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¿República, sí o no?
Sobre las sociedades y las formas
de gobierno
por José Iglesias Fernández

R epública, sí. Pero no cualquier república. No se trata sólo de sustituir la cabeza de alguien favorecido por
la “gracia de Dios” por la de quien ha sido favorecido con la gracia del pueblo. La república es mucho
más que eso. Así se postula en este artículo, versión extractada del más amplio que puede consultarse
en www.elviejotopo.com, sección Otros Textos.

¿ Qué modelo de sociedad, qué forma de gobiern o. Cu a t ro pre- Pero una cosa es la utopía y otra las realidades históri c a s. La
cisiones previas. historia de la humanidad nos informa de los múltiples y va ri a-
● Pri m e ra, con respecto al tipo de sociedad, a la forma de dos tipos de sociedad, así como de las formas de gobierno que
g o b i e rno y a otros asuntos de carácter colectivo, al igual que el se han ensayado en las mismas. Hoy es del dominio público
poeta, siempre respetaré las decisiones del pueblo, definido que una república capitalista no difiere sustancialmente de
éste como los no propietarios y los sin poder. una monarquía o de otra clase de dictadura capitalista: el siste-
● Segunda, al ser la sociedad capitalista la que deseo trans- ma capitalista ha aprendido a explotar a las personas y a es-
formar, la noción de clase es muy importante para entender la quilmar los recursos naturales con todas las formas de gobier-
natura l eza del capitalismo y los antagonismos que genera, así no imaginables.
como el papel que ha de jugar en su tra n s f o rm a c i ó n . Mi planteamiento consiste en que un debate sobre la re p ú-
● Terc e ra, continuaré manteniendo el compromiso anticapi- blica es indispensable, pero que ha de tener en cuenta no sólo
talista en la medida de mi saber, de mis fuerzas y dentro de los la forma de gobierno, sino tanto o más el modelo de sociedad en
cauces que estime éticos. el que se quiere vivir. Esto requiere que hagamos un esfuerzo
● Cu a rta, explicaré desde el comienzo qué entiendo por por precisar el tipo de sociedad que mejor responde a las exi-
república y por sociedad. Para mi, la república es una forma de gencias de mantener el bienestar general, porque la forma de
gobierno que los ciudadanos adoptan para relacionarse políti- go b i e rn o, posiblemente la republicana, se ajustará debida-
camente entre ellos en aquellos asuntos y áreas colectivas de la mente a ella. Personalmente, considero que sólo en una socie -
sociedad, mientras que la sociedad es el modelo general de con - dad sin propiedad pri vada, sin clases, de ciudadanos iguales,
vivencia que adoptan los ciudadanos para relacionarse entre con gestión hori zontal, donde ha de ser la voluntad del pueblo
e l l o s, a través de la forma de gobierno y otras instancias, en quién decide autogestionar los recursos comunes disponibles
aquellos aspectos relacionados con los ámbitos pri vado y pú- de acuerdo con las necesidades comunes expresadas por el
blico, y, en ambos, con el bienestar general de todos y cada uno mismo pueblo, donde el gobierno no re p resentará la voluntad
de ellos del pueblo, sino que estará compuesto y formado por la misma

