Anda di halaman 1dari 65

“La Vida es, ya sea una

Aventura Atrevida,
o Nada.”
-Hellen Keller
Recopilación de MKI / Maharishi Krishnananda Ishaya
Reedición y rediseño de contenidos: Carlos León (cleon65@prodigy.net.mx)
Introducción
Sólo hay dos formas de vivir tu vida. Puedes vivir la vida evitando un
sin fin de veces la responsabilidad personal por tu paz. En la elección
de esta vida, tú crees que eres una víctima del mundo, tu autoestima
y fuerza vienen de otros. Tu paz o falta de paz está relacionada con tu
ambiente y circunstancias. La tendencia de esta elección de vida es ser
un esclavo de tu mente. Tus esfuerzos espirituales son dirigidos hacia un
mejor entendimiento y recolección del conocimiento de la experiencia
de Dios de otras personas. Hay una desconfianza en general de la guía
interna, una indiferencia hacia la intuición y motivación interna. Esta
elección de vida acumula creencias y conceptos, es una acumulación de
información continua y una necesidad de un entendimiento correcto.
Este camino le reza a un Dios separado de nosotros y espera ser digno
del cielo en otro momento o lugar y termina en muerte.
La otra forma de vida de crecimiento, asombro y consciencia en
evolución, es un camino que enfatiza la experiencia directa, la belleza, la
creatividad y la vivacidad. Es un camino dedicado a la búsqueda interna,
al Dios interno. Es un camino para aquellos que quieren experimentar
el Reino de los Cielos ahora.
Este cuadernillo está dedicado a ti. Es una recopilación de experiencias
de aquellos, que como tú, tienen un deseo ardiente de experimentar el
asombro y maravilla de la vida. Su camino es el Camino de los Héroes;
es El Camino Brillante de los Ishayas.

MKI / Maharishi Krishnananda Ishaya

3
Mi testimonio
Soy Obispo Católico de la orden Benedictina. Prácticamente he
dedicado toda mi vida a adquirir conocimientos de mi Orden para
llevar de mejor manera mi Ministerio.
He buscado en todas partes el conocimiento que me acerque al Amor
de Dios. En el proceso de mi búsqueda, he logrado esto con el uso
y práctica de varias técnicas aprendidas. He recopilado un inmenso
acervo bibliográfico de conocimientos esotéricos y técnicas para
aquietar mi mente. Hasta ahora, una de las técnicas de fácil acceso a
este silencio es, sin duda, la Ascensión de los Ishayas.
He recibido hasta ahora seis actitudes de Ascensión. Técnicas sencillas,
simples y fáciles para toda persona con intención de adentrarse en el
camino del silencio. Son simples pero profundamente poderosas con
la práctica constante.
No importa si crees o no en ellas. No necesitan tu creencia ni tu fe.
Igual trabajan por sí mismas para lograr en ti los cambios que estás
esperando, siempre en armonía con las leyes del universo.
Tengo hasta esta fecha ascendiendo desde el mes de noviembre del
2008. Debido a los resultados positivos logrados en tan corto tiempo,
lo seguiré haciendo por el resto de mi vida.
Con mi agradecimiento infinito a los Ishayas.

Carlos H. Álvarez Domínguez


Obispo Superior General de la Orden Benedictina de la Divina Misericordia / México 

5
El Soñador
Desde el momento en que pude conscientemente recordar ser capaz de
pensar, tenía una sensación muy real de que esta vida debía ser vivida
por un propósito. ¡Siempre supe que vivir simplemente para juntar cosas y
morir no era suficiente! Siempre supe que este universo estaba aquí para
apoyarme en una búsqueda… y sabía que la búsqueda era de naturaleza
divina, pero no tenía idea de qué era.
Cuando veía imágenes de Cristo, y después de Buda, Krishna, otros sabios
y santos, lo que veía era una invitación, una invitación para volverme como
ellos. Nunca logré equiparar ese inmenso saber interno con lo que se me decía
de ellos. Realmente nunca hice la conexión entre estos seres magnificentes
y las religiones que se suponía enseñaban su mensaje, simplemente no
sumaba. Estos seres cantaban a un lugar profundo dentro de mí que no
podía entender del todo, pero que también conocía muy bien.
Lo mismo era verdad con los antiguos mitos de la búsqueda por el santo
grial. Las leyendas Arturianas, los mitos griegos, y cuando entré en
contacto con ellas, las historias orientales. Los personajes eran diferentes
pero los símbolos eran los mismos. Estas maravillosas epopeyas cantaban
a cada célula de mi cuerpo. Era la invitación a darme cuenta del propósito
de la vida.
Como niño pretendía que estaba en la búsqueda del grial con Arturo, o
caminando por el Mar de Galilea con Cristo. Soñaba con batallas míticas y
amigos de otros reinos. Luego, como a casi todos nosotros, el mundo me
llamó, y el sueño murió. Con la creencia de caminar en los pasos de los
sabios, batallé contra la realidad aparente de lo mundano.
Luego en mis veintes, como una alarma que suena, recordé repentinamente
ese sueño. Cambié mi vida radicalmente en la persecución de éste. Fui taller
espiritual tras taller espiritual, leí libro tras libro, aprendí a meditar. Todo
eso era bueno, pero nada de eso estaba satisfaciendo el creciente deseo en
mi corazón de despertar.
Entonces encontré la Ascensión de los Ishayas. En ese momento estaba
listo. Esta simple pero poderosa enseñanza llegó a mí y supe que había
encontrado el vehículo para realizar el sueño. Desde ese momento, la vida
se ha desenvuelto en más magia y maravilla de la que puedo expresar. Vivo
cada momento en el asombro de la forma en que el universo se mueve
para apoyar mi viaje; con una constante y siempre creciente conciencia de
la totalidad silente que soy. No sé cuánta conciencia pueda experimentar
en una vida, pero sé que no moriré sin averiguarlo. Llegar al final de una
vida sin saber realmente que significa vivir es una tragedia.

 Andrew Richards
Instructor de meditación / Myrtleford, Australia
6
Cerca del cielo
Recuerdo que desde que era niña siempre he sentido una admiración
muy especial por el misterio de la vida y su magnificencia. Me
encantaba subir a la cima de los áboles porque sabía que al llegar a la
punta, podría estar más cerca del cielo. Dentro de mi corazón habia
una certeza total de que podría algún día llegar a tocarlo. En ese
entonces tenía 10 años y vivía en un pueblito pintoresco y tropical al
sur de México, en donde los colores y los olores de la selva permeaban
y abrazaban la vida de todos.
Tuve una niñez feliz, simple y muy libre... Siempre supe que había
escogido a los padres y a la familia perfecta. Aun cuando ellos
decidieron separarse y divorciarse, y yo sin entender nada de lo que
estaba pasando, jamás faltó la presencia de los dos en mi vida. Sin
embargo, las formas de las cosas empezaron a cambiar y comenzaron
muchas preguntas a surgir a raíz de todo esto: ¿Por qué los adultos
no son felices? ¿Por qué no juegan? ¿Por qué se pelean? ¿Por qué los
papás no se quedan juntos para siempre?... En fin, era una niña de
10 años llena de asombro y emoción por la vida. De repente todos
estos cuestionamientos, que no existían antes, comenzaron a tomar
vida propia y por mucho tiempo, ya siendo adolescente y después de
adulto, continuaron estando ahí.
Estudié casi toda mi vida en una escuela católica, rodeada de personas
que al verlas, me recordaban aquel deseo tan grande que tenía cuando
solía trepar a los árboles para alcanzar y tocar el cielo. Veía orar a las
monjas y a los sacerdotes con tanta devoción y dedicación, que algo
en mi corazón me decía que ellas eran las personas más cercanas al
cielo y podían tener conversaciones en privado con Dios. Y yo quería
tener eso, quería tener la posibilidad de experimentar el cielo y de
estar cerca de Dios. No tenía la menor idea de cómo sería y cómo se
vería para mí... Pero eso era lo que yo deseaba más que nada.
Ahora que estoy compartiendo todo esto contigo, con quien esté
leyendo este testimonio, puedo recordar claramente las conversaciones
con mi papá acerca de Dios y de las contradicciones e incongruencias
que en algunos momentos yo sentía que existían en la vida. Él muy
amorosamente siempre me decía: “Dios no esta fuera de ti... Dios vive
en tu corazón y siempre ha estado ahí”.
Palabras sabias y claras que me llevaron, desde niña, a comenzar una
búsqueda constante del Amor de Dios. Sin saber cómo, de qué manera
hacerlo o hacia dónde dirigirme, el deseo siempre estuvo latente
dentro de mí y jamás se lo rendí a nada, ni a nadie.
Así que después de varios años de tener una gama muy grande de
distintas experiencias y teniendo siempre como punto de referencia
7
a mi padre, llegaron a mi vida dos Monjes sonrientes y maravillosos,
trayendo con ellos la enseñanza que por tanto tiempo había estado
esperando: la posibilidad de estar en total contacto con mi corazón
era completamente tangible, permitiendo que el cofre que había
estado guardando el tesoro por tanto tiempo se abriera y por fin
poder experimentar a Dios en su máxima expresión: El Silencio.
A partir de ese momento la aventura, la magia y la exploración no han
cesado. Al contrario, continúa siendo cada vez más emocionante y
enriquecedor el vivir en una constante caída libre... Descubriendo, de
esta forma, que el único momento que existe para tocar y saborear la
plenitud del Cielo en la Tierra es siempre Ahora... Y te prometo que es
mucho más simple que el trepar hasta la cima de los árboles tratando
de alcanzarlo, porque reside aquí, dentro de tí.

 Zhenia Cabrera
Lic. en Comunicación / Villahermosa, México

8
¡Encontré el Grial!
Desde que salí de la adolescencia un gran deseo inundó mi corazón:
despertar, ser libre. Este deseo me movió con toda la fuerza y dedicación
absoluta a recorrer, explorar y practicar diferentes caminos, como Zen,
Taoismo, Budismo, Chamanismo, etc. Además de las más variopintas
técnicas de sanación y otras terapias.
Al principio fue divertido, hasta que los años pasaron y el agotamiento
y la desesperanza por no despertar aparecieron, todo indicaba que era
muy difícil y en todo caso algo reservado a linajes muy especiales.
Así que un día en un playa del caribe mexicano le grité al infinito: ¡me
rindo, no puedo más!, y aunque me da miedo: “hágase tu voluntad
y no la mía”. Una semana más tarde, completamente en el espacio
de abandono en un lago en Guatemala, Dios me “atrapó”, el silencio
más absoluto y la presencia Divina del Ahora me inundaron por una
semana.
Después de eso me enfermé y transité durante tres años, por lo que
los místicos llaman la noche oscura del alma. Lo único claro era, que
ese silencio intemporal era mi compromiso absoluto con la vida,
reconocí con perfecta claridad que esa era la puerta. Intenté regresar
y permanecer en ese estado por mí misma, no tuve éxito. Busqué
enseñanzas que me llevaran directo a ese espacio, no encontré.
Tres años más tarde, en un lugar donde mi corazón deseaba ir desde
hacía tiempo y en medio de amigos, encontré a los Ishayas, BINGO!
Exactamente dicen lo que mi corazón clamaba, no puede ser tan difícil
si nuestra verdadera naturaleza es el silencio, no puede ser para unos
pocos si todos somos Él mismo, no tiene que costar tanto ni que el
sufrimiento sea un mérito, si el infinito es puro amor y gozo.
El sufrimiento y el esfuerzo no son requeridos en este camino, de
hecho son altamente contraindicados. Las buenas noticias son que
ya no es necesario más solitarias noches oscuras del alma y que se
puede despertar desde el gozo, el amor, la compasión y en el único
momento que existe: EL AHORA.
El sendero de los Ishayas te lleva directo a la gran puerta, la que
todos los grandes maestros han atravesado. La aventura ya no es para
encontrarla sino para explorar el infinito que hay detrás cuando la
abres. Hago un llamado desde mi corazón a todos los exploradores
de la conciencia y devuelvo el eco del infinito de aquella noche
estrellada: SÍ SE PUEDE.
Sonía Vázquez Otero
Maestra de danza contemporánea / Barcelona, España
9

Gracias a Dios esto es fácil
Mi vida era una gran lucha. No sabía quién era o qué quería. Siempre
traté de hacer lo que se esperaba de mí e intentaba encontrar paz y
felicidad pensando acerca de la vida. Pero era una tarea imposible.
Mientras más trataba de descifrar la vida, más complicada se volvía.
Mientras más trataba de entenderme y controlarme, más me perdía a
mí mismo. Lo que fuera que tratara se añadía a mi dolor de no saber
qué hacer o quién era.
Pero un día pasó algo asombroso. Descubrí una parte dentro de mí
mismo que es independiente de mi mente, jamás tocada por el mundo
de pensamientos y sentimientos, inocente y atemporal, siempre
ahí en perfecta paz y silencio: mi verdadero Ser. Primero me pareció
sorprendente, muy agradable y fácil para ser verdad. Pero al poner
más y más de mi atención ahí, esta experiencia de mi Ser comenzó a
crecer. Se volvió más y más real hasta que un día era más real que mi
viejo ser pequeño, que no era más que una colección de pensamientos
y sentimientos con los que yo me identificaba.
Ahora estoy anclado en esta experiencia permanente de indescriptible
paz interna. Desde ahí, la vida es una expresión natural de felicidad.
Estoy feliz porque estoy vivo. No necesito otra razón. Cada día es
una invitación nueva para explorar el Silencio infinito de adentro y
ver los infinitos juegos de la mente. Cada experiencia es un paso a
un entendimiento más profundo de lo que es real. Cada momento
puedo elegir de qué soy consciente: la Presencia infinita de Dios o
algún movimiento en mi mente. Siempre quiero elegir por la primera
opción. Si no lo hago, un maravilloso ser en mi universo me lo
mostrará, porque cada molécula en este universo es parte de esta
danza infinita de descubrimiento. Todo sirve para un solo propósito:
recordarme quién soy.

 Roman Hayn
Chaman / Munich, Alemania

10
De las cenizas
Permite. Tan pronto como cerré mis ojos, las letras ardieron como
fuego a través de mi mente. Luego la voz susurró en mi cabeza:
“No lo hagas”. Había escuchado esta voz mi vida entera, escuchado
su orientación, pero tenía que hacer una elección. Y así lo hice. Tan
pronto como introduje la técnica todo se apagó. Mi mente se aquietó,
la voz se calló. Espacio, nada pero espacio vasto y claro, excepto que
había otra cosa… Paz.
No existe curso de universidad o programa de desarrollo que le
enseñe a uno qué hacer cuando cae en la oscuridad, como “de qué
manera detener un descenso hacía el infierno 101”. Lo tomas como
viene y tratas de sobrevivir, lo cual no es para nada vivir. No siempre
fue así. Pareciera que ayer estaba jugando foot-ball americano en la
UNLV, viviendo la vida universitaria y en unos cuantos años estaba
viviendo una pesadilla. Las drogas fueron el detonante y yo salí
disparado como una bala. Estuve despierto por días, semanas a veces,
recorriendo las calles de Las Vegas. Estaba perdido. Cada sombra
parecía tener la habilidad de alcanzarme, los susurros en mi cabeza,
riéndose, hirientes. Sólo había esta malvada oscuridad. Traté de
detenerme pero no había alivio, no había santuario de este embrujo.
Sabía que no me quedaba mucho tiempo.
Entonces, una noche solo en el desierto pedí ayuda, rogué al cielo
nocturno por piedad, y vino. A través de la gracia, a través del amor, a
través de mi madre, fui a un curso de meditación: La Ascensión de los
Ishayas. Introduje la primera técnica y permití.
Desde ese momento de permitir comencé a experimentar paz. De la
paz descubrí la humildad de que yo no controlo todo. De ser humilde,
experimenté la rendición. Esto que no había visto, soltar la espada y
rendir la pelea, rendirme a una Fuerza más grande que yo, una esencia
mayor adentro.
Estoy agradecido por las experiencias que tuve, fue un acelerador.
Una prueba de fuego para darme cuenta de que el cielo está adentro.
Más allá de los límites de mi mente yace un océano de espacio puro,
por siempre silente, quieto. Cuando me volví íntimo con este espacio,
una experiencia completamente nueva emergió. Sólo tenía que dejar
ir quien yo creía que era y aquello que queda es Libertad.

