Teniendo en cuenta que en nuestro país la pornografía está penada por a ley, que
toda actividad relacionada con ella, ya sea consumo o producción, se realiza en un plano
clandestino, que el consumo está además limitado por el bastante poco acceso a los
medios de comunicación extranjeros, y que, en parte por esto y por otras razones quizá
de corte ideológico y moral el fenómeno no ha tenido un seguimiento público ni ha sido
un tema de debate para las ciencias sociales, se nos hace muy difícil calcular sus
dimensiones reales dentro de la sociedad cubana. Sin embargo dudo que sea un
fenómeno desconocido para la mayoría de nosotros, sobre todo si somos de sexo
masculino, por lo menos algún contacto directo debemos de haber tenido con la
pornografía, ya sea a través de revistas impresas, video casetes o materiales en formato
digital, pues la pornografía parece tener una propiedad especial para propagarse de
mano en mano y estar disponibles sin mucho trabajo, para quien la quiera adquirir.
1
Los ingresos de la industria de la pornografía a nivel mundial fueron de 97 mil millones de dólares en
2006, con China a la cabeza, seguida por Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, de acuerdo con un
informe del grupo de investigación TopTenReviews.
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Cada segundo se gastan poco más de tres mil dólares en pornografía en todo el planeta, y también cada
segundo 28.258 internautas ven material pornográfico en la red. Igualmente, cada segundo 372
internautas buscan ese material a través de palabras clave en los grandes buscadores de Internet.
-La pornografía tiene como fin provocar la excitación sexual, ya sea a través de
documentos gráficos, literarios, audiovisuales, etc.
-La pornografía, entre otras cosas, es una industria multimillonaria 3 , que vende
precisamente excitación sexual
-La pornografía es además un fenómeno en buena medida underground, tanto
desde el plano jurídico, pues es una industria en la cual una parte importante de la
actividad es realizada de forma ilegal, como desde los planos público, de las ciencias
sociales, familiar, etc., pues es un tema tabú, escasamente abordado y debatido.
En líneas generales y repito, sin tratar de agotar el tema, con los elementos
anteriores podríamos hacer una definición operacional y provisional de pornografía para
poder retomar la pregunta esbozada anteriormente ¿Qué posición debemos asumir ante
la pornografía?. Y para responder esto, que vendría siendo como el problema
fundamental de este trabajo, en mi opinión debemos empezar por preguntarnos: ¿Qué
motiva en las personas el consumo de pornografía?¿Acaso cumple alguna función social
importante además de enriquecer a un grupo de productores?. Mi respuesta tentativa es
si.
Si nos preguntamos las razones por las que consume pornografía un adulto,
quizá éstas estén ligadas principalmente 1) al enriquecimiento de las actividades
sexuales individuales (onanismo), 2) incluso de las mismas relaciones sexuales de
pareja.
Durante mucho tiempo, la moral cristiana, partió de que las relaciones sexuales
debían tener como función única la concepción, mientras que todo deseo carnal era
pecado. Siguiendo esta línea se llegó a penar con la hoguera la sodomía (aún dentro de
relaciones heterosexuales y matrimoniales), se asumió que las mujeres decentes y pías
no debían enseñar su cuerpo ni siquiera durante el acto sexual (para tal propósito se
concibieron ropas interiores para la ocasión que cubrían todo el cuerpo con un pequeño
orificio a la altura de los genitales) entre otras cosas y, lógicamente, el onanismo fue
catalogado de vicio. En la actualidad, existe consenso en que la actividad sexual tiene la
función de satisfacer las necesidades de placer sexual y que dichas necesidades no sólo
son legítimas, sino que su satisfacción influye en la estabilidad psicológica del
individuo, y teniendo en cuenta que en muchos casos y por diversas causas las
necesidades sexuales no pueden ser satisfechas en el marco de una relación entre dos
personas, el onanismo, como acto sexual individual, se vuelve legítimo, no sólo como
sucedáneo del acto sexual en pareja, sino también como variante que puede coexistir
con éste sin siquiera causarle perjuicio. La pornografía, que anteriormente dijimos que
proporcionaba excitación sexual, es un complemento lógico del onanismo,
3
Según un informe de la Top ten review, en el 2006, sus ingresos fueron de 97 mil millones de dólares,
contando solo los 20 países mas industrializados, actualmente, ganancias superiores a las de todas las
grandes compañías de tecnología juntas, como Microsoft, Google, Amazon, eBay, Yahoo!, Apple, Netflix
y Earthlink3
lo que suele estar establecido (con diferencias según las culturas) como mayoría de
edad. Entonces, si admitimos que los menores de edad tienen necesidades sexuales a
satisfacer, hemos de pensar en cómo han de satisfacerlas, por supuesto, en caso de que
consideremos legítima su satisfacción. Si no nos adscribimos a la idea de que la
sexualidad tiene como único fin la reproducción, la represión de la satisfacción de los
deseos sexuales en la adolescencia e incluso en la niñez, sólo puede estar basada en
prejuicios culturales que tienden a relegar la sexualidad legítima a un único lugar: la
alcoba de los padres 4 .