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voluntad del pueblo, entonces, y sólo entonces, puede existir que el género humano sea bueno y sea social.
una forma de gobierno genuinamente republicana. Pa ra completar su visión de sociedad, Platón da mayor im-
p o rtancia a los intereses comunitarios que a los individuales.
El modelo de sociedad Así como sostiene que el Estado utópico ha de ser comunista en
Cualquier unidad de convivencia humana, sea esta la fami- todos los sentidos, especialmente aplicará un férreo “c o m u-
lia, la comuna, la colonia, la comunidad, las aldeas, los pueblos nismo de bienes a los filósofos y los guardianes por ser los que
y las ciudades, o la sociedad como una agregación de todas és- g o b i e rnan […] Entre ellos no habrá propiedad pri vada. Nada
t a s, se congrega y organiza para un fin supremo colectivo: la será suyo, para que no deseen amasar las riquezas que son las
sobrevivencia de todos y cada uno de sus miembros, la org a n i- que corrompen”.4
zación social donde el hombre puede desarrollar el bien su-
premo, su vida moral e intelectual. Veamos que nos indican Marx
dos de los filósofos más importantes que ha habido en el mun- Co n t ra rio a las deducciones de Platón, Ma rx establece que
do, Platón y Ma rx, cómo argumentaban esta afirmación, cada hemos de mirar al “n i vel de desarrollo de los poderes materi a-
uno a partir del desarrollo de su propia interpretación o para- les de producción y de sus relaciones correspondientes porque
digma: son los que determinan el carácter de los distintos tipos de
sociedad. En el Prefacio de 1859 designa los modos de pro d u c-
Platón ción asiático, esclavista, feudal, y de la burguesía moderna co-
En su famoso ensayo La república,1 Platón avanza las líneas mo épocas progre s i vas en la formación económica de la socie-
que definen su modelo de sociedad, pero que sugieren ele- dad. La transición de un tipo de sociedad a otro tiene lugar
mentos a reflexionar, especialmente en su definición, a la cuando las fuerzas materiales de producción entran en con-
h o ra de pensar en altern a t i vas a la sociedad capitalista. Pa ra flicto con las relaciones reales de producción, y esta relación
Platón, “la justicia no es sólo una parte de la virtud de los antagónica adopta la forma de conflicto de clases”.5 De este
humanos. También formaba parte de esa aptitud por la cual p roceso destaca tres características del concepto de sociedad:
los hombres son capaces de mantener relaciones políticas
e n t re ellos y formar sociedades”.2 Y añade lo que puede ser lo ● La primera nota característica empieza por la idea de que
más importante a destacar, y es que para que las “sociedades los seres humanos viven en sociedad y ello no implica una
sean posibles, cada ciudadano ha de ser capaz de mostrar antítesis entre individuo y sociedad, pues puede superarse
respeto por los otros ciudadanos, y por no apropiarse de todo suponiendo cierta especie de contrato social, o, altern a t i va-
aquello que el otro necesita para su desarrollo personal, de mente, considerando a ésta como un fenómeno supraindivi-
acuerdo con su habilidad y capacidad física para hacerlo”.3 Es dual. Así dice “aún cuando realizo un trabajo c i e n t í f i c o,efectúo
decir, para que una sociedad se forme y sea justa, cada ciuda- un acto s o c i a l,porque es h u m a n o. No sólo se me da como pro-
dano ha de frenar su ímpetu por apropiarse de todos aquellos ducto social el material de mi actividad, como el idioma
bienes materiales que necesita para hacer todo aquello que mismo que utiliza el pensador. Mi propia existencia es una ac-
puede con su deseo y habilidad, si estas acciones impiden o tividad social”. Continúa diciendo que debemos evitar la pos-
limitan las posibilidades de otro ciudadano que desea, por el tulación de la sociedad como una abstracción frente a lo indi-
mismo dere c h o, desarrollar su ha- vidual, “p o rque el individuo es un
bilidad y su deseo. Es decir, lo justo ser social”.
consiste en que cada ciudadano ha Po s i c i o n a rnos como anticapitalistas
de dejar los suficientes medios ma- supone que asumimos la premisa de que ● La segunda característica de la
t e riales y el suficiente espacio polí- hay alternativas al capitalismo, de que la concepción de la sociedad huma-
tico para que todos los miembro s t ra n s f o rmación social es posible. na por parte de Ma rx es que no
de la sociedad puedan relacionarse existe separación entre la sociedad
e n t re ellos como iguales. Así mis- y la natura l eza; por el contrario, a
mo, cada ciudadano ha de disponer de los medios suficientes los seres humanos se les trata como parte del mundo natural
para vivir sin necesidad de apropiarse de lo ajeno; ha de dis- que es la base real de todas sus actividades. La producción y la
poner de la libertad de poder aplicar su conocimiento, así re p roducción de la vida material mediante el trabajo y la pro -
como los instrumentos y los materiales de tra b a j o. Este re s- creación es una relación natural y social. En este sentido, la
peto por lo de cada uno, y por lo de los demás, es lo que hace concepción de Ma rx difiere profundamente de la que ha pre-

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valecido en gran part e


de la sociología, en la
que la sociedad ha sido
muchas veces conside-
rada como un fenóme-
no autónomo e ignora-
da su relación con el
mundo material, con la
consecuencia de que el
estudio de los procesos
y relaciones económi-
c as6 ha quedado am-
pliamente excluido y
consignado a la esfera
de una ciencia social
s e p a rada y especiali-
zada.

● La concepción ge-
n e ral de Ma rx tiene
una terc e ra cara c t e r í s-
tica distintiva que la
vincula a su noción de
tipos de sociedad, esto © Jaume D’Urgell (Creative Commons)
es, en ellos se estudia la
relación entre sociedad y natura l eza como un intercambio que rringhton, Fénelon, Morelly, Babeuf, Fourier, Owen, Saint-Si-
se desarrolla históricamente a través del trabajo humano que mon, Cabet, Hawthorne, Bu t l e r, Bellamy y Morris, en todos
crea y tra s f o rma al mismo tiempo las relaciones sociales entre ellos podemos encontrar múltiples enseñanzas para nuestro
los seres humanos. Este proceso histórico (materialismo histó- diseño.
rico) tiene dos aspectos: uno es el desarrollo de las fuerzas pro- Cuando nos manifestamos anticapitalistas, ¿qué tipo de so-
d u c t i vas (o progreso tecnológico), y el otro es la cambiante di- ciedad tenemos en la mente como re f e rencia? Ut o p í a, o en nin-
visión social del trabajo que constituye las relaciones sociales gún lugar, será el de nuestra preferencia. Un término que T h o-
de producción (fuerzas y relaciones de producción) y, sobre mas More (1516), canciller del rey inglés En rique VIII, acuñó
todo, las relaciones de clase. para definir su propuesta. Modificando ligeramente la descri p-
ción que hace de la utopía este pensador, comenzaría por defi-
Características mínimas de una sociedad utópica nir como alternativa aquella propuesta social que supone o t ro
Po s i c i o n a rnos como anticapitalistas supone que asumimos modelo de organización social: es decir, aquella que exprese la
la premisa de que hay altern a t i vas al capitalismo, de que la idea de construir una sociedad perfecta en un lugar que, en al -
tra n s f o rmación social es posible. Ad e m á s, a la hora de diseñar gún momento del transcurrir de la historia, sea posible. Am-
una altern a t i va, este posicionamiento parte de comenzar a mi- pliando la definición, una altern a t i va es un modelo utópico de
rar en dos direcciones de forma sencilla. Una de ellas se basa sociedad que va contra, y es capaz de, desintegrar el sistema
en el análisis de la propia lógica del capitalismo y evita incluir capitalista; nueva m e n t e, una utopía es un modelo cuya natu-
las mismas características que lo determinan en el diseño de la ra l eza deja sin lugar a dudas que no desarrolla las perve r s i d a-
a l t e rn a t i va,en los pro c e s o s, los sujetos y los instrumentos para des de los sistemas de producción, de consumo, de distri b u-
conseguirla. La o t ra consiste en buscar entre las diversas uto- ción, de poder, de propiedad, y de va l o res del capitalismo. Una
pías que han diseñado otros pensadores, objetivo s, políticas, utopía, en el corto plazo, también es un plan de acción necesa-
medidas, y reflexiones entre sus modelos de sociedad. De s d e rio para luchar contra el capitalismo. Ahora bien, las altern a t i-
Platón a We l l s, pasando por Mo ro, Campanella, Bacon, Ha- vas han de demostrar que su esencia está en contra y no com-

