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El agua subterránea 

La contaminación del agua subterránea


No existe agua que sea completamente pura. Aún el agua en la naturaleza contiene
impurezas. A medida que el agua fluye por diferentes rutas, se acumula en cuerpos de
agua y se infiltra en las capas del suelo, va disolviendo o absorbiendo los minerales o
las sustancias que entran en contacto con ella. Algunas de estas sustancias no son
dañinas a la salud, pero a ciertos niveles podrían afectar el sabor del agua y
contaminarla.

Algunos contaminantes se originan de la erosión natural de las formaciones rocosas.


Otros contaminantes provienen de descargas de fábricas, productos agrícolas, o
químicos utilizados por las personas en sus hogares y patios. Los contaminantes
también pueden provenir de tanques de almacenamiento de agua, pozos sépticos,
lugares con desperdicios peligrosos y vertederos. Actualmente, los contaminantes del
agua subterránea de mayor preocupación son los compuestos sintéticos. Estos
incluyen: solventes, pesticidas, pinturas, barnices, gasolina y nitrato.

El nitrato en el agua subterránea

El nitrato es el contaminante inorgánico más conocido y quizás uno de los que genera mayor preocupac
nitrato se origina de diferentes fuentes: aplicación de fertilizantes, pozos sépticos que no estén funcion
bien, lagunas de retención de desperdicios sólidos no cubiertas por debajo y la infiltración de aguas res
o tratadas. El envenenamiento con nitrato es peligroso en los infantes. Altos niveles de nitrato en el cue
pueden limitar la habilidad de la sangre de transportar oxigeno, causando asfixia en bebés. Esta condic
podría ser fatal si no se trata a tiempo.

Contaminación de Aguas Subterráneas.

El agua freática es el agua subterránea que constituye una fuente muy importante para extraer agua para
beber y para riego agrícola, pero como su proceso de renovación es muy lento, resulta una fuente de agua
fácil de agotar. Por otra parte, la contaminación del agua subterránea puede considerarse permanente.

Algunas bacterias y la mayoría de los contaminantes sólidos son removidos o eliminados cuando el agua
superficial contaminada se filtra en el suelo a los mantos acuíferos. Pero este proceso puede llegar a ser
sobrecargado por grandes volúmenes de desechos domésticos e industriales. A pesar de que el suelo si
retiene algunas sustancias contaminantes, no puede retener ni virus ni muchas sustancias químicas
orgánicas, las cuales se disuelven en las aguas subterráneas.

Las aguas subterráneas no pueden depurarse por sí mismas, ya que las corrientes de éstas son lentas y no
turbulentas, y los contaminantes no se diluyen ni se dispersan fácilmente. Es difícil, también, que se lleve a
cabo el proceso de descomposición aeróbica, ya que es muy poco el oxígeno debajo de la tierra, y las
colonias de bacterias anaeróbicas son muy dispersas y no son suficientes para descomponer la materia. Para
que las aguas subterráneas contaminadas puedan liberarse por sí mismas de los desechos contaminantes
tienen que pasar cientos de miles de años.
¿Qué es un acuífero? ¿Cuál es su importancia?

Se trata de formaciones geológicas subterráneas, que poseen una o más capas de roca u otros estratos
porosos y permeables que permiten el flujo y la extracción del agua del subsuelo. 

Aguas subterráneas

Alrededor de doce millones de españoles utilizan agua subterránea: Barcelona, Jaén, Alicante y
Valencia son las provincias que más consumen. Grandes ciudades como Madrid, cuentan con acuíferos
significativos que en algunos momentos han suministrado hasta en un 30 por ciento del agua de la ciudad.
Muchos países prefieren estas aguas porque se encuentran menos expuestas a la contaminación y así, el
tratamiento químico y bacteriológico de su potabilización es menos costoso. 

Las agua de los acuíferos españoles son de buena calidad, pero la contaminación se esparce en ellas, por 

 el incorrecto uso de los químicos agrícolas en los cultivos intensivos, 


 el vertido de residuos urbanos e industriales y 
 la inadecuada o inexistente gestión en los acuíferos costeros, que una vez contaminados con el agua
salada del mar, son inservibles para el consumo humano. 

