre las relaciones en el interior de las organizaciones.48
ciones" son, básicamente, resultados de la interpretación, productos
Según esto, se plantea el eje del argumento sobre la reflexividad: de la interpretación de los individuos en contextos sociales,4' enton-
esta teoría contradice el reconocido sentido mira-en-el-mundo de ces se torna claro de que sólo una metafísica del sistema puede pro-
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peligros no unifica, sino que aumenta las amenazas, las deja crecer
otra vez en debate público, determinan qué inseguridades y ame-
hasta lo incalculable. Armas atómicas vagabundas, contrabando con
nazas vitales son "normales" e ignorables, y cuáles, en cambio, en caso
materiales fraccionables, noticias sobre las guerras que se desarrollan
de su encubrimiento y el ocultamiento de su peligro, conducen a
en el entorno de centrales atómicas, cerca de las propias fronteras
protestas y revoluciones, rebeliones, indignación general, caída de
nacionales, remiten a peligros incontrolables, que transformaron al
gobiernos, etcétera.
mundo en una ardiente mecha de un barril de pólvora. En el lugar
Así, las violaciones de la seguridad - a diferencia de las violacio-
de los recíprocamente calculables archienemigos "comunismo-capi-
nes de la norma de la igualdad, que son el tema del conflicto de la
talismo", surgió una amenaza global y general, por lo tanto difusa,
modernidad industrial- se refieren a los derechos de la vida y de la su-
entre amigo y enemigo. Esto desata, justamente en los oasis de se-
pervivencia. Quien amenaza la vida de otro -voluntaria o involun-
guridad de Occidente, un grito que reclama fronteras y muros.
tariamente- es considerado en todos los países, culturas, épocas y
Así considerado, surgen y se nutren los neonacionalismos y los
tiempos como un criminal, que es pasible de las más importantes
neofascismos no (sólo) de atavismos transhistóricos, que se agru-
condenas. Tampoco está claro cuán comprometedoras, duraderas y
pan y se amontonan en los sofocados conceptos de pueblo, nación,
sistemáticas son o pueden ser las amenazas vitales. En general, esta
identidad étnica, y que ahora explotan sangrientamente. La reani-
categoría de "amenaza vital colectiva, involuntaria" es una innova-
mación del pasado origina, también, el reflejo del encapsulamien-
ción histórica. Políticamente es central: este peligro no viene de ene-
to frente a los peligros globales que se han vuelto visiblemente ili-
migos de "afuera", sino de "adentro"; y ciertamente proviene de
mitables. Porq ue las amenazas acaban con el orden de la Guerra Fría,
aquellos que deben garantizar la seguridad y el orden, el derecho y
muchas personas escenifican lo arcaico, recurren -lo cual es com-
el bienestar. Del derecho penal, protege la por cierto delgada pared
parable al consejo de protegerse detrás de una carpeta sostenida en
de lo no visto y de lo no querido, pero por sobre todo la necesidad
alto en caso de una explosión atómica, o de esconderse debajo de
de la prueba, más no contra la opinión y la condena públicas. Ame-
una mesa- a cercos y muros para protegerse de algo de lo que ya no
nazas vitales, sistemáticamente normalizadas, que como tales debeji
hay protección. Con otras palabras: es la pérdida del orden -la no li-
ser percibidas, desvanecen los estereotipos de guardianes y destruc-
mitabilidad de los peligros que ahora vagan libremente, como los
tores. Por lo cual, el tiempo de la decadencia de la legitimidad polí-
ladrones callejeros de la Edad Media- lo que torna tan apremian-
tica es rápidamente acelerado.
te, tan reflexivamente obvio, el repliegue en las barreras. Sin embar-
Adentro-afuera: el y rige en la sociedad mundial de riesgo de tres
go, no es el muro, sino la ilusión del muro la que aquí es erigida y
maneras. Primero, en vista de los peligros mundiales, son insuficien-
defendida contra la realidad del y.
