ARGUMENTOS A FAVOR

A pesar de las innumerables críticas surgidas tras la publicación en 1989 del artículo de
Francis Fukuyama “¿El fin de la historia?” en la revista The National Interert y del libro
posterior que desarrolla ampliamente dicha teoría, y que hoy nos atañe, se pueden
destacar algunos argumentos a favor que se desarrollarán a continuación y que giran en
torno a un claro optimismo que el autor ha dejado entrever en sus postulados
principales:

- La Crisis de los Totalitarismos:

Tras dos guerras mundiales y dos totalitarismos europeos durante el SXX, el

pesimismo conformaba una tendencia entre los intelectuales de la época.
Muchos de ellos creían en la posibilidad de que el totalitarismo era una
verdadera alternativa frente a la Democracia Liberal, a pesar de las carencias
evidentes que existían en dichos gobiernos. Sin embargo, el autor hizo hincapié
en la existencia de una crisis totalitarista derivada de la debilidad subyacente a
estos Estados aparentemente fuertes, tales como el Stalinista o el Hitleriano. Ésta
debilidad no permitía, según Fukuyama, mantener a la población satisfecha y los
Dictadores terminaban siendo presos de su propia autoridad, acabando por ceder
el poder al pueblo en momentos de crisis profundas. Podemos señalar, por tanto,
como argumento positivo de la Teoría de Fukuyama la creencia en el fin de los
regímentes totalitaristas y dictatoriales.

- La Democracia como sistema político definitivo:

Enlazando con el apartado anterior, Fukuyama hace referencia en su teoría a la

creencia en la DEMOCRACIA como sistema político definitivo de la Historia,
apostando por la participación del pueblo en la vida política, cultural y
económica. Según el autor, los hechos que tuvieron lugar a finales del S. XX
(caída de los totalitarismos) confirmaron la superioridad de la Democracia y la
soberanía popular, estableciéndola como régimen político de validez
potencialmente universal.

- La desaparición de las Guerras:

Fukuyama habla de un inherente pacifismo ligado a la Democracia Liberal.

Aquellos países que logren esta meta, tendrán poblaciones satisfechas que no
demandarán cambios trascendentales y que estarán acomodados. Según su
teoría, los Estados solo tendrán que realizar pequeños ajustes económicos que
fomenten la administración, la cooperación en medio ambiente o el pleno
empleo. “Las Democracias no luchan entre sí”, es la máxima premisa del autor
en este sentido.

- La Tecnología solo puede ir acompañada de Progreso Moral.

Este es tal vez el postulado más acertado dentro de la teoría de Fukuyama. Los
avances científicos y tecnológicos que se han dado y que hoy todavía se están
sucediendo, deben ir siempre acompañados de un PROGRESO MORAL
paralelo del Ser Humano. Éste crecimiento sin moralidad humana puede derivar,
como ya lo ha hecho, en desastres naturales como el ecológico (cambio
climático, deforestación, etc.)