Mark Lomprey
Formador de instructores de meditación / Las Vegas, EUA 
11
La voz de Dios
Recuerdo uno de los puntos más bajos en mi vida. Tenía 16 ó 17 años y
estaba sumamente deprimido, mucho más que el adolescente promedio.
Claro, estaban los dilemas usuales de la angustia adolescente: ¿Soy
lo suficientemente genial? ¿Las chicas me encuentran atractivo? ¿Qué
voy a hacer cuando termine la preparatoria? ¿Soy adorable? Pero esas
preguntas, mientras que son consumidas para el adolescente típico,
para mí eran la punta del iceberg, como la suciedad flotando en un
lago mucho más profundo y abismal, un lago cuyas profundidades sin
fondo gritaban una pregunta más perturbadora: ¿POR QUÉ…?
¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me siento solo? ¿Por qué existo? ¿Por qué
existe cualquier cosa? ¿Qué diablos es la existencia a fin de cuentas? ¿Y
quién o qué es responsable por ella? Me confundía que la gente vivía sus
vidas ya sea ignorando o en negación de esta pregunta básica. Ellos
estaban resueltos en esforzarse por futuros construidos en arena y con
manos hechas de arena. Yo necesitaba respuestas desesperadamente
y no estaba obteniendo ninguna, al menos ninguna que tuviera algún
sentido. Mi escuela católica no me supo decir. Mis libros de New Age
no pudieron decirme. Yo estaba seguro de que no podía descifrarlo
por mí mismo.
Recuerdo la angustia al estar en los brazos de mi madre, llorando (a
veces riendo como alguien que había perdido la cabeza), simplemente
preguntando “¿Por qué?”, sabiendo que nada que ella pudiera decirme
llenaría ese vacío.
Recuerdo otra escena. Estaba sentado en el suelo de la sala, en un
esfuerzo desesperado, juntando cualquier enojo que no hubiera sido
succionado dentro de mi creciente hoyo negro de desesperación, y
exigí un respuesta de Dios (el supuesto Creador de este juego lunático
y quien supuestamente me amaba). Buscar respuestas en mi ambiente
me había dejado con las manos vacías, así que le estaba trayendo mi
petición al mismísimo jefe, y no me iba a conformar con algo menos
que una audiencia directa. Nunca había estado tan firmemente
resuelto en mi vida.
Así que en un mi momento silencioso de esperanza y desesperación,
mis ojos apretadamente cerrados, detoné mi pregunta con cada fibra de
mi ser. Muy en lo profundo, todo ser humano adulto está familiarizado
con esta plegaria. No puede ser expresada adecuadamente en meras
palabras, pero es algo similar a: “¡Por favor háblame! ¡Tengo miedo!
¡Estoy confundido! ¡Estoy fuera de control! ¡Estoy perdido! ¡SOS! ¡Necesito
saber que realmente estás ahí! ¡Ayuda!”

12
Y entonces esperé —no “esperé” como en “espera del camión”—, esperé
de la misma manera en que grité con cada fibra de mi ser. Estaba
tan preparado para una respuesta que me congelé anticipadamente,
apenas respirando no fuera a ser que me perdiera la voz de Dios. Y la
respuesta: Silencio.
Así que aguardé un poco más. Mi atención afilada como navaja. El
movimiento se derritió; sólo eran distracciones y el momento era muy
importante para perderme la respuesta de Dios... Más silencio.
Había algo diferente acerca de este silencio. Cuando digo “más
silencio”, no quiero decir una continuación del mismo silencio que
antes. Quiero decir que de alguna forma el silencio se hizo más. Me
parecía que todo lo existente se había de hecho unido a mí en ese
escuchar, como si también hubiera estado esperando el momento para
escuchar de Dios. Además, parecía que mientras más enfocadamente
me absorbía a mí mismo en ese momento quieto y silencioso (como
un gato congelado en perspicaz anticipación frente al agujero de un
ratón), más estruendoso se volvía el silencio.
Lo que sucedió después puede ser descrito como “gracioso” o como
“horriblemente decepcionante”. Depende de qué versión de mí esté
contando la historia. El yo terco y adolescente falló en ese momento
en apreciar completamente el valor de esta experiencia de auto-
profundizar del silencio. Como era mi concepto de Dios como una voz
desencarnada que se comunicaba conmigo en palabras, estaba aún
firmemente fija en su lugar y de alguna manera logré malinterpretar
el “silencio” como una prueba de su ausencia. Me recuperé por
completo de mi depresión poco después y nunca volví a estar ni
remotamente cerca de tomarme la vida TAN en serio otra vez. Aunque
en ese momento no estaba consciente de ello, había cambiado.
Ahora me río cuando recuerdo el evento, porque es sólo en
retrospectiva que aprecio plenamente esa experiencia. Desde ese
momento he tenido la maravillosa buena gracia de haber encontrado
un medio para consistentemente sumergirme y explorar esta “zona”
mística que tanto me había cautivado en esa noche fatídica. Ahora
veo que cuando el silencio se volvió más estruendoso en proporción
directa a mí volviéndome más presente, era como si Dios me estuviera
diciendo: “estoy justo aquí, ¡bobo!”
Este Silencio disuelve la ansiedad de creer que Dios es una entidad
distante y separada, y la remplaza con la paz de experimentar la

13
presencia de Dios justo aquí y ahora —no como una personalidad con
una agenda—, pero como LO QUE TÚ REALMENTE ERES. Es mucho más
agradable que preocuparse y dudar y añorar, de la misma forma que
jugar con un juguete nuevo es más agradable que tratar de arreglar el
que ha estado roto por décadas.
Reconocer esta nueva dimensión de la vida y permitirle crecer y
profundizarse sin esfuerzo ha sido el descubrimiento más importante
y altera-vidas que jamás he hecho. La presencia de Dios nunca estuvo
apartada de mí.
Era cuando estaba en lo más bajo y más necesitado que la Realidad se
reveló a sí misma y cambió el rumbo de mi vida. Parece que mi llanto
no cayó en oídos sordos después de todo.
¿La moraleja de mi historia? ¡¡¡Dios siempre está gritando en respuesta!!!

 Sean Gill
Carpintero / Nueva York, EUA

14
Hace diez años,...
...mi novio de aquel entonces me preguntó qué era lo que yo
realmente quería obtener de la vida. Recuerdo mi respuesta: quería
estar completamente confiada y contenta con ser yo, no necesitando
nada del exterior para ser feliz. Quería otros estados de ser para los
cuales no tenía palabras y no tenía ni la más remota idea de cómo
llegar ahí.
Oportunidad, suerte o magia fue que un par de años después se
presentó ante mí a la increíble enseñanza de los Ishayas. Reconocí en
ese momento que ésta podía ser la herramienta que me llevaría ahí.
¡Poco sabía en ese entonces cuánto más iba a darme!
Lo primero que ocurrió después de que empecé a practicar la Ascensión,
fue que desapareció mi miedo a que las cosas salieran mal. Por alguna
razón empecé a confiar en que todo está bien y que lo que sea que
ocurra es para lo mejor. Eso me llevó a unos cambios bastante grandes
en mi vida, cambios que había estado posponiendo por miedo a lo
desconocido. En corto, me encontré a mí misma en un país nuevo,
dejando mi viejo trabajo y una relación tambaleante para hacer algo
que quería hacer desde hacía mucho, mucho tiempo. Fué como si el
universo hubiera empezado a derramar oportunidades en mi camino
y todo lo que yo tenía que hacer era decir sí.
Ese flujo de oportunidades ha continuado a tal grado, que ya no
necesito luchar o pelear por nada, porque lo que necesito siempre
aparecerá de alguna forma. La única razón para lograr esto, es que he
dejado de estar en medio del camino controlando, preocupándome
o dudando de las cosas. En lugar de eso, juego con estar presente
y disfrutar lo que es. Es muy simple y genial. He descubierto que la
simple conciencia del Ahora, en realidad es un mar de profunda paz,
burbujeando en gozo y amor por todo.
Todo es divertido cuando se está en ese flujo. Si tu carro se descompone,
te ríes. Si perdiste tu boleto, te ríes. Mientras te ríes, alguien se presenta
con tu boleto. O en vez de eso se te ofrece un asiento en primera clase.
Es indescriptiblemente bueno el estar en casa, en casa en mi propio
reino mágico donde todo puede ocurrir y todo es bueno. Tengo lo que
quería, confianza y satisfacción. También tengo emoción por la vida,
aventuras por venir y por siempre más expansión en ese gran campo
de infinidad que Soy Yo.

Ellen Tromborg
Directora de opera / Oslo, Noruega 
15
Mi corazón sabía que había más
Antes de aprender a Ascender mi vida era muy cómoda. Tenía un buen
trabajo, una buena casa, buenos amigos. Aun así seguía buscando.
No sabía exactamente qué, pero estaba segura de que cuando lo
encontrara lo sabría. Me preguntaba: “¿No tiene que haber más de la
vida?”me asustaba un poco que la respuesta pudiera ser: “esto es lo
mejor que se pone”. Y aun así, tomé otra clase, leí otro libro, esperando
que más conocimiento me diera más paz o esa experiencia exclusiva
que yo anhelaba.
Entonces encontré la Ascensión, con la promesa de que cualquiera,
hasta yo, podría experimentar una vida de paz y gozo interminables.
No sólo escuché que ese era mi derecho de nacimiento, sino
también que era la cosa más fácil de hacer. “Estate quieto en todo
momento y experimenta una vida tan rica y plena”. La mente no podía
comprenderlo. Bueno, yo no podía entenderlo y estaba emocionada
por la gente en el planeta que era suficientemente afortunada de ser
capaz de tener eso. Pero yo aún estaba segura que nunca podría estar
así de quieta.
Las promesas hechas por el maestro parecían tan inalcanzables, tan
fuera de este mundo, que ni siquiera podía verme a mí misma de
esa manera. Quería que fuera verdad, en verdad lo quería, pero yo
simplemente pensaba que era imposible. Pero aun así, sin importar
lo que dijera mi mente, el corazón sabía y siguió regresando por más,
aún sin realmente creer que fuera posible. Pero era continuamente
jalada de vuelta a la Ascensión, a la promesa del cielo en la tierra.
Estoy tan agradecida de que el corazón supiera que había más. Hoy
mi experiencia es de paz interminable, gozo y amor. La experiencia
del silencio sigue haciéndose más profunda y atractiva cada día. Mi
experiencia interna es tan diferente de como solía ser. He pasado de
una visión del mundo que me rodea de vaso medio vacío, a un vaso
medio lleno. Justo ahora hay una satisfacción en mi experiencia que
nunca hubiera creído posible. La paz es profunda, el amor es hondo e
incondicional y el viaje es de hecho más divertido de lo que yo jamás
imaginé.

 Mary Oswald,
St. Paul, EUA

16
Del sueño a la realidad
Yo era el clásico “fija-metas”, tanto así que para la edad de 28 había
publicado 4 libros, tenía clínicas con agenda llena, talleres y retiros
por toda Europa y mi trabajo como terapeuta había sido mostrado
en 3 series de televisión, transmitidas en más de 30 países alrededor
del mundo. Vivía con la mujer de mis sueños, en la casa de mis
sueños, conduciendo el auto de mis sueños y con más dinero del que
necesitaba. A pesar del éxito percibido, no estaba en paz, ni era tan
feliz. Pasaba la mayor parte de mi tiempo temiendo perder “mi éxito”
y constantemente trabajaba para tratar de hacer mejor las cosas,
mientras mantenía todo en la forma que yo creía que debía ser, para
que yo pudiera un día, ser feliz.
Fue más o menos en ese tiempo que decidí que ya era suficiente.
Todas las cosas que había acumulado y logrado no me habían dado la
paz, y felicidad que yo sabía en mi alma, era posible.
Abierto a una forma alternativa de ser y vivir, en unos cuantos días un
amigo me presento la Ascensión de los Ishayas. Los beneficios positivos
de practicarla fueron inmediatos. Noté cómo bastante mágicamente
cosas que solían molestarme o preocuparme, no lo hacían. Si las cosas
no ocurrían como yo las había anticipado, ya fuera en el trabajo o
socialmente, me encontré a mí mismo estando más relajado, con la
mente abierta y yendo con el flujo. Aún más, las cosas empezaron
a funcionar mejor de lo que yo hubiera posiblemente imaginado.
Disfruté de relaciones más divertidas y amorosas mientras me volvía
más presente al interactuar con la gente. Con el tiempo, y con muy
poco esfuerzo, los aspectos de mi vida que no estaban alineados con
mi bien más alto se cayeron y me quedé con una vida más simple,
auténtica y agradable.
El regalo más asombroso que he recibido por practicar la Ascensión,
es que ahora puedo elegir estar en paz en cualquier momento
que quiera y en cualquier situación. Algunas veces se me olvida
temporalmente, pero cada vez más y más rápidamente recuerdo hacer
la paz mi prioridad y regresar a la paz interna que he descubierto
está constantemente presente. Te invito a derretirte en el magnífico
momento también y a abrirte a ti mismo a los asombrosos regalos
que este universo tiene, para ofrecerte a través de aprender como
Ascender.

