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ADOLESCENTES FRENTE AL SIDA:

PREGUNTAS CON RESPUESTAS

Dr. Pablo Labarga


Dr. Jesús Troya
Dr. Pablo Barreiro
Dr. Juan González-Lahoz
Dr. Vicente Soriano

Servicio Enfermedades infecciosas


Hospital Carlos III. Madrid.
Presentación

Este libro, escrito por médicos, va dirigido a los adolescentes españoles y


tiene por finalidad esclarecer las múltiples dudas suscitadas en torno a la
infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome
de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en general. De un modo sencillo
pero riguroso, intentaremos dejar claros cuáles son los mecanismos de
contagio (y cuáles no), cómo prevenir la adquisición de la infección y, para
los ya infectados, cómo sobrellevar la enfermedad, incluyendo la toma de
medicamentos.

Dadas las características singulares de la infección por VIH, se hace espe-


cial hincapié en las conductas de riesgo que facilitan el contagio. Además
de la drogadicción, se examinan las conductas sexuales que se asocian a
un mayor riesgo de adquisición del virus del SIDA. Desde la perspectiva de
médicos que atendemos un elevado número de personas infectadas,
muchas de ellas jóvenes, que tras conocer su infección por VIH se han des-
esperado al ver truncado su proyecto de vida, queremos dar un mensaje
de esperanza basado en los avances médicos logrados en los últimos
años. También queremos llamar a la responsabilidad, pues en el caso del
SIDA es especialmente cierto que "es mejor prevenir que curar", entre otras
razones porque se trata de una enfermedad por ahora incurable.

El texto del libro está planteado al modo de preguntas y respuestas, para


facilitar su lectura y comprensión. Se utiliza un lenguaje sencillo en la
medida de lo posible, evitando los tecnicismos médicos. A la vez, los men-
sajes son rigurosos y avalados por datos científicos, sin dar cabida a opi-
niones que no se sustentan en la evidencia de estudios médicos. El tema
de la sexualidad se aborda de una forma especial, procurando dar conte-
nidos que llenen todas sus dimensiones y no caigan en el reduccionismo
de si es o no aconsejable utilizar el preservativo. Estamos convencidos de
que una buena comprensión del significado de la sexualidad humana
constituye una de las mejores formas de prevenir el SIDA.

Agradeceremos los comentarios que nos hagan llegar los lectores.


Sabemos que es un libro que en algunos aspectos puede resultar contro-

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vertido, pero como médicos y padres de familia, hemos intentado recoger
en estas páginas lo que consideramos mejor para nuestros hijos en rela-
ción a esta enfermedad. Esperamos que esta iniciativa suponga un revul-
sivo para muchos adolescentes, que a menudo se dejan arrastrar por el
ambiente con escasa información para la reflexión. También deseamos,
porqué no decirlo, que constituya una llamada a la responsabilidad para
las autoridades sanitarias, que tienen el deber de velar por el bien común
de sus ciudadanos, que somos todos nosotros, y de un modo más singu-
lar sus adolescentes, que son los que conducirán nuestra sociedad en un
futuro no lejano.

Madrid, 1 de diciembre de 2007

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1. ¿Qué es el SIDA?

El SIDA es una enfermedad producida por un virus llamado "Virus de la


inmunodeficiencia Humana" y cuyas siglas son VIH. La palabra SIDA
también corresponde a las siglas del nombre de la enfermedad, que es
"Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida".

La exposición inicial al VIH, o infección aguda, pasa a menudo desaperci-


bida o simula un simple cuadro gripal. Luego viene un período prolonga-
do sin manifestaciones clínicas, en el que la persona infectada no nota
nada raro. Este periodo asintomático es generalmente muy prolongado,
de más de 10 años. Más tarde, y sólo cuando las defensas, la inmunidad,
han caído por debajo de un nivel crítico, el enfermo desarrolla diversas in-
fecciones o cánceres, que por ello se llaman oportunistas. En el momento
que una persona infectada por VIH tiene alguna de estas enfermedades
oportunistas es cuando se dice que dicha persona tiene SIDA.

2. ¿De dónde proviene el virus del SIDA?

El VIH, el virus que produce el SIDA, representa la adaptación al hom-


bre de otros virus que se encuentran en algunas especies de simios
(como monos verdes y chimpancés), en los que no producen enferme-
dad. Se piensa que en un momento determinado, entre 1930 y 1940, en
las selvas de Africa Occidental esos virus de los simios pasaron al
hombre, probablemente a través de mordiscos u otro tipo de heridas
producidas en la caza de estos animales. De este modo el virus de los
simios (SIV) se convirtió en VIH y se diseminó entre la población huma-
na africana. Sin embargo, el SIV tuvo que sufrir una serie de adaptacio-

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nes para poder multiplicarse en el ser humano como VIH, y producir en-
fermedad.

Es casi seguro que el hombre se ha expuesto a virus de simios en múl-


tiples ocasiones a lo largo de la historia, pero sólo fue en la primera mi-
tad del siglo XX cuando se dieron las circunstancias adecuadas (bioló-
gicas, conductuales y sociales), para que se iniciara la gran pandemia
del SIDA, que ya ha costado la vida a más de 25 millones de personas
en todo el mundo.

3. ¿Cómo se ha conocido el origen del VIH?

Gracias a una serie de estudios experimentales muy meticulosos, varios


investigadores han sido capaces de determinar las especies de simios
que están infectadas por SIV, que son los virus similares al VIH. Com-

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parando el material genético del VIH con el de virus de simios y esti-
mando su diversificación en el tiempo, se ha establecido el origen ani-
mal de la infección por VIH, así como el lugar y el momento más proba-
ble del p r i m e r c o n t a g i o de s e r e s h u m a n o s q u e da c u e n t a de la
pandemia actual.

4. ¿Es lo mismo hablar de VIH que de SIDA?

Todas las personas que tienen SIDA tienen la infección por el VIH. Sin
embargo, no todas las personas que tienen la infección por el VIH han
desarrollado el SIDA. De forma característica, el VIH ataca directamente
a un grupo de células del sistema inmune, los linfocitos T CD4+, que
son las células directoras de la inmunidad. En un principio, el organismo
es capaz de restituir las defensas que se pierden a diario. Sin embargo,
es tan grande y continuada la capacidad de destrucción del VIH, que
llega un momento, tras un promedio de 10 años después de la infección
inicial, en que el sistema inmune se agota. Entonces el enfermo se en-
cuentra expuesto a múltiples infecciones o a desarrollar cánceres. Estas
enfermedades se denominan oportunistas porque toman ocasión de es-
ta situación de inmunodeficiencia para desarrollarse. El paciente entra
así en la etapa del SIDA, que se de-
fine por el desarrollo de alguno de
los más de 20 procesos oportunistas,
muchos de los cuales pueden condu-
cir a la muerte.

En el conjunto de personas infecta-


das por el VIH, aquéllas que han lle-
gado a la fase de SIDA son las me-
nos numerosas. Constituyen como la
punta de un gran iceberg, donde el
grupo más numeroso lo forman los
sujetos infectados por VIH sin sínto-
mas, o portadores asintomáticos. És-
tos no han desarrollado aún la enfer-

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medad, pero al igual que los que ya tienen manifestaciones de SIDA,
pueden transmitir el VIH.

5. ¿Qué son las enfermedades transmisibles?

Son aquéllas que pueden pasar de un ser humano a otro, o bien de un


animal al ser humano (antropozoonosis). Las vías más importantes de
transmisión de enfermedades son la aérea (por ejemplo, la gripe o la tu-
berculosis), fecal-oral (por ejemplo, las diarreas o la hepatitis A), sexual
(por ejemplo, la hepatitis B o la sífilis), sanguínea (por ejemplo, la hepa-
titis C) y materno-fetal (por ejemplo, la rubeola o la toxoplasmosis). El
VIH se transmite por vía sexual, sanguínea y materno-fetal, pero no por
vía aérea o fecal-oral.

6. ¿Es el SIDA una enfermedad transmisible?

Sí, el SIDA es una enfermedad que siempre se adquiere de otra perso-


na infectada.

7. ¿Cómo se transmite el SIDA?

Lo que se transmite realmente es el VIH, el agente causal del SIDA. Es-


te virus se transmite principalmente por tres vías:

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La primera, a través de la sangre. Una persona puede contagiarse por el
VIH con relativa facilidad si su sangre entra en contacto con sangre de
otra persona que tiene el VIH. El caso más frecuente es el de los adictos
a drogas intravenosas, pues es muy común que después de inyectarse
la droga pasen la jeringuilla que han utilizado a otra persona. La sangre
infectada que queda en la aguja es el vehículo de transmisión del VIH.

La segunda, por relaciones sexuales. Una persona que tiene el virus del
SIDA puede contagiar a otra a través de una relación sexual, ya que el
virus está presente en los fluidos genitales, tanto del varón (semen) co-
mo de la mujer (secreciones de la vagina). Si la relación sexual es trau-
mática, o tiene lugar durante la menstruación, el vehículo del VIH puede
ser la sangre.

La tercera, mediante la
transmisión materno-in-
f a n t i l . U n a m u j e r que
tiene el virus del SIDA
puede transmitirlo a su
hijo durante el embara-
zo o, sobre todo, duran-
te el p a r t o . T a m b i é n
puede ocurrir mediante
la lactancia. Afortunada-
mente hoy en día, con
los medicamentos que
d i s p o n e m o s y una co-
rrecta atención a la ma-
dre durante el embarazo y el parto, es muy difícil que se produzca la in-
fección del niño por esta vía. La lactancia materna está contraindicada
en las madres infectadas que han dado a luz. En los países desarrolla-
dos esto se resuelve fácilmente alimentando al recién nacido exclusiva-
mente con suplementos artificiales. Sin embargo, en los países poco
desarrollados, como por ejemplo en muchas partes de África, la trans-
misión durante la lactancia sigue ocurriendo, ya que la alimentación arti-
ficial no siempre se encuentra disponible.

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8. ¿Quién puede transmitir el VIH?

