Artículo: CEAG-A70102

SIMPOSIUM “GESTIÓN INTEGRAL DEL AGUA”

Tema 7: Disponibilidad del agua: Herramientas de manejo.

Guanajuato, Gto.19 al 21 de Septiembre del 2001

MODELO HIDROECONÓMICO DEL AGUA SUBTERRÁNEA: BASE PARA EL

MANEJO DEL ACUÍFERO

ING. JESÚS MANUEL HAM CHI1

RESUMEN

En México es cada vez mayor el número de acuíferos en los que la extracción del agua es
superior a su recarga natural, diferencia que satisface el propio acuífero a costa de su
almacenamiento de agua. Esta condición se presenta crítica en el Estado de Guanajuato;
en la actualización de balances de agua subterránea del año 2000 se observa que en el
estado se tienen salidas de 4,194.7 millones de metros cúbicos (Mm3), mientras que las
entradas a los acuíferos ascienden a 2,948.8 Mm3, dando como resultado una diferencia
de 1,245.8 Mm3, es decir, se tiene una deficiencia de casi el 30% en relación con las
salidas.
En los últimos años, se ha dado la importancia que merecen los modelos de simulación
matemática de acuíferos, que permiten plantear diversas políticas de extracción y obtener
como resultado la respuesta del acuífero en cuanto a los niveles que se obtendrán en el
futuro. Buena herramienta por si sola, pero cualquier acción requiere de recursos
económicos para realizarla, como el reducir las pérdidas en redes de abastecimiento,
introducir procesos industriales con menor consumo de agua, y en el caso de la
agricultura obtener al menos los rendimientos tradicionales de los cultivos con una menor
cantidad de agua.
Por ello, se considera muy importante la evaluación hidroeconómica de los acuíferos,
como una herramienta para la planeación del aprovechamiento sustentable de los
acuíferos, que permita proporcionar bases para la toma de decisiones.

1 Consultor en agua superficial y subterránea,

tel. 01 (4) 2 42 12 26
Correo electrónico: jham@prodigy.net.mx,
 Simposium de “Gestión Integral del Agua”. Guanajuato, Gto. México. Del 19 al 21 de septiembre de 2001
en el marco de Expo-Agua 2001

En México es cada vez mayor el número de acuíferos en los que la extracción del
agua es superior a su recarga natural, diferencia que satisface el propio acuífero a costa
de su almacenamiento de agua. Esta condición se presenta crítica en el Estado de
Guanajuato; en la actualización de balances de agua subterránea del año 2000 se
observa que en el estado se tienen salidas de 4,194.7 millones de metros cúbicos (Mm3),
mientras que las entradas a los acuíferos ascienden a 2,948.8 Mm3, dando como
resultado una diferencia de 1,245.8 Mm3, es decir, se tiene una deficiencia de casi el 30%
en relación con las salidas.
Pero lo que es aún más notable es que prácticamente todas las zonas acuíferas de
la entidad se encuentran sobre explotadas. De estas destacan por su deficiencia en
magnitud los valles de Irapuato-Valle de Santiago, de Laguna Seca y de Celaya, con 255,
218 y 161 Mm3 de sobreexplotación, respectivamente.
La sobreexplotación de un acuífero trae consecuencias graves para la sociedad:
incremento de la profundidad del agua que incide en un mayor costo del bombeo y
desgaste de equipo en lapsos cortos; asentamientos y agrietamiento del suelo, que
ocasiona daños a la infraestructura en las ciudades; contaminación del agua subterránea,
por la extracción de agua que ha estado en contacto con minerales, o por la fuga de
aguas residuales, induciendo a un mayor costo de aprovechamiento por la necesidad de
tratar el agua antes de ser utilizada.
Muchos esfuerzos se han realizado en varios acuíferos del país para revertir esta
condición de sobreexplotación, pero los resultados han sido pobres; esto es debido a que
el desarrollo socioeconómico de una región sustentada en el agua subterránea no puede
normalmente reducir su producción de bienes y servicios, ya sea para atender sus
demandas locales o por que existen compromisos para exportarlos a otras regiones o
países. Las necesidades de una región impiden la reducción importante en la extracción
de aguas subterráneas, aún más, esta normalmente va en aumento.
En muchas ocasiones las estrategias de desarrollo han tendido a la búsqueda de
nuevas fuentes con el objeto de incrementar la oferta de agua, sin embargo, en muchas
regiones esto no es posible, por lo que resulta indispensable caminar hacia la reducción
de la demanda y de la extracción. Esta reducción debe realizarse de tal manera de no
retroceder en lo posible, en el desarrollo alcanzado en la zona, sino por el contrario,
buscar mejorar dicho desarrollo, mediante alternativas de uso eficiente, reúso y/o
recirculación de aguas residuales tratadas, entre otras.
Un procedimiento útil en la búsqueda de la estabilización de un acuífero, con el
objeto de reducir los impactos negativos en el mismo, es la instrumentación de un
Reglamento para el Aprovechamiento del Acuífero. Sin embargo, aún con la buena
intención del mismo y conciencia de los usuarios del agua, este camino no asegura la
recuperación del acuífero, ni siquiera la reducción de extracciones, debido a que si se
deja de extraer un cierto volumen de agua, se impacta de manera importante la economía
de la región, por que o se produce menos, o se rezagan los servicios que dependen de
este recurso.
En nuestra cultura, muchos de nuestros actos los realizamos en función de “como
impacta nuestro bolsillo”, buscando un mínimo esfuerzo y una mínima inversión, con un
máximo de beneficio tanto en nuestros satisfactores básicos como en los económicos.
 Simposium de “Gestión Integral del Agua”. Guanajuato, Gto. México. Del 19 al 21 de septiembre de 2001
en el marco de Expo-Agua 2001

