AMÉRICA
Por: Javiel Elena Morales
Resumen________________________________________________________________
Palabras claves
La conquista supuso una doble moral, donde hubo una discrepancia entre los
valores defendidos por los conquistadores y la aplicación de los mismos, por lo que “en
las indias recién descubiertas acabó haciéndose evidente un contraste de contenido entre
la reflexión ética de los grandes tratadistas y la moral vivida por los hombres de armas,
entre lo que vamos a llamar ética de la conquista y lo que denominaremos moral de los
conquistadores2.
Sin embargo la conquista estaba amparada en normas legales que encubrían en el fondo
las intenciones de la corona, siendo explicitadas en las llamadas Capitulaciones de Santa
Fe. De acuerdo con el Historiador Filiberto Cruz Sánchez: “Después de largas
negociaciones entre Colón y los Reyes Católicos, se firmó un documento en la Villa de
Santa Fe de Granada, en abril de 1492, meses antes de la partida del primer viaje. Estos
acuerdos se conocen en la Historia como Capitulaciones de Santa Fe.”5
1
Tanzi, Héctor José. El Régimen de la Guerra en la Conquista de América. Revista de Cultura Militar, N. 6
. Editora Complutense. Madrid. 1994. P. 3. Versión digital.
2
Bécquer, Miguel Alonso. La ética de la conquista y la moral de los conquistadores. Revista de Cultura
Militar, N. 4 . Editora Complutense. Madrid. 1992. P. 1
3
Ibidem, P.1
4
Montenegro, Augusto. Historia de América, Pp 56-90.
5
Cruz Sánchez, Filiberto. Historia de República Dominicana. Segunda Edición. Santo Domingo, 2006, Pp
38-39. Al respecto Montenegro también opina que las capitulaciones tenían el valor de un contrato, ver P.
71 de su Historia de América.
Los Cronistas de Indias, que justificaron la conquista, comienzan a crear una
visión negativa del conquistado a partir del pensamiento de Aristóteles, afirmando que
existían hombres que nacían para ser esclavos por naturaleza. De esta forma se usó un
argumento contra la persona construido a partir de una falacia fundamental: no tienen
ánima racional. Razón de poder que justificaba la esclavitud.
Las Capitulaciones de Santa Fe solo visualizaban a Colón, pero no planteaban nada para
el conquistado, indicando que la legalidad de la empresa le concedía al almirante poderes
especiales entre los que se destacaban.
Esta base teórica que los cronistas crearon será un engranaje fundamental que
posibilitará una serie de medidas que tomarán los gobernadores para dar una base
práctica a la teórica. Esta base práctica se concretizó a partir de:
6
Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Capitulaciones_de_Santa_Fe. Consultada el 26 de septiembre de 2009.
7
Fiallo, José Antinoe. Perfiles de 500 años de Exclusión y lucha de la Nación Dominicana, Santo
Domingo, Ecos, 1993, P. 83
producción. Primero, se puso en operación el coto minero para la
extracción del oro; luego, sobrevino la explotación de cultivos agrícola de
subsistencia, hatos ganaderos, para la reproducción de caballos para dar
movilidad a la conquista; y ulteriormente, para obtener otro tipo de
ganadería para la alimentación y el negocio de cueros.8
Debían respeto y no tenían derechos jurídicos, porque su concepción solo era para
los hombres libres, de acuerdo con Pokrouski Aristóteles “se refiere también al problema
de la situación del esclavo. Este es propiedad de su amo, una parte animada de sus bienes;
es una herramienta viva, y una herramienta es un esclavo sin alma. El papel del esclavo
es igual al del buey; el pobre reemplaza al esclavo por el buey. El esclavo es una cosa,
aunque tenga cuerpo y alma. 9
Las encomiendas, consideraban a los aborígenes eran repartidos como seres inferiores o
animales irracionales, que podía maltratarse sin tener ningún derecho.
Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís,
por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con
qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a
estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a
estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan
infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido?
¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos
en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y
se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada
día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y
creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos?
8
Ibidem, P. 83.
9
V.S. Pokouski. Et al (1966) Historia de las Ideas Políticas. México, Grijalbo, S.A., P. 67.
¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis
obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto
no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico
dormidos? Tened por cierto, que en el estado [en] que estáis no os podéis
más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de
Jesucristo10
De acuerdo con López Lomelí (2003), la importancia histórica del Sermón de Montesinos
radicaba en que:
12
Retamar, Roberto. América (1989). Descubrimiento, Diálogo, Heinz. Dieterich (comp.) Nuestra
América contra el V Centenario. Navarro: Txalaparta P. 89
13
Ver Fray Pedro de Córdoba. Doctrina Cristiana y Cartas. Santo Domingo Biblioteca de Clásicos
Dominicano III, Fundación Corripio, 1988. Esta Carta Latina de Dominicos y Franciscanos de las Indias a
los Regentes de España, la misma fue firmada el 27 de mayo de 1517 por Fray Pedro de Córdoba, Fray
Tomás de Berlaga, Fray Juan de Tavira, Fray Bernardo de Santo Domingo, Fray Tomás de Santiago, Fray
Tomáa de Toro, Fray Pablo de Santa María, Fray Pablo Trujillo, Fray Domingo de Betanzos, Fray Pedro de
Magdalena et. Al.
14
Ibidem, P. 152.
Las cartas critican el genocidio producido por la conquista, que se extendió por
todas las colonias. Este genocidio aumentó con la consolidación del proceso de la
conquista:
La falacias no podían darse fuera de una lengua, que permitía justificar un ideal
de dominación que pasó a ser impuesto de forma procesual, creando topónimos que
siguen siendo usado en la posteridad, en tal sentido Manuel Matos Moquete, plantea que
“ el descubrimiento de América resultó así, paradójicamente, ser una operación de
encubrimiento por la palabra de la realidad descubierta. Su figura es el signo, y su
procedimiento lingüístico privilegiado, la nominación. “Las Indias”, “Nuevo Mundo”,
“América”, “La Hispaniola”, “Venezuela”. “Nueva Granada”, etc., en esos topónimos
están sublimizadas las figuras de la engañifas, el disfraz y la metamorfosis, que como
práctica ideológica retórica forjaron la visión que los europeos se hicieron en las tierras
conquistadas. Cada uno de esos nombres encierra dos caras, dos realidades: una es copia
la otra es original, una es substituto, la otra es substituido: una es descubierta. La otra es
encubierta. En esta dualidad, América sirvió solo de mascarilla bajo la cual se
reproducían la Lengua, la Cultura y la religión europea”17.
15
de Córdoba, Fray Pedro. Doctrina Cristiana y Cartas. Santo Domingo Biblioteca de Clásicos Dominicano
III, Fundación Corripio, 1988, P. 159. Esta Carta fue dirigida al Rey, siendo Córdoba Vice Provincial de
Santo Domingo.
16
Pérez Memén, Fernando. El Pensamiento Filosófico y Político del Descubrimiento y Conquista de
América.
17
Matos Moquetes, Manuel. La Cultura de la Lengua, Santo Domingo, Editora Taller, 1987, P. 21
3. La justicia como problema en la conquista
El trato a los aborígenes se hizo a través del llamado Requerimiento elaborado por el
jurista y consejero real Juan López de Palacios Rubios, quien se encargaba de sustentar
la justicia de las empresas reales.19
“De parte del rey, Don Fernando, y de su hija, Doña Juana, reina de Castilla y León, domadores de
pueblos bárbaros, nosotros sus siervos, os notificamos y os hacemos saber, como mejor podemos.
Que Dios nuestro Señor, uno y eterno, creó el cielo y la tierra, y un hombre y una mujer, de quien
nos y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes y procreados, y todos los
que después de nosotros vinieran. Mas por la muchedumbre de la generación que de estos ha salido
desde [hace] cinco mil y hasta más años que el mundo fue creado, fue necesario que los unos hombres
fuesen por una parte y otros por otra, y se dividiesen por muchos Reinos y provincias, que en una
sola no se podían sostener y conservar.
18
López Lomelí 2003, P. 76
19
HANKE, Lewis. La lucha por la justicia en la conquista de América, (Madrid 1988), 53.
20
Luciano PEREÑA en su obra La idea de justicia en la conquista de América, Madrid 1992, 237-239.
De todas estas gentes Dios nuestro Señor dio cargo a uno, que fue llamado San Pedro, para que de
todos los hombres del mundo fuese señor y superior a quien todos obedeciesen, y fue cabeza de todo
el linaje humano, dondequiera que los hombres viniesen en cualquier ley, secta o creencia; y dióle
todo el mundo por su Reino y jurisdicción, y como quiera que él mandó poner su silla en Roma, como
en lugar más aparejado para regir el mundo, y juzgar y gobernar a todas las gentes, cristianos,
moros, judíos, gentiles o de cualquier otra secta o creencia que fueren. A este llamaron Papa, porque
quiere decir, admirable, padre mayor y gobernador de todos los hombres.
