4 Correo de ideas

el observador
Domingo 3 de abril de 2011

te, no significa que haya un fenómeno social

o político de tal envergadura que necesite

Cartografías
resolverse con una ‘reconciliación’. Discrepo
también con la idea de que nacimos con ‘la
raíz partida’. El batallar más o menos conti-
nuo que se da hasta 1850 es nuestra prehis-

de una identidad
toria. Las raíces no están ahí sino en el Pacto
de la Unión y su hermosísima consigna: ‘Ni
vencidos ni vencedores’”.
Lo mismo hace el autor con el escritor y
ex dirigente del Movimiento de Liberación
Nacional-Tupamaros, Mauricio Rosencof, a
quien le pregunta qué le debe la historia del
lección de entrevistas, un género maltratado país al MLN-Tupamaros. Esta es la respuesta

P
Daniel Viglione
ara aquellos lectores que
disfrutan del formato tra-
dicional de una entrevis-
ta, es decir, el intercambio
de preguntas y respuestas,
este libro del periodista
Marcello Figueredo, es
doblemente oportuno. Pri-
mero, porque se trata de un trabajo en el que
a través de una serie precisa de interrogan-
tes el autor logra armar un mapa claro del
pasado, el presente y el futuro del Uruguay.
Segundo, porque el libro sale a la calle en
pleno fervor de los festejos por el Bicentena-
rio, transformándose en un material mucho
más duradero que los fuegos artificiales de
colores artiguistas con que nos obsequia la
celebración oficial y la literatura no menos
oficial que ya empieza a abundar sobre la
efeméride.
El autor no oculta que el libro pretende
sacudir la modorra y la rutina de esas cele-
braciones y aun la de la gente del país. Puede
pensarse lo contrario al tratarse de una co-
sobre el que recae la sospecha de facilitar la que obtiene: “Deberle, la historia del país no
inhibición del entrevistador. le debe nada a nadie. Cada generación fue
“Sería bueno –explica Figueredo para haciendo lo suyo. Unos quedaron dentro,
desmentirlo– que los fastos del Bicentenario otros fuera. El tiempo irá desbrozando, la
no se extinguieran en el aire como historia se revisa, se ahonda, se
esos fuegos que hacen mucho falsea. Según quién la escriba, su
ruido, nos deslumbran por unos pensamiento, su cultura, su inten-
minutos y luego olvidamos fácil- ción. Solo el tiempo (cuando como
mente. Sería mejor que sirvieran, en este caso, muchos protagonis-
sobre todo, para invitarnos a tas que andan en la vuelta, ya no
pensar qué país tuvimos, qué país estén), y la distancia equilibrada
tenemos, qué país queremos”. del que escriba esta parte de la
El periodista se pone manos a la historia, contarán quiénes jugaron
obra con preguntas afiladas. ¿Cree el partido y quiénes gritaban en la
usted que un país que nació con la tribuna. Eso sí: cuando se actúa de
raíz partida puede reconciliarse o buena fe, jugando la camiseta y el
que, por el contrario, la tentación pellejo para que los más infelices
del enfrentamiento es inherente Uruguay: 200 sean los más privilegiados, no
a nuestra condición nacional? años, doscien- se piensa en la historia. Tal vez,
Así le pregunta Figueredo al
tas preguntas no sé, se estuviera agregando
Marcello Figueredo
presidente José Mujica, quien Aguilar. Montevideo algún granito de rebeldía, que
fiel a su estilo responde: “Discre- (2011). 343 págs. de pronto quede entreverada en
po con la idea de que necesitamos $ 420 los arenales de nuestra historia”.
una ‘reconciliación’. Que yo sepa eso Y así sigue y sigue Uruguay:
ya ocurrió en 1984, cuando se acordó la 200 años, doscientas preguntas, un
reimplantación de la democracia. Que aún libro en el que intervienen 76 uruguayos
queden cicatrices y alguna cuenta pendien- que, cada uno a su manera, se destacan

