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Nazismo:

El nacionalsocialismo (o nazismo) tenía muchos puntos en común con el fascismo. No


obstante, sus raíces eran típicamente alemanas: el autoritarismo y la expansión militar
propios de la herencia prusiana; la tradición romántica alemana que se oponía al
racionalismo, el liberalismo y la democracia; diversas doctrinas racistas según las
cuales los pueblos nórdicos —los llamados arios puros— no sólo eran físicamente
superiores a otras razas, sino que también lo eran su cultura y moral; así como
determinadas doctrinas filosóficas, especialmente las de Friedrich Nietzsche, que
idealizaban al Estado o exaltaban el culto a los individuos superiores, a los que se
eximía de acatar las limitaciones convencionales.
Entre los teóricos y planificadores del nacionalsocialismo se encontraba el general Karl
Ernst Haushofer, que ejerció una gran influencia en la política exterior de Alemania.
Alfred Rosenberg, editor y líder del partido nazi, formuló las teorías raciales basándose
en la obra del escritor angloalemán Houston Stewart Chamberlain. El financiero
Hjalmar Schacht se encargó de elaborar y poner en práctica gran parte de la política
económica y bancaria, y Albert Speer, arquitecto y uno de los principales dirigentes del
partido, desempeñó una labor fundamental supervisando la situación económica en el
periodo inmediatamente anterior a la II Guerra Mundial.
Las repercusiones de la I Guerra Mundial

El origen inmediato del nacionalsocialismo debe buscarse en las consecuencias de la