A este San Pedro obedecieron y tomaron por señor, Rey y superior del universo los que en aquel
tiempo vivían, y así mismo han tenido a todos los otros que después de él fueron elegidos al
pontificado, y así se ha continuado hasta ahora, y continuará hasta que el mundo se acabe.
Uno de los Pontífices pasados que en lugar de éste sucedió en aquella dignidad y silla que he dicho,
como señor del mundo hizo donación de estas islas y tierra firme del mar Océano a los dichos Rey y
Reina y sus sucesores en estos Reinos, con todo lo que en ella hay, según se contiene en ciertas
escrituras que sobre ello pasaron, según se ha dicho, que podréis ver si quisieseis.
Así que sus Majestades son Reyes y señores de estas islas y tierra firme por virtud de la dicha
donación; y como a tales Reyes y señores algunas islas más y casi todas a quien esto ha sido
notificado, han recibido a sus Majestades, y los han obedecido y servido y sirven como súbditos lo
deben hacer, y con buena voluntad y sin ninguna resistencia y luego sin dilación, como fueron
informados de los susodichos, obedecieron y recibieron los varones religiosos que sus Altezas les
enviaban para que les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fe y todos ellos de su libre, agradable
voluntad, sin premio ni condición alguna, se tornaron cristianos y lo son, y sus Majestades los
recibieron alegre y benignamente, y así los mandaron tratar como a los otros súbditos y vasallos; y
vosotros sois tenidos y obligados a hacer lo mismo.
Por ende, como mejor podemos, os rogamos y requerimos que entendáis bien esto que os hemos
dicho, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo, y reconozcáis a la
Iglesia por señora y superiora del universo mundo, y al Sumo Pontífice, llamado Papa, en su nombre,
y al Rey y Reina doña Juana, nuestros señores, en su lugar, como a superiores y Reyes de esas islas y
tierra firme, por virtud de la dicha donación y consintáis y deis lugar que estos padres religiosos os
declaren y prediquen lo susodicho.
Si así lo hicieseis, haréis bien, y aquello que sois tenidos y obligados, y sus Altezas y nos en su
nombre, os recibiremos con todo amor y caridad, y os dejaremos vuestras mujeres e hijos y
haciendas libres y sin servidumbre, para que de ellas y de vosotros hagáis libremente lo que quisieseis
y por bien tuvieseis, y no os compelerán a que os tornéis cristianos, salvo si vosotros informados de la
verdad os quisieseis convertir a nuestra santa Fe Católica, como lo han hecho casi todos los vecinos
de las otras islas, y allende de esto sus Majestades os concederán privilegios y exenciones, y os harán
muchas mercedes.
Y si así no lo hicieseis o en ello maliciosamente pusieseis dilación, os certifico que con la ayuda de
Dios, nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas las partes
y maneras que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obediencia de la Iglesia y de sus Majestades, y
tomaremos vuestras personas y de vuestras mujeres e hijos y los haremos esclavos, y como tales los
venderemos y dispondremos de ellos como sus Majestades mandaren, y os tomaremos vuestros
bienes, y os haremos todos los males y daños que pudiéramos, como a vasallos que no obedecen ni
quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen;
y protestamos que las muertes y daños que de ello se siguiesen sea a vuestra culpa y no de sus
Majestades, ni nuestra, ni de estos caballeros que con nosotros vienen.
Y de como lo decimos y requerimos pedimos al presente escribano que nos lo dé por testimonio
21
signado, y a los presente rogamos que de ello sean testigos.
Por las presiones de Portugal, que amenazó con irse a guerra, el Papa Alejandro
VI se vio obligado a realizar otra Bula Inter Caetera el 4 de mayo de 1493, en las que de
acuerdo con Domínguez, “el Sumo Pontífice trazó una línea imaginaria de polo a polo
que pasaba a 100 leguas al oeste de las Islas Azores, y dio al reino de España las tierras e
islas” que se encontraran al Occidente de esta línea de demarcacion”.22
La Bula Piis Fidelium del 25 de junio de 1493 concedió a Fray Bernardo Boil,
privilegios espirituales especiales, y posteriormente los Reyes Católicos lo envían a
evangelizar todas las tierras conquistadas.