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Segundo, una manera de establecer las características míni-


mas nos las da el examen de la natura l eza del propio capitalis-
mo. Es decir, pensamos que toda sociedad utópica que se pien-
se o se haya soñado como una altern a t i va, ha de contener unas
características que se opongan pragmática y radicalmente a las
del capitalismo. Por ejemplo, la propiedad de la riqueza (y de
los medios de producción) no ha de ser pri vada sino colectiva ;
la producción no ha de ser para el intercambio en el mercado,
sino muchos ciudadanos quedarían excluidos de los productos
que satisfacen las necesidades materiales; la toma de decisio -
nes sobre la utilización de los recursos (materiales y humanos)
ha de ser establecida colectivamente por los ciudadanos, o si
no la dictarán los grupos de poder en su beneficio part i c u l a r; el
conjunto de va l o res, afectos e instituciones que regulen la base
m a t e rial de la sociedad ha de estar pensado de forma que pri-
me la importancia del bien común, o si no dará la preferencia
al bien pri va d o, al egoísmo individual: Bakunin decía que “la li-
b e rtad de los individuos no es un hecho individual, es un he-
cho colectivo, un producto colectivo”; y Marx decía lo mismo,
“el hombre es, en el sentido más literal, un zoon politikon, no
solamente un animal social, sino un animal que sólo puede
individualizarse en sociedad”.
Repetimos este aspecto tan importante. Pa ra verificar hasta
dónde cualquier altern a t i va ,7 o modelo de organización social
que se proponga va contra el capitalismo, podemos va l e rnos de
un criterio esencial que sirva de unidad de medida:

● Que su sistema de propiedad sea colectivo, no pri va d o.


© quieres callarte (Creative Commons) Eliminada la propiedad pri vada de los recursos productivos y
naturales, el poder que ejercían los pro p i e t a rios y el poder del
puesta (o ser confundida) con medidas paliativa s para aliviar Estado de clase que protegía los intereses de los capitalistas se
las desigualdades y las injusticias que engendra la exigencia de desvanece. Esta exigencia sobre la propiedad, y sus consecuen-
a p ropiación del propio capitalismo. Deben tener como finali- cias sobre el poder, permiten re c o n s t ruir el resto de los demás
dad la igualdad y la justicia y no la caridad. sectores de la vida comunal:
Pero ¿cuáles serían las características mínimas para estable-
cer la sociedad utópica? — Que su sistema de producción esté en régimen comunita-
Pri m e ro, destaquemos qué elementos pensamos que se han rio; que no explote al hombre ni despilfarre recursos.
de rechazar. La sociedad utópica hacia la que encauzar los di- — Que su sistema dedistribución sea equitativo; libre acceso
versos posibles procesos de transformación ha de declararse a los bienes que satisfacen las necesidades básicas.
anticapitalista, anticlasista, antisexista y antimilitarista. Los — Que la gestión del poder sea hori zontal; no jerárquica ni
posibles sujetos sociales activos han de establecer desde un co- despótica. A debatir la forma de gobiern o, de república.
m i e n zo del proceso ámbitos de autonomía colectiva como em- — Que su sistema de va l o res y afectos p roponga y potencie el
b riones en los cuales se ha de vivir el aspecto que señalaba bien común: justicia, igualdad, fraternidad.
Marx: “la relación entre sociedad y natura l eza como intercam- —Y qué haya un respeto por la intimidad de la res privada
bio que se desarrolla históricamente a través del trabajo huma- del ciudadano.
no que crea y tra s f o rma al mismo tiempo las relaciones socia-
les entre los seres humanos”. Estos sujetos y ámbitos genera r á n Toda esta tra n s f o rmación podríamos redefinirla como el
los conflictos de clase dentro del capitalismo. desarrollo de las fuerzas productiva s, las fuerzas sociales y polí-