Cualquier persona que esté infectada por el virus. La transmisión


del VIH está directamente relacionada con la cantidad de virus pre-
sente en la sangre, lo que se denomina carga viral. Por eso, las po-
sibilidades de contagiar a otros son mayores en las primeras sema-
nas de infección por el VIH y una vez d e s a r r o l l a d o el SIDA. En
estos dos momentos es cuando la carga viral es más elevada. Por
el contrario, el c o n t a g i o es más improbable a partir de personas
que reciben tratamiento antiviral eficaz, en los que la carga viral es
bajísima, indetectable con las técnicas de laboratorio más sofistica-
das.

9. Las personas infectadas que se encuentran bien


¿también pueden transmitir el VIH?

Efectivamente, el virus del SIDA lo pueden transmitir no sólo las perso-


nas que ya tienen la enfermedad avanzada, que es propiamente lo que
llamamos SIDA, sino también aquéllas que están infectadas y se en-
cuentran bien, esto es, que están asintomáticas. De hecho, estas per-
sonas que no tienen ningún síntoma son una fuente importante de
nuevas infecciones, ya que al encontrarse bien, algunos no sospechan
estar infectados y pueden seguir incurriendo en las conductas de ries-
go que les llevaron a infectarse. Se estima que la mitad de las nuevas
infecciones que se producen al año en España, unas 4.000 en total,
proceden de personas que desconocen estar infectadas por el virus del
SIDA. Se presume también que 1 de cada 4 personas infectadas por el
VIH en España (alrededor de 150.000 en total), desconoce padecer la
infección.

La tasa de transmisión sexual a partir de personas que desconocen


estar infectadas por el VIH es hasta 3,5 mayor respecto a personas
que conocen su infección. Por ello, entre otras razones, las autoridades
sanitarias deben recomendar la realización de la prueba del VIH de
una forma prácticamente universal, es decir, a cualquier persona que

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entra en contacto con el sistema sanitario, sobre todo si admite alguna
práctica de riesgo. Su reconocimiento supondrá un beneficio tanto para
el paciente, que podrá tratarse a tiempo, como para sus posibles con-
tactos.

10. ¿Qué quiere decir que una persona tiene los


anticuerpos frente al VIH?

A menudo se piensa que tener anticuerpos es estar protegido. Sin


embargo, esto no es así en la infección por el VIH. La positividad en
la prueba de anticuerpos quiere decir que ha habido infección por
VIH y se ha generado una respuesta inmune, con producción de an-
ticuerpos. Como no se conocen casos de curación de la infección
por VIH, tener anticuerpos frente al VIH quiere decir estar infectado
por el virus del SIDA. Actualmente se dispone de otros análisis que
detectan de forma directa la presencia del VIH en el organismo (por
ejemplo, la carga viral), y pueden utilizarse para confirmar el diag-
nóstico.

11. ¿Cuál es la expectativa de vida de una persona


infectada por el VIH?

En a u s e n c i a de terapia antirretroviral, la que actúa d i r e c t a m e n t e


contra el virus, desde que una persona se infecta por el VIH hasta
que d e s a r r o l l a el SIDA y f i n a l m e n t e fallece, p a s a un p e r í o d o de
tiempo aproximado de 12-15 años. Sin embargo, existe una gran va-
riabilidad, con múltiples variables que pueden acortar o alargar este
período.

Si está disponible el tratamiento antirretroviral a tiempo, y los pacientes


lo toman de forma correcta, pueden tener una supervivencia muy pro-
longada, que hipotéticamente se puede parecer a la de la población ge-
neral o, al menos, a la de personas con otras enfermedades crónicas
como, por ejemplo, diabetes o hipertensión arterial.

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12. ¿Cuáles son las enfermedades que afectan más
frecuentemente a los pacientes con infección
por VIH?
Las personas que desarrollan SIDA suelen padecer enfermedades in-
fecciosas poco habituales, como las producidas por hongos (por ejem-
plo, Cándida o Pneumocystis jirovecii) o por micobacterias, como la tu-
berculosis. También son más frecuentes procesos c o m u n e s , como
diarreas o neumonías bacterianas. Aunque con menor frecuencia, los
pacientes con SIDA están expuestos a desarrollar más a menudo algu-
nos tumores, como el sarcoma de Kaposi o diversos linfomas.

13. ¿Pueden las personas que tienen la infección


por VIH vivir y trabajar con otras personas?
Sí, pueden vivir y trabajar normalmente si están asintomáticos. Esto es
comprensible, puesto que el virus del SIDA sólo se transmite por la san-
gre y las relaciones sexuales, y no por otro tipo de contacto que tenga
lugar en el ámbito familiar, laboral o social. Específicamente, no se
transmite por el aire o por el contacto cutáneo.

14. ¿Qué personas tienen riesgo de estar infectadas


por el VIH?
Aquéllas que voluntaria o involuntariamente han estado expuestas a
sangre u otros fluidos corporales de pacientes que pueden tener la in-

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fección por el VIH. Lo más común actualmente son personas que han
consumido drogas por vía intravenosa o que han mantenido relaciones
sexuales promiscuas, esto es, con múltiples parejas. En el caso particu-
lar de las mujeres, puede ocurrir que la infección por VIH provenga de
su pareja masculina habitual, ya que es más frecuente la promiscuidad
sexual en el varón que en la mujer. En España, así como en la mayoría
de otros países, la transmisión por vía sexual del VIH es actualmente la
más frecuente.

15. Entonces, ¿no todos estamos en riesgo de


contraer la infección por el virus del SIDA?

Así es. Sólo aquellas personas que hayan estado en contacto con san-
gre o que hayan mantenido relaciones sexuales con una persona infec-
tada. Respecto al primer supuesto, actualmente en el mundo desarro-
llado la exposición a sangre infectada generalmente sólo es posible si
se consumen drogas por vía intravenosa, compartiendo jeringuillas o
si, de forma excepcional, se entra en contacto accidentalmente con
sangre u otro fluido biológico de una persona infectada. Para que haya
contagio en este último supuesto, la sangre o fluido biológico de la per-
sona infectada debería contaminar una herida en la piel o mucosas de
la persona sana. Sólo así podría entrar el VIH en el organismo del re-
ceptor.

Respecto al segundo apartado, el que concierne a las relaciones sexua-


les, el riesgo depende de forma muy directa del número de relaciones
sexuales mantenidas con personas distintas, lo que se conoce como
promiscuidad sexual. Se trata de un auténtico riesgo sanitario, no sólo
por la posibilidad de infectarse por el VIH, sino también por otros agen-
tes infecciosos de transmisión sexual, como los que causan la sífilis, la
gonorrea o la hepatitis B.

En este sentido, el mensaje de que "todos estamos en riesgo de con-


traer la infección por el VIH" puede ser equívoco, pues es claro que mu-
chas personas no tienen relaciones sexuales promiscuas. La sexualidad

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es una parte integral de la persona y su ejercicio debe ser fuente de
enriquecimiento personal y social. Por tanto, sólo su mal uso expone al
riesgo de contraer el SIDA.

16. ¿Cómo es el tratamiento frente al SIDA?

El tratamiento frente al SIDA tiene dos partes bien diferenciadas:

La primera es el tratamiento contra el virus del SIDA, que se ba-


sa en medicamentos llamados antirretrovirales (porque actúan
contra los retrovirus, de los que forma parte el VIH) que impiden
la multiplicación del VIH. La reducción de la c a n t i d a d de VIH en
el organismo se sigue de la recuperación del sistema inmunológi-
co. De este modo, los pacientes quedan libres de desarrollar las
infecciones o c á n c e r e s propios del SIDA, que se llaman oportu-
nistas porque toman ocasión del déficit inmunológico que ocasio-
na el VIH.

El caso de pacientes que no reciben tratamiento antirretroviral, o en los


que éste no es eficaz, la progresión de la enfermedad continúa y llega
a ser necesario tratar las infecciones o cánceres de la etapa del SIDA.
Se prescriben entonces antibióticos, quimioterapia o radioterapia espe-
cíficos para cada enfermedad en concreto.

17. El SIDA, ¿tiene cura, o no?

En el momento actual el SIDA no tiene cura, puesto que es imposible


eliminar el VIH una vez que entra en el organismo. El tratamiento anti-
rretroviral evita que el VIH salga de las células infectadas (linfocitos T
CD4+) y, por tanto, que se siga deteriorando el sistema inmune. Sin em-
bargo, si se abandona la medicación o se toma irregularmente, el VIH
reaparece de nuevo y comienza otra vez el deterioro del sistema inmu-
ne. Por regla general, una vez empezado el tratamiento hay que mante-
nerlo de por vida.

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18. ¿Qué eficacia tiene el tratamiento frente al VIH?

La eficacia del tratamiento frente al VIH es alta, sobre todo si se co-


mienza a tiempo y el enfermo lo toma de forma adecuada. En estas
condiciones muchos enfermos pueden llevar una vida prácticamente
normal, salvo por el hecho de tener que tomar pastillas a diario y pade-
cer algunos efectos secundarios. Además, es necesario seguir rigurosa-
mente el tratamiento para que éste sea eficaz a largo plazo. El olvido de
apenas el 10% de las tomas facilita que el VIH se haga resistente a los
antirretrovirales, y entonces la medicación deja de ser eficaz. Es cierto
que actualmente se dispone de fármacos de recambio, pero las alterna-
tivas no son ¡limitadas.

19. ¿Quién prescribe el tratamiento y cómo se


controla?

En España y en muchos países occidentales, el tratamiento contra el vi-


rus del SIDA lo indican y controlan generalmente médicos de hospita-
les. Son habitualmente especialistas en Enfermedades Infecciosas o
Medicina Interna, y la mayoría cuentan con una amplia experiencia en
el manejo de estos medicamentos que, en términos generales, pueden
ser complicados.

En España estas medicaciones no se venden en las farmacias de la ca-


lle, sino que, una vez efectuada la visita con el médico, se dispensan
sin ningún coste para el enfermo en el mismo hospital. El Sistema Na-
cional de Salud costea al 100% el tratamiento de la infección por VIH,
que oscila de promedio entre 600 y 1.000 euros por paciente y mes.