Sandy C. Newbigging
Terapeuta de desintoxicación de la mente / Edinburgh, Escocia 
17
Aún la Muerte es una puerta hacia
la Magia y la Libertad
Eran las 6:30 de la mañana cuando me estaba preparando para
ir a la escuela, estábamos unos amigos , mi papá y yo en el coche.
Recuerdo que unas personas entraron a la cochera y le pusieron
una pistola en la cabeza a mi abuelo; entonces empecé a sentir una
oleada de nervios, miedo, impotencia, el terror hacia algo totalmente
desconocido y nuevo… la adrenalina subiendo al tope, de jalón. Todo
se estaba colapsando, todo lo bello o la hermosa burbuja en la que
yo vivía simplemente se estaba desvaneciendo. Había otras cosas más
en la vida que yo desconocía. Era una ola de energía y sentimientos
tan fuertes en donde simplemente todo se derrumbó, todo fue
destruido.
Simplemente sentí el instinto de correr con todo mi ser y salí co-
rriendo sabiendo que algo fuerte y poderoso estaba pasando. Corrí
a mi cuarto y lo único que sentía era mi cuerpo temblar y nervioso.
Simplemente imagínate y vive conmigo este momento porque así de
grande como fue para mí, lo va ser de igual manera para ti también.
Entonces desde la ventana veo a mi papá y al jardinero peleando y
forcejeando con unas personas, escucho disparos… veo a uno de
estos sujetos apuntarle a mi papá y dispararle. Pasa el momento y
lo único que escucho es una camioneta derrapando llanta como si
estuviera escapando. Lo único que se me ocurre en ese momento es
regresar y ver qué pasó.
Cuando llego veo al jardinero muerto a un costado, sin alma, vacío...
luego a mi abuelo recargado en la pared petrificado, pasmado, sin
habla. Y por último, lo único que quedaba era mi papá, que estaba en
un costado de una pared tirado en las escaleras que dan a la lavandería.
Todavía estaba vivo… me acerco a él y lo abrazo, sosteniéndole la
cabeza mientras le veía tratar de hablar, pero no podía, porque las
balas le habían atravesado sus pulmones y poco a poco iba perdiendo
el aliento.
Recuerdo muy bien su mirada. Jamás voy a olvidar ese momento que
marcó mi vida para siempre. En sus ojos podía ver un poder inmenso,
un amor indescriptible, una mirada de protección y de sabiduría que
trascendía todo lo que había visto en mi corta vida. Un “te amo con
toda mi alama”, un “que bueno que estás a salvo” y un “todo valió la
pena para que estés bien y vivo”; “no te preocupes que todo esto tiene
una razón de ser y de existir”. En ese momento había un saber que algo
grande estaba pasando, por alguna razón, que hay algo más grande
que mi pequeña comprensión podría entender.
18
Como que había una voluntad divina muy grande y presente en todo
eso, en cada acción y suceso. Una gran presencia divina y poderosa.
Entonces murió en mis brazos, su alma se fue. Tenía 15 años cuando
pasó este acontecimiento. Después me enteré que estas personas me
querían secuestrar. Mi mundo se acabó, el miedo, la incertidumbre,
cuestionamientos, rebeldía, enojo y más empezó a florecer en mí.
Antes de eso mi vida era magia y descubrimiento, vivía sin preocupación
alguna. Lleno de amor por parte de mi padre y de mi abuelo, también
de toda mi familia. Nunca tuve madre, me abandonó cuando era chico
y mi familia me había dicho que ella había muerto. En consecuencia
de la muerte de mi papá mi familia se separó de nosotros y me quedé
con mi abuelo. Estaba a punto de suicidarme con una pistola. La culpa
de saber que me querían secuestrar y que mi más grande regalo, a la
persona que más amaba, mi amigo, mi madre, mi hermano, mi todo,
me lo habían quitado y todo por unos cuantos centavos y yo había
sido la razón de eso.
En los siguientes años viví sólo con mi abuelo. Por supuesto que mi
vida se volvió un caos. Me metí en las drogas, en el alcohol, en las
fiestas, en la dependencia de amigos y novias, por la necesidad de
amor. El miedo estaba siempre al tope. La separación, los juicios, el
poder y la arrogancia estaban que ardían. Así siguió mi vida por un
tiempo. Sólo recordar ese momento, la mirada de mi padre que me
decía que todo estaba bien y que no me preocupara y que siguiera
caminando, no me la podía quitar de mi mente. Quería encontrar el
porqué de esa situación y el ¿para qué?
Me sentía abandonado y solo. Me refugié en amigos, novias, conocidos,
en todo. Empecé a ser dependiente y apegado a todo porque no
encontraba un sostén o una guía para la vida. Así que me dediqué a
experimentar todo de la vida para saber de qué se trataba, qué era la
vida, por qué me habían pasado esas situaciones, por qué era así, por
qué la gente era así, quién soy, qué es la humanidad. En mí había un
sentimiento de exploración, de saber sobre lo desconocido. Durante
mucho tiempo me la pasé buscando respuestas a estas incógnitas.
Pero una de las principales era: ¿De qué se trata en verdad la vida, qué
es todo esto, por qué y en dónde entro yo?
Esta búsqueda la tenemos todos de una u otra manera. Cada quien
en su propio camino y en sus propias experiencias. Mi búsqueda duró
varios años, en dolor; sin encontrar respuestas y totalmente solo
por dentro. Hasta que un día encontré a los Ishayas y fue el día más
increíble de mi vida. Había estado buscando repuestas y a Dios por
19
todos lados. Y un fin de semana cambió toda mi vida. La búsqueda
terminó. El sentimiento de asombro, de protección, de ser, de existir,
de felicidad, de silencio, de bienestar fue tan claro que era un total
saber que todo lo que había vivido y toda la aventura de la vida era
para descubrir el despertar. Sin saber muy bien la profundidad de
esta enseñanza, seguí caminando y descubriendo miles de cosas que
iban a ser super importantes para mí.
He descubierto que la vida me está guiando hacia mi más alto
potencial. Gracias a esas experiencias, sé que estamos aquí para
descubrir el verdadero significado de la vida, lo que la vida en verdad
es. Para algunos de nosotros se presenta de diferentes formas para
tocar diferentes corazones. Sé que mi vida es para servir a los demás
a encontrar la magia en cada momento de su existencia. Mi vida
desde ese instante hasta ahora no ha parado de ser una exploración
constante de la paz interna y de amor incondicional. De la exploración
de la conciencia y el eterno Ahora. Vivir cada momento en pura magia,
exploración y abundancia, donde sólo existe el descubrimiento
de cada momento eterno. Donde sólo existe lo divino y El Divino
jugando.
Es por eso que ahora te estoy compartiendo estas palabras, ya sean
de inspiración, de amor y lo más importante, de invitación. Porque
sé que tú quieres saber más de la vida: el porqué y para dónde. En
mi experiencia sé que todo lo que me ha pasado y lo que me sigue
pasando es para que conozca más, explore más, descubra quién soy
realmente: sín mascaras y totalmente abierto y puro en mi esencia.
Una vida sin limites, sin un “no puedo”, “¿que va a pasar ?”, “tengo
miedo”. Nada de esto existe en el eterno Ahora. Vivir una vida donde
sólo existe el juego, sin estrés, sin apegos y viviendo la inocencia,
como niño, así como la ternura, apertura, la gentileza y el amor. Vale
la pena dar todo por vivir así. Todo vale la pena para vivir el juego de
la vida.
Esta enseñanza me ha dado esto y más; y cada instante es una eterna
exploración del Ser. Mi vida es puro gozo y amor a todos por igual, sin
importar la situación y qué hayan hecho, puro amor incondicional.
He descubierto que todo empieza por uno, amarse a uno mismo para
amar a los demás, ayudarse a uno mismo para ayudar a los demás
a que abran los ojos a la belleza del mundo, del SER, y los regalos
divinos. Te invito a que te nos unas a vivir una vida llena de magia,
simplicidad, satisfacción, plenitud, gozo, libertad, amor, paz, armonía
y expansión. A mí me sirvió y sé que a ti también. La más grande
aventura de todas: El INFINITO.

 Eugenio Ramirez
Instructor de meditación / Cuernavaca, México
20
Un océano de amor, paz y gracia
Cuando encontré por primera vez la Ascensión de los Ishayas y tomé el
curso en 1997, reconocí una paz más allá de todas las palabras –algo
como relajante y como si me resbalara hacía un tibio y efervescente
océano de amor, paz y magia–. Lo llamaré encontrar la Gracia.
Mis experiencias tempranas con la práctica fueron mágicas y exaltadas.
Mi mundo se abrió a un tejido de fresca suavidad y vitalidad, como
viendo las cosas a través de los ojos de un recién nacido. A través del
tiempo, esta experiencia se ha madurado y profundizado, como la vida
desenvolviéndose en la creación de sí misma. La vida desenvolviéndose
tan mágicamente que yo no hubiera estado ni cerca de crear tales
experiencias que me han servido tan bien.
La vida se vuelve como Gracia desenvolvente. Extiendo mis deseos
al Universo: algunos hablados, algunos apenas susurrados y algunos
apenas formados, y luego los dejo libres. Ellos regresan mágicamente
a mí en formas y tiempos inesperados; recursos, personas, lugares y
cosas que necesito para crear mi negocio y construir mis sueños se
abren justo enfrente de mí. La vida ya no es una gran lucha, en cambio
es un observar y escuchar lo que quiere ocurrir después.
¿Y en quién me estoy convirtiendo? Ahora alguien que es escanda-
losamente divertida, extravagante y francamente estrafalaria. Una
que se ríe de todo corazón, aun de mí misma, trayendo gozo, y el
espacio que contiene la magia, la chispa de posibilidad para todos los
demás. ¡Me he vuelto yo misma!

Janet Lasser
San Diego, EUA 

21
¿Que estás esperando?
Experimento una vida verdaderamente mágica, tan llena de asombro,
fluidez y sincronía.
Qué increíble y bello que tal misterio, magia y vivacidad se mani-
fiesten desde lo “ordinario”, lo “diario”, y aún así cada momento es
extraordinario, exquisito.
¿Cómo podría haber concebido, imaginado, soñado, que una vida de
tal belleza, amor, poder y magia pudiera existir? Pero existe. Esa es mi
experiencia.
Antes de que descubriera la Ascensión tenía una buena vida, una gran
familia, amigos, trabajo y pareja. Pero aun así seguido experimentaba
una carencia, una hermeticidad, estrés. Seguido había una sensación
de que algo estaba “mal”. Quizá mi día no estaba yendo como yo lo
había planeado, o mi lista de quehaceres no estaba siendo cumplida,
o mi pareja no estaba haciendo lo que yo esperaba de él. Numerosas
“cosas” me detenían de ser plenamente feliz y satisfecha, justo ahora.
Para mí, esta simple, pura y poderosa enseñanza abrió puertas que
nunca podría haber soñado posibles. Experimentar la vivacidad de
cada momento es un regalo precioso, lo que sea que ese momento
traiga. Cualquier “tratar” de llegar a algún lado, otro que no sea justo
aquí, simplemente se ha disuelto, ya que ahora permito que el flujo,
la sincronicidad, la riqueza y la magia pura de cada momento se
desenvuelvan. La vida ya no es experimentada como algunas veces
feliz, algunas veces triste o algunas veces estresada. En lugar de eso
experimento vivacidad, realeza, rectitud. Experimento libertad de los
límites de mi mente y soy trascendida a lo ilimitado, al misterio y la
magia que contiene la vida.
Esta enseñanza no sólo funciona para mí, funciona fácilmente y sin
esfuerzo para cualquiera que lo deseé.
Misterio, magia, paz y satisfacción, justo ahora. ¿Qué está esperando?

 Faye Phillips
Brighton, Inglaterra

22
El mejor año de mi vida
Algunas personas consideran que el 2008 ha sido uno de los años más
terribles en la historia reciente, en términos financieros y económicos
(probablemente el peor; dicen muchos, dependiendo de cómo se
mida)… Realmente para muchas personas, este ha sido un año muy
difícil y está bien sentir compasión por todos aquellos que están
sufriendo a causa de pérdida de trabajo, bienes perdidos, sueños
perdidos o la pérdida de seres queridos. Pero en este momento, justo
unos minutos antes de la medianoche. Hago una retrospectiva muy
diferente y decirte que este año ha sido el mejor año de mi vida en
muchos sentidos.
Empezó unas cuantas semanas después de mi curso de Primera Esfera
(principios de Diciembre del 2007). Así que ya estaba disfrutando la
maravillosa experiencia de silencio y reconocimiento del Ser. Entonces
tuve la oportunidad de visitar la hacienda durante Semana Santa.
Ese lugar maravilloso y pacífico; el contacto con los maestros,
compartir la experiencia con todos los presentes, el amor y la paz
que se podían sentir… Todo eso junto creó un tiempo tan mágico que
lo encuentro difícil de describir con palabras escritas solamente…
Siento la necesidad de decirlo en voz alta y mostrarlo en mi sonrisa y
a través de la ventana de mis ojos y probablemente eso no daría una
descripción justa. Ciertamente fue uno de los períodos más bellos
que puedo recordar. Desde mi niñez tuve la intuición de que yo era
diferente, especial en un sentido, que algo pasaría en mi vida que me
haría muy, muy feliz. Mientras que he sido bendecido con una familia
maravillosa y una vida personal bastante satisfactoria, en la hacienda
me di cuenta que había más felicidad para experimentar, que existía
un camino de gozo absoluto.
La Ascensión ha hecho una gran diferencia en mi vida. No hay angustia o
miedo suficientemente fuerte para hacerme olvidar que mi existencia
es eterna. Desde que empecé a Ascender he escapado del mundo
material y ahora vivo en un universo mucho más abundante, lleno de
amor y luz, intenso e infinito. Trato de Ascender cada mañana y cada
noche, antes de irme a dormir, pero siempre hay un momento especial
en mi día cuando me detengo, veo dentro de mí mismo, encuentro el
silencio y me siento muy agradecido. No sé cuándo o dónde pueda
ocurrir ese momento especial, pero sé que mi Ser interno no puede,
no resistirá llamarme cada día para ir adentro, expandir y disfrutar
cada segundo que dure ese momento especial.
Mientras que al principio tenía una propensión a cuestionarme
severamente a mí mismo porque no se sentía como lo correcto el
23
haber encontrado el camino de luz que siempre había querido y no
ser capaz de dejarlo todo de lado e irme a la hacienda para el curso de
La Maestría del Ser. Pero conforme ha pasado el año y más que nada
después de Semana Santa, me he dado cuenta de que el camino no
consiste solamente en estar en una ubicación física, sino en buscar
cada día, cada minuto, nuevas formas para darle a mi divinidad una
oportunidad de expresarse a sí misma. Eso puede ser en mi práctica
profesional, como profesor de universidad, como un padre luchando
contra mis propios prejuicios e inflexibilidades, como un esposo,
amando cada palabra, cada beso de mi esposa. ¡Hay tantas formas de
crecer en la Conciencia! Muchísimas gracias. Sé que el caminar es mi
responsabilidad, pero no sabría por dónde empezar si no fuera por La
Ascensión de los Ishayas.

 Roberto Santillán
Profesor universitario / Monterrey, México

24
Desde que empecé a Ascender...
...hace más de 10 años, mi vida ha cambiado en muchas, muchas formas,
aunque algunas veces sólo he sido capaz de ver la transformación en
retrospectiva. Durante el primer par de años de practicar la Ascensión,
experimenté como si la vida se estuviera haciendo más brillante, más
plena y más estable emocionalmente. Estaba menos absorta en los
dramas de la vida y aprendí a ver lo que fuera que apareciera desde
un lugar más desapegado.
Después de mudarnos a otro pueblo, gradualmente empecé a Ascender
menos y después de un par de años apenas y Ascendía. Simultáneamente
la vida se estaba volviendo más plana, aunque en ese momento no me
di cuenta, era muy sutil. La llamada para despertar vino durante una
misión de trabajo en África.
Estaba experimentando el quedarme completamente en el presente
y haciendo todo desde ahí. Las cosas estaban saliendo mágicamente
bien y estaba navegando en una ola suave a pesar de las condiciones
de trabajo difíciles en un país dividido por la guerra.
El aterrizaje forzoso vino muy abruptamente en la forma de un
colega llegando, entrando como la serpiente en mi paraíso. Perdí
completamente el balance y lo que había sido un flujo suave, se volvió
un luchar intenso. Estaba más que nada impactada conmigo misma por
caer del camino tan fuertemente y me di cuenta de la importancia de
tener una práctica regular de ir hacia adentro.
Retomé nuevamente la Ascensión y desde ese entonces nunca la
he vuelto a dejar. De hecho, ahora estoy enseñando la Ascensión a
otros.

