IDEAS DE LA INTRODUCCIÓN
La Psicología individual se concreta al hombre aislado e investiga los caminos por los que el
mismo intenta alcanzar la satisfacción de sus instintos. Pero en la vida anímica individual aparece
integrado siempre el otro y de este modo, la Psicología individual es al mismo tiempo Psicología
social.
Las relaciones del individuo con sus más allegados pueden aspirar a ser consideradas como
fenómenos sociales, situándose en oposición a ciertos otros procesos denominados por nosotros
narcisistas, en los que la satisfacción de los instintos elude la influencia de otras personas o
prescinde de estas en absoluto.
En estas relaciones con otros se nos muestra el individuo bajo la influencia de un escaso
número de personas, cada una de las cuales ha adquirido para el una extraordinaria importancia.
Al hablar de la Psicología social o colectiva se acostumbra prescindir de estas relaciones, tomando
solamente como objeto de la investigación la influencia simultanea ejercida sobre el individuo por
un gran numero de personas a las que le unen ciertos lazos, pero que fuera de esto pueden serle
ajenas desde otros muchos puntos de vista.
La Psicología colectiva considera al individuo como miembro de una tribu, de un pueblo, de
una clase social o de una institución, que en un momento dado y con un determinado fin se
organiza en una masa o colectividad.
El instinto social no es un instinto primario e irreducible y los comienzos de su formación pueden
ser hallados en círculos más limitados: por ejemplo, el de la familia.
El individuo “masificado” adquiere un alma colectiva por la cual piensa y siente de distinta manera
que si lo hiciese de manera aislada. Es más fácil hallar la diferencia que existe entre el hombre
aislado y el hombre que forma parte de una masa, que las causas de esta diferencia.
Para hallar estas causas hay que tener en cuenta que los contenidos inconscientes influyen en
lo orgánico y en la inteligencia y que el inconsciente es mayor que el nivel consciente.
• Todos nuestros actos derivan del inconsciente creado por las influencias hereditarias que
son las huellas ancestrales que forman el alma de las razas. Como consecuencia, los
motivos de nuestros actos son desconocidos, secretos, profundos y ocultos.
La fisiología descubrió que el hombre puede ser hipnotizado y en este estado empujarlo a cometer
actos contrarios a el – este fenómeno se compara con lo que le sucede al hombre en la masa – se
pierde la conciencia, desaparecen la voluntad y el discernimiento, el sujeto queda en mano del
hipnotizador. Algunas aptitudes en la masa pueden neutralizarse o exaltarse por sugestión.
La masa es impulsiva e incitable; guiada por el inconsciente: Piensa por imágenes como
sucede en las fantasías y los sueños que tienen lenguaje figurativo. Los sentimientos son simples y
exaltados, es excitada por imágenes vivas y para influirla requiere de la exageración y repetición
de ideas. Es muy intolerante y obediente a la autoridad. Quiere ser dominada y le teme a sus
amos. Conserva tradiciones.
Le Bonn también asemeja el alma de las masas con la de los primitivos. En el alma de las
masas las ideas propuestas pueden coexistir y tolerarse. Las palabras influyen “mágicamente” en
la masa. En la masa predomina la ilusión y la fantasía sobre lo real.
La masa no existe sin un jefe. Éste tiene Propiedades personales específicas, tiene que
estar convencido en una creencia (idea) y tiene que poseer una voluntad poderosa. Tanto la idea
como el conductor tienen un poder misterioso:
Mc Dougall. Habla de la organización de las masas. Sus individuos tienen algo en común, interés
por un objeto, orientación afectiva es común y capacidad de influencia recíproca. El fenómeno más
importante es el aumento de afectividad. También dice que el hombre pierde su individualidad. En
la masa se produce una compulsión a hacer lo mismo que los otros y este contagio aumenta,
cuanto más sean las personas que comparten ese estado afectivo (los sentimientos más simples y
groseros son los más compulsivos).
Sostiene que la inteligencia decrece porque las mentes inferiores hacen decrecer a los superiores
y por el aumento de la afectividad. También porque el pensamiento en la masa no es libre y porque
la responsabilidad por sus obras no existe.
Condiciones para que la masa sea organizada: continuidad; representación común acerca de la
masa que permita la formación de un vínculo afectivo entre los sentimientos, relacionarse con otras
masas (incluso que rivalice), que posea tradiciones, usos e instituciones; que exista una
diferenciación y especialización entre sus individuos. Sostiene que la masa se organiza cuando
recupera las propiedades que eran del individuo y que éste perdió cuando la masa se formó (por
ejemplo: la inteligencia).
SUGESTIÓN Y LIBIDO:
Libido: Energía, magnitud cuantitativa, pulsiones de “amor” (sexuales) con la meta de unión
sexual. También tiene en cuenta el amor filial, hacia objetos, así mismo, a ideas. En la palabra
amor (con todas sus aceptaciones) el lenguaje creó una síntesis.
En el alma de las masas, se dan vínculos de amor, ocultos tras la sugestión la masa se mantiene
cohesionada por algún poder (amor). Si el individuo abandona su peculiaridad en la masa y se
dejara sugerir por otros, lo hace por amor a los otros.