derrota alemana en la I Guerra Mundial (1914-1918). De acuerdo con los términos del
Tratado de Versalles (foto-1919), Alemania era la única responsable del conflicto, por
lo que fue despojada de su imperio colonial y de importantes territorios en el
continente, como Alsacia y Lorena, y obligada a pagar onerosas reparaciones de
guerra. La vida política y económica alemana se vio gravemente afectada a causa de
las condiciones de este acuerdo. La elevada inflación, que alcanzó un punto crítico en
1923, casi terminó con la clase media alemana, y muchos de sus miembros,
empobrecidos y sin esperanzas, se comenzaron a sentir atraídos por los grupos
políticos radicales que surgieron en la posguerra. Pocos años después de que se
hubiera alcanzado un cierto grado de progreso y estabilidad económica, la crisis
económica mundial que comenzó en 1929 sumió a Alemania en una depresión que
parecía irremediable. La República de Weimar, régimen instaurado en Alemania tras la
disolución del II Reich (II Imperio Alemán) al finalizar la guerra, se vio sometida a
crecientes ataques tanto de la derecha como de la izquierda durante estos años y no
fue capaz de solucionar eficazmente la desesperada situación del país. Hacia 1933, la
mayoría de los votantes alemanes apoyaron a alguno de los dos principales partidos
totalitarios, el Partido Comunista Alemán (KPD) y el NSDAP.
El Partido Nacionalsocialista
El NSDAP tuvo su origen en el Partido Obrero Alemán,
fundado en Munich en 1919. Cuando Adolf Hitler se unió
a él en ese mismo año, la agrupación contaba con unos
25 militantes, de los cuales sólo seis participaban en
debates y conferencias. Hitler se convirtió en el líder de
la formación poco después de afiliarse a ella.
Durante el primer mitin del Partido Obrero Alemán,
celebrado en Munich el 24 de febrero de 1920, Hitler
leyó el programa del partido, elaborado en parte por él;
constaba de 25 puntos en los que se combinaban
desmesuradas demandas nacionalistas y doctrinas
racistas y antisemitas; en el punto vigésimo quinto se
establecía lo siguiente como condición indispensable
para el cumplimiento de los objetivos previstos: “Frente a
la sociedad moderna, un coloso con pies de barro,
estableceremos un sistema centralizado sin
precedentes, en el que todos los poderes quedarán en
manos del Estado. Redactaremos una constitución
jerárquica, que regirá de forma mecánica todos los
movimientos de los individuos”.
Hitler, el líder supremo
Poco después del mitin de febrero de 1920, el Partido Obrero Alemán pasó a
denominarse Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo. Esta nueva organización
se fue desarrollando poco a poco, especialmente en Baviera. Sus miembros estaban
convencidos del valor de la violencia como medio para alcanzar sus fines, por lo que
no tardaron en crear las Sturm Abteilung (‘sección de asalto’) o SA, una fuerza que se
encargó de proteger las reuniones del partido, provocar disturbios en los mítines de los
demócratas liberales, socialistas, comunistas y sindicalistas, y perseguir a los judíos,
sobre todo a los comerciantes. Estas actividades fueron realizadas con la colaboración
de algunos de los oficiales del Ejército, particularmente Ernst Röhm.
Hitler fue elegido presidente con poderes ilimitados del partido en 1921. Ese mismo
año, el movimiento adoptó como emblema una bandera con fondo rojo en cuyo centro
había un círculo blanco con una cruz esvástica negra. En diciembre de 1920, Hitler
había fundado el periódico Völkischer Beobachter, que pasó a ser el diario oficial de la
organización. A medida que fue aumentando la influencia del KPD, fundado en 1919,
el objetivo principal de la propaganda nacionalsocialista fue la denuncia del
bolchevismo, al que consideraban una conspiración internacional de financieros judíos.
Asimismo, proclamaron su desprecio por la democracia e hicieron campaña en favor
de un régimen dictatorial.
El putsch de Munich
El 8 de noviembre de 1923, Hitler, con
600 soldados de asalto, se dirigió a una
cervecería de Munich en la que Gustav
von Kahr, gobernador de Baviera que en
octubre se había proclamado comisario
general con poderes dictatoriales, estaba
pronunciando un discurso. Apresó a Von
Kahr y sus colaboradores y, alentado por
el general Erich Ludendorff, declaró la
formación de un nuevo gobierno nacional
en nombre de Von Kahr. Éste, tras
simular aceptar el cargo de regente de
Baviera que Hitler le otorgó, fue liberado
poco después y tomó medidas contra Hitler y Ludendorff.
El líder nazi y sus compañeros consiguieron huir el 9 de noviembre después de un
pequeño altercado con la policía de Munich, de manera que el llamado putsch de
Munich (o de la cervecería) fracasó. Hitler y Ludendorff fueron arrestados
posteriormente. Este último fue absuelto, pero Hitler resultó condenado a
cinco años de prisión y el partido fue ilegalizado. Durante su
encarcelamiento, Hitler dictó Mein Kampf (Mi lucha) a Rudolf Hess. Esta
obra, que más tarde desarrollaría su autor, era una declaración de la
doctrina nacionalsocialista, que contenía además técnicas de propaganda y
planes para la conquista de Alemania y, más tarde, de Europa. Mein Kampf
se convirtió en el fundamento ideológico del nacionalsocialismo algunos
años después.
Hitler fue puesto en libertad antes de un año. El partido nazi se hallaba
prácticamente disuelto, debido en gran medida a que la mejora de las
condiciones políticas del país había generado una atmósfera más propicia
para las organizaciones políticas moderadas.
Durante los años siguientes, Hitler consiguió reorganizar el partido con la
ayuda de un reducido número de colaboradores leales. Se autoproclamó
Führer (‘jefe’) del partido en 1926 y organizó un cuerpo armado de
unidades defensivas, las Schutz-Staffel o SS, para vigilar y controlar al
partido y a su rama paramilitar, las SA. Cuando comenzó la crisis
económica mundial de 1929, Alemania dejó de recibir el flujo de capital extranjero,
disminuyó el volumen del comercio exterior del país, el ritmo de crecimiento de la
industria alemana se ralentizó, aumentó enormemente el desempleo y bajaron los
precios de los productos agrícolas.
A medida que se agravaba la depresión, la situación se mostraba cada vez más
propicia para una rebelión. Fritz Thyssen, presidente de un grupo empresarial del
sector del acero, y otros capitalistas entregaron grandes cantidades de dinero al
NSDAP. No obstante, numerosos empresarios alemanes manifestaron su firme
rechazo a este movimiento.
El Partido Nacionalsocialista en el Reichstag
El NSDAP ganó apoyo rápidamente y reclutó en sus filas a miles de funcionarios
públicos despedidos, comerciantes y pequeños empresarios arruinados, agricultores
empobrecidos, trabajadores decepcionados con los partidos de izquierdas y a multitud
de jóvenes frustrados y resentidos que habían crecido en los años de la posguerra y
no tenían ninguna esperanza de llegar a alcanzar cierta estabilidad económica.
En las elecciones al Reichstag (Parlamento alemán) de 1930 los nazis obtuvieron casi
6,5 millones de votos (más del 18% de los votos totales emitidos), lo que suponía un
gran ascenso en comparación con los 800.000 votos (aproximadamente un 2,5%)
obtenidos en 1928. Los 107 escaños alcanzados en estas elecciones les convirtieron
en el segundo partido del Reichstag, después del Partido Socialdemócrata Alemán
(SPD), que ganó 143 escaños. El KPD, con 4,6 millones de votos, también logró un
considerable avance con la obtención de 77 escaños.
El partido nazi rentabilizó al máximo el agravamiento de la depresión económica
(conocida internacionalmente como la Gran Depresión) entre 1929 y 1932. Los
esfuerzos desesperados del canciller Heinrich Brüning por salvar la república
democrática mediante decretos de emergencia no consiguieron frenar el creciente
desempleo. Por el contrario, la ineficacia de su administración socavó la escasa fe de
la población alemana en la democracia parlamentaria. Así pues, Hitler obtuvo un
elevado número de votos en las elecciones presidenciales de 1932, aunque la victoria
final fue para Paul von Hindenburg.
En las elecciones al Reichstag celebradas en julio de 1932, el NSDAP recibió 13,7
millones de votos y consiguió 230 escaños de un total de 670. Se había convertido en
el partido más fuerte, aunque no contaban aún con mayoría, y el presidente
Hindenburg ofreció a los nacionalsocialistas ingresar en un gobierno de coalición.
Hitler rechazó esta propuesta y reclamó gobernar en solitario. Se disolvió el Reichstag
y el NSDAP obtuvo únicamente 11,7 millones de votos (196 escaños) en las
elecciones que se convocaron en noviembre para elegir una nueva asamblea.
El SPD y el KPD obtuvieron en total más de 13 millones de votos, lo que les reportó
221 escaños; sin embargo, puesto que estos grupos eran rivales, los nazis, a pesar de
su retroceso electoral, continuaron siendo la fuerza mayoritaria en el Reichstag. Hitler
volvió a negarse a participar en un gobierno de coalición y la asamblea legislativa
alemana se disolvió por segunda vez. Hindenburg finalmente nombró a Hitler canciller
el 30 de enero de 1933, aconsejado por Franz von Papen. A partir de este momento
se inició la creación del Estado nacionalsocialista.
A finales de febrero, cuando estaba a punto de concluir la campaña de las nuevas
elecciones al Reichstag, el edificio que albergaba al parlamento fue destruido por un
incendio y se sospechó que este acto había sido provocado. Los nazis culparon a los
comunistas y utilizaron este incidente como un pretexto para reprimir a los miembros
del KPD con una brutal violencia; la misma suerte corrió posteriormente el SPD.
Ningún partido ofreció una resistencia organizada. Finalmente, todas las demás
agrupaciones políticas fueron ilegalizadas, se consideró un delito la formación de
nuevos partidos, y los nacionalsocialistas pasaron a ser la única organización política
legal.
Por la Ley de Poderes Especiales del 23 de marzo de 1933, todas las facultades
legislativas del Reichstag fueron transferidas al gabinete. Este decreto otorgó a Hitler
poderes dictatoriales por un periodo de cuatro años y representó el final de la
República de Weimar. El 1 diciembre de 1933 se aprobó una ley por la cual el partido
nazi quedaba indisolublemente ligado al Estado.
La organización del partido a partir de 1933
Desde ese momento, el partido se convirtió en el principal instrumento del control
totalitario del Estado y de la sociedad alemana. Los nazis leales no tardaron en ocupar
la mayoría de los altos cargos del gobierno a escala nacional, regional y local. Los
miembros del partido de sangre alemana pura, mayores de dieciocho años, juraron
lealtad al Führer y, de acuerdo con la legislación del recién instituido III Reich, sólo
debían responder de sus acciones ante tribunales especiales del partido.
En principio, la pertenencia a esta agrupación era voluntaria; millones de ciudadanos
deseaban afiliarse, pero muchos otros fueron obligados a ingresar en ella contra su
voluntad. Era preciso ser miembro del partido para ocupar un puesto en la
administración pública. Se estima que el número de afiliados
llegó a alcanzar los 7 millones en el momento de mayor
auge.
La principal organización auxiliar del partido nazi eran las
SA, designadas oficialmente como garantes de la revolución
nacionalsocialista y vanguardia del nacionalsocialismo.
Obtuvieron por la fuerza grandes cantidades de dinero de
los trabajadores y campesinos alemanes a través de sus
recaudaciones anuales de las contribuciones de invierno
para los pobres; se encargaron de la formación de los miembros del partido menores
de diecisiete años; organizaron un pogromo contra los judíos en 1938; adoctrinaron a
los oficiales asignados a las fuerzas terrestres del Ejército alemán y dirigieron a las
fuerzas de defensa nacional del Reich durante la II Guerra Mundial.
Otra importante formación del partido eran las SS, que organizaron divisiones
especiales de combate para apoyar al Ejército regular en los momentos críticos de la
contienda. Este cuerpo, junto con el Sicherheitsdienst (Servicio de Seguridad o SD), la
oficina de espionaje del partido y del Reich, controló el partido nazi durante los últimos
años de la guerra. El SD se encargó del funcionamiento de los campos de
concentración, creados para retener a las víctimas del terrorismo nazi, y desempeñó
un importante papel durante la etapa del conflicto bélico al permitir a Hitler controlar a
las Fuerzas Armadas desde el Estado Mayor. Otra sección importante del partido eran
las Hitler Jugend (Juventudes Hitlerianas), que formaban a jóvenes entre los 14 y los
17 años de edad para convertirlos en miembros de las SA, las SS o del partido. La
Auslandorganisation (Organización para Asuntos Exteriores) se ocupaba de la
propaganda nazi y creó, financió y dirigió las agrupaciones nacionalsocialistas de
Alemania y de la población alemana residente en el extranjero.
La reorganización de la sociedad alemana
Hitler comenzó a crear un Estado nacionalsocialista eliminando la oposición de las
clases trabajadoras y de todos los demócratas. El juicio del incendio del Reichstag
sirvió como pretexto no sólo para suprimir al KPD y al SPD, sino para abrogar todos
los derechos constitucionales y civiles y crear campos de concentración para confinar
a las víctimas del terror nacionalsocialista.
La Gestapo
La Geheime Staatspolizei (Policía Secreta del Estado),
conocida como Gestapo, fue fundada en 1933 para reprimir
la oposición al régimen de Hitler. Cuando se incorporó al
aparato del Estado en 1936, se la declaró exenta de
someterse a las restricciones que imponía la ley, y sólo debía
responder de sus actos ante su jefe, Heinrich Himmler, y ante
el propio Hitler.
Centralización y coordinación
Desde 1933 hasta 1935, la estructura democrática de
Alemania fue sustituida por la de un Estado completamente
centralizado. La autonomía de la que anteriormente habían
disfrutado las autoridades provinciales quedó abolida; estos
gobiernos regionales quedaron transformados en
instrumentos de la administración central y fueron
estrictamente controlados. El Reichstag desempeñaba un
papel meramente formal, una vez desposeído de su carácter
legislativo.
A través de un proceso de coordinación (Gleichschaltung), todas las organizaciones
empresariales, sindicales y agrícolas, así como la educación y la cultura, quedaron
supeditadas a la dirección del partido. Las doctrinas nacionalsocialistas se infiltraron
incluso en la Iglesia protestante. Se promulgó una legislación especial por la cual
quedaron excluidos los judíos de la protección de la ley.
La economía y la purga de 1934
El desempleo fue el problema más transcendente al que tuvo que hacer frente Hitler al
asumir el poder. La industria alemana producía en esos momentos aproximadamente
a un 58% de su capacidad. Se estima que el número de desempleados de Alemania
oscilaba entre los 6 y los 7 millones. Miles de ellos eran miembros del partido que
esperaban que Hitler aplicara las promesas anticapitalistas expuestas en la
propaganda nazi, acabara con los monopolios y asociaciones de industriales y
reactivara la industria mediante la creación de un gran número de pequeñas
empresas. Los miembros del partido reclamaban una segunda revolución. Las SA,
dirigidas por Ernst Röhm, asumieron el control del Reichswehr (Fuerzas Armadas
alemanas) como parte del nuevo programa. Hitler tuvo que elegir entre un régimen
nacionalsocialista sustentado por las masas o una alianza con los industriales del país
y el Estado Mayor del Reichswehr, y eligió esta última opción.
El 30 de junio de 1934, en la posteriormente denominada Noche de los cuchillos
largos, el Führer ordenó a las SS eliminar a diversos miembros de las SA, un grupo
que podía instigar una rebelión en el Ejército, en opinión de Hitler. Fueron asesinados
varios líderes de las SA y del partido, entre ellos Röhm y más de 500 de sus
seguidores, muchos de los cuales no eran contrarios a la política de Hitler. También se
incluyó en la purga a otros enemigos del régimen, como el general Kurt von
Schleicher, y a algunos monárquicos que defendían la restauración de la dinastía
Hohenzollern.