¿Cuáles han sido mis descubrimientos más importantes a lo largo


de este camino?
Primero que nada, que la Vida es eterna, abundantemente dadora de
sí misma todo el tiempo. La vida nunca puede no ser, pero puede que
nosotros no experimentemos su plenitud. La vida y el Amor son lo
mismo para mí.
Cuando uno empieza a explorar el Universo interno, es como empezar a
caminar en la oscuridad, sin saber a donde vas o que hay ahí. Mientras
caminas, una pequeña luz aparece, haciéndose más y más intensa
conforme continúas explorando, todo el tiempo revelando más del espacio
infinito de adentro, aparentemente vacío al principio, pero llenándose
más y más con Vida vibrante conforme la exploración continua. Luego te
das cuenta de que la Luz no sólo está en todo tu alrededor, sino también
que tú mismo eres esa Luz, así como todo lo demás.
25
Mientras más explores, más se expanden y crecen las cosas, mientras
menos explores, menos será la expansión y la experiencia. La única
manera de hacer que se encienda la luz de tu bicicleta es empezando
a usar los pedales.
Estate preparado para que sin razón aparente puedan surgir burbujas
de gozo del fondo infinito de ti mismo, o que sólo el mirar un árbol
pueda llenarte de un amor indescriptible. Aquél a quien creías tu peor
enemigo puede resultar no ser tan malo; las sorpresas a lo largo del
camino son muchas. La única forma de descubrirlo es comenzando a
explorar tu Universo interno y un día puede que te preguntes donde
termina el Universo interno y donde comienza el externo. Eso también
está bien.
También me gustaría mencionar las bases de las Actitudes de Ascensión
que enseño en la Primera Esfera: Alabanza, Gratitud, Amor y Compasión.
En sí mismas son grandes guías para la vida y simplemente teniendo
una relación consciente con ellas y usándolas consistentemente la
vida cambiará drásticamente para bien.

 Kristine Haldorsen
Consultora / Fredrikstad, Noruega

26
De vuelta a mi mismo
Siempre estuve orgulloso de mí mismo por ser una de esas personas
que toman el “camino difícil”. Parecía dulce el haber superado tantas
dificultades en mi vida: alcohólico, drogadicto, jugador compulsivo,
divorciado, malentendido y despreciado por mi padre, despedido de
muchos trabajos; siempre hubo algo o alguien robándome la paz y
la serenidad. Sin embargo, siempre fue fácil caer de vuelta en uno de
estos comportamientos sólo para poder estar orgulloso de resurgir
de vuelta. Bastante enfermo ¿no? Al menos los ciclos se estaban
alargando y sabía que pronto podría ser capaz de liberarme. ¡Algún
día!
Entonces me puse serio. Los 12 Pasos son acerca de encontrar un poder
más elevado para salvarte de ti mismo. Cuando descubrí eso, empecé
mi búsqueda. Renacer, Programación Neuro-Lingüística, Kinesiología,
péndulos, cursos y talleres espirituales, Iglesia de la Unidad, excesos
y relaciones violentas. Nada funcionó.
Finalmente, encontré un libro que decía que podía hacer la alabanza,
la gratitud y el amor mecánicas y repetibles y pensé: “Eso suena
genial.” Si funciona, genial, y si no, lo puedo poner en mi currículum
espiritual.
No recuerdo cuál fue mi experiencia la primera noche, pero sé que
había encontrado lo que estaba buscando. Una enseñanza experiencial
que me guiaba de vuelta a mí mismo. La dirección opuesta a la que
yo siempre me había dirigido. Se me dijo que era fácil y que cuando
se hubiera liberado suficiente estrés de mi sistema nervioso, sería
capaz de explorar un universo tan grande, tan quieto, tan gozoso,
que sobrepasaría todo entendimiento.
Dije, “Regístrenme”, y descubrí que ellos estaban diciendo la verdad. El
gozo, la paz y enormidad que experimento hoy está más allá de todo
entendimiento. Llena tanto cada momento que se ha vuelto eterno.
No tiene principio ni final, la definición de infinito, creo, para que
pueda sumergirme por siempre más profundo. Nunca había estado
tan satisfecho y motivado y experimento ambas al mismo tiempo.
Hay cuatro cosas que Jesús dijo que siempre me intrigaron. Yo creía
que estaban más allá del alcance de un bueno para nada como yo
(estaba equivocado) y son:
1. Busca primero el Reino de los Cielos y todo te será dado.
2. El Reino de los Cielos está adentro.
3. Está vivo en este momento (solamente).
4. TODOS tienen acceso, hasta tú y yo.
27
Él, por supuesto, estaba en lo correcto, así que ésta es una oferta para
descubrir el verdadero significado de la vida. No desperdicies más
tiempo o energía. Te está matando.

 Bruce Retynski
Seattle, EUA

Un camino simple
¡Por fin! Un camino simple, verdadero y rápido hacía la Conciencia
de Dios. Después de más de treinta años de estudios espirituales y
prácticas místicas he encontrado al fin, el que es para mí el único
camino verdadero y fidedigno. ¡Y es tan simple! Fácil y accesible para
todos.
En sólo dos años de Ascender, la vida cambia, interna y externamente,
eso por lo que he luchado durante décadas acaba de ocurrir; sin
ningún esfuerzo o siquiera intención de mi parte. Sólo Ascendiendo.
Gracias a esta sagrada, mística práctica, estoy experimentando la
pura, prístina presencia de Dios; Ahora (Sólo “ahora”, no “entonces”,
“antes” o “después”) en cada momento cuando simplemente recuerdo
elegir.
Gracias a la Ascensión de los Ishayas, ya no estoy atrapada por mis
pensamientos, creencias, opiniones u otras falsas ilusiones. Solía
experimentar la vida como una carga dolorosa, llena de ansiedad,
negatividad, depresión y desesperación, algo a ser resuelto en lugar
de experimentado. Con la Ascensión la vida se ha vuelto maravillosa,
llena de gozo y deleite. ¡Finalmente soy libre!

 Ken Bichel
Nueva York, EUA

28
Buscadora desde los 14 años
Desde que aprendí la meditación de la Ascensión de los Ishayas, dejé
de ser algo que había sido por los 30 años previos. Dejé de ser una
buscadora.
Había sido una buscadora desde la edad de 14. Busqué en muchos lugares:
iglesias, centros de meditación, organizaciones del potencial humano,
grupos espirituales alternativos y religiones orientales. Un tiempo tomé
un largo descanso de buscar porque no estaba viendo a nadie que
hubiera de hecho encontrado lo que yo estaba buscando. Sospechaba
que quizá unas cuantas personas muy excepcionales y especiales alguna
vez lo encontraban, pero no la persona promedio como yo.
¿Qué era lo que estaba buscando? Realmente no lo sabía. Sólo sentía
que algo de mi vida faltaba y la urgencia de encontrarlo nunca me
dejó en paz. A lo largo del camino encontré palabras y conceptos
para describir lo que era, palabras tales como Iluminación, Auto-
Realización, Dios, la Verdad, la Naturaleza, Buda, Conciencia Crística.
Así que ahora tenía algunas ideas interesantes de qué era lo que
estaba buscando, pero no estaba más cercana a encontrarlo. Quizá
estaba más lejos.
Yo ya había estado meditando regularmente por dos años cuando
aprendí a Ascender e inmediatamente noté: a) la fácil y natural
Ascensión se comparaba con lo que yo había estado haciendo y b)
lo efectiva que era en traerme a una experiencia de paz interna y
plenitud. Felizmente continué Ascendiendo y eventualmente comencé
a ser anfitriona de cursos de la Primera Esfera. Luego asistí a retiros
con los Ishayas.
Estar en su casa y observar a los Ishayas realmente me abrió los
ojos. Aquí había todo tipo de personas, desde adolescentes hasta
personas mayores de distintas formas, tamaños, colores y de muchas
nacionalidades, algunos físicamente atractivos y otros no tanto,
algunos muy inteligentes y otros no tanto. Pero lo que todos tenían en
común era esto: Los Ishayas eran gente ordinaria, todos obviamente
experimentando aquello que yo siempre había estado buscado.
Claramente ellos tenían un gozo profundo, una serenidad, un cierto
saber que yo también quería. Se me ocurrió que si ellos podían yo
también podía.
Y lo hice.
Así que ya no soy más una buscadora, pues sé qué es lo que estaba
buscado, dónde y cómo buscarlo. Además cómo saber que lo estoy
experimentando. He encontrado lo que estuve buscando toda mi
vida. Y aún así eso es solo el principio.
29
Sólo el principio porque aun tengo esta vida, y aunque no tengo
todas las respuestas, encuentro que no las necesito. Exactamente
lo que necesito aparece mágicamente para mí a cada momento;
aunque no tenga idea de que es lo que necesito. El viaje se vuelve más
emocionante, más misterioso, más libre cada día. Siempre hay más.

 Mara Black
Santa Rosa, EUA

30
Leí cada libro espiritual
La Ascensión de los Ishayas ha sido sin duda uno de los regalos más
grandes en mi vida. Cualquier intento de usar palabras para describir
este nuevo mundo de maravilla, magia, gozo y satisfacción continua
se quedan inevitablemente muy cortas comparadas con la experiencia
directa que me han dado estas simples técnicas.
Por muchos años leí cada libro espiritual sobre el cual pudiera poner
en mis manos, hambrientamente devorando las palabras y enseñanzas
de los grandes Maestros y Santos. Mi búsqueda me llevó a India varias
veces. Sabía en mi corazón que las experiencias de las que hablaban
eran absolutamente reales, pero al mismo tiempo sentía que estaban
más allá del alcance de los mortales comunes. Estos seres eran
superhombres.
Todo eso cambió un día en el 2004 durante un retiro de meditación de
seis meses con los Ishayas. Mientras entraba en el bosque ese día, todo
había cambiado. Estaba caminado a través de Narnia… Un mundo
completamente nuevo, lleno de magia, lleno de maravilla, lleno de luz,
lleno de indescriptible belleza. Cada molécula de mi ser fue llenada
de un éxtasis intenso… La paz que traspasa todo entendimiento.
Experimenté satisfacción absoluta mientras me bañaba en la exquisita
belleza que estaba tanto adentro como afuera. Todas las barreras se
disolvieron, todos los problemas desaparecieron… Una viveza más
allá de las palabras.
Por primera vez “entendí” las palabras de los Maestros, no como
conceptos mentales secos, sino como una experiencia viva directa:
“Todo es Uno, Yo SOY Eso, Dios está más Cerca que Tu Próxima Respiración,
El éxtasis es Tu Verdadera Naturaleza”. No podría ser nada más. Sentí
una inmensa gratitud por la Gracia que fluyó en ese momento sagrado
y eterno. Es imposible que se te conceda tal experiencia y que tu
vida alguna vez vuelva a ser la misma. Escribí estas palabras en ese
entonces:
• Amor tan real llenándome,
• Buceando muy adentro,
• Estoy cayendo en ti.
• Silente espacio sin fin
• No hay nada ahí
• Pero estoy tocándolo todo.

Varios años después, ésta continúa siendo mi experiencia diaria… Una


vivacidad simple que de momento a momento varía en intensidad
31
y sabor… Algunas veces densa y de lleno sujetándome a mi silla, y
en otros momentos sutil y menos tangible. Es increíble pensar que
durante la mayor parte de mi vida no vi lo que en nuestra enseñanza
llamamos “El Ascendente”. Una vez experimentado, es tan obvio que
no tienes idea de cómo se te pudo haber pasado. Creo que fue el
poeta Kabir quien dijo: “Me reí cuando el pez me preguntó donde está el
océano”. En gran contraste con mis años de ansiedad y preocupación,
mis días ahora están llenos con un sentido de asombro y apreciación
por el milagro de la existencia.
Me gustaría compartir la historia de un compañero maestro Ishaya y
amigo quien estaba cenando y le dijo a su esposa: “¡Wow! Esta es la
mejor comida que jamás he probado”.
Ella contestó: “Es la quinta vez que dices eso esta semana”.
Cada árbol, cada persona, cada canción, cada comida se vuelve la más
bella de todas…, una vida vivida en asombro y maravilla.
Gracias a esta profunda enseñanza, sin importar qué esté ocurriendo
a mi alrededor, la elección de caer en el espacio eterno e inmutable
es la única constante, esta ahí en cada momento… La tierra de donde
surge todo y la fuente de todo gozo, de toda paz, de toda magia. Uno
de los más grandes regalos para mí es el ser libre de esperar… Esperar
por un día especial en el futuro cuando todo estará BIEN y yo estaré
completo. Todo está justo aquí, justo Ahora.
Mientras escribo, la hija de diez años de un amigo está decorando el
árbol de Navidad. Está tan gozosa y contenta. Sus ojos están llenos
de asombro mientras contempla qué adorno colgar después. Nunca
hubiera podido imaginar en el pasado que podría ser posible el re-
experimentar la magia y la maravilla de ver el mundo a través de los
ojos de un niño. Ahora sé que esto no sólo es posible, sino que no es
ni cercano a lo difícil que puedas pensar que es.