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ticas que se concentran en el zoon politikon mencionado por tendrá éxito en el logro del bien común por encima de los
Ma rx . intereses individuales.9
Por esto recalca que, para que la república utopiense funcio-
Resumen sobre la sociedad utópica ne (a la que More “c o n s i d e rano sólo la mejor sino la única [for-
El hombre es un ser político por natura l eza, y un ser social ma de gobierno] que por propio derecho pueda recabar para sí
por existencia. el nombre de república), ha de anular la propiedad pri vada
Lo justo consiste en que cada ciudadano consienta en com- dentro de su proyecto. “Po rque en otros sitios, los que hablan
p a rtir los medios materiales y el espacio político de forma co- por doquier del beneficio público se cuidan del pri vado; aquí,
lectiva, para que todos los miembros de la sociedad puedan donde nada hay pri va d o, llevan en serio la gestión pública. Co n
relacionarse entre ellos como iguales. razón, por ciert o, en uno y otro caso. En efecto, en otros sitios
La sociedad ha de dar mayor importancia a los intereses co - ¿quién desconoce que, si no provee pri vadamente de algo para
munitarios que a los individuales. La sociedad no es virt u o s a sí, perecerá de hambre, por muy floreciente que esté la re p ú-
sino cuando todos los ciudadanos toman parte como iguales blica?; y por eso es la necesidad lo que induce a creer que ha de
en la vida de la sociedad. Por tanto, añadimos que el Estado ocuparse de sí antes que del pueblo, esto es, de los otro s. Aq u í ,
utópico, de ser necesario, ha de ser comunista en todos los sen- por lo contra ri o, donde todo es de todos, ninguno duda que a
t i d o s, aplicando un férreo comunismo de bienes a todos los nadie le haya de faltar nada pri vado (con tal que se atienda a
ciudadanos y ciudadanas. Entre ellos no habrá propiedad pri- que los gra n e ros públicos estén llenos). Pues ni es cicatera la
vada del conocimiento, de los recursos ni de los medios pro- distribución de los bienes ni nadie es allí indigente o mendigo;
ductivos. Nada de lo que sea considerado riqueza productiva no teniendo ninguno nada, son todos, sin embarg o, ricos.”
será de nadie, para que a ninguno se le ocurra amasar las ri q u e- “Por eso, cuando contemplo y medito sobre todas esas re p ú-
zas que son las que corrompen a los individuos. La sola men- blicas que hoy florecen por ahí, no se me ofrece otra cosa, séa-
ción del Estado nos lleva a establecer que papel le asignamos me Dios propicio, que una cierta conspiración de los ricos que
en el proceso de cambio (Estado sí, no, o muy poco); también tratan de sus intereses bajo el nombre y título de república. Y
al concepto de p o d e r, en el sentido de que, si el poder corro m- discurren e inventan todos los modos y artes para, en pri m e r
pe, ¿no nos corromperá a los que lo alcanzamos? Ha de quedar lugar, retener sin miedo de perderlo lo que acumularon con
claro cómo nos situamos en relación con el poder del Estado, y malas artes; después de esto, para adquirirlo con el trabajo y
con los poderes que controlan al Estado.8 fatigas de todos los pobres por el mínimo precio; y para abusar
El p roceso de transformación a una sociedad sin clases, ha de de ellos. Estas maquinaciones que los ricos han decretado que
apoyarse esencialmente en los antagonismos innatos del capi- se observen en nombre del pueblo, esto es, también de los
talismo, aparte de los que genera cada lógica de acumulación pobre s, se hacen ya leye s”.
del propio sistema.
Platón. Los modelos de gobierno y su preferencia
La forma de gobiern o Estas formas de gobierno republicano que menciona More
Una vez establecidos los fundamentos mínimos del modelo que explotan a la ciudadanía nos llevan a reflexionar sobre
de sociedad, el resto del diseño permanece abierto a debate. Lo cómo Platón define y evalúa las cinco formas de gobierno más
que sí ya podemos avanzar es hacia el conocidas:
diseño y debate de la forma de gobier- El gobierno aristocrático se cara c-
no.
En una sociedad que no elimine t e riza por “el respeto a los magistra-
la propiedad p ri vada difícilmente la d o s, la aversión de los guerre ros a la
Thomas More. Una visión del comu - gestión republicana tendrá éxito agricultura, a las artes mecánicas y a
nismo republicano en el logro del bien común. las profesiones lucra t i va s, la costum-
Sobre la república como forma de bre de las comidas públicas y el cui-
g obierno, Thomas More sostenía que, dado de practicar los ejercicios gim-
en aquella sociedad “donde las posesiones son pri va d a s, násticos y militare s”.
donde todos miden todas las cosas con el dinero, ahí apenas El gobierno timocrático se cara c t e riza por la ambición de sus
si podrá lograrse que con una república marchen las cosas ciudadanos: “ansiosos de riqueza, prontos a las armas, gasta-
justa o prósperamente”. Es decir, en una sociedad que no eli- rán en mujeres y en todo lo que halague sus pasiones”.
mine la propiedad privada difícilmente la gestión republicana El gobierno oligárquico se cara c t e riza porque “los ricos ejer-