20. ¿Qué riesgos tiene el tratamiento contra el VIH?

Generalmente ninguno, aunque todos los medicamentos poseen una


serie de contraindicaciones y efectos secundarios. Los antirretrovirales
(es decir, los medicamentos utilizados contra el virus del SIDA) no se li-

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bran de estas características. Se han descrito múltiples efectos secun-
darios, la mayoría de ellos leves, aunque la prolongación en el tiempo
puede hacerlos bastante molestos. En otros casos son reacciones brus-
cas que obligan a cambiar la medicación. Resultan especialmente preo-
cupantes las alteraciones en el metabolismo, como la elevación de gra-
sas o glucosa en sangre, que pueden incrementar el riesgo de padecer
problemas cardiacos o hepáticos.

A veces se trasmite la idea de que con los tratamientos modernos la in-


fección por VIH ha dejado de ser un problema grave. Lo cierto es que,
si bien la enfermedad se puede controlar, los efectos secundarios de
los medicamentos pueden llegar a alterar de manera marcada la vida
de los pacientes. Este ha sido el caso de la lipodistrofia, una serie de
cambios de la morfología corporal en buena parte debidos al tratamien-
to con algunos antirretrovirales. Los nuevos medicamentos, afortunada-
mente, no producen esta complicación con tanta frecuencia.

21. ¿Qué hay que hacer para saber si una persona


tiene la infección por el VIH?

Simplemente un análisis de sangre. Es una prueba sencilla (ELISA), que


puede realizarse en cualquier ambulatorio u hospital de forma confiden-
cial. Además, es probable que pronto se comercialicen análisis rápidos
de anticuerpos frente al VIH, para realizarse en saliva, lo que permitirá
conocer el resultado en escasos minutos. Ante un primer resultado posi-
tivo con una de estas pruebas, siempre se aconseja un análisis confir-
matorio con técnicas más específica (por ejemplo, el Western blot).

Desde que una persona se infecta hasta que este análisis de anticuer-
pos se hace positivo, pasa un tiempo, habitualmente entre 3 y 6 sema-
nas, aunque ocasionalmente puede tardar algo más. Por eso, puede su-
ceder que después de una exposición que ha podido ser contagiosa, si
el análisis se realiza muy pronto, el resultado puede ser negativo y, sin
embargo, la persona estar infectada. Para aclarar esta situación (conoci-
da como "periodo de ventana"), se pueden realizar pruebas más ex-

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haustivas, como la determinación de carga viral, o simplemente repetir
el análisis pasadas unas semanas.

22. ¿Puede saberse si una persona tiene el VIH sólo


por el aspecto?

No. Hay personas infectadas por el virus del SIDA que presentan un as-
pecto rigurosamente normal y saludable, mientras que otras tienen una
apariencia de enfermedad. Además, hay personas que padecen enfer-
medades que no guardan relación con el SIDA, como algunos cánce-
res, que pueden simular erróneamente la apariencia de personas afec-
tadas por el SIDA, y otras que aunque parecen estar enfermas, no
tienen ninguna enfermedad.

Aunque nunca se debe atribuir a nadie la enfermedad del SIDA por su


aspecto, es cierto que la propia enfermedad o algunos medicamentos
contra el VIH pueden provocar cambios en el aspecto físico, como adel-
gazamiento extremo o acúmulo de grasa en determinadas partes del
cuerpo (lipodistrofia), que llegan a acomplejar a los pacientes. Por este
motivo, el SIDA es a menudo una enfermedad estigmatizante, y si sabe-
mos que una persona tiene SIDA, nunca debemos divulgarlo.

23. ¿Es obligatorio que los enfermos comuniquen


que están infectados por el VIH?

En general no. Para la convivencia habitual en el trabajo o en los luga-


res de ocio no es necesario saber si una persona tiene o no el VIH. Co-
mo hemos dicho, las vías de transmisión son muy limitadas, por contac-
to sexual o con sangre de personas infectadas.

Sin embargo, es un deber que toda persona infectada por el VIH comu-
nique con antelación su condición de infectado a aquéllas personas que
puedan tener riesgo de contagio, fundamentalmente con las que man-
tenga relaciones sexuales. El uso de métodos profilácticos como el pre-

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servativo no exime de esta responsabilidad, pues siempre existe un
riesgo de fallo de estos métodos y, por tanto, de contagio. Por otro lado,
las peculiaridades de la infección por VIH, como el ser una enfermedad
incurable, potencialmente mortal y de tratamiento complejo, recomien-
dan que a nadie se le oculte la posibilidad de infectarse.

También es aconsejable que se comunique la infección por el virus del


SIDA cuando se recibe atención en los servicios sanitarios. En primer
lugar, saber que una persona padece la infección por VIH puede ayudar
a conocer mejor el problema médico por el que consulta. Además, una
vez reconocido éste, el mejor tratamiento puede ser algo diferente si
también se padece la infección por VIH. Por último, si el personal sani-
tario sabe que una persona está infectada por el virus del SIDA se pue-
den reducir las posibilidades de transmisión accidental. Es importante
recordar que el personal sanitario está siempre obligado a guardar el
secreto profesional, por lo que no puede dar a conocer a terceros el
diagnóstico de los pacientes, incluida la infección por VIH.

24. ¿Es importante que una persona sepa que está


infectada por el VIH?
Sí. Hay dos razones fundamentales por las que cualquiera que pueda
estar infectado por el VIH debe realizarse la prueba diagnóstica.

En primer lugar, sólo el que conoce su condición de infectado por el


VIH se puede beneficiar del tratamiento antirretroviral. En el momento

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actual, en muchos casos se llega al diagnóstico de infección por el VIH
demasiado tarde, cuando ya se ha desarrollado el SIDA. Este diagnósti-
co tardío entraña un doble riesgo: por un lado las complicaciones de las
infecciones oportunistas o cánceres que definen el SIDA y, por otro, el
de una peor respuesta a la medicación utilizada para inhibir al VIH. Sin
duda, el que la mayoría de las nuevas infecciones por VIH se adquieran
por contacto heterosexual hace que muchos infectados no sospechen
ser portadores del virus del SIDA.

Por otro lado, si alguien desconoce que está infectado puede transmitir
el virus del SIDA de forma involuntaria a aquéllas personas con las que
m a n t e n g a relaciones se-
xuales. C o m o hemos co-
mentado antes, se estima
que en España se produ-
cen a n u a l m e n t e unos
2 . 0 0 0 c a s o s de t r a n s m i -
sión del virus del SIDA a
partir de p e r s o n a s que
desconocen estar infecta-
das, la m a y o r í a de ellos
por vía sexual.

25. ¿Podemos recordar las vías de transmisión del


VIH, así como en qué circunstancias no es
probable que se transmita?

El virus del SIDA se trasmite por contacto con sangre contaminada o a


través de relaciones sexuales con personas infectadas. También existe
la posibilidad de transmisión de la madre infectada a su hijo durante el
embarazo, el parto o la lactancia. El virus del SIDA no se transmite por
contacto con otros fluidos como saliva, lágrimas, sudor, orina o heces,
salvo que en ellos exista contaminación por sangre o secreciones geni-
tales. En este caso sería la sangre o las secreciones sexuales, y no
otros fluidos, la fuente del posible contagio. Es imposible que el VIH se
transmita por el aire o los alimentos, o tras la picadura de insectos.

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26. La transmisión por sangre, ¿a quién afecta?

La forma más frecuente de adquirir el VIH por contacto con sangre con-
taminada se da entre adictos a drogas intravenosas. Así ocurrió en un
número importante de personas en España en la década de los 80 y
parte de los 90. Afortunadamente el consumo intravenoso de estupefa-
cientes ha disminuido, en buena parte por miedo al SIDA, aunque se
dan otras formas de drogadicción no exentas de riesgos, como la toma
de pastillas o por inhalación (droga fumada o esnifada).

El personal sanitario puede infectarse si se expone a sangre contaminada


de forma accidental, durante una intervención quirúrgica por ejemplo. De
ahí la importancia de que los enfermos informen al médico de su condi-
ción de infectados por el VIH, para que se extremen las precauciones.

En España y en los países de


nuestro entorno, todo derivado
sanguíneo que se utiliza en me-
dicina es analizado antes de
transfundirse a otra persona, de
modo que existe certeza casi ab-
soluta de que no se va a trans-
mitir el VIH u otros agentes in-
f e c c i o s o s por e s t a v í a . Sin
embargo, se sabe que estas pre-

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cauciones no siempre se toman de forma estricta en países del Tercer
Mundo, de modo que en estas zonas aun se dan casos de infección por
VIH por transfusión de derivados de la sangre.

27. La jeringuilla de un drogadicto tirada en el suelo


¿es contagiosa?

La supervivencia del VIH fuera de la persona infectada es de apenas


unos minutos, de modo que pierde su capacidad de infectar si no se
encuentra en un medio con células vivas. En la práctica esto quiere de-
cir que el VIH se inactiva unos minutos después de extraer sangre de
un paciente. Tan sólo perduraría si se aplicasen condiciones de labora-
torio para mantener vi-
v a s las c é l u l a s de la
sangre. Esto no quiere
decir que ante una ex-
posición accidental a
material potencialmente
infectado por el VIH se
deje de consultar al mé-
d i c o , a u n q u e hay q u e
saber que el riesgo de
i n f e c c i ó n por V I H e s
muy bajo.

28. Si se utilizan drogas en pastillas, fumadas o


inhaladas ¿hay peligro de infectarse por el VIH?

Sólo las drogas inyectadas se asocian con transmisión del VIH por in-
tercambio del material de inyección. Sin embargo, el consumo de dro-
gas en general, entre otros efectos, provoca desinhibición y falta de au-
tocontrol en la persona. Esta circunstancia puede conducir a situaciones
que faciliten la infección por VIH, como mantener relaciones sexuales
de riesgo.

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29. Y para evitar la transmisión por droga ¿qué hay
que hacer?

No consumir droga por vía intravenosa, sobre todo intercambiando el


material de inyección. Si se evita la toma de sustancias que alteren la
situación mental de la persona, también se reducen las conductas se-
xuales con mayor riesgo de contagio.