tes fronteras. Segundo, esta falta de límites de los peligros no gene-
ra amistades sino que mezcla los peligros en lo ilimitable. Con ello, Político-apolítico: la modernidad simple y su sociología, su teo-
en tercer lugar, aumenta la necesidad, más aún: se despierta el refle- ría, son fatalistas-ya sea en el viejo sentido de la creencia en el pro-
jo por nuevas fronteras. Es posible experimentar el "fin de los otros": greso (la técnica resuelve los problemas que ella crea) o en el senti-
"es posible dejar la necesidad fuera de los límites, pero no los peli- do de la falta de perspectivas de toda acción contraria a la indepen-
gros de la época atómica". Todos están afectados por ello, y justa- dencia de una dinámica industrial, que acelera su propio derrumbe:
mente esto es "el fin de todas nuestras muy perfeccionadas posibili- pesimismo del progreso-. Este hechizo de los fatalismos que oscilan
dades de distanciamiento".51 Sin embargo, la falta de límites de los entre sí, que la época industrial origina y renueva permanentemen-
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te, es aflojado, tal vez incluso suprimido, por la modernización re- tos y las contradicciones se ven en las zonas marginales -en la in-
flexiva. De la autoconfrontación de la modernización con la mo- tersección entre sistemas parciales y ámbitos vitales, funcionalmen-
dernización surge la contrafigura de una sociedad bajo el imperati- te diferenciados-, pero no en el centro mismo del sistema. La mo-
vo de la acción, con oportunidades de acción y neurosis de acción. dernización cambia todo. Pero el cambio del cambio, el cambio de
Las instituciones de la sociedad industrial se abren a las decisiones, la modernización, permanece impensable.
se tornan dependientes de los individuos, se vuelven accesibles para Los funcionalistas estructurales postulan: las instituciones acu-
la acción y flexibles, y con ello también, de una nueva forma, acce- ñan a los actores. Los interaccionistas critican: los actores constru-
sibles a las ideologías. Ciertamente, esto sólo sucede en la medida yen las instituciones. Detrás de ello existe un consenso sociológico
en que se producen nuevas estructuraciones que estabilizan las po- claro: la racionalidad se encuentra en las instituciones. Los actores
sibilidades de acción. sólo entran en consideración como intérpretes de roles y por lo de-
Para no dejar que surja un malentendido: la época de acción de más son confinados en la privacidad. Esto no contradice el hecho
la modernidad reflexiva que está surgiendo no es una época de es- de que, mientras tanto, haya diversas teorías que desintegren a las
peranzas, no es un paraíso de disolución de los males, que la época organizaciones en juegos de poder y que destaquen que toda fuer-
industrial produjo y agudiza. Por el contrario: con ella emergen za del sistema debe ser generada y renovada con el accionar de los
histerias y reflejos de evasión totalmente nuevos, un encasillarse en individuos. Pero accionar significa aquí una conducta básicamente
viejas evidencias. Pero éstas ocurren porque las ideologías del fata- reproductiva; da igual si son vistos como formaciones del sistema o
lismo -ya sea la creencia en el progreso, o sea la certeza en el de- productos de la acción; como resultado, los sistemas (instituciones)
rrumbe- se vuelven falsas en un estadio de la modernidad en el que existen y surgen siempre otra vez. Pero, una perspectiva que tome
también las polarizaciones de la época industrial misma, el proceso en serio el concepto de acción, que le reconozca cualidades políti-
de racionalización independizado, la prescindibilidad de los indivi- cas transformadoras, es impensable.52
duos, pueden ser atribuidos a las decisiones y acciones en las cuales
Muy simplemente dicho: la sociología de la modernización sim-
se basan los sistemas sociales. Esto significa: para la teoría de la mo-
ple esboza un cuadro de estructuras que reproducen actores; la teo-
dernización reflexiva es esencial la redeftnición de lo politico, más
ría de la modernización reflexiva presenta el cuadro de estructuras
claramente la invención de lo político, tras su ocaso socioindustrial.
que modifican actores. La dialéctica clásica de estructura y actor es
Por diferentes razones y desde diferentes perspectivas, las princi- aflojada, incluso invertida: las estructuras son ellas mismas objeto
pales corrientes de la sociología consideran al centro de la moderni- de procesos de cambio social. Por qué esto ocurre así es el tema de
zación como inmune frente a conceptos, cambios, divisiones. Aquí este tratado: en el curso de la modernización reflexiva se desmoro-
reina el mundo de los imperativos, que por unos es definido como nan también las evidencias de la época industrial, y con ello el ac-
"capital", por otros como "sistema", por otros más como "técnica", cionar de los individuos se desplaza hacia el centro. Pero esto quie-
provistos con signos de valor "totalmente contradictorios", con el re decir: surgen evidencias contradictorias, que fuerzan elecciones,
aura de lo intangible, y protegidos contra toda exigencia de cambio decisiones, atribuciones, conflictos, y con ello también, funciones
en su núcleo. Se trata aquí, por decirlo de alguna manera, de las ta- permanentes de coordinación y coalición, tanto en la esfera priva-
blas de la ley de la modernidad industrial, que Dios entregó perso- da como en la laboral, en la política, en el accionar dentro y fuera
nalmente al profeta Moisés - M a x Weber-. Por lo tanto, los conflic- de las organizaciones.