Sin dudas decir que esto es legítimo puede parecer alarmante; pornografía es un
término demasiado desagradable para ser relacionado con la infancia, símbolo de
pureza, en un mundo que en buena medida sigue considerando el sexo como impuro y a
la pornografía como su más mezquino exponente. Sin embargo, a este presupuesto
cultural (o tabú) se suma otro mucho más objetivo: si la pornografía se ocupa de buena
parte de la educación sexual, esto significa que en buena medida ésta es realizada por un
mercado, semi legal y escasamente atendido por las ciencias sociales y la esfera pública,
o sea, una institución socialmente irresponsable por excelencia. En la consecución de
los objetivos de mercado, se echa mano de cualquier resorte psicológico para aumentar
el placer sexual ofrecido y no es extraño que estos sean violentos o lacerantes para una
de las partes.
La masculinidad en la pornografía
Aquí hay que introducir otra característica del fenómeno que tratamos y es,
específicamente, que su consumo es mayoritariamente masculino. Esto significa que en
sentido general, la socialización de la sexualidad masculina y la femenina son realizadas
por instituciones diferentes, con objetivos, metodologías y contenidos diferentes.
4
Michel focault Historia de la sexualidad pág 1
El hecho de que una institución irresponsable socialice la sexualidad, pero
además, que lo haga en un solo sexo, puede traer graves consecuencias a la hora de
poner en práctica dicha sexualidad, la incompatibilidad de códigos, simbologías y
concepciones generales sobre el acto sexual pueden dificultar gravemente la
comunicación dentro de una pareja heterosexual. Se nos impone, entonces, analizar el
tema desde una perspectiva de género; ¿qué masculinidad(es) y que femineidad(es) se
transmiten a través de los materiales pornográficos? es una pregunta que necesita
respuesta si pretendemos calcular sus efectos en la realidad.
La pornografía Bizarre
5
Literalmente “corriente principal”. Se refiere a la pornografía heterosexual estándar
gang-bang 6 , fist-fucking 7 , coprofilia 8 y en general, todo producto enfocado a públicos
parafílicos, suele no reproducir muchos de los códigos machistas que reproduce el Main
Stream. Aquí la excitación se consigue a espaldas de muchas normas, entre ellas las del
patriarcado.
Las propias orgías (cuando son entre varios hombres y una mujer) y las gang-
bang, aunque han sido identificadas como manifestaciones de violencia masculina,
también pueden entenderse como anti machistas; no solemos identificar como una
práctica patriarcal a la poliandria o a la candalagnia 9 y sin embargo tienen muchos
elementos en común con estas manifestaciones; de hecho, las situaciones perfectamente
contrarias (orgias entre un hombre y varias mujeres) son vistas como manifestaciones de
machismo.
A modo de conclusiones
6
“Follada en pandilla” encuentro entre una mujer y varios hombres, de cuatro en adelante, habitualmente
de ocho a diez.
7
“follar con el puño”. Consiste en introducir el puño por la vagina o el ano. Es una de las variantes más
duras dentro de la pornografía
8
Práctica poco común que consiste en la manipulación de heces en el acto sexual
9
Excitación producida por ver a la pareja copulando con otro individuo