30. Si yo he consumido droga alguna vez, ¿qué


debo hacer?

Lo primero reconocer que es


una práctica que pone en
riesgo nuestra salud física y
m e n t a l . En s e g u n d o lugar,
proponernos no volver a con-
sumir drogas, para lo que es
posible que necesitemos ayu-
da especializada, psicológica
o psiquiátrica. Si hemos con-
sumido drogas inyectadas o
tenido contactos sexuales de
riesgo, debemos solicitar la
prueba del SIDA.

31. Si consumo drogas muy a menudo, ¿qué puedo


hacer?

Se puede y se debe salir de esa situación cuanto antes. Es muy con-


veniente pedir ayuda. Siempre encontrarás personas dispuestas a apo-
yarte. Los primeros tus padres, y luego especialistas en salud mental a
los que puedes acudir a través de tu centro de salud. Afortunadamen-
te, en España hay gran experiencia en ayudar a las personas a dejar
la droga.

22
32. ¿Dónde están las personas que pueden
ayudarme?

En la mayoría de las ciudades existen centros que pueden ayudarte a


"desengancharte" de la droga. A parte de psicólogos y psiquiatras de tu
centro de salud u hospital de referencia, existen instituciones privadas
sin ánimo de lucro, como Proyecto Hombre entre otras, con gran expe-
riencia en este campo.

33. Si consumo drogas con frecuencia, ¿tengo


mayor riesgo de adquirir el SIDA?

Así es. Por dos razones: en primer lugar por la mayor posibilidad de ex-
posición al virus si compartes jeringuillas de forma repetida. Cuantas
más veces lo hagas, más mayor es el riesgo. La segunda razón, en ca-
so de que no compartas jeringuillas, se explica por la desinhibición que
provoca la droga, que puede llevarte a hacer cosas que en condiciones
normales no harías, como tener relaciones sexuales con personas in-
fectadas, o que no sepan si lo están.

34. ¿Puedo dejar la droga y volver a la vida normal?

Por supuesto que sí. Hace falta tener fuerza de voluntad y dejarse ayu-
dar; pero, si te lo propones, seguro que triunfas. Hay muchas personas
que lo han logrado y que hacen una vida totalmente normal, tienen una
familia, un trabajo y son felices. Haber consumido drogas no tiene por-
qué condicionar tu vida de forma irreversible y negativa.

35. Y el "porro", ¿puede contagiar el SIDA?

Está claro que fumar un "porro" de por sí no trasmite el SIDA. Sin em-
bargo, es muy importante que tengas claras algunas ideas. En primer
lugar, el consumo de sustancias que alteran la capacidad mental en

23
absoluto es inofensivo, ya que perder el autocontrol puede facilitar
comportamientos de riesgo sexual para adquirir la infección por el
VIH. En segundo lugar, no
hay duda que las personas
que consumen "porros" es-
tán en mayor riesgo de pa-
sar a tomar d r o g a s más
"duras", como cocaína o
heroína, en ocasiones por
vía intravenosa.

36. ¿Y el alcohol?

El alcohol no puede considerarse una droga, pues un consumo modera-


do del mismo no provoca dependencia, a di-
ferencia de las verdaderas drogas, o incluso
el tabaco.

No obstante, el consumo excesivo de alcohol


de forma continua (bebedores crónicos) o
esporádica (bebedores de fin de semana)
puede ocasionar una dependencia tan grave
como cualquier droga. Además, durante los
episodios de abuso de alcohol, la conocida
borrachera, se puede perder el control e in-
currir en situaciones de riesgo para adquirir
la infección por VIH.

37. Si una mujer infectada por el VIH se queda


embarazada, puede transmitir el SIDA a su hijo;
entonces ¿debería abortar?

Las mujeres infectadas por el VIH pueden transmitir el virus al feto du-
rante el embarazo. Lo más frecuente, sin embargo, es que la infección

24
ocurra en el momento del parto, por exposición del recién nacido a
sangre infectada de la madre. La práctica de una cesárea reduce sus-
tancialmente este riesgo. Aun así, la administración de tratamiento
contra el VIH a la madre hace muy improbable que el niño se infecte.
Ocurre en menos del 1% de los casos si el tratamiento es eficaz. Por
estos motivos, no hay razón para que una mujer infectada por el VIH
recurra al aborto. Aun-
que algunas legislacio-
nes, como la española,
p e r m i t e n el a b o r t o en
determinados supues-
tos, desde el punto de
vista biológico el aborto
no es sino acabar con
la vida de un ser huma-
no en el s e n o de su
madre.

38. ¿Debo tener cuidado a la hora de plantearme la


vida sexual?

Es indudable. Te doy un dato, a nivel mundial el 80% de las 14.000 nue-


vas infecciones por VIH que por término medio hay cada día, ocurren tras
relaciones heterosexuales. Hay que reconocer que es más fácil renunciar
a la inyección de drogas para evitar el SIDA, que contenerse en materia
sexual. Y menos hoy en día, cuando a todos se nos pone tan fácil.

La sexualidad es un aspecto fundamental e íntimo de la persona, no algo


añadido a la persona que podamos manipular a nuestro gusto. La sexuali-
dad no debe entenderse sólo como genitalidad. Somos personas sexuadas,
hombres o mujeres, y "jugar" con la sexualidad es "jugar" con nuestra intimi-
dad. Debemos plantearnos la vida sexual no como algo exclusivamente lúdi-
co, como a veces proponen algunos, sino como un aspecto de nuestra vida
en el que ponemos en juego todo lo que somos: salud, afectos, valores, feli-
cidad, futuro... Como ves hay mucho más en juego que infectarte por el VIH.

25
39. ¿Cómo hemos llegado a esta situación, si el
preservativo dicen que previene el SIDA?

A pesar de la insistencia de algunos en el mismo mensaje ("ponte el


preservativo"), la pandemia del SIDA crece rápidamente, con una esti-
mación de más de 5 millones de nuevos infectados sólo en el año
2007. No basta hablar del preservativo para combatir la transmisión
del VIH.

En primer lugar, el preservativo constituye sólo una medida de eficacia


limitada, aproximadamente del 80%. Cuando se propone como segura
se corre el riesgo de que la población se confíe, incremente las conduc-
tas de riesgo, y se acabe por perder incluso la eficacia preventiva de la
medida propuesta. Es algo así como si ahora nos dijeran que no es ne-
cesario cumplir con las normas de circulación, que basta con usar el
cinturón de seguridad. ¿Qué crees que pasaría con los accidentes de
tráfico?

Estas campañas incurren en un error de fondo si cabe más grave.


Trivializan la vida sexual de las personas y la reducen a algo exclu-
sivamente lúdico, que requiere de unas meras precauciones para
evitar riesgos innecesarios (SIDA, embarazo, etc). Practicar sexo sin
duda es divertido, pero es algo mucho más que eso, piénsalo en
serio.

40. ¿Cuál es la mejor forma de prevenir la


transmisión sexual del VIH?

Del mismo modo que se evitan otros riesgos habitualmente, esto es,
siendo responsable con lo que uno hace. Es cierto, sin embargo, que
para ser responsable hay que estar bien informado. Está científicamente
demostrado que la transmisión de enfermedades depende de tres facto-
res: A, el tiempo que se está expuesto al agente infeccioso; B, el núme-
ro de exposiciones diferentes al mismo; y C, el riesgo de adquirir el
agente infeccioso en cada contacto.

26
41. ¿Cómo se aplican estas variables a la
prevención del SIDA?

Muy sencillo, te lo explico punto a punto.

A: cuanto más precoz sea una persona en iniciar las relaciones sexua-
les, más tiempo hay para infectarse. Además, lo habitual es que si
se mantienen relaciones sexuales en la adolescencia sea más fácil
que se incurra en situaciones de riesgo, como tener contactos se-
xuales esporádicos, o varias parejas diferentes.
B: a mayor número de contactos sexuales con personas diferentes
más posibilidad hay de que alguna esté infectada por el VIH y nos
contagiemos. En este sentido, fíjate que se da cierto grado de se-
lección natural: las personas promiscuas suelen tener relaciones
con otras personas promiscuas, por lo que los riesgos de infectarse
por el VIH se concentran.
C: por último el riesgo de transmitir o infectarse por el VIH se incre-
menta si se padece alguna infección genital simultáneamente, lo
que no es raro en personas promiscuas. Es el caso de la sífilis, en-
fermedad de la que tenemos actualmente un número creciente de
casos.

42. ¿Cómo aplico esto a mi vida?

Te lo vuelvo a comentar punto a punto.

A: piensa dos veces cuándo y con quién quieres empezar tu vida se-
xual. Ten en cuenta que con esa persona vas a compartir lo más inti-
mo de ti mismo. Junto con tu cuerpo, le deberías entregar tu afecto
más sincero y tu proyecto personal. Deberías querer para esa perso-
na lo que quieres para ti.

Sé responsable con el ejercicio de la sexualidad. Considera que no


es casual que mediante el sexo podemos hacer algo tremendamente
grande, que nos supera a nosotros mismos: traer otro ser humano al

27
mundo. Si ya has tenido relaciones sexuales y crees que no te lo has
tomado en serio, medítalo. Estás a tiempo de cambiar las cosas.

B: si ya has encontrado a la persona de tu vida, con la que quieres


compartir todo, enhorabuena. Como seguro que deseas lo mejor
para él o ella, tienes que valorar la estabilidad y fidelidad en vues-
tra relación. Por eso, no se entendería que tuvieras contactos se-
xuales con otras personas diferentes, y que pusieras en peligro la
salud de la persona a la que de verdad quieres. Valora la fidelidad
mutua como una forma fundamental de preservar la salud y felici-
dad de tu pareja. Si te has equivocado en este aspecto, no lo du-
des, aún estás a tiempo de cambiar.
C: por último, si a pesar de lo anterior, decides mantener relaciones
sexuales con diferentes personas, solo cabe recomendarte que lo
pienses de nuevo. La sexualidad es mucho más que genitalidad.
En los humanos, a diferencia de los animales, el celo está subordi-
nado a la razón. En cualquier caso, lo más que puedo decirte es
que te protejas y recurras al preservativo.