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cen el mando sin que los pobres participen de él. En la medida mujeres […] De esta forma de gobierno tan bella y encantado-
que se acumulan las ri q u ezas baja la virtud. Se incrementa la ra es de donde nace la tiranía”.
a va ricia y la codicia. Los empleos son para los ricos y los pobres “Un estado, sometido al gobierno de un tira n o, es todo lo es-
son despre c i a d o s.Los cargos públicos se conceden en función clavo que puede ser. El estado en el que reina un tirano es
de la renta. Este estado encierra dos estados: uno compuesto pobre. […] Sucede con un tirano lo que con esos particulares
de ricos y otro de pobres [clases] que ricos, que tienen muchos esclavo s ;
habitan el mismo suelo y que se es- Si optamos por una república p o rque tienen de común con él que
f u e rzan sin cesar en destruirse los mandan a muchos […] En razón del
como forma de gobierno de una
unos a los otros [lucha de clases]. Los rango que ocupa, el tirano se hace
sociedad sin clases, seguramente los
pobres viven en la indigencia y los necesariamente más envidioso, más
ricos son unos malhechores […] En modelos anteriores nos servirán de pérfido, más injusto, más impío, más
los gobiernos oligárquicos casi todos muy escasa referencia. dispuesto a recibir y alimentar en su
los ciudadanos son pobres a exc e p- c o razón todos los vicios, siguiéndose
ción de los jefes. Se pasa de la oligarquía a la democracia a cau- de aquí que es el más desgraciado de los hombres, y que comu-
sa del deseo insaciable de estas mismas riquezas, que se miran nica su desgracia a los hombres que le ro d e a n”.
como el primero de todos los bienes en el gobierno oligárqui- “Revístete ahora con el carácter del juez y decide quiénes de
co. Los jefes, que deben los cargos que ocupan a las inmensas entre los cinco caracteres, el real, el timocrático, el oligárquico,
riquezas que poseen, se guardan bien de reprimir, mediante la el democrático y el tiránico, son más dichosos y quiénes lo son
s e ve ridad de las leyes, el libertinaje de los jóvenes corro m p i- menos […] El más dichoso de los hombres es el más justo y
dos, ni de impedir que se arruinen con sus despilfarro s, porque más virt u o s o, es decir, el que reina sobre sí mismo y que se go-
su plan es comprarles los bienes, hacerles préstamos con cre- b i e rna según los principios del estado monárq u i c o; y el más
cidos intereses y aumentar por este medio sus riquezas y su desgraciado es el injusto y más depravado, es decir, aquel que,
crédito”. teniendo el carácter más tiránico, ejerce sobre sí mismo y sobre
“El gobierno democrático se hace cuando los pobres, consi- los demás la tiranía más absoluta”.
guiendo la victoria sobre los ricos, degüellan a los unos, destie- Por tanto, únicamente “serán felices los pueblos del futuro
rran a los otros y re p a rten con los que quedan los cargos y la cuando los filósofos se conviertan en reyes y los re yes en filó-
administración de los negocios, reparto que en estos gobiern o s sofos. ¡Cuán lejana está aún semejante felicidad, si los filósofos
se arregla de ordinario por la suerte […] Por dondequiera que no se dignan asistir a los re yes con sus consejos!”.
exista este poder, es claro que cada ciudadano dispone de sí
mismo y escoge a su placer el género de vida que más le agra- El capitalismo tiene capacidad para subsumir todas las for -
da […] En este estado puede cada uno buscar el género de mas de gobiern o
g o b i e rno que le acomode”. Cuál es “¿el paso de la democracia Como vemos, Platón es un ciudadano más que diseña el
a la tiranía? La causa de la ruina de la democracia es el deseo comunismo utópico que le satisface para su modelo de so-
insaciable de lo que mira como su bien: la libertad […] Cuando ciedad, así como elige, entre las diversas formas de gobierno,
un estado democrático, devo rado por una sed ardiente de aquella que más está en consonancia con su modelo. No voy a
l i b e rtad, está gobernado por malos escanciadore s, que la de- entrar a va l o rar las preferencias de Platón por el modelo de
rraman pura y la hacen beber hasta la embriaguez, entonces, si sociedad ni por las formas de gobiern o ; esta es una labor que
los gobernantes no son complacientes, dándole toda la liber- le corresponde y deberá hacer el propio lector. Destacaré úni-
tad que quiere, son acusados y castigados, so pretexto de que camente que todos ellos son clasistas y jerárquicos. Sin embar-
son traidores que aspiran a la oligarquía […] Con el mismo go, lo que quiero resaltar es que el capitalismo ha subsumido,
desprecio trata el pueblo a los magistra d o s, echándoles en cara ha integrado y dominado a las poblaciones a lo largo de un
que para nada sirven y que son esclavos vo l u n t a ri o s. Pública y buen período de tiempo, y ha expandido su lógica de apro p i a-
p ri vadamente alaba y honra la igualdad que confunde a los ción y acumulación por casi toda la geografía conocida. Se g ú n
magistrados con los ciudadanos […] Pe ro el abuso más intole- la coy u n t u ra, el capitalismo ha controlado a las sociedades
rable que la libertad introduce en este gobierno es que los es- empleando todas y cada una de las cinco formas de gobiern o
clavos, va rones y hembra s, son tan libres como los que los han que señala Platón: ari s t o c racia, timocracia, oligarquía, demo-
comprado. Y ya casi se me olvidaba decir qué grado de libert a d c racia, y tiranía.
y de igualdad alcanzan las relaciones entre los hombres y las Por tanto es importante tener claro cuál es el modelo de so-

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ciedad que cada uno de no-


sotros prefiere para adaptar
seguidamente la forma de
gobierno de manera que
sea consecuente con tal
modelo.

