La retórica antigua (R.

Barthes)

Las cinco partes de la retórica aristotélica

1. Inventio: encontrar qué decir (establecimiento de las “pruebas”).
2. Dispositio: poner en orden lo que se ha encontrado. Versa a la vez sobre los materiales y sobre las formas
discursivas.
3. Elocutio: Formulación verbal de los argumentos. Agregar el ornamento a las palabras, de las figuras.
4. Actio: Recitar el discurso como un actor (gestos y dicción). El orador se convierte en actor.
5. Memoria: aprender de memoria.

La inventio
Remite menos a una invención que a un descubrimiento.
De aquí parten dos grandes vías: convencer y conmover
Convencer: mediante el razonamiento se trata de introducir una violencia justa en el espíritu del oyente.
Conmover: pensar el mensaje probatorio no en sí mismo sino según su destino, el humor de quien debe recibirlo, en
movilizar pruebas subjetivas, morales.

Pruebas extratécnicas: son fragmentos de lo real que pasan directamente a la dispositio mediante un “hacer valer”, no
una transformación. No pueden inventarse, son aducidos por la causa misma. Son del género judicial.
Clasificadas en:
1) Las sentencias anteriores, la jurisprudencia.
2) Los rumores, el testimonio público.
3) Las confesiones obtenidas bajo tortura. En la Antigüedad se reconocía el derecho de torturar a los esclavos.
4) Los documentos.
5) El juramento: un juego de combinatoria, una táctica. Se puede aceptar, negarse a jurar, se acepta o se
rechaza el juramento de otro.
6) Los testimonios.
Pruebas intrínsecas: son los razonamientos. Es el producto de la práctica del orador. Hay dos tipos:
1) Exemplum (inducción no científica) – produce una persuasión más suave. Mejor entendida por el “vulgo”.

2) Entimema (deducción no científica) – más vigoroso.