43. Todo lo anterior ¿está demostrado


científicamente?

La propuesta que te acabo de explicar se llama estrategia ABC, basada


en los puntos que ya hemos comentado. De forma simple, A por absti-
nencia, B por fidelidad ("be faithful" en ingles) y C por condón (preser-
vativo), aunque ya has visto que hay mucho más detrás de cada letra.
Este mismo programa ha sido defendido por 140 expertos en VIH/SIDA
de 36 países de los 5 continentes como la mejor forma para prevenir el
contagio sexual del SIDA. Estas recomendaciones se publicaron en el
año 2004 en The Lancet, una de las revistas médicas de más prestigio.

Esta estrategia ha dado resultados muy satisfactorios en algunos países


de Africa, por ejemplo, en Uganda. Desde que se aplica el ABC se ha
pasado del 31% de nuevas infecciones por VIH en 1990 al 6% en 2000.
Además, las campañas basadas en el ABC han sido muy bien acepta-

28
das por la población: se incrementó del 31% al 56% la proporción de jó-
venes que retrasaron las relaciones sexuales, y se redujo del 39% al
11% la proporción de ellos que tenían múltiples contactos sexuales. El
éxito es tal que la estrategia ABC se está aplicando en otros países,
entre ellos Estados Unidos.

44. ¿Cómo se logró este éxito en Uganda?

La respuesta de Uganda frente a la epidemia del SIDA incluyó sesiones


educativas en los colegios, la implicación de líderes sociales y la capa-
citación de mujeres y jóvenes.

La capacitación consiste en ense-


ñar a la población a responsabilizar-
se de su salud. El liderazgo del pre-
sidente ugandés Museveni permitió
el impulso de la estrategia ABC a
nivel nacional, subrayando la vuelta
al respeto mutuo entre hombres y
mujeres. En términos prácticos, esto
significó una defensa de la fideli-

29
dad, el matrimonio y la familia. Fíjate en tu propia vida; seguro que es-
tos valores han sido para tí fuente de felicidad, aún de forma incons-
ciente, en muchos momentos.

45. El inicio precoz en las relaciones sexuales,


¿tiene otras consecuencias negativas?

Te enumero varias, bastante bien demostradas:

Puede entrarse en un círculo de amistades dónde la transmisión


del VIH sea más frecuente.
- La actividad sexual precoz se asocia generalmente a un número
mayor de parejas sexuales a lo largo de la vida, lo que constituye
un factor de riesgo para adquirir infecciones de transmisión sexual,
entre ellas el SIDA.
- La sexualidad precoz se acompaña generalmente de una menor
capacidad para mantener relaciones personales estables. Y no lo
olvides, llega un momento en la vida en que todos queremos un
"amor para siempre".
Diversos estudios demuestran que la frecuencia de decepción y
arrepentimiento por haber mantenido una relación sexual precoz
es mayor cuanto más joven es la persona.
El retraso en el inicio de las relaciones sexuales no sólo es protec-
tor frente al SIDA a corto plazo, sino que también ayuda a tener
menos parejas a lo largo de la vida, lo que resulta protector a lar-
go plazo. Dicho de otro modo, en cuanto al SIDA, la precocidad se-
xual es peligrosa a corto y largo plazo.

46. A lo mejor en esta estrategia del ABC, resulta


que lo más importante es la C, esto es, el uso
del preservativo

Hay varias evidencias de que esto no es así, y que es mucho más efi-
caz para prevenir la infección por VIH la abstinencia (A) y la fidelidad
(B), que la promoción del uso de preservativos (C).

30
Por un lado, aunque A y B no sean aplicadas a la perfección, la adop-
ción al menos parcial de dichas medidas puede tener un profundo im-
pacto sobre la epidemia. Existen modelos estadísticos que indican que
una reducción en el número de parejas sexuales frena la transmisión
del VIH de forma más eficaz que el uso del preservativo. Así se ha de-
mostrado en el caso de Uganda, dónde se aplica el ABC y las nuevas
infecciones por VIH se han reducido, en comparación con otros países
dónde sólo se aplica sólo C y las cifras de SIDA suben.

Prevalencia de infección por VIH en adultos en África


Subsahariana 1990-2005

47. ¿No sería más eficaz que se administrara una


vacuna eficaz frente al SIDA?
Está claro que una vacuna para el SIDA sería un gran avance para la hu-
manidad. Pero desde el punto de vista científico hay importantes dificulta-
des. En primer lugar, la capacidad de mutar del virus, le permite escapar
al efecto de las vacunas. Además, como el VIH ataca al sistema inmune,
en muchas ocasiones aprovecha la respuesta inmune que estimula la va-
cuna para estimular nuevas infecciones, incluso con mayor facilidad.

48. Hay que ser realistas y lo cierto es que la mayoría de


jóvenes, incluidos los adolescentes, tienen cada vez
relaciones sexuales más precoces y promiscuas
y, por tanto, nada se puede hacer para evitarlo
Bueno, te diré que según el Instituto Nacional de Estadística, sólo el
18% de los jóvenes de 18 a 29 años iniciaron sus relaciones sexuales

31
antes de cumplir los 16 años en España (INE, 2004). Como puedes
ver, esta cifra queda lejos de ser "la mayoría de los jóvenes". No pare-
ce, por tanto, que esa afirmación se base en datos reales cuando se
afirma que retrasar el inicio de las relaciones sexuales, aún siendo
una medida eficaz para la prevención del SIDA, no es una "opción re-
alista", como han defendido algunos políticos. Es su obligación velar
por el bien de sus ciudadanos y no temer ser calificados de "carcas"
por algunos. Con mensajes claros, en un país tan liberal como Holan-
da, las autoridades sanitarias han conseguido que la proporción de jó-
venes que inician sus relaciones sexuales antes de los 16 años pase
del 60% al 5%. Como ves, es cuestión de intentarlo y valorar la se-
xualidad en una dimensión amplia. Es un gran bien para la persona
humana y no debe restringirse al mundo de los instintos, como ocurre
en los animales, en los su conducta sexual está guiada para salva-
guardar la especie.

49. ¿De verdad es posible este planteamiento?

Tampoco era "realista" el planteamiento de la lucha contra el tabaco hace


unos pocos años, cuando en muchos estratos de edad, más del 75% de
la población fumaba. Sin embargo, se hizo todo lo posible por el bien co-
mún y no se consideró que el tabaco era algo "personal", de libre elección,
sobre lo que no se podía hablar. Tampoco se dice a la población que fume
con filtros para reducir el
riesgo de enfermedad,
sino que se debe evitar
el riesgo dejando de fu-
mar. Por supuesto, hay
que respetar la libertad
de las personas, pero
las autoridades sanita-
rias están para proponer
los medios más eficaces
para prevenir riesgos a
los ciudadanos.

32
Como se viene viendo, algo falla en el tema del SIDA. Quizás no se apli-
can los mismos criterios que en otras campañas. En el caso del tabaco o
de los accidentes de coche, se invita a que cambiemos de actitudes, que
seamos más responsables. En el caso del SIDA se transmite el mensaje
de "haz lo que quieras, pero usa el preservativo". ¿Por qué en materia de
sexualidad no se anima a la población a que eviten conductas de riesgo?
Es un deber de las autoridades sanitarias, aunque puedan ser tachadas
de "carcas" por sectores "progres". Es más fácil asentir y aplicar un parche
que ponerse a trabajar para prevenir un problema, más en un tema como
son las relaciones sexuales. Sin embargo, es claro que aquí la actitud per-
sonal tiene implicaciones sociales y es conveniente proporcionar una edu-
cación adecuada, aunque luego cada uno decida hacer lo que quiera.

50. Es curioso que el éxito de la estrategia ABC no


sea mejor conocida por la población general
Es cierto. Siendo una estrategia que se ha demostrado eficaz para fre-
nar el SIDA, debería conocerse por la mayoría de la población y aplicar-
se en muchos más países, España incluido. No se hace porque el sexo
sigue siendo el gran tabú. Antes no se podía hablar de ello. Ahora, que
no deja de hablarse de sexo, lo que no se puede es recomendar nada a
nadie sobre su vida sexual, aunque tenga consecuencias para otros.

Así, el sexo se ha convertido erróneamente en la bandera de las libertades


del individuo. Sin embargo, la libertad se gana cuando uno se hace dueño
de sí mismo; de lo contrario eres esclavo de tus propias pasiones. En este
sentido, hay un sentir de que el número de personas que son incapaces de
controlarse sexualmente va en aumento, algunas de las cuales acaban pi-
diendo ayuda médica. Es una nueva forma de droga, la adicción al sexo.

51. El éxito que se ha logrado en Uganda, ¿está


ocurriendo también en otros países?
Hay datos recientes de Zimbabue que sugieren que, desde que se apli-
ca el ABC, la tasa de VIH/SIDA también está bajando. Se ha valorado

33
en qué medida el descenso en la tasa de infección por VIH en este país
pudiera obedecer al efecto de una mayor mortalidad, en contraposición
con el descenso real de nuevos casos de infección. El reconocimiento
de menos personas infectadas entre los jóvenes indica que estamos an-
te un descenso real del número de nuevos casos de infección.

52. Entonces, ¿el condón no sirve?

El grado de eficacia del preservativo en la prevención de la transmisión


del VIH ha sido examinado en varios estudios médicos, y va del 80 al
90% en datos de ONUSIDA y revistas científicas de prestigio (Cochrane
Systematic Reviews). Ahora bien, esta eficacia está sujeta a importan-
tes variaciones en función de otros factores. Se sabe que cuanto más
joven e inexperta es la persona que utiliza un preservativo, menos pro-
tege. De hecho, la proporción de fallos es mayor durante el primer año
de uso. Igualmente, hay más riesgo de que el preservativo no proteja si
se tienen relaciones sexuales bajo los efectos del alcohol o las drogas.
No sorprende, puesto que en estas situaciones se rompe o se desliza
con mas frecuencia.

53. ¿Qué es eso del sexo seguro?