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que tener los ojos abiertos y así mantenerlos- que está sistemática- "otras" modernidades en el presente y en el futuro. "Reflexivo" sig-
mente condicionada y sistemáticamente enlazada {como se esboza- nifica, por lo tanto, modernización no reflejada, automática o, por
rá en el capítulo IV). Con esta dialéctica de la modernidad (dudo- decirlo de otra manera, reflexiva y al mismo tiempo poderosa his-
sa) y contramodernidad (certera) recurro a las reflexiones sobre los tóricamente (la que, por supuesto, como la empresa que aquí desa-
límites y puntos de inflexión de la modernización reflexiva, que fue- rrollamos, puede ser conceptualizada, por lo tanto reflejada).55
ron tan enfáticamente planteados y defendidos por Scott Lash en (Véanse para ello los capítulos II y IV.)
el contexto del debate comunitarista.54 Tercero: la sociología de la modernización simple, eleva per se la
La contramodernidad no es para nada una sombra de la moder- sociedad industrial a la sociedad moderna. La sociología de la mo-
nidad, sino un proyecto, un hecho, una institución tan auténtica dernización reflexiva descubre a la sociedad industrial como una
como la modernidad industrial misma. Ella es deseada, fundada simbiosis, históricamente contradictoria, entre modernidad y con-
con todos los medios y recursos de la modernidad misma: ciencia tramodernidad, como una sociedad semimodernz, la que sobre la
e investigación, tecnología y desarrollo tecnológico, educación, or- base de una modernización y radicalización continua de la moder-
ganización, mass media, política, y demás. nidad es sustituida y desintegrada por diferentes formas sociales
"modernas" y "contramodernas". Esto es, aquí se vuelve central la
cuestión de la contramodernidad. A fines del siglo XXI, la moderni-
R E S U M E N Y PERSPECTIVA D E LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS zación está siendo analizada, en una simultánea oposición de mo-
dernización reflexiva, que profundiza las inseguridades, y contra-
Por lo tanto, ¿cómo se diferencian las épocas y teorías de la moder- modernización, que introduce, promete y desarrolla nuevas-viejas
nización simple y reflexiva? Seis posturas, agrupaciones caracterís- rigideces y límites (capítulo IV).
ticas, delimitan este horizonte. Cuarto: -en relación con la situación vital, con la conducta vital
Primero: en el lugar de los modelos lineales (y atavismos de con^' y con la estructura social- hay un conflicto de categorías y teorías
trol) de una modernización progresiva y basada en la idea de pro- de grandes grupos versus teorías de la individualización (e intensifi-
greso, aparecen las figuras de argumentación diversas y multifacé- cación) de la desigualdad social (capítulo V).
ticas de la autotransformación, autoamenaza y autodesintegración de Quinto: los problemas de la diferenciación funcional de las esfe-
los fundamentos y formas de racionalidad en los centros de poder ras de acción "autonomizadas" son reemplazados por los problemas
de la modernización industrial. Esto ocurre como efecto (concomi- de la coordinación, del entramado y la fusión de sistemas parciales di-
tante) del triunfo de la modernización autónoma: la incertidumbre ferenciados (así como de sus "códigos comunicativos"). (Véase para
retorna. (Véase para ello el capítulo II.) ello el capítulo VI.)
Segundo: mientras la modernización simple sitúa el motor del Sexto: más allá de las distinciones izquierda-derecha -del espacio
cambio social en las categorías de la racionalidad con arreglo a un metafórico que se estableció con la época industrial para ordenar lo
fin (reflexión), la modernización "reflexiva" conceptualiza el cam- político-, comienzan polémicas políticas, ideológicas, teóricas, que
bio social en las categorías de los efectos concomitantes (reflexividad). pueden delinear los ejes y las dicotomías como seguro-inseguro, aden-
Lo que nose ve, lo que no se refleja, pero es externalizado, se suma tro-afuera, político-no político. (Para ello, sobre todo el capítulo VII,
al quiebre estructural, que separa la modernidad industrial de las pero también los capítulos II y V.)56
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