El nuevo orden
La supresión de los partidos de la oposición y las cruentas depuraciones de los
contrarios al nuevo régimen no consiguieron resolver el problema del desempleo. Para
ello era necesario que Hitler reactivara la economía alemana. Su solución fue crear un
nuevo orden, cuyas premisas principales eran las siguientes: el aprovechamiento
pleno y rentable de la industria alemana sólo podría alcanzarse restableciendo la
posición preeminente del país en la economía, industria y finanzas mundiales; era
preciso recuperar el acceso a las materias primas de las que Alemania había sido
privada tras la I Guerra Mundial y controlar otros recursos necesarios; debía
construirse una flota mercante adecuada y modernos sistemas de transporte
ferroviario, aéreo y motorizado; así mismo había que reestructurar el sector industrial
para obtener la mayor productividad y rentabilidad posible.
Todo ello requería la supresión de las restricciones económicas y políticas impuestas
por el Tratado de Versalles, lo que provocaría una guerra. Por tanto, era preciso
reorganizar la economía a partir del modelo de una economía de guerra. Alemania
debía alcanzar una completa autosuficiencia en lo referente a las materias primas
estratégicas, creando sustitutos sintéticos de aquellos materiales de los que carecía y
que no podrían adquirirse en el extranjero. El suministro de alimentos quedaba
asegurado a través del desarrollo controlado de la agricultura. En segundo lugar, había
que eliminar los obstáculos que impidieran la ejecución de este plan, esto es,
imposibilitar la lucha de los trabajadores para mejorar sus condiciones anulando la
acción de los sindicatos y sus organizaciones filiales.
Los sindicatos
El nuevo orden supuso la ilegalización de los sindicatos y las cooperativas y la
confiscación de sus posesiones y recursos financieros, la supresión de las
negociaciones colectivas entre trabajadores y empresarios, la prohibición de las
huelgas y los cierres patronales, y la exigencia a los trabajadores alemanes de
pertenecer de forma obligatoria al Deutsche Arbeitsfront (Frente Alemán del Trabajo o
DAF), una organización sindical nacionalsocialista controlada por el Estado. Los
salarios fueron fijados por el Ministerio de Economía Nacional.
Los funcionarios del gobierno, denominados síndicos laborales, designados por el
Ministerio de Economía Nacional, se encargaron de todos los asuntos relativos a los
salarios, la jornada y las condiciones laborales.
Las asociaciones comerciales de empresarios e industriales de la República de
Weimar fueron transformadas en organismos controlados por el Estado, a los que los
patrones debían estar afiliados obligatoriamente. La supervisión de estos organismos
quedó bajo la jurisdicción del Ministerio de Economía Nacional, al que se le habían
conferido poderes para reconocer a las organizaciones comerciales como las únicas
representantes de los respectivos sectores de la industria, crear nuevas asociaciones,
disolver o fusionar las existentes y designar y convocar a los líderes de estas
entidades.
El Ministerio de Economía Nacional favoreció la expansión de las asociaciones de
fabricantes e integró en cárteles a industrias enteras gracias a sus nuevas atribuciones
y al margen de acción que permitía la legislación. Asimismo, se coordinó la actividad
de los bancos, se respetó el derecho a la propiedad privada y se reprivatizaron
empresas que habían sido nacionalizadas anteriormente. El régimen de Hitler
consiguió eliminar la competencia por medio de estas medidas.
Por último, el nuevo orden implantó el dominio económico de cuatro bancos
y un número relativamente reducido de grandes grupos de empresas, entre
los que se encontraba el gran imperio de fábricas de armamento y de acero
de la familia Krupp y la I. G. Farben, que producía colorantes, caucho
sintético y petróleo, y controlaba a casi 400 empresas. Algunas de estas
fábricas empleaban como mano de obra forzosa a miles de prisioneros de
guerra y a ciudadanos de los países que iban siendo conquistados. Los
cárteles también suministraron materiales para el exterminio sistemático y
científico realizado por el régimen nacionalsocialista de millones de judíos,
polacos, rusos y otros pueblos o grupos. Véase Genocidio; Holocausto.
Las trágicas repercusiones del nazismo
La creación del nuevo orden permitió a los nacionalsocialistas resolver el
desempleo, proporcionar un nivel de vida aceptable a los trabajadores y campesinos
alemanes, enriquecer al grupo de la elite del Estado, la industria y las finanzas y crear
una espectacular maquinaria de guerra.
A medida que se erigía el nuevo orden en Alemania, los nazis avanzaban política y
diplomáticamente en la creación de la Gran Alemania. La política exterior de Hitler
representó un oscuro capítulo de la historia cuyos acontecimientos más relevantes
fueron la remilitarización de Renania (1936); la formación del Eje Roma-Berlín (1936),
la intervención en la Guerra Civil española (1936-1939) en apoyo de las tropas de
Francisco Franco; la Anschluss (‘unión’) de Austria (1938); la desintegración del
Estado checoslovaco, tras ocupar los Sudetes, región con numerosa población
alemana (1939); la negociación de un pacto de no agresión con la Unión Soviética (el
denominado Pacto Germano-soviético) que contenía un acuerdo secreto para el
reparto de Polonia y, como consecuencia de esta cláusula, la invasión del territorio
polaco el 1 de septiembre de 1939, acción que dio inicio a la II Guerra Mundial.
Hitler se jactaba de que el nacionalsocialismo había resuelto los problemas de la
sociedad alemana y perduraría durante miles de años. El nacionalsocialismo solucionó
algunos conflictos ante los que la República de Weimar se mostró impotente y
transformó a la débil república en un Estado industrial y políticamente poderoso. Pero
esta reconstrucción condujo a la II Guerra Mundial, el enfrentamiento bélico más
cruento y destructivo de la historia de la humanidad, del que Alemania salió derrotada,
dividida y empobrecida. También hay que añadir al precio de esta empresa el
sufrimiento del pueblo alemán durante el gobierno de Hitler y después de su muerte. El
aspecto más trágico del nacionalsocialismo fue el asesinato sistemático de 6 millones
de judíos europeos.
Después de la II Guerra Mundial, siguió existiendo un pequeño movimiento neonazi en
la República Federal Alemana, que adquirió cierta popularidad tras la unificación de
Alemania en 1990, formado por jóvenes descontentos que han elegido como blanco
de sus actos violentos a ciudadanos judíos, negros, homosexuales y de otros grupos.
También han surgido organizaciones neonazis en distintos países europeos y
americanos.
Resumen de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
¿Fue inevitable la guerra? La visión panorámica de las relaciones internacionales así
parece indicarlo. Lo hemos estudiado anteriormente. Los virajes hacia la guerra, o,
dicho de otro modo, los pasos hacia el abismo, condujeron a una situación sin retorno.
En “Mein Kampf” Hitler había escrito acerca de la necesidad y el derecho de la
expansión territorial de Alemania hacia el Este. Aunque no era muy explícito, parecía
apoyarse en la idea de que si Gran Bretaña se había convertido en el gran imperio
oceánico Alemania tenía el mismo derecho a ser un gran imperio terrestre. Como
último horizonte, el Reich alemán, sin detenerse en las fronteras orientales de Polonia,
Países Bálticos y Ucrania, se convertiría en un imperio mundial.
Esta doctrina desataría un huracán bélico que sobrepasó todo lo hasta ese momento
conocido. Nuevas armas y ejércitos de millones de soldados sembrarían la desolación
en el continente europeo y más tarde en Asia y Oceanía.
Sobre la Segunda Guerra Mundial se dispone no sólo de unos fondos documentales
inagotables, en archivos de ministerios de asuntos exteriores, embajadas y estados
mayores, sino también de un riquísimo material gráfico, al que en principio se otorgó
interés exclusivamente bélico. Por otra parte muchos de los protagonistas han dejado
su testimonio. Así ocurre con Churchill, De Gaulle, Eisenhower y Montgomery, en el
bando vencedor; Von Papen, Ribbentrop, Goebbels, entre los alemanes; Tojo, Sato,
Konoye, entre los japoneses. Algunas de estas memorias son autojustificativas, pero
en general todas pueden considerarse valiosas para el conocimiento de la guerra y los
procesos que la acompañaron.
Causas: (*) Puedes Ampliar en Este Sitio
· Finalizada la Primera Guerra o la Gran Guerra(1914-1918), se firmaron tratados de
paz entre las naciones, dichos tratados fueron un poco débiles y para algunos
países resultaron injustos, lo que produjo disconformidad en la población y deseos
de venganza.
· El Tratado de Versalle redujo de manera considerable los territorios de los Alemania
y Austria, zonas pobladas de germanos.
· Gran ambición y rivalidad entre algunos países, sobretodo aquellos que habían
perdido territorios en la Gran Guerra.
· Necesidad de demostrar su poderío bélico-militar y lograr una posición política de
superioridad frente a otros países.
· Controlar y dominar algunos territorios para explotar sus riquezas naturales.
Hitler quería ser la versión terrestre de lo que era Inglaterra en el mar.
· Problemas étnicos, según la filosofía de Hitler sobre la pureza de la "raza aria",
de acuerdo con las ideas expresadas en "Mi Lucha".
· Se enfrentaron tres ideologías contrarias, el liberalismo capitalista, el sistema
socialista y el nazi-fascista, esta ultima que responde a un sistema totalitario había
nacido en Italia y Alemania luego de la Primera Guerra.
Introducción:
· Alemania pierde la guerra, el káiser Guillermo I abdica y firma el Tratado de
Versalles, admitiendo su inferioridad y se esfuma el imperio alemán.
· Los obreros, la pequeña burguesía alemana y el ejército se reúnen en Weimar y
deciden adoptar un gobierno de tipo republicano, aceptando que la soberanía de
un país reside en el pueblo, y que este debe por lo tanto elegir a sus
representantes. Se la conoce como la República de Weimer.
· Esta república no contó con el apoyo de los sectores más poderosos, como la
burguesía industrial, por que suponían que los obreros podrían formar un duro
sector que iría contra sus intereses.(Pensemos que estaba de moda el socialismos
de Rusia)
· Por otro lado la nueva república aceptaba las disposiciones del Tratado de
Versalles y creía conveniente pagar todas las exigencias estipuladas en dicho
tratado, actitud que creó una importante resistencia, como la de algunas
estrategias económicas que produjo una descontrolada inflación entre 1919 y
1923. Un dólar, llegó a equivaler 4.250.000.000 marcos alemanes, cuando antes
costaba 76 marcos.
· En esta etapa aparece un partido nacionalista que dirigido por un líder que
arengaba discursos conmovedores, de ideas nacionalistas, les fue devolviendo el
orgullo y la fe al pueblo alemán, proponiéndole el rearmen militar, la pureza de la
raza aria y la unificación de una Gran Alemania. Ese conductor fue: Adolf Hitler, y
su partido se denominaba nacionalsocialista o simplemente NAZI.
· Este partido decidió culpar a los judíos, marxistas y liberales de las desgracias
actuales de Alemania, por lo que comenzó una política de persecución y
eliminación sistemática de todos estos sectores. Para Hitler los judíos, que
controlaban la economía capitalista habían dividido al pueblo germano y habían
detenido el crecimiento económico de Alemania, y no le hacia nada bien al país.
· Hitler cuando consiguió cierto poder y apoyo de algunos militares, dio un golpe
político que se conoce como el Putsch de Munich, que fracaso porque aún su
poder no estaba consolidado y algunos seguidores lo abandonaron en el camino.
Estuvo preso 8 meses y allí escribió su libro cumbre, Mi Lucha, en donde asentó
sus ideas y su plan de lucha futuro. Su secretario fue Rudolf Hess que más tarde
sería uno de los mas importantes líderes del nazismo del Tercer Reich.
· Llega el año 1929, comienza la más grande crisis económica mundial del
capitalismo en el siglo XX, la Bolsa de Wall Street se derrumba y como un dominó
las empresas comienzan a caerse una tras otra, la desocupación toma índices
increíbles. A esa situación Alemania no está para nada exenta, y los desocupados
alcanzan a 6.000.000 en ese país.
· La república no logra resultados positivos para paliar la crisis, y comienza a
debilitarse. Ante este caos y sin propuestas efectivas el partido NAZI surge como
una posibilidad cierta de crecimiento y mejoras económicas el pueblo lo escucha
con atención, ven en Hitler una salida rápida y aparecen nuevos adeptos. En las
elecciones de 1932 el nazismo consigue el 37% de las bancas en el Parlamento.
· Los nazi también son apoyados por una gran masa de campesinos que estaban
al borde de la pobreza, la clase media también lo sigue.
· En 1933 es nombrado Canciller y su plan comienza a funcionar, toma gran poder
y se relaciona con la burguesía industrial, les promete y asegura mucho trabajo en
el rearme bélico.
· Organiza grupos violentos y sanguinarios para perseguir a los disidentes al
sistema y fueron la guardia personal del furher. Fueron los grupos S.A. y S.S.
· Siendo Canciller incendió el Parlamento y culpó a los comunistas, de esta
manera justificó la persecución a este sector. Mas tarde clausura el Parlamento y
crea el Tercer Reich, que durará 1000 años, él será el conductor -el Furher- y
exige una total sumisión y fidelidad a su persona.
· Con la S.S. persiguió y eliminó a todos los opositores "enemigos del Reich" ,
además quemó libros públicamente y creó los campos de concentración. Armó un
aparato publicitario en apoyo a sus gobiernos y comenzó el Plan de purificación de
la raza. En antisemitismo ya estaba un poco arraigado en la población europea,
por lo que no fue muy difícil inculcarles este sentimiento de rechazo a gitanos y
judíos. Por ejemplo Inglaterra hablaba de la superioridad racial para justificar su
política de agresión y dominación imperialista en los países pobres y débiles que
tenía sometidos en diversas partes del globo.
· Con los judíos comenzó quitándoles diversos derechos civiles, y poco a poco los
fue obligando a vivir aislados de la sociedad y encerrados en guetos, que eran
sectores dentro de la ciudad, pero cercado por un alambrado y controlados por la
policía alemana. El mayor fue el de Varsovia, y famoso por su rebelión, contra los
nazi.
· Los campos de concentración que eran cientos, estaban distribuidos por todo el
país. Allí se los obligaba a realizar trabajos forzados de cualquier tipo, y recibían
una pequeña dosis en calorías de comida diaria, lo que aseguraba que en sólo 6
meses de penurias esos judíos morían de debilidad (estaba todo calculado, en su
Plan: "La Solución Final").Por otro lado no tenían mucha protección contra el
helado clima de algunas zonas, por lo que muchos morían de frío. Todos lo judíos
que se consideraban ineptos para el trabajo como los viejos, chicos y enfermos
eran clasificados diariamente y llevado a las cámara de gas, donde se los asfixiaba
y los cadáveres de los quemaba en grandes hornos. Los muertos llegaron a
6.000.0000 en toda la guerra, donde gran porcentaje fueron eliminados en los
últimos 2 años. Inclusive llegó a descuidar la guerra en pos de completar su "Plan"
con los judìos.
· Económicamente el gobierno de Hitler logró una importante recuperación y su
plan se basaba en:
Obras públicas importantes, desarrollo de la industria automotriz, parcelas de 125
ha. cada una para que se sean trabajadas por los campesinos y aumentar así la
producción agrícola. Producción de armamento bélico. Los desocupados eran
incorporados a la milicia alemana. Eliminar todo opositor del sistema, para que la
política establecida no se vea entorpecida por estos "enemigos del país". Aplastó a
los sindicatos. Controló la prensa pública.
Comienzo De La Guerra:
· Se puede dividir esta contienda en dos fases: a) desde 1939 a 1941 en donde
se desarrolla fundamentalmente en Europa y con dominio de las potencias del eje
y b) desde 1942 hasta 1945 la guerra adquiere dimensiones mundiales, con el
ingreso de EE.UU. al conflicto.