Thriller político Fugitivos en la Rivales épicos:

tragicómico gran ciudad Aníbal y Escipión
javier de navascués alberto de frutos javier cercas rueda

Galardonada con el último Premio Herral-
de de novela, cuenta la vertiginosa historia
de un tipo antisocial, un freak aficionado
al alcohol y al contrabajo, cuya vida soli-
taria se trastoca cuando el candidato a la
presidencia de su país muere en un aten-
tado terrorista. Al principio
su relato deslumbra por la in-
geniosa combinación de hu-
mor y tragedia, la rapidez con
que se suceden los hechos o
la descripción del ambiente
desvencijado que rodea al
personaje. Luego la tensión
desmaya y remonta a cada
rato. Como thriller la nove-
la no está completamente
resuelta, aunque tenga mo-
mentos estimables. Como
Tres ataú- era de prever, el actor va
des blancos asumiendo la máscara de
Antonio Ungar su personaje hasta que se
Anagrama. Barcelona
convierte en un peligro
(2010). 284 páginas.
para aquellos que habían
puesto en funcionamiento
la impostura. El candidato
era, al parecer, un hombre ín-
tegro que estaba dispuesto a bo-
rrar la corrupción que asolaba la república
imaginaria donde se sitúa la acción. Por eso
el protagonista irá dejando su egoísmo y
abriéndose a una nueva personalidad más
atractiva. El final desencantado ante un
sistema al parecer invencible tiene ecos de
las clásicas novelas de dictador, como El
señor presidente de Miguel Ángel Asturias.
Los seguidores del francés Modiano en-
cuentran en sus obras intensas reflexiones
sobre los recuerdos y el paso del tiempo.
Hay algo de Proust o del Bergman de Fresas
salvajes en estas evocaciones. Aquí, el pro-
tagonista es un escritor, Jean Bosmans, que
en su madurez busca a un amor de juven-
tud, Margaret, quien un día, tras
una investigación policial, des-
apareció sin dejar rastro. Al prin-
cipio, la búsqueda es involunta-
ria. Pero, poco a poco, va tirando
del hilo, hasta que Margaret deja
de ser un fantasma recurrente
y toma cuerpo, para, a la pos-
tre, ayudarle a encontrarse a
sí mismo. Todo tiene un aire
difuso, inmaterial, como el de
un sueño medio olvidado que
no sabemos descifrar. Algo
El horizonte turbio parece rodear a Mar-
Patrick Modiano garet y al propio Bosmans.
Anagrama. Barcelona
(2010). 160 páginas. Ambos se comportan como
fugitivos en la gran ciudad y
con esos mimbres vitales tan
quebradizos construyen una
relación precaria, hecha de secre-
tos. Esta es una sutil novela sobre todo
lo que traspapelamos en la juventud y ya no
vuelve (o sí). Modiano parece sostener que
somos lo que vivimos, pero también lo que
recordamos; y sobre las cenizas aventadas
de esa memoria levanta el autor una ficción
inteligente, muy personal, que esquiva lo
etéreo de su planteamiento gracias a una
eficaz arquitectura narrativa.
Si hay un hecho interesante de la Roma
antigua, después de la caída de la repúbli-
ca y más que la época imperial, ese es el
enfrentamiento con Cartago, donde Roma
conoce al peor enemigo que tuvo hasta ese
momento, Aníbal. El cartaginés es un gi-
gante, parco, duro, auténtico lí-
der, genial. Posteguillo lo retrata
muy bien, al igual que a Publio
Cornelio Escipión, protagonis-
ta de la trilogía. Buen guerrero,
buen político, sensible, aman-
te del teatro. Escipión fue sin
duda un hombre superior. Ve
donde otros no ven y esa fue
la base de su imperio sobre los
demás. Posteguillo lo mues-
tra humano y real, con dudas,
miedos, estallidos de cólera,
TrilogÍa detalles de vanidad, todas
de escipión cosas pequeñas al lado de
Santiago Posteguillo su grandeza pero expresi-
Ediciones B. Barcelona
vas de un héroe humano.
(2010). 720, 860 y 800
páginas. Aníbal está a su altura y es