¿ Sociedad sin clases, qué


tipo de república?
Las reflexiones desarro-
lladas hasta aquí nos de-
vuelven a la pregunta: ¿qué
sociedad, qué gobierno? Es
decir, a los que deseamos
una sociedad sin clases,
nos sitúan ante el desafío
de cómo diseñamos este
modelo de sociedad, y con
f o rmas de gobierno que no
tengan más poder que el
que resulta de la gestión
totalmente hori zontal, au-
togestionado, autónomo,
en asamblea, o el adjetivo © Javier Prat Martínez (Creative Commons)
que le queramos añadir,
p e ro que responda a una
s o c i e dad sin explotación y sin dominio de clase. 42º. La soberanía reside en todos los ciudadanos, y se ejer-
Y si sostenemos que la sociedad ha de ser sin clases, segura- ce en re p resentación suya por los organismos políticos de la
mente ya no podemos seguir pensando que la clase trabajado- República constituida por medio del sufragio unive r s al .
ra, aunque sea por un corto tiempo, ha de ser la vanguardia, y
sus partidos la cabeza pensante y gestora de este diseño. Esto Nada especial si tenemos en cuenta los tiempos conserva-
nos lleva a la consideración de que, si optamos por una re p ú- dores-liberales y, por tanto, la composición de los que re-
blica como forma de gobierno de una sociedad sin clases, dactarían el texto de esta república. De hecho, B. Pérez Ga l-
seguramente los modelos anteri o res nos servirán de muy esca- dós ya dio una explicación acerca de las dificultades que
sa re f e rencia. De todas manera s, es importante revisar pre v i a- tenía ella misma para sobre v i v i r. Dijo que “la Pri m e ra Re p ú-
mente el contenido de las Constituciones de las dos Repúblicas blica tuvo una vida tan agitada como efímera (once meses),
Españolas. en la que convivió con todo tipo de crisis y problemas […]
Su existencia estuvo sacudida por dos guerras civiles here-
Primera República Española (1873-1874) dadas del período monárquico anterior (la cubana y la car-
El Proyecto de Constitución Federal (no promulgado) de la lista), y erosionada en su propia base por el enfrentamiento
República Española establece que la sociedad será clasista, y de los republicanos en relación con la organización política
su forma de gobierno de jera rquía re p re s e n t a t i va. Los art í c u- del Estado. Aunque la república no logró vencer ni a los in-
los 5 y 6 del título preliminar y el 42 del título III santifican dependentistas en Cuba ni a los carlistas en el norte de la
esta relación: Península, logró mantener estos frentes bajo control. Lo que
5º. La libertad del tra b a j o, de la industria, del comerc i o no pudo re s i s t i r, en medio de tales conflictos y de una pro-
interior, del crédito. funda agitación social, fue la lucha de los mismos re p u b l i-
6º. El derecho de propiedad, sin facultad de vinculación ni canos sobre la instauración del federalismo en España y la
amortización. d i s t ribución territorial del poder”.10

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piedad y las facultades


del Estado y de las re-
giones”.

● A rtículo 45. Y que


“toda la ri q u eza del
país, sea quien fuera
su dueño, está subor-
dinada a los intereses
de la economía nacio-
nal y afecta al sosteni-
miento de las carg a s
p ú b l i c a s, con arreglo a
la constitución y a las
l e ye s. La propiedad de
toda clase de bienes
podrá ser objeto de ex-
p ropiación forzosa por
causa de utilidad so-
cial mediante adecua-
da indemnización, a
© quieres callarte (Creative Commons) menos que disponga
o t ra cosa la ley apro-
Segunda República Española (1931-1936) bada por los votos de la mayoría absoluta de las Co rtes. Co n
Apologéticos de la segunda república destacan que se tra t a los mismo requisitos, la propiedad podrá ser socializada […]
de “una Constitución que reconoce de una manera amplia En ningún caso se impondrá la pena de confiscación de
los derechos y libertades individuales característicos de una bienes”.
Constitución Liberal (incluido el derecho a la propiedad pri-
vada), [pero] que, como novedad, incluye compromisos so- Tampoco se le podía pedir mucho a la SegundaRe p ú b l i c a ,
ciales por los cuales el Estado debe pro p o rcionar los medios si tenemos en cuenta en qué momentos nace y con qué fuer-
que garanticen un acceso general a la educación, la sanidad zas políticas cuenta. A su vez, no olvidemos que, en las elec-
o la vivienda, que pre f i g u ran lo que después de la Se g u n d a ciones de febre ro de 1936, cuando venció el Frente Po p u l a r,
Gu e r raMundial se denominará en Eu ropa el “Estado del Bi e- colocó inicialmente sólo a ministros republicanos (ninguno
n e s t a r”.11 socialista) y con Azaña como presidente del gobierno. El pro-
Ap robada por las Co rtes Co n s t i t u yentes el 9 de diciembre yecto se limitaba a restablecer plenamente la Constitución
de 1931, a la vez que la Constitución reconoce que “España de 1931 y derogar las leyes contrarreformistas que habían
es una república de tra b a j a d o re s”, tampoco se pronuncia en legislado los gobiernos radical-cedistas que le pre c e d i e ro n .
c o n t ra de la propiedad pri vada. Y aunque no expresa un re- Después vendría el conocido alzamiento de 1936 del genera l
conocimiento directo de la misma, sin embarg o, debemos golpista y su dictadura, el cual no merece ni una sola línea de
entender que el Estado la respeta y la confirma por omisión, c o m e n t a ri o.
cuando atestigua que se re s e rva la facultad de ejerc e r:
Voces y textos a favor de la Tercera República Española
● A rtículo 15, 1 1. El “d e recho
de expropiación, salvo siem- a) Órgano oficial de la Tercera República Es p a ñ o l a. Esta
p re la facultad del Estado para ejecutar por sí sus obras pecu- Asociación ofrece su texto sobre la Constitución de la Terc e ra
l i a re s”. República Española en el que no se ataca la sociedad de clases
y la re p resentatividad política en la forma de los viejos y los
● A rtículo 15, 1 2. La “socialización de ri q u ezas naturales y n u e vos poderes del Estado. Muy similar al texto de la Segunda,
empresas económicas, delimitándose por la legislación la pro- comienza cambiando los trabajadores como sujeto de la sobe-