01-09-1945 Soldados alemanes rompen las barreras de la frontera polaca


· Hitler ya preparado bélicamente comienza su plan de acción ya declarado en su
libro, Mi Lucha, desea anexar Austria, a su imperio, pues allí había muchos
alemanes.
· Luego ocupa la región de los montes sudetes en Checoslovaquia, donde
habitaban 3.000.000 de alemanes, y luego extiende su poder a todo ese país.
· Hitler perseguía su sueño en la unificación alemana y unidad aria, en realidad
estos territorios nunca habían pertenecido a Alemania.
· Francia e Inglaterra la dos potencias importantes de Europa veían como Hitler
iba ganando terrenos, rompía el Tratado de Versalles, pues se había rearmado e
iniciaba su expansión territorial.
· Los primeros avances alemanes fueron aceptados por algunas potencias porque
entendían que el Tratado de Versalles había sido muy duro con Alemania y era
justo que este país recuperara algo de los territorios perdidos.
· Por otro lado Hitler luchaba contra el comunismo por lo que les servia como una
barrera contra el expansionismo soviético.
· En pocas semanas (con el blitzkrieg ó la Guerra Relámpago) toma Polonia y los
países aliados le declaran la guerra.
· Hitler tiene dos flancos que defender (oriental y occidental) y por lo tanto firma un
pacto de no agresión con Rusia (Stalin), y se reparte algunos territorios de Polonia.
Rusia recupera territorios que pertenecían al antiguo imperio zarista.
· Hitler avanza sobre Dinamarca y Noruega que por neutrales le aseguraba puerto
para la marina, y los vence fácilmente. Sigue hacia los países bajos y entra en
Francia, allí encuentra resistencia de los aliados, pero son superados y 300.000
soldados deben replegarse contra la costa de Dunkerque. Goering, jefe de la
aviación trata de aniquilarlos a todos los aliados encerrados en entre esas costas y
el canal de la Mancha, pero no puede.
· Ataca a Francia, la que es vencida muy rápidamente. Alemania ocupa París y De
Gaulle se refugia en Londres en 1940. En Francia Pataìn arma un gobierno en
Vichy. Nace la resistencia francesa, cuya actuación fue sumamente importante
durante la guerra, entorpeciendo los planes alemanes.
· Trata de invadir Inglaterra, pero se encuentra con una feroz resistencia aérea, la
RAF, que controla el ataque y retrasa el plan alemán. De todas maneras
destruyeron aeródromos, fabricas bélicas, instalaciones de radar, poblaciones con
miles de civiles. Hitler acostumbrado a ganar, deja este avance para más tarde y
se quiere atacar a Rusia, ignorando el pacto e no agresión con Stalin.
· Stalin continua con la anexión de los territorios señalados en el Pacto de No
Agresión, y ocupa Rumania, Hitler intervino este país e impuso un régimen pro
nazi, apoderándose de las reservas de petróleo de Rumania. Este hecho produjo
la rotura de las relaciones con Rusia.
· El plan para atacar Rusia, se llamó Operación Barba Roja y consistía en atacar por
el norte a Leningrado, por el centro a Moscú y por el sur a Stalingrado. Ocupando
esta última ciudad podría controlar el abastecimiento de petróleo del Caúcaso que
iban hacia Moscú. También dominando Rusia, Japón podría controlar el Pacifico y
amenazar a EE.UU. para que no entre en el conflicto.
· En Junio de 1941, organiza dicha operación, ataca a la URSS, luchando contra
el comunismo, pero evalúa mal el poderío ruso, los cuales defendieron con gran
valor a Stalingrado y el ejército alemán debió replegarse, totalmente
desabastecidos y desarmados. Hitler los obliga a resistir pero el crudo invierno los
termina por vencer definitivamente, el ejército capitula. 140.000 alemanes fueron
muertos, fue la peor derrota sufrida por Alemania. 90.000 soldados se rinden, Hitler
pedía que se suiciden.
· Paralelamente, Hiltler llega a un acuerdo con Mussolini, El Pacto de Acero, donde
le dá el control del Mediterráneo a cambio de que Italia renuncie a sus intereses en
Austria. Junto a Japón forman el Pacto Tripartita o "el eje". Italia entra en guerra y
ataca Grecia, luego Egipto, sin consultar a Hitler, quien debe crear el Africa Korps,
para ayudarlo, porque sus actuaciones bélicas son mediocres.
· Su plan en Egipto era tomar el Canal de Suez que estaba custodiado por fuerzas
inglesas, y controlar la ruta hacia oriente. Cuando casi era vencido, recibió apoyo
de fuerza alemanas dirigidas por Rommell (el Zorro del Desierto) e hicieron
retroceder a los ingleses. En 1941, los ejércitos italosgermanos se dirigen a
Yugoslavia y Grecia, que se rindieron en pocos dias, apoderandosé de los
Balcanes por un par de años. Poco más tarde los alemanes iniciaron una
contraofensiva en El Alamein pero sin éxito, finalmente el ejército alemán fue
expulsado de esa zona en 1943.
· Japón quiere acaparar terrenos (colonias europeas) en Indochina en busca de
recursos naturales, como el caucho y petróleo, ya que el Congreso de EE.UU.
había decidido caducar el acuerdo del envío de armas. Japón desesperado, sin
aviso, bombardea en 7 de diciembre de 1941, por sorpresa la escuadra de aviones
en Pearl Harbor en Hawai, destruyendo casi la totalidad de la base. EE.UU. le
declara la guerra a Japón, pero sigue neutral en Europa. Hitler convencido que
luego de la derrota estadoudinense es imposible perder su guerra y le declara la
guerra a EE.UU. Italia siguió su ejemplo. EE.UU. ahora ingresa a la guerra
mundial.
· Se forma la Alianza de las Naciones Unidas, que se conoció como aliados,
integrada por Francia, Inglaterra, EE.UU., China y la URSS.
· Como puede observarse se establecen tres frentes de guerra: uno al norte de
Africa dirigido por Montgomery y Einsenhower, contra las fuerza alemanas
dirigidas por Rommel, otro en Rusia o frente oriental, contra las tropas soviéticas
(Batalla de Stanligrado) y el tercero en el Pacifico contra los japoneses, que no
pudo mantener una guerra prolongada, y perdió pronto su hegemonía militar frente
a las tropas dirigidas por el general McArthur.
· Los italianos, cuyo conductor era Mussolini, perdieron varias batallas importantes
y se debilitaron notablemente, el Eje comenzó a perder fuerzas.
· Por otro lado Alemania tenía una guerra dirigida por Rommel, en el norte de
Africa, cuya actuación contra los británicos había sido excelente, pero luego
totalmente desabastecidos, pues Alemania no alcanza a apoyar con suministro a
sus tropas, el ejército alemán fue derrotado.

El general británico Bernard Law Montgomery aparece aquí dando órdenes a su


Estado Mayor sobre los movimientos diarios de sus tropas en África del Norte. A
principios de noviembre de 1942, las fuerzas de Montgomery rompieron las líneas
alemanas encabezadas por el mariscal de campo Erwin Rommel en El-Alamein,
concluyendo así la cadena de victorias de Hitler en esta región.
· También, en el frente del Pacifico, Japón pierde superioridad militar, al ser
derrotada en las batalla del Mar de Coral y Midway, frente a los estadoudinenses.
· Estos importantes avances propiciaron que los dirigentes de las grandes
potencias se reúnan en Teherán (Irán) en diciembre de 1943, donde tomaron una
serie de decisiones para el reparto de los territorios conseguidos y tomaron los
lineamientos a seguir en la contienda.

Stalin-Roosevelt y Churchill en Teherán (Diciembre de 1943)


· Alemania estaba agotada y por el oriente se le avecina el ejército ruso, EEUU
aliada con Inglaterra, atacaban por el occidente. Perdía muchos hombres y debió
utilizar a los extranjeros prisioneros, en las fábricas, pues se necesitaban cada vez
mas hombres para hacer frente al conflicto.
· Alemania desarrolla las bombas volantes, V1 y V2, super poderosas y muy
difíciles de detectar. La V2 podía destruir una manzana en segundos. Los aliados
pudieron bombardear las fábricas claves de estos cohetes.También prueba nuevos
aviones a reacción muy poderoso.
· EE.UU. e Inglaterra montaron un plan de ataque, y desembarcaron en las costa
de Normandía, último bastión alemán fuertemente defendido. El 6 de junio de
1944,conocido como el día -D- y hora -H-. 300.000 aliados desembarcaron en sus
costas, fue la mayor invasión naval de la historia. Esta operación la dirigía en Gral.
británico Montgomery.
· En 1944 EE.UU libera a Roma, Hitler defiende todo el límite francés con sus
últimos recursos bélicos. Forma el "muro Atlántico" y cree que puede contener los
ataques aliados.
· Hitler sufre un atentado contra su persona en manos de varios dirigentes
militares que se oponían a la continuación de la guerra, pero un error, hace que se
salve.
· Los aliados logran romper el cerco alemán y avanzan hacia Berlín, lo mismo que
el ejército ruso. Hitler está atrapado y decide suicidarse con un arma, su amante
Eva Braun se envenena, el 30 de abril de 1945. Ambos cuerpos se incineraron en
el subsuelo de la Cancillería.
· El 30-04-1945, los rusos toman y destruyen la cancillería alemana en Berlín e
izan la bandera roja en el Parlamento alemán, y el 7 de mayo de 1945 los
representantes del Estado alemán firman la capitulación sin condiciones, el Tercer
Reich había sido derrotado definitivamente.
· En Julio de 1945 se reúnen Churchill, Stalin y Truman en Postdam, cerca de
Berlín para consignar un documento final con los siguientes acuerdos: desarme y
desmilitarización completa de Alemania, división de Alemania en cuatro zonas,
disponer un tribunal para juzgar a los crímenes de guerra. (foto abajo)