muy interesante la relación
que se establece entre ellos,
más allá de la oposición militar.
La descripción de la épica batalla de
Zama es extraordinaria. El estreno de Pos-
teguillo como narrador es de primer nivel.
Se centra en un material magnífico que es-
taba ahí, pero tienen el mérito de tratarlo
con hondura y calidad, con respeto por la
historia, retratando una época gloriosa de
Roma sin olvidar los elementos oscuros que
adornan todo lo que tocan los hombres.
el observador
Domingo 3 de abril de 2011
¿Internet nos
hace estúpidos?
miguel ángel sánchez de la nieta
Internet cambia todo: economía, política,
educación... y hasta el modo de conocer.
Esta es la tesis que Carr presenta apoya-
do en autorizadas voces que van desde la
neurología a la educación. Sostiene que la
diaria entrega a las multitareas digitales
incide de manera notoria en la
manera de conocer de toda una
generación. El pensamiento li-
neal entra en crisis. Se abre paso
un mundo distraído, confundi-
do, compulsivo y ansioso, que
mientras premia lo rápido, efi-
ciente y útil, se hace incapaz de
concentrarse en una sola cosa;
un mundo cultural herido en
esas habilidades de reflexión
y contemplación que condu-
cen al pensamiento crítico y
conceptual, dañado en la
Superficiales memoria a largo plazo y en
Nicholas Carr la agilidad creativa. Carr es
Taurus. Madrid (2010).
344 páginas heredero de McLuhan, para
quien los medios no son solo
canales de información. Pro-
porcionan la materia del pen-
samiento, pero también y sobre
todo modelan el proceso de pensa-
miento. Carr analiza las consecuencias de-
rivadas de este modo de aproximarse al co-
nocimiento. Es un buen diagnóstico. Pero
escasean los tratamientos para aprovechar
con acierto esta tecnología. Quizá baste
uno: su llamada a acotar a lo imprescindi-
ble la multitarea y primar la concentración
en un quehacer exclusivo del momento.
en el ámbito de las ideas, la política,
la ciencia, el deporte, la cultura, los
medios de comunicación y el mundo
empresarial. Es decir, compatriotas
como Luis Eduardo González, José
Rilla, Javier Miranda, Federico
García Vigil, Ruben Rada, Renzo
Pi Hugarte, Jorge Denevi, Carlos
Tanco, Oscar Washington Tabárez y
Rafael Viñoly, entre otros, que reflexionan
colectivamente qué, cómo y quiénes somos
los uruguayos.
De este modo, figuras como Julio María
Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle, Jorge Bat-
lle y Tabaré Vázquez revelan que Uruguay es
un país obsesionado con su identidad; perso-
najes como Juan Grompone, Jaime Roos,
Fernando Parrado y Petru Valensky señalan
que hay que pujar tanto por el desarrollo de
la marca “Uruguay Natural” como por la
de “Uruguay Tecnológico”, que les perece
mentira que el Uruguay del siglo XXI ten-
ga sus casas enrejadas, que es lamentable
que a los únicos que se les perdone usar
Rolex Daytona, andar en buenos autos y
comer en buenos restaurantes sea a los
jugadores de fútbol y que, en materia de
tolerancia, los uruguayos sean críticos,
envidiosos y discriminatorios de todo lo
diferente.
El autor sin duda se implica con el
asunto pero algunos entrevistados no tanto
y eso confiere al libro un carácter un tanto
irregular, como suele ocurrir con los libros
de entrevistas que se han cosido en ambien-
tes y formatos diferentes.
Muchos de los interlocutores eligieron
responder por escrito y otros prefirieron ex-
ponerse al grabador. Figueredo explica que
“ante una convocatoria que no les imponía
ningún parámetro, algunos contestaron de
La degeneración
de la política
rafael gómez pérez
Esta es la última obra de Tony Judt, falle-
cido en agosto de 2010, a los 62 años. Judío
poco convencional, hombre de izquierda,