Por lo anterior resulta importante medir a priori los impactos económicos de las
diversas políticas que se planteen para la explotación de este recurso. De esa manera, se
pueden planear las acciones que deben realizarse y tener una idea del costo e impacto
económico de las mismas, comparando diversas alternativas o políticas, en relación con
la posición de no modificar las condiciones de extracción.
En los últimos años, se ha dado la importancia que merecen los modelos de
simulación matemática de acuíferos, que permiten plantear diversas políticas de
extracción y obtener como resultado la respuesta del acuífero en cuanto a los niveles que
se obtendrán en el futuro. Buena herramienta por si sola, pero cualquier acción requiere
de recursos económicos para realizarla, como el reducir las pérdidas en redes de
abastecimiento, introducir procesos industriales con menor consumo de agua, y en el
caso de la agricultura obtener al menos los rendimientos tradicionales de los cultivos con
una menor cantidad de agua.
Por otro lado, para que un reglamento o cualquier acción en beneficio del acuífero
sea viable, es indispensable la participación de los principales actores, que son los
usuarios del agua subterránea, que en la mayoría de las ocasiones están más
preocupados por su propia situación actual (hoy tengo que comer, hoy tengo que
proporcionar el servicio), que de la situación que tendrá el acuífero dentro de 5 o 10 años
(¿cómo se alimentarán mis hijos o nietos?, ¿habrá suficiente agua?).
Esta participación se busca a través de los Comités Técnicos de Agua –COTAS-,
organizaciones que en Guanajuato cada vez cobran mayor importancia, además de que
están logrando una mejor participación de los usuarios.
Sin embargo, los actores deberán tener el conocimiento de la situación actual del
acuífero, además de la idea fundamentada de cómo estará en los próximos años, y aún
más deberán estar en posición de dar respuesta a las preguntas de ¿qué puedo hacer
para evitar impactos negativos?, ¿cuánto me cuesta y en que me beneficio?.
Por ello, se considera muy importante la evaluación hidroeconómica de los
acuíferos, como una herramienta para la planeación del aprovechamiento sustentable de
los acuíferos, que permita proporcionar bases para la toma de decisiones. Esta
evaluación requiere tener información no solo de las características del pozo y de los
parámetros hidráulicos que rigen el almacenamiento y movimiento del agua subterránea,
sino además es necesario contar con información respecto al usuario del agua: para que
se usa el agua, los requerimientos reales de agua, la eficiencia de explotación del recurso
hidráulico, los costos de producción del bien o servicio, el valor de venta del mismo, entre
otros.
De esta forma, mediante la evaluación económica se puede obtener información de
las ventajas de actuar o no en un uso más eficiente del agua, conociendo de antemano el
impacto económico que se tendrá al instrumentar una cierta política. De esta manera el
plan para el manejo del acuífero tendrá mayor certidumbre, al decidir los propios usuarios,
entre varias opciones de beneficios y costos, de que manera y en que momento van a
participar.
En el Estado de Guanajuato se han realizado 4 estudios donde además de simular
el comportamiento del acuífero para distintas políticas de explotación, es posible conocer
también los requerimientos de inversión para efectuar las acciones necesarias para dicha
 Simposium de “Gestión Integral del Agua”. Guanajuato, Gto. México. Del 19 al 21 de septiembre de 2001
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política y los beneficios que se obtendrían en términos de reducción de los costos de

producción, de consumo de energía eléctrica, de operación y mantenimiento de sus
pozos, en su caso del ahorro en el pago de derechos de agua, y el incremento en sus
ingresos.
Como complemento y no menos importante, se deben de establecer una serie de
acciones para tender a la estabilización del acuífero y en su caso de su recuperación.
Como parte de este trabajo, se presentan ejemplos de los acuíferos de los Valles
de León, Celaya, Apaseos y Silao-Romita, mostrando las alternativas factibles de
instrumentar, las inversiones requeridas y los impactos que se pueden logra con las
mismas. Y se comentan las acciones que se están instrumentando y de manera general el
procedimiento que se pretende seguir para avanzar en obtener una adecuado plan de
manejo del acuífero. Aún cuando los principales interesados son los propios usuarios del
agua subterránea, no deja de ser indispensable la participación y apoyo de los gobiernos
y de la sociedad en general. Algunas otras actividades inherentes son mencionadas.