En medicina, como en otras tantas facetas de la vida, no hay nada se-


guro, en todo caso será de bajo riesgo. Transmitir la idea de que el sexo
con preservativo es seguro, a parte de falso, puede ser peligroso. Lo
que en realidad ocurre es que se transmiten mensajes que banalizan la
sexualidad, la reducen a algo puramente lúdico, cuando es un aspecto

34
de la persona mucho más rico. En el fondo, se carece de argumentos
para animar a la fidelidad y se puede animar a la población a ser pro-
miscua, al modo animal. Mientras que la sexualidad en los seres huma-
nos forma parte del amor y busca el bien de la pareja, en los animales
el acto sexual viene condicionado en buena parte por la fisiología hor-
monal, y busca perpetuar la especie.

En Uganda se ha demostrado que promover sólo el preservativo sin


otros mensajes educativos provoca que se tengan más contactos se-
xuales de riesgo. En cambio, si se explica la conveniencia de la absti-
nencia y la fidelidad en la pareja, el preservativo cumple su función re-
d u c i e n d o e l r i e s g o e n las p e r s o n a s q u e d e c i d e n s e g u i r s i e n d o
promiscuas. El resto ha evitado el riesgo mucho antes.

54. Pero a nivel de grandes poblaciones, parece


razonable pensar que el uso del preservativo
puede reducir la transmisión del sida ¿no?

En muchos países del África subsahariana, las tasas de transmisión del


VIH siguen siendo elevadas, a pesar del incremento considerable en el
uso de preservativos. Por ejemplo, las ventas de preservativos se multi-
plicaron por tres entre 1993 y 2001 en varios países centroafricanos, a
pesar de lo cual el número de infectados se duplicó en ese mismo pe-
riodo.

55. ¿Se conocen casos concretos de personas que


se hayan contagiado por el VIH utilizando
correctamente el preservativo?

Sí. La mayoría de médicos que atendemos a pacientes infectados por el


VIH sabemos de algún caso de este tipo. Algunos de éstos están publica-
dos en la literatura médica; por ejemplo, en la revisión a la que antes ha-
cíamos mención de la prestigiosa Cochrane de Oxford, en los 14 estudios
que finalmente seleccionaron, había 13 cohortes (grupos de personas),

35
que en total sumaban 587 parejas en las que uno de los dos miembros
tenía el virus del sida y el otro no, (Weller S, Davis K. Condom effective-
ness in reducing heterosexual HIV transmission. Cochrane Database Syst
Rev 2002) y en los que se dieron 11 casos de infección por VIH a pesar
de utilizar el preservativo de forma correcta y continuada.

56. Entonces ¿cuáles son las conductas sexuales de


riesgo típicas y cuál sería el estilo de vida sexual
saludable para evitar la transmisión del sida?

La salud sexual es el bienestar físico, emocional, mental y social rela-


cionado con la sexualidad. Por tanto, no se refiere sólo a la ausencia de
enfermedad. Algunos estilos de vida influyen positivamente en la salud
sexual, mientras que otros lo hacen de forma negativa. Benefician la sa-
lud sexual las actitudes y valores que permiten mejorar la relación con
personas del otro sexo y ayudan al crecimiento emocional de la perso-
na. El amor a otra persona es el fruto máximo de esta relación. Por el
contrario, las actitudes que sólo persiguen la satisfacción personal del
instituto sexual, con la búsqueda de placer sexual con uno mismo (mas-
turbación) o con otra persona, suelen deteriorar la grandeza de la se-
xualidad humana, que acaba siendo un mero instrumento de placer
transitorio, en lugar de una oportunidad para darse, para amar.

Los problemas de salud derivados de conductas sexuales de riesgo


pueden condicionar la vida de las personas. Se conocen las siguientes
situaciones de riesgo:

- Sexualidad precoz. Suele asociarse a una mayor probabilidad de


adquirir enfermedades de transmisión sexual, como el virus del pa-
piloma humano, la gonococia, la hepatitis B o el SIDA.
Promiscuidad sexual. La multiplicidad de parejas, ya sea de forma
encadenada o todas a la vez, supone un mayor riesgo de infección
por los agentes de transmisión sexual. Por otro lado, la promiscui-
dad sexual dificulta en gran medida entender y vivir la entrega que
requiere el amor. La inestabilidad emocional asociada es frecuen-

36
temente un obstáculo para que la persona encuentre la felicidad.
No deja de ser cierto que en el fondo todos buscamos un amor pa-
ra toda la vida.
- Conductas homosexuales. Estudios científicos ponen de manifiesto
que homosexualidad y heterosexualidad no son equiparables des-
de el punto de vista de la salud. Las personas que tienen relacio-
nes homosexuales tienden a ser más promiscuas, con los proble-
mas físicos y emocionales que eso supone.

La homosexualidad se asocia con mayor frecuencia al contagio de en-


fermedades de transmisión sexual y trastornos mentales (ansiedad, de-
presión, etc.). Aunque hay que ser comprensivo e intentar ayudar a las
personas con hábitos homosexuales, en lo posible hay que ayudarles a
solucionar su alteración conductual.

57. Pero actualmente es frecuente tener relaciones


sexuales casuales...

Es cierto, pero no hay duda que a ello contribuyen la ignorancia, una


escasa fuerza de voluntad para tener autodominio frente al instinto y,
por último, el influjo negativo del ambiente. No dudes que tu vida sexual
es lo suficientemente importante como para que no sea menospreciada
o manipulada. Es bueno el espíritu crítico y tener el sano orgullo de va-
lorar en mucho el don del sexo, no sólo en su aspecto más genital sino
también en su esfera emocional.

Nuestras capacidades racionales y afectivas nos diferencian claramente


de los animales. El impulso sexual, que tiene un fuerte componente bio-
lógico (hormonal), tiene que verse complementado por las otras dimen-
siones propiamente humanas, como la inteligencia, la voluntad y, sobre
todo, la capacidad de amar. La sexualidad humana es una realidad
compleja, que no se debe reducir a lo exclusivamente biológico (satisfa-
cer la búsqueda de placer), ni lo exclusivamente emocional (satisfacer
la pura pasión o el sentirse querido), ni lo exclusivamente racional (ra-
zones de interés o conveniencia).

37
Mucho más allá de todo ello, todos estos aspectos deben integrarse
y complementarse para hacer de la sexualidad humana el sustrato
sobre el que pueda crecer el amor conyugal. Como fruto insepara-
ble, nos permite traer al mundo a otros seres humanos. Este es el
marco incomparable y la responsabilidad ligada a la sexualidad hu-
mana.

58. ¿Qué puedo decirles a mis amigos cuando me


planteen que al fin y al cabo el sexo es una
diversión más?

Considerar la sexualidad humana como un simple pasatiempo es un


grave error y sugiere una pobre comprensión de su grandeza. La sexua-
lidad es mucho más: es el conjunto de dimensiones biológicas, psicoló-
gicas, afectivas, socioculturales y espirituales que se desarrollan duran-
te la infancia, la adolescencia y la juventud hasta configurar finalmente
a la persona adulta como hombre o mujer. Devaluar la sexualidad es
degradarte como persona.

59. En la adolescencia, el impulso sexual es intenso


y a veces lo que más apetece es satisfacerlo

En la adolescencia, efectivamente, el impulso sexual puede ser intenso.


Fruto de ese ímpetu es posible que puedas tener la intención de dejarte
llevar por la búsqueda fácil del placer, por ejemplo a través de la mas-
turbación, la pornografía o prácticas sexuales con otros adolescentes
que se encuentran en tu misma situación de crecimiento. El ambiente
social no ayuda a controlar estas situaciones, pero recuerda que debes
fortalecer tu autoestima, no te dejes manipular. Aún cuando sientas la
tentación, no debes dejarte arrastrar por la pasión de un momento, que
luego dejará un sabor agridulce.

Merece la pena que, con paciencia y sin desánimos, canalices esos de-
seos para ir creciendo en el autodominio. Sólo si eres dueño de ti mis-

38
mo, si valoras en mucho tu sexualidad, te podrás entregar a otra perso-
na, podrás encontrar y vivir el amor verdadero.

Además, pon las cosas en el contexto adecuado. Tu juventud es mucho


más que tu sexualidad. Están por delante la amistad con tus amigos, tu
familia, el estudio, el deporte, la naturaleza, el trabajo, las actividades
solidarias, etc.

60. ¿Cómo hay que encauzar el sexo para que


ocupe su lugar en nuestra vida?

En el fondo me pides que te diga cómo encontrar el amor auténtico.


El amor es un concepto complejo, difícil de definir, pero de forma
sencilla es un acto voluntario (porque tú quieres), de entrega a otra
persona (un yo para ti), buscando el bien del otro y sin esperar nada
a cambio (lo contrario del egoísmo). Como ves, muchas veces se ha-
bla de amor y en realidad no lo es. El verdadero amor no se improvi-
sa de un día para otro, lleva tiempo ser capaz de amar de verdad. Si
uno comete errores, no importa. El objetivo es lo s u f i c i e n t e m e n t e
grande como para levantarse y volverlo a intentar cuantas veces sea
preciso.

61. ¿Cómo intentar alcanzar y vivir ese auténtico


amor en los tiempos que corren?

Te voy a explicar las fases más habituales:

En primer lugar, suele surgir lo que se llama "flechazo". En él no hay


conocimiento de la otra persona. Suele ser inmediato, muchas veces in-
voluntario y prevalece el atractivo físico.

En segundo lugar, aparece la amistad con esa persona y se empiezan


a compartir cosas. Hay confianza, conversación y cercanía. Se ponen
de manifiesto opiniones y gustos compartidos.

39
En tercer lugar, llega el noviazgo. En esta etapa se conoce mejor y se
acepta a la otra persona con sus virtudes y defectos. Tiende a ser una
relación duradera y siempre se busca el bien del otro, lo que se mani-
fiesta en un respeto máximo, teniendo detalles de atención y cariño, evi-
tando todo lo que pueda molestar.