anota el abandono de ideales, el pragma-
tismo, la desorientación y la dispersión
de esa sensibilidad política. En este libro
sostiene que la socialdemocracia
tiene aún un futuro en Europa
y en EEUU (allí se llaman libe-
rals) si se empeña en defender
lo que siempre se ha llamado
justicia social. Judt piensa que
la izquierda ha cedido dema-
siado ante los defensores del
libre mercado, sin combatir
sus manifiestas injusticias.
En algunos apuntes es contra-
dictorio. Así, al mismo tiempo
que apunta a que estamos en
una época “post-religiosa”,
algo va mal no duda en afirmar la fuer-
Tony Judt za de los ideales religiosos
Taurus. Madrid (2010).
cuando son presentados
220 páginas.
con vigor. Muchas de sus
anotaciones son amplia-
mente compartidas hoy por
encima de las ideologías: la des-
preocupación política de la mayoría
de los ciudadanos; el individualismo a cor-
to plazo de gran número de jóvenes; la can-
sina insistencia en la identidad particular
en perjuicio de la universalidad; la falta de
calidad en la mayoría de líderes políticos...
Late en el fondo de este libro la antigua y
perpetua realidad de que la política, sin
moral, es una degeneración.
Correo de ideas 5
manera breve y escueta, mientras que otros
se extendieron más largamente para desa-
rrollar su pensamiento”.
Figueredo, montevideano, nació en 1966.
Es periodista y ha trabajado en prensa,
radio y televisión. Entre otros desempeños,
ha sido productor de En vivo y en directo en
Radio Sarandí y coconductor de Agenda
Confidencial en Canal 12. En 2010 publicó en
Aguilar Una forma de viajar. Placeres Mun-
danos, libro que da cuenta de su vocación
por los viajes y la literatura, pasiones que
ha cultivado en paralelo a su ejercicio del
periodismo.
En Uruguay: 200 años, doscientas pregun-
tas, Figueredo cambia el registro, aunque
sigue proponiendo un viaje al lector. “Un
viaje intelectual a lo largo y ancho del país,
atrás y adelante en el tiempo, sin orden pre-
establecido y con sabrosas escalas en buena
parte de nuestras obsesiones nacionales
y nuestros lugares comunes. Un recorrido
político, social, económico y cultural en el
que de cicerones, académicos y empresarios,
dirigentes sindicales y astros del fútbol,
escritores y músicos, pensadores y poetas,
historiadores y políticos”.
El periodista pide al lector que complete
su esfuerzo de autor dejando a un lado sus
certezas, “por sólidas y respetables que ellas
sean” para emprender la jornada más ligero
de equipaje.
En suma, estamos ante un libro que,
desde el Grito de Asencio a la dictadura,
pasando por el Maracaná y la tragedia de los
Andes, deteniéndose en la garra charrúa y la
viveza criolla, para saltar finalmente al país
de Pepe Batlle y Pepe Mujica, se lee como un
mapa de nuestra identidad, un mapa en el
que ya nadie puede equivocarse: no se trata
de la Suiza de América.
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Cuatro actitudes para el éxito
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Publishing. Montevideo (2010). 156 páginas.
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uruguay: 200 años,
doscientas preguntas
Marcello Figueredo
Aguilar. Montevideo (2011). 343 páginas. $
420.
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Plaza & Janes. Barcelona (2010). 366
páginas. $ 430.
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La tomba di Alessandro - L’enigma
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Grijalbo. Madrid (2010) 224 páginas. $ 430.
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La obsesión latinoamericana con el pasado
y las 12 claves del futuro
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Debate. Madrid (2010). 121 páginas. $ 420.