Situación irresponsable y de suma gravedad, pues recuperar un acuífero contaminado es una tarea de gran
complejidad técnica y de elevado coste. 
Sobreexplotados

Al igual que muchos otros recursos, el agua no se salva de la sobreexplotación. Hay muchas razones que
provocan el deterioro de los acuíferos, pero se destaca laexcesiva demandada para usos agrícolas,
urbanos e industriales. Prácticas como estas son insostenibles en el tiempo y sólo terminan con la absoluta
sequía del acuífero. 

Aguas subterráneas.
Parte del agua que cae resbala sobre el terreno hasta llegar a ríos y lagos (agua de escorrentía),
pero otra parte se infiltra, bien directamente cuando llueve, o desde los ríos y lagos. Desde el
suelo parte del agua sale por evaporación, o por manantiales o alimenta ríos y lagos a través de su
lecho  (ver figura abajo). Las rocas y suelos que dejan pasar el agua se llaman permeables en
contraposición a las impermeables.

Aguas subterráneas
El agua que penetra por los poros de una roca permeable acaba llegando a una zona impermeable
que la detiene. Así la parte permeable se va llenando de agua (zona de saturación). La zona por
encima de ésta, en la que el agua va descendiendo, pero en los poros todavía hay aire, se llama zona
de aireación y el contacto entre las dos, nivel freático. El nivel freático sale por encima de la
superficie cuando tras fuertes lluvias el suelo se encharca. Las rocas porosas y permeables que
almacenan y transmiten el agua se llaman acuíferos y son una fuente importante de agua para uso
humano.

Los principales tipos de acuífero son:

Acuíferos detríticos: están formados por masas de rocas fragmentadas, como las arenas o las
gravas, que almacenan el agua en los espacios intersticiales.

Acuíferos cársticos: algunas rocas son disueltas por el agua y forman unas estructuras geológicas
típicas llamadas Karst capaces de almacenar grandes cantidades de agua.  Las calizas son las rocas
que más habitualmente forman Karsts, pero también las dolomías, los yesos y las sales pueden
formarlos. Las rocas carbonatadas ocupan más de 100 000 km2 en la península Ibérica, por lo que
los paisajes y los acuíferos cársticos son frecuentes.

El camino del agua suberránea 


Esta agua se filtra en el suelo directamente cuando llueve o desde rios y lagos, atravesando partículas de tierra,
arena o roca hasta que llega a una zona impermeable donde se detiene. Así la parte permeable se va llenando de
agua cuyo límite superior se denomina nivel freático. El nivel freático puede encontrarse tanto a uno como a cientos
de metros debajo de la superficie. 

El área debajo del suelo donde se almacena una gran cantidad de agua se denomina acuífero. Es todo estrato o
formación geológica que permite la circulación de agua, ya sea por sus poros o fisuras. El agua sale a la superficie de
forma natural, donde pasa a lagos, arroyos o ríos o puede extraerse a través de un pozo, por medio de una bomba o
si tiene la presión suficiente subirá sola hasta la superficie, constituyendo un pozo surgente. 

Es el 98 % de toda el agua del planeta disponible para consumo humano. En EEUU forma el 95% del agua potable,
aquí en Uruguay un 73% de los servicios de OSE dependen exclusivamente de ella, siendo un 28% del total del agua
suministrada, esta situación varia mucho según la zona del país, por ejemplo Rivera tiene un 92% de dependencia.  

La contaminación del agua subterránea 


En el pasado se mantenía la teoría de que el agua subterránea estaba bien protegida por el filtro que ejercía el suelo,
siendo esta capaz de eliminar los agentes externos o las impurezas químicas que acarreaban las aguas superficiales o
de lluvia. Sin embargo este filtro es cada vez menos importante, debido al desgaste al que esta siendo sometido y al
grado de contaminación existente. 

