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SEMBLANZAS BIOGRAFICAS SOBRE FRANCISCO ANTONIO

DE ZELA (I)
Efrain Choque Alanoca

Desde la historiografía liberal se han ensayado algunas notas biográficas o


semblanzas sobre la vida y la acción del prócer criollo Francisco Antonio de
Zela.

En esta oportunidad entregaremos dos biografías clásicas cuyos autores son


los destacados historiadores Manuel Mendiburu y Rubén Vargas Ugarte.
Ambos son especialistas en la temática colonial y autores de sendas obras
generales y de consulta.

En una entrega posterior ofreceremos otras notas biográficas de este caudillo


limeño redactadas por Luis Cúneo- Vidal, Lizardo Seiner y luego una escrita
por nosotros.

La investigación histórica en los últimos años ha logrado algunos datos nuevos


respecto de la insurrección tacneña de 1811, sobre todo lo referido a los
aspectos económicos-sociales, el carácter del movimiento político y algunos
aspectos jurídicos del proceso al que sometido su líder.

I. ZELA Y NEYRA, D. Francisco Antonio.-


Por : Manuel de Mendiburu y Monet

(Diccionario histórico-biográfico del Perú. Imp. Francisco Solis. T. XI.


Lima, 1885. Págs.378-379)

“Nacido en Lima en el año de 1768, hijo de D. Alberto Zela y Neyra,


natural de Lugo en Galicia, y de doña María Mercedes Arizaga Hurtado y
Mendoza que nació en Lima.

Don Alberto fue ensayador y balanzario en Cailloma por cuyo empleo


cargó 7000 pesos.

Suprimidos allí las Cajas Reales, trasladadas a Arica, y después a


Tacna, lo fue también la oficiana del ensayador.
Don Alberto en esta última cuidad, casual y trágicamente por efecto de
un tiro disparado de una escopeta que se creyó vacía, en el momento en
que la examinaba un amigo suyo. Con este motivo le sucedió en el
empleo vinculado D. Francisco Antonio, que había hecho sus estudios
en el colegio seminario de Santo Toribio en Lima. Era hombre de
instrucción, de probada valentía, y abnegada sentimientos muy nobles y
patrióticos que le indujeron su deseo la emancipación del Perú, del
dominio de España.

Acababa de ocupar la ciudad de La Paz el ejército argentino dirigido por


Castelli, y organizado el general Goyoneche en su acantonamiento de
Zepita, las tropas realistas prevenidas para rechazar a aquél cuando
Zela concibió la idea y que muy luego paso a ser un plan convenido, de
dar el grito de independencia en Tacna, para apoyar las operaciones de
Castelli, con quien se asegura estaba de acuerdo, y llamar de una
manera seria la atención de Goyoneche a su retaguardia, extendiendo la
insurrección hasta Tarapacá y excitando a ella a otras provincias
circunvecinas. El proyecto era aventurado y expuesto , y los recursos de
Tacna muy pequeños para llevar adelante tamaña empresa, en el caso
de sobrevenir el menor entorpecimiento o cualquiera suceso adverso,
por inesperado que fuese.

El 20 de junio de 1811, día en que el ejército argentino fue vencido en


Guaqui, ejecutó Zela en Tacna la revolución a la que solo pudo atreverse
un ánimo tan elevado como el suyo. Reunió en su casa a la hora
convenida a todos los cómplices y muchas gente armada; y con el apoyo
de una parte de los milicianos que estaban en el secreto, procedió a
destituir al Subdelegado Don Antonio Rivero, y al coronel Don Francisco
Navarro que era del regimiento de la provincial. En este movimiento
hecho sin efusión de sangre, ni desórdenes, figuran como
colaboradores, un vecino apellidado Capisca, Don José Gómez, el
doctor Don Jose4 Barrios, Don Gabino Barrios, Don Pedro Alejandrino
Barrios, Don Juan Rospigliosi, Don Felipe Gil, Don José Rosa Ara (hijo
del cacique del pueblo), Don Fulgencio Valdez, Don Francisco Alayza,
Don Santiago Pastrana, Etc. El cura doctor Don Jacinto de Aranibar se
interesó vivamente por el coronel navarro, y por este alcanzó su libertad.
Corridos cinco días, y cuando no se ignoraba en Tacna la victoria del
general Goyoneche en Guaqui, uno de los alcaldes, al tiempo que
rondaba de noche, se apoderó del cuartel en que estaban las armas, y
consecutivamente procedió a capturar a Zela. Es de suponer que la
noticia de aquella batalla entró en confusión y el temor en la población, y
que esto proporcionó prosélitos, al que se decidió a formar esta
reacción. Acto continuo vino a Tacna tropa armada de Arica: mas ya se
había restablecido la obediencia a las autoridades del rey.