Cristo es un hermano mayor sustituto del padre - la ligazón que une a cada individuo con Cristo es
la que une a los individuos entre sí - doble ligazón - pérdida de libertad individual dentro de la masa
- cambios en su personalidad.
El pánico es una ligazón libidinosa propia de la masa; se da cuando la masa (x. Ej. Ejército) se
descompone o no responde al jefe - los lazos desaparecen y aumenta la angustia - porque surge?
Porque; el pánico no se relaciona con el peligro que amenaza; sino que la angustia pánica supone
el aflojamiento de la estructura libidinosa de la masa y la angustia crece por contagio.
Puede que el peligro no exceda límites que ya antes había excedido y sin embargo la masa siente
pánico - esto se da por la angustia pánica generada por la ruptura de lazos recíprocos entre los
individuos de la masa - El pánico descompone a la masa por que; 1º, se rompen los lazos con el
conductor, y luego con los demás hombres. En la masa religiosa, sin embargo, esto no es tan fácil
de ver, cuando se descompone una masa religiosa no aflora angustia, sino impulsos hostiles hacia
otras personas que antes por ser parte de la masa no se exteriorizaban.
SOBRE LA IDENTIFICACIÓN
La identificación es la manifestación más temprana de un enlace afectivo a otra persona, y
desempeña un importante papel en la prehistoria del complejo de Edipo. El niño manifiesta un
especial interés por su padre: quisiera ser como él, hace de su padre su ideal. Simultáneamente,
comienza el niño a tomar a su madre como objeto de sus instintos libidinosos. Muestra dos
órdenes de enlaces psicológicamente diferentes.
Uno francamente sexual, a la madre y una identificación con el padre, al que considera
como modelo a imitar. Estos dos enlaces coexisten durante algún tiempo sin influir ni estorbarse
entre si. Pero van aproximándose hasta acabar por encontrarse, y de esta confluencia nace el
complejo de Edipo normal. El niño advierte que el padre le cierra el camino hacia la madre, y su
identificación con el adquiere por este hecho un matiz hostil, terminando por fundirse en el deseo
de sustituirle también cerca de la madre. La identificación es ambivalente y puede concretarse
tanto en una exteriorización cariñosa como en el deseo de supresión. Puede suceder que el
complejo de Edipo experimente una inversión, o sea que, adoptando el sujeto una actitud
femenina, se convierta el padre en el objeto del cual esperan su satisfacción los instintos sexuales
directos.
No es difícil expresar la diferencia entre la identificación con el padre y la elección del
mismo como objeto sexual. En el primer caso, el padre es lo que se quisiera ser; en el segundo, lo
que se quisiera tener. La diferencia esta en que el factor interesado sea el sujeto o el objeto del yo.
Por este motivo, la identificación es siempre posible antes de toda elección de objeto. La
identificación aspira a conformar el propio yo semejantemente al otro tomado como modelo.
En las condiciones que presiden la formación de síntomas y, por tanto, la represión bajo el régimen
de los mecanismos de lo inconsciente, sucede con frecuencia que la elección de objeto deviene
una nueva identificación, absorbiendo el yo las cualidades del objeto. En estas identificaciones
copia el yo unas veces a la persona no amada y otras en cambio, a la amada.
En otro caso, la identificación se efectúa independientemente de toda actitud libidinosa con
respecto a la persona copiada. Cuando, por ejemplo, una joven recibe una carta que excita sus
celos y a la cual reacciona con un ataque histérico, algunas de sus amigas serán victimas y
sufrirán un igual ataque. El mecanismo al que aquí asistimos es el de la identificación, hecha
posible por la aptitud o la voluntad de colocarse en la misma situación. Uno de los yoes ha
advertido en el otro una importante analogía en un punto determinado, inmediatamente se produce
una identificación en este punto, y bajo la influencia de la situación patógena se desplaza esta
identificación hasta el síntoma producido por el yo imitado. La identificación por medio del síntoma
señala así el punto de contacto de los dos yoes, punto de encuentro que debía mantenerse
reprimido.
1º La identificación es la forma primitiva del enlace afectivo a un objeto. 2º Siguiendo una dirección
regresiva, se convierte en sustitución de un enlace libidinoso a un objeto, como por introyección de
objeto en el yo. 3º Puede surgir siempre que el sujeto descubre en sí un rasgo común con otra
persona que no es objeto de sus instintos sexuales. Cuanto más importante sea tal comunidad,
más perfecta y completa podrá llegar a ser la identificación parcial y constituir así el principio de un
nuevo enlace.
El enlace reciproco de los individuos de una masa es de la naturaleza de tal identificación,
basada en una amplia comunidad afectiva y reposa en la modalidad del enlace con el líder.
Lo que aquí falsea el juicio es la tendencia a la idealización. El objeto es tratado como el propio yo
del sujeto. El objeto sirve para sustituir un ideal propio y no alcanzado del yo. Amamos al objeto a
causa de las perfecciones a las que hemos aspirado para nuestro propio yo.