La última fase es el matrimonio. En él se llega al compromiso personal


y definitivo con la otra persona. Es exclusivo porque se quiere a esa
persona para siempre para formar una familia. Se vive un proyecto de
vida común, que requerirá el ejercicio de la paciencia, la capacidad de
perdón y el buen humor. Entre otros gestos únicos de esa relación está
el acto sexual, que sólo será entrega sincera si se han dado los pasos
previos. El acto conyugal ayuda al crecimiento del amor entre los cónyu-
ges y, además, de él pueden venir los hijos.

Este camino, de forma más o menos voluntaria, ha acompañado a la


humanidad en todas las culturas y en todos los tiempos. Sólo de este
modo hombre y mujer encuentran, no sin dificultades a veces, la verda-
dera felicidad. Piénsalo, tú estás en el mundo por una historia parecida
a la que te he contado.

62. Pero yo conozco muchas personas que no


entienden el amor de esta forma. ¿Cómo
diferenciar el amor verdadero del falso? Por lo
que veo, además de contribuir a que seamos
más felices nos evitaría problemas como el SIDA

Efectivamente, la educación sexual no sólo debe proporcionar una infor-


mación acerca de la anatomía del aparato genital, los mecanismos de
transmisión de la vida o las enfermedades asociadas, sino que requiere
una auténtica formación de las diferentes dimensiones de la persona:
inteligencia, voluntad y afecto. Posiblemente por ello, diferenciar el amor
verdadero del falso debe figurar en el programa de educación sexual.
La comprensión adecuada del porqué de las relaciones sexuales, sin
duda es una buena ayuda para prevenir la transmisión del VIH. Lo con-

40
trario, es poner un instrumento en manos de quien no sabe utilizarlo o
puede hacer un mal uso, con daños para él y para otros.

Te aconsejo que hables con tus padres. Son siempre los mejores edu-
cadores, porque buscarán tu bien, con mayor o menor acierto. Ellos sa-
ben del amor verdadero, por eso están ahí y tú estás con ellos. Por el
contrario, sé crítico con lo que oyes o ves en los medios de comunica-
ción, como la televisión, el cine o las revistas. Éstos quieren vender su
producto, van a lo fácil y no tienen intención de proporcionarte lo que
más te conviene.

Por mi parte te voy a ofrecer unas pautas que te pueden ayudar.

63. De forma sencilla, ¿cómo identificar que un


amor es falso?

Algunas características que pueden ayudarte a reconocer el amor falso son:

- búsqueda exclusiva de la propia satisfacción.


- se fundamenta en el placer sexual. En el fondo nos buscamos a
nosotros mismos en lugar de tener la mente y el corazón en la otra
persona.
- la búsqueda continua del placer puede llegar a esclavizar, a crear
adicción, como una droga. Se buscan cada vez experiencias nue-
vas, más intensas. En este camino te puedes encontrar con el SI-
DA y, no lo dudes, siempre con más insatisfacción y desengaño. El
autoaprecio que te mereces como persona se llena de un vacío in-
terior, que quita la felicidad.
- se considera el sexo de modo separado, como si su utilización no
afectara al resto del sujeto, cuando en realidad somos un todo y lo
que hacemos con nuestra sexualidad influye plenamente en nues-
tra persona. Es bueno salvaguardar el tesoro de nuestra sexuali-
dad para su ejercicio adecuado y no tener que arrepentimos por
su mal uso que, sin duda, deja huellas en nuestro interior y a ve-
ces en nuestra salud.

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- se improvisa, se va rápido y hay poca reflexión. A menudo nos es-
cudamos en que lo hacen otros amigos, o bajo los efectos de la
desinhibición del alcohol. Sin la perspectiva de metas altas para
nuestra sexualidad, olvidando su papel fundamental para un pro-
yecto de vida en común, por ejemplo formar una familia, la sexuali-
dad se desvirtúa y pasa a ser un instrumento de placer temporal.
- una relación sexual de estas características es provisional necesa-
riamente, y a las personas que se encuentran en esa situación,
aunque sea de forma inconsciente, les induce a pensar que aún
está por llegar alguien mejor, que les llene más. Es un error por-
que el amor verdadero supone darse uno, más que esperar del
otro.

64. ¿Algunas características del amor verdadero?

Te señalo unas pocas:


es paciente, aporta tranquilidad y paz. Sabe esperar, y disfruta de
cada momento, ya que se va construyendo poco a poco, con una
maduración progresiva.
- no quiere sólo sensaciones, sino que busca la verdad que hay en
ellas, su valor más profundo.
- se acomoda al ritmo natural de crecimiento en el amor que hemos
explicado antes (flechazo, amistad, noviazgo, matrimonio). No se
trata de reprimir las tendencias, sino de conducirlas con la volun-
tad, y ello requiere aprendizaje, reflexión y maduración personal.
- sabe que la libertad no significa hacer lo que a uno le da la gana,
sino aplicar la voluntad para reconducir cada impulso del modo
que uno considera más apropiado, buscando la conveniencia en
cada momento.
no toma decisiones precipitadas, sin pensar en las repercusiones,
porque tiene la mirada en el futuro, quiere ser un amor para siem-
pre. Cuantas actitudes de "cabra loca"acaban agriando una rela-
ción en lugar de unir una pareja. Se ha corrido demasiado. El res-
peto mutuo hace crecer el amor y el deseo bueno en la sexualidad
humana.

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- la relación está basada en la comunicación, en el conocimiento y
en la aceptación de la otra persona, que debe ser exclusiva y du-
radera.

65. Seguro que existen personas casadas con otra


que tiene el virus del SIDA. Entonces ¿no
pueden mantener relaciones sexuales normales,
ni tener hijos?

El riesgo de transmisión por las relaciones sexuales ha supuesto un


problema en estos casos. También la posible transmisión al bebé en el
caso de las madres infectadas. Afortunadamente, esto ha cambiado
gracias a la eficacia de los tratamientos contra el virus del SIDA. Cuan-
do suprimen la carga viral por completo, la infectividad casi desaparece
por completo y la mayoría de personas pueden realizar una vida sexual
relativamente normal.

Con esto no se quiere decir que no exista riesgo de trasmisión del virus
del SIDA en una pareja en la que uno esté infectado y el otro no. Hay
que entender que este riesgo persiste pero se ha reducido al máximo.
Está demostrado científicamente que si la persona infectada tiene carga
viral indetectable durante largo tiempo y las relaciones sexuales no son
traumáticas, con producción de heridas, el riesgo de transmisión a la
pareja no infectada es muy reducido. En este contexto, y bajo control
médico, muchas parejas de este tipo, que denominamos discordantes,
han tenido hijos completamente sanos.

66. Por tanto, los antirretrovirales pueden disminuir


la transmisión del VIH además de mejorar la
salud de la persona infectada

En efecto, es razonable que al disminuir eficazmente la cantidad de vi-


rus en la sangre y fluidos genitales, disminuyan las posibilidades de
contagio a otros.

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67. ¿Puedo jugar, estudiar o convivir con personas
infectadas por el virus del SIDA?

Por descontado. Es más, desde un punto de vista humano es conve-


niente. En caso contrario, fomentarás la marginación siempre injustifica-
da de estas personas. Sólo en circunstancias excepcionales hay que to-
mar precauciones, como ante una herida sangrante. Tampoco se deben
compartir objetos de
higiene personal, co-
mo m a q u i n i l l a s de
afeitar o cepillos de
d i e n t e s , pues pue-
den ser vehículo de
sangre infectada. Pe-
ro esto son normas
básicas de higiene,
que deben aplicarse
de forma general.

68. ¿Cuándo debo tomar precauciones?

Ante una persona infectada por el VIH que sangra hay que ponerse
guantes de goma. Cuando te quites los guantes lávate las manos co-
rrectamente con agua y jabón durante al menos 20 segundos.

69. Si haciendo deporte, por ejemplo jugando al


fútbol, un amigo tiene una herida ¿qué hago?

No hace falta saber si esa persona tiene o no el virus del SIDA, como
se ha mencionado antes. En todos los casos es conveniente utilizar
siempre las llamadas precauciones universales, que consisten en curar-
le provisto de guantes de goma. Esta medida tan sencilla evita el conta-
gio no sólo del SIDA, sino de otras infecciones como las hepatitis. No
tiene sentido entrar en contacto con sangre de otra persona si no hay

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una necesidad de urgencia inmediata. Lo hace el personal sanitario y lo
debemos hacer todos.

70. ¿Los insectos pueden


transmitir el VIH?

No. No hay ningún caso descrito de con-


tagio del VIH a raíz de una picadura de
mosquito u otro insecto.

71. El sudor o la saliva ¿transmiten el SIDA?

No salvo que estos fluidos estén contaminados con sangre, como puede
ocurrir cuando hay heridas en la piel, infecciones dentales o úlceras buca-
les. Hay casos anecdóticos descritos en la literatura médica de transmisión
del VIH por besos, en personas que tenían infecciones bucales.

72. Beber de un vaso o comer de un plato que ha


usado una persona infectada por el VIH, ¿es
peligroso?
No. Por higiene general, se recomienda no utilizar cubiertos ya emplea-
dos por otra persona. Esto debe ser obligatorio si hay evidencia de que
los cubiertos están
manchados con res-
tos de sangre, por
heridas en la boca.
Así pues, unas míni-
mas normas de hi-
giene general evitan
la t r a n s m i s i ó n por
completo a partir de
estos utensilios.

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73. ¿Es cierto que las mujeres tienen más facilidad
para contagiarse que los varones?

Sí. Las mujeres pueden contagiarse más fácilmente por el VIH que los
hombres por vía sexual. En primer lugar, el semen del varón infectado
está largo tiempo en el interior de la mujer. En el caso de que la infecta-
da sea ella, el varón se expone durante menos tiempo a los fluidos ge-
nitales femeninos. También el semen suele contener mayor cantidad de
virus que los fluidos genitales femeninos. Por último, la mayor promis-
cuidad de los varones explica que sean ellos más a menudo los que
pueden infectar, y no a la inversa.

74. ¿Cuántos casos se han dado en adolescentes?