· 6-8-1945 EE.UU., por decisión de Harry Truman, arroja la bomba atómica sobre
Hirohima , 3 días después sobre Nagasaki, mueren mas de 100.000 japoneses en
segundos. Hirohito firma la rendición el 02-09-1945 a bordo del acorazado
Missouri. El Gral. MacArthur recibió los documentos de la rendición japonesa.
02-09-1945 Hirohito firma la rendición de Japón sobre el acorazado Missouri
Repercuciones:
Demográficas: 60 millones de muertos, de los 6 millones fueron judíos torturados.
Políticas: el mundo quedó dividido en dos bloques, socialista y capitalista, se inicia la
Guerra Fría.
Territoriales: se modificó el mapa político o territorial de Europa.
Económicas: Europa quedó desvastada, sin comunicaciones, sin infraestructuras, sin
suelo apto para el cultivo, sin industrias, casi vacía.
Diplomáticas: Se creó la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para fomentar la
paz, llegar a acuerdos internacionales y solucionar los conflictos por vías pacificas,
intentando la unidad entre todos los pueblos del mundo.
La Guerra En Números:
Hiroshima
El día 5 de agosto de 1945, en la base de Tiniaii,
una isla de las Marianas a 200 km. de Guam, una
tripulación de B-29 -la famosa superfortaleza
volante»- integrante del 509." Grupo Mixto y
preparada desde muchos meses antes en la base
secreta de Wendover, en Utah, para una misión
especialísima, esperaba llena de ansiedad la
llegada de una orden. El entrenamiento había
sido durísimo y realizado en el más absoluto
aislamiento. La tripulación la encabezaba el
coronel Paul Tibbets, veterano jefe de grupo de
B-17 con múltiples misiones en Europa y el norte
de Africa y que había sido elegido por sus
excepcionales cualidades técnicas y personales.
Él había escogido como hombre de la más
absoluta confianza, para acompañarle en la
misión, al oficial bombardero Tom Ferebee,
experto en el bombardeo por medios visuales, y
al oficial de derrota Ted van Kirk, llamado
«Dutch», navegante peritísimo.
Durante meses habían hecho prácticas de
lanzamiento de una rara bomba a la que se llamaba familiarmente «La Cosa", un
enorme cilindro dotado de cola, cuyo contenido explosivo era un arcano para casi
todos, Sólo Tibbets estaba en el secreto de su carga nuclear y, llegado el momento del
lanzamiento, la pregunta que le obsesionaba era: ¿la deflagración alcanzaría a
volatilizar el avión portador de la bomba? «No obstante confesaría después el propio
Tibbets- yo confiaba plenamente en los científicos y sabía que sus cálculos eran de
una precisión total. Ellos me habían explicado que, en el instante de la explosión, mi
avión se habría alejado 17 kilómetros del punto cero en relación con la trayectoria de
la bomba. Por otra parte, en cuanto al problema de la onda provocada por la bomba,
los ingenieros aeronáuticas me aseguraron que mi superfortaleza soportaría¡ un
choque de 2 g, es decir, el doble de su propio peso.»
Aquel día 5 se llegaba a la fecha de la gran decisión, porque los meteorológicos
habían pronosticado que el período entre el 6 y el 9 de agosto ,cría el más
favorable para realizar el bombardeo desde el cielo japonés.
Robert J. Oppenheimer nació en 1904, en Nueva York, siendo hijo de un
emigrante alemán llegado a América a los 14 años y que posteriormente haría
fortuna en negocios textiles. Desde su más temprana infancia, Oppenheimer
demostró poseer una inteligencia privilegiada. Sus estudios superiores los
cursó en Harvard, simultaneando las humanidades con la física y la química.
Dotado de una gran ansia de saber, y con una extraordinaria capacidad para asimilar
conocimientos, se interesó por el pensamiento oriental, estudió el hinduismo y llegó a
dominar el sánscrito, aparte de numerosas lenguas vivas. En 1925 se diplomó cum
laude en Harvard. Posteriormente, amplió estudios de física en Cambridge con
Rutherford, en Gotinga con Born y Dirac y más, en Zurich Leyde.
Su brillantez intelectual y la profundidad de sus estudios le hicieron perfilarse como un
científico de gran porvenir, que había encontrado su camino en la más fascinante
empresa que en la década de 1930 se le podía proponer a un físico: la investigación
atómica. En 1 92 9 empezó a dar clases de física en la Universidad de Berkeley,
donde dispuso de un importante laboratorio de investigación.
Alineado entre los intelectuales americanos de ideas socialmente progresivas,
Qppenheimer no hizo un secreto de su antifascismo ni de su filomarxismo, aunque no
llegara a militar en el partido comunista. En el período anterior a la Segunda Guerra
Mundial, mantuvo una relación íntima con una doctora, conocida militante del
comunismo.
En 1942 -a los 38 años- le ofrecieron la supervisión y el control global del proyecto
Manhattan y la dirección del superlaboratorio de Los Alamos. La oportunidad de tener
a su alcance la construcción del ingenio más poderoso de todos los tiempos fue
tentación que venció todos los escrúpulos morales de Oppenheimer. Durante el
proceso de fabricación de la bomba volvió a tener contacto con su antigua amiga, la
militante comunista, hecho que no escapó al conocimiento del general Groves,
responsable máximo de la seguridad. El general, tras una conversación afondo con
Oppenheimer, se aseguró de que éste había roto sus relaciones con la extrema
izquierda y, valorando la importancia proyecto' lo confirmó en el cargo. El éxito
alcanzado con la fabricación de bomba y sus efectos sobre Japón hicieron que
Oppenheimerfuera exalta do por la prensa y la opinión pública americana como el
hombre que había hecho posible el victorioso final de guerra.
Ante el problema moral suscitad por la carrera atómica, Oppenheime descubrió el
personaje hamletiano qu llevaba dentro, manifestándose pes a sus reparos íntimos en
pro de continuidad de las investigaciones Por eso constituyó una gran sorpresa el
saberse, en octubre de 1945, que abandonaba la dirección de Los Alamos y volvía a la
enseñanza. En 1947 fue designado director del Instituto Estudios Superiores de
Princeton y entró a formar parte de la Comisión de Energía Atómica. Cuando en 1950
el presidente Truman ordenó la construcción de la bomba de hidrógeno, Oppenheimer,
una vez más, se mantuvo en una duda atormentada por el alcance de la carrera
nuclear, pero sin alinearse entre los opositores.
En 1954, al llegar el período de la «caza de brujas», Qppenheimer fue acusado de
«actividades antiamericanas» por haber mantenido relaciones con elementos
comunistas. Con arreglo a las prácticas utilizadas por la Comisión de Encuesta, se le
declaró «indeseable para toda función que supusiese un acceso a secretos militares».
Pese a la protesta de gran número de científicos, Oppenheimer hubo de sufrir años de
ostracismo oficial Durante ellos, no obstante, continuó trabajando en la Universidad y
dando conferencias. En 1958 viajó a París, fue recibido en la Sorbona y el Gobierno
francés le otorgó la Legión de Honor, todo lo cual e una especie de desagravio al que
se asociaron los científicos europeos.
En 1963 fue rehabilitado y se le otorgó el premio Fermi, el más alto galardón que se
concede a los destacados en la investigación nuclear.Falleció en 1967, en Princeton.
Su vida fue una demostración del enfrentamiento del hombre de ciencia con unos
problemas éticos y morales que le desbordan. El mito del «aprendiz de brujo» tuvo en
el patético destino de Oppenheimer su más patente manifestación.
En el verano de 1939, la energía nuclear había desvelado ya sus inmensas
posibilidades destructivas. La fisión del uranio, llevada a cabo por primera vez por
Enrico Fermi, iba acompañada por un desprendimiento enorme de energía. Pero esto
no era todo: si la fisión del primer núcleo podía emitir varios neutrones, cada uno de
éstos podía provocar la fisión de otro núcleo, que a su vez al fisionarse emitía... Era la
reacción en cadena prevista por Joliot y Szilard. La idea de estar ante una fuente de
energía inimaginable, la posibilidad de tener al alcance la preparación de una mítica
fuerza explosiva, sobrecogió a los físicos que habían llegado a abarcar teóricamente
los efectos de la fisión en cadena. Pero se estaba en 1939. Muchos físicos,
investigadores del átomo, habían abandonado Alemania por su condición de judíos.
Otros, como el italiano Fermi, habían emigrado en desacuerdo con el fascismo que
imperaba en su país. Y todos ellos se habían refugiado en Estados Unidos. La idea
de que los sabios alemanes que habían quedado en su tierra pudieran preparar el
arma atómica era una suposición que podía hacer de Hitler el amo del mundo.
Ante esta temible eventualidad, Leo Szilard, un científico atómico húngaro refugiado
en Norteamérica, pidió a
Albert Einstein que llamase la atención del Gobierno americano sobre
el peligro que amenazaba, si los nazis conseguían preparar una
bomba atómica. Entre dudas y reticencias, el tiempo pasó. Entre
tanto, los ensayos y las investigaciones nucleares habían proseguido
en Princeton, en Berkeley, en Columbia... En 1941, los japoneses
atacaron Pearl Harbor. Estados Unidos era ya un país beligerante.
Ello precipitó la decisión. En agosto de 1942 se llegó a un acuerdo
para unir esfuerzos entre el Gobierno americano y el británico a fin de
comunicarse sus investigaciones, y el Ejército americano recibió el encargo de dar
prioridad absoluta, acelerando, coordinando y recabando cuantos recursos fueran
necesarios para realizar un proyecto al que se le puso el nombre clave de «
Manhattan». Su objetivo era fabricar la primera bomba atómica.
En el otoño de 1942, el general Leslie Groves, que había sido designado responsable
del proyecto, se entrevistó secretamente con el físico Robert J. Oppenheimer, un
brillante investigador cuyas cualidades personales de animador, capacidades de
coordinador y poder de captación le hacían especialmente idóneo para dirigir en lo
técnico la suma de esfuerzos que iba a representar el proyecto.
El lugar elegido para situar la planta de acabado fue Los Alamos, en Nuevo México,
lejos de cualquier centro habitado. En la bomba se puso a trabajar un ejército de
científicos, de técnicos, de militares: directa o indirectamente, más de cien mil
personas, la mayoría ignorantes de la finalidad real de su trabajo. La movilización fue
total. Todos los recursos disponibles se pusieron al servicio de la gigantesca
empresa. Cientos de millones de dólares se gastaron en un esfuerzo tecnológico que
abarcó una colosal Planta construida en Tennessee, un grandioso laboratorio en la
Universidad de Columbia, una enorme instalación en Oak Ridge, otra en Hanford. Yen
Los Alamos, junto a la planta atómica, surgió una ciudad habitada por los científicos y
sus familias. Era difícil que aquella dispersión no traicionara el secreto exigido. Pero
los severísimos controles y la más estricta vigilancia evitaron cualquier filtración.
Al principio se creyó que la bomba estaría lista en un año, pero se llegó a 1944, con el
proceso muy avanzado. La evidencia de que Alemania no podría ya obtener la bomba
y el sesgo favorable de la guerra contra Japón decidieron al científico danés Niels
Bohr, premio Nobel de Física, a dirigir un memorándum al presidente Roosevelt
previniéndole contra «la terrorífica perspectiva de una competencia futura entre las
naciones por un arma tan formidable». Pero el mecanismo infernal no podía ya
detenerse. La posesión de la bomba era un objetivo demasiado codiciado.
En julio de 1945, todo estaba listo para la gran prueba. En Los Alamos se hallaban
Oppenheimer, Bohr, Fermi, Bethe, Lawrence, Frisch... toda la plana mayor de los
sabios nucleares. El día 16, a las dos de la madrugada, las personas que debían
intervenir en la primera prueba estaban en sus puestos a varios kilómetros del punto
cero. Se fijó la hora H para las 5 de la madrugada. A las 5.30, una luz blanca,
radiante, mucho más brillante que el sol del mediodía, iluminó el desierto, las
montañas en la lejanía...
La superfortaleza volante B-29, fabricado por Boeing, fue el mayor avión construido
durante la Guerra Mundial. Proyectado en 1939 y tras un período de prueba en el que
tuvieron que superarse múltiples deficiencias técnicas, las primeras entregas a
ultramar se hicieron en marzo de 1944. Intervino, decisivamente en las operaciones
aéreas contra Japón y Alemania. . Fue el primer gran bombardero construido en serie
dotado de compartimentos presurizados. También fue el primero que dispuso de un
sistema centralizado y sincronizado de tiro de las ametralladoras. Sus dimensiones
era n gigantescas: longitud, 30 metros; envergadura, 43 metros. Iba equipado :con
cuatro motores Wright de 2.200 HP de potencia, que le daban una velocidad máxima
de 585 kilómetros por hora a 7.600 metros de altitud. La ,velocidad de crucero de gran
alcance era de 350 kilómetros a la hora, siendo su radio de acción de más de 8. 000
kilómetros y su techo de servicio de 9.700 metros. Su tripulación estaba integrada por
11 hombres.
Su armamento constaba de 10 ó 12 ametralladoras y un cañón de 20 mm y su carga
explosiva podía ser de cuatro bombas de 1.800 kilos u ocho de 900 kilos. Para cargar
la bomba de uranio, el Enola Gay hubo de acomodar su bodega, dado que las
dimensiones del ingenio superaban los 70 cm y de diámetro ' los 3 m de longitud.
La acción más espectacular y destructiva en la que participaron los B-29 fue el
bombardeo realizado en la, noche del 9 al 10 de marzo de 1945, Por 279 aparatos de
este tipo sobre: Tokio. En una sola noche, las superfortalezas destruyeron casi 25
kilómetros cuadrados del centro de la capital japonesas arrasaron el 25 % de los
edificios de la: ciudad. Cerca de 85.000 personas perdieron la vida y otras tantas
resultaron heridas, mientras que un millón de habitantes, de Tokio quedaron sin hogar.
El día de la rendición de Japón, las fuerzas aéreas norteamericanas tenían en servicio
3.700 bombarderos del tipo B-29.Las superfortalezas todavía tuvieron una importante
participación en la guerra de Corea; pero en 1955, con la puesta en servicio de los
grandes bombarderos a reacción B-47 y B-52 y la del B-36 mixto, los B-29 fueron
retirados definitivamente.
En esencia, la bomba atómica es un reactor o pila nuclear que no utiliza moderador
(es decir, ninguna sustancia que frene las partículas emitidas por el elemento
radiactivo) y en la que se origina una reacción en cadena.
Dos trozos de material radiactivo (uranio 235 en la Little Boy que se lanzó sobre
Hiroshima y que aparece en la fotografía inferior,- plutonio 239 en la Fat Man que se
lanzó sobre Nagasaki), de masa inferior a la crítica (es decir, a la masa a la que la
reacción en cadena se produce de forma espontánea) y separados por un espacio
vacío, son impelidos a chocar entre sí mediante la explosión de dos cargas
convencionales, de forma que la nueva masa resultante es superior a la crítica,
produciéndose la reacción nuclear.
Efectos a partir del centro: Dependiendo de su tamaño, los efectos de una deflagración
nuclear, se expanden en círculos concéntricos a partir del punto de impacto, que
normalmente se encuentra situado a cierta altura sobre el terreno.
El círculo más exterior es, lógicamente, el de menor destrucción y la causa principal de
ésta es la radiación térmica, que produce una «tempestad de fuego», quemaduras e
incendio.
En el círculo intermedio, donde la causa principal de destrucción es la onda de la
explosión (expansión y choque), se producen derrumbamientos, roturas de
conducciones de gas y agua, proyección de cascotes y cristales, etc.
Finalmente, en el círculo interior, la destrucción es total a calísa de las enormes
temperaturas (en Hiroshima, 17.000 personas «desaparecieron» carbonizadas y
pulverizadas) y la radiación mortal.
Los diámetros de estos círculos varían; por el . ejemplo, en una bomba de cien
kilotones (unas siete-cinco veces la de Hiroshima) son de dentro a fuera:2,5 km., 8 km.
y 16 km.
Plan de vuelo
El vuelo tenía prevista la hora de despegue para las 2.45 de la madrugada del día 6,
esperándose alcanzar el objetivo -que podía ser Hiroshima, objetivo prioritario, o bien
Kokura o Nagasaki- seis horas después, es decir a las 8.15, hora exacta que se había
precisado en función de las previsiones de la meteorología. Tres superfortalezas
acompañarían en el despegue al Enola Gay. Una de ellas tendría como misión el dar
los datos meteorológicos en el último momento y ya sobre el espacio aéreo japonés,
designando en función de este factor la ciudad que quedaría marcada por el fatal
destino de sufrir el comienzo de la era atómica. En los otros dos aviones viajarían los
científicos encargados de observar y registrar los efectos de la bomba.
Al término de la exposición del plan de vuelo, Tibbets anunció con voz grave que le era
necesario dar una información adicional del más alto interés. Y habló de que se
trataba de lanzar una