Este filtrado depende directamente del tipo de suelo, dado por su porosidad y el grado de vegetación existente. Las
aguas pluviales y las substancias que transportan se filtran rápidamente por la tierra arenosa, normalmente no
alcanzando a degradarse, en cambio la filtración por tierra arcillosa es lenta, lo cual posibilita una degradación o
retención de muchas de las substancias. 

Como contaminamos el agua subterránea 


La utilización apropiada del suelo y su uso es la clave para la protección del agua subterránea. Las actividades que
dan lugar a la contaminación del agua subterránea derivan frecuentemente de la falta de comprensión del potencial
contaminante debido a la escasa información sobre el tema, el descuido o la negligencia. 
Las diferentes formas de contaminación: 

En casa: 
Es causada principalmente por los residuos cloacales, debido a la utilización de pozos negros con robador, rotos o
mal construidos, por ende impermeables, y la adopción de conductas de riesgo como un mal uso del servicio de
barométricas. Esto conlleva indefectiblemente al pasaje de estas aguas servidas hacia el agua subterránea. 

Otra forma de contaminación del agua subterránea se da por la formación de basurales o la utilización de depósitos
de basura y escombros mal acondicionados, ya que al llover el agua arrastra altas concentraciones de
contaminantes. 

Agricultura y Ganadería: 
Nitratos 
El nitrato procede sobre todo del abono producido por los animales y que el agricultor esparce en el campo. La alta
densidad animal, un bajo nivel freático y la falta de limpieza regular en la zona son algunas de las causas de esta
contaminación. Unicamente la parte no absorbida por los cultivos es arrastrada por el agua. Si esto no es manejado
correctamente existe una mayor posibilidad de que los contaminantes y las bacterias entren en las fuentes de agua
subterránea. 

Pesticidas y fertilizantes 
Es requisito imprescindible para el uso de estos productos su debida aprobación, siendo condición fundamental para
esto, el que puedan degradarse en un tiempo apropiado y que las substancias que se producen en este proceso de
degradación no sean agentes contaminantes. En la practica debido al uso indiscriminado e inadecuado estos
productos terminan siendo agentes contaminantes de las aguas subterráneas. 

Otras formas de contaminación 


Contaminantes puntuales 
Desecho de residuos industriales, depósitos de agentes tóxicos (depósitos de combustible) que se infiltran en el
terreno pueden contaminar las aguas subterráneas, debido a un mal almacenamiento o eliminación. 

Existen diversas formas de contaminar las aguas subterráneas, residuos industriales, fugas de tanques de
almacenamiento subterráneo, el desecho incorrecto de productos químicos. 

Intrusión de otras aguas 


El agua subterránea en áreas costeras puede contaminarse con agua del mar si extracción de agua es muy alta,
provocando la entrada de agua salada alterando la salinidad del acuíferos. 

A su vez las aguas contaminadas de ríos, arroyos o lagos que tengan un buen filtrado, pueden pasar junto con varios
de sus contaminantes hacia el agua subterránea. 
Informarse y tomar conciencia 
Las aguas subterráneas suelen ser más difíciles de contaminar que las superficiales, pero cuando se contaminan son
más difíciles y caras de limpiar. Estas a diferencia de las superficiales, tienen un ritmo de renovación muy lento y no
cuentan con condiciones adecuadas para la autodepuración por tienen una menor descomposición por bacterias
aeróbicas. En definitiva para que las aguas subterráneas contaminadas puedan liberarse por sí mismas de los
desechos contaminantes son necesarios miles de años. 

Las aguas subterráneas pueden estar contaminándose y no darnos cuenta, ya que sus corrientes no se
ven, por lo que la contaminación se va acumulando y cuando se descubre ya es demasiado tarde. Esto
constituye un factor fundamental para que la gente no tenga conciencia de este problema. Debemos
ser conscientes de que la única manera efectiva de proteger los recursos de agua subterránea es la de
evitar su contaminación.