Zela fue sometido a juicio y condenado a muerte. Después de 33 días de


prisión, se le trajo a Lima por orden del general Goyoneche: en esta
ciudad tenía que confirmarse la sentencia, y entre tanto ocupó un
calabozo en la cárcel de corte. Asegúrase que Zela pudo fugar y no
quiso hacerlo, resignado con singular entereza a sobrellevar su fatal
destino.

En Lima se hicieron grandes esfuerzos para salvar la vida de un hombre


relacionado por su familia, con otras no menos distinguidas que
disfrutaban de merecidas consideraciones. Don Julián García
Monterroso comerciante con fortuna y crédito, deudo político inmediato
de Zela, no excusó diligencia, ni sacrificio para llevar a cabo su intento y
lo consiguió, quedando reformado el fallo y conmutada la pena capital,
en la de destierro perpetuo al morro de la Habana. En virtud de otra
súplica se innovó aun la sentencia imponiendo a Zela diez años de
presidio en el de Chagres, y terminados éstos, expatriación perpetua. Su
prisión en Lima duró cuatro años, y en 1815 fue remitido al istmo. Allí lo
insalubre del clima, y el rigor a que estaba sujeto, y los pesares que era
consiguiente lo martirizasen en situación tan triste y aflictiva, pusieron
término a una existencia el año 1819 y cuando contaba con 51 años de
edad.

Era casado desde el 6 de junio de 1796, con doña María Siles y


Antequera Lazo de la Vega, siendo padrino de este matrimonio el
coronel Don Francisco Navarro, y el párroco que lo desposó el doctor
Don Fulgencio Barrios.

Tuvo nueve hijos. Uno llamado Don José Santos, ha sido ensayador y
balanzario por la República, y el menor Don Lucas, sirvió en la caballería
peruana en la campaña de Junín y Ayacucho. En la Alameda de Tacna
está esculpida en piedra una memoria de Zela, y la revolución que
encabezó.”

II. ZELA Y NEYRA, Francisco Antonio

Por : Rubén Vargas Ugarte

(Diccionario histórico-biográfico del Perú. Edit. Milla Batres. T. IX. Lima,


1986. Pág.383)

“Nació en Lima en 1768; murió en Chagres en 1819.

Aprovechando la presencia de Castelli en La Paz, Zela y Neyra concibió


el proyecto de dar el grito de Independencia en Tacna. El proyecto era
aventurado. El 20 de junio de 1811, el mismo día en que Castelli era
derrotado en Guaqui, Zela reunió a sus cómplices y con ayuda de
algunos milicianos destituyó al Subdelegado Antonio Rivero y apresó al
coronel Francisco Navarro. El cura doctor Aranibar se interesó por
Navarro y consiguió su libertad cinco días mas tarde, un alcalde que
rondaba de noche se apoderó del cuartel, en donde se guardaban las
armas y procedió a capturar a Zela. Zela fue trasladado a Lima y hubo
muchos que se interesaron por él. Por fin se le conmutó la pena por la
de destierro perpetuo al Morro de la Habana. Todavía se innovó la
sentencia, condenándole a 10 años de presidio de Chagres y
expatriación perpetúa. En Lima permaneció unos cuatro años y en 1815
fue trasladado al istmo de Panamá. Aquí el clima insoluble y las
privaciones dañaron su salud y vino a fallecer tan esclarecido proceder
[prócer] de nuestra independencia el año de 1819”

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