Las tendencias que aspiran a la satisfacción sexual directa pueden sufrir una represión total, como
sucede en el apasionado amor del adolescente; el yo se hace cada vez menos exigente y mas
modesto, y en cambio, el objeto deviene cada vez mas magnifico y precioso, hasta apoderarse de
todo el amor que el yo sentía por si mismo. Puede decirse que el objeto ha devorado al yo.
Esto se observa mas particularmente en el amor desgraciado. Simultáneamente a este abandono
del yo al objeto desaparecen por completo las funciones adscritas al ideal del yo. La conciencia
moral cesa de intervenir en cuanto se trata de algo que puede ser favorable al objeto, y en la
ceguedad amorosa se llega hasta el crimen sin remordimiento. El objeto ha ocupado el lugar del
ideal del yo.
Del enamoramiento a la hipnosis no hay gran distancia. El hipnotizado da, con respecto al
hipnotizador, las mismas pruebas de humilde sumisión, docilidad y ausencia de critica que el
enamorado con respecto al objeto de su amor. Compruébase asimismo en ambos el mismo
renunciamiento a toda iniciativa personal. La única diferencia es que en la hipnosis se nos
muestran todas estas particularidades con mayor claridad y relieve.
La relación hipnótica es un abandono amoroso total con exclusión de toda satisfacción sexual,
mientras que en el enamoramiento dicha satisfacción no se halla sino temporalmente excluida y
perdura en segundo termino, a titulo de posible fin ulterior.
La relación hipnótica es una formación colectiva constituida por dos personas. La hipnosis se
presenta mal a la comparación con la formación colectiva por ser mas bien idéntica a ella. Nos
presenta aislado un elemento de la complicada estructura de la masa. Por tal limitación de numero
se distingue la hipnosis de la formación colectiva, como se distingue del enamoramiento por la
ausencia de tendencias sexuales directas.
Las tendencias sexuales coartadas en su fin son las que crean entre los hombres lazos mas
duraderos. Las tendencias sexuales libres experimentan una debilitación extraordinaria por la
descarga que tiene efecto cada vez que el fin sexual es alcanzado. El amor sensual esta destinado
a extinguirse en la satisfacción. Para poder durar tiene que hallarse asociado desde un principio a
componentes puramente tiernos, esto es, coartados en sus fines, o experimentar en un momento
dado una transposición de este genero.
Las consideraciones que anteceden nos permiten establecer la formula de la constitución libidinosa
de una masa, por lo menos de aquella que hasta ahora venimos examinando, o sea la masa que
posee un líder y no ha adquirido aun, por una organización demasiado perfecta, las cualidades de
un individuo. Tal masa primaria es una reunión de individuos que han reemplazado su ideal del yo
por un mismo objeto, a consecuencia de lo cual se ha establecido entre ellos una general y
reciproca identificación del yo.
EL INSTINTO GREGARIO
En las masas comunes, (no organizados o artificiales) se da una regresión del individuo (de su
actividad anímica) al estadio de salvaje o del niño dado que las características de esta masa son
iguales; falta de autonomía del individuo, reacción uniforme de todos los individuos ante un
estímulo, decae intelectual, exteriorización de los afectos y su descarga en la acción y sugestión
que ejerce tanto el conductor, como los demás sujetos entre sí; sugestión recíproca- para estos
fenómenos TROTTER habla de un instinto gregario; es la tendencia de todos los seres vivos que
empieza por la libido a unirse con otros; dado que el hombre se siente incompleto cuando está
solo; por ejemplo el bebé cuando llora; es primario y no susceptible de descomposición. Otras
pulsiones que considera primarias: las de auto conservación, de nutrición y sexuales. El instinto
gregario origina la sugestionabilidad y no tiene en cuenta al conductor. Esto se lo objeta Freud
dado que no hay masa sin jefe. La angustia del bebé se calma sólo cuando aparece su madre, no
cualquier otro (el conductor que es obligatorio para que haya masa). En consecuencia no se
observa en el niño un sentimiento de masa o gregario hasta que no tiene otro hermano por el cual
siente una hostilidad (celos) por el amor de los padres; como este nuevo niño también es amado
por los padres y esta hostilidad que lo perjudica, se identifica con el niño; surge así su sentimiento
de masa. Rivales entre si, al comienzo, se identifican por su amor parejo hacia el mismo objeto.
Se produce una trasmudación y sustitución de celos por el sentimiento de masa; se deja de lado la
envidia originaria y surge la justicia social; todos renuncian a algo por igual.
Freud apela a la descripción que hace Darwin de una Horda gobernada por un macho fuerte. El
totemismo incluye el comienzo de la religión, la eticidad y la estratificación social se relaciona con
el violento asesinato del padre y la horda paterna se transforma en una comunidad de hermanos.
La masa es un renacimiento de la Horda primordial dado que en ésta se dan las mismas
características que en la masa (un conductor, el padre aumenta afectividad). El hombre primordial
se conserva en cada individuo y la horda primordial se conserva en cada multitud. (o masa).