 Richard Paterson
Sanador y taxista / Edinburgh, Escocia

32
Una Vida de Gracia
Gracia. ¿Qué es eso exactamente? Como una persona de 13 años
preparándome para mi confirmación quería saberlo, realmente
saberlo. Pero las respuestas que obtuve de mis maestros y el clérigo,
no revelaron para mí el misterio de la Gracia. En mi corazón sabía que
había más, pero yo seguía ignorante.
Los años pasaron, la vida continuó y ocasionalmente la pasión por
saber más, por experimentar más de la vida se encendería. Primero
vi por las cosas externas: educación, carrera, viajar, adquirir cosas.
Fijarme, moverme hacia y alcanzar metas sería temporalmente
satisfactorio, pero en última instancia nunca llenaba el espacio vacío
en mi corazón. Algunas veces los servicios eclesiásticos avivarían algo
en mi corazón, pero principalmente eran un ejercicio en un ritual
memorizado. Cada vez que escuchaba la canción Amazing Grace la
pregunta de mi niñez surgiría: ¿Qué es la Gracia?
A mediados de mis treinta asistí a un taller de fin de semana y aprendí
La Ascensión de los Ishayas. Poca cuenta me di, de que aquello que
veía como unas técnicas de reducción de estrés, me conducirían a
contestar la pregunta que había poseído previamente por 20 años, y
llenaría el espacio vacío en mi corazón.
Incorporar La Ascensión de los Ishayas a mi rutina diaria fue fácil
y simple para mí. La vida se volvió más simple, más suave y los
problemas se volvieron retos con los cuales lidiar. Un día durante un
retiro, la profunda naturaleza y verdad de la Gracia se aclaro, no como
información, sino como una experiencia viva. La vida se hizo más rica,
más viva, ¡una maravilla!
El movimiento de la Gracia en mi vida continúa asombrándome. Es
verdaderamente un regalo el ser capaz de experimentar Gracia en
este viaje llamado vida.
Angela Montin
Guelph, Canadá 

33
¿Porqué estoy aquí?...
...¿Por qué no soy feliz? ¿Por qué no me siento amado? ¿Por qué mi
vida apesta? Estas son las preguntas que me hice una y otra vez a lo
largo de mi vida. Simplemente no podía descifrar cómo enderezar mi
presunta vida.
Recuerdo que una noche estaba tan frustrado acerca de los infinitos
problemas y mi miserable vida, que salí a la calle y le grité a Dios: “¡Me
rindo, No puedo resolverlo! ¡Todo lo que trato de arreglar sólo empeora!”
Estaba exhausto, agotado y probablemente por primera vez en mi
vida, realmente humilde ante Dios. Desde ahí le pedí ayuda a Dios en
cualquier forma que Él la ofreciera.
La mañana siguiente recordé un libro que tenía llamado Ascensión,
lo abrí y comencé a leer. Estaba escrito como si el autor me estuviera
hablando. Él planteaba las mismas preguntas que yo había tenido
toda mi vida, pero él tenía respuestas, respuestas que tenían sentido.
Hablaba desde su propia experiencia y explicaba claramente la forma
como escapó de la miseria de la vida y comenzó a vivir en gozo.
Hablaba de un momento brillante en el que empezó a experimentar
todo en la vida: fresco, vivo y lleno de gozo. Una experiencia que se
había quedado con él desde entonces. Todo lo que se requería era una
pequeña y simple técnica y guía clara. “¡Eso es!”, me dije a mí mismo.
Y por primera vez en toda mi vida estaba verdaderamente inspirado,
estaba emocionado y quería eso que él tenía.
Llamé inmediatamente a los Ishayas y me enteré de que podía tomar
un curso al día siguiente. Manejé 7 horas y aprendí la técnica que
cambiaría mi vida para siempre. Desde el primer momento que
comencé a usarla mi ser entero fue sacudido. Me sobrevino una paz
que no podía comenzar a entender. Estaba tan emocionado y quería
más. Así que la usé y usé y la amé, y antes de que me diese cuenta
estaba experimentando tanto gozo que me olvidé de mi dolor. Ahora
tenía una elección que nunca había tenido antes: paz o dolor.
He continuado usando estas técnicas ininterrumpidamente por 7 años,
y no me han traído nada más que gozo, amor, seguridad, claridad y un
espacio infinito. He recibido guía clara en la práctica y en ello descubrí
niveles aun más grandes de éxtasis y gozo. Realmente parece no haber
fin a las bendiciones que experimento ahora.
Estas técnicas me ayudaron a redescubrir mi verdadera naturaleza y a
experimentar divinidad absoluta en cada momento. Ya no cuestiono
nada en la vida pues estoy muy ocupado disfrutando todas las
asombrosas maravillas que la vida tiene para ofrecer.

 Stephen V. Raybourn
Cineasta y documentarista / Pensacola, EUA
34
De monja Católica a monje Ishaya
¿Alguna vez has sentido un fuerte llamado del Espíritu (cualquiera
que sea el nombre que elijas darle al Divino) para cambiar tu vida?
Uno de los míos vino durante un retiro de ocho días en 1992. Tuve una
visión de mí como una gallina en un gallinero rascando por comida.
Miré arriba y vi un águila enorme y majestuosa aterrizar en la cerca
junto a mi. Me miró y me preguntó: “¿Quieres continuar viviendo como
una gallina rascando el suelo o quieres volar con las águilas?”
Recuerdo haber quedado clavada allí donde estaba y en asombro de
que al águila no le importaba ni un ápice que rumbo eligiera. Mi vida
estaba en mis manos. Pasé saliva y pensé en mi vida como era y me
preguntaba a dónde me llevaría la vida –sabiendo que seguramente
me movería más allá de varías de mis zonas de confort–. Se sentía
como si toda la creación estuviera esperando la respuesta…, y
vacilantemente declaré: “Sí, ¡quiero volar!” El águila voló, y esa misma
semana conocí a una sabia mujer que me amó incondicionalmente
y me guió a un nivel de experiencia espiritual totalmente nuevo. En
1995 decidí dejar la vida religiosa, y en 1997 conocí a los Ishayas.
Aún recuerdo vívidamente salir de nuestra primera Ascensión con
la técnica de Alabanza. Estaba tan sorprendida de haber por fin
encontrado una Enseñanza que me trajera a la Quietud. En mis siete
años con la oración centrante, ¡era afortunada de tener 7 segundos
de espacio entre los pensamientos! ¡Con mi primera Ascensión tuve 5
minutos sin pensamientos!
No me importaba que mis siguientes Ascensiones estuvieran llenas de
pensamientos. Sabía que si me había llevado ahí una vez, seguramente
me llevaría ahí de nuevo. Los maestros irradiaban una paz que yo
quería y al terminar el fin de semana ya comenzaba a sentir que estaba
llamada a dedicar mi vida a esta Enseñanza. Cinco meses después
me alejé de mi vida como la conocía (masajista terapéutica, maestra
Reiki, instructora de Tai Chi) para asistir al curso de seis meses de la
Maestría.
Por más que lo intenté, ¡no hay forma de empezar a describir el salto
que ocurre en la evolución de aquellos que completan ese curso!
Tantos patrones y creencias limitantes se cayeron que apenas y me
reconocía.
Aún más increíble era la experiencia de un quieto y vasto Espacio Eterno
que me llenaba a mí y a toda la Creación. Recuerdo una experiencia
exaltada donde era tan grande por dentro, que los universos estaban
adentro de mi ser y la tierra era una pequeña mancha en el pulgar de
35
mi pie. He sido embelezada por la asombrosa sinfonía cósmica que
viene durante algunas Ascensiones. He experimentado un silencio
tan profundo que es ensordecedor y todo se disuelve en Eso.
La experiencia interna me ha llenado de tanta gratitud y amor, así que
el deseo de mi corazón desde ese entonces ha sido compartir esta
maravillosa Enseñanza con quien sea que esté listo para recibirla.
Requiere de una cosa: un corazón abierto. Esta es la Enseñanza de la
Experiencia, y ningún intento de entenderla con tu mente funcionará.
Recuerdo que en mi Primera Esfera, hace tantos años, sentía como si
al latir mi corazón se estuviera saliendo de mi pecho. Sabía que era
el Espíritu Santo tocando fuertemente para señalar que “Sí”, que esta
era la respuesta a mi búsqueda y a mi plegaria. Había llegado a casa.
A tí, valiente explorador cósmico que estás leyendo estas palabras
justo ahora, a ti que aún ansías encontrar el “Hogar, La Paz que
sobrepasa todo entendimiento, la Unión Mística, la Iluminación…”,
cualquier término que le des, debes saber que la bienvenida te espera
adentro de ti. Encuentra una Enseñanza que dirija tu mente hacía
adentro y a un Maestro que encarne la Enseñanza, y te pueda ofrecer
la guía que necesitas.
Entérate, “el universo entero existe para apoyarte” en ese regreso
a casa y el momento es AHORA, ¡no mañana o el próximo año! Ven,
¡vuela con las águilas!

 Patricia Perdue
Terapauta / Granite City, EUA

36
Cuando tenía 15 años,...
...había “probado” cada iglesia cristiana en mi pueblo, había leído
la Biblia entera varias veces y había tenido incontables discusiones
con mi ministro, todo en un esfuerzo por encontrar respuestas a los
misterios de la vida que me plagaban: ¿Quiénes somos realmente?
¿Qué se supone que deberíamos estar haciendo aquí? ¿De dónde
venimos? ¿A dónde vamos? Estaba buscando desesperadamente algo
que trajera un sensación de paz y plenitud a mi vida, algo que me
proporcionaría significado. La religión, decidí prontamente, no era
el camino que me conduciría por siempre a una sensación de paz
absoluta nacida de la verdad.
Así que me metí en la Psicología. Me dediqué completamente a ella
pasando por un doctorado y una posición de maestra universitaria.
Llegué a saber mucho acerca de cómo funciona usualmente la mente
y qué sucede cuando su funcionamiento no es sano. Pero también me
di cuenta de que no estaba más cerca de las respuestas significativas
a esos misterios, de lo que había estado dos décadas antes.
Fue en ese momento cuando me presentaron Un Curso de Milagros
y por primera vez sentí que estaba obteniendo algunos destellos de
Verdad. Y también se sentía como trabajo duro. La imagen que tenía
era de una ladera empinada y yo la estaba escalando, usando un piolet
y una cuerda.
En ese tiempo también meditaba esporádicamente. Usaba cualquier
enfoque que me hubieran enseñado recientemente. Y ocasionalmente,
caería en un espacio atemporal, sin pensamiento, sin actividad mental;
un lugar de paz absoluta. Pero esos momentos eran poco frecuentes
y fugaces, venían aparentemente sin licitación consciente. Nunca
sabía como ocurrían; nunca sabía cómo experimentarlos de nuevo.
La aleatoriedad los hacía parecer como si estuvieran completamente
sometidos al capricho del Universo, como la experiencia de ver una
estrella fugaz. Cuando ocurre es mágico, pero no tiene nada que ver
con cualquier cosa que estemos o no estemos haciendo.
Y entonces, ¡La magia comenzó en verdad! Una de mis estudiantes
graduadas me dio una copia del “Primer Trueno” una tarde de Julio
de 1996. Me invitó a asistir con ella a un “Curso de Primera Esfera” el
siguiente fin de semana que iba a ser en Casper, Wyioming, un lugar a
ocho horas de donde vivíamos. La mañana siguiente la llamé y acepté
su invitación, ignorando todo el escepticismo y los argumentos
“lógicos” de mi mente. Aun hoy, cuando pienso en eso, me abruma
una sensación de gratitud por la Gracia de Dios que me guió, a pesar
de mi mente, a esta enseñanza.
37
En esa tarde del viernes del curso de Primera Esfera, cuando cerramos
nuestros ojos para “Ascender” por primera vez, tuve una experiencia
inmediata de caer en una piscina de paz infinitamente profunda y
confortante..., y simultáneamente, pararme en una escalera eléctrica
que me estaba llevando sin esfuerzo, a la cima de esa montaña
empinada. En los más de doce años que he estado usando las
Actitudes de Ascensión, esa experiencia inicial se ha vuelto ilimitada,
atemporal, continuamente más expansiva, siempre revelando más
Verdad, siempre dando una paz mayor, así como gozo y amor.
Han habido incontables ocasiones en que un estudiante ha compar-
tido su experiencia de eso conmigo, estupefactos ante la asombrosa
simplicidad y sencillez de estas técnicas que enseñamos y yo he
dicho, “Sí, son mágicas, ¿acaso no lo son?”, y de hecho lo son. No
podría ni comenzar a estimar cuántas veces yo mismo he introducido
silenciosamente una de las Actitudes de Ascensión. Ellas nunca se
vuelven viejas, nunca me siento “aburrido” con ellas. De hecho, justo
lo opuesto ha sucedido. Cada repetición en mi mente las ha avivado
más, trayendo cambios asombrosos en mi cuerpo y mente. Ellas son
para mí, preciosas llaves que han abierto los misterios del Universo y
han verdaderamente infundido mi vida con !infinita magia!

 Linda Carter Wright


Profesora universitaria y terapeuta / Los Angeles, EUA

38
Una Enseñanza viva
Es asombroso para mí que una Enseñanza esté tan viva, tan profunda
en traerme gentilmente de vuelta a la Verdad, a nuestra Fuente, sin
yo hacer nada excepto estar comprometida a ser libre de toda ilusión
y a vivir una vida plena. Las técnicas son como olas del océano y yo
montando en ellas, sólo relajándome y riéndome de ellas. Ya no hay
necesidad de tomármelo en serio, sino sólo inocentemente jugando
en el jardín de la vida. Yendo con el flujo mientras estoy enfocada en
el silencio y entonces: la magia aparece.
Es difícil describir con palabras lo que la magia es. Me hace sentir como
una niña, no hay miedo, no hay preocupaciones; con tal sensación de
un hormigueo de gozo sin fin y al mismo tiempo, experimentando tal
energía amorosa dentro de mí. Lo que me da la sensación de protección,
amor ilimitado y el valor para seguir el deseo de mi corazón. Siempre
supe que la vida es como la miras, pero ahora realmente experimento
esto. La vida es diferente ahora. Ver la belleza de todo en la vida es
como estar de nuevo enamorada cada día.
Y en eso, ves más y más magia. Ciertas situaciones aparecen en mi vida
y la experimento totalmente nueva, porque las técnicas de Ascensión
han quitado mis patrones, éstos que me estaban deteniendo de ver
las cosas como son. Los patrones me mantenían viendo a las cosas
desde el pasado y no hay magia en eso. Estaba re-viviendo algo
una y otra vez, gastando energía. Ver las cosas frescas y vivas me da
gozo ilimitado, pues yo sé y experimento que el descubrimiento es
infinito.
Ya no hay necesidad de tomar la vida en serio, como solía hacerlo,
antes de que aprendiera la Ascensión. Mientras más dejo ir y confío,
más suavemente se desenvuelve la vida para mí. Si en algún momento,
experimento la vida como “menos suave”, sé que necesito Ascender
más. Me sigue sorprendiendo que 20 minutos de Ascensión quitan
el cansancio, el estrés, la preocupación o un humor “infeliz”. Así de
rápido (ahora, ¡Eso es lo que yo llamo magia!). He trabajado como
una azafata por años y seguido tengo que arreglármelas con un serio
desfase de horario y saltándome los descansos nocturnos; pero desde
que aprendí la Ascensión, ya no tengo muchos problemas con estar
cansada. Mientras mis colegas aún toman una pequeña siesta antes de
trabajar toda la noche, yo Asciendo y estoy más despierta y vigorizada
para comenzar el vuelo de vuelta casa, como ellas.
Estoy tan contenta desde que descubrí la Ascensión. Mirando hacia
atrás a mi antigua vida, la cual experimentaba como bastante difícil
de vez en cuando, siempre tratando de “ser algo”, en algún lugar, y
39
la frustración de no saber si lo estaba haciendo “correctamente”,
seguido terminaba en situaciones similares. Siento un gran alivio
ahora, estando fuera de la carrera de ratas y experimentando tal
belleza que nunca supe era posible. Para mí la vida existe ahora en
amor ilimitado, gozo infinito y está llena de gratitud y compasión. Ya
no hay otra forma en que yo quiera vivir. Hay contentamiento y paz,
no más buscar algo, ya no falta nada. Todo es perfecto y completo
como es ahora.