La explotación incorrecta de las aguas subterráneas origina varios problemas. En


muchas ocasiones la situación se agrava por el reconocimiento tardío de que se
está deteriorando el acuífero, porque como el agua subterránea no se ve, el
problema puede tardar en hacerse evidente. Los principales problemas son:

a) Por agotamiento del acuífero.

Un buen uso de las aguas subterráneas exige tener en cuenta que, en los lugares
en que las precipitaciones son escasas, los acuíferos se van cargando de agua
muy lentamente y si se consumen a un ritmo excesivamente rápido, se agotan.
Cuando se produce explotación intensiva, sequía u otras causas que van
disminuyendo el nivel del agua contenida en el acuífero se derivan problemas
ecológicos como, por ejemplo, en las Tablas de Daimiel, Parque Nacional situado
en La Mancha formado por zonas húmedas muy ricas en aves. La explotación
creciente para usos agrícolas delacuífero 23 que nutre de agua al Parque ha hecho
que en los años de pocas lluvias grandes áreas de las Tablas se queden sin agua.

Cuando estos acuíferos se encuentran en la costa, al ir vaciándose de agua dulce,


van siendo invadidos por agua salada (intrusión) y queda inutilizados para el uso
humano. En la costa mediterránea española prácticamente todos los acuíferos
están afectados por este problema y necesitan una mejora urgente de su
explotación o de sus sistemas de control y, en muchos casos, es imprescindible
permitir que se recarguen de agua antes de seguir explotándolos. 

b) Por contaminación de las aguas subterráneas.

Se suelen distinguir dos tipos de procesos contaminantes de las aguas


subterráneas: los "puntuales" que afectan a zonas muy localizadas, y los "difusos"
que provocan contaminación dispersa en zonas amplias, en las que no es fácil
identificar un foco principal.

 Actividades que suelen provocar contaminación puntual son: 

 Lixiviados de vertederos de residuos urbanos y fugas de aguas residuales


que se infiltran en el terreno. 
 Lixiviados de vertederos industriales, derrubios de minas, depósitos de
residuos radiactivos o tóxicos mal aislados, gasolineras con fugas en sus
depósitos de combustible, etc.
 Pozos sépticos y acumulaciones de purines procedentes de las granjas.

Este tipo de contaminación sueles ser más intensa junto al lugar de origen y se
va diluyendo al alejarnos. La dirección que sigue el flujo del agua del subsuelo
influye de forma muy importante en determinar en que lugares los pozos
tendrán agua contaminada y en cuales no. Puede suceder que un lugar
relativamente cercano al foco contaminante tenga agua limpia, porque la
corriente subterránea aleja el contaminante de ese lugar, y al revés.

 La contaminación difusa suele estar provocada por: 

 Uso excesivo de fertilizantes y pesticidas en la agricultura o en las


prácticas forestales. 
 Explotación excesiva de los acuíferos que facilita el que las aguas salinas
invadan la zona de aguas dulces, por desplazamiento de la interfase entre
los dos tipos de aguas.

Este tipo de contaminación puede provocar situaciones especialmente


preocupantes con el paso del tiempo, al ir cargándose de contaminación, lenta
pero continuamente, zonas muy extensas.
Figura 11-13 > Fuentes puntuales y difusas de contaminación de las aguas subterráneas

Depuración

Los acuíferos tienen una cierta capacidad de autodepuración, mayor o menor


según el tipo de roca y otras características. Las sustancias contaminantes, al ir el
agua avanzando entre las partículas del subsuelo se filtran y dispersan y también
son neutralizadas, oxidadas, reducidas o sufren otros procesos químicos o
biológicos que las degradan. De esta manera el agua va limpiándose.

Cuando la estructura geológica del terreno facilita una zona amplia de aireación,
los procesos de depuración son más eficaces. También es muy favorable la
abundancia de arcillas y de materia orgánica. En cambio en los depósitos
aluviales o las zonas kársticas la purificación del agua es mucho más difícil y este
tipo de acuíferos son mucho más sensibles a la contaminación.