Las controversias entre España y Portugal, dieron origen a lo que se conoce como
Tratado de Tordesillas que fue un compromiso suscrito en Tordesillas (actualmente en la
provincia de Valladolid, en el noroeste de España) el 7 de junio de 1494 entre el rey y la reina
de Castilla, de León, de Aragón, de Sevilla, de Granada, etc. (es decir, los monarcas de
España), y el rey de Portugal y de los Algarbe, etc., en virtud del cual se establecía un
reparto de las zonas de conquista y anexión del Nuevo Mundo mediante una línea
divisoria del Océano Atlántico.
21
Consultar en internet. http://www.gabrielbernat.es/espana/leyes/requerimiento/r1513/r1513.html
22
De Jesús Domínguez Jaime. Historia Dominicana. Santo Domingo, Editora ABC, 2001, P 24
por la evangelización, que podía imponerse a costa del genocidio y la expropiación de los
terrenos a los aborígenes.
El padre Bartolomé de las Casas en su Historia de las Indias Tomo III, dedica
varios capítulos a criticar al cronista de indias Gonzalo Hernández de Oviedo. Las casas
cuestionan los planteamientos del cronista y lo acusa de mentir cuando se refiere a los
aborígenes:
Todavía será bien responder a cada defecto de los que Oviedo contra los
indios opone y a muchos levanta y a todos por ellos cuasi excluye de todo
remedio de conversión y salvación, como si él estuviera ya muy cierto
della; y a lo que dice que eran sodomistas, ya está, con verdad, en el Cap.
23, afirmando que falsa y malvadamente de tan vilísimo crimen los
infama; dice que son ingratísimos; júzguenlos los idiotas de sagayos23
La visión de las Casas cuestiona las falacias de Oviedo contra natura, este
cuestionamiento critica las imputaciones por considerarla desde su visión del poder. En el
fondo las Casas cuestiona la falta de objetividad.
La visión del padre las Casas coincide con Montesinos, porque defienden la
racionalidad de la condición humana, respetando las diferencias culturales de cada
pueblo. Fueron estos dos Frailes, lo que comprendieron la idiosincrasia de los aborígenes,
el irrespeto a la cultura y la imposición de la esclavitud.
Las ideas defendidas por Oviedo eran euro céntrica procedente de la Edad Media.
Estos planteamientos justificaban la esclavitud y el dominio, siendo Oviedo a Juicio del
Padre las Casas el que encubría mentiras históricas al atribuir a los aborígenes
características que le corresponden.
23
Fray Bartolomé de Las Casas. Historias de las Indias. Tomo III, Santo Domingo, Ediciones del
Continente SA, 1985, P. 36.
24
Ibidem, P. 330.
6. Controversia de Valladolid: enfrentamiento filosófico en torno a los aborígenes
“Las normas euro centristas del siglo XV, conocidas como la Doctrina del
Descubrimiento, negaban absolutamente a los indígenas su calidad de
personas, de sujetos, e incluso de seres humanos. Por lo tanto no eran
sujetos de derecho, de contrataciones, de actos jurídicos, y toda la gama
del derecho que tenían los europeos de la época. Esta situación de los
pueblos indígenas de América se prolongo durante todo el siglo XV al
XIX incluso parte del siglo XX”26.
25
Martínez Castilla, Santiago . Juan Ginés de Sepúlveda y la guerra justa en la conquista de América
Pensamiento y cultura, ISSN 0123-0999, Nº. 9, 2006, pags. 111-136.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/busquedadoc?db=1&t=+la+conquista&td=todo. Francisco de Victoria se
preocupó por los derechos de los indios. Su obra De indis recoge las relecciones en las que expresa su
postura ante el conocimiento de diversos excesos cometidos en las tierras conquistadas en América. En ella
afirma que los indios no son seres inferiores, sino que poseen los mismos derechos que cualquier ser
humano y son dueños de sus tierras y bienes.
26
Gavilán, Víctor M. Derecho Internacional y los pueblos Indígenas. Consultado el 18 de abril de 2009.
http://www.mapuche.info/mapuint/pueblos030217.html.
órganos de poder y sancionador de la legalidad de la época. El derecho
internacional del siglo XV determino el carácter de las tierras del nuevo
continente, las posesiones de los pueblos indígenas en América y la
legalidad de la colonización europea en tierras del nuevo continente”27.
En 1537 el Padres las Casas recibió el apoyo del Papa Pablo III, quien a través de
la Bula Papal Sublimis Deus, declaraba a los indígenas de América seres humanos
racionales y espirituales, cuyas vidas y propiedades debían ser protegidas.
