DOMINGO 25-8-96
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La semana
• Sesenta años sin Lorca. Gra-
nada, Moscú y Santiago de Chile
han sido los centros del home-
naje dedicado a Federico García
Lorca con motivo del sexagé-
simo aniversario de su asesi-
nato. En la ciudad andaluza se
celebró un acto en el que el actor
Francisco Rabal y Carmen Lina-
res pusieron su voz a los poemas
del autor granadino, mientras
que en Chile se recordó su rela-
ción con el premio Nobel Pablo
Neruda.
• Controversia en Orce. El te-
niente de alcalde del ayunta-
miento de Orce ha remitido una
carta a Bienvenido Martínez
-científico que cuestiona la hu-
manidad del fragmento cranel
hallado en este yacimiento- en
la que insta a que abandone su
despacho en el Ayuntamiento.
Por su parte, el alcalde, Leandro
Torres, manifestó a ABC que
exigirá al doctor Gibert, «padre»
del Hombre de Orce, que de-
vuelva a la localidad granadina
el fragmento craneal, que se en-
cuentra en Sabadell.
• El Albaicín, en peligro. El di-
rector general de la Unesco, Fe-
derico Mayor Zaragoza, advirtió
esta semana que el barrio grana-
dino del Albaicín dejará de ser
Patrimonio de la Humanidad-si
no se emprende urgentemente la
rehabilitación integral de sus zo-
nas históricas.
• Museo de la Emigración. El
Archivo Indiano de Colombres
(Asturias) -situado en la casa
del legendario Iñigo Noriega- se
convertirá próximamente en el
Museo de la Emigración, y a
través de sus salas podrá rastre-
arse el legado y la esencia de los
que se fueron y trajeron a Es-
paña su vida, sus ilusiones y, a
veces, sus derrotas.
• Polémicos inéditos de Eliot.
«Invenciones de la liebre de
marzo», un cuaderno inédito de
T. S. Eliot que será publicado el
próximo 9 de septiembre en
Gran Bretaña, revela a un escri-
tor capaz de crear con un estüo
lleno de carga sexual y rayano
en la vulgañdad, algo aparente-
mente incompatible con la ima-
gen que de él se tenía. Además,
estos inéditos han devuelto a la
actualidad la polémica sobre el
presunto antisemitismo del au-
tor de «Tierra baldía».
• «il Cavallo» de Da Vinci. La
fundación norteamericana Ta-
llix-ha comenzado en Nueva
York la fundición de la mayor
estatua ecuestre del mundo, «II
Cavallo», diseñada por Leonardo
da Vinci en 1482 y que murió sin
ver terminada. Con ocho metros
de altura, recubierta de oro y
con doce toneladas de peso, será
regalada a Milán cuando se fina-
lice su construcción.
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CULTURA ABC / Pág.
Los «Recuerdos del tiempo viejo» rescatan
la peripecia vital del Zorrilla romántico
Círculo de Lectores recupera las memorias del autor de «Don Juan Tenorio»
Madrid. Miguel A. Delgado
«Habiendo vivido entre vejeces y sido narrador estampas de una vida ejemplarmente romántica
de viejas historias en mi juventud, entro, viejo y decimonónica que fueron publicadas entre
verde, en la corriente del tiempo nuevo de mi ve- 1879 y 1881 en el periódico «El Imparcial», y que
jez». Y desde esa corriente, José Zorrilla plasmó Círculo de Lectores ha recuperado ahora ínte-
sus «Recuerdos del tiempo viejo», una serie de gras por primera vez desde hace medio siglo.
Esta edición de Círculo recu- la presente edición, María Ánge-
pera la preparada por Narciso les Naval, añade mucha libertad
Alonso Cortés en 1943, aunque y agilidad a una prosa que sor-
restituye las partes que fueron prende por su viveza, muy pró-
suprimidas para ésta. Apareci- xima al más actual estilo pe-
das por primera vez en forma de riodístico y que «supone una téc-
libro en 1881, estos «Recuerdos nica de modernidad narrativa en
del tiempo viejo» suponen -de- el pasado fin de siglo, pero es
jando a un lado el valor exclusi- fundamentalmente una nueva
vamente literario- un docu- forma de entender y narrar los
mento excepcional sobre la fi- acontecimientos».
gura del autor de «Don Juan
Tenorio», el ambiente cultural
del Romanticismo y de todo el si- El entierro de Larra
glo XIX, y de un género que Fruto de ese desorden es que el
nunca ha dejado de estar pre-
sente en la Prensa española, ^^^^=^9^
hilo de sus recuerdos no busca
ser una crónica de su tiempo,
aunque en el último tercio del aunque los grandes aconteci-
pasado siglo vivió uno de sus mo- José Zorrilla
mientos de la época sirven de
mentos más esplendorosos: la manos-, y «El Imparcial» telón de fondo de sus vivencias.