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ranía nacional por el del pueblo español. Sin embargo va más las clases sociales, ni tampoco de las estru c t u ras jerárquicas
lejos en la consolidación de una sociedad de clases en cuanto propias de los sistemas de dominio y explotación, nacionales y
reconoce explícitamente la propiedad pri vada; el reconoci- europeas. Propone la forma federal de gobiern o, pero esta
miento de un estatuto de los trabajadores; garantiza a tra b a j a- f o rma de gobierno lo mismo se adapta a los gobiernos de cort e
dores y empre s a rios el derecho a la negociación y al conflicto democrático burg u é s, republicano o con monarquía parla-
colectivo); santifica la libertad de empresa en el marco de la m e n t a ria; es decir, la descentralización espacial que opera con
economía de mercado. En cuanto a la gestión de la res pública, el federalismo puede ir seguido de un centralismo regional o
poco varía sobre la Constitución de 1978: representatividad po- autonómico, jerárquico, y de corte representativo.
lítica por los partidos; hasta el mismo Defensor del Pueblo será Por tanto, admitimos que hay que incorporarse a un debate,
designado por las Co rt e s, en vez de los ciudadanos a los que p e ro a un debate conjunto en el que precisemos qué modelo
representa. La única novedad del texto aparece en el articulo de sociedad y qué forma de gobierno los ciudadanos quere-
56, dónde dice que la mayor magistra t u ra será representada mos.
por el Presidente de la República y no por ningún monarca. Este es un texto que apenas presenta diferencias con el ante -
Sólo faltaba que así no fuese. r i o r.
Desde mi punto de vista, este texto legitima la sociedad capi -
talista y propone la república federal como forma de gobierno c) La Semana Republicana de Asturias. Qué quiere decir
burgués. República. “Tradicionalmente se ha definido la república co-
mo la forma de estado de los países en los que el pueblo tiene
b) Julio Anguita. Hacia la Tercera República. La propuesta re - la soberanía o facultad para el ejercicio del poder, aunque este
publicana. En este guión de tra b a j o, el autor señala que “la III último sea delegado por el pueblo soberano en gobernantes
República se define por la capacidad y la entidad de su pro- que elige de un modo u otro. Lo cierto es que una república
puesta. Una propuesta que se hace a la ciudadanía, a los colec- está basada en el ‘ i m p e rio de la ley’, donde tanto los gobern a n-
t i vos en los que ella se organiza a fin de que se incorporen para tes como los gobernados se someten por igual a un conjunto
c o n s t ruirla. Estamos pues ante una propuesta política que de principios fundamentales normalmente establecidos en
recaba la participación activa de los ciudadanos y ciudadanas una constitución. De ahí que el término república va asociado
para que tanto una como los otros y otras vayan realizándose inevitablemente a democracia, no hay democracia sin re p ú b l i-
en un marco nuevo. En definitiva, la III República no viene; se ca ni república sin democracia”.13
trae construyéndola”.12 Ad e m á s, como novedad, pretende Finalizamos este muestra rio de propuestas, manifiestos,
“c o n s t ruir la Terc e ra República Española en el marco de una guiones y opiniones con este ejemplo en el que el autor, al
Eu ropa federal a partir del impulso de un auténtico proceso d e f i n i rnos qué es la república, la identifica con las estru c t u-
constituyente europeo”. ras de poder jera rquizado (gobernantes y gobernados) y for-
En efecto, es importante destacar que la Terc e ra República mas de gobierno como la democracia, aunque hasta ahora
no va a caer del cielo; hay que luchar por ella como condición sólo hayamos con ocido las de tipo burgués o las célebres po-
n e c e s a ria. Pe ro formas de república hay muchas, por eso he- pulares de los países del Este. Esta insistencia en repetir y
mos insistido en que la república que m antener las viejas recetas, ata nues-
hemos de construir ha de ser en fun- tro imaginario y lo impide evol u c i o-
ción del modelo de sociedad que de- El gobierno oligárquico se nar hacia nuevas formas de gobiern o
s e a m o s, condición suficiente. En mi ca- caracteriza porque los ricos ejercen sin estru c t u ras de poder, clases, etc.
so, he señalado que la sociedad utópica el mando sin que los pobres Nada positivo que ensalzar.
ha de ser antisexista, antimilitarista, an-
p a rticipen de él.
ticlasista y antijerárquica. Sin embarg o, d) Resumen. Recojo de Higinio Polo
el Guión sólo recoge la preocupación una observación a tener muy en
por la igualdad ciudadana de sexos y la preocupación por la cuenta, cuando advierte que “las dos repúblicas españolas
paz y el laicismo, así como la participación radical en las insti- murieron bajo las botas militares”, pero pienso que tendría que
tuciones burguesas, todo dentro del marco de una Europa añadir que esto fue posible porque los militares, los curas, los
f e d e ral a partir del impulso de un auténtico proceso constitu- patronos y los banqueros formaban parte activa y destacada de
yente europeo. Pe ro no es anticapitalista en el sentido de mani- las dos sociedades republicanas: para estos poderes fácticos, la
festarse por la abolición de la propiedad pri vada, y con ello de república era la forma de gobierno mediante la cual podían

