Primera lectura: “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas
las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones
al autor de la salvación de ellos”. (Hebreos 2:10)
Segunda lectura: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de
Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”.
Tercera lectura: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”.
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INTRODUCCIÓN:
a- Dios quiso tener una familia y nos creó para formar parte de ella.
b- Toda la Biblia es la historia de Dios formando una familia:
Para amarlo.
Para honrarlo.
Para reinar con Él para siempre.
En el mensaje de hoy les compartiré, como parte del segundo propósito de los cinco que
conoceremos, del porqué fuimos creados: 1“PARA PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS”,
practicando EL COMPAÑERISMO, con el resto de nuestra familia espiritual.
I- En primer lugar les comentaré sobre: “ALGUNOS BENEFICIOS DE PERTENECER
A LA FAMILIA DE DIOS”.
1. El nombre de la familia.
2. La semejanza de la familia. “Su familia espiritual es aún
3. El acceso a la intimidad de la familia. más importante porque
4. Los privilegios de la familia. durará para siempre”.
5. La herencia familiar.
a- La Biblia dice que “como somos hijos de Dios, todo lo que él tiene nos pertenece”.
b- Como hijos de Dios tenemos parte en la fortuna familiar.
Aquí en la tierra Dios nos da “las riquezas de su gracia… bondad… paciencia…. gloria….
sabiduría… poder… y misericordia”.
Pero en la eternidad recibiremos aún más.
c- El apóstol San Pablo desea que sepamos “cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre
los santos”.
Primero: Estaremos con Dios para siempre. (1ª. Tesalonicenses 5:10; 4:17)
Segundo: Seremos completamente transformados para ser como Cristo. (1ª. Juan
3:2; 2ª. Corintios 3:18)
Tercero: Estaremos libres de pena, sufrimientos y muerte.(Apocalipsis. 21:4)
Cuarto: Recibiremos una recompensa y nos asignará puestos de servicio. (Marcos
9:41; 10:30; 1ª. Corintios 3:8; Hebreos 10:35; Mateo 25:21,23)
Quinto: Podremos compartir la gloria de Cristo. (Romanos 8:17; Colosenses 3:4;
2ª. Tesalonicenses 2:14; 2ª. Timoteo 2:12; 1ª. Pedro 5:1)
4. El Nuevo Testamento nos narra que la gente se bautizaba enseguida, después de haber
creído.
a- En Pentecostés, el mismo día que aceptaron a Cristo se bautizaron tres mil personas.
b- Un líder etíope se bautizó en el mismo lugar donde se convirtió.
c- Y Pablo y Silas bautizaron al carcelero de Filipos y a su familia a medianoche.
a- Estar incluido en la familia de Dios es el más alto honor y privilegio que jamás recibiremos.
No hay nada que se le parezca.
b- El pastor Joel Osteen, en su libro “Lo mejor de ti”, nos dice lo siguiente, en cuanto a
nuestro ADN. Nuestro aspecto exterior es lo de menos. No importa de qué color sea su
piel, ni cuál es su historia étnica. No importa cuántas debilidades o defectos tenga. Tiene
el ADN del Dios Todopoderoso. Viene de una línea de ancestros importantes:
¿Lo entiende?
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Viene de una línea de triunfadores.
Usted no es común.
Tiene el ADN de Dios. No importa cuáles sean sus circunstancias en este momento.
Tiene que saber que dentro de usted fluye la sangre de un campeón.
Dentro de usted hay semillas de grandeza.
Mire su linaje una vez dentro de usted.
“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que
hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue
manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con
el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también
vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y
con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido”. (1ª. Juan
1:1-4)
2. Compañerismo significa más que llevarse bien con otros. Significa tener una relación
profunda, basada en la verdad y fomentada por el amor.
3. El compañerismo empieza con una buena relación con Dios, y entonces eso produce buenas
relaciones con otros.
Idealmente, el compañerismo es lo que une a los cristianos con Dios y a los cristianos entre
ellos.
b- Somos salvos como individuos, pero luego Dios nos bendice con un compañerismo íntimo
con Él y con otros cristianos. ¡Eso significa mucho más que juntarse todos a comer en la
iglesia durante una cena especial!
c- Solamente una relación compartida con Cristo puede producir compañerismo genuino
entre los cristianos.
d- “El verdadero compañerismo ocurre cuando la gente es honesta con lo que es y con lo
que sucede en su vida”.
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“Comparte sus penas, revela sus sentimientos, confiesa sus fracasos, manifiesta sus dudas,
reconoce sus temores, admite sus debilidades y pide ayuda y oración a los demás”. (Lic.
Sandra de Cabezas)
(1) La familia espiritual es aun más importante que la familia física porque durará para siempre.
Nuestra familia muchas veces está dividida por el divorcio, la vejez, la distancia, e inevitablemente la
muerte.
(2) Ser incluidos en la familia de Dios es el más alto honor y privilegio que jamás recibiremos. Cuando
nos sintamos inseguros, o que no somos importantes o que nadie nos quiere, recordemos a quien
pertenecemos.
(3) La vida consiste de relaciones. Queremos estar rodeados de personas, no de objetos, de nuestros
seres queridos y con quienes nos relacionamos.
(4) El mejor regalo que podemos darle a alguien es nuestro tiempo. Podemos producir más dinero pero
no más tiempo, el tiempo es el regalo más preciado que tenemos porque es limitado. Cuando le
dedicamos tiempo a una persona le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca
podremos recuperar.
(5) La iglesia sobrevivirá al universo y nuestro papel en ella también. La iglesia es tan importante que
Jesús murió en la cruz por ella.
(6) Jesús no prometió edificar un ministerio, sino edificar su iglesia. La diferencia entre un asistente a la
iglesia y un miembro es el compromiso, son como parejas que quieren vivir juntas sin
comprometerse y formar un matrimonio.
(7) El compañerismo de la iglesia es más importante que cualquier individualidad. Debemos enfrentar
al que cause divisiones, porque además provocan sufrimientos y destruyen la comunión.
(8) Nada en la tierra es más valioso para Dios que su iglesia. Fue Él quien pago el precio más alto por
ella y quiere que la protejamos de todo daño devastador que causan los conflictos, las divisiones y la
falta de armonía.
(9) Debemos amar a la iglesia con pasión, pese a sus imperfecciones. Anhelar lo ideal mientras
criticamos lo real es señal de inmadurez, por otro lado, si uno se conforma con la realidad sin
esforzarse por alcanzar lo ideal es señal de complacencia.
(10) Protegemos la comunión cuando honramos a los que nos sirven por medio del liderazgo. Si
ponemos todo esfuerzo por proteger y promover la unidad de nuestra iglesia estamos agrando a
Dios. No siempre será fácil, a veces tendremos que hacer lo que es mejor para el cuerpo y no para
nosotros mismos. (Aporte de la Lic. Sandra de Cabezas)