De todos los casos de SIDA declarados en España hasta la fecha, 487


corresponden a personas con edades comprendidas entre los 13 y 19
años. No hay datos sobre el número de adolescentes que se infectan
por VIH al año en España, pero extrapolando la información de lo que
ocurre en Estados Unidos se estima que serán unos 100.

75. Una persona infectada por el VIH, ¿es mejor que


no tenga novio o novia?

Es una pregunta delicada. Aunque los tratamientos antirretrovirales ac-


tuales reducen muchísimo la transmisión del VIH por vía sexual, nunca
puede asegurarse que el riesgo sea nulo. Por tanto, siempre hay que in-
formar a la pareja sana de que se padece la infección por VIH, para
que ésta pueda decidir con libertad sobre su futuro. Afortunadamente,
cada vez se tiene más información sobre esta enfermedad y el consejo
médico puede ayudar a resolver muchas dudas. En nuestra experiencia,
hay muchas personas que aceptan la infección por VIH de su pareja, si-
guen adelante en su proyecto de amor y forman una familia. Sin duda,
es una gran prueba de amor verdadero.

46
76. ¿Qué pasa con los homosexuales y el VIH?

Las personas con conductas homosexuales, casi exclusivamente los va-


rones, fueron un grupo muy afectado por el SIDA en el inicio de la epide-
mia. La alarma inicial conllevó que estos sujetos redujeran en un primer
momento las situaciones de riesgo drásticamente; esta reacción frenó la
expansión del SIDA entre homosexuales. Sin embargo, en los últimos
años asistimos a un rebrote de nuevas infecciones entre varones que tie-
nen relaciones homosexuales. Se piensa que se ha perdido el miedo a la
infección, en parte gracias a la disponibilidad de los antirretrovirales.

Los varones homosexuales son una diana especial del VIH por dos ra-
zones. En primer lugar, por su promiscuidad generalmente elevada, lo
que entraña un mayor riesgo de contacto con personas infectadas. En
segundo lugar, porque el tipo de relaciones sexuales es más traumático,
sobre todo las anales, con una mayor posibilidad de exposición a san-
gre contaminada.

77. Da la sensación de que ahora hay muchos


homosexuales...

Aunque hay mayor difusión de su presencia en los medios de comuni-


cación, continúa siendo una población minoritaria.

No es infrecuente que un adolescente pase por una etapa en la que


pueda tener dudas sobre su identidad sexual. Pero eso en absoluto quie-
re decir que sea homosexual. A menudo, los adolescentes manifiestan
una atracción fuerte hacia una persona, normalmente de mayor edad y
del mismo sexo. Es una etapa de maduración en los afectos, en la que
hay una búsqueda de la identidad propia y se admiran las cualidades de
otras personas. Pero eso está muy lejos de suponer que es una orienta-
ción homosexual. Se trata, por el contrario, de una fase normal y transi-
toria hacia la adquisición de la identidad heterosexual, que madura más
adelante cuando entran en consideración otros valores, como la amistad
con el sexo contrario o la posibilidad de fundar una familia.

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Desde el punto de vista médico, hombre y mujer están llamados a unirse,
a ser heterosexuales, bajo las condiciones de su anatomía (complementa-
riedad de genitales) y de su psicología (complementariedad de caracte-
res). Verdaderamente el hombre y la mujer encuentran en otra persona del
otro sexo lo que les complementa y ayuda a desarrollarse como personas.

78. Si tengo un familiar infectado, ¿qué debo hacer?

Ayudarle en lo que precise y no tratarle como un inválido o un apesta-


do. Es una gran oportunidad para poner en ejercicio tu valía humana y
practicar la caridad. Si te refieres a las medidas preventivas, como se
ha dicho antes, las precauciones básicas de higiene son más que sufi-
cientes para evitar el contagio. Es útil, eso sí, tener en casa guantes
de látex por si hay que atender alguna herida del familiar con SIDA.

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79. ¿Qué puedo yo hacer contra el SIDA?

En primer lugar, evitar el contagio tuyo y de las personas próximas, fa-


miliares y amigos. En segundo lugar, si has tenido contactos de riesgo,
hazte la prueba del SIDA, porque saber si estás o no infectado será
bueno para ti y para los demás. Si desgraciadamente la prueba resulta-
ra positiva, acude a un centro médico especializado para que te estu-
dien más a fondo, te digan si precisas tratamiento, y sigas los controles
médicos periódicos en adelante. También es tu responsabilidad que in-
formes de tu enfermedad a aquéllas personas que hayan tenido contac-
tos de riesgo contigo, pues también podrían estar infectadas. Por último,
si te ha sido útil lo que has aprendido con este libro, coméntaselo a tus
amigos. Como ves, frenar el SIDA es cosa de todos.

80. ¿Cómo puedo ayudar a las personas que tienen


el SIDA?

De formas muy variadas. La primera sería respetándolas como perso-


nas que son. Dado que están enfermas, hay que tener una especial
sensibilidad para reconocer sus necesidades. Nuestra calidad humana
se debe reflejar en cómo ayudamos a los más débiles, en lugar de ale-
jarnos o mantenernos indiferentes.

También puedes visitar enfermos en sus casas, o en centros de acogi-


da, darles compañía, echar una mano a las personas que les cuidan.
Hay muchas labores solidarias de este
tipo en marcha en tu ciudad y se nece-
sitan más voluntarios.

Es bueno recordar que en el África sub-


sahariana se está viviendo una auténti-
ca tragedia por culpa del SIDA. De for-
ma organizada, la ayuda que necesitan
la puedes prestar con estancias tempo-
rales allí o con ayudas económicas.

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81. ¿Qué instituciones ayudan a los enfermos de
SIDA?

Son múltiples. Debes distinguir las entidades internacionales que ayu-


dan a estos pacientes (mira los logotipos) y las entidades locales, que
pueden ser sanitarias o sociales.

Las entidades sanitarias son fundamentalmente hospitales o dispensa-


rios. Las entidades sociales recogen un espectro muy variado de aso-
ciaciones no gubernamentales (las llamadas ONG) o grupos religiosos
(monjas, como las Hijas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta),
que ayudan de forma muy eficaz.

82. Ahora mismo, ¿está muy extendido el SIDA en el


mundo?

Según la OMS, se han producido alrededor de 35 millones de muertes


por SIDA en el mundo hasta finales del año 2007, cifra que se incre-
menta en unos 5 millones de año en año. En el mundo se estima que
están vivas pero infectadas por el VIH alrededor de 42 millones de per-
sonas.

Es una auténtica pandemia. Además, el 95% de las infecciones se han


producido en países en vías de desarrollo y también el 95% en perso-
nas que tienen entre 15 y 49 años. El SIDA golpea de una forma más
dramática en el África subsahariana, pero preocupa mucho la evolución
que esta adquiriendo la epidemia en el sudeste asiático, Sudamérica, el
Caribe y Europa Oriental.

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Personas infectadas por VIH

83. En España, ¿cuántas personas tienen el SIDA?

Desde el inicio de la epidemia hasta Junio de 2007, en España se han


declarado 73.977 casos de SIDA, lo que la sitúa desgraciadamente en-
tre los países más afectados por esta enfermedad en Europa occiden-
tal. Se calcula que unas 150.000 personas tienen la infección por VIH
en España, aunque todavía no han llegado a la situación de SIDA, que
realmente es lo que recogen las estadísticas. Además, uno de cada
cuatro infectados no lo saben, porque no se han hecho la prueba del si-
da. En España, la vía de transmisión del VIH más frecuente fue la dro-
gadicción intravenosa hasta el año 2000. Desde entonces la vía sexual
es la primera forma de adquirir el virus del SIDA.

84. ¿Por qué hay tanto SIDA en África?

El problema del África subsaharaina es extraordinariamente complejo,


así como dramático. Hay regiones donde la esperanza de vida se ha re-

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ducido de forma alarmante por culpa del SIDA. Así, en países como
Zambia, Malawi o Kenia, cuando una persona nace se estima que mori-
rá de promedio antes de los 32, 37 ó 45 años, respectivamente (en los
países europeos, la esperanza de vida está en torno a los 75-80 años).
El 64% de la población mundial que padece VIH/SIDA vive en África,
dónde hay países que tienen un 30% de su población infectada. La ca-
rencia de información sobre lo que es el SIDA y cómo se transmite, la
promiscuidad sexual, que incluso en ocasiones constituye un rito, la
marginación social de la mujer, la pobreza, son las razones principales
que explican este drama. Como ves, hay que luchar en muchos frentes
para acabar con esta enfermedad.

85. ¿Hay alguna buena web sobre SIDA?

Sí, hay muchas. Te animo a que las consultes y profundices en el tema.

www.sinsida.com
Información general muy completa sobre el SIDA
www.unaids.org
Web oficial de la ONU. Datos sobre el SIDA en el mundo
www.aciprensa.com/SIDA
Capítulos de la agencia ACEPRENSA dedicadas al SIDA
www.sinSIDA.blogcindario.com
Blog con informaciones actuales sobre el SIDA
www.presston.com/press/aids2002-FIAMC
Médicos contra el SIDA
www.unav.es/preventiva/sexualidadjertilidad/default.html
Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Univer-
sidad de Navarra
www.eldorado-internacional.org/contraelSIDA.php
Ofrece un vídeo divulgativo muy interesante
www.bioeticaweb.com
Buscar en el apartado enfermedades, y luego SIDA
www.soloparajovenes.org
Web sobre sexualidad juvenil

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www.sindrogas.es
Web oficial española de lucha contra las drogas
www.scepter.org
"Scepter Institute" es una entidad sin ánimo de lucro para la educa-
ción en la prevención del SIDA
www.choosingthebest.org
Materiales didácticos de utilidad para la prevención del SIDA (en inglés)
www.vidahumana.org/vidafam/SIDA/SIDAJndex.html
Capítulos dedicados al SIDA en la web de la Asociación Pro-vida
(VIDA HUMANA INTERNACIONAL)
www.cdc.org
Web de los Centers for Diseases Control de Estados Unidos
www.fundacionies.com
Web de la Fundación de Investigación y Educación en SIDA del Ser-
vicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III, Madrid

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