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seguir manteniendo sus intereses de clase en aquel momento apoy á n d o l e s, y no los gobiernos republicanos durante las
h i s t ó rico sin arriesgar sus prerrogativas estamental e s. Si la fases de los gobiernos compuestos por lerro u x i s t a s, cedistas
Terc e ra República nace con todos estos poderes fácticos den- y demás dere c h a s. Éstos no me parece que tuvieran los obje-
t ro, me temo que corra la misma suerte que las dos anteri o re s. tivos que menciona H. Po l o.
También dice, “los vendedores de mentiras que han pre- Incluso si miramos el Pro g rama del Frente Po p u l a r, publi-
tendido enterrar la memoria, cado en Madrid el 15 de enero de
ig n o raban que el esfuerzo de 1936, tampoco el gobierno po-
El Gu i ó n de Julio Anguita no es anticapitalista
m uchas personas republicanas pular se atrevía a ir más allá de la
d u rante el gobierno14 de la Se- en el sentido de manifestarse por la abolición i n s t rucción y la cultura mencio-
gunda República para llevar la de la propiedad pri va d a, ni tampoco de nada. Destaquemos algunas de
i n s t rucción y la cultura a los las estru c t u ras jerárquicas de dominio sus negativas en aquellos aspec-
ciudadanos del país contra s t a- y explotación. tos que podría iniciar un pro c e s o
ría con esta monarquía que re i- de socialización:
na sobre el embrutecimiento
popular, el triunfo de una televisión de cloaca, el agitar de las ● Los republicanos no aceptan el principio de la nacionali-
sotanas de obispos y el fanatismo deport i vo. Po rque la repú- zación de la tierra y su entrega a los campesinos, solicitado por
blica española era la instrucción popular, el desarro l l o, la los delegados del partido socialista. (Art. IV)
a s p i ración a una ‘España libre, próspera y feliz’ como decían
e n t o n c e s”.15 Entiendo su entusiasmo y añoranza por la ● Los republicanos no aceptan el subsidio de paro solicitado
Segunda República, pero más pienso que eran personajes por la re p resentación obrera. Entienden que las medidas de
republicanos en el gobiern o, con buena parte del pueblo política agra ria, las que se han de llevar a cabo el ramo de la in-

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du s t ria, las obras públicas y, en suma, todo el plan de re c o n s- los intereses individuales. Sin embarg o, en ninguno de estos
trucción nacional, han de cumplir, no sólo su finalidad pro- p roye c t o s, proclamas y manifestaciones aparece todavía
pia, sino también el cometido esencial de absorber el paro. esta preocupación por una sociedad de iguales. Es duro, pe-
( A rt. V) ro hay que aceptar que la natura l eza constitucional de las
dos Repúblicas españolas era cla-
● No aceptan los partidos re p u b l i- sista, y por tanto, ambas dieron de
canos las medidas de nacionalización
Hay que aceptar que la natura l eza sí lo que pudieron. Ahora, aprove-
de la Banca propuestas por los part i- constitucional de las dos Repúblicas chando la lección, hay que ser más
dos obreros. ( A rt. VI) españolas era clasista,y por tanto, ambas ambiciosos políticamente e ir más
dieron de sí lo que pudieron. lejos. La Tercera República no pue-
● No aceptan los partidos re p u b l i- de ser un calco a medias entre la
canos el control obre ro solicitado por la representación del Constitución de 1931 y la de 1978, como aparece en algunos
p a rtido socialista. (Art. VII)16 textos que se proponen actualmente.
No, no, no y no, c u a t ro negaciones bien claras que evidencian
sin lugar a dudas la intención y la capacidad transformadora Bre ve declaración de pri n c i p i o s
del Frente Popular. Nací con la República, soy republicano y seguiré siéndolo,
p e ro mi concepción de la república es la de una forma de go-
Resumen definitivo b i e rno que está en función de una sociedad sin clases. Po r
Vo l vamos a re c o rdar una vez más lo que nos decía Mo re: tanto la lucha de clases y toda clase de luchas ha de estar diri-
“En aquella sociedad donde las posesiones son pri va d a s, gida a la tra n s f o rmación del capitalismo, a la consecución de
dónde todos miden todas las cosas con el dinero, ahí apenas una sociedad utópica de ciudadanos y ciudadanas iguales, en
podrá lograrse que con una república marchen las cosas la cual, entonces, la república tendrá su sentido. Volviendo a
justa o prósperamente”. Es decir, en una sociedad que no Machado, trabajaré para la terc e ra república en la modesta
elimine la propiedad pri vada difícilmente la gestión re p u b l i- medida de mis fuerzas y dentro de los cauces que yo estime
cana tendrá éxito en el logro del bien común por encima de que conducen a esa sociedad utóp i ca ■

Notas
1. Aristocles “Platón”. La república. Edicomunicación. Barcelona 1999.
2. Michael B. Foster. “Plato to Machiavelli”. Masters of Political Thought. Vol. I, Ha r rap & Co. Ltd. London, 1963.
3. Michael B. Foster. Las cursivas son mías.
4. Aristocles “Platón”. Trabajo citado
5. Todas las frases entrecomilladas de este epígrafe están extraídas de T. Bottomore. Diccionario del pensamiento marxista. Páginas 689-
691. Te c n o s. Ma d rid 1984.
6. Este es el caso de Platón y Aristóteles, en los cuales la visión de sociedad que deducen es más idealista que materialista.
7. Esta misma regla sirve para saber si los ámbitos de autonomía que proponemos se organicen (comunidades, colonias, comunas) pue-
den ser embriones de una futura sociedad alternativa.
8. Con respecto a está polémica es importante el libro de John Ho l l oway. Cómo cambiar el mundo sin tomar el poder. El Viejo Topo. Ba r-
celona 2004. Existe un rico debate que se puede seguir en www. h e r ramient.com.ar y también en www.ez l n . o rg / revistachiapas
9. Por eso es importante no confundir el comunismo republicano con el republicanismo de la democracia burguesa, puesto tan de moda
por algunos autore s.
10. http://olmo.cnice.mecd.es/~jtac0001/historia/menudo/index.htm
11. http://www.eroj.org/biblio/iirepubl/index.htm
12. http://www.nodo50.org/re p u b l i c a / # a n c re1554978
1 3.La República Española hoy. In t e rvención en la Presentación de la Semana Republicana en Asturias. Oviedo 9 de abril Pascual Serrano
(Kaos. III República)
14. La frase entrecomillada insertada y modificando el texto es mía.
15. Higinio Polo. Añorada República española. http://www.nodo50.org/republica/docs/polo_7-04-06.html
16. www.tercerarepublica.tk

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