bomba cuyos efectos significarían muy probablemente la derrota de Japón y el fin de


la guerra. Tibbets, sin embargo, se abstuvo de mencionar el calificativo de «atómica»
aplicado ala bomba, pero precisó que la potencia del infernal ingenio equivaldría a la
de 20.000 toneladas de trilita. Sus palabras causaron una impresión profunda en la
tripulación, a la que se había incorporado el copiloto Bob Lewis, el ametrallador de
cola Bob Caron y de la que formarían parte tres personas más: el capitán Parsons -ya
citado- y su ayudante el teniente Morris Jeppson, quienes tendrían a su cargo el
activado de la bomba una vez en vuelo; y a ellos se añadiría el teniente Beser,
especialista en electrónica.
El despegue hacia un objetivo desconocido
Y llegó el momento decisivo. A la 1.45 de la madrugada despegó el B-29 destinado a
la misión meteorológica. Los otros despegarían después. A las 2.15, el B-29
modificado para que en su bodega cupiera la bomba de uranio 235, a la que se había
bautizado con el nombre de Little Boy («Muchachito»)
Entre una hilera de cámaras , iluminado por
potentes estaba en la cabecera de la pista
probando a plena potencia sus cuatro motores
Wright de 2.200 caballos de por que querían
registrar el histórico acon proyectores, el Enola
Gay arrancó de la pista con los cuatro mil kilos
de la bomba en sus entrañas. Eran las 2.45 de
la madrugada del 6 de agosto de 1945.
Alcanzada la cota de vuelo y con el rumbo
puesto hacia el archipiélago japonés, Parsons y
su ayudante pusieron manos a la obra en la
bodega del bombardero para activar el arma
nuclear. Veinte minutos después, habían dado
fin a su tarea. Fue entonces cuando el coronel
Tibbets, tras conectar el piloto automático,
reunió a la tripulación y les explicó la naturaleza
exacta del explosivo que llevaba a bordo. Para
aquellos hombres, hechos al cumplimiento de
unas misiones bélicas destructivas, cualquier
reparo moral estaba en aquel momento fuera de lugar. Aún más, la idea de que con
aquel explosivo podían acortar la guerra y ahorrar millares de vidas norteamericanas
ahuyentaba cualquier escrúpulo de conciencia.
Entre tanto, el Enola Gay proseguía su vuelo sin novedad sobre la capa de nubes por
encima de la zona de turbulencia. Poco a poco se iban percibiendo las tenues luces
del amanecer. Se acercaba la hora del alba. Al llegar el avión a la altura de lwo Jima,
según el horario previsto, dos aparatos de escolta esperaban describiendo círculos la
llegada del bombardero para, una vez avistado, ponerse a la altura de] Enola Gay y
seguir el vuelo juntos, hacia el objetivo.
El nuevo día empezaba a despuntar. Un nuevo día que millares de seres humanos de
una ciudad todavía ignorada no verían llegar a su crepúsculo, víctimas de una horrible
muerte.
La meteorología sella el destino de Hirosima
A las 7.09 se recibió en el Enola Gay el esperado mensaje. Era del comandante
EatherIy del Straight Flush, el avión meteorológico que les había precedido en el
despegue y que en aquellos momentos volaba a 10.000 metros sobre Hiroshima. En
él se confirmaba el objetivo principal como destino de la bomba. La ciudad, en medio
de un anillo de nubes, aparecía a través de un hueco de 15 kilómetros en el que la
visibilidad era perfecta. El mensaje del Straight Flush selló el destino de la ciudad. El
navegante Van Kirk marcó el rumbo preciso para situarse en la vertical del objetivo.
Sobre Hiroshima se había despertado también el sol de la mañana de un nuevo día
que -fatalmente- se anunciaba magnífico, sin nubes. Era una ciudad con más de
300.000 habitantes, famosa por sus bellísimos sauces y que hasta aquel día, pese al
sesgo desfavorable que la guerra había tomado para el Japón, no había
experimentado más conmoción que el estallido de 12 bombas enemigas. Aquella
mañana despejada, sus habitantes se disponían a hacer su vida habitual. El puerto,
antes animado por los embarques de tropas, aparecía desierto, porque la siembra de
minas realizada por los aviones americanos hacía que casi ningún barco fondease
ahora en Hiroshima. Fábricas, almacenes y enlaces ferroviarios trabajaban a pleno
rendimiento para aprovisionar y equipar a un ejército que, muy pronto, tendría que
afrontar el desembarco de los americanos en sus propias islas.
Afanada en sus quehaceres diarios, la gente prestó escasa atención a las sirenas que
sonaron anunciando la presencia de un avión enemigo, un B-29 que volaba a gran
altura y que, después de cruzar por dos veces el cielo de la ciudad, desapareció. El fin
de la alarma sonó a las 7.30. Era el B-29 del comandante Eatherly, que había
cumplido su misión de guía del Enola Gay. Al cese de la alarma, la gente dio un
suspiro de alivio. Los hombres inútiles para el servicio y los estudiantes que
trabajaban en la defensa pasiva creyeron que, una vez más, el azote de las bombas
iba a pasar sobre Hiroshima sin dejar rastro. Las gentes procedentes de zonas
bombardeadas celebraron una vez más su buena fortuna en la elección de la ciudad
que les había dado acogida.
De los hombres que participaron en los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, no
todos salieron incólumes de esa siembra de destrucción. Veinte años después, el
mayor Claude Eatherly era víctima de fuertes trastornos emocionales. Era el hombre
que, desde el avión meteorológico Straight Flush, había marcado el destino de
Hiroshima señalándola como el objetivo del Enola Gay.
Eatherly, el servicio durante un de finalizada la guerra, una vez desmovilizado
empezó a experimentar trastornos psiconerviosos influido por un claro complejo , de
culpabilidad. Su atormentado estado de ánimo se hizo público cuando fue detenido por
provocar un gran alboroto y producir destrozos en un lugar público. Tratado como
héroe de guerra en el juicio que se le siguió, rechazó toda consideración y , pidió ser
condenado, ya que se: sentía profundamente culpable. Aquel fue el inicio de todo un
proceso de autopunición, que le llevó de los tratamientos psiquiátricos a sucesivas
detenciones cada vez que su conducta buscaba un motivo para ser castigado. Su
plan, como él mismo confesó, era acumular actos. La protesta contra la sociedad que,
según él, le había convertido en un asesino. Su calvario se prolongó durante años y
su figura fue esgrimida por grupos pacifistas y contrarios al uso de la energía atómica,
mientras que la sociedad contra la que él se alzaba le tildaba de «loco».
Para otro aviador, la contemplación de la explosión? nuclear y la idea de,' las muertes
producidas significó también un profundo cambio en su destino. Fue el coronel inglés
Leonard Cheshire, el piloto de bombardero más condecorado de la RAF, invitado a
volar como observador en el avión meteorológico que escoltó al que bombardeó
Nagasaki. Cheshíre, superviviente de más de cien misiones sobre Alemania y los
países ocupados, curtido en la destrucción por las «bombas terremoto» usadas por la
RAF, quedó traumatizado por los efectos de la bomba nuclear. Y de si¿ mente no
pudo apartarse la imagen de hasta dónde puede llegar el poder destructivo que el
hombre, movido por el odio de la guerra, es capaz de el ejercer contra la propia
humanidad. Terminada la guerra, pidió el retiro de la aviación, se convirtió al
cristianismo y creó una fundación destinada a atender enfermos.
La hora H: 8h 15'17" del día 6
A las 7.50 hora de Tokio, el Enola Gay volaba sobre las inmediaciones de la isla de
Shikoku. A las 8.09 se divisó desde el avión el contorno de Hiroshima. Tibbets ordenó
a los dos aviones de escolta que se retirasen y, por el interfono, indicó a su tripulación
que se pusiera los anteojos que habían de protegerles contra el resplandor de la
explosión. A las 8.1 1, Tibbets accionó el mecanismo preparatorio para soltar a Little
Boy. Faltaban menos de cinco minutos. Debajo del Enola Gay, la ciudad de
Hiroshima se veía cada vez más cerca. El apuntador Ferebee se sabía de memoria la
planimetría de la ciudad. Rápidamente encuadró su punto de mira en el lugar elegido:
un gran puente sobre el río Ota. Cuando tuvo, puso en marcha la sincronización
automática para el minuto final del lanzamiento. El plan preestablecido era lanzar la
bomba a las 8.15, hora local. Las favorables condiciones atmosféricas y la pericia de
Tibbets permitieron que el avión coincidiera con el objetivo exactamente a las 8 horas,
15 minutos y 17 segundos. En aquella hora fatídica se abrieron las compuertas del
pañol y, desde una altura de 10.000 metros, el ingenio atómico inició su trayectoria
genocida.
Aligerado de un peso de más de 4.000 kilos, el bombardero dio un gran brinco hacia
arriba. Tibbets marcó un picado hacia estribor y a continuación hizo un viraje cerrado
de 158', a fin de alejarse al máximo del punto de explosión. Al mismo tiempo, desde el
instante del lanzamiento, Tibbets se puso a contar mentalmente los segundos
calculados hasta que la bomba estallara. Transcurridos 43 segundos, cuando el avión
se encontraba a 15 kilómetros del punto del impacto, la bomba hizo explosión,
accionada por una espoleta automática a unos 550 metros por encima del punto de
caída y a 200 metros escasos del blanco elegido.
Una enorme bola de fuego se iba transformando en nubes purpúreas...
Repentinamente, el espacio se había convertido en una bola de fuego cuya
temperatura interior era de decenas de miles de grados. Una luz, como desprendida
por mil soles, deslumbró a pesar de los lentes a Bob Caron, el ametrallador de cola,
que, por su posición en el aparato, quedó encarado al punto de explosión. Una doble
onda de choque sacudió fuertemente al avión, mientras abajo la inmensa bola de
fuego se iba transformando en una masa de nubes purpúreas que empezó a elevarse
hacia las alturas, coronándose en una nube de humo blanco densísimo que llegó a
alcanzar 12 kilómetros de altura y que adoptó la forma de un gigantesco hongo.
«Entonces nos dimos cuenta -explicaría Tibbets- de que la explosión había liberado
una asombrosa cantidad de energía.» El Enola Gay, superada la prueba de la onda de
choque, viró hacia el sur y voló sobre las afueras de Hiroshima, a fin de fotografiar los
resultados del histórico bombardeo. Y entonces fue cuando la tripulación pudo
comprobar la espantosa destrucción que habían sembrado. Iniciado el vuelo de
regreso, a 600 km de distancia todavía era visible el hongo que daba fe de la aparición
del arma que abría una nueva y dramática era en la historia de la humanidad.
Una sensación impresionante dominaba a toda la tripulación, como si la tensión
nerviosa liberada hubiera dado paso a la obsesionante idea de haber provocado una
destrucción sin precedentes. Parsons y Tibbets lanzaron entonces el mensaje que iba
a conmover al mundo: «Resultados obtenidos superan todas las previsiones.»
El fin de la Segunda Guerra Mundial A las 2 de la tarde, el Enola Gay tomaba tierra en
Tinian. La noticia del éxito de la operación «Bandeja de Plata» había circulado ya por
el Pacífico. En el aeródromo estaban esperando los generales Le May y Arnold,
venidos especialmente de Guam. El presidente Truman recibió el mensaje a bordo del
crucero Augusta. En su entorno, todo era exaltación y entusiasmo. Sólo el general
Eisenhower condenó espontáneamente el uso de la terrible bomba contra un núcleo
habitado, considerando que tal demostración no era necesaria para derrotar a Japón.
Pero la inmensa mayoría -como dijo Raymond Cartier- «no vio en la aparición del arma
nuclear otra cosa que el fin rápido de la guerra y la economía de sangre americana
que ello reportaba. »
No obstante, había algo más: ante la configuración del mundo de la posguerra y la
emergencia de la Unión Soviética como gran potencia, la horrible demostración de
Hiroshima perseguía el evidente fin de intimidar a Stalin y hacerle más razonable.
Yalta y Potsdarn estaban perfilando una posguerra en la que los ocasionales aliados
de ayer iban a dividir el mundo en dos bloques antagónicos.
Sin embargo, como era de esperar, las previsiones en cuanto a lo resolutivo de la
bomba se cumplieron: el día 7, Japón se dirigió a la Unión Soviética para que mediara
ante Estados Unidos en busca de un armisticio. Los rusos contestaron declarando la
guerra a Japón y desencadenando de inmediato una gran ofensiva en Manchuria. El
día 9, otro B-2 l Bockscar, pilotado por el mayor Sweeney, lanza otra bomba nuclear
-ésta de plutonio- sobre Nagasaki. La «implosión» - pues éste fue el sistema
practicado para provocar la reacción en cadena del plutonio activado- estuvo a punto
de desintegrar la superfortaleza que efectuó el lanzamiento. Los efectos, debido a la
topografía de Nagasaki, no fueron tan espantosos como los del ataque precedente.
Pero fueron suficientes para que, a las 2 de la madrugada del día 10, el Consejo
Supremo de Guerra japonés, presidido insólitamente por el emperador Hiro Hito -que,
ante lo gravísimo de los momentos, había decidido descender de sus divinas alturas -,
se dirigiera a Estados Unidos pidiéndole el cese de las hostilidades y aceptando la
rendición incondicional exigida por los aliados.
La capitulación se firmaría el 2 de septiembre de aquel mismo año: la Segunda Guerra
Mundial había terminado, tras 6 años y 1 día de duración. Pero queda por reseñar lo
sucedido en la ciudad mártir, tras de recibir su bautismo de fuego atómico.
Una explosión de 20 kilotones
La bomba lanzada en Hiroshima tenía una potencia equivalente a 20 kilotones, es
decir, a veinte veces la explosión de mil toneladas de TNT. Los efectos mortales de
esta bomba podían proceder de tres causas distintas: la acción mecánica de la onda
expansiva, la temperatura desencadenada y la radiactividad.
El calor generado por la energía liberada se elevó a temperaturas capaces de fundir la
arcilla, alcanzando decenas de miles de grados. Este colosal desprendimiento
provocó una columna de aire huracanado y a continuación, para llenar el descomunal
vacío, se produjo otra onda en sentido contrario cuya velocidad superó los 1.500
kilómetros por hora. El terrible soplo produjo presiones de hasta 10 toneladas por
metro cuadrado.
El detalle de estos efectos sobre la ciudad llega a lo indescriptible: trenes
enfermedades derivadas de la hecatombe nuclear.
que vuelcan como golpeados por un gigante, tranvías que vuelan con una carga de
cadáveres hechos pavesas, automóviles que se derriten, edificios que se desintegran
y se convierten en polvo incandescente, manzanas de viviendas que desaparecen por
un ciclón de fuego.
Toda una zona de 2 km. de radio se transformó en un crisol, que la dejó arrasada
como si un fuego infernal y un viento cósmico se hubieran asociado
apocalípticamente. Y en kilómetros a la redonda, incendios y más incendios atizados
dramáticamente por un vendaval de muerte. Por los restos de lo que fueron calles,
empezaron a verse supervivientes desollados, con la piel a tiras, unos desnudos, otros
con la ropa hecha jirones. Los que murieron en el acto, sorprendidos en el punto de la
explosión, se volatilizaron sin dejar rastro. Tan sólo alguno, situado junto a un muro
que resistió la onda expansiva, dejó una huella en la pared, una silueta difuminada de
apariencia humana, como una sombra fantasmagórica, que fue en lo que vino a
quedar el inmolado. Otros se vieron lanzados, arrastrados por un rebufo arrollador, y
se encontraron volando por el aire, como peleles de una falla sacudida por un
vendaval. Alguno fue a parar milagrosamente a la copa de un árbol, a muchos metros
de distancia de su lugar de arranque.
En los alrededores de] punto cero, todo quedó carbonizado. A 800 metros, ardían las
ropas. A dos kilómetros, ardían también los árboles, los matorrales, los postes
de¡ tendido eléctrico, cualquier objeto combustible. Tal era la fuerza del contagio
ígneo.