 Katjia Wognum
Azafata / Amsterdam, Holanda

40
El niño que mató a Dios
¡Siempre quise saber!
Yo era un niño de 6 años escondido entre las sabanas de mi cama,
tomando conciencia de la muerte; ¿por qué tenemos que morirnos?,
me preguntaba. ¡No es justo! Creo que esa pregunta me ha perseguido
toda mi vida. Los argumentos que me daban en la iglesia no acababan
de convencerme, así que un día decidí matar a Dios y entender las
estructuras que rigen el Universo. Me llené de conceptos y razones,
pero, lejos de llegar a alguna conclusión cada vez había más datos
sobre los que reflexionar. Me sentía separado de todo.
Una angustia existencial me perseguía y me impulsaba a seguir
buscando. ¡Era agotador! Lo que más deseaba en esos momentos era
recuperar la Paz que dejé olvidada en la niñez. Todos los intentos por
estar más relajado fracasaron, la crítica y la frustración eran cada vez
más fuertes. ¡Ya no me soportaba! Fue la primera vez que pedí ayuda
abiertamente.
Entonces, como por arte de magia, esta increíble Enseñanza llegó a
mi vida. Desde ese momento es la brújula que me guía, el regalo más
grande que jamás pensé encontrar.
Dios jamás murió, siempre a estuvo en los mas profundo de mi
alma, esperando, simplemente yo estaba buscando en la dirección
equivocada. El es una experiencia que sabe a descanso, profundidad,
silencio, amor, alegría… ¡Dios mío! ¡Cómo definir con palabras tantas
bendiciones! Es la fuerza que me lleva a proclamar al mundo nuestra
naturaleza divina:
“No hay nada que buscar, nada tiene que ser cambiado. La vida
es un colage de emociones y pensamientos, un flujo constante
de experiencias cambiantes, que dan soporte a la magia. En lo
más profundo hay una Nada que en realidad es TODO. Somos
hijos de ese un linaje infinito de silencio, esa es la melodía
que nos reconecta con la Fuente. Cada nota de este gran
pentagrama es una invitación de regreso a casa. Toda aventura
empieza y acaba en este instante, siempre, por siempre, para
siempre, AHORA”.

Roberto Acebes Quel


Maestro de Educación Física, Victoria-Gasteiz, País Vasco 
41
El llamado interno
Siempre tuve un llamado, desde hace tanto como puedo recordar,
algo profundamente dentro de mí. Esta busqueda me llevó a lo largo
de varios giros y vueltas de la vida. Yo creía que la respuesta yacía en
algún lugar afuera de mí; en algún libro, en algún sistema de creencias,
en alguna relación con algo o alguien más.
Afortunadamente esa búsqueda me trajo a la Ascensión hace 4 años y
con ella en un instante, “¡Ahhh!”, dentro de mí esa búsqueda se había
terminado. Nunca podría haber imaginado que una técnica tan simple
pudiera contener tal poder para transfomar el ser y disolver una vida
de creencias y conceptos acerca de mí misma y mi mundo.
Siempre me consideré un alma sensible y que esto me dejaba vulne-
rable a este mundo “duro”. Que yo era una víctima de los eventos que
ocurrían a mí alrededor. Que yo no tenía poder de elegir más allá del
caos de mis emociones, pensamientos y eventos en mi vida. Así que
vivía con una constante sensación subyacente de miedo y falta de
amor por mí misma.
Pero a través del uso regular de estas bellas técnicas, muy rápidamente
me han revelado que sí tengo una elección en cada momento, una
elección por tan inamovible y sólida experiencia de paz, ante cualquier
cosa que esté ocurriendo dentro de mi vida o en el mundo. Y que todo
está dentro de mí, no hay nada que tenga que cambiar. ¡Mi vida y yo
somos perfectas tal y como somos!
Sólo tengo que recordar elegir con simplicidad por la experiencia
interna y por descansar gentilmente en ese claro y silente espacio
de conciencia. Mi vida florece e irradia para revelarse a sí misma en
verdadera perfección y belleza, y en una inexplicable sensación de
gozo. Contentamiento y plenitud que nunca podrían ser del todo
puestos en palabras.
No puedo imaginar mi vida sin la Ascensión y no puedo expresar
suficientemente mi gratitud por esta Enseñanza y cómo me ha traído
de vuelta a la complitud y a quien realmente soy.

 Suzanne Roberts
West Yorkshire, Inglaterra

42
El secreto de la vida
La magia, es uno de los muchos aspectos que amo de mi experiencia
de vida en estos días. Desde el momento en que aprendí por primera
vez las técnicas de meditación de la Ascensión de los Ishayas, me volví
cada vez más consciente de la magia que se despliega. Las técnicas
son magia en sí mismas. Cuando las pienso conforme avanzo en mi
día, desconecto la mente de pensar e instantáneamente experimento
unidad con todo lo que existe.
La realidad es que todos somos una manifestación de magia, y como
me he vuelto cada vez más presente, en cada momento estoy en
asombro de las cosas increíbles que se despliegan para mí.
Es muy probable que hayas tenido una experiencia de la magia tal como
pensar en alguien y entonces milagrosamente suena el teléfono y esa
persona está al otro lado de la línea. Experiencias como esta, son sólo
la punta del iceberg. Mi vida entera está llena de coincidencias como
esta. Acontecimientos pequeños y grandes resultados. La realidad es
que la magia siempre ha estado ahí, siempre hemos estado inmersos
en ella. Nos perdemos de la mayor parte de ella porque hemos estado
caminando por ahí en nuestros cuerpos, mientras nuestras cabezas
han estado parloteando lejos en algún otro lado y no hemos notado
la magia que continuamente se presenta a sí misma.
Al trascender el parloteo de la mente, la vida es como un río de magia
que fluye hacia abajo, a la misma velocidad que la corriente. Todo lo
que necesito está a mi alrededor y puedo elegir con claridad lo que
necesito. Si quiero forzar las cosas para que sucedan, ya sea planeando,
preocupándome o pensando de nuevo, es como nadar al otro lado del
río y pescarse a una rama de un árbol, del lado de los rápidos.
Como le digo a mis compañeros, he encontrado el secreto de la
vida; las llaves que abren los candados que nos separan de los
seres infinitos que somos todos. Las técnicas que enseñamos son
entretejidas a nuestro ADN. Cada vez que las uso mi verdadero Ser
infinito es revelado.
Cristo dijo: “El Reino de los Cielos está adentro y es ahora” y “busca
primero El Reino de los Cielos y todo se dará por añadidura”. Yo descanso
en unión con el infinito momento presente y experimento El Reino de
los Cielos conforme hago mis actividades diarias y dejo que lo que
realmente necesito sea entregado a mí sin esfuerzo.

43
Mi experiencia diaria es contentamiento y felicidad. La magia que
fluye frecuentemente me imbuye en gozo y éxtasis. La humanidad ha
estado buscando esta enseñanza por siempre. Ahora es el momento
de experimentar El Reino de los Cielos y está disponible para todos.

 Greg Hopkinson
Empresario / Greymouth, Nueva Zelanda

44
Un accidente el inicio del camino
Cuando casi muero en un accidente automovilístico hace 40 años, me di
cuenta que si no descubría quien era, podría matarme accidentalmente.
Esta comprensión me guió a explorar varios caminos diferentes hacia la
conciencia y la paz interna. Pero no fue sino hasta diciembre del 2006
cuando comencé mi exploración de la enseñanza de la Ascensión de
los Ishayas que encontré exactamente lo que estaba buscando: la más
simple, directa, juguetona y rápida ruta, a una experiencia plenamente
consciente de la vida como es en este momento.
Al final del Curso de Primera Esfera, fácilmente dejé ir muchas creencias
limitantes y prejuicios que simplemente palidecían horriblemente en
la luz de la experiencia trascendente de profundo gozo y paz. Cuando
seis meses después empecé mi Curso de la Maestría del Ser, creía que
era muy consciente de mí mismo y que sabía mucho, pero pronto
descubrí, que mucho de mi “conocimiento” estaba aún enraizado en
la identificación con el ego, experiencias pasadas y miedos futuros.
Todos los hábitos de la mente que pudieron haber continuado hacia
una forma más sutil de “matarme” inconscientemente a mí mismo.
Estoy excesivamente agradecido con la Enseñanza Ishaya, por darme
una elección entre soltar lo que aprendí y recordar quien realmente
soy. Mi experiencia de paz ilimitada de gozo y de amor es constante
e impersonal. Sin importar qué pueda cruzarse por mi camino, la paz
interna, el gozo y el amor son inquebrantables.
También estoy agradecido por los inspiradores, sabios e incon-
dicionalmente amorosos maestros de la Ascensión de los Ishayas,
quienes apoyan conscientemente el crecimiento de cada practicante.
La comunidad Ishaya es muy agraciada al tener maestros y estudiantes
asombrosos que encarnan la Enseñanza y llenan nuestro camino
místico de la aventura con inocencia juguetona, amor incondicional
y un compromiso para que todos nosotros logremos nuestra más alta
aspiración en el menor tiempo posible.

H. Lee Gurshuny
Edinburgh, Escocia 

45
La magia de quien realmente soy
Si estás leyendo esto, es por que tienes un fuerte deseo de experimentar
la magia de quien realmente eres, así como yo. El deseo de saber quien
soy ha sido tan enorme que he sido capaz de crear experiencias, personas,
lugares, libros, charlas, una Enseñanza y un Maestro, para que me guíe
directo a la magia de la vida. No es accidente, no es que simplemente
suceda, tu deseo de redescubrir quien eres te llevó a leer esto, y eso es
magia manifestándose.
Desde que era una niña pequeña siempre estuve en contacto con la magia,
viendo lo que otros no veían o sentían; experimentando que la vida estaba
llena de sorpresas, de vida y misterio. Eso mantuvo a mi corazón queriendo
más, sabiendo que había más. Pero algo pasó, en un punto de mi vida la
magia se fué.
Hace ocho años descubrí la Ascensión de los Ishayas, una práctica que me
devolvió el contacto con la magia de la vida, que me llenó tanto y tan
rápido que mi corazón empezó a latir de nuevo con emoción y gozo.
Una enseñanza que me llevó a redescubrir que el Universo está dentro
de mí y es una aventura tan grande, tan tremendamente asombrosa, que
las palabras no podrían describirla. Esta fue la primera vez que fui capaz
de reconocer este espacio infinito conscientemente, esta experiencia de
pura vida dentro de mí, donde el misterio de la vida es contestado. Fue la
experiencia más sorprendente que jamás he tenido. Nada podía comparar
el vivirlo, con lo que había leído acerca de las posibilidades.
Comencé a experimentar inspiración y admiración total por todo lo que
me rodeaba. Y aún así, después de 8 años Ascendiendo, si pensara que
el Universo es asombroso y lleno de vida justo ahora, sé que aún es más
asombroso a cada momento que elijo mantener mi atención más allá de
la mente limitada que dice, esto no es posible. La atención en el momento
PRESENTE continúa afirmándome QUE SÍ ES REAL, QUE ES PLENO, QUE ES
AMOR. Y QUE ES POSIBLE VIVIR CADA MOMENTO DE MI VIDA DESDE QUIEN
SOY REALMENTE.
Dios, paz, perfección, vida, magia, misterio, amor, pasión y aventura son
algunas de las palabras que puedo usar para describir QUIÉN SOY. Y se
manifiesta en cada momento de mi vida, en todo lo que hago y en cada
persona con la que contacto.
Si yo fui capaz de reconocerlo, es posible para ti también. Brinca en lo
desconocido, donde puedes darte cuenta de lo que has sabido toda
tu vida; es por eso que lo has estado buscando.

 Yolanda Principe
Chef / Puerto Rico, EUA
46
Mi experiencia de Dios
Desde mi adolescencia me sentí atraído por “las cosas espirituales”,
concre-tamente con aquello que en la catequesis me enseñaron que
se llama Dios, e independientemente de tener una familia maravillosa
y un nivel social de vida muy bueno, había en mí un vacío que no
se podía llenar ni con cosas, ni con personas. Éste fue uno de los
principales motivos por el que a los 19 años ingresé a una Orden
Religiosa, de los franciscanos.
Desde el principio tuve algo muy claro, no me hice religioso para “ser
un funcionario de la organización”, para atender colegios o parroquias,
para hacer servicios sociales y administrar sacramentos, me consagré
a Dios con el único propósito de “experimentar a Dios en mi vida”, con
la certeza en el corazón de que sólo dicha experiencia, podía llenar
ese sentido de carencia y vacío que experimentaba.
Éste mismo deseo me llevó por otros caminos espirituales y progre-
sivamente me fui familiarizando con la espiritualidad de oriente
(Budismo, Zen, Hinduismo) y si bien es cierto, sentía que estos ca-
minos espirituales, estaban más próximos a satisfacer el más grande
deseo de mi corazón, ciertas metodologías y exigencias disciplinarias
(posturas, respiración, alimentos, etc.) no encajaban con lo que yo
sentía que debía ser el camino para llegar a Dios, sentía que debía ser
más simple y más gozoso.
Cuando el deseo es unilateral y persistente, todo se alinea para que
se cumpla. Así llegó la Ascensión de los Ishayas a mi vida. Cuando fui
a la charla introductoria, mi corazón dijo “esto es” y mi ser veía en esa
maestra, que lo que compartía estaba siendo su experiencia. Había
iniciado el camino de “regreso a casa”, el camino de recordar lo que
soy, lo que siempre supe que era…
Mi experiencia de la práctica de ascender trajo la magia a mi vida. Un
“contentamiento” interior como nunca antes había experimentado.
Mucha paz y serenidad. Un estar experimentando constantemente “la
caricia de Dios”, todo el tiempo y en toda circunstancia. Ya no hay más
lugares especiales ni condiciones necesarias para “merecer” el amor
de Dios, porque Dios se está amando constantemente en mí mismo,
cada vez que llevo mi atención a ese lugar sagrado que está en el
centro de mi propio ser. Ahí está TODO y vivir mi vida desde ese lugar
es experimentar la “danza divina”, que es la vida misma. Y para mi gran
sorpresa, cuando creí que ya era todo, no, siempre hay más, no hay
límites en el amor incondicional de Dios, siempre experimento “cosas
nuevas” y la magia continúa.
Tal vez muchas cosas, allá afuera, no cambiaron y hoy ni siquiera eso
me interesa, pero sí cambió sustancialmente mi relación con todo ese
47
afuera, con los acontecimientos de mi vida y del mundo. Cada vez
menos situaciones “indeseadas” me quitan la paz, no tienen poder. Y
hasta me puedo reír de todo. Y en mi experiencia, el gran regalo de
esta Enseñanza, como desde un principio me dijo mi Maestro, es NO
TOMARSE NADA EN SERIO, absolutamente nada…
Finalmente entendí una frase leída en uno de tantos libros de literatura
“espiritual” que consumí…, decía: “Una creencia en Dios puede ser
muy consoladora, pero solo la experiencia de Dios es verdaderamente
liberadora”.
Dios ya está siendo mi experiencia y es lo que somos.