Es muy importante, de todas formas, tener en cuenta que las posibilidades de


depuración en el acuífero son limitadas y que el mejor método de protección es,
por tanto, la prevención. No contaminar, controlar los focos de contaminación
para conocer bien sus efectos y evitar que las sustancias contaminantes lleguen al
acuífero son los mejores métodos para poder seguir disfrutando de ellos sin
problemas.

Cuando un acuífero está contaminado y hay que limpiarlo el proceso es muy


difícil y muy caro. Se han usado procedimientos que extraen el agua, la depuran
y la vuelven a inyectar en el terreno, pero no siempre son eficaces y consumen
una gran cantidad de energía y dinero.

Uso y calidad del agua subterránea en España


Alrededor de la
cuarta parte del
agua utilizada en
España es de
origen
subterráneo. Con
ella se atiende a
las necesidades de
más de un tercio
de la población y
se riega algo
menos que un
tercio de la
superficie total
regada. En las
zonas más secas
es la fuente fundamental de agua, mientras que en zonas más húmedas, como
Galicia, es un recurso complementario.

Controlar la calidad de las aguas subterráneas es más caro y difícil que hacerlo
con las superficiales. En España existen más de 11 000 puntos de análisis y en
6000 de ellos hay controles periódicos de la calidad. 

Los principales problemas de los acuíferos son de contaminación difusa.


Principalmente por contaminación con nitratos y por invasión de agua salada. Las
contaminaciones puntuales no son un grave problema, exceptuando algunas
zonas muy concretas en núcleos industriales o junto a grandes poblaciones. 

El problema más preocupante es el de los altos niveles de concentración de


nitratos en algunos depósitos de aguas subterráneas. El límite máximo permitido
por la reglamentación es de 50 mg/l en el agua de abastecimiento de la población,
y en los abastecimientos de más de un millar de municipios, que reúnen a más de
dos millones de habitantes, principalmente de la zona mediterránea, se han
detectado cantidades superiores a esa cifra. De los 88 sistemas acuíferos censados
en el Atlas Nacional en 1992, la mitad presentan puntos con concentraciones
de nitrato superiores a 50 mg/L. De ellos sólo una cuarta parte evolucionan
favorablemente en los últimos años. El resto se mantiene estable en sus niveles
de contaminación o empeora.

Generalizando se puede decir que los acuíferos de la zona norte se encuentran en


situación buena, mientras que los de la zona mediterránea, entre Gerona y
Málaga se encuentran muy afectados por este problema. También están en una
situación bastante deteriorada los de las cuencas de los ríos Guadiana y Júcar y
algunas zonas de las del Tajo y Duero, especialmente en las provincias de
Badajoz, Ciudad Real y Albacete. Asimismo es mala la situación en Mallorca y
en algunas zonas de Tenerife y Gran Canaria.

El exceso de nitratos se da precisamente en las zonas en las que los acuíferos son
más utilizados. En zonas cálidas en las que se puede usar agua subterránea para
regar, las cosechas pueden ser muy buenas y tempranas, lo que posibilita muy
buenos rendimientos económicos. Por eso se cultiva más intensamente y el
campo necesita ser fertilizado con nitratos. Si se usa una cantidad excesiva de
estos, el agua los acaba arrastrando al acuífero y se establece un ciclo que hace
que cada vez haya más compuestos de nitrógeno acumulados en las aguas
subterráneas. 

El otro proceso preocupante es el de entrada de agua salada en los acuíferos


cuando estos son sobreexplotados. También este problema es especialmente
acuciante en la zona mediterránea, en acuíferos cercanos a la costa. Estos
acuíferos limitan con aguas subterráneas salinas, situadas bajo el mar, y cuando
se retira demasiada agua dulce de ellos, la interfase se desplaza, penetrando el
agua salina en zonas en las que sólo había agua dulce hasta entonces. Cuando
pasa esto no sólo se ve amenazado el suministro de agua para las poblaciones y el
regadío, sino que también se producen daños en los ecosistemas que dependían
de la descarga de aguas de estos acuíferos.

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