El sol de la muerte
Pero quedaba el tercer y más traicionero efecto: el «sol de la muerte», como llamaron
los japoneses al efecto radiactivo que provocó la acción de los rayos gamma, delta y
alfa. Las personas, según su cercanía al punto de caída de la bomba atómica,
aparecían llagados, llenos de terribles ampollas. Todos los supervivientes, en un radio
de 1 km a partir del epicentro, murieron posteriormente de resultas de las radiaciones.
Los muertos por estos insidiosos efectos lo fueron a millares y se fueron escalonando
a lo largo del tiempo, según el grado de su contaminación. Veinte años después de la
explosión, seguían muriendo personas a consecuencia de los efectos radiactivos.
Junto a los millares de muertos instantáneamente y de los que con posterioridad
fallecieron de resultas de las quemaduras o de la radiación, se registraron hechos
singulares. Por ejemplo, algunos habitantes se salvaron por haberles sorprendido los
efectos de la explosión con vestimenta clara; en cambio, los que vestían de oscuro
murieron rápidamente, por la capacidad del color negro de absorber el calor. Esta
misma capacidad de absorción de las ondas calóricas por los cuerpos opacos
ocasionó otro sorprendente fenómeno: la fotografía atómica. Hombres desintegrados,
así como objetos diversos, dejaron su sombra grabada sobre los muros de las paredes
en cuya cercanía se encontraban en el momento de la explosión, como hemos
mencionado antes. La onda calórica siguió exactamente los contornos de una silueta
y la grabó, para siempre, sobre la piedra.
El holocausto
Y cuando los supervivientes se recuperaron del horror y los servicios de socorro
empezaron a prodigar sus cuidados a los heridos y a los quemados, se produjo la
caída de una lluvia viscosa, menuda y pertinaz, que hizo a todos volver los ojos al
cielo: el aire devolvía a la tierra, hecho toneladas de polvo y ceniza, todo lo que había
ardido en aquel horno personas y cosas - y que las corrientes ascendentes habían
succionado hasta las nubes.
Al día siguiente del bombardeo, un testigo presencial que
recorrió la ciudad explicó el espeluznante panorama de
desolación que constituía la visión de una población arrasada,
sembrada de restos humanos que estaban en espantosa fase de
descomposición, entre un olor nauseabundo a carne quemada.
Una zona de 12 kilómetros cuadrados, en los que la densidad de
población era de 13.500 habitantes por kilómetro cuadrado,
había sido devastada. La llegada de un grupo de científicos
confirmó que el explosivo lanzado era una bomba de uranio. La
energía atómica había entrado en la historia por la puerta del
holocausto.
Según los datos más fiables, el número de víctimas sacrificadas en Hiroshima fue de
130.000, de las que 80.000 murieron. Unos 48.000 edificios fueron destruidos
completamente y 176.000 personas quedaron sin hogar