Ricardo Mestre
Profesor de filosofía y letras / El Chaco, Argentina

48
Un Cambio de Vida
Mi nombre es Alex. Tengo sesenta años y he vivido la mayor parte de
esos años con un fuerte deseo de realización espiritual. Nunca estuve
completamente seguro de lo que el logro de esa realidad significaba
para mí, pero pasé una gran cantidad de tiempo contemplándolo.
A la edad de treinta y tres, en 1981, dejé una carrera lucrativa en
construcción, vendí dos condominios y me mudé a una isla subdesarro-
llada en la costa de Colombia Británica, en Canadá. Sentí un fuerte im-
pulso de ver cómo era desmontar un lote boscoso, diseñar y construir
una casa con mis propias manos y “probar mi valía.” Hice justo eso.
Había aprendido MT (Meditación Trascendental) alrededor de 5 años
antes y meditaba todos los días. Esta experiencia me enseñó de lo
que era capaz, si me aplicaba a un plan de acción con intención clara.
Recuerdo a veces con cariño esta temporada como un comienzo de
mi crecimiento espiritual.
En el 2003, mientras navegaba en el Internet buscando temas espi-
rituales, me encontré con un sitio que describía un tipo de meditación
con el cual no estaba familiarizado: “Ascensión”.
Por alguna razón desconocida para mí, sentí una reacción inmediata,
un saber interno de que ésta, era una meditación que debía aprender.
Llamé inmediatamente al número de contacto del área de Vancouver
y concerté asistir a un curso de fin de semana de Primera Esfera. Se
llevó a cabo en una casa en Vancouver del Norte, en una residencia de
Ascendedores. Fui sorprendido por la cálida bienvenida que recibí y
disfruté los abrazos.
La Ascensión tuvo un inmediato efecto positivo en mí. Conforme escu-
chaba a los dos monjes Ishayas explicar la Enseñanza, me sentí más
y más atraído a esta meditación, conforme avanzó el fin de semana.
En la simplicidad de su aplicación, basada en las emociones comunes
para todas las religiones, Alabanza, Gratitud, Amor y Compasión,
era puro y magnético para mí. La Enseñanza de trasfondo detrás del
uso concreto de las nuevas herramientas de meditación, era tanto
compleja como lógica, pero aún así sencillo de entender.
Después de que terminó el curso en la tarde del domingo y me había
despedido de quienes sin duda eran mis nuevos amigos con un interés
en común, me relajé en mi casa y pensé acerca del fin de semana que
acababa de experimentar. De repente, en un cegador destello de luz, vi
en mi conciencia una película comprimida de eventos que precedieron
y prosiguieron a un intento de suicidio a la edad de 18. Un período
de tiempo de aproximadamente dos años me estaba siendo mostrado
49
en cuestión de segundos. Luego entraron palabras a mi conciencia y
escuché en mi cabeza: “Ahora es el momento para perdonarte. No haz
herido a nadie más que a ti mismo”. Inmediatamente sentí un enorme
peso levantarse de mi corazón y estallé en un llanto de alivio. Había
cargado sentimientos de auto-odio literalmente por décadas y fui por
fin capaz de comenzar a amarme a mí mismo. Esta enseñanza de la
Ascensión es sin duda poderosa y mágica al ser capaz de sanar tan
fuertes y antiguos impedimentos negativos para el gozo personal.
Sufrí depresión la mayor parte de mi vida y por muchos años tomé
Zoloft, un antidepresivo, un inhibidor de la absorción de serotonina.
Poco después de aprender la Ascensión, fui capaz de desengancharme
de este medicamento y he vivido sin él desde entonces. Todavía tengo
momentos esporádicos que podrían ser clasificados como “depresivos”,
pero soy capaz de cortarlos usando esta meditación a ojos abiertos.
Sólo toma unos cuantos minutos de repetir las Actitudes de Ascensión
para disolver estos sentimientos negativos.
He estado practicando la Ascensión por 5 años y he progresado en mi
crecimiento espiritual, en mi vida personal y de negocios. En el trabajo
soy capaz de traer completamente mi atención al momento presente
y enfocarme en los trabajos en cuestión, sin otros pensamientos ni
afectando mi productividad. Tanto mis relaciones de trabajo como
personales han mejorado conforme me vuelvo más consciente y
observador de lo que está ocurriendo en la comunicación y conectar
con la gente sin ser distraído por patrones de pensamiento ajenos
a la situación. En mis meditaciones mi experiencia de la Quietud se
ha expandido tremendamente. Asistí a un retiro de Ascensión de
10 días este verano pasado y estaba deleitado al experimentar este
crecimiento con otros 95 ascendedores.
Vivo continuamente asombrado, pues las sincronicidades positivas
parecen ocurrir con creciente ocurrencia, y estoy siendo propulsado
hacia más paz y gozo en mi vida. Aquellas personas que me conocen
han comentado acerca de los cambios positivos en mi actitud,
incluyendo una calma paciente y la aceptación de las debilidades de
otros.
Le recomendaría la práctica de esta meditación a todo mundo y con
gusto la explicaría a quien quiera que esté interesado.

 Alex Molnar
Constructor, Vancouver, Canadá

50
La invitación
Sean tenía 18 cuando cayó de la parte trasera de una pickup, cayó sobre
su cabeza y murió. Nunca olvidaré la luz en el pasillo del hospital, o lo
que sentí cuando puse mi mano sobre su pecho y sentí a su corazón
detenerse, dejar de latir. Cuando murió, yo también quise detenerme,
dejar de estar viva y darme por vencida a esa enorme perdida. John
y yo cerramos la puerta delantera y nos sentamos en la sala. Sólo nos
sentamos, proporcionando la comodidad de nuestra presencia, el uno
para el otro. Nos sentamos y experimentamos. Día tras día. No había
a nadie a quién culpar y nada qué entender. Simplemente era lo que
era. Esa fue la primera vez que en verdad ENTENDÍ eso.
Hubo un momento sorprendente en el que me di cuenta de que
experimentar la perdida de mi hijo, me estaba dando la oportunidad
de quizá por vez primera conocer el gozo pleno. Todo el esfuerzo que
había puesto en tratar de mantenerme a mí y a mi familia segura, había
sido liberado. Todo el tiempo que había consagrado a preocuparme, a
posicionar, a negociar, a crear seguridad y predictibilidad no funcionó.
Vi que era energía desperdiciada y resultaba SOLAMENTE en miedo y
ansiedad en cada momento que ponía mi atención ahí. Cuando dejo
ir toda la represión, el excavar y frenar, encuentro el Gozo.
Yo sé que Sean estaba en su propio viaje y que su muerte nunca se
trató de MÍ. Pero ahora sé que nada de lo que ocurre ES acerca de “mí”.
Lo que pasa sólo pasa. Lo que importa es cuando me apego a lo que
está sucediendo.
Ascendía antes de la muerte de Sean, pero mi práctica no se poten-
cializó sino hasta después. Quizá no estaba lista para enfrentar el
saber que resultaba más difícil para mí abandonar las creencias
que tengo acerca de la seguridad, que la muerte de mi hijo. Quizá
tenía que perderlo antes de que pudiera saber eso. “¿Por qué estoy
aquí?” no es la pregunta correcta para mí. Simplemente ESTOY (SOY )
aquí y cualquiera que sea la razón, ESTA es mi conciencia. El único
descubrimiento que realmente me atrae es la experiencia más plena
posible de lo que ESTO es.
No tengo ninguna duda, la muerte de Sean fué una invitación para
volverme Ishaya. No hay nada que quiera más, que comprometerme
en la infinita exploración de SER ESTO.

Karen Higgins
Boulder, EUA 
51
La elección mágica
Hay dos formas de vivir la vida… Vivir o Realmente Vivir. Si tú quieres
vivir en asombro y magia, emoción e intriga, entonces quizá te estoy
hablando a ti.
Podemos vivir nuestros días como una existencia que no tiene sentido,
una vida mundana que nos lleva a través del día tras día… O podemos
ver la magia, vivir la pasión, pasear en las aventuras y descubrir el
misterio. Yo sé cuál querría elegir si supiera que tengo una elección. Y
tú la tienes… Todos la tenemos. Todos tenemos esa elección.
¡Gracias a Dios!
Yo creo que todos estamos emocionados respecto a la búsqueda en la
vida, a la magia del descubrimiento, al buscador de las películas que
supera grandes obstáculos para llegar a la meta de su vida, saliendo
como una persona mucho más iluminada. Todos somos atraídos
al don nadie que se convierte en un héroe. ¡Y por qué no! ¿Acaso
no queremos todos reclamar al héroe dentro de nosotros, nuestra
Divinidad, nuestra Grandeza? ¿Acaso no estamos todos buscando
significado y razón? ¿Acaso no soñamos todos con aventuras y con
ser el mejor?
Veo hacia atrás en mi vida y veo que la búsqueda para vivir la vida
al máximo siempre estuvo ahí. En cada acción que tomaba. Algunas
era destructivas y algunas eran creativas pero todas fueron hechas
porque la pasión alimentaba mi corazón. Sin conocer este deseo de
conocer el más grande misterio de la vida, o cómo descansar en lo
Divino, mi pasión se movió hacía afuera en relaciones y viajes.
Mi vida era la de una gitana insatisfecha. Siempre podía ver la belleza
en el mundo, pero no podía encontrar el lugar de descanso en mi
alma. Descontenta, la búsqueda para saber quién era y por qué estaba
aquí alimentaba cada acción.
Esa aventura y libertad para viajar me guió a las montañas más altas
en el mundo. Si quería ver montañas…, iría a las más grandes. Pero
lo que ocurrió destrozó mi forma de vida superficial y materialista
en ilimitados fragmentos mientras daba zancadas para entender
el despertar que estaba sucediendo dentro de mí. Uno de los más
grandes despertares de saber que esa elección existe para todos
nosotros, ocurrió cuando todo lo que era cómodo me fue arrebatado
y todo alrededor era belleza y la experiencia de Dios. Era increíble en
su facilidad y profundidad pero también pasmosa en su contraste.
Cuando estas experiencias ocurren… ¿Quién no se pregunta por qué?
¿Y quién no empieza a buscar las respuestas al misterio de la vida?
52
Años después elegí olvidar ese despertar y el regalo vino de nuevo en
una forma que estaba más cercana a mi corazón. Cuando mi relación
terminó sentí como si la vida que conocía se hubiera terminado.
La única manera de tomar el siguiente paso era sumergirme en mí
misma, confiar, ser valiente, confiar en la imagen Divina, amar, sonreír
y perdonar. Fue el más enorme paso hacía adelante el descubrir el
más grande de los misterios: Yo me preguntaba ¿Quién era yo y que
se suponía que debía estar haciendo con mi vida? ¿Por qué… Por
qué…?
Cuando aprendí las técnicas de la Ascensión de los Ishayas me conecté
instantáneamente a la grandeza que experimenté en Nepal, el apoyo
de la confianza y el amor de la relación terminados en formas que no
podía describir. Era tan superior a una palabra… Era una elección,
una elección activa de mi parte. Eso automáticamente me dio razón
y propósito. Automáticamente me mostró la más grande razón
para estar viva, el “trabajo” más grande que podría estar haciendo.
Asombrosamente conforme continué usando estas técnicas, la
facilidad vino de todas partes… La paz caminaba conmigo en los
meses posteriores al rompimiento. Cuando mis amigos pensaban
que debía haber estado triste y asustada, me había vuelto pacífica
y fortalecida. ¡Sí, fue el gentil otorgamiento de poder el que me
sorprendió más! Nunca supe que me podía sentir tan segura, tan
bien, tan… Todo estaba bien e iba a estar bien. Era como si tuviera un
secreto interno de paz y amor.
El mundo comenzó a brillar y el drama era sólo drama. Me hacía reír.
Otra cosa grandiosa fue que en el momento en que debería haber
estado tan asustada estaba emocionada. Una puerta se había cerrado
y se sentía como si otro millón de puertas se hubieran abierto. ¡Podía
caminar en cualquier dirección que quisiera y eso estaría bien!
La noción que descubrí en esos meses de cuán importante era mi
elección, de cuán importantes eran estas técnicas, es algo que ha
continuado conmigo durante los siguientes ocho años de practicar la
Ascensión de los Ishayas.
Puedo decir total y honestamente que tengo un amor por la vida
que es increíble, una pasión por vivir nuevas aventuras, un deseo
de conocer a la gente y amarla. Tengo un amor dentro de mí que
está maduro, como una gran sonrisa. Experimento magia y un juego
divino en las cosas más simples que hago durante el día. Trato a todos
y a todo como mi Maestro: quien me sigue mostrando cómo puedo
experimentar más amor y más felicidad.
53
Nunca podría haber imaginado una vida como ésta. Es tan rica y plena
y se sigue volviéndose cada vez más. No hay fin a los descubrimientos
de la magia de la vida… Estoy rodeada de gente increíble, todos
enfocados en vivir y en jugar la vida de esta manera.
Y sólo es una elección.
Una vez que sabes que realmente hay otra forma de vivir, serías
muy tonto de perderte la oportunidad de tener esto para ti. ¡Esta
aventura llamada vida es la más grandiosa aventura de descubrir
constantemente el amor, la grandeza y la divinidad que es nuestra
para Vivir!
Hay dos formas de vivir tu vida… Vivir o ¡¡¡Realmente Vivir!!!

 Helen Billinghurst
Coach de vida / Katikati, Nueva Zelanda

54
Sé la Oración
Mi vida siempre ha sido una de exploración. Ha sido una vida llena
de introspección y observación. He sido bendecido con varias
experiencias espirituales a través de mi vida. Estas actuaron como
una fuente de inspiración para encontrar realización completa, para
experimentar unión absoluta con lo Divino, sin embargo estaba lleno
de dudas y miedos, lo que me condujo a una depresión. Amaba lo
Divino pero parecía haber tenido algunas creencias y miedos residuales
acerca de la experiencia de lo Divino que creaban frustración y
confusión interna. Siempre fui bendecido con la perspicacia para
seguir caminando hacia adelante, poniendo un pie delante del otro.
Descubrí que la gran maravilla del corazón humano es más poderosa
de lo que podríamos posiblemente comprender con nuestra mente.
El grado en que uno verdaderamente desea con claridad, corresponde
directamente a cómo responde el universo. La naturaleza parece
moldearse a la voluntad del deseo sincero. Esto me dio exactamente
lo que deseaba.
Encontré la Enseñanza de los Ishayas y fui inmediatamente inspirado.
Era una Enseñanza directa, la cual no necesitaba creencia. Hablaba
con mi alma y prometía completa comunión con el verdadero Amado
interior, Ser uno mismo. Era todo lo que siempre había querido. Esto
era un regalo, pués en ese momento me sentía tan desesperado.
Las técnicas de meditación me alinearon completamente con las
corrientes ascendentes de la evolución. Eran técnicas basadas en
la Alabanza, la Gratitud y el Amor. Con ellas no me costaba ningún
esfuerzo deslizar mi atención de vuelta a la pura existencia de gozo
silente. Lo que había leído en libros se volvió animado. Mi vida se
volvió sagrada y como resultado, tenía dirección, lo que me dio una
paz intensa más allá de la comprensión. Lo que me inspiró fue la forma
como el deseo más elevado y verdadero de uno brilla más fuerte que
todos los soles en el Cosmos.
La Gracia por siempre trasciende las creencias dolorosas. He encon-
trado un amor tan insondable, pero tan real, que mi ser quedará por
siempre en humildad ante la Verdad de lo que soy. Esta Enseñanza me
sacó de estar en la mitad de un infierno creado por mi mente y me
condujo a una experiencia directa de la Divinidad. Tomó lo profano
y lo transformó en la Realidad de lo profundo. Esta enseñanza me
presentó la inmutable naturaleza eterna de mi Ser. Una experiencia
natural de un reconocimiento simple de asombro, de maravillarme y
de realizarme.
Se dice que nacer humano es algo poco convencional. El potencial
para explorar la Conciencia de uno yace aquí en esta vida. Reconocer
55
este deseo interno, cultivar el ser puro es una bendición que está más
allá de las palabras. Revelar y transformar la vida de uno, de adentro
hacia afuera es el propósito supremo, la bendición máxima. Es por
esto que estoy eternamente agradecido. Este es un sendero de poder,
gracia e inspiración y tiene el potencial de trasformarlo a uno para
siempre.

