* COINCIDE
El tema del microcrédito, como instrumento de promoción del desarrollo en áreas rurales y
urbanas, viene siendo tratado en diversos eventos impulsados desde COINCIDE, en
coordinación con diversas instituciones de la región y el país igualmente interesadas en
discutir las posibilidades de generar mercados financieros en aquellos sectores de nuestra
economía que, hasta ahora, están excluidos de la banca formal. En este sentido, en junio del
año pasado se realizó en Cusco el Seminario-taller “Microcrédito en el Macrosur Peruano”,
que da continuidad al II Seminario Internacional sobre crédito y desarrollo en América
Latina “Construcción de instituciones financieras para la población rural de menores
recursos”.
Partimos del principio que la dinámica económica de la población no es controlable por una
institución, que ella depende de una serie de factores, dentro de los cuales el principal es el
grado de desarrollo de su mercado interno y de las relaciones de intercambio con otros
mercados.
Sectores de escasos recursos ligados al mercado pero que no acceden al sistema financiero
formal. Los más dinámicos dentro de su zona.
Un riesgo de este tipo de tecnologías está dado por la probabilidad de que el grupo solidario
se constituya en un grupo de colusión para el no pago. Una manera de disminuir dicho
riesgo es mediante un afinamiento de los criterios de conformación de los grupos, de la
adecuada promoción de dichos criterios y del seguimiento de la cohesión grupo al alrededor
del objetivo de acceso al crédito.
Las alianzas estratégicas con ONGs que brindan apoyo o servicios no financieros, no sólo
constituyen un mecanismos para expandir los servicios financieros, sino también para
consolidarlos, pues dichos servicios permitirán mejorar la gestión, tecnología y
relacionamiento de mercados de los prestatarios, de manera que su productividad aumente y
también su acceso a más y mejores oportunidades de inversión.
Si bien existe incentivos para transformarse o ser partícipes de una institución financiera
regulada especializada en microfinanciamiento, lo cierto es que también se incurre en
costos, entre los que tenemos los costos de adecuación al régimen legal, de formulación de
estudios, de instalación de infraestructura y equipo, de sistemas de información, etc. En
otras palabras, el monto de la inversión inicial es alto para los estándares que manejan las
ONGs.
El capital social necesario (no el mínimo legal) para la constitución de una empresa
financiera factible es una barrera que desalienta a muchas ONGs que no se encuentran en la
capacidad de constituirlo.
Las normas de aclaración sobre el IGV, primero, y de incentivos para el ingreso al sistema
financiero, después, han generado un aceleramiento del proceso de transformación que
muchas ONGs venían realizando, lo que puede generar frustración en el caso del rechazo de
la solicitud por la SBS, o en caso de aprobación, empresas financieras poco maduras para
soportar la disciplina financiera que exige el buen funcionamiento de estas instituciones.
Por otro lado las mencionadas normas han introducido un elemento de discriminación
contra ONGs que con muchas dificultades y esfuerzos vienen canalizando crédito hacia
sectores de menos recursos a los que el sistema financiero no llega y tampoco llegará, al
menos en un plazo bastante largo. En muchos casos en los que -debido a la confusa norma
del IGV- ONGs no consideraron el pago del tributo, podrían verse ante la disyuntiva de
pagarlo o quebrarlo y entrar en el campo de la ilegalidad.
Durante el taller se ha podido ver cómo es posible trabajar con pobres de distintos estratos
sin que existan mayores riesgos de no pago. El problema del microcrédito para los pobres
no está en los pobres, sino en la posibilidad de que se construyan instituciones eficientes y
autosostenibles que puedan orientar una oferta de microcrédito que se adecuen a los
distintos estratos de la pobreza existente.
Las ONGs observan que no basta tener la misión y construir en su nombre programas de
microcrédito, sea con la perspectiva del microcrédito como componente de una
intervención integral o especializada, en cualquiera de los casos, la condición de una acción
del microcrédito a favor del desarrollo pasa por un esfuerzo de las instituciones en mejorar
la eficiencia del servicio.
Este taller percibe que hay la necesidad de tratar los siguientes temas, los que no han sido
tratados adecuadamente o no han sido tocados, en la perspectiva de la acción del
microcrédito en la lucha contra la pobreza y por el desarrollo:
- El ahorro.
- La relación entre el crédito y los servicios no financieros.
- Riesgos del microcrédito en ámbitos de pobreza.
- Políticas de manejo de los distintos riesgos que confronta el microcrédito.
- Sostenibilidad operativa y financiera de las instituciones de microcrédito.
- La transformación de la ONGs en instituciones financieras.
- Estrategias de previsión y acción frente a la mora.
Sistemas de información para las ONGs e instituciones financieras.
- Centrales de riesgo y manejo de recursos humanos.