La Guerra Fría: La segunda guerra mundial dejó importantes consecuencias en los


países que habían participado en Millones de muertos y desaparecidos, de los cuales
muchos eran civiles; gente desplazada, en su gran mayoría de Europa de¡ este, al
oeste; población hambrienta y con frío; destrucción de ciudades, algunas reducidas a
escombros. Nada quedó sin ser afectado: ni puentes, ni ferrocarriles, ni caminos, ni
transportes. La mano de obra se resintió y grandes extensiones de tierras se
perdieron para el cultivo. La actividad industrial se atrasó, faltaban materias primas,
herramientas apropiadas, tecnología moderna y energía.
Ante esta realidad, Europa perdió su papel decisivo en la política internacional, y
surgió entonces, un nuevo orden mundial representado por la hegemonía de los
Estados Unidos y de la Unión Soviética, alrededor de los cuales, y formando dos
bloques enfrentados, el bloque occidental y el bloque oriental, se alinearon los
restantes países de¡ mundo. La tensión entre ellos, dio lugar a la llamada "Guerra
fría" que dominó por completo las relaciones internacionales en la última mitad del
siglo XX.
Guerra Fría: La formación de los bloques
Luego de la guerra, tanto los Estados Unidos, como la Unión Soviética, no supieron
ponerse de acuerdo acerca de la reordenación de¡ mundo, pues representaban dos
formas de organización política, económica y social muy diferentes.
Para los Estados Unidos, los gobiernos debían garantizar el ejercicio de las libertades
individuales, la existencia de organizaciones políticas y sindicales y la libertad
ideológica. Para la Unión Soviética, en cambio, se debía garantizar primeramente la
igualdad de oportunidades y la justicia social. Luego sí, se tendrían en cuenta las
libertades individuales.
Estas diferencias, al parecer irreconciliables, hicieron que generaciones enteras
viviesen bajo la amenaza de una nueva guerra, ahora con armas nucleares, que
arrasaría todo el planeta.
La URSS dominaba, con el apoyo de¡ Ejército Rojo y de partidos comunistas que
eliminaron cualquier opositor, Polonia, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria,
Alemania Oriental, Albania y Yugoslavia. Los EE.UU., controlaron el resto del mundo
capitalista, el hemisferio occidental y los océanos, sin intervenir en la zona soviética.
Los conflictos, ahora se producirían en las regiones pertenecientes a los antiguos
imperios coloniales, cuyo fin, ya en 1945 resultaba inminente, sin que se conociese
con claridad que orientación política iban a adoptar los nuevos estados postcoloniales.
En Europa, la línea de separación de los bloques, se había trazado según los
acuerdos de 1943-1945 llevados adelante por Roosevelt. Churchill y Stalin. Alemania
quedó dividida en Oriental y Occidental, y lo mismo sucedió con su capital, Berlín.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshali, produjo un programa
de ayuda para la reconstrucción de Europa. El Plan Marshali, otorgaba generosas
líneas de crédito y donaciones a los Estados Europeos, a cambio de un cierto control
por parte de los Estados Unidos. Esto permitió el crecimiento económico de casi
dieciséis países que se repartieron aproximadamente trece mil millones de dólares. Al
mismo tiempo, EE.UU. inició una dura crítica contra el comunismo.
El espionaje adquirió especial importancia, pero los servicios secretos de uno u
otro bando, la KGB y la CIA, a pesar de involucrarse en operaciones complicadas y en
asesinatos encubiertos, no tuvieron, salvo algunos casos aislados en países del tercer
mundo, un poder político real. Pero alimentaron la difusión de novelas de espionaje
con audaces detectives como protagonistas, de los cuales, James Bond, será su
máximo exponente.
La profunda división entre el bloque oriental y occidental, se popularizó con el
nombre de "telón de acero" (cortina de hierro). De un lado, los Estados Unidos y sus
aliados en un acuerdo políticomilitar, la OTAN. De¡ otro lado, la URSS y sus aliados
reunidos en un comité de información y defensa de sus intereses llamado
COMINFORM, que dio lugar, posteriormente, a la creación de un mercado económico
socialista, el COMECON, y de una alianza militar, EL PACTO DE VARSOVIA.
Cuando ambos bloques contaron con un extenso arsenal atómico, la guerra
entre ellos, a pesar de ser utilizada como amenaza, hubiese resultado suicida.
Las guerras de la guerra fría
Sin embargo, tanto los Estados Unidos, como la Unión Soviética, se involucraron en
distintas guerras, especialmente en aquellas que fueron llevadas adelante por países
(ex colonias), surgidos luego de lograda su Independencia.
La guerra de Corea:
Antiguamente japonés este país habia sido dividido, al fin de la guerra, en dos zonas
de ocupación ubicadas a ambos lados del paralelo 38 N, al norte, la soviética, al sur la
norteamericana. Cuando retiraron las tropas, en lugar de producirse la unificación de
ambas regiones, la división de Corea de consolidó. Cuando el norte quiso avanzar por
la fuerza hacia el sur, el presidente de los EE.UU, Truman, decidió intervenir y envió
tropas al mando del general Mc. Arthur, las que protagonizaron un gran enfrentamiento
armado que se resolvió en 1953 con la firma del armisticio de Panmunjon, firmado en
la Pagoda de la Paz, restableciendo las fronteras entre las dos coreas iniciales.
La guerra de lndochina:
La indochina francesa, integrada por Vietnam, Laos y Camboya, se dividió,
luego de la Segunda Guerra mundial. En el norte se formó la República Democrática
de Vietnam, con capital en Hanoi, organizada por el Viet minh (fuerzas comunistas), y
en el sur se instaló un protectorado francés que no reconoció la independencia de
Vietnam del Norte. La URSS y China, apoyaron al norte comunista, y los EE.UU. a los
franceses. Francia finalmente aceptó la división de Vietnam en dos estados y en el sur
se formó una República que se alineó con Norteamérica con el propósito de lograr la
ayuda necesaria para terminaron Vietnam del norte.
De esta manera se inició la Guerra de Vietnam, que duró casi veinte años y
que terminó con la retirada de las tropas estadounidenses, que no pudieron derrotar a
los comunistas en una larga y cruel guerra de guerrillas. En 1975, las dos zonas se
unificaron en un solo país y quedó conformada la República Socialista de Vietnam.
Los conflictos árabe israelíes:
Luego de haber padecido los horrores del Holocausto, los judíos se plantearon la
necesidad deformar su propio estado en las tierras de su antiguo país, Palestina, que
estaba bajo dominio británico. Inglaterra abandonó los territorios y la ONU (Naciones
Unidas), los dividió en dos partes: una bajo el gobierno de los árabes, y otra bajo el
dominio de los judíos. Es el nacimiento del Estado de Israel, que fijó su capital en
Te¡ Aviv y tuvo a David Ben Gurión como primer presidente.
Pero los países árabes en general, y el pueblo palestino en particular no
reconocieron al nuevo estado judío y se produjo un enfrentamiento armado que
terminó con la división de la ciudad de Jerusalén para judíos y palestinos. A pesar de
haber sido derrotados varias veces, los árabes no aceptaron la situación y
comenzaron a organizarse en diferentes asociaciones para resistir, de las cuales la
más importante fue la OLP (Organización para la liberación de Palestina), dirigida por
Yasser Arafat. Los Estados Unidos apoyaron a Israel y la URSS, al mundo árabe.
En 1967 Israel, en una guerra relámpago, extendió sus territorios hacia Belén,
Jerusalén, Jericó, el Sinaí hasta Suez, y los altos del Golán. Esta guerra se denominó
de "los seis días" y terminó con la victoria de Israel. Pero, los árabes decidieron
atacar nuevamente y el día del Yom Kippur (fiesta religiosa), del año 1973, avanzaron
sobre Israel, pero fueron nuevamente vencidos gracias a la intervención de los
EE.UU., que ayudaron a los judíos a obtener una nueva victoria.
Los países árabes, ante esta realidad, decidieron llevar adelante una guerra
económica y embargaron el petróleo de los países que ayudaron a Israel, al mismo
tiempo que reducían las ventas con el propósito de lograr un aumento de los precios.
Esto desequilibró la economía internacional y los EE.UU. y la URSS, acordaron, a
través de la ON U, un "alto el fuego".
Guerra Fría: La crisis de los misiles en Cuba:
Cuba, que tenía un gobierno dictatorial bajo el auspicio de los EE.UU.,
organizó, a partir de 1956, un movimiento revolucionario nacionalista dirigido por Fidel
Castro, que se logró consolidar en el poder en 1959. Una vez allí, el nuevo gobierno
nacionalizó los recursos económicos de la isla, situación que originó el boicot
económico de los EE.UU., quienes interrumpieron totalmente los intercambios y
brindaron asilo político y ayuda económica a los disconformes con el nuevo régimen.
La URSS, por el contrario, apoyó a Cuba y en 1960 se establecieron relaciones
militares y económicas.
Pero en 1961, se produjo por parte de un grupo de cubanos exiliados, un
intento de desembarco en Bahía de los Cochinos, apoyado por la CIA. Eso motivó
que la URSS instalase misiles nucleares en la isla, apuntando a los Estados Unidos.
El presidente Kennedy, ordenó el bloqueo de la isla para impedir la llegada de los
barcos soviéticos con las piezas nucleares. Luego de varios días de tensión, Kruschev
ordenó el regreso de los barcos y Kennedy, levantó el bloqueo. Cuba se convirtió en
un país comunista aliado a la URSS y enfrentado a los EE.UU.
Consecuencias de la guerra fría
El enfrentamiento militar y la carrera armamentista, no fueron los aspectos más
importantes de la guerra fría, pero sí los más visibles, pues dieron origen a importantes
movimientos pacifistas internacionales. Más significativa fue la política de los dos
bloques enfrentados que dividió al mundo en dos bandos: procomunistas y
anticomunistas, haciéndole olvidar antiguos problemas, Pero sobre todo, la guerra fría
creó la "Comunidad Europea”, que con el tiempo se mostró lo suficientemente capaz
para ocupar un lugar entre los grandes
UN PODER DESTRUCTIVO SIN PRECEDENTES
Desde Hiroshima (agosto de 1945) no ha dejado de multiplicarse el poder destructivo
de las armas nucleares. A la primera generación, bombas A (atómicas), siguió un
nuevo tipo, bombas H (termonucleares), cuyo poder es ilimitado. Si la bomba arrojada
sobre Hiroshima equivalía a la carga de 8.000 bombarderos, una sola bomba H supera
en potencial destructivo a todas las bombas arrojadas sobre Alemania durante la
Segunda Guerra Mundial. Estos ingenios de muerte multiplican su onda explosiva con
efectos térmicos y radioactivos; especialmente temibles son las radiaciones, en cuanto
que pueden sembrar la muerte a miles de kilómetros del objetivo. En la panoplia de
tipos de armas nucleares se han conseguido variantes, como la bomba de neutrones,
que puede eliminar la vida del área elegida sin producir destrozos materiales.
La revolución nuclear ha ido acompañada de la revolución balística. Como vectores de
las armas atómicas se pasó de aviones subsónicos a aviones supersónicos. Desde
1957 los misiles han tomado el relevo, con un espectro que comprende desde los de
alcance medio, que impactan en un blanco a 2.500 km de distancia, hasta los
intercontinentales, con un alcance preciso a 14.500 km, y que pueden ser lanzados
desde plataformas móviles, aviones o submarinos nucleares. Con los misiles han
desaparecido de la superficie del planeta los santuarios seguros.
Finalmente, la revolución balística se ha completado con la modernización tecnológica.
Instrumentos electrónicos permiten una precisión casi de metros en el lugar del
impacto, precisión conseguida por los SS2O soviéticos y los Pershing II y Cruceros
norteamericanos. En esta última generación los misiles son de cabeza múltiple, lo que
quiere decir que portan varias cabezas nucleares, con las cuales se ataca diversos
blancos con un solo disparo.
Los técnicos han empezado a calcular cuántas veces podría ser destruido el planeta si
se empleara todo el arsenal atómico acumulado. Y no parece que sea un consuelo el
que tras la reducción de ese arsenal, conseguido en arduas conversaciones, la Tierra
puede ser destruida un menor número de veces.
Guerra Fría: EL CRECIMIENTO DEL CLUB ATÓMICO
En 1945 Estados Unidos poseía el monopolio del arma atómica, pero perdió parte de
la ventaja cuando en 1949 la URSS experimentó su primera bomba en Siberia. A partir
de 1950, Estados Unidos y la URSS se concentraron en la producción de la bomba H,
aunque el primero mantenía ventaja por su sistema de bases en el extranjero, por la
miniaturización de los ‘mecanismos y, sobre todo, por la fabricación de los submarinos
Polaris, imposibles de detectar por los aparatos de radar para prevenir el ataque.
UN ARSENAL COSTOSO
Sin embargo, a finales de la década de los 50, la URSS cobró ventaja en la carrera del
espacio, cuando puso en órbita el primer satélite (Sputnik) y el primer astronauta (Yuri
Gagarin), conquistas científicas que tenían una inmediata aplicación militar.
Pero en ese momento ya habían aparecido nuevos países en el club atómico. En
1952, Gran Bretaña experimentó su primera bomba atómica, y en 1960 lo consiguió
Francia. Cuatro años después, China realizaba las pruebas y en seguida acumulaba
un nutrido arsenal. Sucesivamente, Israel, India y Africa del Sur, y probablemente
algún otro país, se dotaron del correspondiente arsenal atómico. De esta forma, las
posibilidades de un enfrentamiento de efectos mundiales se multiplicaron.
No sólo las armas atómicas, sino todos los instrumentos bélicos de las últimas
generaciones, tienen un coste que ha llegado a ser insoportable. Con el dinero de un
avión “invisible” (no detectable por el radar) o un submarino atómico se podrían
construir centenares de hospitales o miles de escuelas. Y aunque en este empeño se
concentraron primero los supergrandes, todos los países, incluso los más pobres,
invierten cada vez más en armas.
Esta situación agobiante suscitó conversaciones y acuerdos parciales; si el desarme
parecía una meta imposible, al menos se intentaría la no diseminación del armamento
nuclear. En 1968, sesenta y dos países firma. ron en Ginebra el Tratado de No
Proliferación Nuclear, que chinos y franceses se negaron a suscribir.
En 1950, el gasto militar mundial se cifraba en 100.000 millones de dólares, en 1980
en 300.000 millones, en 1982 se había elevado bruscamente a 500.000 y en 1985
alcanzaba 870.000 millones. Las superpotencias no podían soportarlo. De hecho en el
hundimiento de la URSS desempeñó un papel el intento ruinoso de replicar al proyecto
Reagan de “guerra de las galaxias”. Y para el Tercer Mundo supuso una aberración
histórica invertir en armamento los recursos que debiera haber destinado al desarrollo.
Guerra Fría: CONVERSACIONES DE DESARME
Al año siguiente las dos superpotencias iniciaron conversaciones para la limitación de
armas estratégicas (SALT), fijando un techo para el número e instalación de
proyectiles balísticos. Así se llegó al acuerdo SALT 1 (1972), que establecía la
“paridad nuclear”. Sería el primer paso para nuevas reducciones, incluidas en el
acuerdo SALT II, que no entró en vigor al faltar el refrendo parlamentario en los dos
grandes.
En conjunto la Guerra Fría dejó dos efectos indeseados. En primer lugar, una inversión
disparatada en armamento. En segundo lugar, una imagen casi diabólica del
adversario, como resumió el presidente norteamericano Reagan cuando calificó a la
Unión Soviética de “imperio del mal”.

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