 Steve Novak
Administrador / Londres ,Inglaterra

56
La Ascención es un viaje
Antes de que empezara a Ascender experimentaba la vida como bas-
tante agotadora. Mi mente parecía un río sin fin de pensamientos,
sentimientos, preocupaciones grandes o pequeñas. Vivía corriendo
desde la mañana hasta la noche, día a día. Las circunstancias externas
eran suficientemente exitosas y no tenían la culpa. Salir del reino de
la mente, o soltar toda la mente, con otro método que no fuera el
suicidio o las drogas, era mi necesidad y deseo.
Desde mi primer momento ascendiendo sentí: “¿Esto es...?” Aunque
no estaba extasiado desde el primer momento, la paz y descanso eran
reales, y el potencial infinito para experiencias emocionantes y de
exploración eran tangibles. Nunca me aburría de Ascender. Siempre
hay nuevas dimensiones en ello, nuevos niveles de conciencia para
explorar y descansar en ellos.
Nunca puedes ser suficientemente inocente o suficientemente abierto.
Esforzarse es sólo un obstáculo. Esa es mi experiencia. Durante la
Ascensión siento claramente que la máxima experiencia de paz e
invencibilidad, está en el estado más total de apertura e inocencia. La
Ascensión es un viaje hacia ese estado, un viaje a lo que la vida tiene
que ofrecer en última instancia. Mientras más avanzas en el viaje, la
mente parece ser más contrastante, problemática y menos atractiva.
En mi niñez participé en algunas organizaciones y actividades
cristianas. Pero cantarle canciones a Jesús, escuchar charlas acerca de
Jesús y rezar en grupos de Jesús, nunca me dio ninguna gran revelación
o felicidad. La muerte aún era algo temible. En mi juventud tardía,
me fascinaron los Yogis y las teorías orientales acerca de reinos más
sutiles, cuerpos energéticos, Chakras y así. Leí muchos libros acerca
de estos temas. Ascendiendo, estos fenómenos se están revelando
gradualmente a sí mismos de una forma muy natural y segura, pero no
menos emocionante. No está basada en palabras o creencias, sólo en
lo que es experimentado aquí y ahora. Eso, para mí, es una revelación
de lo que Jesús dijo: suelta tu cruz si tu carga es pesada –¡”Suelta tu
mente” es mi forma de expresarlo! –.

Lars Raanes
Programador analista / Oslo, Noruega 

57
Un viaje mágico y misterioso de Brahma
Tuve una niñez infeliz con una madre alcohólica y un padre enojado.
Crecí convirtiéndome en un adulto deprimido y enojado. Después
de un divorcio y un intento malogrado de suicidio a la edad de 35,
encontré ayuda con un terapeuta excelente con quien me quedé por
10 años.
Aunque mi vida había mejorado enormemente, aún había un gran
hoyo en ella. No podía mantener una relación. Estuve casado dos
veces más hasta la edad de 51, y entonces escuché una cinta de
la Ascensión. Unos cuantos días después mi vida había cambiado
profundamente.
En la noche del viernes de la Primera Esfera sentí una inmensa
paz y gozo. La magia continuó a lo largo de todo el fin de semana.
Cuando visité a mi hermana de camino a casa después del curso,
ella me miró y exclamó: “¡Quiero lo que tu tienes!” Me sentía mucho
más calmado y más energetizado en mi salón de clases de quinto
grado, y los estudiantes estaban tan notablemente pacíficos que
dos maestros bromearon con que yo debía haberlos “drogado”. Hubo
otras sorpresas, como conseguir dinero justo cuando lo necesitaba, o
simplemente notar cuán más vibrantes eran los colores o cuán mejor
sabía la comida, comenzaron a ocurrir seguido. Finalmente, tomé el
Curso de 6 meses de la Maestría del Ser.
Fue entonces que empecé a descubrir el misterio del “viaje interno”.
Experimenté un gozo y una paz tan profundos y descubrí que
podía disfrutar estos momentos siempre que quisiera, simplemente
poniendo toda mi atención en la Fuente. Tenía una conciencia
constante de dónde estaba mi atención y tenía las Actitudes de
Ascensión para redirigir mi viaje interno, siempre que notara que
estaba siendo “jalado fuera”. Cuando me di cuenta de que estaba
tratando de ser como yo creía que una persona “iluminada” debía ser,
comencé a explorar la simplicidad de la conciencia alerta hasta que,
descubrí que no hay nada que hacer, ni ningún lugar a dónde ir.
Lo que solía ser un trabajo ahora es un juego. Todo es Conciencia
Pura alerta de Sí Misma. Soy un observador siendo guiado por la
Vida Misma. Más y más, cada momento es experimentado como siendo
exquisitamente nuevo y precioso. No hay culpa o pena o arrepentimiento,
porque sólo existe el Ahora. No hay preocupación o temor por que sólo
existe el Ahora. La vida es plena. La vida es literalmente un constante
“Tour Mágico Misterioso”.

 Richard Henderson
Maestro escolar / Ontario,Canadá
58
Buscando ser el mejor
Quiero contarte acerca de un niño noruego llamado Kyrre. Era un niño
prematuro, el bebé más pequeño y prematuro nacido en Noruega, y
pesó solo 730 gramos cuando nació en 1973.
Como niño era muy activo y tenía muchas energías, y mucha gente
a mi alredor sentía que yo era hiperactivo y ¡que estaba por todas
partes! Era un niño bastante feliz. Era bueno en los deportes, en
la escuela y tenía muchos amigos, pero siempre estaba buscando
aprobación y reconocimiento en todo lo que hacía.
Vivía mi vida como un cumplidor, como si todo en la vida se tratara de
hacer las cosas bien: obtener buenas calificaciones en la escuela, tener
un trabajo bien pagado, la novia más buena, ser algo o alguien y ser
exitoso, especialmente ante los ojos de otras personas. Todo esto me
agotaba: pensar, planear, organizando cómo podía conseguir todo lo
que quería y mucho más. Estaba analizando todos mis errores y fallas,
preguntándome por qué no había hecho en ellas esto o aquello, en
vez de lo que había hecho. Pasaba muchas noches sin dormir, donde
me arrepentía de cosas que había hecho, o planeaba cómo podría
obtener mejores resultados la siguiente vez. ¡Era bastante auto-
violento!
Así que a los 24 tenía todo lo que quería hasta entonces: un buen
apartamento, un gran trabajo, una bella prometida, un buen carro,
una cabaña cerca del mar y era bastante exitoso. ¡Pero nunca estaba
feliz y nunca me sentía libre! Y no ayudó para nada, cuando de
repente desperté y empecé a sentir ansiedad! De la nada comencé
a tener miedo de ser una víctima de la violencia en la calle por las
noches. De hecho nunca había experimentado eso en Noruega, es
bastante seguro allá, pero lei acerca de la violencia en el periódico. ¡Y
empecé a crear historias en mi mente de que yo podría ser la siguiente
víctima!
Esto era terrible, fui con 3 psicólogos diferentes, sin mucha ayuda.
Durante 5 ó 6 años seguí buscando algo que pudiera ayudarme. Sabía
que mi ansiedad no era real y que mis pensamientos y sentimientos
no eran yo. Sabía que era sólo mi mente que jugaba un doloroso
juego conmigo, aunque la experiencia se sentía bastante real. Sabía
que tenía que haber técnicas que pudieran ayudarme.
Todavía sentía que tenía mucha energía, como la había tenido desde
que era un niño pequeño, pero lo difícil era que seguido sentía que mi
mente y mi energía, estaban saboteando mi vida y no las podía usar
constructivamente como yo quería. Comencé a buscar una respuesta
espiritual. Después de un par de años buscando tuve una visión:
59
estaba vestido de blanco, rapado, sentado bajo un árbol meditando,
experimentando paz total. Era un yo más viejo, como Ghandi.
Después de 5 ó 6 años de buscar muchas técnicas de meditación
diferentes, cambio de Aura, sanación, terapia del campo del pen-
samiento, caminos de yoga, e incluso un curso de riso terapia
!Finalmente conocí a los Ishayas! Un amigo me dijo que los Ishayas
enseñaban a la gente a meditar sin ningún esfuerzo o tensión, y
que también funcionaba con los ojos abiertos. ¡Me vendí! Aprendí a
ascender después de 3 semanas y experimenté más paz en una semana
de practicar la Ascensión que en los años de practicar cualquier otra
técnica. ¡Realmente funcionaba!
Amé la Ascensión y estaba tan atraído a experimentar más paz y gozo
que después de un año hice mi curso de 6 meses de la Maestría del
Ser y mi vida cambió totalmente. Nuevamente dormí como un bebé,
dejé de tomar mi vida tan en serio, dejé de controlar mi vida todo el
tiempo y mi ansiedad se desvaneció más y más.
También dejé de ser auto-violento y realmente empecé a amarme y
aceptarme como soy en lugar de estar tratando siempre de castigarme
por no ser suficientemente bueno. También experimento que esta
es una elección constante, una elección que es la elección más im-
portante en mi vida, y esa elección es estar presente aquí y ahora.
Esta elección es tan dulce e importante. ¡El único momento en el que
puedo elegir es ahora, ahora y ahora! No en el futuro, no en el pasado,
¡pero justo aquí y ahora!
Es como ser un pez libre en el océano, observando todos los miles de
anzuelos (pensamientos) a mi alrededor, sin morderlos.
Es como ser el Magneto, ¡donde el Universo te da todo el bien todo
el tiempo!

 Kyrre Odegaard
Oslo,Noruega

60
Mi deseo para tí
Mi nombre es Darío y te quiero compartir cómo es mi vida desde que
aprendí a ascender.
Mi deseo con este testimonio es que cuando termines de leerlo tu
corazón esté lleno de esperanza y deseoso de experimentar al mil por
ciento la vida.
Gracias a todas las experiencias que tuve en el pasado empecé a
sentir que había algo más en la vida, otra forma distinta de vivirla y
experimentarla sin dolor ni sufrimiento. Una vida llena de magia...
Siempre dediqué mi vida a la búsqueda de la aprobación y el amor en
el exterior. Esa búsqueda jamás te llega a satisfacer porque siempre
estás tratando y esforzándote, y por esa misma razón, terminas ago-
tado y en mucho dolor. Además de que he sido el peor crítico de mí
mismo y la satisfacción no tenía lugar en nada de lo que hacía.
Entonces, ¿Qué ha traído la Ascensión a mi vida?
Una búsqueda interna e interminable en donde estoy descubriendo
cada día lo maravilloso que es el estar vivo. También me ha llevado a
descubrir que la búsqueda del amor en el exterior es un simple patrón
de comportamiento y que la forma en la que me enseñaron lo que es
el Amor, es totalmente ajeno a lo que realmente soy.
Ahora sé que soy esta experiencia siempre llena, siempre viva, pro-
funda, existiendo en todo y en todos, siempre Amorosa, Gozosa y
llena de Paz. Y siempre ha sido así, no ha habido un sólo segundo en
que esta experiencia dejara de ser lo que ya es.
Y la mejor de todas las noticias es que esta experiencia ES LO QUE
REALMENTE SOMOS. Vos estás siendo Ahora todo esto en este mo-
mento pero no te das cuenta. Las Técnicas de Ascensión te llevan a
vivir directamente esta experiencia; ¡QUÉ BUENA NOTICIA! ¿No es
cierto? Lo único que se requiere es que sepas claramente CUÁL ES TU
DESEO MÁS GRANDE EN LA VIDA y permite que tu corazón te lleve
hacia ÉL.
Y recuerda: JAMÁS DEJES A UN LADO EL DESEO MÁS GRANDE DE TU
CORAZÓN.

Dario Miller
Asistente / Córdoba, Argentina 

61
El magnetismo de lo Magnificente
Al principio mi vida fue de muy “bajo impacto” y relativamente
abundante. Siempre parecía haber suficiente de todo. Dinero,
relaciones, amigos, educación y trabajo. Todo parecía venir fácilmente,
mientras que cosas tales como drogas, violencia, abuso y carencia eran
todos conceptos extraños y externos a mí. Aun con todas las cosas
que suponía debían hacerme feliz, había una constante sensación de
que faltaba algo. Yo sólo quería estar satisfecho dentro de mí mismo,
pero en lugar de eso me hundí en una oscura depresión. A través de
todo eso me quedé con un gran anhelo de descubrir el verdadero
significado y propósito de la vida.
Durante mi búsqueda frenética compré todos los libros espirituales,
de auto-ayuda y Nueva Era, sobre los cuales pude poner mis manos.
Pero al final fueron las enseñanzas de los grandes místicos Cristianos
y los sabios Védicos los que me inspiraron más. Todos ellos hablaban
de la misma verdad trascendental y experiemental, que liberaría a
cualquier alma. El deseo de experimentar eso por mí mismo se volvió
tan intenso que no podía pensar en ninguna otra cosa. Si esos libros
hubieran bastado por sí solos yo hubiera estado caminando sobre el
agua hace años. Pero sin una forma clara y confiable de aplicar tales
enseñanzas en mi vida propia, me quedé aún más confundido. Me
sentía como si me estuviera muriendo de hambre con el menú en las
manos.
Cuando aprendí a Ascender, las técnicas eran tan simples que casi
parecía demasiado bueno para ser verdad. Lo que parecía ser elusivo
y complicado dentro de todos esos libros se volvió instantáneamente
simple y práctico. En poco tiempo, con la práctica regular de la
Ascensión mi vida volvió a estar viva. Si antes me sentía como perdido
en la jungla, esta enseñanza era como encontrar un GPS. Para ponerlo
todo en perspectiva, hubo un tiempo en el que no podía imaginar
cómo sería vivir en perfecta paz y contentamiento. Ahora no puedo
imaginar como es no hacerlo. La invitación de los sabios y místicos
es igual de valida para cualquiera ahora, igual que siempre. Ya sea
que la vida sea una aventura emocionante de descubrimiento o un
aterrador batallar para sobrevivir depende realmente de nosotros en
cada momento.

 Chad Millemon
Educador de cultura física / Omaha, EUA

62
“Si terminaste de leer estos testimonios compartelos
con alguien más, queremos que todos
recordemos Nuestra Búsqueda Sagrada”.
Los Ishayas del Camino Brillante.
63
Si los Testimonios de este libro te inspiran a descubrir tu propia
experiencia de paz y gozo ¡no pierdas el tiempo!

Encuentra cursos en tu país en los siguientes sitios web:


www.caminobrillante.com
www.thebrightpath.com

o solicita más información,


escribiendo al siguiente correo electrónico:
info@caminobrillante.com

Anda mungkin juga menyukai