pubhcación de memorias de re- apuesta por Zorrilla, consciente A pesar de ello, los principales ja-
conocidos escritores de la época de que sus recuerdos autobiográ- lones vitales del escritor nos
por capítulos. ficos -producto de una dilatada transmiten muchas veces versio-
De hecho, cuando «El Impar- vida que se extiende desde 1817 nes de primera mano de hechos
cial» decide ofrecer a sus lecto- hasta 1893 y le hace testigo de la emblemáticos. Así, resultan muy
res estos «recuerdos», no hace mayor parte de los sucesos im- ilustradores los apuntes que
más que responder a ima necesi- portantes del siglo- tienen el su- hace sobre el entierro de Larra,
dad comercial. Por esa misma ficiente peso para mantener la el 27 de febrero de 1837. En esta
época, la mayoría de los periódi- atención de los lectores. ocasión, el por entonces jovencí-
cos incluyen artículos biográfi- Sin embargo, no hay una es- simo y desconocido poeta impro-
cos de los escritores más desta- tructura férrea ni un orden es- visó unas palabras que llamaron
cados -el ejemplo más carac- tricto en la organización de los la atención a todos los presentes
terístico son las «Memorias de artículos. Y este desorden, en pa- y que le consiguieron sus prime-
un setentón», de Mesonero Ro- labras de la autora del prólogo de ras colaboraciones en periódicos
de la época. Eso sí, para el autor
de «Traidor, inconfeso y mártir».
En el nombre del padre Larra no deja de ser un suicida
censurable.
Como en tantos escritores, la fi- cargo o recompensa -llega a re- Dejarse arrastrar por los «Re-
gura del padre sobrevuela omi- chazar el puesto de secretario de cuerdos del tiempo viejo» signi-
nosa la biografía de Zorrilla. Casi la embajada española en París fica pasearse por la odisea de un
un siglo antes de Kafka, el poeta para evitar entrar en las luchas joven hambriento que llega a
español justifica toda su obra políticas-. Frente a esto, para el Madrid mendigando un puesto
como un medio -infructuoso- padre, todos sus éxitos literarios en un periódico y pasando el día
para congraciarse con su progeni- son humo, aire, nada. Y, en con- en la Biblioteca Nacional para
tor. Son varias las causas de esta secuencia. Zorrilla rechaza que conjurar el frío; de un autor de
divergencia. En primer lugar. Zo- su producción tenga importancia. éxito que reconoce la calidad
rrilla abandona sus estudios de , Así lo explica María Ángeles sólo en ciertas partes de sus
Derecho en Valladohd, que le pre- Naval: «Manifiesta un constante obras más afamadas; de un via-
destinaban a hacerse cargo de la desdén hacia sus éxitos literarios, jero que recorre una Andalucía
herencia paterna, para iniciar su rebaja la importancia de éstos, que nada tiene que envidiar a los
precaria aventura literaria en pues no le valieron ni una vida relatos de los románticos ingle-
Madrid. En segundo lugar, cola- desahogada ni el perdón de su pa- ses de la misma época y se em-
bora en el advenimiento del régi- dre. La única razón que impulsó barca en buques en los que se
men liberal, el mismo que llevará al autor a escribir fue, según fraguan motines y galernas; de
a su padre -magistrado fiel a Fer- cuenta a sus sesenta y cuatro un testigo privilegiado del Mé-
nando Vn- al destierro. En tercer años, recuperar el respeto de su xico del general Santa Anna, de
lugar, y quizá de manera más padre logrando fama literaria». la revolución liberal, de los gabi-
concluyente, su padre, en una vi- Una vez muerto su progenitor, el netes de tiro donde los caballeros
sita crucial que hace al por enton- escritor liquida todos los bienes de la época ensayaban sus due-
ces renombrado escritor, le repro- heredados -no se considera digno los... y, sobre todo, de un autor
cha que sea tan tonto como para de disfrutarlos- pero no logra ce- de éxito que, a pesar de todo,
tratarse con las personalidades rrar las cuentas con el pasado: afirma haberse movido única-
más influyentes del momento y encuentra otras justificaciones mente por móviles pecuniarios.
no haber obtenido, a cambio, ni para su culpa, y este sentimiento Algo, desde luego, poco román-
un solo beneficio en forma de ya no le abandonará nunca. tico.