• Juran considera que para alcanzar la calidad es conveniente empezar por establecer
la “visión” de la organización, así como su política y objetivos. La conversión de
objetivos en resultados (haciendo que la calidad se realice) se hace mediante los
procesos de gestión o secuencias de actividades que producen los resultados
propuestos. Juran entendía que para conseguir productos y servicios de calidad ésta
debía gestionarse por medio de los siguientes procesos:
Planificación de la calidad
Control de la calidad
Mejora de la calidad
• Estos procesos se conocen como “trilogía de Juran”. La planificación intentaría
detectar los deseos del cliente para traducirlos al lenguaje organizacional mediante
el diseño de productos que concuerden con esos deseos, y mediante el desarrollo de
procesos capaces de producirlos. Planificada la calidad, el control debe asegurarse
de que las operaciones se mantienen entre las tolerancias establecidas. Asimismo,
cuando se plantee una situación excepcional, el control debe ser capaz de corregirla
rápidamente al identificar sus causas y subsanarlas con urgencia. Por último, el
proceso de mejora de la calidad trabajará por establecer de cara al futuro tolerancias
más bajas que reduzcan los costes de la mala calidad.
• Se puede observar que los tres procesos universales de la trilogía de Juran están
interrelacionados. Juran entendía que para conseguir productos y servicios de
calidad ésta debía gestionarse por medio de los tres procesos.
• Una pregunta interesante es: ¿Cómo asigna su tiempo cada nivel de la organización
en relación con los procesos de la trilogía?. La respuesta es que la alta dirección
consume la mayor parte de su tiempo en la planificación y la mejora, consumen una
parte significativa de su tiempo en la planificación estratégica y el tiempo empleado
en el control es escaso y está centrado en temas importantes de control. En los
niveles progresivamente más bajos, el tiempo consumido en la planificación
estratégica disminuye, mientras que aumenta rápidamente el tiempo consumido en
control y mantenimiento. En los niveles inferiores, el tiempo está dominado por el
control y el mantenimiento, aunque todavía se consume algún tiempo en la
planificación y la mejora.
CALIDAD Y COSTES
• En este apartado tratamos del impacto de la calidad sobre los costes de bienes y
servicios dentro de una organización. El tema que subyace es el uso de los costes
relacionados con la calidad para apoyar un esfuerzo en pro de la mejora de ésta, en
lugar de un sistema de información sobre los costes de la calidad. Puesto que el
lenguaje principal de los directivos es el dinero, el estudio de los costes relacionados
con la calidad proporciona el vocabulario necesario para la comunicación entre las
personas de los departamentos de calidad y los directivos de las organizaciones.
• El significado de “costes de calidad”
El término “*”costes de calidad” significa cosas diferentes para cada persona.
Algunos equiparan los “*”costes de calidad” con los costes de la calidad deficiente
(principalmente los costes de detectar y corregir trabajo defectuoso); otros
equiparan el término con los costes de la obtención de la calidad, y otros usan el
término para referirse a los costes del funcionamiento del departamento de calidad.
• Podemos definir los Costes Totales de la Calidad (CTC) como la suma de lo que
cuesta hacer las cosas mal y lo que cuesta hacerlo bien; es decir, la suma entre los
Costes de No Calidad (CNC) y los Costes De Calidad (CDC). Dicho de otra
manera, CTC serían los desembolsos que tiene que hacer la empresa u organización
para asegurar y garantizar la calidad de sus productos y servicios, más los
desembolsos por pérdidas y gastos (detectados o no) cuando no se hacen las cosas
bien.
• La suma de los costes de no calidad y los costes de calidad, es decir, los costes
totales de la calidad, permiten acercarnos al conocimiento de la cuantía económica
de todos aquellos procesos y/o productos/servicios defectuosos o que no satisfacen
al cliente, dando una idea aproximada del tamaño de los problemas y, por tanto, de
las oportunidades para mejorar de manera rentable. También nos permiten obtener
una evidencia de la rentabilidad de las inversiones en la mejora de la calidad
desplegadas por la organización (Camisón y Roca, 1997:20)
• Son Costes de No Calidad: materiales y tiempo malgastados, tiempo hasta que se
descubren los fallos, costes por las acciones correctivas pertinentes, costes
explícitos o implícitos ocasionados por la relación con un cliente o usuario mal
servido, sanciones, desmotivación del personal, ejecuciones de garantías, …
• Entre todos estos costes se puede diferenciar entre los costes por fallos o anomalías
internas (aquellos que se cometen internamente y se manifiestan también a nivel
interno, cuando aún el producto está bajo control de la empresa, como son los
rechazos y mermas, las averías de maquinaria y equipos, las roturas de stocks o los
perjuicios al medioambiente) y los costes por fallos o anomalías externas (de origen
interno pero que se manifiestan fuera de la organización, una vez entregado el
producto o prestado el servicio, entre los que podemos citar los derivados de
reclamaciones, garantías, indemnizaciones, descuentos o pérdida de clientela).