27
Alfonso Maestre Sánchez. Todas Las Gentes Son Hombres. El Gran Debate entre Fray Bartolomé de las
Casas y Juan Gines de Sepúlveda, Anales del Seminario de Historia de la Filosofía, 2004. En versión
digital http://fs-morente.filos.ucm.es/publicaciones/anales/21/Maestre.pdf.
28
Krause, Rosa. Función Actual de la Filosofía en América, Revista de Pensamiento Latinoamericana,
Julio-diciembre, 1975, P. 262.
29
Ibidem, 1975, P. 262.
oídas en el Hemisferio Occidental fueron pronunciados en el colegio y la Universidad del
Convento de los Predicadores de la Ciudad de Santo Domingo30.
Con las posturas del Padre las Casas y Montesinos, coincide en el siglo XVIII,
Juan Jacobo Rousseau, al criticar la concepción aristotélica de la esclavitud, para el autor
gibrenino critica la posición de Calígula en referencia al pueblo.
30
Revista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de México. N. 27, Pp. 21-42,
Julio- Septiembre de 1940, citado por Arredondo Cordero en su Estudio para La Historia de la Filosofía en
Santo Domingo, Impresora Arte y Cine 1946.
31
Escobar Valenzuela, Gustvo et al. Filosofía. Segunda Edición, México Mc Graw Hill, P. 150
32
Ibidem, P. 150.
33
Ibidem, P. 15.
Así como un pastor es de naturaleza superior a la de un rebaño, los
pastores de hombres, que son sus jefes, son de naturaleza superior a la de
sus pueblos. De esta manera razonaba Calígula, llegando por medio de
esta analogía a la conclusión de que los reyes eran dioses y los pueblos
bestias.
Este razonamiento de Calígula es reflejado en el de Hobbe y Grocio.
Antes que ellos, Aristóteles había dicho que los hombres no son
naturalmente iguales, sino que uno nacen para la esclavitud y otros para la
donimación.
Tenía razón Aristóteles; pero tomaba el efecto por la causa. Todo hombre
nacido en la esclavitud nace para ella. Nada tan cierto. Los esclavos
pierden en su encadenamiento hasta el deseo de liberarse de él. Aman su
servidumbre como los compañeros de Ulises amaban su embrutecimiento.
Si existen esclavos por naturaleza, es por que lo hay contra naturaleza. La
fuerza hizo a los primeros esclavos, y su cobardía lo ha perpetuado.34
La visión pesimista sobre el género humano reforzada por Hobbe que veía al
hombre como lobo para el hombre encubría la sumisión del ser humano a un poder
supremo, lo que equivalía de acuerdo con Aristóteles a no tener derecho por ser esclavo,
pero de acuerdo con Rousseau esto es incompatible con la naturaleza humana.
Rousseau será un defensor del estado de derecho del género humano, su postura
coincide en su época con la de Montesinos y el Padre Las Casas, reconociendo a los
esclavos el poder para revelarse cuando plantea:“Todo poder proviene de Dios, lo
confieso; más también toda enfermedad, lo cual no significa que nos esté prohibido
llamar al médico”36.
“De esta manera que, examinada las cosas desde cualquier punto de vista,
el derecho de los esclavo es nulo no solo por ser ilegítimo, sino por
absurdo y no significa nada. Estas palabras esclavitud y derecho son
contradictorias, excluyente mutuamente. Sea de hombre a hombre o entre
hombre y pueblo, siempre será igualmente insensato el siguiente
raciocinio: Hago contigo convenio, todo él a costa tuya y a mi provecho
34
Rousseau, Jean Jacque (1996). El Contrato Social. Editorial Alba. P.24
35
Ibidem, P. 28
36
Ibidem, P. 26
exclusivo, y el cual yo cumpliré mientras me plazca y tú acabarás en tanto
que yo quiera”.37
Conclusión
Con esta visión de defensa al ser humano, coinciden Fray Antón de Montesinos, Fray
Bartolomé de las Casas y Fray Pedro de Córdoba, que defenderán los derechos de los
aborígenes por encima de toda institución o ley que lo justificara.
La tesis contra natura que defendió Aristóteles, es defendida en América, por Gines de
Sepúlveda, que justificaba la relación de gobernantes-gobernados, donde los últimos
estaban subordinados al poder existente por naturaleza. Esta controversia llega hasta
Valladolid, donde se enfrentaron Fray Bartolomé de las Casas y Gines de Sepúlveda en
1550.
37
ibidem, P. 31